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— Jungkook, ¿Tienes un segundo por favor?

— No tengo tiempo, Taehyung, tengo una junta importante justo ahora.

— Pe-Pero solo es-

Vaya, eso había dolido. La palabra en la boca, la puerta cerrada tras su salida y su disculpa en el aire.

Luego de la incómoda luna de miel -que por absurdos reclamos de trabajo no pudo durar más que tres simples noches- Taehyung había estado intentando hablar civilizadamente con el alfa. Todo con el fin de proponer una mejor convivencia porque verdaderamente esta forma de vida ya no le agradaba demasiado.
S

e sentía rechazado, irónico, si, pero algo había cambiado.


Flashback

Isla Jeju, luna de miel.

— ¿Necesitas algo? —preguntó confundido el alfa, entreabriendo solo un poco más la puerta de su habitación.

— Hmm, nada en particular —sus hombros se encogieron a la vez que sus manitos se entrelazaban entre si, deseoso de escuchar una respuesta positiva— Solo quería estirar un poco las piernas, ¿Quieres venir conmigo?

— No realmente. Solo quiero dormir ahora.

— Oh, por favor, solo un rato, además, podríamos divertirnos ¿No crees? —a pesar de todo, prentendía insistir medianamente, siendo acompañado de su infalible puchero.

Jungkook entrejuntó su ceño, meditando seriamente aquella invitación, no le tomaron más de cinco segundos y acto seguido, sacó su celular para marcar al primer número que se le vino a la mente.

— Felix —habló mientras llevaba una mirada hacia el omega, logrando ponerlo repentinamente nervioso— Acompaña a Taehyung a dar un paseo por la isla, no regresen tarde.

— Ten

Justo cuando sus manos se tocaron tras el alfa haberlas tomado momentáneamente, el cosquilleo que sacudió sus cuerpos fue realmente exquisito como también inevitable. La calidez que irradiaban las tersas manos del azabache era agradable, todo lograba sentirse tan acertado sintiendolas entre las suyas.
Taehyung hubiera querido entrelazar sus dedos incluso, sin embargo, para cuando se había dado cuenta, ya la puerta de la habitación se había cerrado en su cara.

Miro hacia la Black Card que yacía entre sus manos y la apretó en un puño dirigiéndose a la salida del Hotel.

Esa noche, no le había quedado más que caminar por los alrededores con uno de los guardaespaldas de Jungkook. El chico se veía realmente emocionado de apreciar la basta naturaleza que casi los cubría, tanto, que apenas y podía disimular dicho entusiasmo. Taehyung por otro lado apreció lo adorable que lucía el muchacho así de emocionado, quizá el chico no salía mucho a turistear. Pensando un poco más en ello, decidió quedarse y recorrer un poco el lugar, pues aunque él había planeado dejarlo plantado porque no era precisamente la compañia que buscaba, no tuvo corazón para armar un berrinche e irse de allí.


Ni en la isla, ni mucho menos ahora, había conseguido concretar una relación diferente a la que llevaba con Jungkook. Cada vez era más difícil hablar con el alfa, pues parecía que nunca tenía tres míseros segundos para él. Y es que aquello no podía esperar, necesitaba alertarle sobre la llegada de su celo y si iba a brindarle o no su ayuda, aunque deseara fervientemente que no le diera una negativa porque sinceramente ansiaba, anhelaba, tenía la imperante necesidad de terminar lo inconcluso de aquella noche y esperaba que aquel peligroso interés no fuera solamente de su parte.

Ya habían dado las ocho en punto cuando el omega sonrió feliz de lo que había conseguido. Miró con entusiasmo la mesa de comedor hermosamente decorada y sonrió complacido, con aquello llamaría aunque sea la atención del alfa.

Dio gracias a aquellas molestas clases de cocina a las que su madre lo había obligado a asistir, alegando que le servirían más tarde. Él las había tomado solamente porque ella no argumentó que las necesitaba para complacer a su futuro alfa, de lo contrario, se hubieran ido a la mierda ella y las mismas clases. Detestaba que todo llevará aquel estúpido trasfondo, aunque todas sus acciones, su refinada educación y demás, habían sido con ese único objetivo.
Aunque si había algo que agradecerle a sus ambiciosos padres, aquello solo era la misma ambición que había heredado su hijo y la cual no habían dudado en explotar con su exquisita inteligencia, pues no sólo había sido preparado para asumir labores del hogar, pues la compañia que ahora compartía con su querido esposo bien podría ser dirigida solo por él, porque casualmente de todos los cursos intensivos y carreras, a la de gestión empresarial fue a la que más empeño le puso, sobretodo porque en ella destacaba grandemente.
Pero bueno, con ser vicepresidente se conformaba, pero solo por ahora.

Arregló con esmero los últimos detalles con la intención de dirigirse hacia la cocina posteriormente, aún debía sacar el delicioso entrante del horno.

— Ya estoy en casa.

Oh, Jungkook había llegado bastante pronto hoy. Aunque eso en cierta forma era conveniente. Quizá ahora si tenga esos tres segundos para dedicarle.

— Bienvenido. —saludó con una pequeña sonrisa de labios sellados y se dirigió hasta donde el alfa había tomado asiento.

— Hoy no fuiste a la empresa. —su suave voz había salido a modo de reclamo.

— Pensé que tu secretaria te habría comentado el porqué de mi falta. —replicó

— No, no lo hizo.

— Vaya, la inutilidad en su máxima expresión —el malicioso comentario había molestado solo un poco a Jungkook.

Aquello no estaba bien, Taehyung no podía ir por ahí criticando a su gana. Puede que si haya sido un error por parte de la chica, pero tampoco era tan significatico como para ofenderla porque si.

— Taehyung —advirtió con disgusto.

— ¿Qué? ¿No es cierto? —preguntó el más bajo sin intención de perder aquella supuesta discusión.

— Solo dime porque faltaste y punto, no todos nacen con los genes de la "perfección" impresos en su ADN como tu.

Taehyung levantó una ceja, mirándolo con seriedad. El gesto de las comillas si que lo había molestado.

— Solo dilo y ya. No quiero pelear, por favor.

— Ok —respondió insatisfecho — Por si no lo habrás notado, hoy no tuviste ningún contratiempo en la empresa a pesar de mi falta. Así que no tienes que preocuparte por eso, mi asistente sabe que hacer para que todo marche de maravilla sin necesidad de mi presencia, dejé todos los pendientes listos.

— Bien.

— ¿Algo más, jefe? —mencionó con burla en su tono. Debía aprovechar las oportunidades y molestar un poco más al contrario.

— Si, ¿Qué es todo esto? —impuso un cambio de tema el mayor, señalando a su alrededor.

— Ah esto, es solo una cena para los dos. Pensé que quizá, no lo sé, sería agradable. —aunque no había nerviosismo en su voz, muy en el fondo de su subconsciente y en los pensamientos compartidos con su animal interior, si estaba nervioso, aunque pensaba que realmente tenía más que ver con el último mencionado. Él no tenía motivos para sentirse así.

— ¿Acaso olvidaste nuestra plática inicial? —inquirió

— No lo he hecho, pero creo que ya no es necesario recordarla. Podemos llevarnos bien, aunque seamos un matrimonio arreglado. Nuestra convivencia no tiene porque verse afectada a pesar de eso.

La explicación casi convence al pelinegro, casi, pero sus intenciones ya habían dejado de parecerle sinceras.

— Vaya, ¿Y ese repentino cambio a que viene?

— Pues solo creí que-

— ¿Será por mi aspecto? —preguntó de repente el alfa.

— ¿Q-Qué?

— ¿Mi apellido? —continuó.

Quizá era el dolor lo que hablaba por él, o quizá no, tal vez solo era Jungkook cansandose de sentirse utilizado.

— Jungkook no-

— Ah, no, espera, si es por mi posición social ¿o no?

— Dios, Jungkook, de verdad lamento eso. Mira, empecemos de cero. Te doy la oportunidad de tener un nuevo comienzo.

Una amarga risa sale de los labios del alfa, sinceramente harto de la situación— ¿Y que hay de lo que yo quiero, eh? ¿Qué pasa si ahora soy yo el que no quiere estar contigo? —inquirió acercándose hacia Taehyung — Por favor no cruces más la línea mientras estemos solos

Largos segundos después, el omega se atrevió a dirigir su mirada hacia el mayor, luego de haber digerido sus palabras. Había dolido.
— ¿De verdad va a ser así?

Nunca en su vida lo habían rechazado y aquello estaba doliendo verdaderamente.

— Creí que era obvio.

— Bien.

— Ah, por cierto. Mañana será la apertura de otra nueva sucursal ¿Sabes lo que eso significa? —preguntó con diversión, borrando el antiguo espacio que aún quedaba entre ellos.

— Otro estúpido evento. —en esta ocasión, su voz se había deslizado de sus labios algo apagada. Sin ningún tipo de armonía ni gracia.

— Exacto. Deja de intentar acercamientos entre nosotros y enfocate en lo que realmente te importa, solo debes lucir y sonreír, omega.—menciona apresando la mandíbula del omega con algo de fuerza— Eso te sale perfecto.

Y se fue


El pelinegro deslizó sus dedos con suavidad sobre la cintura del omega, apegándose más hacia él, borrando prácticamente las distancias entre ellos.


Taehyung por su lado sintió el tan necesitado alivio que su marca había estado anhelando. De forma inconsciente, tanteo con sus dedos aún por sobre la misma ropa la zona de unión.
Ya él no podía seguir haciendo esto, se estaba arrepintiendo grandemente de todo lo que él mismo había ocasionado. Puede ser que al principio no le importara en lo más mínimo realmente, pero ahora que solo miraba al alfa, sin poder tocarlo siquiera, ahora que se dio cuenta de que no iba a poder estar en paz si su aroma no lo envolvía a diario como la adicción suya que era, ahora que cayó en cuenta de que lo necesitaba más de lo que quería admitir, ahora...

Miró a su alrededor apreciando el lugar, las personas que asistían, el apabullante ruido y miró a Jungkook de nueva cuenta y vio el lindo brillo que se adueñaba de sus preciosos orbes, y sonrió con la imagen. Cuando observaba al contrario, toda la molestia de estar en aquel lugar desaparecía.

Su rostro se enterró con urgencia en el cuello del alfa y con la misma sintió el pequeño saltito de impresión que dio el mismo. Hoy no le interesaba más nada, le daba igual si después Jungkook lo alejaba por completo, pero hoy iba a dejarse llevar.

Acarició con delicadeza la zona con ayuda de sus labios, intentando no hacerse notar demasiado, pues aún estaban en el dichoso evento. Su mano derecha se aferró con fuerza al saco del contrario, cuando Jungkook sin previo aviso saco su cabeza del pequeño escondite y se adueño de sus labios casi de forma instantánea.

El omega se obligó a corresponder al beso y dejar de lado su impresión, centrándose solamente disfrutar de la iniciativa del alfa. Sin embargo, el beso solo se desenvolvía a labios cerrados y aquello no le agradaba mucho, él quería sentirlo completamente, impregnarse de su esencia, mas únicamente pudo otorgarle una traviesa mordida antes de separarse. Aquello lo había emocionado y desencantado a partes iguales. Prácticamente lo había ilusionado.

— Bien hecho, eso quedará en la portada de alguna famosa revista.

Vaya, eso si lo había molestado. Decepcionado, se separa con brusquedad del demandante agarre en su cintura y le dedica una mirada dolida.

— Eres un idiota.

— ¿Pero que- —el alfa mismo cortó sus palabras al ver al pelirrojo alejarse de él a toda costa. ¿Ahora que había hecho?

Taehyung se dirigió hasta las mesas de aperitivos en busca de calmar su enojo, a pesar de la molestia, su caminar se mantenía elegante y erguido, lo único que iba fuera de lugar eran sus ojos, los cuales en lugar de estar deslumbrado a todos con la mirada en alto, estaban clavados en el suelo, razón por la cual terminó chocando contra el pecho de un desconocido.

— Vaya, hola. —habló el afectado de melodiosa voz.

— Oh, y-yo lo lamento, no te había visto.

— Bueno, podría pensar en disculparte si aceptas tomar una bebida conmigo.

— No creo que sea apropiado —comentó Taehyung, mirando por primera vez al desconocido.

— Ya veo, ¿Podría tener su nombre al menos? —cuestionó, avanzando hacia el pelirrojo.

— Ki- Jeon Taehyung.

— No te ves muy seguro, lindo.

— El evento ya está por terminar y yo debo volver con mi alfa, permiso. —se excusó el omega, en un intento por salir de la incómoda situación. Al parecer aquel hombre no percibía lo invasivo que estaba llegando a ser.

— Hey, no te vayas, ni siquiera me he presentado.

— Y tampoco tienes la necesidad de hacerlo porque mi omega ya se ha despedido.

Interrumpió Jungkook en la escena, nublado los sentidos de tanto alfa como omega con sus feromonas. Su cuerpo ya se encontraba pegado al de Taehyung, devolviéndolo al lugar del que nunca debió haberse marchado.

El alfa contrario se retiró al menos 5 metros de la pareja, sin la intención de quedarse un minuto más. Aquel alfa lucia celoso y posesivo, y tratar con uno así no era prudente en ningún aspecto.

— Hey, ¿Estás molesto? —preguntó confundido el alfa.

— No —respondió Taehyung, saliendo de su ensoñación— Solo que ya me estoy sintiendo algo mal. Mi celo está a punto de llegar.

— Entiendo, le diré a Felix que te lleve a casa. HyunJin te comprará todo lo necesario e irá a cuidarte.

— ¿Qué? ¿No vas a ayudarme? —con increíble rapidez, sus manos ya estaban sobre las del contrario.

— No, no voy a poder hacerlo, Taehyung. —Jungkook intentó alejarse un poco del omega, no podía dejar que esos persuasivos ojitos azules lo convencieran.

— ¿Y eso por qué? ¿Qué demonios te lo impide? —cuestionó con molestia.

— No hagas más preguntas. Simplemente no puedo ¿ok?

— Lunas, Jungkook, eres increíble. No puedes dejarme solo, no serías capaz. —retó Taehyung, mirándolo aún.

— Felix.

— ¿Si, señor?

— Lleva a Taehyung a casa.

— No te atrevas, Jungkook

— No me esperes, por favor.






¿Cómo? ¿Que todo pasa demasiado rápido?
Seeh, un poquito si

~Gracias por el magnífico apoyo, es muy lindo.
Cuídense, friends :D




ㅤ࿆
˖⬪ ݁❟ D̸𝔯𝐞𝕒ᴍᴍi̶𝐞 ·₊˚.

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