Capítulo 1

—Bien, ya estamos llegando

¡VROOM!

Daddy Dearest frenó el coche en el que él y Pico viajaban, frente a una enorme mansión. La vivienda era de colores oscuros, con todas las ventanas iluminadas, y sumado a que era de noche, le daba un aspecto bastante terrorífico.

—Entonces... ¿viven aquí?— Pico no creía haber visto una casa tan grande en su vida 

—Correcto. Aquí vivimos yo, mi esposa y mi hija— Dearest sonrió un poco al decir esto—  Me gustaría presentarte a mi mujer, pero esta noche tenia una actuación y no está. Así que puedo presentarte a Girlfriend.

El hombre bajó del vehículo mientras decía esto, y le hizo una señal a Pico para que bajase también.

—Ella es la chica de la que tendrás que ocuparte, como te he explicado— siguió hablando Dearest, mientras abría la puerta de la casa— No me gustaría que le pasase nada a mi querida hija

El pelirrojo suspiró al oír esto. Dearest había estado todo el viaje hablando de su "maravillosa hija", lo cual no hacía más que aumentar el pensamiento de Pico de que ella era una niña mimada cualquiera.

—Ya, supongo que no— Pico decidió darle la razón al hombre para no alargar la conversación 

—Debe de estar en su habitación— siguió hablando este, subiendo por la escalera, dirección al dormitorio de la chica, y seguido por el pelirrojo.

Ya arriba, Pico pudo ver que la puerta de la habitación de Girlfriend era bastante reconocible. Estaba pintada de un rosa pastel, decorada con pegatinas de cerezas, árboles y una de esas tiras de luces que se ponen en los árboles de Navidad. 

También tenía el nombre de la chica escrito en un cartel más arriba, "Girlfriend"

—«Esto es muy... infantil»— pensó el sicario, mientras su ahora jefe llamaba a la puerta del dormitorio 

—¡Girlfriend! ¿Puedo pasar?— preguntó el hombre-demonio antes de entrar y, sin esperar respuesta, pasó igualmente— ¿Girlfriend?

Daddy echó un vistazo rápido al dormitorio. Vacío. Su hija no estaba allí.

—Hmm, qué raro, suele estar leyendo aquí a estas horas— el hombre se rascó la cabeza, confundido, y de repente pareció recordar algo— Espera...

Sacó su celular rápidamente, le echó un vistazo, gruñó y lo lanzó con furia al suelo. Pico se asustó un poco por esta reacción.

—¡Hoy es VIERNES!— gritó Dearest con rabia— ¡Viernes por la noche! ¡Lo que significa que debió escaparse con ese gusano OTRA VEZ!

Pico seguía observando toda la escena, confundido, hasta que el demonio se giró hacia él y le señaló las escaleras.

—En ese caso, tu trabajo empieza hoy— dijo este con sequedad— Busca a mi hija y tráela de vuelta

Pico tragó saliva. No esperaba comenzar tan pronto con el encargo.

—Pero señor, emm...— el pelirrojo dudó antes de seguir hablando— Yo no sé dónde está su-

—¡Entonces BÚSCALA!— lo interrumpió Dearest— ¡SEPÁRALA DE ESE GUSANO DE CABELLO AZUL!

El chico asintió y, sin más discusión, salió corriendo escaleras abajo camino a dondequiera que estuviese Girlfriend.

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Mientras toda esa escena sucedía, un rapero peliazul y su novia se encontraban en la otra punta de la ciudad, a las puertas de uno de los estadios más famosos de Funky City.

Allí se congregaban cada viernes cientos de personas para ver cómo Boyfriend cantaba a toda velocidad, siempre acompañado de su pareja, Girlfriend.

Y si, las batallas de rap callejeras eran cosa del pasado; la fama del peliazul había pasado a ser tanta que empezó a dar actuaciones privadas en grandes lugares y a cobrar entrada por ello.

Al principio solo lo hacía de tanto en tanto, pero al final terminó por solo hacer eso, ya que le salía más rentable. 

Igualmente, Boyfriend no tardó en arrepentirse, pues tener el rap como hobby pasó a ser un trabajo que acababa con sus cuerdas vocales. Y Girlfriend tampoco estaba muy contenta con ello, ya que veía lo mal que él la pasaba.

La castaña le decía a su novio a menudo que dejara de hacer tantos espectáculos, pues sabía que eso no era bueno para él, pero el peliazul insistía en no querer decepcionar a su público.

Y eso terminó haciendo que la chispa entre ambos se apagara poco a poco, ocasionando discusiones y, en resumen, afectando a la relación amorosa de ambos.

Se plantearon varias veces separarse, pero... no podían.

Ambos eran conscientes de que ya no se amaban tanto, pero no querían que el público viera eso, ni dar explicaciones a nadie. 

Por eso siguieron fingiendo estar tan enamorados como siempre, como alguna vez lo estuvieron, aunque ya no fuera así.

...


—Bueno...— el de cabello azul suspiró, caminando por el backstage junto a su novia— En 15 minutos comienza la actuación. ¿Estás lista? 

—Claro— contestó ella— Aunque tampoco es que yo tenga que hacer gran cosa 

—Oh, no digas eso. Eres muy importante en el espectáculo— le dijo Boyfriend, dejando de caminar y girándose hacia ella— ¡Tú eres quien me apoya y me aconseja!

—Bueno, entonces deja que te aconseje— respondió ella, dejando de sonreír un poco

La sonrisa de Boyfriend se esfumó también. Ya sabía que era lo que Girlfriend iba a decir. Porque lo decía cada día en que tenia actuación.

—¿Realmente estás feliz haciendo esto?— preguntó la chica seriamente

El peliazul no respondió, y cambió su vista al suelo, en silencio.

—Boyfriend...— siguió hablando ella— No tienes por qué hacerlo si no te gusta cantar de esta forma. La gente lo entenderá. Y entenderán que no queremos seguir jun-

—¡Pero no puedo!— la interrumpió él, en un grito— ¡No puedo dejar de cantar para mi público! ¡No puedo decepcionarlos! ¡Y no puedo...!

El chico comenzó a bajar la voz de nuevo al decir esto.

—Y no... no puedo... dejarte— añadió este, volviendo a mirar al suelo, desanimado— No sé que haré sin ti...

—Ambos sabemos que esto no funciona, cielo— le dijo la castaña en un tono más calmado

—P-Pero... ¡he peleado mucho! ¡He cantado contra tus padres, contra un personaje de videojuego, contra el líder de un ejército! — Boyfriend parecía a punto de echarse a llorar— ¡No podemos dejarlo ahora!

—No quiero que sigas peleando por mi. Eso no es bueno para ti, cariño

Girlfriend puso su mano sobre la mejilla de su novio, y lo miró con una sonrisa algo triste.

—En el fondo, ambos sabemos que es verdad— le explicó la chica, en un tono suave— Sé que puedes encontrar a alguien mejor que yo. Alguien que no te haga pelear por ella.

—¡Pero no es tu culpa! ¡No es como si tú me obligaras!— siguió diciendo Boyfriend, casi parecía en pánico— ¡Yo...! 

—Umm, ¿interrumpo algo?

Una chica de cabello rosado y piel tricolor se asomó tímidamente por una de las puertas. Vestía un traje café de monja, y estaba colocándose unos guantes blancos mientras intentaba sujetar el micrófono. 

—¿Estáis listos, chicos? Me ha dicho la mánager que hay que empezar ya, y... Ruv se está impacientando— la joven rió nerviosamente después de decir eso último 

—¡Oh, si, Sarv, ya estamos!— Girlfriend se apartó un poco de su pareja

—¡Si si! ¡Empezamos cuando quieras!— dijo Boyfriend animadamente, alzando el pulgar

—¡Perfecto!— Sarv sonrió al ver que todo estaba bien, y se escabulló de nuevo por la puerta

En cuanto se fue, Boyfriend y Girlfriend volvieron a mirarse, y suspiraron a la vez.

¿Cuánto duraría ese intento de mantener la "relación" en pie?

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—Debe de ser aquí...

Volvemos con Pico. El chico de cabello naranja estaba ahora frente al estadio antes mencionado, respirando agitadamente, pues había llegado hasta ahí corriendo. Si, Dearest no le había proporcionado ningún vehículo.

—Joder, que carrera... —siguió hablándose a sí mismo— Pero al menos he llegado

En el exterior del estadio se proyectaba una gigantesca pantalla, en la que se iluminaban los rostros de Boyfriend y Girlfriend, un símbolo de VS y las caras de otras dos personas que Pico no reconoció.

—Supongo que esa es la gente a la que se enfrentan— Pico señaló a los desconocidos con la mirada— Heh, esa de ahí parece un helado napolitano 

El resto del edificio estaba apagándose, aunque la pantalla seguía brillando. El chico asumió que el espectáculo estaba por terminar, por lo que se acercó a las puertas...

—Bien, esperemos que no tarden en sali- ¡Ahhhh!

...por lo que fue arrollado por una gran masa de gente que salía del estadio. Si, el concierto había terminado.

Aún con todo el ruido provocado por esa gente, Pico pudo distinguir una voz familiar, Boyfriend.

"Bueno... Bien, otro viernes finalizado"

Seguido de otra voz, esta vez una femenina, que asumió que era Girlfriend, con la que estaba conversando.

"Sip. No estuvo mal, ¿no?"

"Nah, como siempre, pero bueno. ¿Te apetece ir a comer algo"

"Pero que sea rápido, debo volver a casa o mi padre me pillará... ¿Estará abierto Mc Donald's a estas horas?"

La primera parte de esa frase le recordó a Pico el por qué estaba allí, así que, después de que la gente se disipara, decidió dejarse de rodeos y acercarse a la pareja.

—¡Hey, alto ahí!— les gritó el pelirrojo, intentando sonar amenazante 

Boyfriend y Girlfriend se giraron hacia él. El primero lo miró sin miedo, y la segunda fijó su vista en el arma del sicario, lo cual tampoco la asustó mucho.

—Boyfriend, deja a la chica. Son órdenes de su padre— le ordenó Pico seriamente, para después recargar su arma. No planeaba usarla, pero creyó que esto lo asustaría.

—¿Pico? Hey, ¡cuanto tiempo!— le dijo el peliazul, amigable, y sin hacerle caso— ¿que te trae por aquí?

—El padre de tu novia me encarga que la devuelva a casa— siguió hablando el más alto seriamente—  Así que deja que lo haga. Ya

Girlfriend estuvo a punto de intervenir, pero Boyfriend lo hizo antes.

—¡Te reto a una batalla de rap! ¡Quien gane se queda con la chica!— dijo él, divertido, mientras sacaba su micrófono

—No quiero a tu novia, solo quiero devolverla a su padr- —antes de que Pico pudiera terminar, Boyfriend ya había comenzado a rapear ahí mismo, sin música ni nada— Oh, vamos, ya para 

El peliazul siguió rapeando su parte de la canción, y después paró y le hizo una señal a Pico, indicándole que era su turno de cantar.

El sicario, ya harto de ese espectáculo, dio un suspiro y se acercó a Boyfriend

¡PLAF!

Para darle tremenda patada en las bolas, haciendo que se le cayera el micrófono de la mano y él se quedase paralizado.

—Listo— Pico guardó su arma en el bolsillo— Más fácil eso que ganarle en una batallita de rap

Acto seguido, el pelirrojo se acercó a Girlfriend y la cargó con toda la normalidad del mundo. Después siguió caminando a paso tranquilo, alejándose del lugar.

—¿Que haces?— preguntó la chica, molesta

—Te llevo a casa— respondió Pico con normalidad 

—Sabes que puedo caminar, ¿no?

—En realidad no lo sabía, todo lo que haces en esas actuaciones es estar sentada—contestó el chico con sarcasmo— Además, traes tacones, de seguro andas muy lento

Ella se cruzó de brazos y no dijo nada. Quizás si que era mejor idea que ese sicario salido de la nada la llevase a casa, si eso suponía que Daddy Dearest no se iba a enfadar.

Si, no parecía tan mala idea. Además de que tampoco le molestaba especialmente ir a brazos de ese chico. La última vez que Boyfriend intentó cargarla se rompió una mano.

—«Desde luego... mi padre contrata a una gente más rara»— fue lo último que pensó Girlfriend, antes de quedarse dormida

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