《𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 06》


A la mañana siguiente Sanha despertó en la misma posición en la que se había acostado, no había pegado el ojo en toda la noche y no era para menos, sus virginales labios habían sido tocados por los del príncipe heredero y lo más intrigante de todo era que, le había gustado esa sensación.

Se puso de pie, tomó la primera bata que encontró y caminó hasta las aguas termales, necesitaba espabilarse y tomar un baño.

El clima era más cálido que de costumbre, los pajarillos cantaban y las hojas de los árboles se movían con ligereza, el olor a césped húmedo llegaba a las fosas del príncipe Yoon y finalmente se encontraba frente a las aguas termales.

Empezó a quitar su ropa con cuidado y entró al agua. Se sentía tan agradable, calentita... cerró sus ojos e inhaló profundamente. 

A la distancia una persona lo observaba, no podía quitar su vista de ese bonito príncipe...





—No sabía que estarías por aquí.


—¡P-príncipe Moonbin!


—¿Puedo acompañarte? También necesito relajarme.


—Yo no sé si sea buena idea...


—¿Y eso por qué? No pienso hacerte nada malo.


—No lo decía por eso. —Sonrió avergonzado, lo que le pareció lindo al otro.


—Bien, entonces entraré.





Dicho eso, Sanha se giró a otro lado y esperó con nerviosismo que el mayor estuviera dentro del agua para poder mirarlo de nuevo, aunque le costara hacerlo.

Una vez dentro, Moonbin empezó a relajarse y a platicar con suma calma con Sanha, quien no podía dejar de sentirse inquieto.

El menor cada vez se alejaba más de Moonbin, si el príncipe heredero lo veía así y con Bin, probablemente estaría muy enojado.





—Bueno, yo ya terminé aquí, saldré, tengo muchos pendientes este día. No te quedes mucho tiempo o te arrugarás como pasa. —Moonbin parecía de lo más tranquilo, a él no le afectaba ni molestaba estar así con el menor.


—Claro... que te vaya bien.




El mayor salió del agua y cubrió su cuerpo con una bata blanca, luego de ese se despidió de Yoon, dejándolo por fin solo.

Respiró con profundidad y hundió un poco su cabeza en el agua, al salir de ella se encontró con una persona que lo miraba con curiosidad.




—Bien dije que no me habías escuchado...


—Príncipe Eunwoo...


—Supongo que no fue tu culpa, ya que el que vino de entrometido fue Moonbin, pero bueno. —Suspiró y empezó a quitar su ropa también.






Sanha no hallaba si meterse en el agua, girarse en otra dirección o qué... Se quedó quieto mirando el agua y cuando escuchó que era era movida por el mayor, le hizo frente de nuevo.

Estaba a punto de decirle algo, pero sus labios fueron apresados por los del azabache, debajo del agua las manos del heredero se posaron delicadamente en la cintura del príncipe Yoon, quién subió con titubeo las manos hasta sus hombros.

Cerraron sus ojos y se mantuvieron así, con la unión de sus labios, sintiendo cómo el agua empezaba a moverse por el viento que corría más fuerte que antes.






—P-príncipe... —Sanha lo retiró un poco, miró al frente y el mayor estaba completamente sonrojado—. Cre-creo que...


—No volverá a pasar, lo siento. —Se disculpó de inmediato y lo soltó.






Caminó hasta la otra orilla y se dedicó a desviarle la mirada al menor todo el rato.

Sanha le hacía preguntas referentes a los estudios y nada más allá, necesitaba evadir todas las emociones que se habían incrustado en su abdomen bajo, en sus partes nobles, en su pecho, estómago y cabeza...

Cha contestaba cordialmente, pero no lo miraba, no podía. Acababa de cometer un terrible error.





—Sanha, debo irme, te espero mañana en la biblioteca. —Salió del agua y colocó su ropa, antes de irse meditó algo y finalmente miró al otro—. Oh, otra cosa, recuerda guardar siempre los secretos del príncipe heredero, lo que pasó aquí...


—Es un secreto, no se preocupe. "nuestro secreto".


—Bien, nos vemos.





Eunwoo se fue siendo un lío de emociones, su corazón estaba tan agitado desde que vio a Moonbin entrar al agua con Sanha, luego cuando él lo besó, todo el rato que estuvieron hablando y, al parecer su corazón seguía sin darle paz.

No podía seguir teniendo ese tipo de encuentros con el príncipe Yoon, era peligroso y él no quería que ninguno saliera perjudicado, porque era más que evidente que eso ocurriría si alguien los descubría, no era que tuvieran algo en sí, pero besarse estaba fuera de lo honrado y decente, según su estúpida sociedad. 

Sus labios no dejaron de hormiguear todo el camino de regreso al palacio, era como si quisieran más de aquel tacto fino y delicado del menor. 

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Moonbin estaba con Rocky, estaba físicamente, porque mentalmente se había quedado cerca de las aguas termales... 



—¿Si quiera estás escuchándome Moon? —Gruñó Rocky tras hablarle más de ocho veces sin recibir respuesta. 


—Lo hago. —Susurró recargando su barbilla en la mano. 


—¿Piensas hablarlo conmigo algún día? ¿Qué es lo que te ocurre? Llevas demasiado tiempo así, distante, extraño y no te comprendo. 


—Rocky, así déjalo. 


—Pero me importas Moon. —El mayor lo miró atentamente—. Eres... eres mi amigo, crecimos juntos y en serio, no me agrada saber que estás pasando un mal rato y no poder hacer nada. 


—No es algo con lo que puedas ayudar, y tampoco es algo con lo que yo pueda. Ya pasará ¿de acuerdo? Agradezco que te preocupes pero... no es necesario. 





Rocky estaba tan irritado. ¿No era necesario?  Él tampoco podía con eso... 

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Eunwoo entró al palacio y llegó hasta donde estaba el rey en una especie de asamblea. Los historiadores estaban sentados como correspondía y los miembros de la corte del mismo modo. 

Hak-Yeon, su hermano estaba de pie, a lado del rey, mantenía ese aspecto serio y rígido de toda la vida, pero al ver a su hermano menor, ese gesto terminó por agriarse más. 

Ambos sabían que no debían aborrecerse de esa manera, pero el poder era algo que causaba divisiones, peor cuando no eras el que lo recibía, como en el caso de Hak-Yeon... 

Al acabarse la asamblea Eunwoo estaba por retirarse, hasta que... 



—¿A qué debemos el milagro de que estés solo sin el príncipe Yoon? ¿Se pelearon, hermanito? —Hak-Yeon miraba socarrón al menor, esperaba sacarlo de sus casillas. 


—Tenía ganas de ver tu estúpido rostro, sabes que he estado demasiado aburrido y lo único que me causa gracia es ver la evidente carencia de conocimiento en tu cara sobre estas reuniones. —Era la primera vez que Eunwoo le respondía así a su hermano mayor. 


—Así que por fin decidiste decir lo que piensas sobre mí. 


—No puedo andar por la vida diciendo lo patético que creo que es mi hermano mayor en comparación mía. —El rostro del azabache permanecía inmutable, estaba cansado de las constantes provocaciones de su hyung. 


—Estás pasando la raya. —Sentenció. 


—Tú eres el que día a día me provoca, deja de hacerte el desentendido, no te queda. —Le dio la espalda—. Entiende de una vez por todas que, el heredero al trono soy yo, y que, no fue decisión mía. Madura. 





Dicho eso, Eunwoo caminó en otra dirección, él en verdad odiaba reñir con su hermano, y le dolía, porque anteriormente lo admiraba y creía que era el mejor hombre de la historia, sin embargo, las cosas cambiaron drásticamente cuando el rey decidió nombrarlo a él heredero en lugar de a Hak-Yeon... 

El mayor de los hermanos Cha empezó a tratarlo con la punta del pie, lo menospreciaba cuando no había más personas y siempre intentaba crearle inseguridades con el único fin de que flaqueara y dejara de lado el hecho de ser futuro rey. 

Eunwoo había aprendido a aborrecer a Hak-Yeon y si ese era el único modo de no salir herido por causa de su hermano, seguiría haciéndolo... tenía a más personas que en verdad lo querían y que jamás intentarían verlo sufriendo en el suelo.


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(Hak-Yeon, estás bien lindo, pero me caes mal aquí, chao)

(Nuestros estrellos PRECIOSOS)

Regresandoooo~ andoooo~ 

¿Quieren maratón de nuevo? 

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