Capítulo 67 La verdadera mente detrás del juego

Al momento en que cerró sus ojos esperó que cuando volviera a abrirlos le recibiera el calor de la llamas mientras su cuerpo se doblegaba del dolor, pero lejos de sentir eso, solo vio ante si, un sencillo tocador de madera y entonces sus ojos negros se fijaron en los finos rasgos de una señorita de al parecer doce años. El miedo fue lo primero en reflejar en su rostro, seguido de un grito ahogado ¿qué significaba todo esto? ¿Acaso había vuelto al pasado? Pero ¿cómo?

— Nuriko —habló una voz firme a su espalda causándole un escalofrío, enseguida su cuerpo se uso alerta y giró torpemente para ver a su figura materna

— M...Madre... —balbuceó antes de apresurarse en hacer una reverencia— ¡buenos días-!

"¡Splash!"

— ¡¿Cuántas veces te lo he dicho?! ¡No balbuces de esa forma! —exclamó su madre con una expresión dura y de completa decepción en su rostro— ¡¿acaso no valoras lo mucho que trabajo para que puedas vivir y ser una dama?!

— ¡No, madre! ¡Yo-!

— ¡Guarda silencio! ¿Crees que puedes desafiar lo que dice tu madre? —le cuestionó tomándole del mentón con fuerza— tu padre nos abandonó por otra mujer y me dejó sola contigo, he dado todo de mi para poder sacarte adelante, así que lo mínimo que puedes hacer es aprovechar tu belleza e ingenio para ser una buena candidata a esposa ¿acaso no dijiste que quería obtener mi aprobación y que estuviera orgullosa?

— Si, madre...

— Entonces deja tus estúpidos pensamientos de lado, no llores, ni te quejes y enfócate en prepararte para ser una mujer hermosa, sumisa y obediente ¿lo has entendido?

— Lo he entendido —respondió tratando de aguantar sus lágrimas ante la mirada fría de su progenitora, quien finalmente soltó su mentón con fastidio para luego abandonar la habitación

Una vez se vio sola, Nuriko pudo soltar el aire que había estado reteniendo por el miedo, incluso su cuerpo temblaba y los deseos por derramar lágrimas era enorme. Su madre, quien era su única familia había sido una presencia dura desde que tenía memoria, estaba en contra de que una mujer intentara resaltar en la sociedad, pues creía firmemente que lo único que se necesitaba en la vida era un buen esposo que llevara el dinero al hogar, mientras que la esposa debía cuidar del mismo y atender a su marido con la cabeza baja, además de criar a los niños

— Es un sueño... debe serlo... —susurró para si misma al visualizar su habitación, todo era tan vivido que parecía real

— ¿Quién dijo que era un sueño? —inquirió una suave voz desde el pasillo que daba al pequeño patio— si realmente lo fuera, creo que deberías denominarlo como una pesadilla, ya que tu cuerpo tiembla ante el solo hecho de estar aquí

— ¡¿Quién eres?! —exclamó Nuriko dirigiéndose a paso rápido hacia el lugar para encontrar ante si a una hermosa mujer de largo cabello rojo y vestimenta blanca, sus ojos grisáceos le miraban con pena y compasión

— ¿Quién soy, eh? —repitió la pregunta sin dar una respuesta— tu misma deberías saber la respuesta a tu propia inquietud, solo basta con ver a tu alrededor

— ¿Por qué estoy en este lugar? ¡¿Acaso no iba a vivir un infierno?!

— ¿Crees que el infierno es un lugar iluminado únicamente por el fuego que quema tu carne eternamente? —le devolvió la mujer con el ceño fruncido— Nuriko, a veces el infierno puede ser uno mismo. Tu puedes ser tu podría destrucción y es por eso que estoy aquí, para que revivas todo aquello que te llevo a tomar las decisiones que escogiste

— Ja, ¿quieres decir que tu eres el pasado? —inquirió divertida— ¡no me hagas reír, sácame de aquí ahora mismo!

— ¡¡Nuriko!!

— ¡Madre!

— ¡¿Por qué estás parada aquí y hablando sola?! ¡¿qué sucede con tus clases de danza?!

— ¡No, madre! ¡Es que esa persona!

— ¿Qué persona? ¿Ahora intentas parecer una loca? —inquirió su progenitora yendo hacia su hija para luego tomarla del cabello con fuerza— ¡No me importa si no quieres ir, pero mientras vivas bajo mi techo debes seguir mis reglas!

— ¡Duele, madre! ¡Me lastimas!

"Este es el pasado del que siempre deseaste huir, el pasado que quisiste enterrar en lo más profundo de tu mente y... tu misma te convertiste en la persona que juraste dejar en tu pasado"

Ante cada palabra que escuchaba decir de aquella mujer que su madre no veía, Nuriko recordaba fugazmente los momentos en que arrinconó, presionó y golpeó a Ririka, ella también fue una víctima que ahora se había vuelto una bestia por el poder. ¿Qué ocurrió luego? Le costaba ponerse de pie ante la paliza que su madre le había dado, sus labios le dolían al igual que su cabeza y ni siquiera podía ver sus manos o pies, otra vez había sido encerrada en el armario

— No quiero... por favor, no quiero esto... —pidió al sentir que la oscuridad podría tragársela— ¡sácame de aquí, te lo ruego! ¡haré lo que sea!

— Esto es el pasado, no puedes cambiarlo —habló la misma voz de antes al otro lado del armario— ¿lo recuerdas? Tu también encerraste a tu nieta en un sótano oscuro, la golpeaste y denigraste, tal y como tu madre lo hizo contigo

— ¡Basta, detén esto ahora mismo! —gritó y golpeó la puerta de madera con todas sus fuerzas, pero entonces solo sintió como perdía el equilibrio y su cuerpo caía de bruces al suelo— auch...

El fuerte sonido del tren al arribar la estación llegó a sus oídos y pronto una gran multitud de personas se apresuró a subir al transporte, sus manos fueron pisadas en algunas ocasiones, un hombre mayor la empujó con su pie al estorbarle en su camino y todas sus cosas fueron regadas y también pisadas. Le costó un poco entender que estaba huyendo de su hogar, su sencillo kimono y largo cabello le recordaron a su yo de dieciséis años que corrió lejos de su hogar ante los abusos constantes de su madre

— No ha terminado... —suspiró mientras estiraba su mano sucia para intentar agarrar sus cosas

— ¿Se encuentra bien, señorita? —inquirió una voz suave sorprendiéndola, su corazón dio un vuelco al reconocerle— por favor, permitame ayudarla —añadió mientras se apresuraba en recoger sus cosas

— N...No, no tiene que hacerlo —aunque sus pensamientos fueran diferentes, siempre terminaba diciendo lo mismo que en el pasado

"Esto ya está escrito, no puedo cambiarlo"

— Creo que eso es todo —soltó el joven mientras le brindaba un pañuelo para que pudiera limpiar sus manos y rostro— la próxima vez debería esperar más atrás o podría lastimarse

— ¿Por qué me ayudas? Soy solo una desconocida, no merezco recibir tal atención cuando debería ser yo quien debe servirle, no cargo nada de valor, pero puede pedirme lo que desee

— ¿Eh? ¡No, no tiene que darme nada! —se apresuró en negar el mismo apenado— es normal ayudar cuando alguien lo necesita ¿no? No importa si es un hombre o una mujer, lo importante es no hacer la vista gorda cuando alguien está sufriendo

— Tiene un corazón amable, pero esa amabilidad puede ser una gran debilidad... —pensó para si misma

— Disculpe, ¿puedo saber su nombre?

— Nuriko, solo Nuriko

— ¿Y su apellido?

— No lo tengo, lo perdí cuando marcharme

— Ya veo, lo siento si fui grosero

— No, pero ¿puedo saber el nombre de la persona que decidió ayudarme?

— ¡Por supuesto! Yo soy Yamamotoyama Kouki, es un gusto

— ¿Kouki? ¿Luz rara?

— ¡Si! Mi madre siempre dice que destilo luz, pero me interesan tantos temas que pueden ser considerados raros

— Ya veo, me parece un buen nombre

— Señorita Nuriko, si no tiene a donde ir ¿desearía venir conmigo?

— ¿Si? No puedo aceptar algo así, es inmoral

— ¡No, no hablo de esa forma! Mi familia tiene una tienda de té y estamos algo cortos de personal, pero mi madre... está algo enferma, si desea... me gustaría que pudiera apoyarla, por supuesto, le pagaré por su ayuda. Tenemos una habitación vacía, puede quedarse allí mientras tanto, me disculpo si sueno presuntuoso, solo que si mi madre estuviera aquí, tampoco podría dejarla

En ese momento del pasado, Nuriko pensó de manera sincera que ese joven fue su salvación, realmente una luz extraña que había decidido alumbrar su camino. Con algo de miedo terminó siguiéndole, sin embargo contrario a sus pensamientos, la madre de aquel muchacho se portó muy atenta y pronto le brindó una cálida habitación, ropa nueva y una comida deliciosa ¿era así como se sentía tener algo como una familia? A pesar de que ya sabía lo que ocurriría, no pudo evitar derramar algunas lágrimas

Los siguientes últimos meses se despidió de sus difíciles dieciséis años para dar la bienvenida a la hermosa primavera de sus diecisiete, probablemente ese fue el único momento bello y puro de toda su vida en donde trabajó duro en la tienda junto a la madre de su salvador, así como también comenzó a florecer el amor entre ambos, siendo solo diez meses desde su llegada a aquel lugar en que Kouki le pidió ser su esposa y compañera de vida

— ¿Los cerezos siempre fueron tal coloridos en ese entonces? —soltó Nuriko al ver los pequeños y rosados pétalos caer en la palma de su mano

— ¡Cuando se es joven, todo resulta colorido a los ojos de la juventud! —exclamó una voz alegre sorprendiéndola— el amor inocente puede cambiar mucho el corazón

Nuriko giró su rostro en dirección a la voz que le hablaba y nuevamente su campo de visión fue llenado por aquel largo cabello rojo, pero esta vez más esponjoso junto a una vestimenta tan colorida que parecía un festival andante. Sus ojos igual de grisáceos que la anterior, reflejaban alegría y emoción por el escenario que veía, sin embargo sentía que su presencia era intimidante de alguna forma, ella no había ido para ser su amiga

— No eres la misma de antes

— Por supuesto que no, el pasado no puede quedarse estancado, sino que tiene que seguir andando, como las manecillas del reloj al marcar las diferentes horas

— No eres la muerte y estos recuerdos también son parte de mi pasado

— Es cierto que no soy lo primero, pero te equivocas un poco en lo segundo —negó la muchacha moviendo su dedo indice en negación— has visto lo oscuro de tu pasado, pero ahora mismo yo soy tu presente y la etapa en donde el lienzo comenzó a ser pintado de diferentes colores

— ¿Por qué deberías ser tu mi presente?

— ¿Acaso Nadora no te lo dijo? Tu vas a revivir todas y cada uno de los acontecimientos que te llevaron a tomar las decisiones del futuro próximo, en este momento de tu vida, soy tu presente y así mismo el cambio

— ¿Qué cambio?

— Lo dije antes, el tiempo nunca se detiene, por lo que esta primavera no puede ser eterna... el otoño vendrá para luego ser silenciado con el invierno, sucede lo mismo la vida, esta avanza y cambia

Una repentina brisa le tomó por sorpresa forzándole a cerrar sus ojos, sin embargo para cuando volvió a ver, la extraña mujer había desaparecido. La buscó por todos lados y solo se encontró con Kouki, quien le brindó una sonrisa sincera, él fue extrañamente la primera persona que le permitió ser ella misma, no le hizo callarse y agachar la cabeza por ser una mujer, sino que la vio como un igual, como su esposa y amada, Nuriko creyó firmemente que su amor era completamente real

Con solo diecisiete años unió su vida a aquel hombre, quien le brindó su apellido y convirtió en su esposa, siendo que un año más tarde fueron bendecidos con su primera hija, Nuriko sintió pesar en su corazón al ver que no había dado a luz a un niño, sin embargo su esposo tomó a la pequeña entre sus brazos y la miró como si fuera lo más valioso del mundo, había cariño en su ojos, pese a no ser un varón su primogénito

— He pensado en un nombre... —habló Kouki con una sonrisa— por supuesto, si también es de tu agrado

— ¿Cuál nombre?

— Yamamotoyama Omi

— Omi...

— Si, significa aquella que es refinada, elegante y llena de gracia como un árbol de cerezos

— Es hermoso, me gusta

— ¡Me alegra! ¿A ti también te gusta, Omi? ¡Eres tan hermosa!

"Si... eras tan hermosa"

— La pequeña Omi es tan linda, tan delicada como el pétalo de un cerezo —habló aquella mujer a su lado

— ¿Esto también es necesario?

— ¿Hum? Ara, tienes mala cara y tus manos están temblando... Me pregunto ¿por qué?

— ¡Tu no eres el presente, eres un demonio! —exclamó Nuriko dejando a la bebé en el futón y enfrentándole con la mirada

— Un demonio ¿dices? —inquirió la pelirroja con una sonrisa vacía— ¿realmente crees eso? ¿No es más bien que tu misma estás aquí luchando con tus propios demonios?

— ¡Cállate!

— Mira, recuerda cada cosa que perdiste...

El escenario comenzó a cambiar y Nuriko se vio a si misma reflejada en sus recuerdos, el como el pasar de los años caían sobre ellos junto a la llegada de su segundo y tercer embarazo para que entonces una tarde de otoño, su pequeña hija de solo ocho años dijo "quiero ser modelo" en ese momento la sorpresa fue evidente en ambos, sin embargo era tal la emoción que brillaban en aquellos amables ojos que no pudieron negarlo ¿por qué ese sueño comenzó? Entonces la respuesta fue: "Yo también quiero lucir ropa hermosa y que la gente la vea y sientan deseos de usarla"

— ¡Nee-chan es genial, sin duda serás la más hermosa! —exclamó un Toshiro de ocho años a su hermana mayor— ¡buena suerte! Yo también me esforzaré por ser un buen diseñador en el futuro, entonces podría hacer vestidos que solo tu usarías

— ¡Gracias, Toshiro!

— ¡Omi-nee, yo creo en ti, ganarás! —soltó un Kiyoshi de siete años

Con solo doce años, Yamamotoyama Omi fue el centro de atención en su primer desfile, captó la atención de todas las personas debido a su encanto que era como el de un hada de primavera. Gracias a la popularidad de Omi, la tienda de té de su familia comenzó a crecer y ser más reconocida, ella era el orgullo y bendición de su hogar, siendo que al final las palabras de su querida abuela se hicieron realidad "Mi Omi es hermosa, así que su futuro sin duda estará lleno de luz" fue una pena que falleció cuando la pequeña cumplió cinco años

Los dulces quince años de la modelo más popular de su generación llegaron y para toda la familia fue como si Omi diera un paso más hacia su adultez, sin embargo luego de una sesión de fotos que hizo en solitario, las luz en los ojos de Omi se fue apagando, su cálida sonrisa fue reemplaza por una expresión ausente y el calor de su hogar, poco a poco se volvió un frío invierno. Nuriko apretó los labios al visualizar esto, ya no deseaba seguir, ni recordar nada más

— Es suficiente, ese presente ya ha terminado —declaró dandole la espalda a aquel escenario

— ¿Tan fácil es para ti darle la espalda?

— ¿Qué?

— Dudaste en el momento que más te necesitó y la dejaste sola enfrentando su miedo por la opinión de la sociedad

"¡No, yo no hice eso!"

— ¡Dime que es lo que te sucede!

— No es nada...

— ¿Nada? Entonces ¡¿por qué tienes una marca roja en tu cuello?! ¡¿Acaso no te crié bien y te has convertido en una cualquiera?!

— ¡Madre no sabe nada! —exclamó una Omi de quince años temblando— ¡usted es mi madre, debería confiar en mi! Entonces ¿por qué puede decir esas cosas tan horribles de su hija! ¡Yo no hice nada, yo no quería que me tocaran!

— ¿De qué estás... hablando? ¿Omi...?

— El manager... dijo que debería probar un traje de baño... —confesó cabizbaja y con la voz rota— lo hice porque creía en él, pero... comenzó a tocar mi cuerpo... me dijo que no debía decir nada y... se quitó su hakama...

— Dios, eso no puede ser cierto...

— ¡No estoy mintiendo, él... me tocó allí y dolió...! ¡¡Había sangre y aunque dolía... no se detenía!!

— Omi, hija...

"Una mujer debe ser culta y decente, por eso siempre debe vestir apropiadamente"

— ¿Por qué te pusiste un traje de baño? —inquirió de repente

— ¿Eh?

— ¡¿Por qué te atreviste a usar algo tan indecente?! ¡Si actúas así, solo te verás como una vulgar ante los hombres! ¡Es tu culpa por ser tan descuidada!

— ¡Madre, no!

"¿No querías hacerlo? Soltar el cabello, dejar un poco flojo el kimono, todo eso es una invitación a ser tocada por un hombre"

— Por favor, vete... no quiero verte

— ¡Yo no quería...! ¿por qué no me crees? —inquirió Omi con sus ojos llenos de lágrimas

— ¡He dicho que te largues! —exclamó golpeando la mesa con fuerza— ¿qué es lo que piensas hacer ahora? ¿Qué dirá tu padre o tus hermanos? ¡¿Acaso has pensado en como afectara esto el negocio familiar y futuro de todos?!

— ...Lo siento

Una gran grieta se formó entre madre e hija, siendo solo aquel oscuro secreto lo que las unía, sin embargo la imagen dulce e inocente de Omi fue cambiando en solo unos meses, ahora debía realizar fotos con expresiones más adultas, maquillaje pesado y demás. No solo la gente dentro de la agencia la tenía en un estándar bajo, sino que una parte de los fans comenzaron a sexualizarla en sus firmas de autógrafos, fue tanta la presión que Omi explotó y le contó toda la verdad a su padre

— ¡¿Por qué no me dijiste nada de esto?! —inquirió el hombre dolido a su esposa— ¡Omi es nuestra hija, ella jamás se comportaría de esta forma!

— ¡Sé que es mi hija, pero todo en ella ha cambiado! ¡Su concepto, su imagen, todo! ¡Es como si fuera una adulta y está a solo de cumplir dieciséis años! ¡¿Acaso no sientes vergüenza de como ha dejado la imagen de esta familia?!

— ¡Nuriko! —exclamó Kouki golpeando la mesa con fuerza— ¡nuestra hija ha sido abusada y tú no hiciste nada para detenerlo!

— ¿Quieres decir que es mi culpa?

— ...No, también tengo culpa en esto. Debimos cuidar más de Omi, permanecer a su lado y no confiarnos, sin embargo nuestra hija recurrió a ti porque eres su madre y aún así le diste la espalda y culpaste ¡me ocultaste lo que le sucedió y la forzaste a seguir viviendo ese mismo infierno cada día! ¡Si lo hubiera sabido, habría sacado a Omi de allí y hecho hasta lo imposible por enterrar vivo a ese cobarde!

— ¿Estás decepcionado de mi? —inquirió la mujer cabizbaja derramando algunas lágrimas

— ¿Es eso lo que te importa ahora? ¿Qué hay de Omi?

— Toda mi vida solo quise obtener la aprobación de mi madre, siempre agaché la cabeza y aguanté cada golpe e insulto, tuve que dejar mi hogar y pensé que moriría en algún frío callejón, pero tu... me encontraste y trajiste aquí, me hiciste tu esposa y madre... tengo miedo, Kouki... ¿qué hago si nuestra familia se desmorona? ¿qué debería hacer si lo pierdo todo por un error que yo no cometí?

— Nuriko... —susurró el hombre apenado— Omi es y siempre será nuestra hija, no importa lo que digan los demás, yo creo en el dolor que reflejan sus ojos y la vergüenza de no desear verme con ellos. Mi hija fue lastimada profundamente y aunque no puedo repararlo, definitivamente haré que los implicados se arrastren y rueguen perdón

Con esas palabras Kouki abandonó la habitación y Omi a los pocos días dejó la agencia, tal y como lo prometió, su esposo movió cielo y tierra para obtener pruebas que incriminaran a estas personas, fue horrible conocer que su hija fue una de muchas y que no hubo un solo culpable en esto. Toda la verdad salió a la luz y la agencia se fue a la quiebra desapareciendo por completo, sin embargo todos los ojos estaban puestos en las "víctimas" dividiendo las opiniones en dos bandos, aquellos que les apoyaban y comprendían y otros que las señalan de fáciles, debido a su profesión de modelos

— Conseguiste lo que querías, Omi —habló Nuriko con un tono de voz frío— tu padre atrapó a los que te hicieron daño, pero ¿a qué costo?

— Madre...

— No me vuelvas a llamar así. Si solo me hubieras escuchado a mi y no a otros, todo esto nunca hubiera pasado... ¡no puedo salir a la calle y ser señalada como la madre de la niña que mintió para obtener dinero!

— ¡Pero eso no es verdad!

— ¡¿Crees que eso a la gente le importa?! ¡Este mundo es una basura, nadie es lo suficientemente bueno o inocente para pensar que no tienes ni una pizca de culpa!

— ¡¿Entonces, qué debería hacer?! ¡No puedo cambiar la verdad! ¡¿Por qué madre quiere echarme la culpa de esto?!

— ¡No me hables así! —soltó dandole una cachetada— ¡recapacita de una buena vez y busca la manera no estorbarle a los demás!

— ...Si yo... si yo desapareciera ¿madre estaría feliz? —inquirió Omi con la voz rota— si ya no estoy, ya... no le estorbaré a nadie...

— No digas cosas que no puedes cumplir, deja de buscar lástima en donde no la hay porque el papel de víctima no te queda —esa fue la última vez que Nuriko habló con su hija

El siguiente solo fueron como una secuencia de imágenes rápidas, la partida de Omi aquella tarde de invierno con un gorro rojo, las miradas tristes de sus hermanos al notarla ausente, ya ni siquiera podían abrazarla sin que temblara de miedo y su padre, quien pese a todo le dijo que siempre estaría de su lado, incluso si debían salir a caminar tomando el estreno de una cuerda de saltar, lo haría. Omi no volvió a casa esa noche y el gorro rojo fue encontrado cerca a un gran puente ya solitario, continuó el sonido de la ambulancia, las luces intermitentes, las voces de las personas que realizaban la búsqueda y finalmente el cadáver sacado del río

"Yamamotoyama Omi ha muerto, se piensa que la causa principal fue suicidio"

— Omi tuvo un final trágico y con el pasar de los años incluso su madre la enterró en sus recuerdos —habló la mujer con una expresión que reflejaba tristeza

— ¿Quieres que sienta remordimiento? ¡Lo sentí, sentí dolor ante su perdida, pero no podía ser débil! ¡Debía seguir adelante por mi familia!

— ¿Por la familia o por qué no querías perder todo lo que tanto te costó conseguir?

— Si perdía el poder, también perdía la forma de proteger a mi familia

— ¿Aún cuando tu misma decidiste abandonar a tu esposo e hijo?

— ¿Qué?

— ¿Ya lo has olvidado? ¿Lo que hiciste tan solo cinco años después de la muerte de Omi?

Los recuerdos volvieron a llenar su mente y esta vez su corazón se llenó de resentimiento al ver a su esposo acompañado de una joven modelo, ambos sonreían mientras estaban juntos y para rematar la situación, Kouki la llevó en su viaje de negocios como acompañante ¿por qué no la llevó a ella? ¿A su esposa legal? ¿A la madre de sus hijos? La ira creció en el corazón de Nuriko y solo quería vengarse, hacerlos sufrir mil infierno y maldecía el día en que decidió tomar su mano, ya que el destino de su madre se estaba repitiendo con ella, todo ese amor fue una mentira

Fue a raíz de esa "traición" que Nuriko tomó la decisión que le perseguiría por el resto de su vida, sin dudarlo ni un segundo, se encaminó hacia el despacho de su esposo y abriendo la caja fuerte que residía oculta detrás del libero sacó un pequeño estuche en donde reposaba una fina pluma dorado con acabados tan hermosos que parecía hecha de oro puro, esta era la reliquia que los dioses le concedieron a la familia Yamamotoyama hace mucho tiempo atrás y que se mantuvo oculta por tanto tiempo desde que una antepasada escribió un sincero deseo antes de su muerte

"Esta pluma tiene el poder de cambiar lo ya escrito, sin embargo no le corresponde a manos humanas elegir el destino de los mortales..."

— Ja, no importa como lo mire, es solo una pluma —rió Nuriko mientras abría una libreta de notas— ¿realmente podría suceder lo que yo escribiera? ¿Llovería o nevaría?

Tontos pensamientos le acompañaban, pero lo mismo desaparecieron cuando los negros ojos de la mujer se posaron sobre la fotografía de su esposo y Omi, ya no había realmente una familia ¿por qué se llevó a esa chica consigo? ¿Acaso a su regreso la echaría y pediría el divorcio? ¡No, no podría hacer algo así! ¿Y si le quitaba a sus hijos? Su cuerpo comenzó a temblar de solo pensarlo mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. No, ella no permitiría que le arrebataran su lugar, nunca

"Un tren se puede descarrilar y así tu vida arrebatar"

— ¿Qué ha dicho? —inquirió Nuriko estupefacta— Kouki ha...

— Lamento mucho su perdida, la palanca de freno falló y no pudieron detenerse, debido a la fuerza del impacto, algunos vagones terminaron destruidos, muy pocos sobrevivieron...

— No, eso no puede ser... —rió nerviosa y sin poder creerlo— Kouki... mi esposo partió hace solo dos días... ¡no es verdad! ¡No lo es!

— ¡Madre, deténgase! —exclamó un Kiyoshi de dieciséis años abrazando a su progenitora— por favor...

Yamamotoyama Kouki falleció a sus cuarenta años en un accidente de tren, dejando a su esposa e hijos solos, dos años después Kiyoshi fue declarado como el heredero oficial, pese a ser el hijo menor, mientras que de Toshiro, muy poco se sabe de su vida e intereses, excepto que tiempo después se marchó al extranjero en busca de encontrar su camino y vocación en la vida, quien se esperaría que solo cuatro años más tarde regresaría con quien sería la futura esposa de Kiyoshi y madre de Kazuyoshi y Ririka

— ¿Por qué ocurrió esto? —se preguntaba Nuriko una y otra vez mientras daba vueltas en el despacho de su esposo, de repente se golpeó con el borde del escritorio que fue acompañado de un sonido sordo, algo se había caído

La mujer se acuclilló en busca del objeto, solo para toparse con aquella libreta que residía abierta justo en la página en donde había escrito con aquella pluma "un tren se puede descarrilar y así tu vida arrebatar" la sangre abandonó su rostro y con manos temblorosas lo tomó entre sus manos ¿acaso era siquiera posible? Kouki había muerto mientras viajaba en el tren y ella escribió que se descarrilaría, un gritó ahogado escapó de sus labios mientras se dejaba caer al suelo

— ¿Y...Yo lo maté...? ¿Kouki y... esas personas...? ¡No, no puede ser! ¡Esto es solo una leyenda vieja! —exclamó con sus nervios a flor de piel mientras tiraba de su cabello. Si todo resultaba ser cierto, eso le convertiría en una asesina

Esa noche algo se rompió dentro de ella y ya no hubo lágrimas, solo pudo reír a carcajadas, tratando de sentir algo, pues su interior estaba vacío y muerto, la torpe y entregada Nuriko había desaparecido y en su lugar tomaría las riendas de la familia Yamamotoyama, esta vez definitivamente se aseguraría de proteger a su familia y es así como volvió a tomar aquella pluma en sus manos, ignorando la advertencia que reposaba al final de la cinta. Debían ser más fuertes y conocía la forma perfecta de hacerlo para que cayeran en su trampa

Nuriko decidió crear varios proyectos para formar lazos con otras familias, así como también financiar trabajos que pertenecieran a otros campos, todas estas personas fueron escogidas por una razón y es que en su momento esas familias señalaron con desdén la memoria de Omi, otras se burlaron de ver a su esposo frecuentar con una modelo y por último, aquellos que quisieron engañarla para dejarla sin nada. Ya no había forma alguna de que perdiera y es así como entrega el dinero, para luego redoblar la apuesta con la ayuda de una pluma que escribe el destino

Todos esos proyectos fracasaron y la deuda fue tan grande que si no querían quedarse en la calle, debían entregar a su primero hijo para que sirviera dentro de los Yamamotoyama, algunos eran egoísta y entregaban fácilmente a sus niños, pues tenían con quien reemplazarlos y otros, pese a soltarlos, seguían cuidándoles desde las sombras. Nuriko aprovechó esto a su favor para seguir moviendo las piezas en su tablero y cada vez que necesitara algo, podía presionar a estas personas, gracias a eso pudo manipular sin problemas la causa de muerte de muchas personas

"Las cosas iban de maravilla, todo hasta que ella llegó..."

— Supongo que hasta aquí llega mi camino —suspiró la pelirroja estirándose— tu has sido una de aquellas pocas personas que si bien tuvieron su lienzo lleno de colores, poco a poco la pintura se volvió oscura hasta ya no visualizarse nada

— Tan fácilmente te vas, tu único trabajo es ser la única persona en juzgarme ¿qué buscas? —inquirió la mujer harta, ya no deseaba seguir más ese camino espinoso— ¡si quieres matarme, hazlo!

— Aburrido

— ¿Eh?

— Tu, ya no tienes colores en ti, eres oscura y hueca que resulta asfixiante permanecer en tu presencia —le explicó la mujer sin rodeos y con una expresión neutra— ya no puedo quedarme porque tu presente ha terminado —añadió para esta vez desaparecer con una repentina brisa que trajo consigo hojas del otoño

"Este es el presente del cual solo conservaste los colores de tu primavera, sin embargo olvidaste que no existe una sola estación, sino que el verano, otoño e invierno también llegarían a colorear tu lienzo"

El silencio se hizo presente y la oscuridad la rodeó por completo, la temperatura parecía haber subido, pues sentía calor y su frente estaba empapada en sudor, de repente una luz se encendió y le permitió observar la amplia habitación en la que se encontraba. Cuando volteó a ver, notó que dos siluetas se mantenían sentadas frente a frente, por lo que comenzó a acercarse hasta notar de quienes se trataban, sus piernas parecieron fallarle y el miedo comenzó a instalarse en su pecho

Allí estaba su querido hijo menor, su Kiyoshi, la vida memoria de su amado esposo, Kouki, el hombre que un día le prometió amarla hasta la muerte ¿por qué las personas que más quería la traicionaban de esa forma? Primero su esposo y luego su hijo ¿acaso todos sus esfuerzos por mantener a su familia unida no eran suficientes? Era como si su vida entera estuviera maldita por mujeres tan vulgares como las modelos, incluso la mujer que escogió su niño era igual que las demás que había conocido

— Es claro que jamás lo entenderá y yo tampoco entenderé el porque de sus acciones, sin embargo no pienso callarme ante esta injusticia, no cuando ya hay demasiada gente inocente sufriendo —le escuchó negar dolido y avergonzado— no pienso formar parte de esto, por eso a partir de hoy renuncio a los Yamamotoyama, no necesito ese apellido para ser alguien y por supuesto, mis hijos tampoco lo necesitan. Eso será lo mejor para todos

— Eres un traidor, es lo único que puedo pensar al verte —escuchar esas palabras le sorprendieron, ya que en sus recuerdos no permanecía un momento así— siempre tuvo razón en decir que te alejarías por una simple modelo, debí deshacerme de ella en el mismo momento que me lo dijo...

— Yo nunca hubiera desea esto madre, pero fue usted misma y con sus acciones lo que me llevó a tomar esta decisión. Por favor, digame ¿Es feliz con todo lo que ha hecho? ¿Las vidas que ha arrebatado no le pesan en su consciencia?

— Deberías saber que una madre siempre estará dispuesta a hacer lo que sea, incluso manchar sus manos de sangre, con tal mantener seguros a sus hijos

— Claro que lo sé y es por eso que me duele enormemente el como usted se aprovechó del amor de madre y esposa que tenía Tsubasa por nosotros para destruirla de esa forma. Creí que nunca entendería de donde venía todo ese odio, pero creo que ahora lo sé... ¿usted odia a Tsubasa porque le recuerda a mi hermana Omi, verdad?

— ...¿Qué es lo que dices? ¡¿Cómo puedes decir ese nombre?!

— Omi siempre fue tan buena y hermosa como un hada, poseía un corazón sincero y una sonrisa gentil, usted detesta a la gente así porque piensa que son débiles ¿acaso no se sintió de la misma forma la primera vez que vio a Tsubasa y le tendió su mano para saludarla? Aún recuerdo la expresión de temor que tuvo en ese momento, es por eso que volcó todo su odio en ella y luego en mi hija Ririka, todo porque es una niña con un brillo especial en sus ojos, esa mirada que puede hacerte sentir culpable ¿no es así?

— ¡Detente, nada de eso es cierto! ¡No sé quien es Omi, nunca existió!

— ¡Ya deje de negar el pasado! ¡Deje de modificar la cosas a su antojo! ¡Jugar con el destino de las personas no está bien! —le devolvió Kiyoshi molesto— ¡¿acaso no leyó la advertencia en la cinta?! ¡¡Es usted quien ha arrastrado a nuestra familia a todo esto!!

"...Porque usar para fines propios el poder de los dioses, equivale a pagar un gran precio que siempre acarrea grandes desgracias"

Ahora lo recordaba todo, esa noche no decidió asesinar a su hijo porque realmente quisiera hacerlo, no, fue por las palabras de advertencia que le susurraron a su oído junto al puñal de palabras que Kiyoshi le había clavado al traer a su memoria a Omi. Un escalofrío comenzó a recorrerle por completo, ya no tenía ningún poder, haciéndole sentir tan vulnerable que incluso le costaba respirar por el dolor en su pecho ¿cuándo fue que perdió? ¿Acaso desde el principio estaba destinado que sería así? O tal vez... ella jamás fue quien dirigió el tablero de ajedrez

— Por fin te has dado cuenta —habló una voz femenina a su espalda, la mujer notando que su aspecto había vuelto a ser el de una anciana se giró lentamente para ver ante si el mismo cabello rojo, ojos grises, pero ahora fríos y desprovistos de emociones, junto a aquella vestimenta completamente oscura

— Otra vez, tu ¿ya vas a matarme...? —inquirió con su voz temblorosa

— Flanna ya te lo dijo, has visto tu pasado y presente... estos últimos recuerdos ¿a dónde crees que pertenecen?

— E...Eso... ¿el... futuro?

— Si, yo soy el futuro y producto de todas tus acciones

— Eso quiere decir que mis propias acciones me condujeron a mi propia muerte...

— La muerte puede llegar de diferentes formas, pero... tu no la mereces —negó para luego darle la espalda— ahora mismo te daré todas las respuestas verdaderas, al menos sabrás eso antes de tu sentencia

— ¿Qué quieres decir? ¿Aún quieres arrastrarme por el camino de mis recuerdos?

— Tu hija... jamás mintió y hasta el final también deseó que le reconocieras, pese a que el agua estaba tan fría y el aire poco a poco abandonaba sus pulmones, ella solo pensaba en ti y que tendieras tu mano para salvarla

— No quiero escucharlo... ¡no quiero!

— Tu hijo menor tampoco te traicionó, al contrario, siempre quiso encontrar la forma de encaminar todo lo que habías decidido, Tsubasa nunca te juzgó, ni odió, aceptó el veneno porque quería proteger a sus hijos, su familia y tu esposo, él tampoco cometió traición alguna hacia ti

— ¿Kouki no me traicionó? —inquirió sin poder creerlo

— ¿Sabes porque tu esposo iba con aquella jovencita ese día?

— ¡No, nunca me dijo nada!

— La modelo que viste, era solo una niña de dieciséis años, ella fue una gran fan de tu hija Omi y quiso ser siempre como ella, por eso tomó el camino del modelaje y nunca dudó de la palabra de Yamamotoyama Omi. Tu esposo lo sabía y quiso apoyarla en su camino para que ninguna otra chica inocente volviera a pasar por lo mismo que su hija

— ...Eso no puede ser... eso no lo escuché...

— Porque tus miedos del pasado te cegaron, creíste lo que quisiste escuchar y te colocaste una venda que no te permitió ver la verdad.

— Entonces ¿por qué fue a ese viaje con ella? ¿Por qué no me lo dijo?

— El sueño de Omi siempre fue hacer una sesión de fotos para la compañía de su padre, sin embargo fue algo que jamás pudo pasar, por eso tu esposo le permitió a esa joven cumplir ese deseo. No te lo dijo por dos razones, la primera porque pensó que cuando vieras las fotos, tal vez desearías recordar a Omi y la segunda, porque tu misma prohibiste hablar sobre el mundo del modelaje, respetó tu deseo y solo obtuvo su sentencia de muerte

— ...No ¡Eso no puede ser verdad! ¡Porque si es cierto, yo...! ¡Yo! ¡Lo maté siendo inocente! ¡Me niego a que eso sea cierto!

— Yo también no puedo creer que exista un amor tan leal como este, porque incluso en su hora de muerte solo pensó en ti y que quería que fueras feliz junto a sus hijos, que siempre velaría por ti y esperaría, pero él ha visto cada una de tus acciones y derramado tantas lágrimas de sangre que no ha podido reencarnar, es como un fantasma

— No lo creeré, no puede ser así ¡nada tiene sentido, ninguna decisión!

— Entonces creerás que la única persona que te traicionó en esta vida fue tu hijo mayor, Yamamotoyama Toshiro. Él es la verdadera mente detrás de todo este tablero y tu, solo fuiste un peón en su camino hacia su propio imperio

Ahora todas las piezas encajaban para Yamamotoyama Nuriko, quien no pudo contener su impotencia y por primera vez en muchos años derramó lágrimas de dolor y arrepentimientos, ya no era la joven mujer que un día fue, pues los años habían pasado en ella y ni siquiera tenía ya en sus manos el poder que le permitió hacer tanto daño. Al final las palabras de su hijo menor eran muy ciertas, debido a sus miedos y debilidad, Nuriko fue en gran parte la perdición de su familia y ahora ya no había vuelta atrás

"Este es el futuro que construiste con todas sus acciones, siendo consciente del gran daño que ocasionaste en muchos destinos que ya habían sido escritos. Ahora que has revivido tu propio infierno, conocerás el castigo impuesto que pesará sobre tu alma como un karma eterno"

— Nuriko, el destino ha decidido tu sentencia —habló Annistyn en presencia de Tōjuro, Kazuyoshi y Ririka, quienes habían visto todo desde la sombra— el pago será tu propia alma




Santo dios, este capítulo se me ha hecho complicado de escribirlo porque por fin pueden conocer el pasado detrás de la cabeza de la Yamamotoyama y como una persona que siempre creyó tener el poder, realmente no lo tuvo, sino que solo fue una pieza más en el tablero junto a Rikuto, si me preguntan estos dos al final del día me dan verdadera lástima, pero claro, nada justifica todas sus acciones que fueron terribles, en especial esta señora que fue usada para todo mientras que Toshiro solo observaba desde lo oscurito, en el próximo conoceremos la sentencia completa que a decir verdad, está tremenda, además de conocer algunas cabos sueltos más y aunque tengo muchísimo por opinar en este capítulo, me lo guardaré para el siguiente, pero imagino verán la extraña conexión de sucesos entre Omi, Tsubasa y Ririka, así como se reflejan ambos lados de la moneda en Nuriko y Ririka, ahora si gracias por leer :3

Andysakurai15 

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