'5'
Mew se baja de su cuerpo. Gulf vuelve a respirar, viendo al techo, mientras que trata de regular sus nervios. Su mano vendada tiembla del dolor. El pelinegro vuelve a sentarse a su lado para tomar el pañuelo mojado que el piel dorada tuvo en la frente hace unos segundos antes de que cayera al matre por los bruscos jalones. Lo tomo con una refinada lentitud para tirarlo en la cubeta de agua frente a él.
El piel dorada sale corriendo de la cama otra vez. Esta vez, Mew lo deja ir con una sonrisa más que mezquina. Gulf corre por todo el pasillo hasta ir a la puerta de la casa. -¡Maldición...! Maldición.- Él murmura tratando de abrir la primera cerradura con rapidez.
La abre.
Va hacia la segunda tironeando del pequeño pedazo de metal que debe deslizarse por la cerradura (hacia la izquierda) para que se abra. El pequeño pedazo de metal es lento en deslizarse, pero Gulf lo está manejando.
Para cuando logra abrir esa cerradura, no nota la presencia de Mew a unos pasos más atrás.
-Sólo falta una... Más deprisa...- Gulf mismo murmura tratando de abrir la tercera cerradura, y para cuando abre la puerta... Que el sol del exterior lo está alumbrando, y él está a punto de salir, Mew está justamente detrás de él. Él solo estrecha uno de sus brazos y vuelve a cerrar la puerta.
Gulf se congela en su lugar. Sus hombros alzados. Sus ojos ahora en la puerta. Con miedo.
Mew acerca sus labios hacia uno de los oídos del piel dorada. Primero con sus labios en una expresión burlona de tristeza, luego con una sonrisa para susurrarle lo siguiente:
-Dado a que no quisiste ser mío, habrán muchos castigos durante tu estadía,- Mew desliza su mano libre por las caderas del contrario en un suave frote de arriba a abajo. Los frotes mueven un poco el cuerpo de Gulf, pero él no cambia su rostro ni desvía la mirada. Los labios de Mew vuelven a generar otra expresión "dolida" burlona. Sus cejas alzadas. -dime la verdad. ¿Nos conocemos antes? ¿Qué tu crees de eso?
-Eres un enfermo.
-Dime qué tu crees de eso.- Mew le agarra el cabello en puñado para tirar su cabeza hacia atrás. Gulf trata de tragar por el brusco jalón así que cierra sus ojos por un breve segundo para tragar hondo. Mew lame todo el lado disponible de su cuello por lo que Gulf se desespera en su sitio presionando sus ojos cerrados. La lengua de Mew se desplaza por todo su cuello a su mejilla. Él le da una pequeña lamida en el cuello como si fuera un gato, y sonríe viendo a Gulf a la cara.
-¿No me vas a decir? Me gusta obtener respuestas a la fuerza también.- Mew iba diciendo ahora soltándolo del cabello para tomarlo de las muñecas y los regresa a la habitación.
Ahí lo vuelve a tirar a la cama, cerrando la puerta tras él. Gulf cae a la cama y se va a salir de nuevo de no ser porque Mew lo toma de las muñecas y forzosamente lo desliza arriba por toda la cama aunque este tire patadas o refuerce sus pies contra la cama.
-¡NO! Basta.- El piel dorada dice durante el jalón y Mew abre la gaveta a su lado para sacar unas esposas de ahí. En esa gaveta habían papeles, condones, lápices, entre otras cosas.
Mew gruñe al tener que ejercer fuerza para poder encadenar sus muñecas juntas. La cama rechinaba por las patadas del piel dorada.
Mew tomo de la gaveta una soga y ató la cadena de las esposas contra la cabeza de la cama. Ahora Gulf tenía sus manos arriba de su cabeza. Él trataba de moverlas de arriba a abajo, pero se le era imposible.
El pelinegro tomo asiento al lado de la cama viéndolo patear el aire todo agitado. Gulf trató de patearlo a él debido a que este se encontraba al lado suyo, pero el contrario agarro los pies inquietos del piel dorada. Los ojos del psicópata miraron con sinceridad los suyos.
-Por alguna puta razón no quiero putas herirte.- Mew dice. Eso hace que el piel dorada de agitarse. Esas palabras calman todo. El pelinegro bufa una risa. -Ni preguntes por qué,- Él comienza ahora inclinándose un poco hacia la gaveta para sacar una caja de cigarrillos. Abre la caja de cigarrillos para darle una sacudida. La sacudida alza todos los cigarros. Mew sólo toma uno, tira la caja de cigarros devuelta a la gaveta para tomar un encendedor y prenderlo. De ahí tira el encendedor en la gaveta también.
Gulf se le queda viendo en todo momento.
La primera calada del psicópata.
El gigante humo que produce delante de su rostro cuando abre su boca en una "O". Es una vista tan toxica pero tan sensual. Mew voltea su rostro hacia él resaltando entre todo el vapor que lo rodea. Ese vapor que crea circulos en el aire con forma del caparazón de un caracol a poca distancia de la quijada de Mew cuyos ojos miran con inmensidad al piel dorada a pesar de estar sonriendo.
-No fumes.- Gulf le pide. Pero su tono es cariñoso. No lo hace por simple disgusto de estar encerrado. Esta vez lo pide con una honestidad nostálgica... Triste inclusive.
FLASHBACK
-No fumes.- Gulf le pide a su esposo ahora saliendo hacia el balcón dónde se encontraba el contrario con los brazos reposados en la barra que evita a cualquiera de caer del balcón. El esposo vestía todo de negro, miraba los árboles, con un cigarro entre sus dedos.
El piel dorada le da una palmada en su mano así que el cigarrillo cae por el aire hasta dar con el suelo. La palmada fue suave. Tranquila. Con amor. Su esposo se da la vuelta para verlo, y es Mew. Se le ve cuerdo inclusive.
-Oye, ese era el último--- Él le estaba reprochando. Gulf le coloca una paleta justamente en la boca cuando este estaba hablando.
Las cejas del pelinegro se alzan mientras que el piel dorada ríe.
-Sólo lo hago por tu bien.- Gulf le dice antes de besarle su cachete izquierdo con mucho cariño.
Mew sonríe un poco. Aún con la paleta en la boca. Sus ojos miran al suelo con sonrojo.
-La paleta sabe buena.- Mew dice pretendiendo indiferencia al brincar sus hombros cuando su esposo aleja su rostro de él con una sonrisa de labios. El pelinegro masajea los hombros del contrario suave y cariñosamente.
-¿Hoy entras temprano?
-Ugh, sí. Al menos tengo una hora antes de irme.
-Una hora que se irá cuando te metas a bañar,...
-No me tardo tanto.
-Vestir.
-Sólo es una camisa y pantalón.
-Una camisa de botones.- Mew juega con una sonrisa tierna, sus ojos en medias lunas.
-Me las arreglo bastante bien.- Gulf dice ahora avergonzado mientras se pone cabizbajo con varias risas. El pelinegro ríe y le acaricia el cabello al piel dorada con caricias leves. Gulf alza la vista con las cejas alzadas en una linda sonrisa. Él mira arriba con sus ojitos. -¿Me estás acariciando porque me amas o porque quieres un cigarro en vez de la paleta?
-Lo hago porque te amo.
Mew le dice sonriendo con la paleta entre sus labios. Él mismo niega con la cabeza en lo siguiente que dice: -Ni de loco voy a tirar la paleta que mi esposo me dio hasta que la acabe.
Gulf sonríe en grande para darle un beso en la boca (dónde no estuviera el palo de la paleta) y retroceder rápidamente.
-Iré a bañarme.
-Mm... Si te tardas no lo querré decir pero te diré: "te lo dije".
-En tus sueños.- Gulf le dice con antes de sacarle la lengua y se vuelve a acercar para frotar las narices de ambos y alejarse con rapidez de ahí. Mew se queda parado ahí. Hunde sus manos en sus bolsillos y sonríe.
Él saca la paleta de su boca para girarla entre dos de sus dedos. La paleta es redonda como una pelota y cremita de color miel. Era deliciosa.
-Incluso la paleta me recuerda a ti.- Mew susurra antes de meterla de nuevo a su boca con una sonrisa y entrar a la casa.
🦢
Cuando Gulf ya estaba vestido en mahones ajustados con una camisa de botones, Mew le coloca una chaqueta negra. Están al lado de la puerta. Mew se la está acomodando.
-Ya me voy. Tengo las llaves.- Gulf agita su mano derecha la cuál sostiene unas llaves.
-Ten cuidado en la calle.
-Lo tendré.
Gulf estaba moviéndose a la puerta.
-¿No olvidas algo?- Mew le recuerda con una sonrisa.
El piel dorada se detiene en sus pies con una sonrisa antes de girar en sus talones para regresar hacia Mew y tomarlo de la nuca con una mano para dirigirlos a un beso. Se besan una y otra vez con los ojos cerrados.
-Mm.- Mew gime entre los besos. Ambos se siguen besando gustosamente como si no fuese a haber un fin en ellos hasta que Gulf es quién retrocede la cabeza con una sonrisa de labios tierna. -Paremos ahora..., no quiero despertar a tu amigo ahí abajo.
-Ve al trabajo entonces.
-Voy al trabajo.- Gulf le repite en juego. Camina a la puerta para abrirla. Mira a Mew sobre su hombro antes de despedirse con una de sus manos y salir por la puerta.
FIN DEL FLASHBACK
-¿En serio fui tan cursi?- Mew le pregunta todo confundido a Gulf. El piel dorada suspira.
-Sólo... Te cuento la historia del tú que fue mi esposo.
-Pero, cuenta desde que nos conocimos. ¿Cómo era yo antes? ¿Cómo es que nos encontramos y por qué hace un rato actúabas como si fuésemos desconocidos?
-Bien. Vayamos desde el principio.- Gulf le dice con los ojos cristalizados.
FLASHBACK
Era un día soleado, Gulf apenas estaba estaba en receso académico de verano. Así que fue con dos amigos a un set de tennis. Esta era verde, espaseoso, con la red de tennis por en medio del verde set rodeado de arbustos y paredes en verde.
-Dios, cómo pican los mosquitos.- Gulf dice ahora revisando sus piernas (tenía cortos blancos, tenis blancas, una camisa polo blanca con una banda blanca de franjas rojas en la cabeza), se da suave golpes en sus piernas con la raqueta.
-Tal vez es, ¡porque eres dulce!- Su amiga juega con él sacudiendo el cabello del piel dorada con una mano.
-Ya la oíste. Tienes sangre dulce.- Su amigo ahora también le sacude el cabello. Gulf ríe con sus dos amigos alzando la cabeza para verlos con una sonrisa en un fallido intento de cubrirse la cabeza con sus brazos.
-Ustedes dos. Dejen de jugar ahora. Puede que les gane en tenis.- Gulf trata de defenderse, cruzándose de brazos y alzando su mentón con sus ojos cerrados.
-¡Lo dice el que nunca ha jugado tenis!- La chica replica con una sonrisa. Ella es bajita y está tiene una camisa blanca de mangas largas con una falda blanca, tenis blancas. El amigo también vestía una camisa blanca con cortos blancos. Cuando la chica dice eso, el amigo de Gulf choca cinco con ella. El piel dorada ríe.
-Ya verán. Se van a sorprender.
Gulf iba diciendo cuando, al mirar hacia enfrente, más allá de la red... Más allá del escenario de tenis... Se encontraba un chico de hombros anchos, cabellera negra, sentado en una butaca sujetando una raqueta. El chico anda cabizbajo.
-Chicos, ¿le dijeron a alguien que compitiera con nosotros o algo?- Gulf le pregunta a sus amigos.
-¿De qué hablas? Sólo competiremos entre nosotros. No contrate a nadie.- Su amiga le dice en una voz baja. Extrañada.
-No estamos solos.- Gulf dice, apuntando con su mentón al callado chico sentado en la butaca. Los amigos del piel dorada colocan sus manos en los hombros del piel dorada para mirar sin disimulo alguno. Incluso mueven sus cabezas a los lados para tener una mejor vista. Gulf los mira a ambos con el ceño fruncido.
-Sí que saben disimular, ¿Mm?
Él les dice en una sonrisa.
-Es guapo.- Dice la amiga.
-¿Le preguntamos si quiere jugar con nosotros o algo?- Gulf le pregunta a sus amigos.
-¡¿Y si es un asesino?!- La amiga le pregunta toda consternada.
-No lo parece...- Gulf dice en un tono bajo manteniendo una curiosa mirada en el extraño chico. Mientras terminaba sus frases, brincaba uno de sus tobillos. -Iré a ver.
Él dice. Los amigos se asustan y ven como su amigo parte hacia el desconocido sentado en la butaca.
El pelinegro miraba sus propias tenis blancas, cuando a su campo de visión, se asomaron las tenis blancas de Gulf. Eso lo hizo mirar las tenis primero antes de alzar la mirada al rostro del piel dorada.
-Hola.- Gulf sonríe todo tímido. -Yo y mis amigos recién llegábamos y nos preguntábamos si querrías jugar con nosotros. Aunque no nos conocemos.
El piel dorada le dice con una sonrisa ofreciéndole su mano libre. Mew se le queda viendo.
-¿Puedo observar? Estoy cansado.- Mew dice.
-¿Qué? Oh sí. Puedes observar si gustas.- Gulf dice ahora con más timidez retrocediendo su mano porque esta no le había sido sacudida.
La está retrocediendo cuando, Mew toma su mano. Se ven a los ojos.
-Tengan una buena partida.
-Gracias. Puedes apoyar a mis amigos pero, deseáme mucha suerte. Soy Gulf.- El piel dorada le dice con mucha emoción señalándose a la cara con una raqueta y una sonrisa mientras hace una cómica pose de macho abierto de piernas con una rodilla más destacada que la otra (doblada en dirección opuesta).
-Mi nombre es Mew.- El pelinegro le sonríe.
-Mew.- Repite Gulf ahora volviendo a tener sus pies al lado del uno al otro. Con una sonrisa. -Es un placer.
Mew ríe un poco.
Pasan minutos y Gulf está compitiendo contra su mejor amiga. Dándole a la bola con la raqueta de manera correcta. Siguen con la adrenalina moviéndose de lado a lado con dos trotes. Dos trotes son los pasos más efectivos para el tennis.
Mew está viendo la competencia con el amigo de Gulf sentado a su lado.
-¿No es increíble? No sabía de tenis y míralo.- Le dice el amigo.
-¿No sabía nada?- Mew le pregunta con las cejas alzadas sin podérselo creer tampoco.
-Nada.- Le confirma el amigo.
Todo va bien con el juego hasta que en un regreso de la bola desde la raqueta de la chica a la raqueta del piel dorada, el piel dorada mueve su raqueta en dirección a la bola verde, pero se mete un cuervo en su dirección.
El cuervo es quién recibe el golpe de la raqueta y cae por todo el suelo. Deslizándose con una línea de sangre. La amiga grita cubriéndose la boca. Gulf respira de manera agitada sin podérselo creer y corre hacia el cuervo. -Ay no. No. Lo siento.- Gulf se disculpa con el cuervo, poniéndose de rodillas frente a este.
Mew y el amigo caminan hasta la escena. -¡¿Cómo sucedió?!- Pregunta el amigo de Gulf.
-No lo sé. Se metió en medio.- Informa Gulf tomando al cuervo entre sus manos. Mew se le queda viendo al cuervo que agoniza con un ala rota.
-Deberías acabar con su sufrimiento.- Mew le dice.
-¿Qué?- Gulf pregunta mirando en su dirección. Todos miran al pelinegro. El pelinegro los mira a todos con nerviosismo reajustando sus hombros hacia abajo retrocediendo un tobillo y volviéndolo a poner enfrente cuando sus ojos vuelven a mirar al piel dorada. -Un ave que no vuela; no es un ave.
-No,- Gulf dice. Mew alza ambas cejas expectativo. - Las cosas rotas se curan ya sea con el tiempo o con la ayuda de otros. Ayudaré a este cuervo.- Gulf dice. Poniéndose de pie con el cuervo entre sus palmas.
Él le sonríe a Mew en cámara lenta. Todo esperanzado.
-Ya verás. Podrá volar. Nunca hay que darse por vencido.
Las palabras positivas de Gulf hacen un gran impacto en el corazón del pelinegro quién se le queda viendo con asombro por el positivismo en ese chico. El chico da par de pasos hacia él en cámara lenta y cuando llega a él, le muestra el cuervo en sus manos.
-¿Ves? Sólo es un ala.- Gulf le informa. Mew mira al agonizante cuervo. Lo ve por segundos antes de volver a mirar al chico. Le mantiene la mirada a pesar de que el viento sopla un poco sus cabelleras.
FIN DEL FLASHBACK
*N/A: El flashback continuara en el prox cap para que podamos ver el bonito noviazgo, la boda (y espero me de tiempo) el por qué Gulf tira a su esposo del techo y cómo es que se encontraron de nuevo por casualidad + por qué actúo como si no se conocieran 🤭😘 Espero les haya gustado y ugh, otra vez no pude mostrar a la hermana de Mew jajajaja. Bueno ya será en un cap próximo💖💖💖🦋😁*
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