»Problemas con Chicos

Character of the day:

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>Capítulo Siete:
Problemas con Chicos
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El timbre sonó y casi automáticamente me puse de pie y guardé mis cosas a la velocidad de la Luz.
No había tiempo que perder, además, si Jos volvía a hablarme en los próximos segundos seguro que lo mato.

Y si, soy una maldita perra agresiva.
Pero sólo con genios llamados Jos y pelirrojas zorras como Hailey.

Colgué mi mochila en mi hombro y estuve dispuesta a salir por la puerta, cuando Ethan me llamó:
—Gray, ¿irás al entrenamiento de hoy?—preguntó intrigado por la respuesta. Jos me miraba.

Los miré a ambos.

—Lo siento lo olvidé.—le dije con una mueca de disculpa.—Hice planes con Claire, y sólo Claire.—aclaré mirando esta vez a Jos.

—¡Alexa tienes que ir! Tenemos juego en una semana.—dijo aterrado.

—Intentaré estar ahí.

—¡Gray nos patearan el culo como todos los juegos!—exclamó. Luego pasó una mano por su rostro.

—Ethan estaremos bien.—dije intentando calmarlo.

—Si, me tienen a mi.—habló Jos.

Le lancé una mirada asesina.

—El nuevo tiene un punto.—dijo Ethan sonriendo con esperanza.—¿Lo viste hoy en la práctica? ¡Es increíble!

Fruncí mi boca hacia un lado, mientras miraba a él mencionado con cierta furia. Él sólo me guiñó un ojo.

—Lo sé, Ethan. Ser bueno en todos los deportes es sólo uno de mis miles de encantos.—sonrió con arrogancia.

—¡Eres la oportunidad del equipo!—dijo Ethan animado.

Espera que.

—¡Me dijiste eso mismo a mi en la práctica, estúpido!—le exclamé a Ethan.—Y también se lo dijiste a Freddy.—le recordé.—¡Creí que era cierto! Ahora veo que vas diciéndole eso a todo mundo.

—Vamos, Gray. Sabemos que Freddy sólo es el gracioso del equipo.—dijo.—Tú y Jos realmente son la oportunidad del equipo.

Rodé los ojos.

'Ahora me arrepiento de haberlo defendido de Freddy cuando dijo que la leche cortada era mejor que él'

_¿Leche cortada?_

Gruñí.

'¡Deja de acosarme tipejo de mierda!'

Jos sonrió intentando ocultar una risa.

Eso sólo me hacía enfadar más.

Claire llegó Justo a tiempo, con una gran sonrisa y abrazando mi brazo con emoción.

—¡Vamos Lexa, tienes que ayudarme con mi disfraz para el baile!—chilló emocionada.

Oh... el dichoso baile.

—Hola, Claire.—dijo Ethan de repente. Sonriendo como bobo mientras la saludaba con su mano.

Claire volteó desinteresadamente hacia el chico y lo miró por varios instantes, sin expresar nada en absoluto. Luego arrugó la nariz y entrecerró los ojos con confusión.

—¿Grayson?—preguntó ella con el ceño fruncido.

La sonrisa de Ethan tambaleó y pareció entristecerse muy ligeramente.

—No, soy Ethan. Su hermano.—habló él, algo incómodo.

'Pobre Ethan'

—Ah... si, bien, como sea.—soltó Claire con indiferencia.— ¿Nos vamos ya, Alex?

Asentí enérgicamente, sin poder esperar más para alejarme del engreído genio mágico.

Comenzamos a caminar pero me detuve en seco para girarme velozmente y mirar al par de chicos con una ceja alzada y un dedo índice apuntándolos.

—Estaré en la práctica.—les dije por último.

No dejaría que la nueva y temporal llegada de mi genio mágico arruinara las bellas partes de mi vida.

Ambas salimos y Claire enseguida estalló de emoción, a la vez que me miraba.

—¡Tengo una buena noticia!

Su repentina emoción me intrigaba. Quiero decir, Claire siempre estaba sonriendo, pero ahora lo hacia tanto que comenzaba a ser raro.

—Muy bien, ¿Qué te ocurrió?—pregunté sonriendo.—Y más vale que sea bueno, porque te juro que estás reventando mis oídos con tus gritos.

Rió rápidamente.

—Lo lamento, es que...—guardó varios segundos de silencio mientras hacía una pausa dramática. Luego... simplemente explotó, de nuevo.— ¡Chace Murray me invitó al baile!—chilló encantada.

O-M-G

—¿Murray?—pregunté emocionada.—¿El rubio sexy que tiene un trasero para morirse?

—¡ESE MISMO!

Segundos después ambas chillamos de emoción con un extraño brinco y movimientos claramente anormales.
Medio pasillo nos miró confundidos.

—Claire, amiga pelirroja.—dije tomando sus manos y mirándola fijamente. Mientras hacía una pausa igual de dramática que la que ella había hecho.—... ¡Debes apretar esas nalgas de mi parte!

Claire se hecho a reír junto a mi.
Pero bueno, no cualquier chica podía salir con un tipo como Chace. Ese hombre es Perfecto en todos los sentidos de la palabra. Casi tan perfecto como Alonso.

'Y tiene un trasero que no me molestaría en nalguear...'

_Wow, tranquila Gray, recuerda que puedo oír lo que piensas_

Abrí mis ojos al escucharlo.
Eso sin duda era vergonzoso.

'Entrometido'

—Alex, necesitamos unas malteadas de celebración.—interrumpió Claire con una gran sonrisa.

—Si, clar...

Entonces, un vago recuerdo refresco mi mente en segundos.

¿Malteadas?

Mi boca se abrió y una mueca de sorpresa apareció en mi rostro.

—¡Claire casi lo olvido!

Me miró extrañada.

—¿Qué cosa?

La escena de mi leyendo aquel papel que Alonso me había lanzado ayer en clase de repitió en mi mente.

—¡Alonso dijo que me invitaría una malteada de fresa!—dije emocionada.

Claire Se puso igual de emocionada.

—¡¿Y qué estamos esperando?! ¡Debemos apurarnos a la cafetería ya!

Ambas comenzamos a correr como un par de desquiciadas. Pero cuando estuvimos a unos metros de la entrada a la cafetería, me detuve en seco al recordar una cosa.

Oh, oh.

Claire Se detuvo y me miró confundida.

—¿Qué haces? Alonso te espera.—me dijo haciéndome una seña con la mano de que siguiera caminando.

—Claire no puedo...—murmuré y llevé ambas manos a mi cabeza.— Debo sentarme en la mesa de Alonso.

—¿Qué?

—Dijo que me invitaba una malteada si me sentaba en su mesa.—dije recordando sus palabras en la nota.

Claire parecía aún más confundida.

—¡Eso es aún mejor! Él te quiere cerca suyo.—dijo ella emocionada.—¡Vamos hay que ir!

Me tomó del brazo e intentó llevarme hasta la cafetería pero me negué, tirando de mi brazo hacia el lado contrario.

—¡No, Claire!—exclamé. Ella me soltó y me miró con un signo de interrogación en el rostro.— No puedo sentarme en su mesa. Sus amigos me detestan, además de que son terribles.

Claire llevó sus manos a su cintura y me miró fijamente con un rostro de incredulidad.

—Alex los populares no van a comerte.—habló ella.—Y no son tan malos.

—¡Lo dices porque también son tus amigos!—exclamé obvia.—Además de que tú eres popular.

Ella rodó los ojos.

—¿Y?

—Los populares con Perfectos y yo claramente no lo soy.

Ahora me miró algo molesta.

—¡Por Dios Alexa, deja de decir esa mierda! ¡Nadie es perfecto! ¡A la vida le importa una mierda que marca sea tu ropa o cuántos seguidores tengas en Instagram, siempre va a joderte por igual!—explotó.—Ninguna vida es fácil, ni perfecta... e incluso cuando lo es... es una mierda.

Su rostro se había entristecido y ahora miraba cabizbaja el suelo.

Sabia que ahora hablaba por si misma. Por lo que sentía. Y por un momento creí que sus ojos se habían cristalizado.

—Claire...

—Alexa que te importe una mierda la gente que te mire mal.—dijo interrumpiéndome con una sonrisa un tanto triste.—Tú tienes la grandiosa oportunidad de ser Perfectamente Imperfecta... otras personas sólo podemos ser lo que todos quieren que seamos.

La miré unos instantes en silencio. Analizando su mirada. Y nunca había sido tan sincera como ahora.

Fui hasta ella y la abracé con fuerza. Porque a pesar de que sus intenciones eran motivarme... sabía que me había contado lo que sentía sobre su vida.

Me separé y la miré con una sonrisa.

—Ve y conquista a Villalpando.—dijo sonriendo y tratando de olvidar lo de hace unos segundos.—Necesito que tengas una pareja para el baile. Tú tienes que ver el trasero de Chace en persona.

No pude evitar reír ante su comentario.
Miré a la pelirroja con cariño. Claire es una chica fuerte.

Ambas caminamos hacia la cafetería, todo el mundo comía, reía y platicaba sobre distintas cosas. Sólo podías escuchar un gran alboroto de voces.

Busque con la mirada la mesa de Alonso. Él acababa de ponerse de pie, y cuando se dió la vuelta, nuestras miradas se cruzaron.

—Mierda, me vió.—dije entrando en pánico.

—Tranquila, estarás bien.

Alonso me sonrió y yo intentaba hacer lo mismo. Claro, sin lucir como una psicópata.

Camino hasta mi, rodeando varias mesas llenas de gente, y cuando estuvo a unos cuantos metros, se acercó trotando.

—Alexa, por fin llegaste.—dijo apenas estuvo cerca mío. Reí levemente.

Si me dieran un dólar por cada vez que me han dicho eso en mi vida, estaría en Dubai comprando ropa y saliendo con modelos de Calvin Klein... o tal vez seguiría aquí, comprando malteadas y donas hasta quedarme pobre. Quizás debería comenzar a llegar temprano a mis asuntos.

—Si... tuve un contratiempo.—expliqué brevemente con una sonrisa. El asintió.

—Sabes, te debo una malteada.—habló con una sonrisa de lado.—Y sinceramente quisiera que te sentaras a mi lado en mi mesa

—Si lo sé.—dije intentando ocultar mi emoción.—Y acepto.

Alonso sonrió enormemente, se notaba su felicidad a kilómetros y eso me hacía sentir la chica más afortunada.

—¡Genial!—exclamó riendo.

Miré rápidamente a Claire con una sonrisa, ella me miraba de la misma manera.

—¿Claire quieres unírtenos?—preguntó el ojiazul.

Ambos miramos a la mencionada pero ella enseguida negó con la cabeza.

—No... yo en realidad, no tengo hambre. Debo ir a la biblioteca por un par de libros. Pero si llego antes con gusto me sentaré con ustedes.

Arrugue el ceño al escucharla.
¿Que debía hacer en la biblioteca?

—Entonces supongo que tú vienes conmigo.—dijo Alonso mirándome dulcemente.

Me despedí de Claire y caminé junto al pelirrojo hacia la fila de la cafetería.

'¡Vamos Gray!, sólo es un chico. Tomaremos una malteada y me sentaré con unos cuantos extraños durante una media hora... ¿Qué carajos puede salir mal?'

_Además yo estaré ahí_

'¿¡Qué!?'

_Lo sé, no te emociones demasiado_

Jos siempre me jodía las cosas cuando aparecía de pronto. Era casi como su única presencia atrajera cosas malas.

—Sabes estaba pensando en tal vez juntarnos hoy para hacer el proyecto de Cultura Antigua.—habló rascando su nuca.—¿Podrías en mi casa?

¿Hoy?... ¡Dios! ¡¿PORQUE DE PRONTO A TODO EL MUNDO LE DAN GANAS DE HACER PLANES HOY?! Desearía poder clonarme...

Un momento...

¡JESÚS, MARÍA Y JOSÉ! ¡Lo tengo!

'Necesito pedir un deseo, geniecillo raro'

_No voy a clonarte_

'¡ERES UN BUENO PARA NADA!'

_¿Y te llamas a ti misma amigable?_

'SÓLO HAZLO, TE LO ESTOY PIDIENDO'

_¿Acaso me estás suplicando?_

Escuché una risa burlona en mi cabeza.

'No, te lo estoy pidiendo, imbécil'

_Sólo si después de todo este alboroto podemos hablar de tu situación_

Y dale con "mi situación"

'Bien, hablaremos de eso después. Pero por favor hazlo'

_Debo decirte que éste será tu tercer deseo del día, y no podrás pedir más hasta mañana_

'Creí que era mi cuarto deseo...'

_Los deseos de deshacer deseos no cuentan como deseo_

'...¿Qué?'

_Vaya que eres bruta... Sólo entiende que después de esto no podrás pedir más deseos por hoy_

'¡Claro! Pero necesito esto, así que no me importa'

_Bien, te clonaré después de clases_

—¿Podrás hoy o no?—preguntó finalmente Alonso.

Vaya, realmente espero que no me le haya quedado viendo como estúpida durante todo este tiempo, mientras discutía con Jos.

—Claro que podré.—dije sonriente.

Esperamos en la fila hasta que pudimos ordenar dos malteadas. Una de fresa y otra de chocolate.
Minutos después nos las entregó la señora de la cafetería con una cara de que no había dormido en años.

Y el gran momento llegó...

Yo, una chica normal y aburrida, coexistiendo con chicos y chicas como Hailey Thunman.

Estaré bien. Después de todo, como Claire dijo... a la mierda con la gente que me miré mal, estaré ahí por Alonso y sólo por Alonso.

Seguí al pelirrojo por entre las mesas, y todos los que nos miraban pasar enseguida comenzaban a murmurar entre sí y a mirarme confundidos.

Alonso me tomó de la muñeca y me dio un ligero apretón, en señal de que me relajara.

Cuando nos acercamos a la mesa, todos dejaron de hablar. Me miraban como si acabara de asesinar a perritos recién nacidos.

Alonso me hizo una seña para que me sentara y eso hice, intentando ocultar mi incomodidad y mis nervios. Luego él se sentó junto a mi.

Las miradas de todos seguían sobre mi.

Tomé de mi malteada, intentando ignorar sus obvias miradas.

—Está rica cierto.—dijo Alonso sin quiera notar a las personas de su alrededor.
Asentí algo avergonzada.

Un chico del equipo de Wrestling se aclaró la garganta, llamando nuestra atención.

—Alonso... ¿hiciste una nueva amiga?—preguntó el chico castaño.

El pelirrojo negó con la cabeza.

—Ya éramos amigos—corrigió.—Se llama Alexa.

—Oh yo sé bien cómo se llama. Esa chica arrastró a Hailey por todo éste piso.—dijo otro con un rostro de diversión, y uno más rió al escucharlo.— La amiga de Villalpando tiene agallas.

—Zach cierra la boca.—dijo una pelinegra de ojos verdes. Su nombre era Lauren, y lo sabía porque estaba en el equipo de animadoras, junto a Claire.—Soy Lauren.—me saludó con una rápida sonrisa.

Se miraba amigable.

—Yo soy Max, y por si te lo preguntas, si, si soy el más sexy de todos en esta preparatoria.—habló guiñándome un ojo.

—Siempre eres tan humilde.—dijo Alonso riendo.

—Por Dios dejen de reírse.—habló una chica morena de rulos, quien estaba cruzada de brazos mientras los miraba molesta.— ¿Qué no lo ven? El simple hecho de que ésta inadaptada esté sentada aquí, le dice a todos los demás que cualquiera puede hacerlo. Y claramente no es así.

Sabía que todo era muy bueno para ser verdad.

—Además de que Hailey estaría molesta de tan sólo ver que esta cualquiera esta sentada en su lugar.—dijo otra.

—Recuerda que Hailey solamente está cambiándose en los vestidores, y en cualquier momento puede volver.—dijo una rubia.

—Vamos chicas, Alonso es un tipo atractivo, no puede estar atado a una sola mujer, cuando puede tener a más.—habló el tal Max.
Ahora parecía más un cretino.

—Max tiene un punto. Alexa puede ser el segundo plato de Villalpando.—rió un rubio.

—Me gusta tener más de un plato.—interrumpió Zach.—Además Alexa tiene buen culo.

—¡Cállense!—exclamó Alonso molesto.

Ya era hora, si él no gritaba, lo haría yo. Y no sería bonito.

—¿Podrían dejar de hablar así de ella? Es mi amiga, esta conmigo, y si le dicen cualquier otra cosa, se las verán conmigo.

Lo miré algo apenada.

—Creo que debo irme.—dije.

—Si, yo también lo creo. Estás arruinando nuestro bendito almuerzo.—habló un chico.

Me puse de pie lista para irme pero Alonso me tomó de la muñeca y me miró.

—No te vayas.

—Si Alexa, nos estamos divirtiendo un poco solamente.—habló Zach.

—Vaya puta forma de hacerlo.—dije de mala manera.

Comencé a alejarme unos centímetros de esa mesa pero Alonso me volvió a detener.

—¿Qué acaso Gray no puede con unos cuantos comentarios divertidos?—preguntó la morena.

—Venga Alexa.—habló Zach, acercándose a mi y tomándome del brazo. Con un movimiento me jaló hasta él y me alejó de Alonso. Otros chicos me rodearon.—Enséñanos ese lindo culito que tienes.

—Chicos déjenla ya, o juro que lo lamentarán.—dijo Alonso.

—Déjate de idioteces Villalpando, siempre hemos compartido a nuestras chicas. Sobre todo si son el segundo plato.—dijo Max.

—Vuelve a llamarme así y será lo último que digas, imbécil.—lo amenacé.

—Ouh.—dijo él riendo.—La chica es brava.—se mordió el labio.—me gustan así.

—Es increíble cómo los hombres pueden emocionarse con cualquier resto de basura.—rió una de las chicas.

—¿Por eso es que usualmente andan detrás de ustedes?.—le respondí molesta y la chica me miró mal.

De pronto sentí que una gran mano había estrujado mi trasero.

—Si que está buena...—rió el rubio.

Me giré para verle la cara y estaba riendo. Y sin pensarlo dos veces le pegué una fuerte cachetada en toda la cara.

Toda la cafetería tenía sus ojos puestos en mi, el golpe había sonado en todo el lugar.

El rubio se tomaba su mejilla roja con una mano, luego me miró lleno de furia y puso su mano en un puño cerrado.
En segundos lo levantó y lo guió en mi dirección.

Cerré mis ojos con temor, sentí que había hecho algo estúpido, ahora el chico de Wrestling iba a pegarme un buen golpe en toda la cara.
Más sin embargo pasaron los segundos y no sentía ningún daño. De hecho, me sentía en perfecto estado.

Abrí los ojos de nuevo, y vi a Jos detener el puño del rubio y darle un golpe directo en la cara.

Mi rostro reflejaba claramente lo sorprendida que estaba.
Todos emitieron un gran "ooh"

Jos me miró y me tomó del brazo.

—Vámonos.

Lo seguí sin decir ni una cosa más. E hice todo lo que él hacía.

Jos me había defendido de ese rubio gigante y sinceramente no sabía que sentir al respecto.

C L A I R E ' S P O V

Entré a la biblioteca y busqué con la mirada al castaño que me había citado aquí.
Pero nadie estaba ahí dentro. Todo mundo estaba comiendo, y yo debería estar haciendo lo mismo, pero en su lugar, tenía que terminar el bobo proyecto de Cultura Antigua.

Caminé unos cuantos pasos, fijándome entre cada rincón del lugar y entre cada estante de libros.

—Sólo a mi se me ocurre pensar que Grayson realmente está aquí.—me dije a mi misma.

El tipo vive en su motocicleta, ¿porqué demonios estaría aquí?

—Frambuesita.

Y dale con el apodo de mierda.

Soy pelirroja, y no por eso soy una simple frambuesa.

Me di la vuelta con una mueca en mi rostro, y al ver que estaba ahí de pie, con su usual cabello despeinado y su atuendo de chico malo, me crucé de brazos y alcé ambas cejas.

—Vuelve a llamarme frambuesita y juro que te lanzaré un tacón a esa cabezota que tienes.

Él actuó como si estuviese ofendido y llevó una mano a su pecho.

—Dudo que tengas tan buena puntería.—se burló finalmente.

Caminó dominante hacia mi, y pasó de largo, dejando sobre mi una esencia a loción. Luego se sentó en una de las mesas de estudio y me miró expectante.

Lo miré unos segundos, analizándolo y luego negué con la cabeza.

—En serio, ¿porque estoy aquí?—me susurré a mi misma antes de sentarme frente a él.

Puse mi mochila en la mesa y comencé a buscar mis libros y cuadernos de la clase. Pero Grayson detuvo mis manos, mientras seguía mirándome con aquellos ojos penetrantes.

—¿Qué haces?—cuestioné con mala cara.

Él sonrió de lado.

—No haremos el proyecto.—dijo únicamente, con un tono que destilaba misterio.

'Lo sabía, ¡LO SABÍA! Esto es una maldita trampa y ahora el tipo se bajará los pantalones y querrá que lo hagamos... Sabía que debí quedarme a beber malteada con Alex y Alonso'

—Me voy.—dije finalmente, comenzando a guardar mis cosas enseguida.

—Hey, hey, hey...—me detuvo nuevamente, se puso de pie y se acercó hasta mi, apoyando sus codos en la mesa e inclinado su cabeza hacia mi.—Aún no te he dicho porque te pedí que vinieras.

—¿Porqué mas lo pedirías? ¡Claramente quieres sexo!—exclamé asqueada.

Él frunció el ceño.

—¿Cómo lo sabias?

—¡POR DIOS ERES UN PUERCO!

Tomé mis cosas e intenté ponerme de pie pero el logró deslizar su cuerpo justo frente a mi, impidiéndome ponerme de pie.

—Sólo bromeaba, princesa.—rió burlón.

Me crucé de brazos en mi asiento, mirándolo molesta, igual que una niña pequeña.

—¿Qué quieres entonces?

Me miró varios segundos en silencio, transformando cada facción y rasgo en su rostro a uno serio e inexpresivo.

—Necesito un favor.

'Eso no lo veía venir'

—¿Un favor?—pregunté frunciendo mi ceño.—¿Qué tipo de favor?

Me miró haciendo una pausa antes de contestar:
—Un favor del tipo en que quiero que seas mi novia.

Mi cara y mente mostraban un claro signo de interrogación. Es como si estuviese procesando lo que dijo.

Luego lo entendí. Me confundí de nuevo, y simplemente me rendí.

'... Sip... es hora de irme'

Me puse de pie, empujándolo a un lado.

—Creo que olvide mi labial rojo en mi casillero.—hablé nerviosa y caminando hasta la salida.

Él me bloqueó el paso, parándose frente a mi.

—Tú no usas labial rojo.

—¿Y cómo estás tan seguro de eso?

—Me gusta ver tus labios, y nunca usas rojo, no te gusta ese color.

'ÉSTE TIPO ESTÁ DEMENTE'

—Grayson haste a un lado.—lo amenace.—No quiero ser tu novia.

—Yo tampoco quiero que lo seas.—dijo riendo.

'¿Alguien tiene un diccionario Español—Grayson Blake? Porque juro que me dará una jaqueca intentando comprender a este hombre'

—¡Explícate o explotaré!

Bufó divertido.

—Necesito que seas mi novia para dos cosas que quiero.

—Yo no soy el juguete de nadie, Blake.

—Lo sé, Thunman.—dijo.—Pero es un favor, y a cambio podré ayudarte con Chace Murray.

'ESTO ES AÚN MÁS CONFUSO, HELP'

—No necesito tu ayuda con nada. Chace y yo iremos al baile juntos. ¡Él me lo pidió!

Grayson negó con la cabeza mientras reía.

—Frambuesita, era una apuesta. Un tipo le dijo a Murray que sería buena idea que le pidiera ir al baile a cinco de las chicas más buenas del instituto... y tú eras la numero dos.

Me quede en silencio mirándolo.

'MURRAY ES HOMBRE MUERTO'

Sentí que mi temperatura aumentaba considerablemente. Mis manos se cerraron en dos puños. Y la escena de Chace pidiéndome ir al baile se repitió una y otra vez en mi mente.

Luego estallé y... simplemente grité.

Grayson Se había cubierto los oídos.

—Tú vas a ayudarme con Chace. Pero no para conquistarlo... yo quiero vengarme de ese rubio teñido.—gruñí furiosa hacia el castaño.

—¿Entonces me ayudarás?

Lo pensé varios segundos, luego volví a mirarlo.

—Si Blake... Somos novios falsos ahora.

Grayson sonrió maliciosamente.

—Claro, mi Frambuesita.

Gruñí como una loca y me agaché para poder sacarme el tacón del pie.

—¡TE DIJE QUE NO ME DIJERAS ASÍ!

Grayson comenzó a reír y a correr por su vida, después le lancé mi tacón pero no logré darle en ningún lado.

—¡Y yo te dije que no tenías tan buena puntería!—se burló.

Recogió el zapato y camino hasta mi para devolvérmelo.

'Que pendejote'

Enseguida lo ataque a manotazos. El intentó cubrirse el rostro, mientras yo liberaba mi enojo con él.
Luego tomé el tacón y me lo puse fácilmente.

—Y desde ahora usaré labial rojo.—dije finalmente antes de salir de la biblioteca con mi mochila en mano. Escuché una breve risita por parte de Grayson.

'Ugh... ¿Cómo podría ser esto cierto?...¿¡YO EN SEGUNDO LUGAR DE LAS CHICAS MÁS BUENAS!? Vaya mentira'

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