Capítulo 52 Un muro de Lamentos
El día había llegado a su fin y traído una nueva noticia que sacudió Japón entero, pues la joven señorita de los Yamamotoyama iba a casarse en menos de un día con el heredero del grupo Hoshi, la gente mostró su sorpresa y dudas con respecto a la pareja, pero ya que la propia cabeza de los Yamamotoyama les había dado su bendición, entonces creyeron que todo estaría bien y en tal caso pronto en las redes comenzó a compartirse fotos del joven Hoshi con su prometida, lastima que no había ni una de ellos juntos
Una joven que caminaba junto a sus amigas iba leyendo las noticias y pronto enseñó las imágenes de ambos, siendo que su otra compañera llegó a comentar que hacían una buena pareja, pero para Toko esto no fue nada bueno, sino que frunció el ceño y se cruzó de brazos molesta. Pronto comenzó a debatir que eran una pareja salida de la nada, pues nunca se les había visto juntos, sino que de seguro la chica debía estar siendo obligada a casarse con esa persona por una cuestión de negocios
Ambas chicas se mostraron sorprendidas por esto y comenzaron a lamentarse por la joven Yamamotoyama, sin embargo no había pruebas que también aseguraran lo dicho por Toko, por lo que bien podrían conocerse desde jóvenes, solo que la señorita no era muy conocida por el publico en general hasta comienzos del año pasado. La pelinegra bufó molesta y sacó su celular para luego comenzar a buscar algo, una vez lo encontró le cedió el celular a sus amigas para que lo vieran
— ¡Miren eso! —exclamó Toko— ¡esa chica es la señorita Yamamotoyama y está acompañada por otro chico! ¡En sus ojos se ve el amor que siente por él! —añadió a lo que ambas dibujaron una expresión de sorpresa en sus rostros
— Pero el heredero Hoshi también es rubio... —dijo la amiga, pues en la foto Tōjuro estaba de espaldas y Toko casi se cae al suelo al escuchar el comentario de la contraria
— ¡Ya sé que es rubio, solo que ese es un rubio sucio! —soltó seca— ¡el rubio de este chico es claramente diferente y tiene mechones rojos! ¡¡Son diferentes!!
— Hum, entonces este chico pudo ser algún juego...
— O quizás familiar
— ¡¡Que no!!
No era fácil hacer cambiar la opinión de la gente y viendo que la pelinegra no era precisamente capaz de hacer ver a sus amigas que Ririka no era feliz con ese compromiso, ni mucho menos amaba al heredero Hoshi llegó a preguntarse si esa pesadilla se acabaría en algún momento. Si bien no era tan cercana a Tōjuro, si le dolía verlo ausente y así mismo haber perdido contacto con la peliverde, era como si nunca se hubieran conocido o pertenecieran a mundos diferentes
— Es claro que se siente diferente, no importa por donde lo veas... ¡es una locura! —habló Himejima cabizbajo— ¿qué cree Ririka-san que va a lograr en aceptar esto?
— Sé que puede verse así, pero creo que comprendo la posición de Ririka-san —habló esta vez Sae mientras arrullaba a uno de sus pequeños— claramente lo hace porque no quiere lastimar a nadie, sino que quiere protegerles
— Ririka es muy similar en apariencia a Tsubasa, pero la forma en la que mira y habla, incluso parte de su carácter son exactamente como los de su padre, Kiyoshi —se unió Seiji con el otro pequeño que también descansaba en sus brazos— ella es fuerte
— ¡Seiji-san, mi intención jamás fue hacer que una jovencita de solo quince años tomara una responsabilidad tan grande como esta! —se lamentó el maestro de jardín entre lágrimas— ¡no solo quiere proteger a los suyos, sino que también tratará de ver la forma de buscar justicia para su madre y todos aquellos que fueron víctimas del poder de los Yamamotoyama!
— Creo que es algo que incluso Kiyoshi-san sabía que un día sucedería —negó el hombre soltando un suspiro— lo que quizás no esperaba es que fuera su hija menor, quien diera el paso en este camino espinoso, incluso yo esperaba ver a Kazuyoshi
— Ambos siguen siendo jóvenes, no merecen esto... —Himejima se mostró profundamente afectado por la situación, pero le dolía más ver que ya no podían hacer algo para detener el rumbo que había tomado toda una cadena de venganza y resentimiento
¿Realmente era lo correcto dejar a una jovencita de quince años lidiar con todo esto? Ella había tenido que renunciar a su libertad, su futuro, todo para proteger a los suyos y a su vez encontrar una forma de descubrir la verdad y sacarla al público, era definitivamente una acción noble y digna de admirar, pero Himejima se lamentó enormemente de saber que algo así jamás figuraría en la columna del periódico, nadie sabría las decisiones que aquella señorita de que la casi no sabían, había tenido que tomar
Hubieron diversas reacciones con respecto a la noticia de la boda, comenzando por Shinobu que había arrugado el periódico entre sus manos, mientras Kanae le observaba con tristeza, Shinazugawa en la estación de policía frunció el ceño ante esto, pues juraba que esa chica estaba encantada con el niño rubio con el cual iba de un lado a otro, Giichi dibujó una expresión de confusión y tristeza en su rostro, por lo que se apresuró a llamar a la joven, pero su llamada no llegó a ninguna parte
En la casa Rengoku, Shinjuro soltó una exclamación de enojo por lo bajo mientras Ruka solo se quedó en silencio ante el incómodo ambiente, su hijo menor, Senjuro miraba con muchas interrogantes a su hermano mayor, sin embargo Tōjuro permanecía en silencio y trataba de mantener su mirada enfocada en el torneo de Kendo, pero no podía. Todos sus pensamientos estaban centrados en ella y se sentía tan frustrado de no poder hacer algo para cambiarlo ¿qué podía hacer ahora?
Dentro de si mismo percibía a Ririka tan lejos, como si dos mundos completamente diferentes les apartaran y él por más que estirará su mano para intentar alcanzarla, simplemente seguía encontrando más muros y distancia ¿por qué todo tuvo que terminar así? ¿Por qué ella deseaba hacer todo por si misma? No quería seguir con el pensamiento de que ella se había sacrificado por todos, ni mucho menos pensar en un futuro en donde no fuera ella quien tomara su mano
¿Estaba siendo inmaduro o egoísta? Su padre estaba enojado porque había descuidado su entrenamiento, su querida madre le miraba en silencio como deseando saber si se encontraba bien y su pequeño hermano Senjuro no era capaz de ocultar su tristeza y parecía querer preguntarle muchas cosas, pero no era capaz, así como él no era capaz de obtener una respuesta que pudiera ayudar a la chica que amaba. En una situación así, ser positivos no lo era todo, sino que se necesitaba mucho más
— ¿Más? —inquirió Mitsuka al ver la taza vacía— ¿no es ya su tercera taza de café?
— Necesito mantenerme despierto, siento que si llego a dormirme algo podría suceder —comentó Kazuyoshi enfocado en la pila de documentos que tenía por revisar
— Kazuyoshi-san...
Los ojos miel de la joven observaron el aspecto de cansancio que reflejaba su jefe, sin embargo el mismo era tan cabezota que olvidaba preocuparse por si mismo, un ligero movimiento en la puerta hizo albergar esperanza a la joven secretaría, pero no duró mucho al ver la expresión de seriedad y preocupación en Kizuka, quien traía un periódico consigo. Con solo leer el título fue suficiente para que la verde mirada de Kazuyoshi se oscureciera y ordenara tirar el periódico, ya había tenido suficiente
"Estoy cansado"
— Ya es suficiente ¿no, Chachamaru? —inquirió Yushiro con una sonrisa amarga en su rostro, él también había leído la noticia y la sorpresa en su momento fue evidente
Creer en algo como el destino le parecía tan tonto ahora, pues incluso Ririka había renunciado al joven que llegó a ver en la fiesta, Rengoku Tōjuro, en resumen sus sentimientos no fueron capaces de sobrepasar las barreras del tiempo, sino que ahora ambos tomaban caminos y vidas completamente diferentes. Ya no podía creer en que un día podría reunirse con su amada Tamayo, pues aquella doctora que había conocido, al final no era la mujer que buscaba
Era como si en su interior ya lo hubiera sabido que ella no era la persona que ansiaba, su corazón se sentía tan dolido y vacío que ya no podía ni siquiera albergar una pizca de esperanza, por lo que con una corta lágrima que se deslizó por su mejilla, Yushiro dejó caer una tela sobre la pintura de Tamayo rodeada de lotos. Todo debía terminar con esa pintura, pues ya no tenía sentido que él siguiera aferrándose cuando ahora solo existía una solo persona que le conocía, pero un día él también le dejaría
"Ya... es suficiente"
Aquel pensamiento era bastante similar al que Ririka intentaba mantener en esos momentos para ya no pensar en Tōjuro, sin embargo las palabras de Ruka no le dejaban en paz y cada vez estaba más tentada en salir corriendo sin mirar atrás e intentar llegar a Tōjuro, decirle que le amaba y que le perdonara por haber sido tan cruel, pero ¿realmente podría hacerlo? Debía rendirse y aceptar que ese futuro no era posible, no si quería mantener a todos seguros y averiguar todo detrás de los Yamamotoyama
"¡Una boda! ¡Ririka-sama va a casarse! ¡será una novia hermosa!"
Tales comentarios los había escuchado desde primera hora de la mañana y la peliverde no pudo evitar sentirse incómoda al respecto, pero al menos era un peso menos saber que sería una boda privada, por lo que no tendría que lidiar con una recepción o invitados luego. Totalmente ajenas a los pensamientos de la joven, las sirvientas se mantenían muy alegres e interesadas en saber que vestido elegiría su señorita, sin embargo Ririka no le prestaba la más mínima atención al catalogo
Al cabo de unos minutos todas se quedaron en silencio y fueron acercándose algo apenadas a la joven, finalmente los ojos verdes les observaron con duda y Ririka terminó por preguntar tímidamente si se había perdido algo, sin embargo todas negaron y agacharon la cabeza en señal de duda en si deberían decirlo. Nunca habían sido cercanas con ella, pues la señorita solo tenía asignada una sirvienta y esa había sido Tamaki, por lo que era la primera vez que convivían con Ririka
— Hum, señorita... —le llamó tímidamente una de ellas
— Si ¿qué sucede?
— ¡Gracias, todas queríamos decirle eso! —exclamó de repente la misma de antes mientras todas asentían
— ¿Eh? ¿Por qué me agradecen?
— Por haber vuelto —respondió otra de ellas— si usted no hubiera regresado, todos nosotros hubiéramos sido castigos y nuestro sueldo reducido —añadió con pesar— sé que puede ser muy egoísta de nuestra parte, pero nos ha salvado señorita
— No, no es necesario que me lo agradezcan —negó Ririka con una sonrisa triste— si bien volví, no fue por completo con deseos sinceros, yo también tengo personas que deseo proteger...
— ¡¡Aún así, muchas gracias!! —soltaron esta vez todas con una reverencia y la peliverde se sintió algo apenada por esto, pero al menos ahora si colaboró en la elección de su vestido, sin embargo...
— Mi señorita ¿realmente piensa escoger ese vestido? —inquirió una de ellas confundida
— Si, me gusta —respondió Ririka al ver el diseño
— ¡Pero es muy sencillo! —expresó otra de ellas— no lleva ningún otro adorno además de ese encaje en la cintura, no creo que sea adecuado para su boda...
— Lo siento, sé que ustedes creen que esto es una boda —se disculpó la peliverde cabizbaja— pero para mi esto no es motivo de felicidad, caminar al altar ahora mismo es como si mi vida se fuera a terminar...
Todas terminaron por sumirse en silencio y observar con tristeza y pesar a la joven, quien era capaz de observar su expresión decaída en el espejo, hubiera dicho algo para disipar aquel ambiente pesado, pero la puerta se abrió y Rikuto se hizo presente en la habitación. Solo una señal de su mano bastó para que todas hicieran una corta reverencia y se marcharan dejándoles solos, por lo que el rubio aprovechó esto para caminar hacia ella y abrazarle por la espalda, sin embargo nada escapó de aquellos labios que amaba
¿Por qué ella no podía ser más amable? Un suspiro terminó por escapar de parte de Rikuto, quien solo le rodeó hasta quedar frente a ella y acuclillarse para tomar su mano, Ririka solo le miró inexpresiva mientras él procedía a sacar un fino anillo plateado con una hermosa piedra incrustada en el, probablemente un diamante. Ni siquiera eso sirvió para poder vislumbrar algo de luz y alegría en aquellos ojos verdes ¿tanto odiaba la idea de unir su vida a la suya? ¿No sentía ni siquiera un poco de cariño por él?
— Este es solo el anillo de compromiso —habló Rikuto acariciando con cariño la mano de la joven mientras sus ojos estaban fijos en ella— pero esto no es lo único que quiero darte —añadió para esta vez sacar una rectangular y fina caja roja, misma que depositó en las manos de Ririka
— ¿Qué es esto?
— Es una reliquia que ha pasado de generación en generación dentro de los Hoshi, por tradición suele entregársele a la nueva señora —le explicó con una sonrisa al ver algo de interés en ella
— Ya veo... —susurró Ririka, sin embargo una sensación de incomodidad se instaló en su pecho, pues en su interior solo residía una horrible tijera negra— ¿qué uso puede tener esto? —inquirió al dudar que tuviera incluso filo
"Es irónico recibir algo así"
— Es bastante interesante, puedes usarla para cortar el lazo rojo de nuestra casa —bromeó con una sonrisa, pero solo obtuvo silencio por parte de la joven, quien se apresuró en dejar aquella tijera sobre el aparador para luego levantarse y encaminarse hacia la pequeña ventana que quedaba cerca de la cama
Ririka no lo decía, pero a cada minuto sentía que se estaba ahogando en ese lugar ¿por qué Rikuto debía ponerse a hablar de esas cosas? Como si ya tuviera toda su vida planeada en una agenda y ella solo debiera leerla cada día y seguirla, simplemente por momentos dudaba de que pudiera hacerlo. El joven solo le siguió con la mirada mientras el enojo iba creciendo poco a poco en su interior, por lo que sin esperar mas, caminó hacia ella e intentó abrazarle, pero Ririka volvió a evitarle
— Ya estoy harto —habló en un tono de voz cortante mientras sus ojos azules se oscurecían— ¡podrías intentar ser más amable!
— ¿Has hecho algo para merecerlo? —le retó la peliverde sin siquiera mirarle
— ¡Tsk! —solo fue cuestión de un segundo para que Rikuto le tomara con fuerza de los hombros, obligándole a verle y le plantara un beso en los labios
— ¡Detente! —exclamó Ririka, quien reaccionó enseguida y le apartó con fuerza
Otra vez una mirada de enojo brillaba en aquellos ojos verdes ¿por qué le miraba así? ¿Por qué le hacia sentir su rechazo en cada una de sus acciones? Rikuto se había esforzado por años en obtener la mano y corazón de Ririka, entonces ¿por qué era esto lo que debía recibir? Con la furia brillando en sus ojos volvió a acortar la distancia entre ambos y tomó a la peliverde de los brazos, obligándole a retroceder para luego tumbarla sobre la cama y posicionarse sobre ella
Ririka intentó soltarse, pero Rikuto fue más rápido en ejercer presión sobre su cuerpo y situarse entre sus piernas ¿exactamente que esperaba lograr con hacer eso? ¿Que ella le mirara con miedo? Bueno, no fue eso lo que obtuvo de ella, sino una mirada desafiante y seca. Los ojos azules reflejaron evidente dolor y decepción, él la amaba y estaba dispuesto a darle todo con tal de hacerla feliz, pero ella solo ponía más distancia
— Ririka ¿realmente es así como debo manejarte de ahora en adelante? —le cuestionó reflejando pesar en su voz— ¿tengo que someterte para poder obtener tu atención?
— Odio cuando haces esto —respondió la peliverde en un tono frío— ¿por qué me preguntas lo mismo una y otra vez? ¿Esperas una respuesta diferente? ¡Rikuto, yo no te amo, ni te amaré nunca! —volvió a repetirle, pese a que sentía algo de culpa al verle con aquella mirada llena de tristeza— si para ti es suficiente con hacerme estas cosas tan bajas... puedes hacerlo, pero... ¡jamás diré que te amo o te tendré una pizca de cariño, porque yo-...!
— ¡Basta! —soltó Rikuto mientras juntaba sus brazos por arriba de su cabeza y con su mano libre tapaba sus labios para ya no escucharle— ¡yo te amo, realmente te amo! ¡¿Por qué no puedes corresponderme?! —inquirió de manera desesperada mientras sus labios recorrían el cuello de la joven— ¡por favor, Ririka...!
Su ruego era sincero, por lo que pronto liberó los labios de la peliverde, pero ella solo apretó sus labios con fuerza y desvió su mirada para no verle. Rikuto decidió ignorar esto último y concentrarse en con su mano libre recorrer sus piernas, su cintura e intentar adentrar su mano dentro de su blusa, sin embargo Ririka solo cerró sus ojos con fuerza e intentó retener las lágrimas, mientras que él solo deseaba hacerle sentir algo incluso si fuera solo deseo y no amor
Aún así en los ojos de la peliverde no pudo percibir ningún tipo de emoción, era como si tuviera solo una muñeca entre sus manos y esto le llevó a recordar aquellas días en que ambos caminaban por el jardín bajo el suave sol, la sonrisa de Ririka aún estaba fresca en su memoria y la luz que se reflejaba en sus ojos era tan pura y dulce que Rikuto muchas veces llegó a pensar que era más hermosa que cualquier piedra preciosa, en cambio ahora él era el causante de sus lágrimas
Sabía que estaba siendo cruel al apartarle de quien ella creía amar, pero jamás creyó que sus celos y deseos de que Ririka le amara escalarían en aquellas acciones bajas, su corazón dolía a cada lágrima que ella derramara, por lo que Rikuto terminó por soltar a la joven y sentarse cabizbajo en el borde de la cama. Solo pudo sentir el leve movimiento de ella al girarse y recoger sus piernas en una vago intento de protegerse de él, ahora podía estar casi seguro que a los ojos de su amada era solo un monstruo
— Lo siento, realmente lo siento... —le escuchó decir por lo bajo antes de retirarse rápidamente
Ririka se quedó en silencio mientras intentaba controlar sus deseos de llorar y tragarse todos aquellos sollozos que habían amenazado con escapar de sus labios en más de una ocasión, realmente a cada momento temía por los impulsos de Rikuto, pues era consciente que en aquella villa nadie le defendería. Las supuestas caricias que él intentaba proporcionarle solo le causaban una sensación de desagrado y no le sorprendería terminar vomitando en cualquier momento
"Aún quiero creer que es solo una pesadilla"
Ririka aún no podía procesar que fuera Rikuto, quien un día fue un amigo y casi hermano de la infancia el que le hiciera estas cosas, prácticamente se había convertido en una de las personas que más le habían causado daño, pero le dolía aún más que él creyera y confiara en que podría amarle o sentir algo por su toque. La peliverde sabía que eso jamás sucedería, ni aunque intentara imaginar que era Tōjuro quien lo hacia
Simplemente no podía deformar la realidad, mucho menos poner en esa situación tan baja a una persona que claramente no era así, pero entonces ¿qué debía hacer? Aún no tenía las herramientas necesarias para investigar a su familia y si daba marcha atrás pondría en riesgo a quienes amaba. La joven debía reconocer que por algo su abuela seguía siendo la cabeza de la familia, pues cada una de sus acciones estaba fríamente calculada y meditada, casi como si hubiera pasado años jugando con dardos
Ya no podía dudar de la crueldad de esa mujer, ni mucho menos esperar siquiera un poco de misericordia por su parte, si quería sobrevivir debía ser fuerte. Al cabo de unos minutos la joven sintió que ya tenía la fuerza suficiente como para no sentir sus piernas débiles, por lo que se apresuró hacia el baño y deslizó en el interior para luego encerrarse, al menos deseaba bañarse tranquila, sin embargo no era por eso y Ririka lo sabía
Ahora mismo se sentía tan sucia que solo podía pensar en quedarse un largo rato bajo el agua con la tonta idea de que eso le aliviaría el malestar que se acumulaba en su pecho, con algo de prisa se deshizo de sus ropas y miró brevemente hacia el espejo en donde pudo notar que tenía una marca roja en su clavícula. La sensación de desagrado fue tan grande que Ririka se metió a la ducha y dejó que al agua fría comenzara a empapar su cuerpo, pero era consciente que el agua no borraría esa marca
"¿Por cuánto...?"
— Tiempo —susurró Ririka mientras golpeaba con fuerza sus puños contra la pared, el dolor no desaparecería y la fuerza parecía querer abandonarle, por lo que poco a poco se deslizó hasta sentarse sobre la fría y húmeda baldosa
El agua aún seguía mojando su cuerpo y en parte le ayudaba a ignorar el hecho de que ya las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, pero a diferencia del agua fría, sus lágrimas se sentían cálidas y saladas. ¿Por qué? ¿Por qué todo tuvo que terminar así? ¿Sus propias decisiones le habían llevado hasta allí? Ririka no pudo aguantarlo más y sin preocuparse de ser escuchada rompió en llanto y dejó los sollozos que tanto se esforzó por callar, simplemente ya no podía guardarlo en su corazón
— Ya no puedo seguir con esto... —murmuró Rikuto para si mismo mientras se sostenía la cabeza con sus manos— ¿por qué...?
Su respiración era rápida y su cuerpo temblaba ¿realmente había hecho lo que le hizo a Ririka hace unos instantes? Estaba tan confundido y preocupado por sus acciones, ya que jamás esperó tener tales impulsos, prácticamente era un tipo asqueroso y sin importar que dijera o hiciera, era algo que ya no podía borrar, pero ¿por qué? Siempre que iba a ver a Ririka se decía así mismo que iba a hacer las cosas bien, sin embargo terminaba haciendo lo contrario y lastimándole
Sabía y era consciente de que estaba celoso y deseaba la atención de Ririka, que ella le amara y se alegrara de que estuvieran juntos, quería protegerla de las cosas sucias de su abuela y tío, entonces ¿por qué hacia esas cosas? No la odiaba en lo más mínimo, al contrario, pero era como si una fuerza le susurrara que debía herirla de esa forma para mantenerla con la cabeza baja
— Mi señor ¿se encuentra bien? —le cuestionó su fiel mayordomo pasándole una toalla fría para su frente— debería recostarse
— Si, eso haré... —Rikuto debía reconocer que ese hombre se había ganado todo su respeto y confianza y más bien era él quien le pedía fuera más amable y escuchara a Ririka, les conocía desde niños
Con un corto suspiro de cansancio se dejó caer sobre un largo y cómodo sillón, por suerte su celular no había sonado, pues se había esforzado en dejar todo listo en el trabajo para no tener que lidiar con asuntos menores. Actualmente era el heredero de una de las mejores cadenas de hoteles japonesas y aunque fue un camino duro y jamás creyó llegar a ocupar tal posición, al final la misma vino a él a la muerte de su hermano mayor y desde allí tuvo la esperanza de compartir un prospero futuro con Ririka
Un corto golpeteo en la puerta le alertó y pronto Rikuto se apresuró en abrir solo para toparse con la cabeza de los Yamamotoyama, la abuela de Ririka parecía feliz y gustosa por como iban marchando las cosas, sin embargo siempre que la veía era como si una sensación de desconfianza se instalara en su pecho. Aquella mujer era capaz de mostrarse imponente y fuerte, jamás dudaba de sus palabras y acciones, aunque claro su única debilidad resultó ser Yamamotoyama Kazuyoshi
"La abuela ama al nieto y el tío a la nieta"
— Vaya enfermedad... —murmuró para si mismo
— Disculpa Rikuto-san ¿estabas descansando? —le cuestionó la anciana amable mientras observaba una lista que llevaba en sus manos— ya casi todo está listo para la ceremonia de mañana ¿realmente deseas que sea algo pequeño y privado?
— De por si anunciar la boda fue una bomba, no deseo ver a los fans de la madre de Ririka a las afueras de la iglesia, ni mucho menos a gente falsa queriendo obtener el favor de la nueva señora Hoshi —negó Rikuto determinado— Ririka no tomará su posición tan pronto, deseo que tengo un mes o dos para alejarse de todo y pensar
— Puedo ver que Ririka-san tuvo la suerte de tener un buen esposo —le elogió la mujer, pero para él resultó tan falso— aún así no es bueno consentirle tanto y ella tiene muchas otras funciones contigo
— ¿Es así? —inquirió el rubio observando sin interés la pantalla de su móvil
— ¡Por supuesto, sería bueno que sean bendecidos con un niño! Ririka-san tiene que esforzarse mucho en complacerte y cuidarte, es claro que debe asegurarse que el legado de la familia Hoshi continue
— Agradezco sus buenos deseos, pero ambos somos aún jóvenes —negó Rikuto visiblemente incómodo— si bien vamos a estar casados, también Ririka está en su derecho de continuar sus estudios y escoger una carrera universitaria, incluso si quiere realizar un proyecto aparte le apoyaría, no hay apuro para los niños —añadió tranquilo, sin embargo la expresión en la contraria comenzó a oscurecerse
— Veo que no lo entiendes, Rikuto-san —suspiró la cabeza de los Yamamotoyama
— ¿Qué es lo que no entiendo?
— ¿Realmente crees que Ririka-san va a quedarse contigo? —le cuestionó sin rodeos— ambos sabemos que ahora mismo está encaprichada con aquel muchacho pobre, quizás aceptó casarse, pero a futuro podría pedir un divorcio o incluso engañarte con ese chico ¿no crees que es mejor atarle con una existencia que les pertenezca a ambos? Esa chica tendrá las malas mañas de su madre, sin embargo no abandonaría a alguien que tenga su sangre...
"Esto es muy retorcido"
— Solo tiene quince años y en unos pocos meses dieciséis, no creo que eso sea correcto por más que me agrade la idea de un día formar una familia
— Bueno, entiendo que ahora Ririka-san te de asco si ya ha sido mancillada por otro... —siseó y Rikuto sintió su sangre arder ante el recuerdo— de todas formas es un noble gesto de tu parte aceptarle, a pesar de ese defecto
— Ya es suficiente de ese tema, lo que suceda con Ririka desde el momento en que sea mi esposa es únicamente nuestro asunto —le cortó el rubio seco— revisé la lista y envié invitaciones a las hermanas Otsuka, ha sido cercanas a Ririka desde pequeñas, también a Kazuyoshi, pero dudo que vaya a acudir, la última vez se fue muy molesto
— Bien, si así lo deseas no diré más al respecto —respondió la anciana neutral mientras sacaba de entre las mangas de su costoso kimono una fina pluma que parecía ser hecha de oro para juguetear con ella, no era la primera vez que Rikuto la veía, pero siempre parecía llevarla consigo— algo más, Rikuto-san
— Si, digame
— La reliquia de tu familia... debes cuidarla mucho —le aconsejó con una sonrisa enigmática— podría serte muy útil a futuro
— Es solo una tijera vieja —rió Rikuto— pero claro, al ser una reliquia debe cuidarse
— Oh, querido —negó la mujer— deberías ser mas cuidadoso con lo que tienes
"No es solo un tijera vieja..."
— Bueno, debes estar cansado y mañana será un gran día —soltó a modo de despedida— mañana por fin Ririka-san será tu esposa y tu tomarás la posición de heredero que siempre deseaste desde niño, por eso Rikuto-san no lo olvides... no olvides nunca que solo el poder te ayudará a obtener lo que deseas
Con aquel consejo que le dio una ligera sensación de "déjà vu" al joven, la anciana abandonó la habitación para luego perderse por el pasillo, sin embargo Rikuto no le dio muchas vueltas y se recostó para poder descansar, efectivamente mañana sería un día largo y dentro de todo deseaba que Ririka pensara las cosas y al menos recapacitara que a su lado podría ser feliz, pues ya no estaría atada a la familia Yamamotoyama, sería libre y haría lo que desee siempre y cuando no olvide su papel de esposa y señora Hoshi
...
A la mañana siguiente, una pulcra iglesia había sido adornada de hermosas rosas blancas mientras el sonido del piano se percibía suave como si fuera una melodía que hubiera sido traída por el viento, el aroma a incienso resultaba agradable para quienes iban llegando, sin embargo en un anexo libre y que había sido ambientado para que la novia se preparara, estaba Ririka quien miraba fijamente el vestido blanco que residía colgado en el perchero
Jamás pensó que con solo quince años iría a casarse, ni muchos que lo haría sin amor, prácticamente todas las enseñanzas de sus padres habían sido desechadas en cuestión de dos días, no quería arreglarse ni lucir aquel vestido, sin embargo no tenía opción y ya era un hecho que al medio día se casaría. Aún faltaban cuatro horas para esto y Ririka no había sido capaz de ver a Kazuyoshi o Tamaki, al menos quería disculparse
Sabiendo que debía ser fuerte y pensar que esto era solo un evento más, Ririka soltó su ondulado cabello verde que cayó como una cascada hasta por debajo de su hombros e intentó peinarlo mientras tarareaba aquella suave melodía que no sabía en donde la había aprendido, pero que siempre mantuvo para si, pues calmaba su corazón y le brindaba algo de calidez. Al cabo de unos minutos la fina puerta de madera se abrió y los ojos verdes mostraron sorpresa y también alegría mientras corría en dirección a la entrada
"Gracias"
¡Hola a todas! ¿qué rayos está pasando? Creo que esto va a estar ardiendo los próximos dos capítulos, pero como va a ser muy intenso les puedo adelantar que hoy se sube la primera parte, el miércoles el siguiente y el viernes el otro, esto porque es justamente un momento muy importante y que va a finalizar dentro de Fragancia de Pera para ir al último, así es como si el final de este libro no estuviera ya tan lejos... me seguiré esforzando y espero hacerles sentir muchas cosas en estos días porque realmente es una de las cosas que más me ha costado guárdame para mi misma y al mismo tiempo estoy trabajando el algo aparte, pero es un secreto que cuando esté listo les contaré, pues ya llevó desde hace mucho queriendo hacerlo oficial, no comento mucho del capítulo porque se me van a escapar cosas y no quiero jajaja así que espero lo disfruten y tengan listos dulces, pañuelos y de todo ¡porque esto es un gran montaña rusa!
Att: Andysakurai15
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