Capítulo 60 Nadora, aquella que ama los regalos

El camino de regreso al departamento de Uzui había estado envuelto en el silencio, al menos no hubo un intercambio de palabras, ya que la música de su amigo era suficiente como para entretenerles no solo a ellos, sino también por cada lugar que pasaban. Ririka soltó un suspiro por lo bajo al sentir como el cansancio le obligaba a cerrar sus ojos, sin embargo no se sentía muy cómoda estando allí

"Es un sentimiento extraño"

Nuevamente tenían que pelear contra alguien, solo que a diferencia del padre de los demonios, esta era una mujer mayor con una de las empresas más respetables de todo Japón desde hace más de trescientos treinta años. La peliverde estaba segura de que Kazuyoshi ya sabía lo que esto conllevaría y pudo confirmarlo al notar su perfil serio fijo en retrovisor, sus ojos verdes lucían distantes y tristes

No podían dar todo por perdido, ya que los graves pecados habían sido llevados a cabo por su familia, en cambio ellos solo sabían unas pocas cosas y no contaban con pruebas solidas para demostrarlo. Probablemente la policía estaría del lado de su abuela, por lo que no podían contar con ellos, excepto por dos en especifico, Ririka confiaba en que Kanae y Shinobu se las arreglarían sin problema para tenerlos cerca

— ¡Listo, hemos llegado! —exclamó Tenma mientras finalmente apagaba el escándalo que solo para él debía ser música

— Lo siento, Ririka —se disculpó Kazuyoshi mientras se apoyaba cansado en su hombro— dada la situación no puedo confiar en el personal de la familia, por lo que tendremos que quedarnos con la babosa solo esta noche y mañana

— ¿Cómo es posible que me insultes cuando vas a quedarte en mi casa? —inquirió el peliblanco soltando un suspiro resignado— ¿sabes qué? No necesito a un nene malcriado en mi apartamento, para mi es suficiente quedarme con una belleza como lo es Ririka ¿no es así? —inquirió a modo de broma mientras abría sus brazos para abrazarla

— Perfecto, puedes buscar un lugar donde quedarte —sentenció el ojiverde arrebatándole las llaves y llevándose a Ririka— me pasas la cuenta luego

— ¡Hey, ni se te ocurra!

Luego de una corta pelea/discusión los tres finalmente arribaron al departamento y se dejaron caer sobre los sillones, había sido un día algo largo y tedioso, así que ya era momento de reponer fuerzas si querían rendir con éxito el ataque final. Kazuyoshi fue el primero en levantarse e indicarle a Ririka donde estaba el baño para que se aseara mientras el preparaba unas tostadas y jugo

— ¿Sabes cocinar? —inquirió Tenma sin poder creerlo al ver como cortaba el pan y jamón con destreza al igual que la fruta

"¿Acaso este chico es el hombre perfecto?"

— Cocinar es lo básico o de lo contrario podría morir de hambre, solo los tontos no saben ni freír un huevo por temor a quemarse con el aceite —respondió el contrario mientras dejaba clavado el cuchillo sobre la tabla de picar

"No, su personalidad lo daña todo"

— Le has dicho tonto a tu amigo —se lamentó Uzui mientras agarraba algunos trozos de fruta para comerse— Oh, está dulce ¿pera?

— Es la fruta favorita de Ririka o bueno, no sé si sea del todo así —negó inseguro

— ¿Cómo?

— Pues nuestra madre amaba comer pera cuando era la temporada, incluso hizo una sesión de fotos con un árbol en flor —le explicó— incluso el nombre de Ririka tiene el kanji de pera, pero si nos preguntan por nuestra fruta preferida es muy seguro que ambos diremos lo mismo

— Hum, ya veo

— Sin importar el momento la pera es dulce y la textura se va deshaciendo en tus labios —añadió a lo que también degustó un trozo— supongo que sin importar el tiempo que pase, nos seguimos aferrando

— Bueno, eran bastante jóvenes cuando la perdieron

— Si, pero sigue siendo diferente

— ¿En qué forma?

— Padre decía que siempre que extrañara o sintiera que olvidaba la sonrisa de madre, solo tenía que ver a Ririka, ella era suficiente para calmar el vacío de su corazón

— ¿No es eso similar a lo que sucede con tu "tío"?

— No lo es para nada, padre siempre vio a Ririka como su hija y agradecía que ella tuviera un parecido a la persona que más amo, jamás la forzó a fingir ser alguien que no era, siempre respetó al guisante y la apoyó

— Es realmente una pena que él también se marchara, creo que si su padre siguiera aquí nada de esto habría sucedido. Ririka tendría una vida normal y ninguno de los dos hubiera sido forzado a crecer y madurar tan rápido

Tenma no lo decía, pero realmente se preocupaba por Kazuyoshi, quien solo tenía ojos para cuidar de su hermana menor. Siendo sinceros, cuando lo conoció por primera vez pensó que debía ser algún mocoso real y malcriado, sin embargo fue todo lo contrario, jamás usó su apellido para sacar ventaja y lo vio como un igual y digno oponente. Kazuyoshi siempre fue un chico capaz y directo, sin embargo...

"Ririka siempre fue su debilidad"

Cuando supo de la existencia de la peliverde y el efecto que tenía en su amigo, Tenma pensó que ella solo era una molestia en la vida del joven ¿acaso no sabía todo lo que él había tenido que hacer y sacrificar para protegerla? Muchas veces intentó hacerle ver que tal vez no valía la pena, sin embargo también fue de las pocas ocasiones en que vio a Kazuyoshi verdaderamente molesto, hasta el punto en que podría golpearlo

Finalmente pudo conocer a Ririka y ella misma mandó a volar todos los pensamientos de que podría ser una molestia, ya que era igual a su hermano mayor, dispuesta a darlo todo con tal de protegerlo. La diferencia es que Kazuyoshi tenía algo de poder y Ririka debía tirar su orgullo para no involucrar a otros, por eso es que decidió ayudar en esta cruzada, porque el también quería ver la sonrisa sincera de aquella joven

"Lastima que nací cuatro años antes"

— Hey, Kazu-chan

— ¿Qué quieres?

— Has hecho un buen trabajo

— ¿Qué? ¿Acaso consumiste algún hongo alucinógeno?

— ¡Definitivamente te mereces un premio por haber criado semejante belleza! —completó Tenma con una sonrisa burlona mientras Kazuyoshi le fulminaba con la mirada— ¡yo también me apunto para demostrarte que soy un buen hombre!

— ¡Deja de decir tonterías, me las contagiaras!

— ¡Que cruel, cuñadito!

— Te reto a decir eso de nuevo y tendrás un cuchillo atravesándote esa lengua —le amenazó el contrario a lo que el peliblanco negó divertido. Tal vez no era el mejor con las palabras, pero le prestaría su apoyo hasta el final

— ¿Acaso no piensas que si unimos mis buenos y extravagantes genes c on lo de Riri-chan no saldrían unos sobrinos bien dotados?

— Primero te castro y luego envío a Ririka a un convento en la Antártida

— ¿Siquiera hay un convento allí?

— La idea es que esté lo más lejos posible de ti

— ¡Ni un montón de bloques de hielo podrán detenerme!

— ¿De qué hablan? —inquirió Ririka con una toalla en la cabeza, su hermano con un cuchillo en mano mientras Tengen se protegía con un cojín— ¿debería llamar a un manicomio?

— ¡Riri-chan! —exclamó Uzui logrando abrazarla— dime hermosa ¿te casarías conmigo? ¡Tu hermano dice que nuestro amor es imposible! ¡Yo que atravesaría el polo norte y sur por ti!

— ¡No la toques con esas manos pervertidas, babosa!

— Uzui-san —le llamó la peliverde mientras tomaba una de sus manso— es usted muy amable, pero yo ya estoy comprometida con alguien, así que no puedo aceptar su oferta

— ¡Exacto, no puede! —le animó Kazuyoshi, sin embargo pronto se quedó en silencio y observó a la menor serio— ¡alto ahí! ¡¿Cómo que comprometida?!

— Y por promesa de alma —se limitó en responder la joven divertida al dejarles a ambos confundidos mientras ella aprovechaba en probar las tostadas— ¡oh, están deliciosas Kazu-nii!

— Por supuesto —soltó el contrario sirviendo algo de jugo, aunque por dentro se sentía muy feliz por el cumplido— luego de esto a la cama

— ¡Si, señor!

Ver aquel lado tranquilo y juguetón de su guisante sirvió para calmarle de todas las preocupaciones que cargaba encima, por su parte Ririka se apresuró en irse a dormir acompañada de Kazuyoshi, quien decía hacerlo para que Tenma no fuera a molestarla. De alguna forma se sentía a como cuando eran niños y sus padres les llevaban a la cama luego de cenar, siendo normalmente ella más reacia a no querer dormir sola

— Hey, guisante —soltó Kazuyoshi mientras encendía la lampara del velador— ¿recuerdas cuando madre y padre nos llevaban a la cama?

— ¿Cómo olvidarlo?

— Siempre decías que no podías dormir sin tu Kazu-nii —rió ante el recuerdo— incluso te abrazabas de mi para que no me fuera

— ¿Por qué tienes que recordar eso? —inquirió Ririka con la mitad de su rostro enterrado en la almohada— al final siempre salía ganando

— Padre solía aprovechar esos minutos para contarnos alguna anécdota de la empresa, incluso lo expresaba en palabras que fueran sencillas de comprender para nosotros

— Mamá también solía escuchar mientras reposaba su cabeza en su hombro, a veces también se quedaba dormida

— Si, definitivamente son muy buenos recuerdos

— En ese entonces tenías miedo de los fantasmas, ya que uno de nuestros primos te habló sobre un fantasma en la empresa

— ¿Yo con miedo? —rió ante el comentario ante de negar apenado— era pequeño y algo ingenuo, ya que ahora no creo para nada en ellos

— Ambos terminamos cambiando y creciendo, me pregunto ¿desde cuándo...? —la peliverde no pudo terminar la pregunta, ya que enseguida recibió la respuesta reflejada en la expresión de tristeza que adornaba el rostro de Kazuyoshi

"Claro, empezó desde que murió mamá y luego papá..."

— Ya no pensemos en ello, tenemos que descansar —soltó el contrario a modo de cerrar el tema

— ¿Confías en mi? —inquirió Ririka sorprendiéndole

— ¿Por qué haces esa pregunta de repente?

— Porque ya debes saber que yo no dudaré e iré, ya no pienso bajar la mirada y fingir que no sé nada cuando puedo ver perfectamente lo que sucede a mi alrededor —negó Ririka con una sonrisa amarga— yo... quiero ser capaz de mirar a todas esas personas siendo libres de las cadenas que les atan a los Yamamotoyama, quiero que mi hermano mayor deje de sacrificarse para protegerme, quiero que la verdad sobre mi madre se sepa y obtenga justicia y quiero mi libertad de poder vivir y amar a mi manera

— Por suerte navidad se acerca ¿no? —intentó bromear Kazuyoshi, pese a que su corazón dolía y se sentía lleno de temor ante lo que podría suceder

— Kazu-nii ¿qué es lo que tu quieres o deseas?

— Es una pregunta difícil para un hermano mayor, pero si realmente pudiera pedir un deseo a una estrella o quizás a nuestros padres, sería que la noche de esa fiesta te protejan —confesó mientras dejaba caer una de sus manos sobre su cabeza— quiero que seas feliz y estés animada siempre, ya que solo tu sonrisa es lo único que puede darme paz

— Entonces, me aseguraré de estar bien y sonreír para ti cuando ganemos —declaró la peliverde brindándole una sonrisa que reflejaba toda su confianza

— Si. Buenas noches, guisante —añadió correspondiendo el gesto para luego apagar la lampara y retirarse

Ririka se quedó a solas pensando en aquellos recuerdos ya no tan claros de su niñez y es que su mente era un caos, en el sentido de que era consciente de quien fue hace una vida, había pasado por tanto y aún así su corazón dolía cada vez que pensaba en sus padres, siempre fue apegada a ellos, por lo que tal vez una de las cosas que debía aprender era valorar esos momentos y no aferrarse, sino saber dejar ir

"Es fácil decirlo"

— Buenas noches, Tōjuro —susurró con una sonrisa recordando aquel pasional beso para finalmente quedarse dormida

Su cuerpo se sentía liviano y podía percibir la agradable esencia de los lirios blancos, Ririka abrió sus ojos para notar que estaba en un lugar bastante amplio y lleno de verde hierba mientras los lirios crecían libres y se mecían únicamente al compas de la brisa que agitaba levemente su vestido blanco, incluso su cabello había sido recogido en la mitad por una trenza que era sostenida por una cinta también blanca, pero con bordes dorados

Fue solo una cuestión de segundos para que la peliverde llegara a la conclusión de que debía tratarse de un sueño, siguió caminando hasta llegar a un pequeño estanque en donde una mujer de largos cabellos rojo se encontraba observando a los peces ir de un lado a otro, llevaba ataviado un sencillo vestido blanco que se asemejaba a los que había visto en las esculturas griegas

— Ha pasado un tiempo, Ririka-san —le saludó con una sonrisa

— Nadora-san

— ¿Qué sucede?

— Nada, solo pensé que estaría soñando algo bien agradable con Tōjuro —negó la contraria fingiendo tristeza

— ¿Algo como esto? —inquirió

La peliverde alzó su mirada y pronto se quedó de piedra al ver lo que se reflejaba en el estanque, aquello era un recuerdo de su vida pasada en la casa de su suegro Shinjuro y como sin desearlos ambos habían dejado con un no muy buen recuerdo al pequeño Senjuro. Si había un punto positivo es que luego recibieron la noticia de que venían en camino Eijurō y Rumi

"¡Ese no es el punto Ririka!"

— ¡No, detenga eso! —exclamó totalmente avergonzada mientras la imagen de su esposo en paños menores, por no decir que no llevaba nada desaparecía de la superficie del agua

— Y en la mejor parte —bromeó la mujer divertida

— Nadora-san ¿cómo puede pasar algo así?

— Yo no fui quien lo hizo, el agua de este estanque tiene el poder de reflejar los recuerdos o pensamientos de la persona —le explicó con una sonrisa mientras Ririka solo quería desaparecer— así que fue Ririka-san quien ha traído ese recuerdo

— Mejor olvidemos esto último, pero digame ¿por qué ha aparecido en mi sueño?

— ¿Acaso no lo recuerdas? Te dijimos que poco a poco irías aprendiendo sobre nosotras y es ese el motivo por el cual estoy aquí

— Entonces ¿hoy voy a saber quién es usted?

— Ya sabes mi nombre, soy Nadora

— Ajá, pero no es eso a lo que me refiero

— Ven conmigo —se limitó en responder la mujer mientras de su mano un hilo rojo se extendía hasta el infinito— ¿sientes algo al estar en este lugar?

— Pues... es como si todo fuera ¿sano?

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Que no ha sido afectado por manos humanos, como si... acabara de nacer, tanto el aire como el aroma de las flores, todo se siente tan limpio y puro

— Eso es correcto —asintió la pelirroja mientras sacaba un nuevo hilo que poco a poco iba tejiendo

— ¿Qué está haciendo?

— Mira allí —le indicó mientras los ojos verdes pronto notaban como entre las nubes el escenario de un hospital se hacia presente y pronto todo se centraba en un pequeño recién nacido que era llevado a descansar en el pecho de su madre

— Eso es...

— Mi nombre es Nadora, aquella que ama dar regalos —habló la contraria con una sonrisa que expresaba amor por aquel nacimiento— ese es el significado de mi nombre

— ¿Eh? Entonces ese pequeño...

— Es el regalo que sus padres estaban esperando, soy quien teje el hilo de la vida

— Quiere decir que todo comienza por usted. En si es quien saca nuestro hilo de vida, prácticamente es el momento en que nacemos

— Así es —asintió Nadora mientras le enseñaba esta vez a Ririka su propio nacimiento— eras tan pequeña y frágil que tu padre temía tomarte entre sus brazos, aún así te estás convirtiendo en una gran señorita, justo como lo fuiste en tu vida pasada

Ante las palabras de la mujer, Ririka podía ver proyectados todos sus recuerdos comenzando por aquellos en que era la pequeña Ruri que vivió hasta cerca de los diez años dentro del manga junto a Tsuyoshi, luego pasaba a la perdida de sus recuerdos y el como vivió junto a sus "padres" hasta que finalmente retornó a donde verdaderamente pertenecía. Toda su ruta de aprendizaje, el conocer a los pilares, enamorarse de Kyojuro y luchar juntos hasta el final

El sacrificio de Tamayo y Tsuyoshi por brindarles un mundo mejor, todos escogiendo su camino y formando sus familias al igual que ella y su sol, la llegada de sus pequeños, la alegre Amaya que logró capturar el corazón de Senjuro todo hasta el día en que finalmente se despidió de esa vida en compañía de Kyojuro siendo sus hijos ya mayores lo último que vio.

"Volvamos a vernos ¿si?"

Con esas palabras en mente abrió sus ojos para luego romper en llanto, siendo solo un bebé había terminado por olvidarlo hasta que solo los brazos de su madre lograron calmarle. Recibió el nombre de "Ririka" mientras su querido hermano mayor le esperaba en casa con sus verdes ojos brillantes y llenos de lágrimas, había extrañado a su progenitora, pero también estaba feliz de conocer a su hermanita

"¡Ririka, finalmente viniste! ¡Soy tu hermano mayor, quien te protegerá!"

Aquellas palabras su padre lo había dicho mientras Kazuyoshi que estaba cerca de cumplir los tres años se esforzaba por decirlo, sin embargo no era necesario, ya que podía percibir su alegría en tenerla. La voz cariñosa de su madre, los abrazos de su padre, el lado sobreprotector de Kazuyoshi, todo estaba allí tan fresco en su memoria como si solo hubiera sucedido ayer

Poco a poco los buenos recuerdos fueron empañados por los malos comenzando por la enfermedad de su madre, el acoso de los sirvientes y miradas frías, la sonrisa maliciosa de su tío mientras la llamaba por el nombre de su progenitora, el llanto silencioso de Kazuyoshi, la ausencia de su padre por quedarse en el hospital junto a su esposa, la presencia de Tamaki y el regalo de aquel pañuelo con el sol bordado

"Definitivamente te llevará a alguien así"

La muerte de su madre, la tristeza de su padre, el odio de su abuela, la pelea entre hermanos, la llegada de Rikuto y las hermanas Otsuka, el repentino fallecimiento de su progenitor, la desesperación de Tamaki, el dolor de Kazuyoshi, la separación. Todo había ido escalando en tonos grises hasta que finalmente Ririka fue capaz de encontrarse con su persona destinada, Rengoku Tōjuro

"Ruri, yo... a veces deseo haber sido capaz de conocerte desde pequeños"

Tal parece que ese deseo realmente se cumplió y con solo diez años fueron capaces de reunirse, pero aún no podían alcanzar la felicidad. La envidia y traición de Rikuto, las reglas de su abuela, la perdida de recuerdos y despedida de Tōjuro, el encierro en la mansión hasta el momento en que al cumplir quince años volvieron a encontrarse y desde ese momento toda su vida comenzó a verdaderamente cambiar

— Ya no refleja nada... —susurró la peliverde al ver únicamente su reflejo en la superficie— nada de este año

— Porque es hasta ese año que ya forma parte del pasado, ya no puedo ir más allá —negó Nadora dandole unas cuantas palmaditas— ha sido un largo camino y eso que aún no has llegado a la meta, pero incluso si llegas solo será para tomar un descanso y volver a trazar otro camino, de eso se trata la vida, de diversas metas, sueños, deseos por alcanzar y cumplir

— Se escucha lindo, pero no es tan fácil —negó Ririka— ¿no es esto solo como dar vueltas en un carrusel? ¿Exactamente desde cuando inicia y cuando termina? ¿Cómo puedo estar segura de que estoy avanzando? Ni siquiera sé en que momento de mi vida me encuentro de pie

"Yo... no sé a donde me dirijo y me dirigiré en el futuro"

— Siempre hay un inicio —le escuchó decir a la mujer mientras caminaban siendo guiadas por aquel hilo rojo— la muerte no es más que solo el cierre de un ciclo para comenzar uno nuevo, si bien tu forma de ser, apariencia y personas que te rodean pueden llegar a ser diferentes, aún así conservas la misma alma y esencia que está en constante aprendizaje

— ¿No lo vuelve eso un ciclo eterno? ¿Hasta cuando debemos aprender?

— Una persona no es consciente de cuantas vidas ha vivido y así mismo nunca uno deja de aprender, ya que cada día algo nuevo surge, sin embargo hay un límite del cual no puedo dar una respuesta, pues debes aprenderlo por ti misma

— Eso quiere decir que en esta vida estoy aprendiendo algo que me falte y también pagando mi deuda kármica, pero ¿eso no quiere decir que por mi culpa he arrastrado a otras personas a vivir conmigo? ¿No es acaso su sufrimiento causado por mi?

— Tu hermano mayor deseó renacer junto a ti para poder cuidarte porque ese es su deseo más puro y promesa de alma —le explicó Nadora con una sonrisa comprensiva— así mismo tu persona amada nació porque está destinado a encontrarte siempre a través de sus miradas porque son sus almas las que constantemente se llaman. En esta vida es él quien ha venido a salvarte

— Supongo que no puedo quejarme, ya que yo también estaría dispuesta a dar lo mismo y más por ellos

— Eso es porque los lazos que les unen son demasiado fuertes, por eso en cada vida vas a encontrarles, pero en la actualidad todo está tan enredado...

— ¿Por mi abuela?

— Si, ella ha estado usando una y otra vez los hilos que perdí y de nuevo va tejiendo el destino que más le conviene, sin embargo a estas altura ya no puede depender de ellos —negó Nadora con una expresión seria— dejé que los hilos siguieran porque necesitamos encontrarlos, pero jamás imaginamos que una persona sería capaz de cometer tantas atrocidades como no permitir el nacimiento de un pequeño destinado a existir

— ¿Quién...?

"El hijo de Himejima-san y la sirvienta de mi familia"

— No solo negó una vida, sino que también manipuló muchas otras, incluido tu propio destino. Forzarte a no reconocer a tu destinado y unirte a otro, todo eso solo terminaría en un final trágico y doloroso, aquel joven estaría atado a ti en las próximas vidas para pagar el daño cuando fue causado por otro

— Es por eso que debo detenerla, si esto no se termina estoy segura de que me arrepentiré toda la vida

— No te apresures en dar un castigo, ya que eso corre por el mismo destino

— Ya lo sé, solo pensaba que definitivamente este será el año en que recibirá uno de los mejores regalos

— No es un regalo que me agrade, pero su deuda kármica es tan grande que debe pagar el precio de sus acciones crueles

— Supongo que este es el "hasta pronto" —comentó la peliverde al ver el paisaje desaparecer poco a poco

— Si, pero nos veremos la noche del final Ririka-san

Con aquellas últimas palabras la peliverde abrió nuevamente sus ojos y se encontró en la tranquila habitación, el sol ya intentaba filtrarse por los altos ventanales mientras los ronquidos nada lindos de Uzui llegaban a sus oídos ¿acaso llevaba instalado un micrófono? Sin deseos de perder más tiempo se dirigió al baño para alistarse y tomar el primer teléfono que viera, en el ingresó el número de la guardería y luego de algunos repiques finalmente alguien tomó la llamada

— Buenos días, Himejima-san —le saludó

— Ha pasado un tiempo, señorita Ririka ¿cómo se encuentra?

— Me encuentro preparándome para dar un golpe a la cabeza de los Yamamotoyama —soltó sin rodeos la peliverde

Al solo obtener silencio por parte de Himejima, la joven procedió a explicarle de manera sencilla lo que planeaba hacer a tan solo un día del cumpleaños de aquella mujer, aquello representaba todo o nada tanto para el futuro de los empleados como para ellos mismos. Al mismo tiempo Shinobu y Kanae ya se encontraban trabajando con Shinazugawa y Genya, quienes luego de tanta insistencia accedieron a mantenerse cerca de la zona

— Entonces ¿cuál sería mi papel en todo esto? —inquirió en un tono sombrío

— No le pediré que pelee, solo quiero que pueda ser capaz de encontrarse con la persona que perdió

— ¿Cómo?

— Esa noche Yamamoto Yushiro-san irá en buscar de una persona muy importante, ambos pueden trabajar en conjunto ya que comparten un mismo objetivo, tenemos el mapa y la lista de los sirvientes, por lo que no les será muy difícil verificar su presencia y buscarla entre la locura del momento cuando mi abuela intente asesinarme

— Señorita Ririka ¿cómo puede usted ponerse en semejante peligro? ¿Acaso no tiene usted ya una persona que ama?

— La tengo y es por ello que vamos a luchar, no estoy sola en esta pelea —negó la peliverde mientras a su mente venía la sonrisa de Tōjuro— ¿sabe? una vez dijimos que arderíamos juntos hasta caer y creo que realmente se ha vuelto una realidad para nosotros, por eso no nos rendiremos

Aunque Himejima no fuera capaz de verla, su voz era suficiente para hacerle sentir toda la seguridad y decisión que mantenía Ririka ¿cómo era posible que una señorita de casi dieciséis años lograra hacerle creer que había esperanza? El destino era tan incierto y podía girar toda una partida ya dada por perdida y transformarla en algo esperanzador, por eso intentarlo una última vez no estaría mal

— Cuenten conmigo

"El poder de la confianza"

— ¡¿Qué tal fue tu sueño con Ririka-chan?! —Flanna estaba realmente curiosa

— Fue interesante, aunque me duele haber hecho que esa pequeña viera sus pasados y recordara el dolor de la perdida, las mentiras y la traición

— No podemos negarlo o fingir que nunca existió ¡el pasado es lo que nos hace nosotros mismos y nos conduce a nuestro presente! —exclamó la joven con una expresión seria— si no existiera el pasado, tampoco habría un presente y mucho menos habría la posibilidad de un futuro

— Si y es algo que Ririka-san sabe muy bien

— Nadora-nee ¿por qué permitiste que Rengoku Tōjuro también despertara sus memorias? Creo que Ririka se las habría arreglado muy bien para hacer un plan con todos

— Flanna, ellos tiene un pacto de almas tan profundo que es imposible separarlas. Desde mucho antes que decidiéramos darles sus recuerdos, Tōjuro también había ido despertando varias memorias como si deseara hacerle saber a su amada que estaba a su lado y también nosotras no decidimos todo sino que el mismo destino permitió que estas dos almas despertaran y se encontraran

— Cuando Ririka nació debió ser algo especial ¿no? —inquirió al ver como su hermana mayor amaba la historia de almas de esos dos

— Por supuesto, ya que cuando Tōjuro nació su hilo del destino se extendía hasta el infinito y casi no podía verse, pero cuando Ririka nació ese hilo se conectó al de ella, esperando que un día fueran capaces de cruzarse y reconocerse, no por el hilo, sino por sus miradas

— Pero es extraño, ellos se vieron por primera vez hace casi seis años y no percibieron esa conexión tan fuerte como cuando se encontraron en el puente ¿por qué?

— Eso es porque yo estaba presente

— ¡Annistyn! ¿Eh? ¿qué quieres?

— Ese día era el aniversario de la muerte de la madre de Ririka-san, Tsubasa era un alma hermosa y pura, por eso Annistyn le recuerda con dolor —le explicó Nadora al ver la evidente confusión en su rostro— muchos creerían que no siente nada, pero la verdad es quien más sufre al ver apagarse una vida tan de repente

— Eso quiere decir que la tristeza de Annistyn era tan fuerte que no permitió que ellos se reconocieran ese día, pero ¿qué sucede que los demás?

— Seguí sin permitirlo porque ya había visto el destino que le depararía a Ririka si continuaba viendo a Tōjuro, aún no era el momento de que sus almas se unieran y es por eso que les puse una venda hasta el momento adecuado

"El momento en que Ririka deseaba cambiar y Tōjuro descubrir algo nuevo"

— Así es, la existencia de Tōjuro en la vida de Ririka representó un impulso a cambiar y la existencia de Ririka en la vida de Tōjuro representó un mundo completamente nuevo y diferente, ese fue el camino que el destino trazó para que se encontraran

— ¡Ja! Ni siquiera los hilos manipulados, ni las palabras escritas fueran capaces de separarles, sin duda alguna el destino es incierto, pero actúa en el momento preciso

— Aún así no debemos perder la cabeza, ya que aún hay algo que no comprendo, es un sentimiento extraño...

"¿Quién realmente inició todo eso?"


¡Hola todos! Me disculpo por la hora, pero es que mis dos niñas (si, me dejaron cuidando a una) no me dejaban escribir y se me cruzaban por el teclado, corrían, saltaban y yo terminaba jugando, en fin un desmadre... así mismo queda decir que ya solo faltan alrededor de diez capítulos para despedirnos de Fragancia de Pera y ha sido una verdadera alegría compartir este camino con ustedes, mis queridas lectoras (es) y por la misma importancia es que evitaré comentar sobre el capítulo, ya que es muy probable que se me escape algún spoiler. Por último se sometió a votación en Instagram y va a haber un especial de Halloween, será en la academia Kimetsu y con nuestros queridos Ruri y Tsuyoshi, espero les haga reír este domingo y sin más que decir me despedido ¡besos y abrazos!

Att: Andysakurai15 

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