𝗢𝟯-𝗨𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗵𝗮 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗱𝗼

Dedicado a TamySmythe75

Semanas después...

Lunes 25 de marzo...

Laboratorios S.T.A.R.

12:45 p.m.

—¿Algún cambio o anomalía? —Preguntó el ingeniero tecleando en la computadora que tenía frente suyo.

—Ninguno, sigue igual. —Respondió la doctora.

Caitlin Snow y Cisco Ramón revisaban los signos vitales de un joven de 20 años que se encontraba recostado en una camilla, cualquiera que lo viera diría que estaba dormido, pero lejos de eso, estaba inconsciente desde hace casi 2 meses.

—Buenos días, pequeño amiguito. —Saluda Cisco con gentileza antes de revisar su temperatura.

No se había acercado ni un poco cuando Joey Zimmermann abrió de golpe sus ojos, su respiración estaba acelerada y agitada. En un segundo se sentó en la camilla asustando a Cisco.

—Dios mío. —Retrocedió unos pasos por el susto, pero sonrió—. Despertó. ¡Caitlin despertó!

Caitlin se acerca corriendo al chico para tomarlo por los hombros y recostarlo para comenzar con una revisión—. No te muevas.

—¡Oye!

—Presión sobre 120. —Pasa una pequeña linterna por sus ojos provocándole una molestia al menos—. Pupilas con correcta reacción a la luz.

—Doctor Wells, venga al córtex lo antes posible, Joey acaba de despertar.

Joey por su parte se veía bastante perdido y desorientado, hace apenas 2 minutos había despertado de un coma de 6 semanas con 4 días y ahora estaba siendo examinado de pies a cabeza, y con un mar de preguntas.

—¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi padre? ¿Jessica?

—Tranquilo pequeño, estás en los laboratorios S.T.A.R. —Explica Cisco para calmar al chico que lucía algo asustado—. Y nosotros hemos cuidado de ti en todo este tiempo, ¿Nos recuerdas? Yo soy Cisco Ramón, y ella es la doctora Caitlin Snow.

Tanto el pelinegro como la castaña hablaban bastante y eso estaba hostigando un poco al recién despertado, pero lo siguiente que pasó no sabía si debía darle náuseas o qué.

—Ten esto, tienes que defecar aquí. —Dice la doctora regresando con un contenedor de tamaño mediano.

Un confundido Joey la mira con cara de asco tomando el contenedor y en ese momento se decide por arrojarlo lejos apenas Caitlin se da la vuelta.

—Perdónala, se emociona demás. —Habla una cuarta voz en el córtex, los 3 miran la dirección de donde vino la voz y para sorpresa de Joey era Harrison Wells en una silla eléctrica—. Pequeño Joey, es bueno ver que has despertado.

—Doctor Wells... ¿Qué hago aquí? ¿Dónde están mi padre y hermana?

—Ellos están bien, de hecho ya les notifiqué y deben de venir en camino.

Al oír eso Joey suspiró con alivio, le fue retirado todo el cableado de su pecho y brazos dándole la libertad de pararse y caminar para poder estirarse.

—¿Qué me pasó? Solo recuerdo que el acelerador comenzó a fallar y después... todo se hizo negro.

—Fuiste víctima de la onda de energía producida por el acelerador, y cuando tu cuerpo fue lanzado chocaste contra una de nuestras máquinas. —Explica Cisco como si nada mientras Joey abre sus ojos de la impresión—. El golpe debió haberte matado, pero en vista de que sobreviviste creemos que con la explosión tu cuerpo debió de haber cambiado.

—¿Cómo qué tipo de cambios? —Se llevó la uña de su pulgar derecho a su boca y al hacerlo abrió sus ojos como 2 lunas—. Oh mi dios...

—¿Qué ocurre? —Pregunta la doctora Snow confundida.

—Necesito un espejo, rápido. —Dijo desesperadamente Joey, esperó unos segundos a que Caitlin llegara con espejo pequeño y lo tomó no sin antes agradecerle—. Gracias.

Abrió el maquillaje comprimido, puso su vista en el cristal con reflejo y fijó sus ojos directo en su dentadura.

—No es posible... mis dientes...

—¿Qué pasa con ellos? —Caitlin lo miró con incertidumbre—. Yo los veo perfectos.

—De eso se trata, usé frenos por casi 4 años y debía usar retenedores de por vida. No los usé el tiempo que estuve en coma y eso debió de ponermelos disparejos de nuevo pero están perfectamente alineados, ¿Creen que la onda me hizo eso?

—Es lo más seguro, recibiste un golpe directo de energía pura. —Respondió Cisco.

Joey se estaba mirando en el espejo de Caitlin contemplando su sonrisa mientras acariciaba sus dientes con su lengua y sonreía. En un segundo su sonrisa se borró a una cara de incredulidad, sus ojos comenzaron a arderle y picarle cuando vio por el reflejo a las personas que acababan de entrar al córtex.

—Hijo... —Se giró para ver mejor a su padre y hermana, su labio inferior temblaba mientras se le formaba una sonrisa.

Por su parte, Walter y Jessica Zimmermann estaban en las mismas condiciones, ninguno de los 3 vacila con acercarse y se funden en un abrazo.

—Despertaste... en serio lo hiciste mi niño. —Walter solloza en medio del abrazo—. Tuve muchísimo miedo de que te pasara algo.

—Papá... hermana...—Se aferra al abrazo no queriendo que se termine nunca—. Perdonenme...Debieron haber estado muy preocupados.

—Lo estabamos. —Confesó Jessica con unas pequeñas lágrimas en sus ojos—. Pero había alguien más preocupado. —Se separó del abrazo y fue un momento afuera del córtex y unos instantes después regresó con el mejor amigo del menor.

—¡APOLO! —El Beaggle corrió a todo lo que sus patitas le permitían hasta llegar a donde su dueño se encontraba y de un salto se fue directo a lamer su cara-Estás más grande.

—Que hermosa escena. —Cisco sonríe.

•─────⚡─────•

Pasa un rato más donde le explican a lujo y detalle todo lo que sucedió aquella noche: El acelerador de partículas colapsó, la energía tuvo que ser conducida y disparada al cielo, se liberó una onda de energía que golpeó a todo el mundo y dio muerte a un total de 17 personas y otras cuantas quedaron heridas.

Joey por su parte estaba intentando digerir toda la información que entraba a su cabeza, eran tantas cosas que le era casi imposible poner su mente en orden.

Después de un rato en el que examinaron al menor de los Zimmermann y ver que estaba en perfecto estado, Caitlin decidió que estaba apto para ser dado de alta.

—Caitlin, la próxima vez que quieras una muestra que sea de orina. —Sugiere Harrison—. Casi haces que Joey te diera una muestra, pero de vómito.

En respuesta a eso, la doctora Snow asintió.

—De acuerdo.

•─────⚡─────•

Estaba furioso, no podía ser cierto.

La Universidad M.A.R.S. había decidido darlo de baja del sistema debido al exceso de inasistencias por lo que oficialmente no estaba estudiando.

—¡VERDAMMT! —Presa de la ira del momento se levantó de su cama y golpeó la pared.

Sacó un poco más de su ira hasta que un fuerte sonido acompañado de un parpadeo de luz lo sacó de esa burbuja de enojo, se dio la vuelta y cambió sus facciones al ver su como la computadora explotó provocando que el colchón quedara con un gran agujero que dejaba a la vista relleno y resortes.

—No, no no. —Tomó una toalla y comenzó a golpear las sábanas para poder apagar las llamaradas que crecían sin perder tiempo.

Una vez las apagó miró el desastre que había en su nueva habitación, apenas tenía 1 semana y ya necesitaría un nuevo colchón y computadora.

—Grandioso. —Pasó sus manos por su rostro y cabello en señal de frustración— Papá va a matarme.

Esperó un rato para que aquel aparato se enfriara y así poder desecharlo.

—Muy bien, aquí vamos. —Estaba por comenzar con meter la laptop en la bolsa cuando de su mano izquierda salieron uno pequeños rayos de color plateado que unieron unas cuantas piezas de su destruida computadora.

—¿Pero qué demonios? —Miró la palma de su mano y después a la computadora que a los pocos segundos se encendió aun después de haber explotado.

En menos de 5 minutos todos los electrodomésticos de su habitación se encontraban encendiéndose y apagándose a propia voluntad. La pantalla plana cambiaba de canales de manera rápida, el foco del techo parpadeaba, al igual que su linterna de noche que estaba a un costado de su cama.

Momentos después todo se apagó y quedó en completo silencio dentro de su cuarto, Joey solo podía escuchar el zumbido en sus oídos por el shock que acababa de recibir.

—Dios...¿Qué acaba de pasar? —Se preguntó a si mismo con temor mientras se sentaba en la cama.

•─────⚡─────•

Miércoles 26 de marzo...

Ciudad Central...

13:03 p.m.

No duró ni 3 días y ya estaba pedaleando en una bicicleta azul hacia los laboratorios S.T.A.R. dispuesto a hablar con el doctor Wells y compañía, colgada en su hombro derecho llevaba con el una mochila blanca.

—Buenos días Joey. —Saludó Caitlin mirando al recién llegado.

—¿Me pueden explicar que sucedió la noche que el acelerador explotó? —Cuestionó entrando a los laboratorios llamando la atención de Cisco, Caitlin y el doctor Wells—. Y quiero saberlo todo.

Wells, Snow y Ramón intercambiaron miradas entre ellos y después dirigieron su atención hacia el menor que parecía esperar una respuesta que pusiera ser congruente. Finalmente Harrison Wells soltó un suspiro, miro a Joey y decidió que lo mejor era hablar con la verdad.

—Esa noche, la energía que salió disparada al cielo abrió una barrera dimensional lo que trajo consigo energías poco comunes, entre estas estaba la antimateria y otros residuos con radiación.

Joey abrió sus ojos impresionado tras escuchar eso último que el doctor Wells dijo. No parecía creer lo que le acababan de contar, parecía algo salido de una película.

—¿Me están diciendo que se abrió una brecha cuya energía entró a este mundo, y provocó estragos en las personas que pudieron haber salido afectadas?

—Define estragos. —Dijo la doctora Snow mirando al más joven.

Joey pasó al frente su mochila y la abrió, al hacerlo sacó un termo, lo siguiente que paso le pudo haber costo la vida; vació el contenido sobre la computadora principal importándole poco las miradas de impresión de Cisco, la incredulidad de Harrison Wells y las ganas de Caitlin por asfixiarlo.

—¡¿OYE QUE TE PASA?! ¡¿TIENES IDEA DE LO COSTOSO QUE RESUL... —Snow guardó silencio casi de inmediato al ver como con un movimiento de la palma de Joey, el computador estaba funcionando en perfectas condiciones pese a haber sido mojado con café helado momentos antes.

—Pero que... —Cisco se levanto de su silla y lentamente se acerco con un brillo de emoción en sus ojos.

—Lo mismo dije yo con mi computadora. —Los 3 adultos lo miraron—. Explotó sobre mi cama, mis sábanas se quemaron y el colchón quedó con un enorme agujero por donde salían varios resortes y después mi laptop encendió como si nada. Ah, lo olvidaba, de mi mano salieron unos pequeños rayos de color plateado que construyeron parte de mi laptop que estaba hecha pedazos.

•─────⚡─────•

—Muy bien Joey, frente a ti están todos esos electrodomésticos, lo que debes hacer en encenderlos. —Explicó el doctor Wells.

—No creerá que en serio podrá encender todos esos aparatos. —Caitlin miraba atenta a través del cristal junto a su jefe y compañero de trabajo.

—Yo creo que todo puede pasar, y en pocos minutos, tú igual.  —Le respondió Harrison.

—Bien Joey. —Habló Cisco desde un micrófono—. Desde aquí te estamos observando, el doctor Wells monitorea tus signos y Caitlin tus niveles de energía y glucosa. Comienza cuando quieras.

El joven asintió, puso su vista en las máquinas y aparatos que estaban en frente suyo, cerró sus ojos y estiró las palmas, dejó escapar un suspiro y pensó en algo que pudiera ayudarle a usar su nuevas habilidades.

Harrison Wells se quitó sus anteojos de la sorpresa, la paleta que Cisco estaba comiendo cayó de su boca al suelo quebrándose con el impacto y Caitlin se apoyó en el monitor; los 3 estaban impresionados al ver como la televisión se encendió, después le siguió la laptop y la aspiradora. Sus ojos seguían cerrados, pero Joey podía sentir como cada objeto se encendía de uno en uno, despacio despegó sus párpados para poder contemplar por el mismo como incluso las luces se encendían y apagaban, hizo un pequeño movimiento con una de sus manos y los televisores comenzaron a cambiar de canales.

—Doctor Wells, ¿Está viendo lo que estoy viendo? —Preguntó Ramón sin despegar la vista de Joey.

—Creo que tenemos un caso de tecnokinesis.

—¿Tecnokinesis? —Preguntó la castaña mirando a su jefe.

—Es la habilidad de poder interactuar con objetos tecnológicos, puede desde crear a destruir objetos, además de manipular máquinas como si fueran marionetas y son capaces de entender al instante cómo funciona un dispositivo mecánico. Pueden construir casi cualquier cosa y son expertos en cualquier tipo de maquinaria.

—Fantástico. —Susurró Cisco emocionado—. Muy bien Joey, ya puedes detenerte.

Joey por su lado no escuchaba nada a su alrededor, en ese momento solo eran él y todos los objetos que comenzaban a levitar de suelo.

—Joey, ya puedes parar. —Habló esta vez Caitlin saliendo de su shock.

Seguía sin escuchar, en su mente estaban proyectándose imágenes que le ayudaban a concentrarse, pero llegó a una parte donde todo se volvió turbio y en un segundo, todo cambió.

Todos y cada uno de los objetos comenzaron a explotar y otros a sobrecalentarse, cosa que alarmó a los presentes. Para cuando Joey había recuperado el autocontrol había humo en el simulador y de inmediato movió sus manos y las hizo puño a modo de apagar los pocos aparatos que quedaban en funcionamiento.

—Mamá...Donovan. —Susurró al aire ignorando las miradas que estaban puestas en su persona.

—¿Qué acaba de pasar? —Pregunta Caitlin completamente atónita.

—Dama y caballero... —Comenzó a hablar el doctor Wells—. es de mi agrado informales que oficialmente, un nuevo poder ha nacido.

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