"🎶 You put the boom-boom into my heart~ 🎶" 

—Hmm...

"🎶 You send my soul sky-high~🎶"

—Agh... ¿donde está...?

La chica se incorporó un poco, y echó un breve vistazo alrededor. Se encontraba en su habitación, durmiendo en la cama, y el despertador sonaba a todo volumen desde su celular.

"🎶Wake me up, before you go-go~🎶"

—¿Como ha llegado mi celular aquí?— se preguntó Girlfriend en voz alta, apagándolo, y después pensó un poco más— No... ¿como he llegado yo aquí?

Echó un vistazo a su lado, y vio que no había nadie allí, así que no era su novio quien la había traído. ¿Quien entonces? No recordaba nada de la noche anterior, estaba muy cansada tras la actuación, apenas tenía fuerzas para salir del estadio junto con Boyfriend y...

—Pico...

El pelirrojo vino a la mente de la castaña. Si, había olvidado completamente al nuevo "empleado" de su padre. Probablemente él la trajo hasta allá, cuando se quedó dormida en sus brazos, por lo exhausta que estaba.

En realidad había sido bastante amable de su parte llevarla hasta casa, en vez de simplemente despertarla.

—«Me pregunto si me veía bien»— siguió pensando Girlfriend. No podía evitar ver una imagen mental de sí misma roncando y en una pose poco digna— «Agh... ¡que importa! No es como si necesitara darle una buena imagen de mi»

La chica se levantó de la cama, fue hacia su inmenso armario y tomó uno de sus característicos vestidos rojos.

—Bueno, como sea, ni siquiera sé si Pico seguirá aquí— suspiró la chica— No sé ni que prefiero...

Girlfriend abandonó su dormitorio medio dormida, ya vestida y algo mejor peinada, y salió al pasillo. Desde ahí detectó un olor... ¿dulce?

—¿Que es ese...?— se preguntó a sí misma, y después formó una sonrisa al reconocer el olor— ¡Panqueques!

El sueño se le quitó de repente; corrió escaleras abajo como una niña pequeña, ilusionada porque sus padres debían de haber preparado su postre favorito, y apareció en la cocina en un momento.

—¡Buenos días papá! ¡Buenos días mam- ¿Ah?

La chica comenzó a saludar, hasta que abrió los ojos y se dio cuenta de que quien estaba allí no eran sus padres, sino...

—Buenos días, Girlfriend

Pico, de nuevo.

—¿Que haces aquí?— preguntó la castaña. El chico se giró hacia ella, dejando a la vista que llevaba un delantal rosa en el que ponía "Kiss the cook"— Pff, ¿y ese delantal?

Girlfriend soltó una carcajada, mientras Pico solo miraba en silencio.

—Se ríe la que va vestida como un chorizo a todas partes. Como sea...— suspiró el pelirrojo. Tomó dos platos con panqueques y le ofreció uno a la chica— Bon appetit 

Esta dejó de reírse y tomó el plato. Se le iluminaron los ojos al ver el contenido de este.

—Ohhh...— la chica sonrió, ilusionada —  ¿hiciste esto para mi?

—Se dice "gracias"— le contestó Pico, dejando su plato en la encimera— Y apúrate, tenemos que irnos enseguida 

—¿A donde?— volvió a preguntar esta, probando el desayuno 

—¿Tú que crees? Cuidar de ti no es el único trabajo que tengo— el chico se dirigió a la puerta de entrada, la abrió con toda normalidad y salió afuera con su mochila, más tarde seguido por una Girlfriend con un plato de panqueques.

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Ahora nos encontramos en una calle estrecha, de un barrio no muy de primera clase, en el centro de Funky City.

Pico debía llegar a un lugar en específico de la ciudad y, puesto que la casa de los Dearest estaba en las afueras, ambos llevaban un largo rato caminando.

—Entonces... ¿a qué te dedicas?— preguntó Girlfriend, intentando romper el silencio incómodo entre ambos 

—Digamos que, emm...— Pico no estaba muy dispuesto a responder esa pregunta— No es un trabajo muy agradable 

—¿Y trabajas también los sábados? Puf, debes estar pasándolo fatal— suspiró la chica 

—Si, bueno, es un trabajo con horarios cambiantes— siguió hablando este— A veces estoy semanas sin hacer nada, y otros días tengo que encargarme de varios...

—¿Encargarte de varios? ¿A que te refier-?— comenzó a preguntar la castaña, pero se detuvo de repente— Espera...

Girlfriend dejó de caminar un momento.

—No es un trabajo muy agradable, con horarios cambiantes— comenzó a murmurar la chica para si misma— Y debes "encargarte" de cierta gente...

Después de decir esas palabras, la castaña se quedó en silencio.

—«Mierda, quizás he hablado demasiado»— pensó Pico, tragando saliva. Después se acercó a la contraria— B-Bueno, pero no te asustes, obviamente no voy a-

—¡Te dedicas a cuidar niños!— exclamó la chica, con una sonrisa— ¡Claro, todo tiene sentido ahora! ¡Por eso mi padre te encargó que me cuidaras! 

Ahora el silencio era por parte del pelirrojo.

—«Supongo que no. Sigue siendo una idiota»— se dijo el chico a sí mismo, viendo como Girlfriend sonreía ilusionada

—¿He acertado?— le sonrió la chica, y Pico asintió sin mucha convicción— ¡Yay!

—«Aquí la única que parece una niña es ella»— el pelirrojo no pudo evitar sonreír un poco al ver lo feliz que estaba la contraria— Je je, si, acertaste 

El chico dio un par de palmaditas amistosas en la cabeza de Girlfriend, que solo siguió sonriendo tiernamente.

Tras caminar por esas calles durante unos 15 minutos más, llegaron a una especie de plaza donde se acumulaban la mayoría de viviendas de la zona. También habían cosas como comercios, una biblioteca pública y una iglesia.

Pico echó un vistazo alrededor: El lugar estaba desierto a esas horas de la mañana, pues, como en cualquier otro sábado a esas horas, la gente se encontraba durmiendo o trabajando. Momento perfecto para realizar su "trabajo".

Solo le quedaba encontrar a la víctima que le habían asignado. 

Según le habían dicho, ella era una chica alta y pelirosa d que aparentaba 20 años, que se encontraría en su iglesia sobre las 10 de la mañana. También le habían indicado que nunca estaba sola, así que debía tener cuidado con eso.

No sonaba tan peligroso, así que el pelirrojo no comprendió del todo por qué alguien la quería muerta... Pero su trabajo no era cuestionarse eso.

—¿Dónde están los niños que vamos a cuidar?— preguntó Girlfriend, interrumpiendo la narración anterior. Pico suspiró y se giró hacia ella.

—Tú quédate aquí, yo iré a encargarme de... los niños— el chico dijo eso último con algo de retintín— Será un momento 

Obviamente no podía arriesgarse a que Girlfriend lo viese realizando su trabajo como sicario. Pero, antes de poder irse, la chica lo agarró del brazo.

—¿En serio vas a dejarme aquí? Ugh, aburrido— dijo la castaña mientras hacía un puchero— ¡Yo también quiero ver a los nenes!

—No seas infantil, solo será un momento— repitió Pico, pero la chica negó con la cabeza— Oh, por dios

No, no quería arriesgarse a que Girlfriend le viese matando a alguien, pero tampoco quería que esta se quejase a su padre y acabar en la calle de nuevo. Así que se le vino una idea a la cabeza.

—Bien, como quieras— le dijo Pico, trazando su nuevo plan mentalmente— Los niños están en la iglesia, acompáñame 

La castaña sonrió ante estas palabras, tomó al chico de la mano con toda naturalidad y corrió hacia la iglesia, arrastrándolo detrás de si.

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—La razón por la que he sido contratado por tu padre es porque soy un niñero muy solicitado. Soy capaz de hacer otras cosas que no hacen otros niñeros

Ahora Pico y Girlfriend se encontraban frente a la puerta trasera de la iglesia antes mencionada, y el pelirrojo estaba contándole su plan a la contraria.

—¿Que cosas?— preguntó la chica, extrañada 

—A veces tengo que cuidar de niños que han sido, emm, ¡secuestrados por otras personas!— afirmó el chico, tratando de ocultar que mentía— ¡Y, cuando eso sucede, tengo que recuperarlos!

—¡Wow! ¿Y hoy vamos a hacer eso?— preguntó la castaña, impresionada. Pico no era el mejor mintiendo, pero ella se lo creía todo

—¡Efectivamente!— el chico señaló a la puerta— Aquí dentro hay una mujer muy mala que ha secuestrado a unos niños, y nosotros vamos a recuperarlos. ¡Y tú vas a ayudarme!

—¡Genial!— sonrió ella, ingenua— ¿Como lo hacemos?

—Muy sencillo— siguió explicando él— Ambos entraremos aquí. Tú irás a buscar a los niños y mientras tanto yo, emm, ¡lucharé con la mujer malvada!

Obviamente Pico planeaba matar a supuesta "mujer malvada", y solo estaba tratando de pensar cualquier cosa para distraer a Girlfriend mientras lo hacía. Y, como no, la castaña creyó todas y cada una de sus palabras.

—¡Que guay poder ser de ayuda!— sonrió ella, y Pico lo hizo también— ¿Quien es la mujer malvada?

Pico apuntó a la ventana, y ambos miraron a través de ella. Dentro de la iglesia podía verse a una chica de piel tricolor vestida de monja, que se encontraba limpiando un poco el lugar.

—Es ella— le dijo el pelirrojo a la castaña, en voz baja— ¿Lista?

—¡Por supuesto!— contestó ella, y ambos se alejaron de la ventana para entrar en el edificio.

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—¡Listo!

La monja de piel tricolor y de nombre Sarvente dejó la fregona apoyada en una de las paredes del lugar. Después, echó un vistazo al suelo a su alrededor.

—Por fin terminé de fregar... Uff, si que es grande este lugar— suspiró la chica, cruzándose de brazos— Espero que esté así un tiempo 

Mientras Sarv hablaba consigo misma, había un sicario pelirrojo y una chica castaña entrando sigilosamente por la puerta trasera del lugar. Por supuesto, se trataban de Pico y Girlfriend.

—Bien... ves allí, es donde están los niños— le dijo el chico a la castaña, señalando una puerta aleatoria. La chica asintió y se escabulló por esa puerta, en busca de unos nenes que ni siquiera había

Pico se escondió tras una de las columnas de la iglesia y suspiró. Se quitó la mochila y tomó el único objeto que llevaba dentro de esta: su inseparable arma.

Puesto que la monja tricolor parecía bastante tranquila, no habría que inmovilizarla ni atacarla antes, solo un disparo y listo. Parecía fácil... incluso demasiado. ¿Por qué nadie querría encargarle matar a esa chica?

—«Bueno, que importa...»

Cuando Sarvente se giró, el chico salió de su escondite y apuntó con el arma a la espalda de la pelirosa, listo para disparar.

Recargó la pistola, que solo hizo un leve chasquido, y ahí fue cuando Sarv le habló.

—Por favor, deberías dejar tu arma en la entrada. No se permite su uso aquí dentro— le dijo la chica en tono calmado— Eso aparte, ¿que te trae por aquí?

—¿Q-Que...?— tartamudeó este. ¿Como podía saber la monja que le estaban apuntando con un arma, si ella ni siquiera le estaba mirando?

—Lo que escuchaste— siguió hablando la pelirosa en tono calmado. Después de eso, ella se giró hacia él, y sonrió dulcemente— Y hazlo ahora

Pico estaba inquieto ante la tranquilidad de esa chica, pero no soltó la pistola. Y, mientras tanto, ella no dejaba de sonreír con toda la tranquilidad del mundo.

—¿No quieres soltar tu arma?— preguntó Sarvente, y rio un poco— Bien..., entonces supongo que no has venido a hablar de nuestro señor y salvador Jesucristo...

Sus ojos emitieron un destello blanco, y volvió a hablar, esta vez de forma más sombría.

—Parece que has venido a conocerlo

Antes de que Pico pudiera reaccionar, la piel de la monja comenzó a tornarse algo más oscura. Salieron un par de cuernos de su cabeza y dos alas de su espalda y, de alguna forma, comenzó a levitar en el aire.

—Q-Que carajo...— murmuró Pico, sin dejar de apuntarle con el arma, pero aún así paralizado e incapaz de disparar 

—¿Y ahora qué, zanahoria? ¿Vas a hacerme daño?— su voz sonaba infinitamente más aterradora ahora, sumado a su aspecto— ¿O puedo aplastarte como a un insecto por irrumpir en mi lugar sagra-

—¿Chicos?

...

Otra voz femenina interrumpió a la Sarvente transformada, quien la ignoró. Pico volteó a ver: Se trataba de Girlfriend.

—¿Q-Que está pasando?— tartamudeó la castaña. Se notaba que estaba muerta de miedo— ¿P-Por qué tiene alas? ¿Pico?

Girlfriend miró al pelirrojo, a la mano derecha de este, y dio un paso hacia atrás.

—¿P-Por qué tienes un arma?

—Girl, puedo explicarlo, solo... dame un momento— dijo el chico en voz baja, mirándola. Ella parecía estar a punto de echarse a llorar, y él no podía evitar sentirse... mal, muy mal

Mientras todo esto sucedía, Sarvente era ajena al drama. A la vez que Pico y Girlfriend hablaban, ella arrancó un trozo de una columna cercana y la lanzó com rabia en dirección al segundo.

¡CRASH!

Dejándolo así oculto bajo una montaña de piedra y escombros.

—¡PICO!

La castaña corrió hacia donde antes se encontraba el sicario, antes de que Sarv la agarrase por los pelos y la elevase en el aire como si no pesara nada.

—A la mierda ese insecto. Eso le pasa por perturbar la paz de mi iglesia— le dijo la tricolor a la contraria— ¡Y tú eres la siguiente!

El miedo de Girlfriend se había convertido rápidamente en preocupación, y ahora pasaba a ser otro sentimiento diferente.

Furia.

Del mismo modo que había pasado con Sarv, un destello rojo brilló en los ojos de la castaña, aunque no tuvo ninguna clase de transformación. 

—Ohh, ¿que fue eso?— la demonio transformada rio un poco— Que triste

Girlfriend no dijo nada, solo se quedó mirándola con toda la ira posible, apretando los dientes, con los puños cerrados y temblando.

Se escuchó un fuerte grito por parte de la castaña.

"¡NO TE ATREVAS A VOLVER A TOCARLE UN PELO A PICO!"

Seguido de un fuerte golpe.

¡CRASH!

Y, por último, de unas palabras preocupadas, de nuevo por parte de Girlfriend.

"Oh, por dios, espero que él esté bien..."

...

...

...