Capítulo 7 Aroma a Sol ꪜ
Siempre debes escuchar los consejos que las personas a tu alrededor te den, más si vienen de personas que son muy cercanos o allegados a ti, como su hermano mayor por ejemplo. Ririka no dejaba de repetirse eso es su cabeza una y otra vez para ver si así se guardaba en su memoria y siempre que se confiara o bajara su guardia, aquella advertencia se hiciera presente.
"Mi cerebro solo avisa cuando tengo hambre"
Tōjuro por su lado parecía bastante divertido por la situación, aunque no era algo que se pudiera asumir tan fácilmente pues siempre lo había visto de buen humor y con una gran sonrisa surcando su rostro, sin embargo en esos instantes su presencia era reconfortante y de gran ayuda sobretodo por el niño que iban llevando a su casa
El pequeño que responde al nombre de Tomioka Giichi se mostró un poco tímido al comienzo, pero conforme pasaron los minutos y comenzaba a reconocer las calles donde vivía se había calmado y mostrado su actitud curiosa y alegre haciendo que Tōjuro se emocionara y ambos se enfrascaran en un conversación sobre el Kendo, sin embargo por más entretenido que pudiera estar Giichi, nunca soltó la mano de Ririka
— ¡Ya falta muy poco! —exclamó Tōjuro muy contento
— Gracias Tōjuro-senpai y Ririka-nee, pero creo que ya puedo ir por mi cuenta desde aquí
— ¡¿En serio?! —inquirió Tōjuro bastante serio causando cierta impresión en el menor que se aferró a Ririka algo apenado
— No dudamos de tu capacidad Giichi-kun, pero ya que ese policía malhumorado nos pidió llevarte, considero que lo mejor es dejarte en la seguridad de tu casa, así ambos podemos retirarnos tranquilos
— ¿No será una molestia?
— Claro que no, estamos para ayudarte
— Bien, entonces vamos todos juntos
— ¡Entendido, yo seré su guía!
— Tōjuro, realmente estás animado —negó Ririka al ver su desbordante entusiasmo
— ¡Umu! ¡Ririka, finalmente me hablaste!
— ¿Eh?
— Parecía que me estabas esquivando, me quedé bastante preocupado por ello
— Lo siento, Tōjuro —susurró Ririka bastante apenada al saber que su comportamiento no había pasado para nada desapercibido
Este tipo de sensación no le agradaba, siempre se esforzaba por mantener sus emociones contenidas y guardadas en lo profundo de su ser para que no se aprovecharan de ella, sin embargo desde que conoció a Tōjuro se sentía como un libro abierto al cual el joven podía acceder a cualquier contenido que el deseara, en resumen Tōjuro en muy poco tiempo había logrado desestabilizar su control y ver sus deseos y dolores
— Ririka-nee ¿tienes novio?
— ¿Eh? No, para nada —negó Ririka sin darle mucha importancia
— ¿En serio? Que raro —respondió Giichi reflejando decepción en su rostro
— ¿Raro?
— Pensaba que Tōjuro-senpai era tu novio —confesó el menor logrando que ambos se detuvieran a observarle
El silencio se hizo presente y Giichi comenzó a sentirse incómodo por ser observado fijamente por ambos "Senpai", sin embargo grata fue su sorpresa al verlos levemente apenados por el asunto, ni siquiera eran capaces de hacer contacto de visual. Giichi decidió ocultar una pequeña sonrisa que amenazaba con escaparse al ver que sus palabras quizás no eran del todo erróneas
— ¡Ririka-nee eres muy bonita! —le elogió antes de darle un corto abrazo que la mencionada correspondió apenada— ¿todas tus amigas son así de bonitas como tú?
— Eso... gracias Giichi-kun, pero yo personalmente creo que mis senpai de la secundaria son muy hermosas, son hermanas la mayor es Kanae y la menor Shinobu
— ¿Shinobu? ¡Es un lindo nombre!
— ¿Verdad? Si nos volvemos a ver te las presentaré —le ofreció Ririka divertida
— Entonces Ririka-nee ¿intercambiamos line?
— ¿Eh? ¿ya usas line?
— ¡Por supuesto! Tengo doce años
— Oh, tenemos una diferencia de tres años y con Shinobu serían cuatro
— ¿Me veo muy pequeño?
— No, pero tienes una cara muy tierna —añadió Ririka para esta vez jalar sus cachetes
— ¡Ririka-nee no soy un bebé! —se quejó el menor fingiendo estar molesto, sin embargo sacó su celular rápidamente dando a entender que le diera su numero
— Bien, bien enseguida te lo doy —declaró Ririka sacando también su celular.
La joven juntó ambos y así los dos intercambiaron sus números para luego agregarlo, sin embargo no esperaba que Tōjuro con una sonrisa muy brillante porque si su vista no estaba tan mal podía ver hasta brillos a su alrededor y con su teléfono entre sus manos parecía decir "¿Me das tu numero a mi también?" Ririka no pudo evitar pensar que era muy lindo en esos momentos, pero el joven no pensaba quedarse esperando así que acortó la distancia algo tímido y juntó su celular con el de la chica antes de decir
— Ririka ¿puedes darme tu número a mi también? —cuestionó con una gran sonrisa surcando su rostro
— ¿Eh? Ah... bueno —balbuceó sintiéndose muy tonta al haberse dejar llevar por esa sonrisa— aprovechado... —masculló por lo bajo
— ¡Bien, sigamos! —declaró Giichi tomando a ambos de las manos y emprendiendo la marcha hasta su hogar— ¡oh, miren! Nuestras sombras se ven como una familia
Los tres se detuvieron a ver como efectivamente por el sol del atardecer sus tres sombras formaban algo similar a una familia, Tōjuro bastante divertido y curioso alzó su mirada hacia Ririka deseando ver que tipo de expresión ella estaría haciendo, sin embargo la joven mantenía la mirada baja y las orejas algo rojas causando una sonrisa más suave y dulce en el joven que volvió a bajar su mirada para seguir caminando
— Es allí —les informó Giichi donde efectivamente en el portón de la casa se podía leer "Tomioka"— muchas gracias por haberme acompañado hasta aquí
— No es nada, es un alivio que vuelvas bien a tu casa
— ¡Umu! ¡lo importante es la seguridad de uno!
— Giichi ¿estás solo en casa?
— No, mis padres están trabajando, pero mi tío ha de llegar pronto con su esposa
— Que bueno, entonces es momento para nosotros de retirarnos
— ¡Si, espero verlos de nuevo!
— ¡Hasta luego, cuidate!
Ririka y Tōjuro volvieron sobre sus pasos hasta cerca de la academia de la joven pues ella no hubiera podido hacerlo del todo sola si no conocía la zona, sin embargo desde que el pequeño Giichi se quedó en su hogar el silencio se había hecho presente causando que Tōjuro llevara la delantera y Ririka le siguiera con una distancia de dos pasos.
— Ririka, no te quedes atrás —le pidió Tōjuro antes de tomar con cuidado su muñeca y situarla a su lado— si no te veo voy a preocuparme
— Estaré bien, no soy una niña...
— ¡Ciertamente! ¡Pero no tienes sentido de la orientación en estos momentos!
"Punto para Tōjuro"
— ¿Esta bien que llegues tarde a casa? —le cuestionó Ririka— tus padres podrían preocuparse y debes tener tareas por hacer sobretodo si estás en un club que exige mucho como el Kendo
Su afirmación logró borrar la sonrisa divertida de Tōjuro, quien se había quedado sorprendido por el pequeño ataque que Ririka le había devuelto, sin embargo aquello era una faceta que le daba a entender que ella era muy observadora y buena con las palabras también, lo cual la hacía tan... ¡interesante!
"Punto para mí"
— ¡Tienes razón, pero me importa más la seguridad de una chica! —declaró Tōjuro con una expresión seria para esta vez tomar su mano y apretarla ligeramente— ¡vamos, ya está anocheciendo! —añadió para luego echar a correr con ella
Ririka no dijo nada por su parte, la mirada tan fuerte y decidida del joven ante ella le había dejado sin palabras, simplemente se sentía segura. Aún si estaban corriendo solo podía sentir que el frío viento que golpeaba su rostro no era nada en comparación a la calidez que podía sentir de su mano entrelazada a la del muchacho, por eso ese pequeño momento en secreto lo atesoraría.
— ¡Umu! así que te mudaste y ahora estás más cerca de tu academia ¡eso es genial!
— Si, eso es muy bueno aunque no esperaba terminar en la estación de policía por un malentendido
— Eso... me disculpo por Sumihiko
— No te preocupes, tampoco le culpo si estuvo más dormido que despierto —negó Ririka al recordar la forma de ser del chico— es solo que ese policía es muy molesto y exagerado
— ¡Jajajaja! Quizás un poco, pero ¿por qué nos sacó de la sala? —cuestionó Tōjuro para luego detenerse— ¿es porque estudias en la prestigiosa academia Sekirei?
— Tōjuro...
La expresión en el rostro de Tōjuro le causó cierto temor y sorpresa, incluso su tono de voz había sido serio. Ririka sabía que el joven en algún momento iba a hacerle preguntas, más no esperaba que sacara conclusiones tan rápidas a raíz de su academia, ella no deseaba desconfiar de él y descubrir que al final esa sonrisa tan brillante era tal vez solo una fachada que había empleado para engañarla
"¡No me importa quien seas, solo vales por tu apellido!"
— No... —susurró Ririka al sentir como el frío comenzaba a calar por su cuerpo
Los recuerdos y palabras frías de su familia comenzaron a sonar en su mente, siendo las más hirientes las de su propia abuela y persona que más se había desquitado con ella. El temblor en su cuerpo comenzó a ser evidente para Tōjuro, quien solo buscó acortar la distancia para poder observarla
— Ririka, yo...
— ¡No, no lo hagas! ¡no...me dañes...más! —sollozó Ririka con sus ojos llenos de lágrimas y temor, causando gran sorpresa en Tōjuro, quien alejó su mano de ella
— Ririka, ¿pensaste que yo iba a lastimarte? —cuestionó logrando que esta vez la joven la mirara como si hubiera reaccionado a su voz
— Tōjuro, no... yo
— Perdón —susurró el joven para esta vez envolverla en sus brazos— ¡yo no busco herirte! Solo... ¡quiero verte sonreír de manera sincera sin que debas ocultar tus emociones! Ririka, si llegara a lastimarte yo mismo me daría un buen golpe en la cara ¡lo prometo!
— No es eso, Tōjuro —negó Ririka algo avergonzada— no es a ti, a quien yo vi hace unos momentos, solo tuve miedo de que fueras como ellos
— ¡Yo soy yo! —declaró enérgico— ¡aún no nos conocemos, pero podemos hacerlo! Lo siento, fui grosero al hacerte esas preguntas... esta vez esperaré a que Ririka me diga lo que siente, por eso... ¿podemos ser amigos? —pidió esta vez estirando su mano hacia ella
Amigos. Una palabra que le producía mucho temor e inseguridad, por eso siempre era cuidadosa con Shinobu y Kanae pero ¿qué hay sobre Tōjuro? ¿realmente podían ser amigos? No deseaba inmiscuirlo en algo que podría salir mal, sin embargo él se veía muy seguro y no dispuesto a aceptar un "no" por respuesta, quizás ahora que no estaba en la finca de su abuela podría darse un poco más de libertad y confianza
— Casi no te conozco, pero si somos amigos podemos hacerlo
— ¿Eso es un si? —cuestionó Tōjuro emocionado
— Si, seamos amigos
— ¡Umu, por supuesto! —festejó el joven sonriendo— estoy muy feliz, pero primero deberías ya volver a casa al igual que yo ¡vamos!
— Hum, Tōjuro...
— ¿Qué?
— No siento mis piernas...
— Oh, eso tiene arreglo
— ¿Qué...? ¿eh? ¡espera!
— Sube a mi espalda, te llevaré —le pidió Tōjuro acuclillado frente a ella
— Lo agradezco, pero debo ser pesada...
— ¡No lo creo! ¡además yo practico todos los días!
— Hum...
— Ririka, si demoras tu familia va a preocuparse
— Esta bien
— ¡Umu! ¡es la decisión correcta!
Ririka esperó que Tōjuro acomodara su maleta con su espada de bambú, para luego ella alisar su falda y subirse, el joven se encargó de pasar sus brazos por sus piernas y una vez que estuvo seguro se levantó fácilmente causando que Ririka de la sorpresa se aferrara a él y apegara su pecho a su espalda logrando que el adolescente se sonrojara rápidamente, más se esforzó por alejar tales ideas de su mente
— ¿Soy pesada?
— ¡No!
— ¿Seguro?
— Creo que hasta puedo correr así
— Está bien, te creo
— ¿No tienes frío?
— No... pero, si estoy algo cansada —confesó Ririka antes de dejarse caer levemente sobre la espalda del joven logrando que varios de los mechones rubios le picaran el rostro
"Es cálido y huele como el sol de verano"
— Descuida, puedes descansar mientras tanto —respondió Tōjuro, sin embargo solo recibió como respuesta la suave respiración de la joven
Ririka estaba tan cansada que fácilmente se quedó dormida en la espalda del chico, quizás porque se sentía cálida y segura, o tal vez porque ese olor de verano la llevo a sus viejos recuerdos en donde sus padres y hermano le sonreían llenos de alegría. Un sueño muy placentero y nostálgico que trajo una que otra lágrima a recorrer su mejilla.
Luego de unos diez minutos de suave caminata, Tōjuro finalmente arribó a la casa "Yamamoto". Ririka se lo había mencionado antes de dormirse, sin embargo decidió no darle mucha importancia pues debía despertarla para que entrara a su casa
— Ririka, ya llegamos —le avisó a lo que la joven se removió para luego volver a acomodarse— jajaja ¿tienes mucho sueño?
— ¡¿Ririka?! —soltó una voz masculina que esta vez si logró despertar a la chica
— ¡Ah! ¿qué? ¡Kazu-nii! —exclamó Ririka aún subida en la espalda de Tōjuro
— ¡Buenas noches! Ririka no se sentía bien así que la traje a casa
— Oh, ya veo —susurró Kazuyoshi con una mirada fría— lamento que mi hermanita te haya dado problemas...
— ¡Para nada!
— Gracias Tōjuro, ya es tarde así que deberías volver a casa rápido
— ¡Si, por supuesto! ¡Cuidate mucho Ririka y un gusto conocerlo, nii-san! —declaró Tōjuro para luego marcharse rápidamente
— Kazu-nii...
— Entra a la casa o vas a resfriarte guisante
— ¡No soy un guisante! —se quejó Ririka al entrar en la casa con su hermano
— ¡Ruri! ¿se encuentra bien? —inquirió Tamaki preocupada abrazando a su niña
— Estoy bien, Tamaki... solo pasaron algunas cosas que me demoraron
— Cosas como volver en los brazos de un chico
— ¡Kazu-nii!
— ¡Oh! ¡mi niña ya tiene novio!
— ¡¿Ah?! —exclamaron ambos hermanos ante lo dicho por Tamaki. Ririka sonrojada y Kazuyoshi con cara de matar a alguien
— ¿No es así?
— No, Tamaki —negó Ririka apenada
— Claro que no, el guisante es muy pequeño para tener "novio", quizás le partiste la espalda al pobre chico —le molestó Kazuyoshi con una sonrisa de lado
— ¡No soy esa cosa y no peso! ¡Tōjuro dijo que no era para nada pesada!
— ¿Tōjuro? ¿te diriges a un mocoso sin honoríficos ni nada? —le cuestionó con una mirada seria
— Ups...
— No creas que no lo escuché que él también te llamó por tu nombre
— Eso es porque... no quise darle mi apellido
— Ririka... —negó Kazuyoshi al ver la mirada triste de su hermana— esta bien, no estoy enojado, solo me sorprende ver a mi pequeño guisante tratar con mucha familiaridad a ese búho con mechas rojas
— Los búhos no comen guisantes
— Más le vale porque sino le arranco las plumas
— ¡Kazu-nii!
— Bueno guisante, has de estar cansada así que ver a ducharte y bajar a cenar para que duermas
— ¿No preguntarás porque demoré en llegar?
— Ririka, son las 19:30pm no es como si hubieras llegado muy tarde —le cortó Kazuyoshi divertido— te dije que a partir de ahora puedes tomarte más libertad, así que ve que apestas
— ¡Ah, que malo!
Ririka se perdió entre las escaleras para luego dejarles a ambos en silencio, aunque Kazuyoshi seguía teniendo una cara seria que resultaba divertida para Tamaki al ver su lado sobreprotector a flote, sin embargo ¿quién imaginaría que en su primer día Ririka volvería a casa acompañada de un muchacho? Obviamente su hermano mayor ni en sus peores pesadillas lo haría
— Kazuyoshi, no te enojes
— No estoy enojado, solo sorprendido
— Está en esa edad, es normal
— Siento que va todo muy rápido, sin embargo prometí que confiaría en ella
— Si sus padres desde muy pequeña confiaban en ella, usted debe hacer lo mismo ¿no cree?
— Tamaki-san, realmente siempre se pone del lado del guisante
— Porque usted no le gusta que lo engrían a diferencia de la señorita
— Pero aún así, siempre me haces mis comidas favoritas con un mensaje de buen día
— Es porque... aunque ambos crezcan para mi siempre serán mis niños
— Y usted nuestra abuelita
— ¡Joven Kazuyoshi, no soy tan vieja!
— Lo sé, pero no se vaya a pasar su vida cuidándonos, debe ser pesado lidiar con ambos
— No, es un honor cuidarles
Tamaki consiguió calmar a Kazuyoshi, quien ya solo se dedicó a hacer bromas mientras preparaba la cena para todos. Ella no podía evitar sentirse como una madre cuidando de sus niños ya no tan pequeños que aunque no compartían lazos de sangre la querían y respetaban como una madre
Los lazos de sangre no siempre terminan siendo los más reales, porque incluso la sangre misma puede llegar a traicionarte y usarte. Ahora que la futura cabeza de la familia y la inservible estaban fuera de su finca, la abuela de ambos jóvenes se preguntaba frecuentemente si su decisión fue la correcta, pues no le agradaba que una simple herramienta como Ririka estuviera fuera de su vista
— Mi señora ¿qué piensa hacer ahora?
— Mi nieto es muy listo, buscó todas las maneras para bloquearme y todo por cuidar de esa niña
— ¿Deberíamos enviar a alguien a vigilarlos?
— No, cuentan con Kizuka y es un hombre al cual nunca debes subestimar por eso está al lado de mi nieto
— Entonces ¿qué haremos?
— Supongo que les seguiré su juego, pronto ambos tendrán que volver a mi y si es por un error que ella misma creó será la última vez que salga al exterior, pero eso mismo es lo que lo hace divertido
— ¿Aún si se trata de su nieta?
— ¿Mi nieta? Esa niña no es mi nieta, ¡es el puro retrato de esa perra que no le importó meterse en nuestra prestigiosa familiar y llevar a mi hijo a su muerte! Ni con su maldita vida alcanzaría para pagar todo lo que hizo, pero... incluso su hija puede servir para eso, viviendo cada día deseando estar cerca de la muerte...
"Hazlo Ririka, pronto retomaré mi juego"
¡Hola a todas! Disculpen la desaparición, pero ya volví con las actualizaciones :3 actualmente estoy trabajando en el próximo capítulo también de Bajo la Sombrilla Roja así que actualizaré pronto, sin embargo me gustaría hacer un tiempo de maratón, más no prometo nada hasta tener los capítulos revisados y listos. El día tan largo de Ririka finalmente llegó a fin siendo vista por su hermano con Tōjuro ¿lo esperaban? Pobre, va a tener muchos dolores de cabeza a partir de ahora... amo la relación de los hermanos con Tamaki, ella es como su segunda madre uwu y así mismo ¿qué planes se van tejiendo en las sombras? Tenemos que la abuela está esperando un "juego" que al parecer... ¿ya ha comenzado? Gracias por leer y comentar esta loca historia :3
Att: Andysakurai15
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top