───CHAPTER TWO, remember a suffering

           Jiyu tomo el papel que el peligris le había entregado, no había visto el interior desde que alucino. Lo dejo en la mesa, viéndolo con duda.

Debatiéndose en si abrirlo o no. Lo tomo nuevamente abriéndolo. Una dirección. Un lugar que ella conocía.

La playa.

Suspiro pesadamente cerrando sus ojos. Dobló el papel guardándolo. Sabía que tarde o temprano iría a aquel lugar.

Se paró tomando la olla con agua hirviendo, dejo caer el agua en el ramen, dejo que reposará por unos minutos.

Minutos en los que solo pensó en aquella persona que estaba en la playa. Seguía en si ir o no.

En si enfrentar de una vez.

Tomo el ramen, comiendo pausadamente, con su mente en otro lugar, su mente no dejaba de pensar y provocaba un dolor de cabeza. Intenso, pero soportable.

Camino hasta llegar a una caja con medicinas, tomo una para el dolor de cabeza y solo se la tomo con un poco de ramen. Suspiro fuertemente cerrando sus ojos, vio la cicatriz en su muslo.

Y ojalá no lo hubiera hecho.

Las imágenes pasaban en su mente como un circo, lleno de gritos, miradas, risas, burlas, y torturas, que las personas no se daban cuenta del sufrimiento.

Y ella era uno de los animales torturados.

Las imágenes no paraban, sangre, gritos de sufrimiento, cuerpos inertes. Las primeras lágrimas salieron, después más y más. Sin descanso. Sin piedad. Y llenas de sufrimiento.

Se dejó caer lentamente por la pared, sus manos hechas puños, clavando sus uñas en sus palmas y viendo pequeñas gotas de sangre caer lentamente.

Duro unos segundos hay, quieta, con una expresión tan dura e inexpresiva. Cerró sus ojos llevando una mano a su cabello, quitándose la cola alta que llevaba y golpeando su cabeza tratando de alejar las pocas imágenes que llegaban. Hasta que pararon y solo dejaron un recuerdo.

Ella y una niña, dos hombres riéndose, ellas forcejeando intentando evitar que abusaran de ellas, hasta que la niña dio un fuerte golpe con el piso, muriendo al instante y su mirada encima de ella. Golpeo al hombre que la sostenía, quien estaba mirando el cuerpo, tomo un palo y golpeó al otro. Una y otra y otra vez, sin descanso hasta que su cabeza quedó destrozada y la sangre encima de ella, volteo hacia el otro hombre viéndolo correr con lentitud gracias al golpe, camino hacia el con fuertes pasos, golpeándolo nuevamente y repitiendo lo mismo.

Abrió sus ojos, dejo de golpearse y de hacer presión en sus palmas, trago en seco respirando con velocidad.

Odiaba su vida antes de Borderland. En aquel mundo no tenía a nadie. O tal vez sí. Pero no quería recordarlo. No quería que esas estúpidas esperanzas de que va a volver al mundo real.

Porque eso no iba a pasar.

¿Para qué tener falsas esperanzas?. No servían. Y es era lo que le parecía estúpido en la gente de la playa.

Volvió a pararse caminando sin una sola idea de a dónde ir. Solo camino por las calles desoladas hasta llegar a una casa. Entro al conseguir la llave, el lugar seguía como antes, la única diferencia era el polvo que llenaba el lugar, tapo su boca con un cubre bocas para evitar una alergia.

Abrió una puerta, su habitación en aquella casa.

Sonrió levemente tomando una foto, donde estaban ella y una mujer pelinegra de cabello corto, sonrientes, en un zoológico. Otra foto era en ese mismo lugar, solo que ella están alimentado a una foca.

Las dejo en su lugar caminando hasta la habitación de la mujer, se sentó en la cama sin importarle el polvo, tomo la almohada que había dejado dentro de una bolsa, abrazo la almohada y cerrando sus ojos, teniendo un breve momento de paz.

No entendía como no habían saqueado la casa, pero agradecía que haci fuera, y que siempre omitieran esa casa.

Porque era lo único que tenía de bueno. La casa de su hermana.

Suspiro pesadamente al sentir una presión en su estómago, en una señal de mucho estrés. Pensó por un momento que hacer.

Decidió llevarse unas cosas de la casa, ignorando el dolor en su estómago camino hasta un bolso, al tomarlo algo cayó al suelo provocando que frunciera el ceño simplemente lo recogió abriéndolo sin ningún miedo.

'Sé que estás aquí. Estoy cerca pequeña'

Pequeña.

Solo había una persona que la llamaba así, y esa era su hermana. Varias veces se ha llegado a preguntar si su hermana mayor estaba en el Tokio solitario, y eso le llego a confirmar una de muchas dudas.

Pero si su hermana estaba ahí y sabia de ella ¿porque no la busco?.

Hizo una mueca rompiendo la nota con molestia, camino por la habitación tomando unas cosas sin dejar de pensar en su hermana. Paro cuando escucho voces. Dos hombres. Recuerdos horribles la invadieron. Tomo un cuchillo mientras caminaba con sigilo hacia las voces se asomó por una esquina viendo a dos hombres de más o menos la misma edad, altos y castaños.

Se volvió a esconder cuando ambos voltearon hacia su dirección. No hablaron ni hicieron ruido. Y supo que si la habían visto, cerro sus ojos empuñando de forma inclinada, preparándose para atacarlos en cualquier caso.

Tomo un jarrón al ver a uno mirando a dirección contraria, estrello el objeto en la cabeza del hombre dejándolo desorientado, golpeo la nuca dejándolo inconsciente, miro de manera neutral hacia el otro lado caminando hacia las escaleras jugando con el cuchillo, dándole vueltas una y otra vez con un rostro divertido.

Cualquiera pensaría que lo estaba disfrutando.

Y en cierta parte, así era.

Vio al hombre revisar unas cosas, también vio el arma de fuego que llevaba. Miro a su alrededor, pensando en cómo quitarle el arma sin que él se diera cuenta o que disparara.

Se acuclillo desatando el cordón del zapato hasta tenerlo en sus manos, lo enrollo en sus dedos, acercándose como un depredador cazando a su presa. Salto encima de la espalda del hombre, ahorcándolo con la cuerda, después paso su brazo por el cuello a la vez que puso su pierna encime del arma, evitando que la agarrara, se impulsó hacia adelante tumbándolo y apretando los brazos y piernas con las suyas, dejo de hacer presión cuando el contrario dejo de pelear, notando que estaba inconsciente.

───Bien, fue divertido. Ahora a sacarlos de aquí───Murmuro volviendo a atar su zapato. Tomo al que estaba frente a ella de los pies y lo arrastro hasta la planta baja.

Después de dejarlos un poco lejos de la casa, tomo camino hacia el hogar de su hermana, tomando el bolso y yéndose de ahí. Ya era de noche por lo que decidió ir a uno de los juegos, a ver si ganaba otra carta o a probar su suerte, se puso su cubre bocas y su suéter con el bolso en mano.

BUENAAAASSS PRECIOSXS

¿Como están?.

¿Que sintieron al saber un poco del pasado de Jiyu?.

¿Que les pareció este capitulo?

¿Que teoría tienen sobre la hermana mayor de Jiyu?.

Díganme las teorías o lo que piensan<3

Jiyu es una Diosa🛐. Y no me lo nieguen

Les repito que esta historia contiene sangre y mucha violencia.
Y por parte de Jiyu, se podría decir que tendremos bastante
violencia y bajones emocionales.

                          Ella🔪✨