Para TamySmythe75 astralrain

Viernes 23 de mayo...

Laboratorios S.T.A.R.

Hace 4 meses el acelerador departículas explotó creando una onda de energía que había puesto en coma a Joey Zimmermann, y casi 2 meses después de eso despertó de su largo sueño, ahora han pasado otros 2 meses después de que despertara y era alguien nuevo.

Durante ese lapso de tiempo habían pasado muchas cosas, los poderes de Joey habían avanzado de manera progresiva, por ahora estaba aprendiendo a controlar maquinarias como autos.

Por otro lado, Walter al enterarse de las habilidades del chico, casi sufre un infarto, saber que tu hijo posee control absoluto sobre la tecnología y las máquinas después de ser golpeado por una onda de energía es algo que no se ve todos los días. Jessica estaba igual de impresionada que su padre, pero ella lo tomó bien, de hecho estaba dispuesta a ayudar a su hermanito en todo lo que fuera necesario.

Además, ahora había un nuevo chico que estaba en coma que fue traído por el doctor Wells a los laboratorios S.T.A.R. hace 2 semanas; su nombre era Barry Allen.

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Domingo 23 de junio...

Laboratorios S.T.A.R.

11:47 a.m.

—¿De nuevo aquí? —Joey se sobresaltó al escuchar la voz del doctor Wells, a Cisco y a Caitlin detrás suyo.

—Lo siento doctor Wells, no puedo evitarlo. —Dirigió su mirada al castaño que reposaba en la camilla—. Lo miro y pienso si tendrá poderes como yo.

—Eso es una incógnita. —Respondió Harrison desde su silla—. La onda golpeó a muchas personas así que resulta difícil saber una cifra exacta respecto a cuantos individuos salieron afectados.

Joey suspiró inconforme con esa respuesta.

—¿Conoces a este chico? Te he visto en varias ocasiones entrar y observarlo. —Le cuestionó Cisco.

El chico mordió su labio inferior y un leve sonrojo se apoderó de sus mejillas, agradecía que estaba de espaldas y así ninguno de los 3 adultos verían el color que estaba tomando su cara.

—Por así decirlo. —Pusieron su atención en el más joven—. El segundo día que estuve en Ciudad Central, yo estaba saliendo del hotel cuando mi papá y yo veníamos aquí a los laboratorios, él venía pasando entre la gente, chocamos y caímos al piso. Me ayudó a levantarme y después se fue a pasos rápidos.

Caitlin levantó ambas cejas evaluando la situación que el menor acababa de relatar, Cisco por otro lado tenía una sonrisa que reflejaba pura travesura.

—¿Cómo en las historias de amor? —Se animó a preguntar y Joey solo desvió la mirada.

—No nos habías comentado nada al respecto. —Dijo Harrison mirando al más joven.

—Honestamente no creí volverlo a ver. —Respondió Joey con honestidad.

—¿Quieres saber sus datos? —Le pregunta Cisco.

—Bartholomew Henry Allen, tiene 25 años, nació el 14 de marzo de 1989, el mismo año que la bella Taylor Swift nació. —Comenzó a hablar Zimmermann—. Mide 1.87, pesa 81 kilogramos, reside aquí en Ciudad Central. Trabaja o trabajaba como forense en el Departamento de Policía de Ciudad Central.

—¿De dónde sacaste todos esos datos? —Preguntó Snow levantando su ceja derecha.

—Leí su expediente tan pronto como lo trajeron del hospital. —Sonrió y Caitlin se cruzó de brazos.

—Creo que comenzaré a guardar los expedientes en otro lugar.

La alarma de la puerta sonó, indicando que alguien estaba en la espera de ser atendidos, Caitlin se asomó por una computadora de quien se trataba, desde la pantalla podía ver a un hombre de edad media. Snow no tardó en identificarlo.

—Es el detective West y por lo que veo viene solo.

Wells hizo un movimiento en señal de invitación para entrar.

—Hazlo pasar. —Caitlin asintió, tecleó en la computadora y en cuestión de minutos Joe West ya estaba en el córtex.

—Doctor Wells. —Saludó Joe.

—Detective West, buenos días. —Regresó Harrison el saludo.

—¿Como sigue? —Pregunto el padre adoptivo de Barry.

—Hasta el momento sigue sin despertar, aunque esta estable. —Respondió la doctora Snow.

Joe en respuesta suspiró con tristeza, ya había pasado un bien tiempo en que a su hijo lo terminó impactando un rayo y puesto en coma, y su ausencia podía sentirse en su casa, en el trabajo... en todos lados.

—Los dejamos solos. —Informó Harrison antes de moverse y salir del cuarto de enfermería de Caitlin.

Antes de salir, Joey le hechó una última mirada al castaño que reposaba en la camilla.

—Hola hijo, he venido a verte...

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Coffe Jitters.

15:45 P.m.

—Hola pequeño técnico. —Sonrió la morena, fue al mostrador y regresó con un cappuccino de moca y Joey en respuesta sonrió.

—Gracias Iris. —Bebió el primer sorbo de su bebida y sonrió—. De moca, mi favorito.

—Lo se, es el único que pides siempre que vienes. —Ella ríe y se sienta un momento con Joey, después su semblante cambia notoriamente— ¿Como sigue Barry?

—Igual, no ha despertado. —Confeso y sintió un pequeño nudo al ver la cara de angustia que hizo Iris—. Se ve que lo extrañas mucho.

—Bastante, es alguien muy importante para mí. —Respondió la hija West—. Hoy no pude ir a verlo por que doblé turno.

Alguien muy importante.

Esas 3 palabras golpearon fuerte en la mente de Joey y revotaron dentro de sus pensamientos como si de una pelota se tratase.

—¿Es tu novio? —Preguntó de manera curiosa, y algo en su interior esperaba un no por respuesta.

Iris se tocó su mentón con su índice derecho en señal de pensar, ¿Barry su novio? Desde luego que no, ella y Barry han sido amigos toda la vida, si bien es cierto en algún punto lo pensó, decidió no darse ilusiones que pudieran terminar en falso.

—Claro que no, es mi mejor amigo, casi un hermano. —Respondió la morena—. Sería muy raro si fuésemos pareja, crecimos juntos, eso sería como. —Lo pensó un poco, no sabia si esa era palabra mas adecuada para decir.

—... ¿Como incesto?—Preguntó Joey.

—Si lo dices esa forma sí suena enfermo. —Iris arrugó la nariz de solo imaginarlo.

Ambos rieron por lo dicho por ella, desde la primera vez que ella y Joe fueron a ver a Barry habían estado conviviendo y se dio cuenta de lo adorable que resultaba ser Joey.

Era muy inteligente y le apasionaba la ciencia y lo desconocido, le recordaba a Barry hace unos años atrás con la diferencia de que Joey hablaba de una manera bastante más comprensible.

Ya fuera en los laboratorios S.T.A.R. o en Jitters, de alguna forma u otra ellos debían verse y conversar sobre cualquier cosa, aunque ahora el tema de conversación era la tesis de la morena, donde Joey siempre le ayudaba en lo que pudiera. Pero en estos momentos hablaban sobre la salud del hermano de Iris.

Su conversación estaba siendo bastante entretenida hasta que Joey decidió levantarse para ir al baño al mismo tiempo que entró 1 hombre joven que se sentó en una mesa cerca de la puerta y Iris se le acercó con una sonrisa dispuesta a tomar su orden.

—Hola, bienvenido a Jitters, ¿En que puedo.. .—El sonido de una bala sonó por el lugar asustando a todos los presentes desde empleados a los clientes.

En menos de 10 segundos ya habían 3 hombres armados con máscaras de payaso dentro de la cafetería.

—Muy bien, hagámoslo del modo fácil y nadie saldrá lastimado. —Habló uno de los asaltantes—. Formen un circulo en el suelo...¡¿Que esperan?! ¡¡FORMEN UN CIRCULO!!

Se tomaron su tiempo, pero se sentaron para formar una rueda. Y eso era algo bastante común, cuando uno está aterrado no sabe que hacer con exactitud, nuestros movimientos tienden a ser lentos por el terror que se experimenta. Justo así se sentían todos aquellos que estaban viviendo ese momento.

—Tú ve por el dinero de la caja. —Se giro para ver a su otro compañero—. Tú encárgate de buscar que no haya nadie escondido. —Sacó una bola negra y la abrió—. Celulares, billeteras, joyería.

Todos y cada uno de los rehenes hizo casi sin rechistar al respecto y conforme iban depositando sus cosas de valor en la bolsa, esta se hacia cada vez mas pesada.

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Se encontraba en el interior de uno de los cubículos del baño de hombres; había escuchado fuerte y claro como era activada un arma seguido de los gritos de pánico de las personas, por lo que no era prudente salir a ver que pasaba ya que si lo hacía muy probablemente terminaría con plomo en cabeza.

Con el pecho brincando de los nervios, sacó su teléfono y tecleó el número que Jess le había dado en caso de emergencias.

Esperó unos segundos, y para su buena suerte la llamada logró ser enlazada.

—Departamento de Policía de Ciudad Central, ¿Cuál es su emergencia?

Abrieron la puerta de una patada.

—No tan rápido pequeño imbécil. —Joey detuvo sus movimientos tan pronto sintió un frío tuvo de acero meterse entre sus cabellos y tocar su cuero cabelludo—. No eres muy inteligente por lo que veo.

Por simple instinto llevó sus manos a su cabeza y suspiró en un intento de controlar el inminente pánico que comenzaba a alojarse en su pecho mientras su celular le era arrebatado de las manos y colgaron la llamada.

En pocos segundos fue llevado fuera del sanitario mientras tiraban de sus cabellos y procedieron a lanzarlo directo al suelo—. Encontré a este a punto de llamar a la policía.

—¿En serio? —El lider del trío usó la punta de su revolver y levantó a Joey por el mentón—. Eres lindo... lástima que nos están viendo.

Iris quien estaba en la rueda de rehenes quiso gritarle algo a ese sujeto cuando lo vio acercarse al castaño, pero no podía y menos por que a unos metros de ella un hombre con rifle podía volarle los sesos. Mientras tanto el Zimmermann cerró sus ojos y los apretó, ¿En serio así acabarían las cosas?

No. No tenían por qué acabar así y él lo sabía.

Cerró sus ojos y se concentró en hacer algo de lo que estaba seguro, no le dejaría tranquilo un tiempo, pero era eso o dejar que murieran personas y de paso él mismo.

Lo siguiente que pasó asustó a todos los presentes en Jitters, sangre regada por el piso y que salpicó algunas sillas, trozos de cristal y plástico que volaron por el aire a una baja altura.

Y dedos.

Los 5 dedos se esparcieron al ser separados de la palma del ladrón en el momento que el teléfono explotó en su mano desfigurándosela en el proceso.

—¡MIERDA, MI MANO!

Los otros 2 hombres al ver lo que había sucedido bajaron un momento las armas, mirando con temor el lugar donde la mano debería estar y que ahora solo era una carne que gorgoteaba grandes chorros de sangre que se esparcía sin sesar por el piso y ropa del asaltante.

—Tenemos que huir de aquí. —Sin esperar ordenes tomaron a su líder y salieron a pasos rápidos del café para subir en un pequeño auto rojo— ¡¿Por qué no arrancas?!

—No sé que ocurre. —El tercer sujeto giró llave de nuevo al auto, pero nada.

Mientras tanto, dentro de Jitters, Joseph Zimmermann seguía en el suelo, su respiración aún estaba un poco agitada, y sus ojos brillaban en un color azul eléctrico mientras las luces del café parpadearon por unos segundos, pero no lo notó. De hecho se le miraba distraído, distante; como si estuviera en trance, su mirada perdida pero fija en el vehículo que no daba tregua para arrancar.

Afuera el auto se encendió y corrió a una velocidad que lo llevó a estamparse contra a una pared.

Todo fue demasiado raro y rápido para los rehénes, que miraban incrédulos lo que acababa de suceder y no solo ellos; la gente del exterior también lo vio.

Iris, quien ya se había levantado del suelo se acercó al castaño menor al ver que aún estaba tendido en el suelo.

—¿Estás bien? —Preguntó ella evidentemente preocupada.

Joey parpadeó varias veces antes de que sus orbes volvieran a su habitual color pardo, se giró y vio a la morena que estaba de rodillas a su lado.

—Tranquila, me han dado peores golpes. —Le sonrió a modo de tranquilizarla mientras se ponía de pie y Iris imitó su acción.

Recorrió la cafetería con la vista, y cerca del mostrador estaba la bolsa con las pertenencias, la tomó y llevó sus dedos a su labio a modo de hacer un silbido y llamar la atención de los rehénes.

—Muy bien, formen una fila y busquen sus teléfonos, billeteras y demás objetos que les fueron arrebatados.

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Laboratorios S.T.A.R.

16: 00 p.m.

Entró al córtex con una pequeña sonrisa dibujada en labios, al hacerlo vio como los 3 adultos miraban en una pantalla lo que parecía ser el noticiero.

—... Al momento de arrancar el vehículo, este salió disparado hacia una pared estampándose con esta. El vehículo quedó destruído de la parte frontal mientras los 3 asaltantes incluyendo a su cómplice fueron detenidos y uno de ellos llevado a urgencias debido a una lesión en su mano izquierda.

Caitlin apagó la pantalla y el doctor Wells miró fijamente a Joey.

—¿Nos explicas qué significó eso? Primero apareces en las noticias siendo un rehén y luego un celular exolotó en la mano de ese hombre volándosela en el proceso.

—Quisieron asaltar en Jitters, y lo impedí. —Respondió con simpleza el chico—. Salvé el día.

—¿Empleando tus poderes? —Cuestionó Snow— ¿Qué hablamos al respecto?

El menor rodó sus ojos con un tanto de fastidio, la castaña le había dicho eso unas 1989 veces.

—No los uses sin supervisión. —Respondió—. Pero no tuve otra opción, me pusieron un arma en la cabeza ¿Qué se suponía que hiciera?

—Bueno, lo dejaré pasar por esta vez, pero que no vuelva a repetirse, ¿Entendiste Joey? Hablo en serio, el que ahora tengas unas habilidades que un humano normal no puede hacer no significa que las puedes usar a la vista de todos.

El chico se encogió en su lugar por un momento al escuchar el tono tan duro y poco amigable en que le habló Harrison Wells.

—Entedido doctor Wells. —Dijo Joey luego de reflexionarlo—. No volverá a repetirse.

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1 semana después...

Donimgo 30 de junio...

Laboratorios S.T.A.R.

16:00 p.m.

—Veo que no aprendes muchacho. —Harrison suspiró y talló el puente de su nariz.

—Creame que lo intenté Doc. —Confesó el chico con una pequeña sonrisa—. Pero mi instinto de justicia me dice que haga lo correcto.

—Creo que ves demasiada televisión. —Opinó Caitlin.

—Mucho Hora de aventura. —Bromeó y como respuesta obtuvo silencio—. Bueno hablaré, doctor Wells...Quiero intentar ser un héroe. Salvar a las personas y ser de ayuda para las todos en esta ciudad donde el crimen jamás se va de sabático.

—Escucha Joseph, eres hijo de uno de mis mejores amigos, te vi nacer e incluso te cargué cuando eras un bebé. No me es fácil decirte que vayas a pelear, puedes salir realmente hérido...Pero en vista de que tienes determinación... voy a hacerlo.

Joey sonrió con esperanza plasmada en su rostro.

—Pero si tu padre se entera, yo no tuve nada que ver. Cisco, muéstrale el traje.

El pelilargo asintió con una sonrisa y se dirigió a una sala en partícular mientras Joey caminada detrás de él como los patitos siguen a su madre.

—Si podemos hacer algo para compensar Ciudad Central luego del desastroso accidente que dejó a mi jefe en una silla eléctrica, lo haremos. —Se abrió una puerta corrediza y dejó a la vista un traje de color negro con detalles en azul—. Estaba hecho para que lo usaran los policías, pero creo que te quedará bien, el material es tripolimero reforzado, te protegerá de incendios y derrapes, además de tener un comunicador con el que estaremos en contacto contigo en todo momento.

—Wow... es fantástico. —Joey sonrió con algo de nerviosismo, frente a él estaba su traje con el que comenzaría su heroíca vida—. Me encanta.

Acercó su mano al traje y al hacerlo, este en solo unos momentos comenzó a cambiar; comenzaron a salirle líneas azules rey junto con detalles en plateado y negro metálico.

—Hombre, tu poder me impresiona cada día más.