《 𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟢𝟣》


El informe real acababa de ser entregado al rey supremo, Cha Taehyun, padre del joven príncipe Cha Eunwoo y Cha Hak-Yeon. Le parecía bastante honorable que consideraran a su hijo menor un ejemplo de autoridad para las nuevas generaciones.

No iba a esperar un solo segundo más, llamó al instante a uno de sus súbditos y le entregó otro informe para convocar al príncipe Eunwoo al salón real.

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En una de las habitaciones reales se encontraba el joven heredero al trono, permanecía sentado con un libro en sus manos, leía atentamente un nuevo manual sobre los modales de la realeza, él adoraba toda esas cosas de etiqueta, desde pequeño su madre le había enseñado a comportarse como un digno príncipe heredero al trono.




—Joven príncipe, su padre lo convoca a una reunión en el salón real. —Informó el súbdito con evidente temblor en la voz.




Cha Eunwoo miró a la puerta con tranquilidad, dejó su libro de lado y con esa gracia y elegancia que lo caracterizaba se puso de pie, arregló su vestimenta y salió de la habitación, siendo seguido por dos soldados que se dedicaban a escoltarlo siempre.




—¿A dónde te diriges hermano? —La voz de Hak-Yeon detuvo a Eunwoo.


—El rey me ha convocado a una reunión. —Dijo sin mirarlo si quiera y continuó su camino.





Era bien sabido que la relación entre el príncipe heredero y su hermano mayor no era buena desde que el menor había sido seleccionado como el más apto para asumir el cargo de futuro rey.

Una vez frente a la puerta del salón real, el príncipe heredero fue anunciado. Al entrar realizó una reverencia completa para su padre, el rey.

Cha Taehyun se puso de pie, con el pecho inflado de orgullo, ese era su hijo, su heredero, no había dudas de que había hecho bien en elegir a su hijo menor como su sucesor.





—Qué bueno que has llegado. Puedes ponerte de pie.


—Padre ¿a qué se debe que me haya convocado?


—Primero que nada, quiero hacerte saber que estoy orgulloso de que seas mi hijo, porque es evidente que ahora eres el joven de la realeza que representa un ejemplo para las nuevas generaciones.



Eunwoo no comprendía de qué estaba hablando su padre, ¿ejemplo? ¿él?




—Disculpe padre, pero... ¿cómo es que soy un ejemplo? Yo simplemente me he apegado a las reglas y lineamentos que se deben seguir como parte de la nobleza.


—Y es precisamente eso lo que te hace digno de ser un ejemplo, esa humildad con la que tomas las situaciones. —Se acercó y palmeó la espalda de Eunwoo—. Me ha llegado una carta del rey Yoon Minhyuk, en ella me dice que quiere y necesita que tú corrijas a su rebelde hijo, el príncipe Yoon Sanha.


—¿En verdad? Vaya, me parece algo... —Mordió su lengua y pensó antes de decir lo siguiente—. ¡Esplendido! ¡Sí! ¡Esplendido! —Fingió.




Una vez acordada la fecha en la que se llamaría al príncipe Yoon para mudarse al palacio, Eunwoo salió del salón real.

¿Cómo podían ponerlo a educar a un joven rebelde? ¿No tenían medidas necesarias en casa como para hacerlo entender por la fuerza? ¿por qué tenía que ser él quien se encargara de un príncipe revoltoso?

Pensaba en todas esas cosas mientras caminaba al pequeño lago que estaba cerca de una de las residencias del palacio.





—Príncipe Cha.


—Príncipe Moon. —Saludó sonriente—. ¿Qué estás haciendo por aquí?


—Oh, su padre, el rey, nos acaba de pedir a mi hermana y a mí que nos mudemos a esta residencia.


—Eso me alegra muchísimo, así podremos convivir más, siempre has sido más un hermano para mí que mi hermano de sangre.


—Príncipe, no diga esas cosas, si alguien lo escucha y esas palabras llegan a oídos de su hermano probablemente mande a alguien para desaparecerme. —Rio bromista.


—Ven aquí y deja de llamarme príncipe, Moonbin, no seas bobo, no hay nadie de la familia real cerca.


—En un palacio, uno nunca sabe hyung.


—Soy el heredero, deja de decir eso. No permitiría que te hicieran daño.


—Hyung... pero ¿hay algo que te esté molestando? Tu entrecejo ha estado bastante pronunciado desde que te vi venir, recuerda que tu hermosa cara no debe arrugarse. ¿Por qué hiciste coraje?


—Pues ahora parece que debo ser algo así como el niñero de un príncipe, ya que me ven como el mayor ejemplo de autoridad en la realeza ¿puedes creerlo?


—¿Aceptaste?


—Tenía que hacerlo, mi padre se veía tan orgulloso de mí... sabes que no puedo defraudarlo.

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Terminada la plática con el príncipe Moonbin, Eunwoo regresó a su habitación, necesitaba pensar en las maneras en que trataría a ese joven príncipe, no iba a dejárselo tan fácil, mucho menos si era tan revoltoso como le habían contado en más de una ocasión.

Miró con detenimiento el nuevo libro de las familias nobles y buscó en nombre de los "Yoon", principalmente estaba el rey Yoon Minhyuk, su hermano el príncipe Yoon Daehyun y el heredero a la corona de los Yoon, el príncipe Sanha.

Su rostro serio, sus ojos de búho, sus labios pequeños y regordetes hacían alusión al pequeño pico de un pajarillo, su nariz recta... era digno de ser de la familia real, un príncipe muy llamativo. ¿Quién diría que alguien con un rostro como ese resultaría ser un "rebelde"? pensaba.




—Nos veremos pronto príncipe Yoon. —Susurró para sí mismo, dejando a su lado el pequeño libro y perdiéndose en el mundo de los sueños a los pocos minutos.

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Un mes pasó para la llegada del príncipe Yoon. La familia real estaba en la entrada al templo principal esperando por el carruaje que llevaría a Sanha.




—¿En serio tenemos que estar todos aquí? Tengo asuntos que atender con los militares, padre. Rocky necesitaba tratar varias cosas sobre los recientes acontecimientos en el pueblo vecino.


—Hak-Yeon ¿entiendes por qué no te elegí heredero, careces de demasiadas cosas, este tipo de situaciones son importantes para la familia real, se trata de forjar lazos con otras familias de la realeza, no entiendo cómo es que después de tanto tiempo no lo comprendes.





El hermano mayor de Eunwoo estaba molesto, odiaba cada que el rey le echaba en cara que no sería el heredero a pesar de ser el primogénito de su familia.

Eunwoo se dedicaba a mirar a los alrededores, el tiempo seguía pasando y el carruaje no llegaba.





—Creo que algo extraño pasa. —Dijo el azabache.


—Pienso lo mismo hijo. —El rey suspiró, sabía que últimamente había ladrones en los caminos, esperaba que el príncipe Yoon estuviera bien.


—¿Deberíamos enviar a los militares a cerciorarse?


—Sí, debemos hacerlo. Hak-Yeon, ve con Rocky y dile que...


—No padre, envíeme con los militares, el príncipe Yoon venía para estar bajo mis cuidados, debo ser yo quien vaya personalmente. —Hak-Yeon sonrió ladino.


—Eres el príncipe heredero, no puedo permitir que vayas a esos lugares.


—Y por lo mismo debo hacerlo. Como dijiste, soy el ejemplo de las nuevas generaciones, deben ver que no soy un cobarde que se esconde bajo la corona.


—Dije que no y fin del asunto. —El rey caminó de regreso al palacio, dejando bastante desilusionado a Eunwoo.


—Parece que esta vez no sucumbieron a tu encanto de príncipe heredero, hermanito.





Estaba burlándose de él, definitivamente acababa de hacerlo, pero Eunwoo no era impulsivo, él siempre era del tipo diplomático y no pensaba empezar una discusión con el ignorante de su hermano mayor. Aunque tampoco iba quedarse quieto.



Sin que nadie se diera cuenta, le pidió a Moonbin que ensillara su caballo. Luego de media hora salió rumbo a las caballerizas y tomó su caballo, subió en él y se adentró en el bosque para no ser identificado por nadie.

Bajó de su caballo y lo ató a un árbol, de esa manera empezó a caminar por la zona esperando ver alguna señal del príncipe Yoon y el carruaje.





—Príncipe Eunwoo, creo que no deberíamos estar aquí. —Susurró Moonbin siguiendo sigilosamente al mayor.


—Si quieres irte puedes hacerlo Binnie, sabes que no estás obligado. —Continuó avanzando.


—Yo...


—¡Ahh! ¡Basta! ¡Ya le dije que soy el príncipe Yoon y vengo por autorización del rey Cha!






Una voz sedosa y escandalizada llegó a Eunwoo, caminó y al acercarse se percató de que un joven castaño y tez pálida estaba tirado en el piso boca abajo, con un cuchillo pegado a su cuello.

Miró a los agresores y definitivamente no eran militares reales, parecían viles ladrones y ese joven estaba siendo lastimado.






—A nosotros no nos interesa quién eres, ni tampoco nos importa si ese estúpido rey te dejó venir, dinos en dónde tienes el oro y las joyas si no quieres que esa bonita cara sea partida por el filo de este cuchillo.






Al parecer Sanha no sabía qué hacer, jamás se había enfrentado a una situación así, era la primera vez que salía de su palacio y para su mala suerte estaba teniendo esa experiencia indeseable... todos sus súbditos y guardias habían sido asesinados por esos sujetos de mala pinta.





—Lo único valioso aquí soy yo, estúpidos. —Bufó.


—¿Qué dices mocoso? ¿Y qué se supone que hagamos? ¿secuestrarte y pedir rescate? —Se burló—. Oye... espera ¡es una buena idea!


—¡Claro que no lo es! —Gritó entrando en pánico.






Los ladrones levantaron al joven Yoon y lo jalaron del cabello provocándole mucho dolor. Eunwoo no podía seguir viendo eso.





—Aunque ¿sabes qué? Nunca he estado con alguien de la realeza. —Lo miró morbosamente y Sanha tembló de miedo ante eso.


—No... yo... no haga eso por favor.


—¿Por qué no? Estás demasiado bonito y hueles muy bien. —Se pegó a su cuello y empezó a olfatearlo como vil perro. Sanha sentía mucho asco y desesperación.






Justo en ese instante escuchó un jadeo ahogado y abrió sus ojos.

El sujeto que estaba diciéndole esas cosas sucias estaba sangrando por la boca, de repente lo vio caer boca abajo y así fue como se percató de la flecha que tenía atravesada en la espalda.

Al pasar un par de segundos escuchó caer a los otros tres sujetos, miró a su alrededor lleno de temor ¿acaso había peores personas que esas y también habían ido por él?

A la distancia alcanzó a ver a un joven quizá un par de años mayor que él, llevaba vestimenta real y un arco y flechas en su espalda. Todo lo veía en cámara lenta...






—Yoon Sanha, soy el príncipe heredero, Cha Eun Woo. —Se presentó directamente y lo observó, necesitaba ver si estaba lastimado.


—P-príncipe Cha... —Fue lo único que pudo decir, se sentía un poco mareado por todo y terminó cayendo al suelo.






Eunwoo se asustó al verlo desplomarse y corrió hasta llegar a él. Llamó a Moonbin para que lo ayudara, tomó entre sus brazos al menor y subió a su caballo.

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Sanha despertó, temía estar aún en manos de esa gente mala que había detenido su carruaje y matado a su gente, pero lo que había debajo de su cuerpo era cómodo, se sentía como pluma de ganso, y lo que lo cubría se sentía como seda.

Abrió sus ojos y miró a su alrededor. Estaba en una enorme habitación, tenía un diseño bastante llamativo y al parecer lujoso, las puertas parecían de roble y bambú, era una belleza el lugar, pero ¿Qué había pasado?

La puerta se abrió repentinamente, dejando ver a un joven demasiado bien parecido y ahí fue donde Sanha recordó.





—Pri-Príncipe Cha... —Susurró y se arrodilló.




Eunwoo lo observó desde arriba ¿no se suponía que era un revoltoso que no sabía de modales? Entonces ¿por qué se arrodillaba de esa manera?





—No tienes que arrodillarte, estás lastimado, siéntate. —Pidió el príncipe heredero.


—Pe-pero usted es... usted es...


—Sí, yo sé quién soy. —Sonrió amable—. Y por lo mismo te digo que está bien que no estés de rodillas frente a mí, además, tú también eres un príncipe, no deberías arrodillarte frente a otro, basta con que hagas una reverencia de noventa grados frente al príncipe heredero, con los demás es suficiente una de cuarenta y cinco grados.


—Usted es demasiado inteligente ¿no? A mí no se me da muy bien eso de memorizar manuales de modales.






Sanha se sentó tal y cómo le había dicho Eunwoo y lo observó en cada movimiento, ya que, no había dicho una palabra más. Simplemente llevaba una jarra de porcelana y dos copas para el té, colocó una pequeña mesa de madera y se sentó frente a él.

El príncipe Yoon estaba realmente impresionado con el joven frente a él, era tan esplendido, agraciado, elegante, delicado... era de la realeza en toda la extensión de la palabra. Y además...






—Príncipe Cha, fue usted quien me salvó ¿verdad? —Preguntó sin más, no podía quedarse con la duda de si lo había imaginado.


—Sí, fui yo, pero no puedes decir eso.


—¿¡Por qué!? ¡Para mí es un honor haber sido salvado por el príncipe heredero! —Los ojos de Sanha estaban completamente abiertos y un tierno puchero se formó en sus labios.


—Porque me prohibieron ir a tu rescate y si llegas a decir eso, mi imagen frente a mi padre se vería manchada, soy su heredero, soy su orgullo, no puede saber que lo desobedecí en algo tan arriesgado como ir a buscarte y peor, salvarte de maleantes.


—Entonces ¿por qué lo hizo? Hubiera enviado a sus guardias y militares. —Sanha se sentía un poco molesto por tener que guardar ese secreto.


—Porque no voy a quedarme detrás de las murallas del palacio, porque no voy a esconderme detrás de una corona, no quiero ser esa clase de rey a futuro, así que, si deseo avanzar, desde este instante en el que soy un príncipe lo haré, correré riesgos si es necesario, y...


—Correr riesgos por un simple príncipe como yo, no creo que sea necesario...






Eunwoo calló y se quedó mirando con el entrecejo fruncido al joven frente a él ¿por qué se menospreciaba tanto? ¿tan poco valor veía en su vida?

Eunwoo era recto, pero era empático y odiaba cuando las personas se hacían menos de esa manera, porque en algún momento de su vida él se sintió así, peor aún, cuando fue elegido heredero del trono, siempre sentía que él no era digno, que no lograría nada más allá de lo que su padre había logrado hasta ese día, sin embargo, se esforzó por ser mejor cada instante y con ello se dio cuenta de que él podía llegar a ser más de lo que cualquiera imaginaba y que, cualquier persona que se lo propusiera podría hacerlo, siempre y cuando todo fuera dentro de las leyes.






—Empiezas a enfadarme, príncipe Yoon.


—Lo-lo siento.


—Regla número uno, no mostrar debilidad ante otros que no sean tu madre o padre, regla número dos, el hecho de que seas un príncipe te hace alguien sumamente valioso, eres quien tiene en su poder el linaje de tu familia, regla número tres, guardar siempre los secretos del príncipe heredero.






Eunwoo se puso de pie dejando a Sanha bastante conmocionado, es que no podía ser real...

Por fuera todos hablaban de Cha Eun Woo, príncipe heredero de la corona, como un sujeto bastante frío, duro, implacable, serio... era la mayoría de las cosas que la nación hablaba sobre él, por eso cuando su padre le informó que iría al palacio Cha, su sangre se había helado por completo.

Ahora, su perspectiva del príncipe heredero era otra, si parecía ser alguien apegado a las leyes y reglamentos, pero también se notaba que era cálido y amable.

Le agradaba...





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Cha Eun Woo

Yoon San Ha

Moonbin

Hak-Yeon (hermano de Eunwoo)


Primer capítulo~ 

Espero que lo disfruten, más tarde subiré un maratón ¡Oooohhh sí! 😘😘😘

¿Qué les pareció el inicio? 👀💕


Nos leemos más tarde~

EunTaeLoey ♎︎

🌷🌷🌷

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