Epílogo
3 meses después...
Ruv cerró el pequeño libro que tenía en las manos, lo dejó en el atril y miró a su pequeño público con su habitual inexpresividad.
—Hasta aquí la historia de hoy —concluyó
El único público allí presente, unos diez niños sentados en los bancos cercanos, aplaudieron. El ruso asintió y guardó el cuaderno en el bolsillo de su traje de cura.
—¿Puede adelantarnos algo de la historia de la semana que viene? —preguntó una niña de cabello y piel verde, alzando la mano
—Si mal no recuerdo, Sarvente solo les contaba una historia por semana —respondió Ruv
—¡Pero ella no está! —dijo otro niño, levantándose de su asiento
—Lo sé. Sarvente se encuentra en el cielo, como todos sabemos... —contestó el hombre, y luego añadió, en tono tranquilo— Siéntate
El niño se sentó, obediente, y otro chico al fondo alzó la mano para poder hablar. Ruv le cedió el turno de palabra.
—Ya son las siete —informó este
El ruso miró su reloj de muñeca.
—Cierto, gracias —contestó el hombre— Entonces es la hora de mandarle buenos deseos a Sarvente, para que siga en paz, esté donde esté ahora mismo
Todos los niños asintieron.
...
Ruv desplegó una pantalla frente a ellos. Después se acercó al ordenador, tecleó un poco, y la pantalla mostró una llamada en curso. El ruso aprovechó para arreglarse un poco el cabello y colocarse bien el traje.
¡Click!
...
"¡Hola, chicos!"
En la pantalla se mostraba a Sarv, sin su característico traje de monja, algo pixelada, pero sonriente. Parecía estar sentada en un asiento de avión. También llevaba puesto un collarín de escayola en el cuello.
—¡¡Hola, señorita Sarvente!! —dijeron todos los niños al unísono
"¡Y hola a ti también, Ruv!"
—Hola —contestó este, esbozando una ligera sonrisa— ¿Cómo te va por el cielo?
"¡Bien, bien! El avión ya ha despegado y estamos de camino. Creo que en unos tres cuartos de hora deberíamos estar allí"
—Estupendo —dijo el ruso
—¿Pero el señor Ruv podrá seguir contándonos historias cuando usted vuelva? —preguntó la niña peliverde de antes
"¡Oh, vamos, Emily! ¡Mis historias son tan buenas como las de él!"
—¡El señor Ruv nos explicó que un cadáver se descompone más rápido en agua! —apuntó otro niño
"¿¡Qué!? ¡Ruv! ¿Que historias les has contado?"
—Solo cosas de mis tiempos en el crimen —contestó el hombre
Se escuchó un suspiro por parte de Sarv, entrecortado por la mala conexión.
—En fin, ¿que tal te ha ido con la operación? —preguntó Ruv a la chica
"¡Oh, bien! Estoy de maravilla, como ves, quitando esto, jaja"
Sarv señaló el collarín que llevaba en el cuello.
"Me han tratado muy bien, fue bastante rápido. Oh, por cierto, ¿te conté que no tuve que pagar nada?"
—Ah, ¿si? —el ruso se hizo el sorprendido
"¡Si! Un hombre, Daddy Dearest se llamaba, se ofreció a pagarlo todo. Los gastos de la operación, el avión, las reparaciones de la iglesia..."
—¿¡El cantante!? —dijo una de las niñas
"¿Canta? No me lo contó. Solo me dijo que habló contigo, Ruv, y que después de eso estaría encantado de ayudarme"
—Si, él y yo... —el hombre enfatizó la última palabra— Hablamos
Sarv no notó nada raro en su tono, así que solo volvió a sonreír.
"¡Oh, por cierto, Boyfriend está aquí también! Ha estado cuidando de mi. Ese hombre también le pagó el billete"
La cámara enfocó al rapero peliazul, quien estaba dormido en el asiento al lado de Sarvente.
—Si... —Ruv solo lo miró en silencio— Que no se te acerque mucho...
"Claro, jaja"
La cámara volvió a enfocar a la monja, que se dirigió a los niños.
"En fin, ¡debo irme ahora! Se supone que no debo usar el móvil en el avión. ¡Estaré de vuelta por allí la semana que viene!"
—Está bien, tómate tu tiempo para recuperarte —contestó Ruv, con una leve sonrisa— Te esperaremos aquí
—¡Adiós, señorita Sarvente! —se despidieron los niños
"¡Adiós, chicos!"
...
¡Click!
FIN (ahora si)
Gracias por leer :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top