'16'
Llevan los besos ardientes a la sala de estar. Mew se sienta en el mueble y el portero reposa todo su peso sobre su regazo. Sentándose ahí. Desnudo. Agarrándose de sus hombros.
-Mm.- El portero gime entre los besos.
-Baila para mí.
-¿Mm? ¿Bailar?
El portero pregunta mediante los besos. Después de su pregunta quiere proseguir más besos, pero el pelinegro mantiene su rostro alejado de él. Se miran a los ojos entonces.
-Baila para mí.
Mew vuelve a repetir.
El portero bufa una risa que se congela segundos después al notar cómo escalofriantemente el pelinegro deja el silencio reinar. Atestiguando con sus ojos al portero. El portero vuelve a reír, levantándose de su regazo.
-Okay.- Dice el portero al estar parado frente a él completamente expuesto. El sr. Chisik mueve sus caderas a los lados en ondas sensuales mientras que va bajando su cuerpo a quede de rodillas. Al quedar de rodillas se pone en cuatro para acercar la parte delantera de su cuerpo en un sensual tirón con la cabeza hacia atrás. Mew lo observa. Sr. Chisik sonríe y se pone de pie para ponerse de espaldas. Cuando se pone de espaldas deja de sonreír. Todo esto le parece extraño. El mueve sus caderas en círculos sensuales mientras se agarra una cien, y una cadera. Él mira sobre su hombro con miedo sin dejar de agarrarse los extremos de su cuerpo.
Mew se le queda viendo.
El portero suelta sus propios extremos para darse la vuelta y colocarse en su rodillas frente a las piernas de Mew. Lo sujeta de las rodillas para frotar su pecho entre las piernas del mismo, haciendo una cercanía provocativa.
-Si ya te has quedado sin movimientos sólo dilo.- Mew gruñe.
-Me he quedado sin movimientos.- Ríe con nervios el chico en una sonrisa nerviosa.
Mew coloca su pulgar dentro de la boca del chico y el chico se le queda viendo con sensualidad. Él embiste su boca con su pulgar. Suavemente. Sintiendo la textura de su húmeda lengua. El chico chupa su pulgar y Mew sólo embiste aquella boca con eso. Saca el dedo. Todo mojado. Para delinear los labios del contrario.
-Eres muy obediente.- Mew le dice. El chico vuelve a sonreír. -Ven aquí.
El chico sube a su regazo de nuevo. Mew los acuesta en el mueble quedando encima de él con las rodillas del contrario a los lados de su cuerpo. Mew lo mira con seriedad. A lo que el chico sonríe con asombro.
Mew le besa los pezones. Tomando cada uno en su boca para lamerlos o chuparlos. El chico gime. Alzando una rodilla más que la otra.
-Ah...- Él se agarra del brazo del mueble tras su cabeza. Con los ojos cerrados y un gemido.
Mew va llevando besos húmedos por su abdomen y besa lo demás. Vuelve a alzarse para mirar al chico mientras desliza una mano por una de sus suaves piernas.
El pelinegro lo mira con irritación y se baja los pantalones para acomodarse dentro de él con una mano. Lentamente primero.
-¡Ah!- El chico gime. Agarrándose a sus hombros. Mew comienza las embestidas suaves. Antes de ir subiendo el ritmo. Poco a poco. -¡Espera--! ¡Ah!
El portero gime fuera de control cuando el pelinegro lo embiste fuertemente con una rapidez asombrosa. Le cubre la boca con una mano durante las embestidas. El chico sigue gimiendo durante las embestidas pero sus gemidos son callados por la mano.
Mew le deja de cubrir la boca para bruscamente sentarse jalando al chico a su regazo y embistiendólo ahí.
-¡Por Dios!- El chico grita corriendo una mano por sus cabellos hasta que se viene. Con la respiración agitada.
Mew deja de embestirlo. Mirándolo sin interés alguno.
El portero lo mira. -No te corriste.- Él le dice.
-Quiero que uses tu linda boca de comer para que me comas a mí.
Mew le dice con sensualidad. El sr. Chisik sonríe y se pone de rodillas frente a él para darle una rítmica mamada. Gimiendo en cada bombeo lento que hace con su cabeza. El pelinegro mira a la nada. Sin tener nada qué mirar.
Chisik sigue dándole la mamada con gemidos gustosos incluso alzando los ojos para contacto visual durante ello.
El pelinegro lo mira a los ojos por unos segundos. El chico sigue otorgando su mamada. Incluso aleja su cabeza un poco para bombear el miembro con una mano.
-Eres difícil de correr.- El chico bromea con una risa.
-No.- Mew le dice. Tomándolo del mentón firmemente por lo que el portero pega un brinco en su lugar. -Simplemente no soy fácil de compartir. Tengo a un sólo dueño. Sólo quise jugar contigo y demostrarte que, no eres suficiente para excitarme. ¿Un lindo trasero? Lo tienes. Pero Dios, desearás haber estado encuerado de Gulf. Yo le pertenezco a él.
El chico lo mira con miedo.
-De todas maneras, fue divertido.
-¡¿Ósea que me usaste como un simple jue--?!
El portero iba a quejarse. Mew le cubrió la boca con una mano y lo obligo a alzar su trasero de sus tobillos. Le dio una nalgada con su mano libre y le sostuvo un glúteo más arriba que el otro.
-¿De quién crees que fue la culpa?- Él le gruñe al chico.
El chico permanece ahí. Todo indignado. El psicópata le quita las manos de encima. -Hasta nunca.- Se despide el psicópata antes de irse de la sala de estar.
El chico se abraza así mismo. Indignado. Él se pone de pie y sale tan rápido cómo le sea posible.
Al salir de la casa recoge la chaqueta de botones que tiró para colocársela de nuevo y abotonarse la chaqueta.
-Dios, qué vergonzoso.- Él murmura en voz baja antes de mirar sobre su hombro y mostrarle la lengua a la puerta de la casa. De manera infantil.
La puerta se cierra y él se vuelve a asustar, pegando un brinco en su sitio, para irse corriendo de ahí bajo toda la lluvia.
🦢
Gulf fue a una tienda con el poco dinero que le quedaba. Eligió unos amuletos para el señor y unas bolsas de hielo plásticas. Estaba eligiendo todo cuando recibe una llamada. Él saca su teléfono aunque con dificultad y al ponerlo en su oído:
-¿Hol--?
-Hola. Llamo a por tu ayuda. ¿Dónde están las cucharas? Es que quiero comer algo. Ya sabes. A estas horas.
Gulf rueda los ojos en una sonrisa. -Cocina. Estante de cubiertos.
-¿De verás? Oh, ¡pero qué coincidencia! Justo estaba al lado del estante y ni cuenta me di.- Mew juega y eso hace reír al moreno.
-¿Esa fue tu única petición?
-Fue una excusa para escuchar tu voz.
-Eres...- Gulf se muerde una sonrisa con sonrojo. Mew ríe en la otra línea.
-Oye, Gulf. ¿Cereal o pizza?
-¡Pizza!- Gulf apunta con su mano hecha una pistola tiernamente enfrente suyo para hacer el sonido de un disparo con su lengua. Habiendo hecho un guiño. Lleva su mano hacia atrás.
-Mm. Sabía que dirías eso pero lamentablemente sólo hay cereal aquí.
-Oh..., qué mal.
-Por cierto,... Tu amigo el portero...
-¿Sí?
-Ten cuidado con él.- Mew pesadamente decide decirle eso que contarle lo pasado para no preocupar más a su esposo. Su voz se siente sobrecargada. Como si hubiese luchado consigo mismo para contarle eso.
-¿Eh?- Gulf pregunta en una tímida voz con sus ojitos bien en grande. -¿Es porque tienes malas vibras con él--?
-Es porque te amo.
-Mew...
-Y quiero que tengas cuidado. Prométeme que tendrás cuidado.
Los ojos del moreno se cristalizan.
-Tendré cuidado, Mew.
-¿Dónde estás ahora mismo?
-Mercado.
-¿Hay algún maniquí o estatua cerca?
Gulf mira a sus lados. -No hay maniquíes por aquí. Pero dejáme comprar lo que estoy comprando y te llamo--- Gulf contaba con emoción.
-No, tranquilo. Se supone que esto fuera sólo llamadas de emergencia. Pero hice más que eso. Era para que hicieras una promesa de meñique con la estatua o el maniquí.
-Oh. Entonces, iré a hacerlo después de aquí.
-Por cierto, ¿en dónde pasarás la noche? ¿Llamaste a tus padres?
-No quiero molestarlos...
-¿"Moles..."? Por Dios, Gulf. No estarías haciendo tal cosa.
-Tal vez, pero iré a dormir en la Casa Equivocada. Y sí, sé que hay alguien ahí. De hecho lo estaré ayudando.
-... Llámame si intenta hacerte algo... O si sucede algo.
-No dudes en que lo haré.- Gulf le dice con una triste sonrisa. Cuelga y permanece mirando a la nada con una sonrisa. -...No pudo evitar llamarme.
Con eso dicho, se retira a comprar las cosas.
🦢
Al salir, hay una estatua frente a la tienda. En el centro de la carretera por lo que la carretera se divide en dos caminos después de la estatua de bronce. La estatua contiene a un gigantesco hombre sentado en una rodilla ofreciendo una de sus manos con una sonrisa. Un hombre asiático como faciales de anciano. Gulf le sonríe con sus labios a la estatua al pararse frente a esta.
-Sólo haré una promesa, sr. Estatua.- Gulf le anuncia con una sonrisa. Mostrándole su meñique a un lado de su propia cabeza y cruza meñiques con la estatua. Mira los dedos con mucho amor. -Tendré cuidado, Mew. Si eso es lo que me has pedido.
Con eso dicho, descruza los meñiques para seguir su camino con pisadas lentas. No tenía tanta prisa.
Una nueva mañana se anunció en los cielos. Gulf estaba dormido en el mueble de la sala de estar, pero su móvil lo despierta. Está vibrando sobre la pequeña mesa frente a él. El moreno tenía un pie reposado en la cabeza del mueble, el otro en el brazo del mueble y la misma secuencia se repetía en sus brazos: su brazo derecho con el codo reposado en la cabeza del mueble y su brazo izquierdo fuera del mueble.
Chisteó su lengua contra sus labios repetidas veces antes de temblar su cuello con nerviosismo como reacción a las vibraciones del teléfono. Con el ceño fruncido, volteo su cabeza a la mesa sin abrir sus ojos.
Vio el nombre de su esposo en la pantalla y no tardo en sentarse para tomarlo. Con su cabello desaliñado.
-¿M--Mew? ¿Qué sucede?- Gulf pregunta frotándose un ojo. Soñoliento.
-Ah, ¿te desperté? My mistake. (Mi error.)- Mew dice en la otra línea realmente significando lo último, pero sonriendo en «oops» aunque su esposo moreno no lo vea.
-Pero ¿estás bien?
-Mjm. Solamente quise llamarte.
-¿Qué hora es?
-Tu voz de recién levantado suena tan linda.
Gulf se sonroja.
-De todas formas, son las - Comprate un reloj - y estoy en un restaurante con una galleta de la fortuna abierta. Quiero que vayas a buscar una de las tantas galletas de fortuna que probablemente tenga guardada en mi nevera.
-Pero si no hay nada en esa nevera.
-¿Seguro?
Mew juega. Sentado en una de las mesas de un restaurante bien iluminado por la luz del sol que entra por sus paredes de cristal. El restauran estaba casi vacío. Sólo era Mew y unas dos o tres almas más que estaban al fondo. Aún frente a la cajera que los atendía.
El pelinegro vestía una chaqueta de cuero con unos pantalones negros súper ajustados, botas militares negras, y una camisa blanca dentro de la chaqueta. Los flequillos de su cabello atados en un moño que le daban un toque tanto sensual como tierno. Estaba a la opinión del público. Unos cuantos hilos de su cabello caían por su cara pero no eran demasiados.
Gulf sonrió con el ceño fruncido. -Revisaré de nuevo.- Él dijo. Se levanto del mueble todo animado para ir a la nevera.
La abre y se pone de cuclillas con el teléfono en el suelo. Revisa todo de la nevera. Incluso los espacios más chicos. Abre las gavetas de abajo y ahí encuentra dos galletas de la fortuna.
-¿Las encontraste?
Mew pregunta. Gulf sonríe.
-Increíblemente sí.
-Abre una y leamos lo que nuestras galletas nos dijeron.
Gulf se sienta en su trasero y toma una de las galletas. Abre su plástico y rompe la galleta en dos. Saca el papelito.
-"El destino te dará la felicidad que mereces."- Lee Gulf.
-No lo vas a creer.
-¿Por qué? ¿Qué te dice?
-"La felicidad está frente a ti."
Ambos sonríen con sus cintas de la fortuna. Ríen completamente sonrojados.
-Ahora comeremos nuestras galletas.- Gulf se lleva los extremos de la galleta a la boca.
-Buen provecho, amor. Yo ya... Me comí las mías.
Ambos ríen. Una llamada entrante hace que Gulf aleje su móvil y vea la pantalla.
'Portero'
-El sr. Chisik me está llamando.- Gulf comunica al ponerse el teléfono devuelta en su oído.
-Tranquilo. Responde. Sólo... Ten cuidado.
-De acuerdo. Pero, ¿hizo algo que desconfiarás de--?
El pelinegro cuelga.
Gulf suspira y acepta la llamada entrante.
-¿Hola?- Pregunta el moreno.
-¡Gulf! Amigo. Mm, ¿sigues sin trabajo?
-Sí.
-Te tengo uno si lo quieres. Es una tienda de juguetes pero desesperadamente necesitan a alguien. Te lo darán en un santiamén.
-... ¿Juguetes?
-Sí.- El sr. Chisik trata de convencer, estando dentro de una tienda cuyas paredes y pisos son blancas. Las bombillas blancas iluminan aún más la tienda. El suelo tiene forma de bloques aunque sea blanco y es tan transparente que se ve el reflejo del portero delante de sus propios pies. Él esta entre dos estantes de cajas de juguetes y muchas cajas... Tienen el juguete de la bestia.
El sr. Chisik ríe con maldad aunque disimuladamente. Vistiendo una camisa de mangas largas negra transparente con unos vaqueros ajustados negros y botas negras de tacón. Su cabello peinado hacia atrás enteramente. Dejando picos en su nuca como el cuello de un cisne. -Amarás esta tienda.- Él dice con una sonrisa malvada.
-¿Quieres que te recoja y, nos demos un paseo?- Él pregunta mientras alza una ceja con una sonrisa mezquina.
*N/A: Esto de la tienda y los juguetes pronto tendrá sentido and cómo es que parece que el portero sabe de los juguetes de la bestia según se denota por su risa maligna. No me he sentido bien, pero pude terminar este capitulo porque toda la parte del smut y la estatua la tenía hecha y sólo me faltaron las escenas siguientes, la música y los detalles😋 Espero les haya gustado 🥵💖*
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