Capítulo 68 Dos almas y un destino

— Nuriko, el destino ha decidido tu sentencia —habló Annistyn en presencia de Tōjuro, Ririka y Kazuyoshi, quienes habían sido testigos de todo desde la sombra— el pago será tu propia alma

Al escuchar aquello, Nuriko se quedó sin palabras y solo se dejó caer presa de su dolor, desconcierto y engaño. No se sentía capaz de derramar lágrimas, pues ella estuvo tan ciega y temerosa de todo que sin desearlo, al final fue quien destruyó poco a poco lo que más anhelaba proteger que era su familia. Orilló a la muerte a su pobre hija, juzgó y sentenció a su inocente marido, desmoronó poco a poco la felicidad de su hijo asesinando a su esposa en el acto y luego terminó por envenenar a Kiyoshi, sin embargo no solo su propia sangre residía en sus manos, sino también de muchas otras personas

No tenía salvación, ni el derecho al perdón, eso lo sabía perfectamente, sin embargo no pudo evitar que sus ojos obsidiana miraran en dirección a la persona que más había lastimado a lo largo de esos casi dieciséis años y sorprendentemente aquellos profundos ojos verdes esmeralda también le miraban, pero lejos de mirarle con odio, en realidad había lastima en ellos. En otra situación, Nuriko se hubiera enfadado y gritado por esto, ahora ya no podía hacerlo, pues esa niña nunca buscó lastimarla verdaderamente y eso es lo que les diferenciaba

Algo ajena a las reflexiones de su abuela, Ririka jamás esperó que todo terminara tan ¿fácil? No, no había sido fácil, pues si lo hubiera sido, entonces no habría habido tanta muerte y sacrificios en el camino, pero al escuchar el castigo que le esperaba, no pudo evitar sentir pena y compasión. Aún así, no rogaría por ella, sino que esta vez lo dejaría fluir como una corriente de agua, ya no habría una red, este era el final de su relación con esa persona, sin embargo ahora en su memoria un sentimiento extraño se habría paso con la imagen del hombre, quien fue su abuelo y esposo de Nuriko

"Es como si... lo hubiera visto antes"

Esa mirada amable, le recordaba vagamente a el tipo de sonrisa que su padre les había dedicado la última noche en que estuvieron juntos y entonces recordó, aquel día que más odiaba en su corazón, la playa en donde decidió terminar todo con Tōjuro y el tren en donde se derrumbó tras dejarle atrás. La figura de la persona mayor que le había brindado un pañuelo y dedicado algunas palabras de consuelo ocupó su mente y entonces miró a la mujer ante si, sin saber que hacer o decir

Annistyn notó esto y se encaminó hacia la peliverde para entonces mirarla con aquellos neutrales ojos grises. Tōjuro y Kazuyoshi se mantenían en silencio, también sin saber que hacer o decir en ese momento, demasiadas cosas habían pasado en una sola noche y eso que aún faltaban unas pocas horas para el amanecer y todavía no habían terminado por completo esta pesadilla, misma que probablemente les seguiría por el resto de sus vidas, ya que mucha gente e incluida familia murió por la codicia de una sola persona

— Sé lo que estás pensando —habló la pelirroja sin rodeos— has recordado aquel día en el tren que te traía de regreso a tu prisión y el inesperado consuelo de un desconocido, él te dio fuerza para secar tus lágrimas y alzar la cabeza con orgullo, lista para seguir el camino que habías decidido tomar

— Eso quiere decir que el hombre que vi ese día...

— Si, era tu abuelo —le confirmó y la sorpresa se instaló en el rostro de Ririka

— ¿Qué? —balbuceó Nuriko a sus espaldas— ¿cómo es eso posible...? ¡Kouki está muerto!

Una sola mirada de esos filosos ojos grises fue suficiente para que la mujer se mordiera la lengua y guardara silencio, la energía y presión que percibía de ella era tan grande como si pudiera aplastar fácilmente en cualquier momento, pero ¿acaso le seguía importando vivir? ¿Aún quería seguirse aferrando, pese a ya no tener nada? No, tenía miedo, miedo a descubrir más verdades dolorosas y que su vida misma solo estuviera plagada de tantos engaños y mentiras cuando su familia o lo que quedaba de ella, eran su todo

"Aunque es más similar a un cascarón vacío"

Annistyn se limitó en observar a Nuriko hasta que la misma apartó la mirada amedrentada, con solo verla podía saber lo que estaba pensando y a que tormenta se estaba enfrentando y eso le llevaba a pensar que incluso el amor jugaba un papel muy importante en la vida de todos, pues ella no recordaba haber conocido otro amor más entregado que el de la persona que siempre se mantuvo en la sombra de Nuriko. Aquello le llevó a pensar en Yamamotoyama Kouki, un hombre justo y amable, pero que debido a la perdida de su amada hija, su vida perdió parte de su brillo

Al morir no tuvo ningún pensamiento de miedo, solo de anhelo por su familia y preocupación por su esposa, e incluso luego de que se enteró de la verdad detrás de su muerte, tampoco le deseó mal alguno, solo la miraba como si sintiera una gran culpa negándose así a seguir su curso y reencarnar. Kouki se aferró a este plano volviéndose así un alma en pena que siempre estaba viajando de un lado a otro en algún tren y justo ese día en que Annistyn había ido a insistirle que se marchara, Ririka apareció...

— ¡Esa es Ririka! —exclamó el hombre visiblemente preocupado, acercándose a ella, pero como era de esperarse, sus manos traspasaban su pequeño cuerpo y su voz no le llegaba

— No puedes involucrarte ya con los vivos —negó Annistyn soltando un suspiro— lo mejor que puedes hacer es marcharte y escoger una nueva vida, ya no hay nada que puedas hacer aquí

Esas palabras eran crueles, pero ciertas y las dijo con la intención de que el hombre recapacitara y siguiera el mismo curso que todos aquellos que mueren, debía aceptar su destino, sin embargo Kouki se giró hacia ella y con lágrimas en sus ojos comenzó a rogarle su ayuda. El escenario ante sus ojos resultaba bastante irónico, por un lado Ririka lloraba al haber cortado con su novio y por el otro su abuelo que quería hablar con ella, sin duda alguna eran familia

— Señorita —le llamó el hombre— sé que está molesta porque no he seguido mi camino, pero no puedo marcharme cuando mi esposa sigue haciendo tanto daño y lastimando incluso a su familia, pero... si me permite solo por esta vez hablar con Ririka, le seguiré y no escaparé, sin embargo mi alma no descansará hasta reunirme con mi amada

— Entonces me estás proponiendo que te deje hablar con tu nieta y a cambio me seguirás obedientemente a todas partes y así quitarme la tarea de buscarte cada vez y cuando ¿no? —inquirió

— Es correcto, lo juro por mi honor como Yamamotoyama y fantasma

— Hum, interesante... —Annistyn estudió la propuesta un momento para finalmente decidirse— está bien, te permitiré hablar con ella mientras esté en el tren, pero una vez se baje... volverás a ser un fantasma, puedes usar mi cuerpo como un conector

— ¡Muchas gracias!

Annistyn se movió hacia los asientos que daban la espalda al mar y se sentó con cuidado para luego respirar profundo y relajarse, el hombre se acercó tímido y con una sonrisa de agradecimiento se materializó en el asiento. Su mirada café como el chocolate se posó en la silueta de la jovencita que estaba llorando muy cerca de las puertas, pero su cuerpo le pesaba, por lo que no podía moverse con tanta libertad, tendría que mantenerse a la espera de que ella se levantara y así fue, Ririka se puso de pie y sentó a su lado

Estaba muy curioso y emocionado por estar cerca de su linda nieta, ya que Kouki lo había visto todo, recordaba con cariño a la hermosa esposa de su hijo, Kiyoshi y a sus encantadores nieto, Kazuyoshi le enorgullecía muchísimo, era todo un joven digno y prodigio, sin embargo le dolía ver a la pequeña que tuvo la mala suerte de sufrir todo lo que su esposa le hizo, jamás podría disculparse lo suficiente o compensarla por tal daño, pero al menos por esta vez... no quería dejarla sola, no cuando se la había topado en aquel tren

— ...No debería llorar, señorita —procuró hablarle en un tono cordial, mientras le brindaba un pañuelo que sorprendentemente cargaba en su bolsillo— tiene mucho por vivir para estarse gastando en lágrimas que solo ocultan su sonrisa ¿no cree? —no mentía, la sonrisa de la pequeña era encantadora

— Odio el mar —le escuchó decir cabizbaja

— ¿El mar? —la verdad es que no entendía

— En ese lugar he dejado a mi persona más preciada, pero si no lo soltaba, solo le lastimaría —siguió hablando mientras se esforzaba por secar sus lágrimas

"Es tan joven, pero su corazón ya ama de una manera tan intensa"

— Aún es joven...

— ¡Seré joven, pero no dudo de lo que siento por él! —exclamó de repente, sorprendiéndole, aquellos verdes ojos más brillantes que nunca— lo siento, no era mi intención...

— No pongo en duda sus sentimientos, señorita —negó Kouki soltando una corta risa— solo digo que aún tiene tiempo para volver a verlo y si el destino lo quiere, pueden encontrarse un día en que ambos ya estén listos

— Una parte de mi desea que él sea feliz con otra persona, pero otra parte de mi misma me dice que solo estoy mintiendo, que realmente quiero que sea feliz a mi lado —confesó Ririka con una sonrisa triste— soy egoísta y horrible ¿verdad?

"Ese pequeño lado me recuerda a Nuriko de joven"

— ¿No le has dejado antes? —le cuestionó inquisitivo

— Si, lo hice...

— Entonces no eres egoísta, pues aunque tu mente te diga que quieres ser su felicidad, tu corazón fue tan bueno que pudo soltarle sabiendo todo el dolor que eso causaría —nunca tuvo la oportunidad de hablar con sus nietos, pero aunque la pequeña frente a él no lo supiera, ahora mismo era solo un abuelo consolando a su nieta— eres fuerte, pese a ser joven...

— No lo sé

— Lo eres y por eso si esa persona es realmente tu destinado, un día podrán volver a encontrarse y estar juntos —le animó Kouki dandole una pequeña palmadita en el hombro— si has decidido algo, no puedes volver atrás porque eso sería echar a perder todo un camino que has pavimentado, sino que más bien mira a tu alrededor y trata de ver la manera de poder seguir, pues el camino es infinito...

"Perdón, pequeña... es lo único que puedo hacer ahora por ti"

Kouki se sentía algo triste por el escaso tiempo, sin embargo cuando volvió a mirar a la joven a su lado, ella ya había parado de derramar lágrimas y le miraba con una suave sonrisa, como si quisiera agradecerle. Esa pequeña acción le enterneció y realmente hubiera querido decirle mucho más, hablarle de tanto, pero no era posible y como si quisiera evitarlo se puso de pie y realizó una corta reverencia, los ojos verdes le miraron con un ligero toque de tristeza

— Todo saldrá bien, señorita —soltó a modo de despedida— yo también hace mucho tiempo perdí a mi persona amada, pero incluso si fue ella quien decidió dar un final, aún así siempre le desearé lo mejor —Ririka le escuchó en silencio y asintió con la cabeza mostrándose de acuerdo— hasta siempre, señorita y nunca se rinda

Las puertas se abrieron y el hombro se quedó en la estación, mientras el tren seguía su curso. Ririka no se dio cuenta de esto, pero una vez las puertas se cerraron y la máquina continuó su rumbo, el hombre amable también había desaparecido dejando únicamente a una mujer de largos cabellos rojos y vestido negro. Annistyn mantuvo su mirada fija en las vías del tren, pues a su lado un alma derramaba lágrimas en silencio, ya no podría seguir deambulando en los vagones

— Hey, Kouki-san —le llamó sin mirarle— si esto le brinda algo de consuelo a su alma, creo que será su nieta quien pondrá fin a lo que tanto le aqueja, de lo contrario... toda la familia se perderá completo

La pequeña sonrisa que se asomó entre las lágrimas logró conmover aquellos ojos grises y mirando hacia el tiempo actual, todo iba ocurriendo según lo dicho, sin embargo aunque Ririka detuviera a su abuela eso no le daría un final feliz, ni borraría todas las malas acciones que cometió, no se puede regresar el tiempo porque la misma alma seguiría corrompida. Annistyn miró entonces a la peliverde, quien mantenía una expresión melancólica al saber que esa persona amable que le ayudó en el tren, era su difunto y desconocido abuelo, al menos uno de ellos realmente la apreciaba aunque no pudiera verlo

— Ahora ya lo sabes, pero su papel aquí ha terminado —siguió hablando mientras una repentina ventisca abría las puertas— aún hay algo que debes recuperar, cuando lo hagas, todo habrá terminado

— ¿Qué es lo que aún debemos encontrar? —inquirió Kazuyoshi colocándose delante de Ririka— para poder cumplir una misión con éxito, se necesita una explicación clara y detallada, sin embargo usted solo suelta palabras vagas mientras espera que uno adivine, lo único que logra con esto es exponernos al peligro

— Kazu-nii...

— No, no pienso seguir andando a ciegas —le interrumpió— Ririka, no sé si lo recuerdas, pero antes pudiste haber muerto ¡no es una broma!

— Ririka-san no puede morir

— ¿Ah? ¿Cómo puede afirmar algo así?

— Su tiempo aún no ha llegado, pero si no recuperan ese último objeto, puede que eso cambie

— ¿Qué es?

— Usted sabe muy bien que es, hasta lo ha visto

Kazuyoshi frunció el ceño ante esto y se acercó para encarar a la mujer extraña ante él, sus verdes ojos buscaban un rastro de duda en los grises, sin embargo no halló nada ¿por qué las cosas tenían que seguir así? ¡Lo que menos quería era poner en peligro a Ririka! Un suspiro escapó de sus labios, seguido de una maldición que soltó por lo bajo, tenía que pensar con la cabeza fría o solo se convertiría en un estorbo ¿qué era exactamente lo que buscaba esa mujer? ¿Alguna posesión valiosa?

Algo dentro de la mente del ojiverde hizo click mientras la imagen de aquella pluma que parecía estar hecha de oro venía a su mente, ese objeto era una reliquia que llevaba en la familia Yamamotoyama desde incluso antes que su abuelo y en este caso, Yamamotoyama Nuriko siempre había llevado aquella pluma consigo como si fuera lo más importante, la miraba y cuidaba con recelo, únicamente ella podía usarla y Kazuyoshi que no mantenía ningún interés en posesiones extravagantes lo ignoró por completo

— Es correcto, es eso lo que deben recuperar —habló Annistyn sacándole de sus pensamientos— mientras más rápido lo obtengan, mejor será para todos ustedes

— Si es así, debemos partir cuanto antes —se unió Tōjuro tomando del hombro al ojiverde— si Kazuyoshi-san ya sabe lo que debemos obtener, eso nos ahorra mucho

— Si, sé que soy increíble búhito, pero olvidas un detalle importante ¿en dónde rayos debemos ir a encontrarnos con ese pedófilo enfermo?

— ¡Tiene razón! Probablemente ya se encuentre lejos y eso solo nos dificulta todo... —se lamentó el joven— si hubiéramos sabido desde el principio que era él a quien debíamos enfrentar...

— Él sigue aquí —declaró Ririka de repente captando la atención de ambos— no es alguien que huya, ya que siempre han sido otros quienes le han enviado lejos, probablemente estaba esperando este escenario ¿no es así? —inquirió esta vez mirando a Annistyn— lo que estaba buscando antes, era ese objeto y no lo tiene en su poder —añadió haciendo referencia a su abuela

— Lo has deducido bien, tu abuela fue engañada todo este tiempo por su hijo, podría decirse que solo fue una marioneta más en su juego. Aún así deben tener cuidado, lo que ese hombre tiene en sus manos es algo muy peligroso

— ¿Qué tan peligroso?

— ¿Te refieres a esa pluma de oro? —cuestionó esta ves Kazuyoshi

— Así es

— ¿Qué es lo que puede hacer una simple pluma?

— Esa pluma... puede escribir el destino de todas las personas

— ¿Qué? ¿Cómo es eso posible?

— La muerte de tu abuelo, tu madre, tu padre, muchas otras personas e incluso, varios intentos de asesinar a Ririka-san y sus amigos, todo fue detalle por esa pluma

— Okey, esto es una completa locura —rió Kazuyoshi— ¿una pluma que puede decidir si vivo o muero? ¿En qué se inspiró? ¿Death note?

— ¡Kazu-nii! —le codeó la peliverde seria— ¡yo creo en ella, el mismo hecho de tener nuestras memorias del pasado y todos los eventos que vimos son una prueba! Aún no sé exactamente quienes son, si manejan el tiempo o el mismo destino, sin embargo tengo muy claro que no quieren dejar que esta tragedia siga

— Así es...

— ¿Por qué nosotros tenemos que limpiar este desastre? Si saben de esos objetivos es porque deben pertenecerles ¿no? —el ojiverde no había pasado aquel detalle por alto— creo que ya morí una vez para pagar mis errores, no les debemos nada

— Te equivocas, es Ririka-san quien debe terminar esto

— ¡¿Por qué ella?! ¡¿Por qué mi hermana siempre es la que debe estar en el centro del desastre?! ¡Déjenla vivir como una persona normal! ¡¡Los demonios ya desaparecieron hace más de cien años!!

— Ruri-san tiene una deuda kármica por haber cambiado todos esos destinos ya escritos, desafió lo ya decidió y se reescribió la historia, a raíz de eso muchos mundos alternos nacieron y todos están sujetos al primer universo

— La era taisho y ahora mismo, nuestro presente —comprendió Ririka

— Si, pero cuando nosotras interferimos con lo escrito y no se cumple, ese destino rebota a otra universo y termina creando diversos desastres. Esto ha generado un gran desequilibrio entre la armonía de los mundos, si no recuperamos lo que nos pertenece de vuelta...

— ¿Qué? ¿qué podría ser tan grave como para que Ririka tenga que limpiar esto y todo por una deuda kármica? —cuestionó Kazuyoshi frío

— Todos los mundos comenzarían a caer uno por uno, los engranajes del destino no podrían seguir su línea ya trazada, ya no podríamos distinguir el pasado, presente o futuro. Sería cuestión de tiempo para que todo se destruya y desaparezca

— El destino es una tontería, ustedes hablan tanto de los desastres, pero no les importa poner a una persona en riesgo por arreglar su error. ¡Me importa una mierda lo que suceda, todos esos mundos pueden morir si así garantizo que mi hermana siga con vida!

— ¿Cómo puede decir eso...?

— Le pregunto lo mismo, antes decía frívolamente que mi hermana no moriría, pero tampoco puede asegurarlo por ese "poder" es lo mismo con la muerte, a unos les llega antes a otros después y tampoco podemos hacer algo para detenerlo. Yo no soy Ruri o Ririka, no me importa si debo ser el malo para proteger lo que amo

— Yoshi-nii, yo ya he tomado mi decisión —habló Ririka interrumpiéndole— es cierto que nuestro mundo es el principal, pero en esos otros universos nosotros también existimos y tenemos una vida ¿cómo podemos solo abandonarlos? Y si lo veo desde otra perspectiva, fue por mi... por mis deseos de cambiar la historia que esto dio a lugar y si puedo hacer algo para salvarlo ¡lo haré!

— No has cambiado, ya sea en el pasado o ahora... no piensas en ti misma, no eres egoísta, no buscas sobrevivir sola

— Lo mismo puedo decirte, tu fuiste quien sacrificó su vida para darme un futuro, pero ahora quiero que creas en mi, lo prometiste y tu palabra es tu honor mismo

"Pero mi palabra no tiene peso, si el precio es tu vida..."

— Sé a donde debemos ir —siguió hablando Ruri tomando ahora la mano de su hermano— y no pienso perder a nadie, no esta vez

Tsuyoshi tenía deseos de seguir protestando y llevar a su hermana lo más lejos posible, estaba bien si lo maldecían o le trataban de egoísta, pero para él, lo más valioso y sin precio era la vida de Ririka ¿acaso ya no habían sufrido lo suficiente? Finalmente pudo reunirse con ella y ahora debían lanzarse al peligroso, uno en donde nuevamente podría haber el alto riesgo de perderla. De todas formas, esos mismos ojos verdes no parecían tener dudas de su decisión, ya no podía seguir deteniendo lo que tarde o temprano sucedería, sin embargo si tenía que volver a probar la muerte en sus labios por ella, lo haría, una y otra vez se perdería para que ella siguiera con vida

Los pasos de los jóvenes al abandonar el lugar hicieron eco en los oídos de la mujer, quien en todo su dolor y la tormenta que trataba de controlar en su corazón, temía... ¿qué sucedería con su único hijo? Que ironía que incluso ahora estuviera preocupada cuando en toda su locura había acabado con dos de ellos y arrastrado a los rieles del tren a su amado, no tenía perdón. Sus manos temblaban y pronto sus ojos que se encontraban fijos en el suelo vieron unos zapatos finos acercarse, su hora había llegado y estaría sola

— ¿Qué harás conmigo? —inquirió en un hilo de voz

— No entiendo la pregunta cuando ya sabes la respuesta, pero si quieres escucharlo... —siguió hablando mientras el sonido de aquellas tijeras perforaba sus oídos, causándole un escalofrío— debo tomar tu alma, quiere decir que morirás sola y no tendrás una tumba

El silencio se extendió entre ambas y Nuriko solo alzó su mirada cansada hacia su verdugo, quien tomándole del mentón acercó las tijeras para cortar algo que ella no podía ver, el hilo de su vida. Un último suspiro salió de sus labios para que luego cayera sobre el frío suelo el cuerpo sin vida de la mujer, Annistyn le miró durante unos segundos con dolor para finalmente ver como el mismo se reducía a simple arena, probablemente ese era el final, pero no, Nuriko abrió sus ojos y se vio de pie en medio de un vagón de tren 

Sus ojos obsidiana brillaron tenuemente al ver en donde se encontraba ¿exactamente cuanto tiempo había pasado desde que se subió a uno? Aunque nunca esperó que el día en que abordara un tren sería el mismo en que estuviera muerta y aunque miraba por las ventanas, parecía que el mismo solo avanzaba sin un rumbo fijo, no había paradas, solo vías. Al abrir la puerta del segundo vagón, alguien le esperaba sentada en una de las tantas bancas vacías, cabello rojo y largo, ojos grises y amables, junto a un sencillo vestido blanco

— ¿En dónde estamos? —inquirió Nuriko confusa— ¿qué significa esto?

— Actualmente estás muriendo —le informó Nadora— por ahí los humanos han dicho a lo largo del tiempo que cuando estás por morir, toda tu vida pasa por tus ojos ¿no?

— Yo ya vi mi vida

— Pero no lo viste a él —negó la pelirroja antes de hacerse a un lado y permitirle ver a la persona que estaba detrás de ella

— ...No puede ser —balbuceó la mujer mientras sus ojos se llenaban de lágrimas— ¿por qué tienes que estar aquí? ¿Por qué Kouki-san...? —el nudo en su garganta pronto no le permitiría hablar correctamente— deberías odiarme... yo te maté... con mis propias manos...

Se supone que ya no tenía lágrimas que derramar, pero el solo ver a la persona que le tendió su mano y cambió su vida, quien le amó y dio una familia hizo que su pecho se sintiera pesado, dolía enfrentarle cuando ahora mismo era la versión más horrible de si misma, entonces ¿por qué él le miraba de esa forma? No había resentimiento u odio en esa mirada, al contrario, era como si estuviera aliviado de verle allí. Nuriko se dejó caer al suelo y golpeó su cabeza contra el suelo pidiendo disculpas, al menos antes de que desapareciera, quería decirlo, incluso si no merecía que le escuchara

— Por fin... la espera ha terminado —habló Kouki con una ligera sonrisa mientras alargaba su mano para secar esas lágrimas— Nuriko ¿acaso ya lo has olvidado? —inquirió— cuando éramos jóvenes, tu amabas viajar en tren, decías que eso te hacia sentir libre al percibir la brisa acariciar tu rostro y como el paisaje poco a poco iba cambiando —añadió esta vez ayudándola a levantarse y acercándole a una de las tantas ventanas

— Eso es... —susurró para si misma al contemplar un hermoso prado en un día de verano, sus hijos menores jugaban a perseguir libélulas, mientras una figura ataviada de un lindo vestido les sonreía, entonces esos mismos ojos obsidiana miran en su dirección para luego saludarle. Nuriko quiso decir algo, pero el tren no se detuvo— Omi... mi dulce y pequeña Omi...

Dolía, ese dolor era tan grande que su cuerpo cedió y sus rodillas tocaron el piso, los sentimientos que creyó perdidos la asaltaron destruyendo la pared que por tantos años se había esforzado en mantener, ahora las lágrimas caían sin detenerse empapando su rostro, en su hombro una mano cálida y conocida descansaba. Kouki aún seguía a su lado como si intentara también cargar con su dolor ¿por qué no la despreciaban? ¿Por qué no la maldecía? El que fueran gentiles le hería aún más

— Yo... me convertí en un monstruo —habló finalmente entre sollozos— me equivoqué en todo, cuando supe lo que le hicieron a Omi tuve tanto miedo, mi cuerpo no se movía y mi corazón se apretaba ¡era mi culpa! Yo debí ir con ella ese día... ¡debí siempre quedarme a su lado! Pero me congelé al recordar todas las palabras de mi madre, sus golpes, su odio, sus maldiciones, por eso dije cosas que no quería decir... le eché todo ese peso a Omi, cuando confió en mi, le di la espalda y traté de olvidarlo todo...

— Nuriko...

— ¡En ese momento pensé que era lo que debía hacer! —exclamó— si se enteraban de lo ocurrido, una parte sin duda culparía a Omi ¡la harían ver de lo peor! No quería leer cosas en donde juzgaran a mi hija, no quería que su vida misma se echara a perder y tampoco quería que toda la familia se viera afectada por esto, nuestros hijos seguían siendo pequeños y tu dabas todo lo mejor de ti para salir adelante, pero me equivoqué...

— No fue solo tu culpa

— ¡Lo fue!

— No, yo también soy el padre de Omi, debí estar más pendiente de mi hija, de mi familia. Es cierto que no pasábamos dificultades, pero quería que el negocio fuera estable y reconocido para que Omi pudiera enorgullecerse de llevar el apellido Yamamotoyama, no deseaba críticas en mi hija, solo quería que tuviera lo mejor del mundo y me equivoqué

— ¡Fui yo quien la orilló a tomar esa decisión! Si no hubiéramos discutido ese día, tal vez Omi seguiría viva, se supone que soy su madre y también una mujer, pero yo misma la juzgué y alejé ¡todo lo hice mal!

El recuerdo de esa tarde en que vio aquellos ojos llenos de tristeza y dolor, Nuriko tembló al verle y quiso pedir disculpas, sin embargo cuando estaba dispuesta a hacerlo, Omi le dijo que si ella desapareciera, entonces sería feliz. La ira la cegó por completo al ver como podía decir algo tan delicado como si nada, no creyó en sus palabras y en un intento de hacerle reaccionar, la terminó hiriendo aún más, al final sus propios miedos y orgullosos fueron los que no le permitieron ver el dolor de su hija

— Debemos seguir —habló alguien sorprendiéndoles, Nadora ya no estaba allí, sino que ahora una joven también de cabellos rojos y un vestido tan colorido les esperaba. Sus grises ojos reflejaban alegría y dulzura— si reconoces lo que hiciste mal, entonces creo que puedes dar el paso para cambiar, pues ya no puedes borrar lo que has hecho

Nuevamente otra puerta fue abierta y los tres entraron al siguiente vagón, allí casi no había luz y en medio del mismo, una pequeña niña llena de golpes y magulladuras les observaba, en sus ojos no parecía haber emociones, como si estuviera muerta, pero aún así las lágrimas se deslizaban silenciosas por sus mejillas delgadas y pálidas. Kouki le observó en silencio antes de encaminarse hacia ella y acuclillarse a su altura, con cuidado tomó su pequeña mano que estaba algo fría, ese solo gesto volvió a conmover a Nuriko

— Perdóname —habló mientras se acercaba hasta situarse frente a la pequeña— olvidé esa promesa, me traicioné a mi misma al convertirme en una peor versión que mi madre, no fui capaz de olvidar —negó acuclillando y tocando con cuidado la mejilla morada— lo siento, realmente lo siento...

Esa pequeña representaba la niña inocente y temerosa que quería conocer el mundo que había más allá de las puertas de aquel armario oscuro, por eso se había prometido ser diferente y mejor, lo suficientemente fuerte para poder ir por el mundo, sin embargo lo olvidó. Ahora su yo joven y adulto se abrazaban y como una ligera brisa de primavera se desvaneció con una sonrisa, su interior se sentía cálido y nostálgico, mientras la mano de su esposo le instaba a seguir caminando y abrir al parecer lo que sería la última puerta

Ese espacio ya no parecía un vagón, sino un extenso lugar del cual no parecía tener fin, el suelo era como si caminaran sobre el hielo y el agua aún fluyera por debajo, mientras en el centro de todo y con grandes engranajes les esperaba una mujer de cabellos rojos y vestimenta oscura. A su lado una gran pared de oro con diferentes grabados que no podían entender brillaba tenuemente, aquellos grises ojos lucían ausentes mientras observaban el mural a su espalda

— Ya has llegado al final y tu cuerpo ha muerto —habló Annistyn sin rodeos— ahora debes conocer cuál será la gran deuda kármica que deberás pagar. Es bueno no ver escuchar quejas, aunque no tienes alternativa, pues la muerte es solo el principio

— ¿Qué sucederá a partir de ahora? —inquirió Kouki nervioso

— Este es también el punto de partida para usted, ya puede retirarse y esperar su siguiente reencarnación —le indicó la mujer ablandando su expresión— en cuanto a Yamamotoyama Nuriko, su alma será fragmentada en el mismo número de pecados que ha cometido, cada vida que ha tomado y lastimado. Esos trozos reencarnaran en diferentes mundos y tiempo en donde tendrá que vivir todas y cada una de las cosas que hizo, el sufrimiento será tanto que siempre se preguntará ¿qué hice para recibir esta vida? Pero es la única formar del calmar el dolor de todos aquellos a quienes lastimó

— ...Acepto mi castigo —respondió Nuriko inclinándose

— ¡Yo no puedo hacerlo! —exclamó el hombre sorprendiéndoles

— Kouki-san, usted mismo fue testigo de todas las cosas que su esposa hizo, aunque es cierto que fue inducida por otra persona a actuar así

— No, yo no pienso pedir que cambien el castigo, pero no puedo seguir un camino diferente al de mi esposa

— ¿Qué quiere decir?

— ¡Yo también tomaré el mismo castigo, permitame estar a su lado en cada prueba! Incluso si dicen que no es mi culpa, yo... sabía que Nuriko luchaba con las palabras de su madre y aún así no estuve pendiente, pensé que nuestros hijos le brindarían esa calidez para avanzar y fallé, si yo hubiera sido más presente y firme, nada de esto hubiera pasado. Ella es mi esposa sin importar lo que haya dicho o hecho, aún así seguiré el mismo camino que le impongan

— Es así —susurró Annistyn mientras tomaba una decisión

— ¡Kouki-san usted no puede!

— Está bien, lo permito. Yamamotoyama Kouki, en vista de que has retrasado tu ciclo de reencarnaciones por tu persona amada y te has negado a continuar con lo ya establecido, seguirás el mismo destino ya marcado. Al igual que tu esposa, tu alma se fragmentará y reencarnará en cada mundo, pero... jamás podrás permanecer junto a ella

— ¿Qué significa eso? —cuestionó

— El destino reconoce que son almas gemelas, pero no siempre tu complemento será bueno, es por eso que aunque sus caminos se crucen, siempre terminarán separados —le explicó y la sorpresa se instaló en sus rostros— tu mismo formarás parte del dolor que tu esposa debe sentir. Nuriko en un mundo te verá morir, en otro te verá ser feliz con otra persona, en otro solo te observará desde la pantalla y así sucesivamente

— ¡Por favor no! ¡No condene a Kouki-san a esto! ¡Se lo ruego!

— La decisión ya ha sido tomada, no hay vuelta atrás —negó

— Nuriko, por favor confía en mi —le pidió el hombre tomando sus manos y depositando un beso en frente— a partir de ahora, sin duda un largo camino espinoso de espera, pero yo prometo encontrarte en cada vida y acompañarte hasta que el destino mismo me lo permita, ya que debe haber un final para este castigo —añadió esta vez mirando a Annistyn

— Es correcto, solo si Nuriko vive y aprende de cada dolor, además de arrepentirse por completo de sus acciones, solo así obtendrá el perdón y su karma terminará —explicó la misma brindándoles algo de esperanza— sin embargo, si ella no se arrepiente, ni aprende, el alma de Nuriko, su misma esencia será destruida y borrada para siempre como si nunca hubiera existido

— Eso es... —Kouki lucia estupefacto

— Si yo fallo... Kouki-san, no tendrá ese destino ¿verdad? —preguntó temerosa

— Si eso sucede, tu esposo volverá a su ciclo normal de reencarnaciones, pero en cada vida tendrá ese vacío y nunca sabrá lo que es la verdadera felicidad. Una vida monótona y solitaria

— ¡No! ¡No pueden ser tan crueles con alguien que no les ha hecho ningún daño! ¡La mala fui yo! ¡Solo yo!

— No pienso retractarme, afrontaremos esto juntos y definitivamente obtendremos el perdón de todos. Una vez eso suceda, comenzaremos de nuevo ¿si?

— Ya es hora, deben comenzar a pagar

Con esas palabras el espacio que les rodeaba comenzó a cambiar y se tornó oscuro como la noche, el suelo que pisaban brillaba hermosamente y las estrellas aparecieron para alumbrar un poco esa oscuridad. De repente una ráfaga de viento comenzó a rodearles y el miedo a crecer en su pecho, sin embargo Kouki tomó su mano con fuerza y le sonrió a través de las lágrimas, ella no estaría sola, sin importar lo difícil que fuera, definitivamente cambiaría

Nuriko también le devolvió la sonrisa y sostuvo su mano con firmeza, el hombre ante ella cerró sus ojos y se dejó caer en su hombro, la partida fue tan repentina que ni siquiera tenía tiempo de evaluar todo, sin embargo cuando alzó su mirada, pudo ver a su preciosa Omi observarla a la distancia, sus ojos obsidiana estaban llenos de lágrimas y a pesar de todo, le sonreía

— Omi, perdóname, perdona a tu madre, incluso si pasan miles de años, lucharé para que me perdones —habló la mujer ya sin poder moverse

"Te perdono, buena suerte mamá..."

Las lágrimas nublaron su vista al escuchar su suave voz como si estuviera a su lado abrazándola, sin duda era la hija de su esposo, pero entonces a su lado también pudo ver a Kiyoshi, su hijo menor y... Tsubasa. Siempre la juzgó mal y le cerró su corazón sin permitirse conocerla, estaba asustada, vio la carrera de la misma como una amenaza, pero también esa sonrisa y personalidad amable, era tan parecida a Omi que no quería revivir el dolor, por eso la alejó y lastimó, solo huyó y no había excusa para sus acciones

Aún así Tsubasa no reflejaba odio en su mirada y empleó una leve reverencia con aquella dulce mirada verde, entonces la imagen de Ririka vino a su mente, a ella también la había lastimado, ni siquiera pudo disculparse, ni tampoco tenía aún el derecho de hacerlo. Las cosas malas que hizo nunca se borrarían y el perdón se veía tan lejano. Pronto la ráfaga se convirtió en una gran llamarada que comenzó a devorarles, dolía, pero era lo que ella misma se había buscado, por eso apretó los labios y bajó la cabeza en una señal de perdón y rezaba porque todo esa maldad se acabara esa noche

"Lo siento, Ririka... tu nunca fuiste mala... solo tú puedes cambiar el destino"

— El juicio ha terminado, ahora solo queda esperar los resultados —susurró Annistyn aún sin comprender la acción tan pura de Kouki, ese era un amor tan entregado y puro que no le importaba amar a un monstruo, pues solo él conocía la verdad de su alma— adiós...

"En este mundo serás recordada de la peor forma y tu cuerpo nunca será encontrado"

— Es lo que él destino ha decidido y no puede cambiarse 



¡Hola a todas! me alegra saber que el especial anterior fue de su agrado, realmente siempre ando escribiendo pequeños extras que comparto por aquí de vez en cuando, aunque andaba pensando en abrir un libro para todos esos oneshot, no sé que opinen, pero ahora sí... nos despedimos de la abuela y este personaje realmente fue odiado, sin embargo ahora mismo me genera cierta lastima, ya que más adelante entenderán que solo fue una pieza más en un juego lleno de mentiras, rencores y obsesión. El final está cada vez más cerca y eso me pone triste, aún así les agradezco a todas por acompañarme hasta aquí, lo aprecio mucho y daré lo mejor para terminar esta loca historia, nos vemos en el próximo capítulo y creo que mañana habrá actualización de "Te querré por siempre" :3 

Andysakurai15 

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