Capítulo 62 La fiesta roja
"Tengo un mal presentimiento" Shinobu llevaba diciendo esos ya varios días, prácticamente desde que Kazuyoshi había enviado guardaespaldas a todos los allegados de Ririka y él, eso solo podía significar que cualquiera de ellos podría ser una presa o debilidad ante los ojos de los Yamamotoyama, por lo mismo es que había sido muy cuidadosa al salir, ni siquiera se desviaba en su regreso a casa y lo mismo hacia su hermana mayor
De todas formas la pelimorada pensaba que era muy poco probable que apuntaran hacia ellas, ya que su familia jamás se había atrevido a inmiscuirse en los asuntos de los Yamamotoyama, sino que siempre se habían mantenido al margen, dado que la amistad que una vez hubo fue con los padres de Kazuyoshi y Ririka, luego de su muerte todo se sumió en silencio y sus padres optaron por enfocarse en su negocio y crianza de ambas
"Tal vez fue la mejor decisión"
La verdad de nada le servía darle vueltas al porque de las acciones de sus padres, ya tenía suficientes preocupaciones encima y estaban a solo un día de que la fiesta de cumpleaños y el plan se llevaran a cabo y claramente no podían permitirse fallar. Aún así necesitaba algo de aire fresco y contra todo Shinobu decidió salir acompañada de su guardaespaldas a un parque cercano
Tal vez era porque el atardecer ya estaba llegando que la pelimorada no encontró a casi nadie allí, siendo el único sonido que llegaba a sus oídos el de la fuente cercana que se alzaba en medio del lugar. Otra vez ese sentimiento de vacío comenzó a instalarse en su pecho, ya llevaba cerca de un año que se sentía así y pronto el curso llegaría a su final, su hermana mayor se graduaría y ella iría a su último año
Todos a su alrededor estaban avanzando, incluso Ririka quien siempre vio su futuro como algo perdido al estar sometida por su familia, pero desde que aquel joven llamado Tōjuro llegó a su vida, su querida amiga encontró su camino y decidió luchar por ser feliz ¿acaso ella también deseaba sentir algo así? Necesitaba un ancla que la mantuviera en pie y no le permitiera perderse, probablemente era solo una tontería
— Incluso una fuente tan bonita se vería opacada por la tristeza que emana, Shinobu-san —habló una voz juvenil sorprendiéndole
— ¡Giichi! —exclamó la mencionada levantándose de un asiento— ¿qué haces en este lugar? ¿No es un poco lejos de donde normalmente esperas para que te recojan?
— Así es, pero el señor que me acompaña dijo que mi tío demoraría en llegar y tomaríamos algo de aire fresco
— ¿El señor? —inquirió Shinobu con desconfianza antes de mirar al hombre de traje negro y mascara que le acompañaba
"Kazuyoshi-san también le designó uno a él"
— Entonces esperaré aquí hasta que tu tío venga por ti —comentó la pelimorada con una sonrisa amable que encantó al menor, quien asintió feliz con la idea
— Shinobu-san ¿por qué está usted en este lugar?
— Bueno, necesitaba tomar algo de aire...
— Ya veo, en tal caso me alegra que mi tío llegue algo tarde hoy, ya que así pude verla —declaró el ojiazul tomando con cariño una de sus manos que atesoró entre las suyas
"Es muy dulce..."
— Coff, coff —fingió toser la joven intentando cortar aquel momento que había logrado conmover su corazón— creo que ya es algo tarde, deberíamos ir volviendo...
Shinobu se apartó con cuidado de Giichi, quien le miró algo confuso, pero ella no estaba precisamente acostumbrada a escuchar ese tipo de comentarios de alguien con unos ojos tan profundos e inocentes, era claro que su corazón era puro, muy diferente al de todos aquellos con quienes había tenido que relacionarse alguna vez. Sin duda alguna Giichi podría ser su primer mejor amigo
— ¿Crees que tu tío demore mucho? —inquirió de vuelta— si no te molesta podemos avisarle para que vengas conmigo a casa, es mejor que estar aquí afuera, sobre todo cuando el otoño está cerca, podrías resfriarte
— No creo que le moleste, pero no cargo mi celular hoy
— ¿Recuerdas su número? —cuestionó Shinobu mientras sacaba el suyo
— ¡Claro! —exclamó el menor orgulloso comenzando a dictárselo, pero con solo introducir los primeros dos números el contacto ya figuraba como agendado entre los de la pelimorada
— Kizuka-san... —susurró al comprobar su sospecha, sin embargo había algo extraño en todo esto, ya que Kazuyoshi había decidido mantener fuera del plan a su mano derecha por la posible presión que podría recibir de su familia
Kizuka era un sirviente completamente diferente a los normales, ya que asistió a la anterior cabeza de la familia y por lo mismo se le había permitido revelar su rostro y transitar de manera libre, pero si Kazuyoshi había optado por dejarlo fuera, eso también significaba que no podría delatar ningún tipo de información. En resumen Kizuka no podría ser un traidor, pero si
"Una víctima"
Shinobu miró enseguida al hombre que resguardaba a Giichi y les miraba a una distancia prudente, podía sentir su mirada, pero no leer su expresión, eso solo aumentó su incomodidad y mal presentimiento, ya que ese hombre usaba una mascara a excepción del guardaespaldas que Kazuyoshi les facilitó. Su intuición le decía que ya no podía quedarse allí, tenía que llevarse a Giichi consigo y rápido
— Giichi, ven conmigo —le susurró la pelimorada en voz baja mientras tomaba su mano
— ¿Qué sucede, Shinobu-san? —soltó el pequeño lo suficientemente alto como para que ambos hombres escucharan
— ¡Tenemos que irnos ahora! —sentenció Shinobu arrastrando al ojiazul consigo y pasando a su guardaespaldas, quien se supone debía detener cualquier movimiento sospechoso del otro hombre
Fue entonces cuando ella supo que fue un error, jamás debió darles la espalda, ya que la persona que se supone debía protegerla, en realidad fue quien le atacó con un golpe por detrás logrando tumbarla. El piso de piedra se sentía frío y sus manos dolían, pero entonces ya no pudo sentir la pequeña y cálida mano de Giichi, volteó a ver y el hombre de la mascara ya lo había tomado entre sus brazos
Giichi parecía desesperado y molesto mientras intentaba zafarse de su agarre, pero con solo un pequeño trozo de tela que colocaron en su rostro fue suficiente para que perdiera la conciencia. Shinobu se levantó trastabillando y corrió como pudo hacia el hombre, aferrándose a él para que no se lo llevaran, sin embargo nuevamente fue tirado por el segundo, quien además le golpeó en el estomago haciéndole doblegarse
— ¿Por...qué? —inquirió— ¡¿por qué están haciendo esto?! ¡¿Acaso estás traicionando a Kazuyoshi-san?!
La ira era evidente en su expresión y tono de voz, incluso su labio interior temblaba levemente, sin embargo el segundo hombre solo le dio una sonrisa torcida antes de acuclillarse a su altura y escanearle sin vergüenza con la mirada ¿por qué no esperó algo como esto? Claro que nunca lo haría si esta persona se supone que venía por disposición misma de Kazuyoshi, entonces eso solo podía significar...
— Traicionaste a Kazuyoshi-san... por esa mujer...
— Lo siento, señorita Otsuka —fingió disculparse el hombre— usted solo es una pieza dentro de nuestro plan, necesitábamos a un espectador confiable para que todos se enteraran, en especial el próximo heredero de los Yamamotoyama. Su querida abuela y tío desean que sepa que sin ellos, su poder es muy pequeño...
— ¡Malditos...! ¡¿Cómo pudieron?!
— Solo es nuestro trabajo, ahora usted debe dar la alerta —declaró para que finalmente todo se volviera oscuro, siendo lo último que sus ojos vieran la silueta de aquel alto hombre llevándose al inconsciente Giichi
"¡¡No, Giichi...!!"
— ¡¿Qué debo hacer ahora Ririka?! —exclamó la pelimorada entre lágrimas, estaba tan frustrada por no haber podido protegerlo, por haber sido ella quien fue elegida para presenciar aquello
— Shinobu... —susurró Ririka estupefacta desde el otro lado de la línea, aún no podía procesar la noticia y sus piernas parecían querer fallarle, por lo que todos en la oficina pudieron ver como la peliverde cayó sobre sus rodillas en silencio
— ¡¡Ririka!! ¡¿qué sucede?! —exclamó Kazuyoshi visiblemente preocupado, su hermana estaba pálida y temblaba
— ¡Ririka! —Tōjuro también residía a su lado intentando hacer que dijera algo, siendo entonces cuando tomó el celular de la joven para atender la llamada
Alrededor de un minuto pasó para que Tōjuro colgara la llamada también estupefacto, sin embargo no demoró en darle la noticia al ojiverde, quien pareció quedarse en blanco por unos segundos al igual que Ririka, quien comenzó a derramar lágrimas al escuchar por segunda vez la noticia, definitivamente no se trataba de un error y todo había sucedido tan rápido que simplemente no pudieron esperarlo
"Giichi-kun..."
Como si ya la noticia no fuera lo suficientemente fuerte, Mitsuka entró en la oficina con un destrozado Kizuka, sus ojos estaban rojos y sus mejillas mojadas, era tan desolador su aspecto que Ririka y Kazuyoshi sintieron su dolor y desesperación. El pobre hombre no dudó en acercarse a ambos y dejarse caer al suelo de rodillas con su cabeza tocando el frío suelo mientras sus sollozos inundaban sus oídos
— ¡Mi señor, señorita! —exclamó entre lágrimas— ¡¡por favor, sálvelo!! ¡Es solo un niño!
— Kizuka-san... —susurró Ririka acuclillándose a su altura para ayudarle, pero el hombre estaba reacio a levantarse— ¡¡se los ruego, les ofrezco mi vida entera a su servicio, pero...!! ¡¡No puedo perderlo a él, se lo prometí a mi hermano mayor!! ¡¿Con que cara veré a mi cuñada?! ¡¿Cómo puedo decirle que tal vez su hijo... no vuelva?! ¡Por favor, por favor!
— ¿Te dijeron qué es lo que quieren? —inquirió Kazuyoshi en un tono frío, estaba intentando reprimir sus emociones o perdería la cabeza
— Solo me dijeron que si quería recuperarlo con vida... —comentó el hombre observando con mucho dolor a la peliverde— debía... asegurarme de que la señorita vaya a la fiesta de hoy, de lo contrario... —no pudo continuar, pero era obvia la respuesta— ¡perdóneme, por favor...!
"Esa maldita serpiente"
— Kizuka-san —le llamó Ririka palmeando con cuidado su hombro, logrando que le mirara— incluso sin esta amenaza, yo ya he decidido que iré a ese lugar...
— Mi señorita, yo-... —tartamudeó avergonzado— soy un mal hombre, pero no quiero... si la señorita va allí ¿qué sucederá?
— Esto es un intercambio... —susurró la joven con una expresión seria— es lo que equivale a una vida por otra
— ¡Oh, no! ¡No vaya, mi señorita! —bramó Kizuka asustado tomando sus manos— ¡haré lo que sea con tal que mi sobrino vuelva, pero usted no debe!
— Ya no hay marcha atrás, he tomado mi decisión y definitivamente Giichi volverá con su familia —le prometió brindándole una cálida sonrisa
El hombre no se detuvo en rogarle que no fuera, pero al final Kazuyoshi le pidió a Mitsuka que lo guiara a otra oficina para que descansara, aunque él también se sentía fatal. Al final la sabia secretaria guió al hombre para que se tranquilizara, mientras Ririka y Tōjuro bajaban a comer algo, aunque sentía que podía ser todo, menos esto último ¿qué debían hacer? El ojiverde siempre creyó que si su abuela planeaba llevarse a alguien, sin duda sería alguien con cierto rango o poder
De todas maneras se aseguró de proteger a todos, pero al final resultó siendo traicionado y aunque no deseaba ponerse en ese modo, no podía evitar sentir desconfianza y temor por lo que sea que fuera a suceder esa noche. Quería proteger a Ririka, si algo llegara a sucederle... ¿cómo podría vivir con ello? El solo pensarlo hizo que su dolor de cabeza terminara por empeorar hasta el punto de sentir asco por la comida
"Creo que voy a enloquecer"
— Kazuyoshi-san... —susurró una voz suave a su lado sorprendiéndole, Mitsuka estaba a su lado con un cuenco de agua y un paño— sé que es una situación sorpresiva y difícil, pero si se agobia de esta forma no podrá pensar de manera clara
— ¿Crees que no lo sé? —soltó molesto antes de morderse la lengua, después de todo ella no tenía nada de culpa— lo siento
— Está bien, sé que no es su intención —le tranquilizó la joven colocándole el pañuelo frío en su frente— tal vez esto le ayude a pensar con la cabeza fría
— Gracias, ahora mismo hay una gran nube a mi alrededor y no sé en quien o que debería confiar. Al igual que todos, también quiero proteger a quienes amo, pero cuando pienso que los tengo a salvo, uno termina por salirse de mis manos
— Kazuyoshi-san, usted no es un superhéroe —negó Mitsuka con una expresión seria— solo hay una diferencia de un año entre nosotros, pero usted quien es más joven que yo ya es capaz de dirigir una gran compañía y velar por sus seres queridos, sin embargo sigue siendo humano, tiene derecho a cansarse y sobre todo... a equivocarse
— Eso es lo que más odio
— No creo que sea el único que se haya sentido frustrado al cometer un error, pero no debe ser negativo, sino que más bien repase ese desliz y vuelva a intentarlo. Si se rinde ahora, perderá el horizonte y entonces es probable que su arrepentimiento se vuelva aún mayor, por eso tiene que seguir hasta el final
— Tal vez debería encargarte el departamento de recursos humanos —bromeó el joven sintiéndose adormilado al escuchar su voz, deseaba agradecerle por ser capaz de calmar al menos un poco la tormenta en su interior— gracias, Mitsu... —susurró con una leve sonrisa mientras su mano se deslizaba con cuidado por su mejilla, estaba tan cansado que solo cerró sus párpados quedándose dormido
Mitsuka se quedó en blanco ante este gesto y pronto se sonrojó hasta la punta de sus orejas, por lo que tuvo que agarrar su rostro para intentar calmar aquella sensación de ¿alegría? Un ligero suspiro le sacó de sus pensamientos, Kazuyoshi parecía estar profundamente dormido, por lo que la joven acercó una de sus manos para apartar algunos mechones de su rostro
Nunca lo había pensado antes, pero debía reconocer que su jefe era un joven muy apuesto, su cabello era suave y su aroma era agradable, poseía pestañas largas y negras y su expresión al dormir le hacia verse más tranquilo y vulnerable. Ella ya se había acostumbrado a aquella faceta de jefe serio y competitivo, pero ahora solo podía ver a un chico de diecisiete años luchando por proteger a sus seres amados
"Por favor, también piense en usted mismo"
— Eso es uno de sus defectos —declaró la mujer mayor chasqueando la lengua molesta— solo hay un heredero, él es la persona más importante de nuestro legado y aún así... se gasta preocupándose por personas que carecen de valor, sigue siendo ingenuo
— Yo creo que eso lo hace tierno ¿no lo cree? Pese a su frialdad y seriedad, Kazuyoshi posee un corazón bueno y leal, no discrimina a nadie, ni tampoco presume de su posición —negó Toshiro mientras observaba los preparativos del gran salón— supongo que mi hermano lo crió bien
"Tan bien que tuvo que crecer solo"
— Cuando tienes el poder en tus manos, no puedes poseer un corazón bueno o mucho menos leal, ya que siempre la ambición conducirá a una traición, es mejor que se deshaga de ese defecto y tengo la solución perfecta para esto...
— ¿Está pensando en Ririka?
— No digas su nombre, no quiero escucharlo —negó la anciana con fastidio— pero si, solo ella puede darme lo que deseo y eso solo puede lograrse con su vida. Si ella muere frente a Kazuyoshi y su sucia sangre se derrama por el suelo, el corazón inocente de mi amado nieto se romperá y llenará de odio, un odio que nunca sabrá hacia donde debe dirigirlo, pero será suficiente para que el mundo solo gire alrededor de él. Al final gracias a esa niña es que Kazuyoshi se convertirá en un gran heredero, mejor que su padre
— ¿Por eso es que hiciste aquello? —inquirió a su progenitora al ver como abandonaban el gran salón para caminar por los largos pasillos hasta llegar a una pieza que parecía estar vacía
Ante su señal un sirviente corrió la puerta y les permitió ver el interior en donde en suelo de la misma un niño de aproximadamente doce años residía completamente atado tanto de manos como de pies, la expresión de su rostro era de completo terror, pero de su boca solo escapaban quejidos. La anciana rió entre dientes mientras caminaba hacia él para poner un pie en el pequeño rostro, obligándole a mirarla
— Tomioka Giichi, ese es tu nombre ¿no es así? —inquirió a lo que el menor la miró temeroso— ¿sabes? te pareces mucho a tu padre, si... esa mirada azulada odiosa que hasta el final no pudo decir nada, falló como guardián de mi hijo y es por eso que lo mandé lejos de su familia, era eso o... morir
— ¿Que función tendrá este niño? —cuestionó Toshiro al verlo derramar lágrimas mientras intentaba hablar— ¿piensa asesinarlo? —aquella pregunta hizo temblar a Giichi
— Él también es parte de mi plan, ya que él es el querido sobrino de Kizuka y a su vez hijo único de su amado hermano mayor, quien al tener que marcharse le encargó velar por su pobre esposa e hijo pequeño ¿no crees que es gracioso? Es como en el pasado, mi hijo también protegió hasta el final a los Tomioka y ahora Kazuyoshi también debe desear salvarlo...
"¿A quién elegirías? Oh, esta vez no hay opción"
— Kazuyoshi podría venir por él en cualquier momento, este pequeño es libre hasta donde sabemos, ya que debido a su buen servicio mi hermano les liberó
— Por supuesto que sé eso, pero mientras ese hombre no descubra que sucedió con el testamento no podrá volver, de lo contrario lo primero que verá será las tumbas de su familia y un perro nunca es capaz de abandonar a su amo —negó con una sonrisa que causó un escalofrío en ambos— aún así este pequeño tiene más peso de lo que crees
— ¿Qué quiere decir?
— Él conoce a Ririka, son buenos amigos
— Oh, es así
— Si, por eso le escogí a él y dejé que mis hombres le enviaran el claro mensaje de que esto es un intercambio. Esa chica también es ingenua, por lo que su buen corazón y las lágrimas de un tío destruido por el miedo serán suficiente para que no tenga opción más que venir a su muerte —añadió para esta vez golpear levemente la ya enrojecida mejilla del menor— Tomioka Giichi, tu serás la causa detrás de la muerte de Ririka ¿cómo te sientes? Cada minuto que pasas aquí, es menos tiempo para esa chica y nunca podrás olvidar que por salvarte a ti, ella va a morir...
— ¡Hmph! —soltó el ojiazul intentando soltarse de sus ataduras, pero ni siquiera podía hablar y sus mejillas ya estaban más que mojadas por las lágrimas
— Esta bien, nadie sabrá jamás que en tus pequeñas manos... hay sangre —declaró para finalmente marcharse bajo la atenta mirada de ambos
Giichi entonces observó al hombre de pie ante si, también parecía estar sorprendido por las palabras de su madre, sin embargo una vez aquella mujer se marchó, soltó un suspiro y con una de sus manos echó para atrás su cabello mientras una sonrisa torcida adornaba su rostro, claramente estaba divertido de esa situación ¿cómo es que Ririka había podido vivir con personas así? ¿Cómo podía seguir conservando aquel corazón cálido y gentil? Ahora entendía, Ririka era como una melodía triste
"¡No vengas Ririka-san! ¡¡Es una trampa!!"
— Es claro que esto es una trampa, han atado a Ririka de manos —soltó Shinobu en compañía de Kanae— ¡no puedes ir, si vas es probable que no vuelvas!
— Entonces ¿quieres que abandone a Giichi? —inquirió la peliverde seria— ya esperaba que hiciera un movimiento como este, pero jamás que iría por un niño
— ¡Estoy segura de que encontraremos una forma, pero esto es demasiado! —la pelimorada estaba desesperada, no deseaba enviar al peligro a su querida amiga
"Ririka y Giichi, ambos son irremplazables"
— Shinobu, estoy segura de que si trabajamos juntos lo lograremos —le intentó animar Kanae
— ¡Nee-san eres demasiado ingenua! —exclamó harta— ¡Kazuyoshi-san, no puedes permitir esto! ¡Es tu hermana!
— ¡Shinobu, ya detente!
— ¡No lo haré, no podré estar tranquila con esto!
— ¡Es la decisión de Riri-chan! —incluso Kanae también ya estaba molesta
— ¡Me importa, no puedo respetar una decisión que incluso ponerse en semejante peligro! ¡¿Acaso tu también estás bien con esto?! —soltó esta vez encarando a Tōjuro
No podían culparla, todos eran conscientes del gran dolor y frustración que Shinobu debía estar sintiendo, prácticamente fue usada para llevar la noticia del secuestro que en realidad era una amenaza hacia su querida amiga. Ella más que nadie desea que Giichi vuelva a salvo, pero no puede poner como precio la vida de Ririka, ninguno vale más que el otro porque son importantes e irremplazables
Tōjuro también sentía cierto temor en su corazón, como si fuera él mismo quien entregara a su amada al peligro, siendo que preferiría sufrir él antes que ella, la amaba con locura desde mucho antes de siquiera ser conscientes del profundo vinculo que compartían de hace una vida. Kazuyoshi también empatizó con Shinobu, por lo que se puso de pie para alborotar su cabello y darle un abrazo corto en donde la pelimorada lloró
Mitsuka observó la escena en silencio y en parte se sorprendió de ver tal amable gesto por parte del ojiverde, sin embargo era consciente de que esa señorita realmente lo necesitaba y es que en momentos así el apoyo mutuo era clave. Tōjuro también miró a Ririka y en sus ojos verdes pudo hallar la determinación para hablar, pero antes pasó su brazo por su cintura para atraerla hacia si
— Shinobu-san —le llamó— yo también tengo miedo, ya que amo a Ririka con todo mi ser y alma que el solo concebir la idea de que pudiera salir tan siquiera con un rasguño me quema por dentro, pero también creo en la chica de la cual me enamoré y es por eso que estoy a su lado porque juntos podemos ser más fuertes, sin importar que... no pienso soltar su mano, ni mucho menos perderla
— ¡¡Esa es una declaración extravagante!! ¡Me gusta, bien dicho Tōjuro! —exclamó Uzui sorprendiendo a todos, incluso Shinobu se apresuró en secar sus lágrimas— perdón ¿mal momento?
— Yo creí que era malo para leer el ambiente, pero tu eres sin duda el peor —declaró Kazuyoshi sin rodeos— bueno, alguien así no nos viene mal
— ¡Yo! —exclamó la pelimorada— quiero creer en todos, quiero confiar en Kazuyoshi-san y respetar la decisión de Ririka, pero cuando recuerdo como se llevaron a Giichi caí en cuenta de mi propia debilidad, estaba molesta y solo podía llorar, aún así tampoco quiero rendirme, no quiero perder a mis queridos amigos
— No lo harás —negó la peliverde con una sonrisa mientras la abrazaba— sin duda salvaremos a Giichi y volveremos todos a hacer una gran fiesta. Shinobu, yo quiero vivir mucho, soy ambiciosa en obtener un futuro libre y no pienso soltarlo nunca
— Me encantaba la tímida e indecisa Ririka, tal vez porque me sentía como una hermana mayor, quería protegerte, pero ahora estoy muy orgullosa de ver en la valiente y determinada señorita en que te has convertido. Confiaré en ti, porque eres tu Ririka
"Nuevamente confías en mi, gracias Shinobu"
— Bien, cortemos los dulces y amistosos momentos, tenemos una pasa que convertir en vino, pero de esos que no se venden —negó Tenma divertido
— Por primera vez dices algo cierto, babosa —coincidió Kazuyoshi
— ¡Hey!
— Rescataremos a todos, Tamaki, Giichi y la persona importante de Himejima, esta noche los Yamamotoyama deben cambiar y seguir el rumbo que nuestros difuntos padres deseaban o de lo contrario habré fallado no solo a estas personas inocentes, sino también a mi mismo, seamos centrados y demos lo mejor ¿entendido? —inquirió Kazuyoshi con una sonrisa que expresaba seguridad
— ¡Si!
Grandes candelabros iluminaban hermosamente el gran salón que habían dispuesto para los invitados junto a la fina tela de un discreto rojo que decoraba los altos ventanales, las mesas de cristal y los asientos. En la entrada de la misma se podía apreciar una hermosa mujer ataviada de un kimono formal, misma que recibía a los presentes mientras a su lado descansaba una gran y fina pintura de la actual cabeza de los Yamamotoyama y así mismo cumpleañera
La fina música tocada por la mejor orquesta deleitaba a los ojos curiosos que recorrían el lugar en busca del tan rumoreado heredero, Kazuyoshi y su reciente debut a la sociedad y encantadora hermana menor, Ririka. Muchos codiciaban ansiosos la mano de la joven señorita, quien recientemente había tenido la mala suerte de estar comprometida con una mala persona, probablemente su corazón estaría herido y mucho de ellos estaban dispuestos a ser el calmante ante aquel dolor
Esa noche no solo era un festejo a la amable y elegante señora de los Yamamotoyama, sino también una gran oportunidad a las grandes familias para formar relaciones por medio de sus hijos, el ganador sin duda sería quien obtuviera el primer baile de ambos nietos, sin embargo el salón se llenaba y ni rastro alguno de los jóvenes codiciados ¿acaso iban a llegar tarde a un evento tan importante como lo era el de su abuela?
La señora de la casa pronto hizo su aparición ataviada también de un hermoso kimono acorde a su edad, en ella podía apreciarse la serenidad y elegancia que le caracterizaba, sin embargo entró acompañada de su hijo mayor Toshiro, esto generó confusión en los presentes, ya que la costumbre sería que fuera el heredero quien le guiara y más en una noche tan especial como la misma, pero este no fue el caso
El evento estaba apunto de comenzar y finalmente la mujer encargada de recibir a los invitados dio a conocer la llegada del famoso atleta y actual orgullo de Japón, Uzui Tenma, quien iba ataviado de un exquisito esmoquin gris oscuro que solo les permitía a las queridas jovencitas apreciar el grosor de su cuerpo y sonrisa coqueta, sin duda una de sus fantasías sería quitarle aquella corbata de cuadros entre negro y gris
Pronto los suspiros murieron en sus labios al ver como iba acompañado de nada más y nada menos que la hermosa señorita, Otsuka Kanae, quien lucia un delicado vestido rosa que iba en forma de corazón, siendo sostenido por dos finos tirantes de seda al igual que el resto del vestido que caía hasta el suelo, la sonrisa amable y elegante que brindó a los presentes fue suficiente para hacer revolotear el corazón de los jóvenes solteros
La siguiente pareja sacó más de una expresión de asombro en el rostro de cada uno, ya que se trataba del mismísimo heredero, Yamamotoyama Kazuyoshi mismo que se robó toda la emoción y pequeños gritos de emoción de las señoritas al verle en tan elegante esmoquin negro azulado, su expresión era fría y misteriosa, sin duda algo atrayente porque ¿quién no querría descubrir el corazón de semejante partido?
Aún así su competencia era alguien digno de estar a la altura, ya que a su lado iba la joven señorita, Otsuka Shinobu que llevaba un hermoso vestido morado que hacía juego con los mechones de su cabello y ojos, parecía una pequeña hada que bien podría tenderte una trampa con aquella expresión de orgullo y elegancia, pero ¿quién no sentiría superior al tener la suerte de ser escoltada por el propio heredero?
Si los presentes hubieran sabido la verdad, entonces habrían entendido que aquella expresión en el rostro de la pelimorada era por intentar retener su rencor y coraje hacia la cruel mujer a la cual debían "festejarle" y por último, pero no menos importante fue la aparición de la deseada señorita Ririka, todos pudieron verle entrar con gracia, sin embargo no estaba sola, ya que a su lado residía un joven escoltándola ¿quién podría ser?
La curiosidad carcomía a los presentes, siendo las damas quienes apreciaran el encanto de su acompañante, cabellos rubios como el sol y mechones rojos como una apetitosa frutilla, una mirada fuerte y decidida, mientras exhibía un esmoquin negro con chaleco de un amarillo pastel al igual que su corbata, entonces todos también contemplaron a la señorita que iba ataviada de un fino vestido de seda amarillo que caía como cascada, logrando exhibir con discreción una de sus piernas
Ambos se miraban con amor y compartían sonrisas de vez en cuando, siendo esto algo muy sorpresivo para los presentes y jóvenes pretendientes que esperaban encontrar una señorita triste para consolar, sin embargo lo que vieron fue una gema que resplandecía con solo dedicarte una mirada de aquellos verdes ojos, entonces ¿eso quería decir que la señorita ya tenía un interés amoroso? ¿Quién podría ser ese joven? ¿A qué familia pertenecía? Muchas preguntas sin respuesta
Finalmente todos se situaron juntos para luego fijar su mirada en la mujer ante ellos de pie en el escenario, a pesar de mantener su mirada en alto podían notar su enojo por como mantenía su mandíbula apretada y eso se reafirmó al momento en que Ririka la miró sin rastro de miedo para luego sonreírle por cortesía, aún así se las arregló lo suficiente para devolverle la sonrisa, ya que esa noche sin duda alguna ella moriría
— Sean bienvenidos todos a esta celebración, realmente es una alegría para mi seguir con vida y ver crecer a mis queridos nietos —habló la anciana ganando la aprobación y aplausos de los presentes— este día es muy especial, ya que siento que muchos cambios vendrán a nuestra vida, pero siempre pido por la protección de mi familia, ya que ellos lo son todo para mi, espero que mi querido hijo menor y su esposa nos vean y se sientan felices junto a nosotros, es lo que más deseo
"Más hipócrita y le dan un oscar"
— ¡Ahora siéntanse libres de disfrutar esta fiesta, están en su casa! —y con eso la fiesta siguió su curso
Para guardar las apariencias todos se distanciaron y mantuvieron un ojo en las otras posibles rutas de escape, ya que sin duda alguna la principal no sería una opción. Kazuyoshi y Shinobu hablaban con un grupo de extranjeros, Uzui elogiaba a Kanae enfrente de un grupo de señoritas, mientras que Ririka y Tōjuro bailaban, ya que la mayoría de miradas residían sobre ellos, incluso la de su "tío"
— No creo que falte mucho —susurró Tōjuro en su lado mientras los demás crecían que había besado su oreja— solo te pido que no sueltes mi mano ¿si?
— Te lo prometí ¿verdad? —le devolvió la peliverde acariciando su rostro sin importarle la opinión de los demás— siempre juntos, es imposible separarme de ti
Todos captaron la señal cuando la anciana de puso de pie de su asiento y alejó con un hijo a una de las salidas que daban a un balcón y entonces sucedió, una gran explosión se dio desde la entrada principal al mismo tiempo que las luces se apagaban, los gritos hacían eco en el ambiente mientras el ruido de vidrios rotos caían al piso, todos se habían agachado y protegido con las mesas, sin embargo la nube de polvo era muy grande
Ririka se apresuró en salir sin soltar a Tōjuro, pero se congeló en su lugar al ver en el fino suelo una mancha de sangre, sin duda alguna habría gente inocente herida ¿cómo alguien podría hacer semejante maldad por asesinarla? Al final fue su novio quien tiró con cuidado de ella alejandola de las voces que parecían acercarse, alguien ya estaba dando la alarma de que todos salieran y en el caso de ellos no les tocó de otra que escapar por una de las grandes ventanas
— Eso fue demasiado arriesgado, no pensó en las presentes —comentó el joven una vez estuvieron afuera ocultos en el jardín
— No tiene corazón, eso es seguro —siguió Ririka alzando su vestido sin importarle mostrar sus piernas
— Tenemos que apresurarnos, mientras más rápido nos movilicemos, menos personas inocentes involucradas habrá
Ambos pudieron suspirar aliviados cuando todos llegaron al punto de encuentro que era el lugar más alejado de donde se llevaba a cabo el evento. Kazuyoshi enseguida se acercó a su hermana para abrazarla con fuerza, sin duda aquella explosión le había asustado, sin embargo ella estaba sin un solo rasguño, solo algo despeinada y su vestido un poco sucio. La conmoción seguiría en aquel lugar, por lo que era el momento perfecto para entrar en la mansión y tomar las instalaciones
— Solo puedo decir que tienes una abuela loca —comentó Yushiro sorprendiéndoles, venía en compañía de Himejima— toma, lo que encargaste —añadió esta vez entregándole una pequeña mochila
— ¡Gracias, Yushiro-san! —le sonrió la peliverde a lo que él solo bufó en respuesta— mi hermano les entregará el mapa, así podrán encontrar a Tamaki y también si es posible a la persona de Himejima-san
— No sé como agradecerlo, Ririka-san —soltó el hombre sincero y apenado
— No hay mucho tiempo, yo iré con las señoritas hasta un tramo del camino —declaró Uzui quitándose su chaleco y remangándose las mangas al igual que los demás— una vez encontremos a Giichi les dejaré en la salida —añadió esta vez viendo a Kanae y Shinobu— no sabemos en que condiciones puede estar
— No se preocupen, Shinazugawa-san ya debe estar en camino al igual que las ambulancias —explicó Kanae con una sonrisa mientras Shinobu se giraba para sacar algo debajo de su vestido— ¿Shinobu?
— Así estará mejor —comentó pasándole un par de zapatos deportivos a su hermana— es lo bueno de estos vestidos rídiculos
— ¡Como era de esperarse de Shinobu!
Todos ya se estaban alistando para partir a su respectivo destino, luego de que Uzui se asegurara de dejar con bien a ambas hermanas regresaría para apoyarle, mientras Kazuyoshi, Tōjuro, Kizuka y Ririka irían a la mansión, ya se habían encargado de que ciertos invitados esparcieran rumores de haber visto a Ririka para así mantener el foco de atención en el lugar. Una vez tuvieran la mansión bajo control, su abuela difícilmente les detendría
"Mamá, papá, por favor miren por nosotros"
No estaba asustada, pero no quería que nadie saliera herido, ya había tenido más que suficiente al ver la sangre en el suelo y escuchar los quejidos de dolor de los posibles heridos, como si aún estuviera en el pasado luchando contra los demonios. Un fuerte brisa le alertó de la presencia que residía a su lado, una mujer de largo cabello rojo y ropa oscura como la misma noche, todo en ella era un misterio
— Annistyn-san —susurra la peliverde— aún sigo sin saber mucho de usted y aún así ha venido en esta noche tan peligrosa
— Hay personas heridas cerca, personas que no tienen ninguna culpa —comentó la mujer con tristeza— quiero que tengas en mente que si fallas, esto no va a detenerse
— Lo sé, definitivamente alcanzaré nuestro objetivo
— Entonces, dame tu mano un momento —pidió la mujer acercando la suya mientras se quitaba el guante negro
— ¿Mi mano? —inquirió la peliverde confusa, sin embargo no dudó y posó su mano sobre la de ella e inesperadamente era cálida, sin embargo se sentía extraña
Era como si en ese preciso momento el tiempo fluyera más lento y le faltara el aire, las hojas de los árboles se mecían con fuerza ante la fría brisa mientras a los lejos el sonido de las ambulancias y la policía hacían eco en sus oídos. Ririka tenía un mal presentimiento y en aquellos ojos grisáceos pudo ver una expresión que reflejaba tal tristeza que su pecho dolía ante cada bocanada de aire que tomaba
— ¡Ririka! —le llamó Kazuyoshi tomándole suavemente del hombro— debemos irnos, no podemos perder más tiempo
— Si, es verdad... —susurró la peliverde aún sin soltar la mano de la contraria— le prometo que recuperaré lo que me pidieron, es una promesa —añadió para esta vez retirarse con una corta reverencia
"Ya ha comenzado, el final de los Yamamotoyama..."
¡Hola a todas/os! He quedado encantada con este capítulo, no sé sentí muchas cosas al ir escribiendo y siento que los próximo van a estar... ¡tremendos! Estoy muy emocionada por contarles todo lo que se viene y así mismo, ya es el final de Fragancia de Pera, estamos tan cerca que me duele, pero por supuesto no será mi último proyecto, tengo ya algunos en mente que poco a poco irán saliendo, de por si ya di un spoiler en Instagram muajaja, gracias por todo el apoyo a esta loca historia y esperemos todo salga bien para Ririka y los demás porque ese vieja de seguro fue un subordinado de Muzan en su otra vida, aunque ¿quién sabe? No siempre conocemos la historia completa y sin nada más que decir, me despido con un beso y abrazo, buena noche!
Att: Andysakurai15
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