𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭: 𝗘𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗿𝘂𝗯𝗶𝗼𝘀.

—¡Mika-kun!— Las chicas chillaban, todo gracias a cierto pelirubio que acababa de llegar a la escuela.

—Buenos días chicas— Saludo con una de sus deslumbrantes sonrisa, siempre un aura brillante lo rodeaba.

—¡Mika-kun!—A las espaldas del pelirubio se hizo oír una voz tan dulce como lo era su dueño.

—Ahh, Yoichi— El pelirubio detuvo su paso para esperar a su amigo.

—¿Hiciste la tarea de matemáticas?— Argumento una vez había llegado con su amigo.

—Como siempre, supongo que si la hiciste—Comenzó a caminar y el castaño siguió su paso.

—No, de hecho iba a pedirte que me la pasaras—Rasco su mejilla avergonzado, mientras este le seguía el paso.

—Ohh, bueno, recuerda que me debes un helado—Despeinó su abundante cabello castaño.

—Ahh, cierto, ¿De limón como siempre?— Sonrió dulcemente ante la caricia.

—Se nota que me conoces— Asiento con una sonrisa dibujada en sus labios.

—Por algo somos amigos, ¿No?—Río moderadamente.

—Ohayo~- Gritoneo una chica de cabellos morados, al mismo tiempo le dió un par de golpes en la espalda al pobre de Mika.

—Buenos días Shinoa—Respondió Yoichi.

—¿¡Porqué me pegas?!— Grito molesto el pelirubio.

—Mikaela-san, no te enojes tanto, de lo contrario te dará una úlcera, no te vayas a arruinar el cutis, ¿Y no queremos que tus admiradoras se molesten, no?— Soltó en tono juguetón, que la caracterizaba.

—Hija de tu...— Contuvo sus palabras, deseoso de decirle lo que se merecía.

—Oigan, hay que llevarnos bien, después de todo somos amigos— El pequeño Yoichi trato de calmar a sus dos amigos.

—Si, Yoichi tiene razón, Mikaela-san— Guardo sus manos detrás de su espalda.

—¿Cómo quieras que me lleve bien con una chica que siempre me está shipeando, con media escuela? Para varias todos son hombres— Exclamó con una venita saltada, todo lo que le provocaba su "amiga" era una úlcera diaria.

—Oh, gran y poderoso Mikaela, siento mucho comentarle que debo retirarme, pero nos veremos en el almuerzo— Anuncio la pelila con tono juguetón, haciendo reverencia para después irse como si nada.

Maldita uva, con razón no tiene novio. Y esos eran los pensamientos de nuestro pelirubio favorito.

—¿Mika-kun?-—Llamo una pequeña voz, movia la mano de arriba hacia abajo para despertar al su querido amigo.

—Ahh,si , lo siento Yoichi— Salió por fin de sus pensamientos, más bien las maldiciones que le echaba a la uva shipeadora.

—¿Sabes, el club de teatro está organizando una obra?—Exclamó sonriente el castaño de cabellos ligeramente alborotados.

—No voy a aceptar el papel de principe este año— Camino hacia su salón, le era molesto que por tercer año consecutivo lo eligieran, la votación era definitiva, y el voto era exclusivamente femenino.

¿Coincidencia, no?

—Esta bien—

Después de unos minutos de caminata, habían llegado por fin a su salón, encontrándose con sus demás compañeros, algunos hablaban entre ellos, otros se pasaban la tarea, etc.

Cabe decir que Mikaela Tepes, era el chico por excelencia de su escuela, excelente estudiante, el favorito de los profesores,en los deportes el mejor, muy listo, tenía todo eso a su favor. Pero, porque siempre hay un pero, había algo que no lo llenaba, era algo que le hacía falta, tanto lo añoraba.

¿Qué era ese algo? Simple, el amor, algo tan sencillo dirás, aunque para Mika, era el deseo que más asiaba su corazón, cualquiera persona podía responder, que Mikaela Tepes era el chico más solicitado por todas las chicas.

Más esto no le era de importancia al rubio, tanto tiempo esperando a su amor. Que luego de 16 años, había cesado su búsqueda.

Pero, el destino le tenía mil sorpresas.

—Bien chicos, empecemos la clase—El profesor de historia entro por aquella puerta, dando inicio a las clases. Los estudiantes tomaron asiento a regañadientes.

—Profesor— Levanto la mano un alumno de la clase.

—Si, dime—Respondió el profesor sin siquiera ver puesto que escribía la información en el inmenso pizarrón.

—¿Revisará la tarea que dejó?—Aquel chico acababa de firmar su sentencia de muerte, fue fulminado por las miradas de sus demás compañeros, muchos de ellos le tiraron piedras pequeñas, otros papeles, unos libros, unos cuadernos, una enciclopedia, etc.

Le tiraron de todo, ¿Qué hacía falta?

—Mejor tirenme una hermana— El chico había hecho una barricada con su mesa, fue cuestión de segundos para que el salón se convirtiera en un campo de batalla.

Un digno espectáculo de ver.

—¡Paren es...—Exijo con voz dura el profesor, lamentablemente cayó al suelo gracias a un libro lanzado por un alumno. Totalmente inconsciente.

—Azoto la res—Dijo un alumno resignado.

—Ya lo mataste—Un chico se puso de cuchilla para examinar al profesor.

—N-no, yo solo quería saber si revisaría la tarea—Hablo nervioso, la mala pasada que le estaban jugando sus compañeros.

—Iras a la cárcel— Argumento otro.

—¿Saben lo que eso significa...?—Pregunto temeroso de la respuesta— ¡Hora libre!—Respondió sonriente. Como sino le importará si el profesor se encontrará bien. A quien engaño, todos morirían por tener una hora libre.

—¡Estoy vivo imbéciles!— Unos gritos se oyeron por parte del hombre mayor, levanto medio cuerpo sentándose mientras observaba a esa panda de desconsiderados. Se dejaba la piel para que todos sus alumnos aprendieran algo.

Pero todos eran tan burros que no eran capaces de asimilar una lección, a excepción de Yoichi y Mika, ellos si eran buenos alumnos.

—¿Sigue vivo...?— Temeroso de su profesor, su voz temblaba. Era el chico que había empezado todo.

—Por suerte, creo que casi veo la luz— Soltó un suspiro resignado y poniéndose en pie de nuevo.

—Lo siento mucho—Avergonzado desvío la mirada, realmente estaba arrepentido.

—No fue tu culpa, iré a la enfermería por algo para el dolor de cabeza— Anuncio el profesor antes de irse.

Tan pronto el profesor salió del salón, fue llenado por las conversaciones de los demás chicos de la clase.

—Oye Mika, que gran susto, ¿No te parece?— El castaño pregunto nervioso a su amigo pelirubio, landeando la cabeza.

Aunque Mika tenía toda su atención en la ventana, donde se encontraba un cielo azul y despejado, tanta calma le era agradable. Los árboles bailando al compás del viento que soplaba, sus cabellos rubios agitados por el viento dándole un aire fresco y masculino, su rostro totalmente relajado pensativo harían desmayar a cualquiera.

—¿Mika?—Llamo su amigo castaño, mas no fue escuchada por el pelirubio.

—Ahhhh, tengo una foto de Mika— Un flash sonó por todo el salón seguido de un chillido femenino, una chica le había tomado una foto a Mika, aprovechando que este se encontraba inerte ante la maravillosa vista.

—Ahh, yo también quiero la foto—Otra chica hablo con un suspiro enamorado.

—Dame una a mi también—Como había dicho antes, Mika era muy popular.

—Si quiero una foto, tienen que pagar— No dejaría pasar una oportunidad como esa.

—Aprovechada- Hizo un pequeño puchero, y le entrego el dinero por la foto de Mika.

Las demás chicas también pagaron, pero valió la pena, porque obtuvieron una foto de su chico perfecto.

[...]

—Mika, ¡ehh Mika!— Yoichi movió a su amigo, todo para que volviera a la realidad.

—Ahh, si, perdona Yoichi— Por fin el pelirubio despertó de su sueño.

—¿Estás bien? Te noto distraído—Dejo su hamburguesa en la bandeja que había en la mesa.

—No es nada— Respondió con una sonrisa para no preocupar a su amigo.

—¿Seguro? Somos amigos, sabes que cuentas conmigo—Dijo sonriente.

—Estoy seguro—

—¡MIKA!— Los gritos de cierta pelila sonaron por la espalda del pelirubio.

—¡Ahhhhh!— Asustado el pelirubio abrazo fuerte a su amigo castaño.

—Ho~ ho, que cariñoso estas con Yoichi, Mika-san~— Para Shinoa era divertido ver un poco de Yaoi gratis. Soltó divertida.

—Cal-ma Mika, es solo Shinoa—Trato de calmar a su asustado amigo, cabe decir que estaba rojito por la cercanía del pelirubio, sumándole el abrazo repentino.

—Ahhh, solo era Shinoa— Suspiro pesadamente, pero seguía abrazando a Yoichi.

—Aquí hay amor—Con sus manos Shinoa formo un corazón, observando a ambos chicos.

Aquí un dato extra, Shinoa shipeaba a Yoichi y a Mika, era un secreto. Hasta había escrito varias historias en un cuaderno que se encontraba en su cuarto, digno de una escritora. Había material hasta para regalar.

El oscuro secreto de Shinoa~

—¿Eh?—Soltó confundido un confundido Mika dándose cuenta de su error, sus mejillas automáticamente se tornaron rojas, haciendo competencia con la bandera de China- L-lo sien-to Yoichi- Soltó al castaño inmediatamente avergonzado.

—N-no te preocupes— Le regalo a su amigo una bella sonrisa, una sonrisa tan dulce se le caería su heterosexualidad a cualquiera.

Pero Yoichi estaba sonrojado si igual que su amigo, pero no le había molestado en lo absoluto. Pero ¿Porqué?

—Fue por tu culpa Shinoa—Espeto molesto en su tono de voz.

—Jeje, no es mi culpa que hayas abrazado a Yoichi—A lo que esta solo se limito a sonreír pícaramente.


—Bueno, y ¿A qué has venido?—Esa sonrisa era totalmente molesta para el pelirubio.

—Solo venia a informarles que mañana vendrá un nuevo estudiante, a tu clase— Camino alrededor de la mesa donde estaban Yoichi y Mika.

—No me interesa— Respondió en tono frío.

—Que malo, Mika-san~. Bueno, tengo cosas que hacer— Solo dió media vuelta y salió de la cafetería. Aunque los planes de Shinoa era otros, Yaoi por supuesto. Era toda una fuyoshi.

—Ah, esa Shinoa— Suspiro pesadamente, todo era más problemático. Todo, pero cuando se dice todo, es todo.

—Mika, ¿Puedo ir a tu casa?— El comentario de Yoichi hizo cambiar el ambiente.

—Si, pero, ¿Para qué?—

—Es que, mis padres estan en un viaje de negocios. Y no quiero estar solo, así que me gustaría quedarme contigo, Mika, cla-ro si no supongo una molestia para ti— El castaño jugo con sus dedos mientras se notaba un tanto nervioso.

—¿Pero qué dices?- Río moderadamente y despeinó el abundante cabello castaño de su amigo—Eres mi mejor amigo, no eres una molestia, al contrario, tu compañía será agradable- Mika sonrió dulcemente, esa sonrisa que podría curar el cáncer.

—Ho~, ¿Qué le planeas a hacer a Yoichi?— Esa voz, esa voz tan chillona. Los dos chicos buscaron con la vista de donde provenía la voz tan juguetona.

—¡Shinoa!, ¿¡Qué diablos haces debajo de la mesa?!— Mika había encontrado a Shinoa debajo de la mesa escuchando todo. Asomó su cabeza debajo de la mesa.

—¿Shinoa?— Exclamó un pequeño castaño confundido.

—No subestimes mi poder, Mika-san— Salió de la mesa con absoluta tranquilidad.

—¿De qué diablos hablas?—Mika completamente al borde del enojo pregunto.

—No lo entenderías,eres demasiado inocente, al igual que Yoichi—Saco unos lentes que traía escondido en su bolsillo y lo coloco en su cara.

—¿Yo?— Yoichi ladeó la cabeza sin entender palabra.

—Si tú, hoy será noche de sexo—Vaya que la pelila era directa.

—¿¡Qué?!— Grito molesto Mika, levantándose de su asiento con intensión de matar a su amiga. Con una mirada asesina que ya la quisiera el mismísimo Kira.

—Oh mira la hora,deje los frijoles en la estufa—Miro su mano simulando que tenía un reloj, luego echo a correr fuera de la cafetería, dejando a un molesto Mika.

—¡Shinoa! Vuelve aquí, ¡Me las vas a pagar!— Estaba apunto de ir tras la chica, hasta que fue detenido por unos brazos.

—No lo hagas Mika—Eran los brazos de Yoichi, quien habían detenido a Mika.

—Pero...— Mika realmente quería matar a Shinoa.

—Hazlo por mi— Recurrió a su arma mortal, ejecuto un hermoso puchero.

Mika no se resistía a los pucheros de Yoichi, era su debilidad, después de tanto tiempo de ser amigos era normal. Eran amigos desde el jardín de niños.

—Ahh, eres un aprovechado. Sabes que no me resisto a tus pucheros—Le regalo una sonrisa gentil.

—Lo siento~— Soltó una leve risa.

—Bueno, ¿Nos vamos a casa?—

—¡Si!—Saco una maleta que sin darnos cuenta la tenía desde hace rato, era de rueditas.

—Wow, vienes listo—Abrió sus ojos con asombro el pelirubio.

—Si, perdón Mika— Rasco su mejilla avergonzado.

—No te preocupes, más vale estar preparado— Tomo la maleta de Yoichi, camino mientras arrastraba la maleta de Yoichi.

—Espera Mika, la llevaré yo—Yoichi no quería causar molestias. Sigo a su amigo hacia la salida.

—No, tú eres mi invitado—Mika solo era amable con su amigo de toda la vida, también lo era con las chicas pero solo lo hacía, por la educación que había recibido de sus padres.

Pero pronto sería amable con alguien más, ¿Con quién? Lo sabremos en el próximo capítulo.

Continuará...


Unas imágenes para que deleiten su vista.


Mata ne ~

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