— ¿Se puede saber qué haces aquí? —dice JiHoon, con desagrado—.

— Es un parque público, cualquiera pasa por aquí —responde, SeungCheol—.

— Que fastidio.....

— ¿No vas a golpearme? Siempre que están los chicos estás dispuesto a hacerlo

— Hoy no tengo ganas pero puedo abrir el termo y tirarte el agua caliente en la cara

— Que agresivo

—no responde y sigue con lo suyo—.

— ¡Hey, háblame! Para algo estoy aquí, ¿No?

— Sí, para joderme la vida. Eso está más que claro

— ¿No tienes otra imagen de mí?

— Sí, la tuya pateándole los huevos al titán

— Que refinado eres —dice, con sarcasmo—.

— Gracias —responde complacido— ¿Por qué te enojaste así con el edificio? Creí que eran amigos

— No fui yo, fue mi lobo. Me tuve que disculpar con MinGyu luego de eso, por suerte me perdonó aunque la patada si debió doler

— ¿Quieres que te patee para que lo puedas comprobar?

— Que gracioso —dice, con sarcasmo—.

—rueda los ojos para luego disfrutar de la brisa que comenzó a haber en tan solo unos segundos—.

—comienza a olfatear el aire con los ojos cerrados, dejando que sus instintos lo guiasen a ese dulce aroma—.

— ¡¿Q-ué mierda estás haciendo?!

Ahí fue, cuando comprendió lo que se siente una patada en las partes nobles.