Capítulo 59 Plan de Ataque


Capítulo dedicado a: Dovewing_Love


Mini nota: Si desean conocer a nuestro primero odiado y luego querido, Akamatsu Tsuyoshi, ya pueden encontrarlo en Instagram: andy_sakurai15 espero les guste y gracias por todo :3 

🌞

Creer en algo fervientemente muchas veces puede hacer daño, ya que esa única cosa que te mantiene firme, si llegara a desaparecer sería borrar una parte de las esperanzas que pusiste en aquel pequeño cofre de fe. Yushiro no se había rendido en esos cien años y mantuve siempre en alto aquellas palabras que Rengoku Ruri en aquella noche de nieve le dijo, sin embargo conforme pasaba el tiempo y sentía que todo iba perdiendo sentido aquella pequeña vela poco a poco se iba derritiendo

"No quiero olvidar, pero tampoco quiero estar solo"

La única cosa que podía acompañarle a enfrentar el pasar del tiempo y el cambiar de las épocas era el recuerdo de su amada y la pintura le había ayudado en parte a retratar sus memorias sobre cada delicada facción, mechón de cabello, mirada y sonrisa de quien su Tamayo. Ahora que sus esperanzas habían disminuido, Yushiro ya ni siquiera deseaba saber algo sobre aquellas vagas y vacías palabras que al final no significaron nada

"Es mi culpa, fui tan incrédulo e inocente en creerle"

Su cabeza dolía y el dolor en su pecho no se iba, ya llevaba casi dos semanas sin tocar un pincel o manchar un lienzo, daba igual si todo desaparecía, pues él era el único que siempre quedaba atrás hundido en tantas memorias y deseos. El ligero toque del timbre logró captura su atención, sin embargo no mostró iniciativa alguna de levantarse y atender a quien fuera que hubiera llegado, su compañero Chachamaru se movió entre sus pies curioso, pero tampoco logró gran resultado

— Pronto se cansará e irá —soltó Yushiro por lo bajo, sin embargo el timbre solo siguió sonando hasta el punto de ser insoportable

— debe ser una broma... —murmuró para si mismo antes de levantarse molesto y tomar de una su rifle de caza para abrir la puerta

Yushiro esperó encontrarse con algún vecino, fan obsesivo o cualquier cosa menos a ella. El sonido del rifle perforó los oídos de la peliverde, quien pronto fue puesta a resguardo entre los brazos de Tōjuro, quien dedicó una mirada de completo enojo a Yushiro, bueno era entendible que reaccionara de esa forma, sin embargo...

"¿Por qué ellos están juntos?"

— Ha pasado un tiempo, Yushiro-san —habló Ririka aún entre los brazos de su novio— lamento venir sin avisar, pero temía que fuera a negarse

— ¿Qué es lo quieres? —inquirió seco mientras dejaba el arma a un lado y se cruzaba de brazos— es molesto que la gente crea que puede venir cuando se le da la gana

— Me disculpo por ello, pero como mencioné antes temí que no fuera a recibirnos y es urgente lo que deseo decirle

Confiar o no hacerlo, Yushiro ya no desea seguir cosechando vagas esperanzas y de todas formas ¿de qué le servía hablar con esa niña? La persona que le había hecho esa promesa fue Rengoku Ruri y ella ya estaba muerta, ni siquiera podía estar totalmente seguro de que Ririka fuera su reencarnación, ya que al final no había algo que le probara que estaba en lo correcto, entonces seguir creyendo en algo sin pruebas o evidencias era inútil

— Por favor, vete —sentenció empleando un tono de voz fría, dispuesto a cerrar la puerta, sin embargo Ririka empleó toda su fuerza ayudada de Tōjuro para no permitirlo— ¡¿qué crees que haces?!

— ¡Necesito hablar con usted!

— ¡Yo no deseo hacerlo!

"Detente, ya no quiero sufrir esta larga y dolorosa espera"

— ¡A pesar de los años sigue siendo un cabeza hueca! —exclamó Ririka molesta, sin embargo tampoco podía culparle— lo siento, sé que no la debe estar pasando bien...

— Tu no sabes nada ¿qué te hace pensar que puedes hablarme de esa forma?

"Está molesto, es natural"

— No, comprendo porque está enojado y decepcionado...

— ¡Ya tuve suficiente! –soltó Yushiro al sentir que su paciencia había alcanzado su límite, sin embargo Chachamaru se escabulló entre sus pies y saltó para sorpresa de los tres a los brazos de la peliverde

"Maldito gato"

— ¡Chachamaru! –rió Ririka feliz de verle— ¡ha pasado tanto tiempo y sigues igual!

— ¿Acaso andas borracha o algo? —inquirió al sentir que sus palabras estaban fuera de lugar, incluso su forma de expresarse era ligeramente diferente, sentía vida en ella y en sus ojos

— Yushiro-san, estoy aquí para cumplir mi promesa

— ...¿Qué? —balbuceó evidentemente sorprendido y confundido

"No, ella debe hablar de otra cosa"

— No es sobre otra cosa —negó Ririka intuyendo sus pensamientos— vine aquí para hablar sobre Tamayo-san

— No puede ser... —susurró Yushiro perplejo— ¿quieres... hablar sobre mis pinturas? Ya lo dije... ella no existe... —añadió con su voz temblorosa

— Yushiro-san —le llamó la peliverde mientras acortaba la distancia para tomar una de sus manos que también estaban temblando— por aquella promesa, lo siento por demorar en cumplirla

"¿Es esto posible? ¿No es sueño o ilusión?"

— Ruri... —susurró su nombre como si fuera lo más natural del mundo, pese a que en su interior estaba asustado de haberse equivocado

— Si, Yushiro-san —respondió la joven brindándole una sonrisa— aunque actualmente mi nombre es Ririka, pero también puede llamarme así si le resulta más cómodo

— ¿Cómo es posible que me recuerdes?

— No solo yo —negó divertida— Tōjuro también recuerda todo

— ¡¿Qué?! —exclamó mientras los ojos dorados con detalles en rojo le miraban con aquella intensidad y fuerza que le caracterizaba del pasado

— ¡Es un placer volver a saludarle luego de cien años, Yushiro-san!

En ese momento Ririka pensó que tal vez no había sido muy buena idea presentarse de esa manera tan abrupta, sin embargo en su situación actual el tiempo era lo que menos podían darse el lujo de perder, necesitaban de la ayuda de Yushiro en esto. Los ojos verdes se fijaron en la palidez ya mortal que se cargaba el contrario casi como si hubiera visto a Muzan resucitar de entre los demonios, aunque si, eso sería preocupante

— Primero, entremos —habló la joven guiando a Yushiro hasta el sillón cercano en donde se dejó caer en un movimiento sordo— Yushiro-san, yo...

— Debo estar soñando, eso debe ser

— ¿Qué?

— Es imposible —soltó sin rodeos mientras su mirada seguía fija en el suelo— esto no puede estar pasando, ya me había rendido en esto y ahora...

— No puedo culparle de que se haya rendido —respondió Ririka logrando captar su atención— yo no era consciente de lo que había prometido, no era consciente de lo tan importantes que eran las personas que estaban a mi alrededor, no era consciente del porque mi vida había sido tan difícil, ni era consciente de que la persona que amé hace una vida vino para salvarme —añadió esta vez viendo a Kyojuro— no sabía nada

— Ruri...

— Esto no es un sueño, Yushiro-san —negó la peliverde— es una realidad mucho más cruel y difícil de llevar, no puedo explicar del todo porque tengo mis recuerdos, pero si puedo asegurarle que esta vez definitivamente le llevaré con Tamayo-san ¡ya no tiene que esperar nunca más!

— ¿Cómo puedo confiar? Aquella doctora no era ella, sin embargo por un momento tuve esperanza, misma que fue aplastada tan pronto le escuché decir mi nombre

— Eso es porque ella no es Tamayo-san, pero si un pariente

— ¿Qué quieres decir?

— Quiero decir que la vida está llena de sorpresas e incluso ironías, ya que Tamayo-san siempre estuvo a mi lado, crecí y fui protegida por ella

— No entiendo

— Mi familia tiene un cruel sistema en donde arrebata a un hijo de alguna familia distinguida para servir a las Yamamotoyama, es como pueden saldar la deuda y no perderlo todo, sin embargo esa persona pierde su estatus y apellido, quedando únicamente su nombre —le explicó Ririka con una expresión llena de culpa— la doctora que conoció fue una de esas familias que cedió a una de sus hijas

— ¡¿Dónde está esa hija?! —exclamó Yushiro levantándose de golpe— ¡¿cuál es su nombre?!

— Tamaki, ese es su nombre

— Tamaki... ¿ese no es el nombre de tu nana?

— Así es

— Pero no puede ser ella

— ¿Por qué no?

— Porque...

"Cierto, nunca pude ver su rostro y su voz era baja"

— ¿Dónde está ella ahora? ¿En tu casa?

— No, me arrebataron a Tamaki

— ¡¿Qué?!

Ririka soltó un suspiro para luego comenzar a relatarle a Yushiro todo lo acontecido desde que salió la noticia de su compromiso y el como fue Tamaki, quien le ayudó a escapar y le condujo a la triste verdad sobre su madre. El hombre le escuchó en silencio y mientras más iba escuchando más sentía una sensación de miedo y dolor instalarse en su pecho, ya que los ojos de aquella chica no transmitían ni una sola pizca de mentira

Con solo ver esa mirada y escuchar la seguridad en su voz, Yushiro finalmente aceptó que la persona que tenía delante de si, era la misma que le visitó aquella noche de invierno con su hijo, Rengoku Ruri. Ahora su edad, nombre y ciertos aspectos de su apariencia podrían ser diferentes, pero seguía siendo ella y finalmente estaba aquí para cumplir aquella promesa que creyó se perdería con el pasar del tiempo

— Si estás aquí es porque necesitas que haga algo ¿no es así?

— Es correcto

— ¿Qué lo es que deseas?

— Quiero que seas tu quien vaya por Tamaki, ya que todos nosotros iremos contra la cabeza de los Yamamotoyama, por lo que sería peligroso que estuviera con nosotros

— ¿Solo eso?

— Te dejaré un mapa que te llevará a la ubicación en donde estará Tamaki, por suerte es alejado de la mansión principal, por lo que no será complicado deshacerte de los guardias y siendo quien eres, dudo que te den problemas

— Puedo ver que ya lo tenías todo planeado

— No tenemos mucho tiempo y si hay algo que se me daba bien era crear rápidas y múltiples soluciones ante cualquier posible escenario, en el caso de Tamaki el riesgo es muy bajo y las probabilidades de victoria muy altas

— Como era de esperar de la mujer que cambió muchos destinos —se limitó en responder Yushiro sintiéndose más aliviado

— Aún así necesito que también nos apoyes con otra cosa

— ¿Qué deseas...?

"Yushiro-san es el único que puede hacerlo"

— Diciendo esas cosas para luego irse —pensó para si mismo al recordar como ella había puesto algo tan importante en sus manos— esta será la última vez que creeré y apostaré todo por ti, Yamamotoyama Ririka

Dicen que la tercera es la vencida, pero en su caso habían sido ya muchas ¿por qué esta vez sentía que sería diferente? ¿Es porque era ella? Yushiro negó para si mismo mientras Chachamaru jugaba con el borde de una gruesa tela que llegaba hasta el suelo. Los ojos turquesa pronto se dirigieron hacia él con la intención de detenerle, sin embargo su mano se movió inconscientemente y tiró por completo de la tela revelando su último lienzo

"Aún hay esperanza"

— Ruego porque esta vez no sueltes mi mano y te marches a un lugar en donde no puedo alcanzarte, por favor... no me abandones —pidió Yushiro observando la pintura con inmenso amor y dolor hasta el punto de que sus ojos ardían

El dolor que recorría su cuerpo era soportable, ya que ni siquiera era la primera vez que recibía esa clase de castigo, incluso su joven señorita había pasado por algo tan desalmado ¿cómo era posible que una niña pudiera ser capaz de soportar tanto dolor? Tamaki no pudo evitar sonreír para si misma al recordar el coraje y firmeza que brillaba siempre en los ojos de su pequeña, todo en si la hacía admirable

"¿Se encontrará bien, mi señorita?"

— Hey, tienes visitas —habló de repente un hombre fornido, el mismo que apodaban "el verdugo"

Al verlo, Tamaki no pudo evitar sentir furia hacia él, ya que con esas manos toscas y fuerza descomunal se había atrevido a castigar a su señorita ¿acaso no tenía consciencia? ¿No sentía remordimiento? Muchas personas dentro de la villa había terminado allí por las deudas de sus familias, sin embargo también había un buen número que había aprendido a escalar utilizando el sufrimiento de otros como ese hombre

— Tamaki ¿te encuentras bien? —le cuestionó aquella voz que ella muy en el fondo sabía que odiaba— ¿no te duelen las manos?

Ante la pregunta, Tamaki miró sus manos que se encontraban atadas al igual que sus pies, simplemente no podía pensar en escapar de alguna forma, ya que para eso necesitaba las llaves. Por otro lado el sarcasmo en el tono de aquella anciana era evidente hasta el punto de que sintió asco de solo verla a ella, quien se había atrevido a terminar con la vida de su señora

— ...

— ¿Acaso te comieron la lengua los ratones? —inquirió esta vez una voz masculina— bueno, nunca fuiste de muchas palabras ¿no, Tamaki?

— ¿Por qué la cabeza de la familia y su hijo han venido hasta aquí a ver a una sirvienta? —inquirió sin rodeos y con la mirada fija en el suelo

— Porque hiciste algo muy innecesario al haber ayudado a escapar a Ririka, si ella no hubiera huido esa noche... ¡¡nada de esto hubiera pasado!! —exclamó de repente golpeando el piso con fuerza con su bastón— ¿siquiera pensaste lo que provocaría?

— Yo solo quería que mi señorita fuera feliz y ustedes claramente la estaban forzando a hacer algo que no deseaba y ese nunca fue el deseo ni de su padre o madre, ellos siempre desearon que ambos pudieran elegir libremente como vivir

— Para ser solo una sirvienta eres irrespetuosa —masculló la anciana mientras levantaba su mentón con la punta del bastón— y ya que mencionas a mi hijo ¿exactamente a dónde enviaste a Ririka esa noche?

— Solo la dejé ir, desconocía hacia donde se dirigiría

— Me cuesta creerlo, ya que esa niña fue capaz de burlar a mi hombres tanto en la ciudad como en la estación. Era claro que estaba siendo muy cuidadosa en sus acciones

— Es natural que eso suceda, ya que lo que menos quieres es ser atrapado —respondió Tamaki enseguida, ya que si llegaba a dudar solo un segundo sería suficiente para hacer que sospechara— es claro que mi señorita no deseaba volver a este lugar

— Bien, puede que tengas razón, ya que una sirvienta como tu que desde muy joven ha servido en la mansión no conoce mucho el mundo exterior —coincidió la mujer apartando su bastón— y sobre mi hijo... ¿alguna vez él llegó a hablarte sobre el testamento antes de morir?

— ¿Disculpe?

— Escuchaste muy bien mi pregunta, responde

— El señor nunca hizo algo así ¿por qué me lo diría a mi que soy una sirvienta? —le devolvió Tamaki— lo único que su hijo me pidió fue que siempre velara por sus niños y es lo que he estado haciendo a lo largo de estos años. Usted mismo sabe que mi único deseo es permanecer junto a Ririka-sama y Kazuyoshi-sama

— Cometiste un error —le cortó la anciana acercándose

— ¿...?

— Mi nieto es un hombre y el heredero, así que siempre irá primero —declaró la mujer mientras golpeaba el rostro de Tamaki con el mango de su bastón— nunca lo olvides, mísera sirvienta

Tamaki solo pudo escuchar sus pasos alejarse mientras las lágrimas escapaban de sus ojos, su mejilla ardía al igual que sus muñecas y tobillos, pero aún así no sentía arrepentimiento por su decisión, ya que sentía que Ririka no hubiera abandonado la mansión esa noche podría haberla perdido para siempre. Solo podía rezar porque Kazuyoshi lograra ponerla a salvo y no permitiría que nadie más volviera a lastimarla

"Mi señor, mi señora... por favor, protéjanles"

— Es una pena ver en donde has terminado, Tamaki —negó Toshiro fingiendo estar dolido— siendo tan joven y bella... —añadió mientras su mano se acercaba al rostro de la fémina— por fin luego de tantos años soy capaz de ver tu rostro, sin embargo sigue sin compararse al de Tsubasa o Ririka

— Ya se lo he dicho muchas veces, no diga el nombre de mi señora y señorita con esa boca sucia —soltó Tamaki mientras le observaba con todo el odio y asco posible— usted fue una de las principales razones por las que sufrieron tanto ¡es una persona horrible!

— Si, tienes razón... —respondió el hombre con una sonrisa burlona— pero Tamaki, si tengo que ser el antagonista perfecto con tal de conseguir lo que quiero... lo haré

Sabía que lo decía en serio, ya que podía sentir toda su enfermiza obsesión en cada palabra, sin embargo grata fue su sorpresa cuando Toshiro acortó la distancia lo suficiente como para susurrar en su oído algo que le heló la sangre hasta el punto de que sintió las lagrimas arremolinarse en sus ojos debido a la impotencia mientras ese hombre solo se reía de su sufrimiento para luego marcharse y dejarla sumida en la oscuridad

— Ya falta poco para que anochezca —habló Tenma al ver entrar a Kazuyoshi en su auto— no puedo creer que también haya recibido una invitación para asistir al cumpleaños de una pasa —se lamentó mientras Kazuyoshi le miraba indiferente— ¿qué te sucede? ¿Mal día?

— Estoy preocupado por Kizuka —respondió el ojiverde soltando un suspiro

— ¿Qué sucedió? ¿está enfermo?

— No, pero le noto nervioso y no deja de mirar su celular como esperando a que le digan la hora de su muerte

— ¿Crees que vaya a traicionarte?

— No, pero si pueden llegar a chantajearlo o pedirle algo

— Entonces ese algo...

— Tendría que ver con Ririka, no quiero que lo involucren en algo que claramente le destruirá su imagen y carrera —negó Kazuyoshi con una sonrisa triste- por eso y a partir de ahora iré por mi cuenta o vendrás por mi, lo mismo será con Ririka, mientras que Kizuka solo se encargará de los asuntos que conciernan a la compañía

— Y menos ahora que pensamos poner en marcha un plan

— Si, el guisante también opina lo mismo y estoy seguro de que Kizuka lo comprenderá y se mantendrá al margen para proteger a su familia

— Espera ¡¿Ririka va a participar?!

— Así es

— ¿Y vas a permitirlo?

— Pensaba hacerlo, pero cuando le hablé a Ririka sobre la invitación su expresión no cambió para nada, más bien es como si ella ya esperara que sucediera eso y entonces dijo "tenemos que ir y no aceptaré un no por respuesta"

— ¡Vaya, te dejó frío! —rió Tenma

— Es extraño

— ¿Qué cosa?

— Siento algo diferente en ella, por supuesto que es Ririka, sin embargo es como si hubiera crecido en una sola noche —confesó Kazuyoshi con un semblante triste— tiene una mirada llena de seguridad y parece estar preparada para todo

— Oh, bueno lamentablemente ahora solo tu eres un virgen —le molestó Tenma aunque solo se ganó una mirada fulminante por parte de ojiverde— ¿qué? Es normal que crezca y madure, no puedes cambiarlo o detenerlo

— ¡Lo sé! Es solo que es como si hubiera crecido como diez años de golpe, además de que solo pasa con ese búho que le anda rondando peor que hormiga a una granito de azúcar

— Eso no es nuevo, más bien deberías pensar en él como tu cuñado ¿no?

— ¡Aún no se ha ganado ese derecho!

— Pero si a tu hermana

— Eso... ya es decisión de Ririka, pero yo aún no lo acepto por completo ¡es diferente!

— Creo que mientras más rápido lo aceptes, mejor será para ti —suspiró Tenma al ver lo cabezota que podía llegar a ser su amigo— Kazuyoshi, debes haber sido muy consciente que desde el momento en que fuiste a buscar a Tōjuro para que detuviera a Ririka es porque ya una parte de ti le ha reconocido como un buen candidato a ser su pareja

— No digo que sea malo, es solo que es un poco difícil...

— Si, si, hermano siscon

— ¡No soy siscon!

— ¡Eso ni Papa Noel se lo cree!

Kazuyoshi sabía que lo que decía Tenma era cierto, una parte de él ya había aceptado a Tōjuro, sin embargo aún no podía decir si ese chico iba a ser el hombre indicado para compartir su vida con su guisante, por eso estaba constantemente nervioso de que por amor e ilusión Ririka llevara su relación demasiado rápido, aunque quizás en el fondo es porque se sentía renuente a dejarla ir cuando siempre habían estado juntos

"No, incluso si se va lejos... siempre será mi hermana menor"

La verdad es que el ojiverde ya no sabía si seguía siendo su "pequeña" ya que si bien Tenma lo había tomado como algo normal, no fue suficiente para convencerle. Estaba seguro de que Ririka había madurado, pero ¿de la noche a la mañana? Claro, no es como si su hermana no fuera madura, sin embargo ahora es como si ella fuera la mayor, podía ver en su mirada la seguridad y determinación que tenía en dar el golpe final

"Por favor, no corras tan rápido... vive tranquilamente"

— Bien ¿estamos todos? —inquirió Shinobu soltando un suspiro

— Creo que si, solo nosotros sabemos la verdadera intención detrás de asistir al cumpleaños de su abuela —respondió Kanae

— Aún no puedo creer lo que hizo, es horrible —negó la pelimorada mirando con pesar a su amiga

— Bueno, dicen por ahí que las abuelas son peligrosas y tenebrosas —bromeó Tenma— no me sorprendería si tiene armada hasta una secta

— Hay que concentrarnos, no venimos a jugar —les regañó Kazuyoshi— tenemos solo dos días para pensar bien esto

— ¿Seguros que no desean nada más? —inquirió Mitsuri sorprendiéndoles

— No, estamos bien —negó Ririka brindándole una sonrisa a la mujer— ¡gracias Mitsuri-san!

Muchos se preguntaran ¿por qué estaban en el restaurante de Iguro y Mitsuri? Kazuyoshi deseaba llevar la reunión en un lugar tranquilo, sin embargo eso también podría resultar desventajoso, ya que ahora mismo su abuela estaría casi que vigilando sus pasos, por lo que al final Ririka pensó que aquel lugar sería perfectamente. Es un centro comercial y estas horas las personas van y vienen, por lo que no podrían sospechar de ellos

— ¡Que bueno que pedimos la mesa más apartada! —festejó Tōjuro mientras mordía un pedazo de postre

— ¿Está delicioso? —le cuestionó Ririka al verle comer

— ¡Umu! Pero más lo estás tu —susurró en su oído causándole un escalofrío mientras el sensor de peligro de Kazuyoshi se encendía

— Ustedes dos están muy juntos

— ¡Vamos hombre! —se quejó Tenma— tenemos una meta por delante y es ayudarle a tu abuela a saber el camino de su caja, que diga- que se retire ya

— Está bien, pero no le andes susurrando cosas —sentenció el ojiverde a lo que Tōjuro asintió en respuesta

Luego de aquella advertencia, Kazuyoshi se apresuró en sacar un extraño mapa que luego comprendieron que se trataba de todos los caminos e instalaciones de la villa principal de los Yamamotoyama en donde les enseñó el salón en donde se llevaría a cabo la fiesta y como estarían distribuidas las rondas de guardia. Todos solo observaban en silencio, sin embargo fue Ririka quien decidió romperlo

— Lo que ella desea es asesinarme —declaró de repente sorprendiendo a todos

— Ririka...

— Hay un informante, sabe sobre los planes de esta persona —siguió hablando la peliverde— esta fiesta es solo una distracción, ya que en cierto punto va a haber un apagón y supuesto ataque a la mansión, esto es para dispersar a los presentes y lograr capturarme

— No puede ser —susurró Kanae evidentemente asustada— si es así

— No puedes ir —completó Kazuyoshi serio

— Tengo que ir

— ¡No, no puedes! ¡Es peligroso!

— ¿No lo entiendes? Es el mejor momento y si no voy lo echaremos a perder todo

— ¿Qué quieres decir? —inquirió el ojiverde preocupado y asustado— ¿cómo quieres que te lleve allí cuando sabemos que quieren lastimarte?

— Prometí que no volvería a ocultar las cosas, por eso ahora mismo he hablado con la verdad y es que yo soy el blanco en esta ocasión y es porque la cabeza de los Yamamotoyama ya quiere poner un final a la persona que más odia. Por eso mismo es que debemos utilizar esta situación a nuestro favor, conocemos su plan, por lo que podemos idear como atacarles sin necesidad de resultar heridos, pero Kazu-nii... yo ya no quiero huir, no puedo

— Ririka...

— No es mi intención sacrificarme, al contrario hay algo que debo hacer y es por eso que no puedo dar la espalda y esconder porque eso sería como decir que soy incapaz de pelear por mi misma, quiero ser yo quien ponga también un fin a este odio

— El guisante ya habló, tienes que respetar su decisión —le aconsejó Tenma— y la verdad es que tiene razón y estamos todos, por eso hagamos de esto un buen plan que nos mantenga seguros a todos

— Si llegas a hacer algo como quedarte atrás por nosotros, nunca te lo perdonaré —declaró Kazuyoshi tomando su rostro entre sus manos— Ririka eres lo más preciado que tengo y yo le juré tanto a padre como a madre que te protegería, por eso si llegó a fallarles jamás podría siquiera atreverme a mirarles a la cara

— No cometeré el mismo error dos veces, no pienso volver a sacrificarme por eso no te preocupes, Kazu-nii

— Le pides demasiado a un hermano mayor —negó el contrario soltando un suspiro mientras apretaba sus cachetes— a este paso van a salirme canas

— Lo tienes prohibido, tienes que conservar esa buena apariencia —le molestó la peliverde mientras le abrazaba con cariño— siempre seremos unos guisantes ¿verdad?

— Si, pero tu eres más pequeña y fea

— ¡Que malo!

Kazuyoshi tenía miedo de perder esa sonrisa, sin embargo era claro que Ririka no iba a retroceder en esto, por lo que daría lo mejor de si para protegerla hasta que obtuvieran las pruebas necesarias y pudieran exponer todas las fechorías de esta familia, ya que si querían cortar el malo, tenían que hacerlo desde raíz. Una de las cosas a encontrar debía ser definitivamente el testamento de su padre, ya que estaba seguro de que podría haber sido manipulado para dejar fuera a Ririka

"Nunca los perdonaré"

Finalmente la hora de volver a casa llegó y todos se despidieron para tomar camino a su hogar, siendo ahora Tōjuro, quien estaba siendo llevado de regreso por Tenma junto a Kazuyoshi y Ririka. Una vez llegaron a su destino todos se bajaron para despedirle y por supuesto, la peliverde se acercó para abrazarle un darle un beso en la mejilla bajo la atenta y por no decir fulminante mirada de su "cuñado"

— ¿Hoy también Ririka se quedará conmigo? —inquirió con la esperanza brillando en sus ojos

— ¿Ah? ¡Ya la has tenido mucho tiempo y eres un peligro también! Definitivamente no, Ririka se regresa hoy conmigo y Tenma —respondió el ojiverde mientras se cruzaba de brazos

— ¡Entendido cuñado!

— ¡¿C....Cuñado?!

— Nos vemos luego, Ririka —añadió para luego atraerle hacia si y besarle de una forma suave que poco a poco se iba tornando más profunda hasta el punto en que Tōjuro le sostuvo de la cintura y la peliverde dejó descansar sus manos en su pecho, prácticamente le había robado el aliento y el corazón

Una vez finalizó el beso, Tōjuro le regaló a su novia una sonrisa coqueta y luego una reverencia para finalmente entrar en su casa mientras Kazuyoshi se debatía entre respirar profundo o tomar algún hacha para perseguirlo. Simplemente no podía creer que ese mocoso se hubiera atrevido a besar de esa manera a su hermanita ¿podía ser más descarado? Para colmo Ririka se había perdido en la nebulosa imaginando quien sabe que cosa

— Definitivamente le diré a Papa Noel que lo ponga en su lista negra —masculló molesto y con deseos de momificarlo

— Con ese beso creo que le absorbió hasta el alma ¡tan extravagante y ardiente!

— Callate Tenma o la próxima cosa extravagante que verás serás tu derritiéndote poco a poco con sal como una babosa

— Para mi que tu te les escapaste de abajo

Una conversación o discusión simple entre amigos, sin embargo Ririka, quien se había quedado pensando en la sensación de aquellos labios cálidos sobre los suyos y como sus manos sostuvieron su cintura con firmeza. Rengoku Tōjuro había avivado un fuego en su interior que estaba segura le iba a costar mantener a raya, pero definitivamente se aseguraría de devolverle lo mismo y con creces

"Solo espera, Rengoku Tōjuro"


¡Hola a todas! Me disculpo por la hora, pero ambos cachorros no me dejaban tranquila con sus juegos y cuando me daba cuenta ya les estaba acariciando y dando besos, también espero les haya gustado su otra sorpresa en Instagram, fue hecha con mucho cariño y dedicación, por lo que quería pedirles que si pueden o desean comentar le dejen un bonito comentario a la artista "Ds_nya" que realmente sin ella no seríamos capaces de tener a Ruri y Tsuyoshi, así mismo gracias por todo el apoyo y espero les guste, nos vemos en el siguiente :3

Att: Andysakurai15 

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