Capítulo 55 ¿Quién eres ahora?

Luego de proponer tal cosa, la vergüenza de Ririka fue creciendo poco a poco y su rostro completamente rojo era una prueba de ello y el hecho de que Tōjuro se hubiera quedado de piedra observándole no le ayudaba mucho, por lo que la pobre terminó tomando el cojín cercano para cubrirse porque de lo contrario terminaría rogando para que la tierra se la tragara. Aún así se sentía bastante orgullosa de si misma, pues en el pasado no era capaz de dar el paso para "eso"

"¡Vamos, soy más valiente!"

— Tōjuro... —le llamó suavemente mientras bajaba poco a poco el cojín, dejando solo ver sus ojos verdes y mejillas sonrojadas. La imagen fue lo suficientemente estimulante para que el mencionado sintiera un fuerte golpe en su pecho, simplemente ardiente y fulminante

— Lo siento, Ririka —susurró Tōjuro cubriendo su rostro con una de sus manos— ¡¡eres demasiado injusta!! —añadió dejando ver su rostro también sonrojado

— ¿Dije algo malo?

— ¡No, para nada! ¡Más bien estoy muy feliz de que me permitas quitarte ese vestido!

— "Ese"

— Lo ibas a usar para casarte con Rikuto...

— ¿Celos?

— Muchos

— ¿Lo odias?

— ¡No podría, ya que soy yo quien está en el corazón de Ririka! —exclamó lleno de confianza a lo que la peliverde volvió a sonrojarse

— Se que cometí un gran error antes, fui cruel en mis palabras y es algo que probablemente nunca voy a poder perdonarme u olvidarlo, pero es por eso que quiero hacer lo posible por esta vez demostrar que... —susurró Ririka cabizbaja antes de alzar su verde mirada en dirección a su amado— la única persona a la cual veo y llevo en mi corazón, eres tú —añadió señalándole en su corazón— la única verdad es que te amo, Rengoku Tōjuro

— Ririka, ambos nos sentimos culpables de algo y al mismo tiempo no tenemos la intención de señalar al otro, entonces es claro que queremos lo mismo y eso es recuperar ese tiempo perdido y llenarlo de más momentos felices ¿no es así?

— Si, tienes toda la razón

— Entonces, me permitiré ser más egoísta y aceptar tu encantadora oferta —añadió con un ligero tinte de coqueteo mientras se acercaba para besarle

Ririka se mostró algo sorprendida ante la acción, sin embargo al sentir el ligero roce de aquellos labios con los suyos, decidió olvidarse de todo y aferrarse con fuerza a su amado sol, quien le tomaba suavemente por la cintura. Al cabo de unos segundos el beso se tornó más demandante y la peliverde ahogó un gemido cuando sintió como Tōjuro abandonó sus labios para besar su barbilla y finalmente su cuello

Ambos era conscientes de que cada vez estaban siendo más desesperados, por lo que Ririka le susurró en su oído que debía bajar el cierre del vestido que estaba oculto por su cabello, enseguida las hábiles manos de Tōjuro lo encontraron y deslizaron hacia abajo haciendo que ambos se pusieron de pie con cuidado y con un movimiento sordo el vestido cayera sobre la alfombra mullida

Debajo de el solo llevaba una fina bata de seda, misma que llegaba hasta sus muslos. Los ojos dorados enseguida comenzaron a deleitarse con su imagen, pese a que sus mejillas no abandonaban aquel sonrojo discreto, sin embargo Ririka también podía ver deseo en ellos y aquello solo le generó más confianza, por lo que se sentó en la cama y alzó su mano hacia él, invitándole

Tōjuro solo le sonrió enseguida y tomó su mano, misma que llevó a sus labios y besó con amor antes de mirarla fijamente mientras con su mano libre se apresuraba en soltar su hakama y quitar su kimono. No era ya la primera vez que se veían de esa forma, sin embargo aún sentían algo de pena, por lo que Ririka solo se dejó hacer y se recostó sobre la cama, el joven tomó esto como una señal y se posicionó sobre ella para besarla

Ambos percibían aquel sentimiento extraño al unir sus miradas, cada beso y caricia proporcionada por el joven sacaba uno que otro suspiro de Ririka, mientras sus manos se enterraban en su cabello rubio o recorrían su espalda. Al cabo de unos minutos de jugueteo, la peliverde comenzó a sentir un bulto en su parte baja, por lo que inconscientemente entrelazó sus piernas alrededor de la cintura masculina, deseando sentir más, aquella acción solo sirvió para apretar el gatillo de la paciencia

"Ya no aguanto"

— Ririka ¿puedo? —inquirió Tōjuro señalando la fina bata de seda, por lo que la joven solo asintió en respuesta

Nuevamente una sonrisa adornó el rostro del contrario al recibir su permiso, por lo que sus fuertes manos no tardaron en posarse sobre los muslos de la joven y con un movimiento suave comenzaron a levantar la tela hasta llegar a su cintura. Aquello solo representó una tortura para la peliverde al sentir aquellas caricias sobre su piel mientras un hormigueo comenzaba a crecer en su parte baja ¿acaso estaba jugando con ella?

Esto no le pareció nada justo, por lo que Ririka tomó ambos bordes de la bata y se la terminó de quitar para luego arrojarla al suelo, ganando así una mirada de estupefacción y vergüenza en Tōjuro, quien al verle únicamente en brasier junto a la discreta línea de sus pechos, enrojeció hasta la punta de sus orejas. La peliverde sonrió orgullosa, pues había logrado lo que quería

— ¿Te gusta avergonzarme Ririka? —inquirió el joven frunciendo el ceño

— Debo reconocer que me gusta verte sonrojado, incluso tus orejas...

— ¡Bien, así tu lo has querido! —exclamó Tōjuro soltando una corta risa mientras sus labios atacaban en fino cuello de la joven, sin embargo sus ojos pronto encontraron aquella marca que Rikuto había dejado en ella y una sensación de dolor y pesar comenzó a invadirle— esto... ¿lo hizo él?

"Lo olvidé..."

— Hum, bueno...

— ¡Lo siento! Realmente no es algo que debas responderme, nosotros no éramos ya una pareja, por eso-

— Lo odié

— ¿Qué?

— Odié con todo mi corazón cuando sentía las manos de Rikuto recorrer mi cuerpo, era claro que él deseaba hacerme sentir algo, pero solo me producía asco y temor —confesó Ririka endureciendo su expresión

— ¿Él te obligó a...? —Tōjuro ni siquiera fue capaz de terminar la pregunta, ya que la sola idea le enfurecía

— Normalmente era porque se enfadaba demasiado, pero nunca llegó hasta el final y en parte lo agradezco...

Los recuerdos de aquellos días en donde temía que Rikuto no pudiera controlarse comenzaron a inundar su mente, aquella desagradable sensación y deseos de vomitar, ni siquiera sentía apetito, siendo que cuando alcanzó su punto máximo intentó visualizar a Tōjuro en su lugar, pero sería un insulto hacerlo, ya que él jamás le haría algo así, ni tampoco era la forma en que le acariciaba o besaba

"Simplemente no podía engañarme"

— Ahora mismo me siento algo sucia, a pesar de que tallaba mi piel con fuerza hasta quedar roja... esa sensación no se iba —negó al sentir sus ojos arder— por eso, Tōjuro ¿puedes amarme? Quiero sentirte es a ti y borrar de una vez por todas el recuerdo de sus manos y labios en mi piel, por favor...

Pequeña, frágil y temerosa, en esos momentos era todo lo que Tōjuro veía y no sorprendía, ya que todos tienen un lado más débil. Su propio corazón dolía al saber todo lo que su amada flama tuvo que soportar por un desgraciado y es que ya no le podía considerar ni siquiera una persona. Definitivamente iba a amarla y borrar todo aquello que le desagrada, pues cada lágrima era como un puñal que se incrustaba en su pecho

— Claro que te amaré y no estás sucia —negó mientras tomaba entre sus manos su rostro y besaba cada una de sus lágrimas— ahora mismo para mi, Ririka es la chica más encantadora que he visto y puedo percibir tu suave aroma —añadió mientras olisqueaba levemente en son de broma

Ririka solo le sonrió agradecida para luego atraerle y besarle con más intensidad, provocando un corto juego de lenguas hasta que Tōjuro cortó el beso y volvió a descender hasta su barbilla y cuello para llegar a su clavícula en donde besó con cuidado aquella marca antes de hacer una leve succión que solo generó un temblor en la joven. Una vez terminó con aquello se dirigió hasta su pecho y algo torpe comenzó a deslizar una de sus manos dentro de su brasier

La peliverde notó como con el paso de los minutos las acciones de Tōjuro se volvían más decididas y certezas, siendo una de ellas el como deslizaba la yema de sus dedos entre sus muslos, mismos que besaba y mordisqueaba levemente. Se sentía demasiado bien y esto solo generaba más y más pequeños temblores en Ririka, sin embargo al cabo de unos minutos algo dentro de ella hizo click y comenzó a sospechar de algo

No le desagrada para nada en como el joven le tocaba, pero hasta ahora solo habían tenido intimidad una vez y estuvo llena de pena y movimientos torpes, claramente estaban explorando y aprendiendo, sin embargo ahora mismo podía ver el claro deseo y confianza brillar en aquellos ojos dorados con detalles en rojo y eso solo causaba una sensación de déjà vu en Ririka. Esa forma de tocar, de besar y mirar

¿Siquiera era posible? Su corazón comenzó a correr como loco al pensar en aquella posibilidad, pero ¿cómo saberlo? Quería detenerse y preguntarle, sin embargo el ambiente estaba tan cargado de deseo y se sentía tan bien que le costaba romper ese momento, era como si ahora mismo fuera ella la seducida por su ardiente sol andante y no estaba nada mal, solo que...

"Quiero saberlo, solo..."

— Kyojuro... —susurró con sus ojos verdes brillantes y expectantes. Era una completa locura y si estaba equivocada ¿qué le diría a Tōjuro?

Ririka temió realmente haber echado a perder todo, sin embargo al escuchar aquel nombres las caricias se detuvieron y aquella mirada de deseo se desvaneció por completo, mientras su expresión solo reflejaba sorpresa y confusión. La joven que tenía sus manos en su pecho, pudo sentir como su corazón latía como un loco y enseguida tragaba grueso como queriendo reunir ¿valentía?

— Y...Yo, lo siento...

— Ruri... —le devolvió el joven susurrándole al oído

— ¡¡...!!

— ¿Eres mi hojita? ¿A quién prometí encontrar si renacíamos? —le cuestionó con sus ojos también cristalinos

— Oh, no puedo creerlo —negó la peliverde entre lágrimas y aferrándose con fuerza al contrario— ¡Kyojuro, mi esposo!

— Ruri, mi esposa —rió el mencionado juntando sus frentes— aún me cuesta creerlo ¿realmente me recuerdas?

— Esa debería ser mi pregunta, en parte era un poco difícil llevarlo con mis memorias, pero desde que te vi supe que eras tu

— ¡Es lo mismo para mi, por eso incluso si no recordabas yo fui muy feliz de saber que cumplí mi promesa!

— ¿No sentiste miedo?

— ¿Por qué debería?

— ¿No tuviste dudas sobre quien eres ahora y el tipo de vida que llevas? En su momento yo no pude detenerme a pensarlo, ya que estaba tan feliz de saber que tu desde el principio fuiste el correcto, eso bastó para que yo tomara valor y luchara por mantener ese futuro a tu lado

— Entonces, puedo preguntar... ¿quién eres ahora? ¿Ruri o Ririka?

— Ambas forman parte de mi y no somos tan diferentes, solo que las circunstancias en cada una de nuestras vidas fueron lo que nos convirtió en lo que somos, yo ya viví una vida como Tsukino Ruri, todo de ella es parte de la yo actual, aquella fortaleza que no pude aprender cuando era una niña y ahora mismo soy Yamamotoyama Ririka y al igual que antes decidí cambiar mi destino

— Y yo amo a ambas, amé a Tsukino Ruri con toda mi alma y hoy amo a Yamamotoyama Ririka con más intensidad

— Yo también quiero saber... ¿quién eres ahora? ¿Kyojuro o Tōjuro?

— Mi cuerpo y vida como Rengoku Kyojuro terminaron ya hace más de cien años, las enseñanzas y vivencias que me formaron en ese entonces, ahora son diferentes. Es como ver dos mundos diferentes, pero que comparten una misma alma, siendo lo único que no puedo cambiar es el hecho de que en cada una de mis vidas, espero poder encontrarte y amarte. Por eso en esta vida te amaré como Rengoku Tōjuro

— Gracias, ahora has sido tu quien me ha salvado —susurró la joven tocando su rostro con cariño— es curioso que mis padres decidieran ponerme de apodo "Ruri" aunque ellos mencionaron que alguien se los dijo...

— Tal vez era una pista para que yo pudiera encontrarte —bromeó Tōjuro pellizcando su mejilla— pero ¿cómo notaste que era yo?

— Eso... bueno... —balbuceó la peliverde sonrojada— nosotros solo hemos estado juntos una vez y claramente éramos inexpertos, sin embargo en esta ocasión te sentí más seguro en lo que hacías y el como me tocabas me llevó a recordar, pues... cuando estábamos juntos en el pasado...

— Incluso recordaste como te tocaba —canturreó Tōjuro con una sonrisa burlona mientras descendía a sus pechos para besarlos— al igual que en el pasado, debo esforzarme para cumplir con mi amada flama

— Mientras no te esfuerces demasiado... recuerda que debo caminar de manera decente —bromeó Ririka soltando un suspiro

Aquel dulce momento poco a poco se fue apagando para dar inicio a uno más intenso, ya que sus sentimientos actuales y del pasado se unían en un fuerte deseo por unir sus cuerpos y entregarse al placer de estar juntos. Las palabras no eran necesarias para decir cuanto se amaban, ya que sus miradas eran suficientes para expresar lo que sentían en el calor del otro hasta el punto en que culminó el acto y se besaron de manera lenta y suave

— ¿Tienes sueño? —inquirió Tōjuro a la joven que reposaba entre sus brazos— tal vez deberíamos comer algo...

— Ramen estaría bien o incluso podríamos ir donde Mitsuri-san e Iguro-san

— ¡Esa es una buena idea!

— Entonces, deberíamos ducharnos

— ¡Umu!

— ¡Tōjuro, ya llegamos! —exclamó la progenitora del joven desde las escaleras, aquello solo causó que ambos palidecieron rápidamente

— ¡Oh, no! ¡Es tu madre! —soltó Ririka en voz baja y jalando la sabana para cubrirse

Tōjuro tardó en reaccionar ante la noticia, por lo que al intentar bajarse se enrolló con la sabana y terminó cayendo de espaldas al piso. El sonido se escuchó en la planta baja y no pasó mucho para que Shinjuro le gritara que no hiciera tanto escándalo y bajara enseguida a meter las bolsas ¡eso era bueno! Al parecer aún no habían descubierto la presencia de Ririka

"¡Tōjuro...!"

— ¡¡Tōjuro!! —soltó Ririka sacándole de sus pensamientos, su ceño estaba fruncido y sus mejillas algo rojas

— ¿Umu? ¿qué sucede?

— Te estoy viendo todo...

— ¡¡Lo siento!! —se disculpó el contrario tomando un cojín para cubrirse

— Está bien, es lindo... —comentó la peliverde y no pasó mucho para que su rostro ardiera como una cereza— mejor olvida lo que dije...

— ¡¡Tōjuro!!

— ¡¡Enseguida voy madre!! —exclamó mientras se ponía su yukata y hakama a toda prisa— ¡Ririka, yo les entretendré así que aprovecha y vístete!

— ¿Eh? Bueno, pero-... —muy tarde, Tōjuro ya se había ido

"Solo tengo el vestido de novia... ¡¡y tu rompiste el cierre!!"

Sus pasos al bajar cada uno de los escalones resonaban en sus oídos, sin embargo Tōjuro no sabía si era eso o los latidos de su corazón, pues desde que obtuvo sus recuerdos solo se había centrado en Ririka y comprender quien fue en el pasado y quien era actualmente, aún tenía ciertos cabos sueltos que unir, pero en su mayoría todo se aplicó en cuanto vio a Ririka, supo en su corazón y alma que era ella a quien quería dedicar toda su vida

— Tōjuro ¿por que demoraste tanto? —inquirió Ruka preocupada al verle

De los labios del joven no salió ni una palabra, pues sus dorados ojos con detalles en rojo estaban fijos en la mujer que le había dado la vida, su madre, su querida madre. Todas las memorias de su pasado y lo mucho que sufrió en silencio por su perdida se hicieron presentes, incluso a pocos pasos pudo ver a su padre, quien parecía tener una mejor tez que en el pasado. Tōjuro no pudo retenerlo más y solo miró a su progenitora con sus ojos brillantes antes de abrazarle con todas sus fuerzas

Ruka trastrabilló levemente y solo miraba a su hijo mayor algo confundida, sin embargo era claro para ella que estaba feliz de verle, por lo que correspondió al abrazo y le envolvió en sus cálidos brazos, eso fue suficiente para que los deseos de llorar del joven se calmaran y mirara a su querida madre con una gran sonrisa en su rostro, quien sintió alivio al verle mucho más animado

— ¡Bienvenida a casa, madre!

— He llegado —respondió Ruka con una suave sonrisa

— ¡¡Ani-ue!! —exclamó Senjuro— ¿viste las noticias?

— No, ¿por qué?

— ¡La boda de Ririka-san no se llevó a cabo, el chico con el que iba a casarse y su mayordomo fueron llevados por la policía!

— ¡Ja! Se notaba que era un mal tipo, esas familias con dinero están muy podridas por dentro —comentó Shinjuro por lo bajo molesto

— Pobre Ririka-san... —se lamentó Senjuro— pero creo que también es lo mejor, mis presentimientos de que ese joven no era bueno para ella eran ciertos, ya que no hay mejor partido que mi Ani-ue

— Coff, coff —tosió alguien a las espaldas de todos y pronto Shinjuro mostró una expresión de completa sorpresa al verla

Ririka se había presentado en la sala utilizando uno de los hakama y yukata de Tōjuro, se notaba que le quedaba un poco grande, pero se las ingenió para que al menos la ropa no se le cayera. Senjuro solo miró a su hermano con la boca abierta, Shinjuro parecía estar a punto de sufrir un paro cardíaco y Ruka solo... ¿sonreía? Parecía no estar para nada sorprendida de verle allí y eso fue un gran alivio para la peliverde

— Tu... Tu... —balbuceó el hombre pálido— ¡¡Tōjuro!! —exclamó esta vez mirando a su hijo mayor— ¡¿acaso se te ocurrió robarte a la novia?!

— ¡Es correcto, padre! —soltó el mencionado sin dudarlo e incluso parecía orgullo de ello

— ¡¿Cómo pudiste atreverte a hacer eso?!

— En realidad, yo estuve de acuerdo con ser "secuestrada" —se unió esta vez Ririka tomando de la mano al joven— probablemente piense que es un completo descaro presentarme en su casa luego de lo que sucedió, sin embargo quiero aprovechar para disculparme por mi poca fuerza de voluntad en luchar por proteger mi futuro, creí que sería más fácil dejar a todos y ser yo quien quedara atrás, pero estaba equivocada y mucho

— Ririka-san...

— Sé que no es fácil olvidar todo lo que sucedió comenzando por hace cinco años atrás, pero hoy quiero prometerle y no solo con palabras sino también con acciones que seguiré luchando y nunca más volveré a soltar la mano de Tōjuro, amo a su hijo señor Shinjuro y no pienso volver a separarme de él, por eso espero pueda disculparme y permitirme seguir a con Tōjuro

— ...

— Aunque incluso si se niega pienso seguir viéndole, disculpe el amor puede ser bastante fuerte...

Nadie dijo nada y Shinjuro solo miró brevemente a su esposa antes de volver su mirada hacia ellos, parecía estar escogiendo sus palabras y Ririka temió de escuchar alguna negativa de su parte, sin embargo también sabía que sin importar lo que dijera, nunca más dejaría a Tōjuro, por lo que ahora debía ser fuerte y mantener la mirada en alto. Al final solo un suspiro escapó de los labios del hombre para luego dirigirse hacia la salida

— Tsk, hagan lo que quieran —soltó Shinjuro para finalmente marcharse

La alegría era evidente en ambos rostros y Tōjuro no tardó en abrazar a su chica con fuerza, mientras la levantaba suavemente y daba vueltas de lo feliz que estaba, al cabo de unos segundos Senjuro también se unió al abrazo y expresó estar muy satisfecho de ver que su Ani-ue y Ririka volvían a estar juntos, por lo que internamente pedía porque ahora ambos pudieran ser felices juntos sin ningún tipo de obstáculo

— ¡Un obstáculo menos! ¿no es genial? —festejó Tenma con una copa de Champagne en mano— ¡definitivamente esto se merece un buen brindis!

— Mientras no termines borracho y dormido en mi sofá, no te detendré —soltó Kazuyoshi tirada en un mueble cercano y con una bolsa de hielo en su frente

— No debiste esforzarte tanto, debiste dejarles el resto a la policía

— Tenía que asegurarme de que no fueran a ser tan sucios como para intentar meter a Ririka en esto, por eso no podía simplemente irme y que la prensa les fuera haciendo preguntas

— Debido a eso terminaste colapsando y un guardia tuvo que cargarte al estilo princesa ¿no? ¡Puff, fue increíble! —Uzui no pudo aguantarse más y estalló en carcajadas— lo mejor fue tu cara cuando recuperaste el conocimiento y te viste en los brazos de aquel policía

— Tal vez si debí aceptar su oferta de que te llevaran también como un sospechoso

— ¡Oye, no seas tan cruel!

Kazuyoshi solo le miró con indiferencia antes de volver a tumbarse, el policía que les ayudó no había sido otro que el mismo que al parecer le dio algunos problemas a Tenma cuando se llevó a Ririka y sus amigos a un complejo de piscinas, al final incluso él pasó vergüenza al ser cargado por aquel tipo de cicatrices, pero al menos agradecía que luego de ver las bromas y burlas de Uzui, el mismo le ofrecería meterlo en la cárcel como sospechoso

— ¿Qué crees que sucederá ahora? —inquirió de repente— la marioneta de tu abuela ha caído, sus hilos fueron cortados y ahora está solo

— Es claro que Rikuto saldrá de esto, ya que en la investigación únicamente su mayordomo tuvo que ver con el accidente que provocó la muerte del hijo mayor de los Hoshi, así mismo no pueden revelar los motivos del porque lo hizo, ya que sería comprometer a los Yamamotoyama, ese hombre está hundido

— Entonces ¿Rikuto no tuvo nada que ver?

— Cuando conocí a Rikuto era solo un niño tímido y de pocas palabras, sin embargo solo sonreía cuando veía a su hermano, esto fue más porque él iba a ser entregado como sirviente, claramente el mayordomo que le crió desde que nació no quería eso para su señor, por eso actuó y por la reacción de Rikuto me confirma que él no sabía nada de esto

— Pero, entonces... ¿por qué sacaste esa información? La idea era encontrar una forma de invalidar ese compromiso, pero si Rikuto está limpio...

— Tenma ¿sabes qué es lo que más le importa a mi abuela como cabeza de los Yamamotoyama?

— ¿No olvidar su dentadura postiza para las fotos?

— ...No pienso reírme de eso

— ¿Entonces?

— La opinión pública, la familia Yamamotoyama jamás puede estar envuelta en escándalos, eso sería muy perjudicial para su imagen. Ahora mismo si bien Rikuto no es culpable, es claro que su familia será señalada y estaría en el ojo de la presa, simpatizaran con los padres que perdieron a su hijo y señalaran a la causa de todo, en este caso Hoshi Rikuto

— Hum, creo que ya entiendo

— Cuando todo el escándalo salió a luz, mi abuela no tardó en abandonar la capilla con solo se me dice que su apoyo a los Hoshi ha terminado, por lo que aún si odia a Ririka, por la imagen de la familia no permitirá ni en cien años que llegue a casarse con un Hoshi

— Toda una mente maestra ¿no?

— Yo no lo diría de esa forma, ya que por más que intentes ocultar la verdad, siempre ya sea tarde o temprano saldrá a la luz, lastima que Rikuto escogió meterse con lo que más quiero proteger

— Y así es como derribaste una de las piezas más fuertes de tu abuela, solo queda una torre en pie, mi querido amigo

— Debemos ser cuidadosos, probablemente mi abuela esté muy molesta y hasta se sienta traicionada

— Hiciste lo correcto, eso es todo lo que necesitas

Las acciones justas y correctas siempre debían traer una alegría a aquellos que sufrieron a causa del culpable, sin embargo para otros era como haber perdido su pieza más importante. Durante años se había encargado de ir alimentando la obsesión de un estúpido niño falto de amor y ahora todo eso se había perdido ¿por qué una niña tan despreciable como ella siempre hallaba la forma de escapar de sus redes?

— ¡Imperdonable! ¡¡Simplemente imperdonable!! —exclamó la anciana furiosa mientras tiraba de sus cabellos— ¡¡no te perdonaré, definitivamente no lo haré!!

Sus ojos oscuros se dirigieron al primer cajón de su escritorio y de el sacó una pequeña rueca con hilos rojos, pero su mirada terminó por oscurecerse cuando vio que su bordado estaba roto como si alguien lo hubiera cortado, sin embargo no había ni un solo rastro de que alguien se hubiera atrevido a entrar en su oficina, entonces ¿cómo? ¿Acaso ese estúpido de Rikuto le había dado la reliquia familiar a alguien?

— No, debo calmarme...

"Mientras me deshaga de Ririka, todo estará bien"

— Si, solo así mi nieto estará seguro —se reconfortó la mujer entre su locura y furia— tranquilo mi pequeño Kazuyoshi, definitivamente tu abuela te protegerá...

"Por eso, por favor deja de respirar en este mundo... Ririka"

Esa era la única solución posible a un problema que llevaba arrastrando desde años, durante tanto tiempo dudó, pero ahora esa idea solo había tomado más fuerza, ya no tenía más piezas, por lo que solo podía emplear una última jugada y carta de victoria. El reloj de la pared pronto marcó las diez de la noche y la fina pluma dorada que descansaba en sus manos brilló tenuemente como si le incitara a seguir escribiendo

"Si, está trágica historia... aún no ha terminado"

— ¿Ya terminaste? —inquirió Tōjuro de pie afuera de su habitación

— ¡Ya casi...! —exclamó Ririka en respuesta y con un tono levemente molesto, aquello solo hizo sonreír al contrario en pesar en su ceño fruncido y labios

— ¡Bien, esperaré!

Cerca de las nueve, Tōjuro recibió una llamada por parte de Kazuyoshi, quien le pidió cuidar de Ririka por esa noche, ya que si iba lo más seguro es que se preocuparía por Tamaki, quien seguía atrapada en la mansión de los Yamamotoyama. Claramente no fue lo único que dijo, sino que además si se enteraba que le había puesto un solo dedo encima a su hermana, le castraría con un cuchillo para rebanar salchichas

"Algunas cosas no cambian..."

Nadie presentó problemas en que RIrika se quedara esa noche, aunque su padre pegó un grito al cielo cuando su madre le dijo que sacara otra almohada más y la llevara a su habitación. Su padre aún estaba siendo precavido con ambos y en parte Tōjuro no pudo evitar sentirse algo culpable al recordar lo que había sucedido una hora antes de que llegaran, no había sido muy bueno controlando sus impulsos en cuanto a ver a Ririka

"Nuevamente, fui seducido"

— ¡Ya puedes pasar! —habló Ririka desde el interior y el joven enseguida abrió la puerta y cerró por las mismas, ya que los demás probablemente estarían durmiendo— ¿no se me ve rara o si?

— ...

¿Qué es lo que debía responder exactamente? ¿Luces muy exquisita? ¿Definitivamente te daré toda mi ropa? ¿Quédate más seguido? Tōjuro movió su cabeza de un lado a otro con fuerza, intentando alejar aquellos pensamientos, sin embargo Ririka se veía tan encantadora con una camiseta suya que si bien le quedaba algo suelta, no ocultaba para la nada la curva de su cintura y sus piernas. Solo esa imagen fue demasiado estimulante que tuvo que regresa a Buda y recordar los principios del Kendo para calmarse

— ¿Tan mal se me ve?

— ¿Eh? ¡No, estás exquisita! ¡¡Que diga-!! Ehm... ¡bonita, si eso! —Tōjuro era un cúmulo de nervios en esos momentos— ¡eres tan linda como una patata recién ahumada!! ¡No, no! Quise decir... ¡¡como una rosa blanca!!

— Puff, lo tomaré como un cumplido —rió Ririka al ver sus mejillas y orejas rojas— ¿ya deberíamos dormir? —inquirió subiéndose en la cama y Tōjuro tragó grueso al verla sentarse sobre sus talones revelando aún más sus muslos— ¿no vas a venir?

— Ririka... ten un poco de compasión con mi corazón —pidió el joven totalmente apenado— ahora mismo pienso que eres tan linda que simplemente quiero quitarte ese camisón ¡lo siento, prefiero decírtelo a que te des cuenta!

— Pero si me quitas el camisón... ah... ¡¡Tōjuro!! —exclamó la peliverde cubriéndose con la sabana— ¡¡tu madre dijo que sin hacer nada!!

— Lo siento, es mi culpa por verte tan linda y no poder controlar mi sentimientos ¡¡eres tan ardiente, Ririka!!

— Eso eres tu

— Pero tu alimentas mi flamas

— Descuida, todo se arregla con un balde de agua fría

— ¡Entonces, me portaré bien! —prometió Tōjuro con una sonrisa mientras se deslizaba entre las sabanas y besaba con cariño los labios de la joven— Ririka ¿puedo decirte algo?

— ¿Qué cosa? —inquirió la joven mientras el contrario apagaba las luces y encendía el reflector permitiéndoles ver las estrellas y constelaciones

— Solo pensaba que en una noche como esta y en un festival de las estrellas te dije que te amaba con toda mi alma, desde ese momento te volviste mi primera experiencia en todo, por eso... puede sonar egoísta, pero estoy feliz... pude conocerte mucho más antes y ver un lado nuevo y diferente, así como también fuiste mi primer amor, novia y experiencia íntima, es algo que le da cálidez a mi corazón

— Eres muy tierno ¿sabes? Yo siento lo mismo, estoy feliz de que fueras tu quien me enseñará todo lo que equivale a amar a alguien, pero no solo eso... sino que también me impulsaste a ser más fuerte dándome mi lugar como una persona y no un objeto

— ¿Te quedarás a mi lado?

— Si tu estás a mi lado, definitivamente me quedaré contigo

— No importan las promesas, no importa el hilo rojo o el destino —negó Tōjuro uniendo sus frentes y susurrando sobre sus labios— lo único que importa...

— Es que nos amamos y eso nadie nunca va a poder cambiarlo

— Si, exactamente

Entre cortos susurros y caricias ambos cayeron rendidos ante al sueño, había sido un día bastante largo, sin embargo había valido la pena por completo, ya que estaban de nuevo juntos y decididos a nunca más volver a separarse. Finalmente el pasado con el presente se habían vuelto uno solo en sus corazones, por lo que esta vez también lucharían por obtener una vida tranquila y feliz

"Felicidad, tristeza, miedo, odio..."

Ririka abrió sus ojos al escuchar aquellas palabras y pronto se vio envuelta por un basto espacio blanco, pero al ver al suelo pudo ver como al superficie parecía ser de agua, sin embargo no se hundía en ella, ni tampoco sentía miedo. Siguió caminando en busca del final de aquel sueño porque estaba segura que solo se trataba de eso, sin embargo el sonido de una pequeña campana hizo eco en sus oídos

Los ojos verdes miraron hacia arriba y pudo ver como una gota cayó sobre aquella tranqui superficie de agua para luego crear pequeñas ondas a su alrededor, en el pudo ver como pequeños y grandes espejos comenzaron a salir de su interior para luego situarse a su alrededor, en todos ellos la joven pudo apreciar algún evento de su vida pasada así como también de la actual. Finalmente el agua se tornó negra como la noche y su alrededor también siendo solo los espejos visibles

Su cuerpo parecía brillar tenuemente ya que era capaz de verlo y fue entonces cuando Ririka notó que su ropa había cambiado al uniforme de cazador que había usado en su vida pasado y era su forma actual la que se reflejaba en el agua ¿acaso algo había cambiado? ¿Por qué se visualizaba así misma como Tsukino Ruri? ¿Por qué sus recuerdos del pasado y presente colgaban a su alrededor?

— Finalmente ha llegado el momento —habló una voz femenina a su espaldas— después de tanto tiempo, el juicio pendiente será llevado a cabo...

— ¿Juicio? ¿qué fue lo que hice para eso? —inquirió sorprendida de ver a tres mujeres de largos cabellos rojos y ojos grises, sin embargo la primera llevaba una fina vestimenta blanca y sencilla, la segunda colores brillantes y sonrisa juguetona, mientras que la tercera iba de negro de pies a cabeza

— A partir de ahora serás juzgada, Tsukino Ruri-san




¡Hola a todas! Como siempre cortándolo en lo más "¡¿qué rayos está pasando aquí?! Bueno, creo que varias se hacen una leve idea de que es todo esto y si, por fin en el próximo capítulo descubriremos la identidad de estás tres misteriosas mujeres que dicen ser adivinas, pero ahora piensan juzgar a Ririka ¿por qué? ¿Es realmente un sueño? ¿Los espejos no les suenan a algo? *guiño a quienes leyeron Bajo la Sombrilla roja* al final les di un poquito de "7u7" entre Tōjuro y Ririka, pero si lo detallaba se hacia eterno y no, para más adelante les haré uno completo y lleno de detalles, aunque me morí de la risa cuando Tōjuro se cayó de la cama y expuso sus partes nobles, aunque Ririka encantada disfrutaba de la vista JAJAJAJA en fin, nos vemos en el próximo capítulo, un beso para todas ;3

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