Capítulo 8 Un Sabor Dulce y Salado ꪜ
Un aroma conocido que he percibido en alguna parte antes y este sentimiento de calidez que se impregna en mi pecho, hace un tiempo que no sentía esto. Al mirar por la ventana veo como los rayos del sol comienzan al filtrarse a través del frío vidrio logrando darle calor a mi rostro haciendo que arrugue la nariz un poco, y como todas las mañanas ella vendrá a verme con una sonrisa en su rostro
— Buenos Ruri, ¿dormiste bien? —como siempre esa sonrisa y el beso en la frente para luego despeinar mis cabellos
— ¡Si, buenos días mamá!
Si, he vuelto a aquellos días en que solo era una niña que recibía todo el amor y cariño de sus padres. Mi madre es una mujer muy cariñosa y bondadosa, siempre se mantiene tan pendiente de nosotros y nos ama sin diferencias tanto a mi hermano como a mi... ella es tan brillante y hermosa, siempre que veo el sol de las mañanas la recuerdo a ella
— Mamá ¿estás feliz de tenernos? ¿no tienes arrepentimientos?
Yo... solo recuerdo ver una expresión de asombro adornar su rostro, pero sonrió y cerró sus ojos, aún así yo no recuerdo cual fue la respuesta de mi madre en ese momento. ¿Qué fue lo que dijiste en ese momento? ¿esa sonrisa era real? Mi recuerdos solo albergaron el aroma del chocolate caliente junto aquella vista de mis padres riendo alegremente mientras Kazu-nii y yo les escuchábamos
"Te equivocas, deberías hablar en pasado"
— ¡Ah! —exclamó Ririka al despertar de repente— solo fue un viejo sueño
Los recuerdos del pasado habían regresado en sus sueños, Ririka lo sabía muy bien. Despertar de un buen sueño para ser golpeado por la fría realidad de que tanto su madre como su padre murieron hace mucho tiempo no era precisamente la mejor manera de iniciar su mañana y día
— Buenos días Ruri —le saludó Tamaki mientras servía el desayuno— ¿dormiste bien?
"Déjà vu"
— Buenos días Tamaki —respondió Ririka para luego ayudarle a llevar las tazas— ¡oh, hiciste chocolate!
— Si, me pareció una buena idea ya que a Kazuyoshi y a ti te gusta
— ¡Hum, no deberías darle a ese malo! —negó Ririka al recordar los bonitos apodos que le daba su hermano
— Parece que amaneció de un humor ¿no?
— ¿Qué dices? —inquirió Ririka entre risas— siempre me levanto de buen humor —añadió para luego retirarse en silencio
— ¡Buenos días señoritas! —exclamó Kazuyoshi con una bata de rayas— oh, olvidé que en esta casa vive un guisante
— ...
— ¿Desea malvaviscos en su chocolate? —le cuestionó Tamaki al ver el silencio entre ambos
— Si, gracias Tamaki
El desayuno se dio una parte en silencio y otra en pequeñas conversaciones mismas que Ririka casi no participó ganándose una mirada de preocupación por parte de ambos. Dar las gracias, despedirse y encaminarse hacia el instituto pues su hermano debía volver a su rutina también, sin embargo para ella no era molesto caminar por las mañanas y familiarizarse con la zona
— Al menos la mañana es tranquila... —suspiró la joven para seguir su camino y girar en la esquina— oh, no puede ser...
Ririka no podía creer lo que veía, pues al llegar a la esquina por el mismo camino venía el chico de cabellos rojos y ojos del mismo color, parecía más dormido que despierto e incluso desorientado, la joven pensó en dar la vuelta e irse lo más pronto posible para evitar algún nuevo problema, pero...
"Si sigue así va a llegar tarde"
— ¿Algún día aprenderé? —se cuestionó resignada para luego acercarse al chico— buenos días, chico... ehm ¿me recuerdas?
— ¿Hum? ¿nos hemos visto? —le devolvió el joven entre bostezos
— Hum, espera... —pidió Ririka acortando la distancia entre ambos y dandole un ligero golpe en la frente
— ¡Auch! Eso duele... —negó Sumihiko para finalmente despertarse del todo— ¡ah, la chica de Sekirei!
— Finalmente despiertas
— ¡Lo siento! Es que siempre ando con sueño jajaja
— Por cierto, no soy la chica Sekirei soy Yamamoto Ririka
— ¡Kamado Sumihiko! Un gusto Yamamoto-san
— Igualmente Kamado-kun —respondió Ririka brindándole una corta sonrisa
Ambos siguieron el mismo camino pues sus institutos estaban casi en la misma dirección, además a Ririka le preocupaba en parte el chico pues antes de darse cuenta ya iba de nuevo con sueño, por lo que al final tuvo que tomarlo de la manga y conducirlo para que no terminara chocando contra un poste. Sumihiko en varias ocasiones se disculpó con ella más su propia revelación le daría una fuerte sorpresa a la chica
— ¡¿Qué?! ¿somos casi vecinos? —cuestionó Ririka sin poder creerlo, ahora entendía porque se lo había topado cerca de su casa
— Si, vivo a la vuelta de la esquina con mis padres y hermano mayor —respondió Sumihiko divertido
— Oh...
"Gracias Dios, última vez que recurro a ti"
— Yamamoto-san ¿eres novia de Tōjuro-kun?
— ¿Eh? ¡no, para nada!
— ¿En serio? Ya que ambos se llaman por sus nombres sin honoríficos pensaba que era así...
— Él insistió ya que no quise darle mi apellido...
— ¿Eh? Pero ¿no eres Yamamoto? —cuestionó el de orbes rojas ahora despierto— ¿acaso no confiabas en él al principio?
— Puede ser... cuando nos conocimos chocamos y terminamos en el suelo, luego apareció de repente mientras soltaba mis pensamientos
— Tōjuro-kun parece aparecer en los momentos que más lo necesitas ¿no crees?
— ¿Por qué piensas eso? —le devolvió Ririka insegura al respecto
— Mientras decías la situación mantenías un semblante decaído, pero una vez que decías "Tōjuro" tu expresión cambia a una más suave, por eso pienso eso además es mi mejor amigo y sé que una persona con su carácter es más que bienvenida
"Tōjuro-kun aparece cuando más lo necesitas"
Su primer encuentro fue cuando Ririka sentía mucha más presión por su pasado y familia, esa caída y contacto visual le trajo colores a su entorno, luego se volvieron a ver cuando ella soltaba argumentos llenos de odio. Cuando anheló volver a verlo antes de sumirse en el miedo, su repentino salto hacia el tren, ambos en la estación de policía, la ayuda al pequeño Giichi, su regreso a casa, sus antiguos miedos y sus brazos cálidos...
"Tōjuro siempre estuvo allí"
— No esperaba que un chico dormilón fuera observador, Kamado-kun —le molestó Ririka antes de soltar un suspiro— gracias por hacerme notar algo que no había visto
— Al parecer no soy tan distraído como Kanata-nii dice —añadió Sumihiko entre bostezos
Ririka y Sumihiko se separaron al llegar al puente, sin embargo no esperó para nada que Tōjuro también estuviera allí. El chico de cabellos rubios los observó a ambos fijamente sin decir nada creando un silencio extraño, mismo que fui roto por Sumihiko al notar que faltaba cinco minutos para que tocara la campana y cerraran la entrada
Ambos partieron dejando a Ririka atrás quien sintió un poco de pena al ver a Tōjuro y recordar que había perdidos los estribos el día anterior dejándole ver algo desagradable, era seguro que él tenía preguntas a las cuales ella no estaba dispuesta a dar una respuesta, sin embargo Tōjuro se detuvo a la mitad para voltear con una gran sonrisa y gritarle una promesa
— ¡Ririka, reunamos aquí cuando terminen las clases! ¡es una promesa! —exclamó Tōjuro alzando su dedo pulgar divertido al ver la cara perpleja de la chica
"Una promesa"
— No es como si pudiera negarme...
Ririka había notado un pequeño cambio en si misma, antes se cohibía con facilidad al sentir las miradas posarse en ella al llegar al instituto, pero hoy entró con tanta facilidad que ni se dio cuenta cuando llegó a la biblioteca ¿quizás se dejó llevar por su pensamientos? O tal vez aún no habían tantos estudiantes en las instalaciones
— Oh, ahí estás ¡Riri-chan!
— Buenas días Kanae-senpai, Shinobu —les saludó Ririka a las hermanas Otsuka
— ¿Sucede algo?
— ¿Eh? ¿por qué?
— No pareces muy animada a diferencia de otros días —añadió Shinobu como si fuera lo más obvio del mundo
— Hum, bueno... tuve un sueño
— ¿Un sueño? Tal vez... ¿con tu madre?
— Si, también vi a padre y fue más un recuerdo del pasado
— Tu madre era una mujer muy hermosa, me gustaba su estilo de modelaje
— A mi también, siempre cuidó su imagen y nunca empañó el nombre de tu familia, realmente me sorprendió que una enfermedad la consumiera así
— Pero, cuando miro a Riri-chan veo mucho de su madre en ella —añadió Kanae tocando la mejilla de la joven— tienes la misma mirada y cabello, sin embargo tienes tu propio toque, y creo que conforme vayas creciendo te parecerás aún más
— Es comprensible que los reporteros anden en tu búsqueda, todos desean saber que sucedió con la joven señorita, sin embargo tu abuela es tan buena escondiendo todo sobre ti que eres un gran misterio
— Ciertamente, aunque Ririka estudie en esta academia y los estudiantes sepan quien eres está totalmente prohibido que te saquen fotos o digan cosas sobre ti, el poder de la familia Yamamotoyama es increíble
— Para nada, es tan pesado que me da náuseas... desde que papá murió la familia ya no fue la misma, fue como si todos se hubieran quitado sus máscaras para hacer lo que quisieran...
— Tu papá no pudo soportar la perdida de tu madre, debió amarla con su vida para que la tristeza y el exceso de trabajo le jugaran en contra
— Aunque ellos no estén ahora, me siento muy agradecida de tener a Kazu-nii y Tamaki conmigo, si ellos no hubieran estado allí estoy segura que tampoco estaría viva a estas alturas
— Porque tienes personas que amas a tu lado y también eres fuerte Ririka, pero es tanta tu lealtad a otros que bajas la cabeza con tal de mantenerlos a salvo
— Eso...
— Incluso te preocupas por nosotras y nos mantienes a salvo, realmente eres una Kohai increíble, pero terca —soltó Shinobu un poco molesta— no cargues con todo, nosotras siempre te apoyaremos
— Si, gracias a ambas
— ¡Bien, es hora de ir a clases!
Tal y como Kanae lo dijo no pasó mucho para que la campana anunciara el inicio de clases, por lo que las tres tomaron sus pertenencias y se marcharon a sus respectivos salones a comenzar su jornada, siendo esta vez para Ririka más sencilla y llevadera, algo que la sorprendió y confundió al mismo tiempo.
"¿Por qué me siento así?"
La jornada llegó a su fin sin ningún percance, Ririka y las hermanas Otsuka se reunieron en la salida y hablaron unos minutos hasta que su chofer llegó por ellas. La joven no les dijo por el momento sobre su reunión con Tōjuro, quizás debería comenzar a hablarles sobre él pues no sentía que debiera ocultárselos, sin embargo era una conversación que sería para otro momento
Las vio marchar en el lujoso auto negro, Ririka se giró levemente haciendo que su cabello se moviera suavemente con el viento logrando que cerrara sus ojos, para su sorpresa al abrirlos encontró que Tōjuro la esperaba en la esquina con una gran sonrisa mientras alzaba su mano en una señal de saludo bastante efusivo
Ririka palideció rápidamente y miró con precaución su alrededor antes de comenzar a caminar y susurrarle en corto y rápido que la siguiera a una distancia, por suerte se mezclaron con algunos alumnos hasta llegar a un punto ciego donde si alguien quería verlo debía pararse frente a ellos, la joven sintió que por fin podía respirar y se giró algo molesta hacia Tōjuro, más eso no duró mucho pues el chico la observaba divertido
— Tōjuro, nunca te confirmé que iría contigo —soltó Ririka intentando sonar molesta
— ¡No te negaste antes y tampoco me enviaste un mensaje! así que asumí que irías conmigo, Ririka
— No esperaba que vinieras hasta aquí...
— No es muy lejos de mi instituto, así que pensé que sería bueno venir a verte para que no huyeras —añadió Tōjuro al ver la expresión de enojo en la chica
— No iba a huir, solo...
— Quieres protegerme, lo sé
— ¿Por qué...?
— No lo sé, es lo que siento al verte, sé que hay muchas cosas que quieres mantener ocultas, y yo pienso respetarlo Ririka
La joven le observó en silencio para luego bajar su mirada hacia el suelo, se sentía un poco cohibida al ver como el chico frente a ella era capaz de comprenderla y saber que estaba pensando. Tōjuro se acercó a ella y tomó su muñeca para empezar a caminar, Ririka le seguía apenada más no era un gesto que llegara a molestarle
Se alejaron de la zona de viviendas para adentrarse en un lugar abierto y lleno de varios locales, parecía como si fuera un festival al ver los colores brillantes que decoraban el lugar, Ririka se sintió algo ajena y bastante perdida pues no conocía para nada aquel lugar.
— ¿A dónde vamos?
— ¡A un restaurante que sirven mega porciones de comida y tiene adornos de serpiente! —respondió Tōjuro entusiasmado
Ririka solo se dejo llevar por el joven vivaz, pues el conocía perfectamente el camino. Al cabo de unos minutos ambos estaban frente a un restaurante con decoración un poco antigua como si fuera una posada, solo que sus decoraciones eran de serpientes. Al entrar una mujer de cabellos entre rosados con verde y ojos del mismo color les recibió con un gran ánimo
— ¡Bienvenidos! ¡vaya, tenemos una pareja hoy! —festejó la mujer sonrojada, Ririka incluso podía ver pequeños corazones rodearla— ¡Y se trata de Tōjuro-kun!
— Hum, no somos eso... —negó Ririka bastante apenada
— ¡Oh, lo siento es que se ven tan lindos!
— ¡Mitsuri-san me alegra verla! —le saludó Tōjuro para nada apenado por la situación— ¡ella es una gran amiga, por eso quise traerla!
— Entiendo, lo siento Tōjuro-kun y...
— Ririka, un gusto...
— ¡Si, Riri-chan! Entonces vengan conmigo
Ambos siguieron a Mitsuri hasta una mesa del cual Ririka pudo observar a un joven de cabellos negros, al parecer él era la persona encargada de la cocina. El mismo joven volteó a observarlos y dejó el lugar para acercarse a ellos, sus ojos eran de diferente color y usaba un cubre bocas
— Tōjuro, ya era un tiempo que no te veíamos por aquí
— ¡Obanai-san, ha sido un tiempo!
— ¿Tu novia? —le devolvió Obanai enfocando su mirada en Ririka
— ¡No, no lo es! —negó Tōjuro, sin embargo esta vez sus mejillas estaban levemente rojas cosa que no pasó desapercibida para los adultos
— Ya veo, bueno aún son jóvenes —sin nada más que agregar Obanai se volvió a retirar junto a Mitsuri que ya había tomado su orden
— Lo siento Tōjuro
— ¡¿Por qué?!
— Creo que te hice pasar vergüenza con tus conocidos...
— ¿Hum? ¡Ah, no es así! —negó Tōjuro divertido— me preocupaba más que te sintieras incomoda Ririka, ellos tienen la costumbre de bromear con las parejas, ya que les recuerda a ellos
— Ya veo... ¿eh? ¿están casados ellos dos?
— ¡Si, así es!
— No lo esperaba, pensaba que eran familia...
— Bueno, ciertamente Obanai-san es más reservado que Mitsuri-san —reconoció Tōjuro mientras tecleaba sus dedos sobre la mesa
Ririka se entretuvo observando la mano de Tōjuro sobre la mesa, por simple inercia alargó la suya para tomarla sorprendiendo al chico frente a ella, quien solo podía apreciar la concentración y un extraño brillo en los ojos verdes. A diferencia de sus manos las de Ririka eran más pequeñas y suaves
— Realmente te esfuerzas entrenando con la espada de bambú, me recuerdas a mi hermano mayor, él también tenía la manos así de callosas de tanto entrenamiento. Una mano fuerte y que siento que puede proteger sus propios ideales —soltó Ririka dejando una leve caricia mientras dibujaba el Kanji de fuerza en la palma de Tōjuro
La joven finalmente alzó su verde mirada hacia el chico que la observaba en silencio con una expresión de ligera sorpresa mientras el rubor comenzaba a apoderarse de su rostro, por fin Ririka cayó en cuenta de su cercanía y que su conciencia le había jugado una mala pasada siendo algo irrespetuosa con Tōjuro
— ¡L...Lo siento! Yo solo... —balbuceó apenada sin saber donde esconder su rostro
— ¡Aquí tienen su orden! —les interrumpió Mitsuri, quien venia con una gran bandeja de Taiyaki
— ¡Gracias Mitsuri-san!
Tōjuro bastante animado al percibir el buen olor del pastel se dispuso a servirse unos cuantos, sin embargo Ririka no lo hizo ganando así la atención de ambos, siendo que la joven mantuviera la mirada fija en la bandeja, incluso Obanai se acercó a ver que estaba sucediendo
Los tres no lo sabían, pero la madre de Ririka amaba hacer Taiyaki para ellos, su padre y hermano mayor lo amaban tanto que incluso ella deseaba aprenderlo, por eso siempre se había esforzado junto a su madre. Su tan querida y dulce madre, su delicada silueta que desprendía belleza y elegancia, su característico aroma a dulces, ahora incluso podía sentir uno similar a su lado
— Ririka-chan ¿te gusta el taiyaki? —le cuestionó Mitsuri a su lado mientras le daba unas palmaditas en la cabeza
— El taiyaki debe comerse mientras esté caliente, no desperdicies mi esfuerzo —añadió Obanai que se había sentado a un lado de Tōjuro
Nuevamente una escena bastante similar se hacia presente, aunque no eran sus padres y hermano mayor se sentía de la misma forma, no... Obanai-san y Mitsuri-san le daban ese aire paternal al ser una pareja casada, pero ¿qué sentía con Tōjuro? Aún era muy pronto para ella el saber la respuesta
"¿Madre estás feliz de tenernos?"
El recuerdo de nuevo vino a su mente, pero esta vez pudo ver el rostro de su tan querida madre tan claro, su largo cabello pulcramente peinado en una larga trenza y sus profundos ojos verdes llenos de cariño y amor mientras dibujaba una sonrisa en sus labios rosados
"Por supuesto Ruri, ustedes son mi mayor orgulloso, ustedes me enseñaron a ser madre"
Ririka con cuidado tomó uno de los taiyaki entre sus manos para luego acercarlo a su rostro y disfrutar de su agradable aroma, mientras su otra pregunta se volvía a formular en su mente a la espera de rememorar una ya lejana y profunda respuesta
"¿No tienes arrepentimientos?"
Sin decir mucho llevó el pastel a sus labios para darle su primer mordisco, estaba suave y levemente caliente, sin embargo no era algo que le molestara, así como tampoco lo eran las lágrimas que descendían por sus mejillas en esos momentos, mientras dibujaba una tímida sonrisa en sus labios que hacían brillar levemente su mirada esmeralda
"Ninguno, soy feliz porque tengo mi propia familia"
Ririka descubrió un nuevo sabor aquella tarde, uno que era tan dulce y al mismo tiempo levemente salado por sus lágrimas, pero no representaban tristeza, sino un profundo sentimiento de nostalgia mezclado con una gran alegría al recordar lo que su madre le había respondido aquel día
"Nunca más volveré a olvidarlo, mamá"
— El taiyaki de hoy estuvo delicioso, gracias Tōjuro
— ¡Umu! ¡totalmente de acuerdo con tu pensamiento!
— Tōjuro...
— ¿Hum?
— Lo siento, yo... aunque estaba presente, mi conciencia se mantenía enterrada en mis memorias
— Lo sabía
— ¿Eh?
— No estabas bien, lucías distraída y tu mirada denotaba que estabas confundida, por eso quise intentar animarte
— Realmente eres... pero, ¡gracias! —soltó Ririka regalándole una amplia sonrisa que resaltó nuevamente su mirada
— Yomoya... —susurró distraído
— ¿Yomo-? ¿qué? —Ririka no comprendió el uso de aquella palabra
— ¡No, nada!
— Hey, Tōjuro —le llamó Ririka posicionándose frente a él
— ¿Hum?
— Mi madre era modelo, la conocían como "Tsubasa" —soltó la joven mientras observaba el cielo azul mezclado con tonos rojizos y naranjas— algunos la consideran un ángel y otros un hada
— Tsubasa... —susurró Tōjuro mientras su voz se perdía en la distancia
Leer por favor UuU
¡Chicas! Disculpen las molestias, pero en esta ocasión antes de llegar a la nota final quería recomendarles sobre una gran artista que sigo en Instagram, dibuja increíble y su OC lo es aún más, por eso si es posible quería pedirles que la apoyaran ^^ pueden encontrarla como @nanamay_nami ¡no se van a arrepentir! :3
Les dejo dos de sus dibujos ✨👌🏻
¡Hello! Nuevo capítulo ^^ y debo decir que este en lo personal me encantó muchísimo, no sé... varios de los momentos que se dieron fueron mis favoritos, pero... vemos ya un poco sobre la madre de Ririka, incluso ella misma decidió decirle sobre ello a Tōjuro ¿a alguien le dio ternura la pareja de casados? ¡me encantaron! Y creo que van a influir en parte en ambos, sin embargo todos les andan poniendo de novios ¡muy rápido! Espero les haya gustado el capítulo de hoy y estoy muy emocionada de ya ir por el siguiente :3
Att: Andysakurai15
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