Capítulo 51 Obsesión e incertidumbre

El silencio se había extendido por toda la habitación y los ojos verdes parecían encenderse en ira ¿realmente esa mujer había dicho "interesante"? Ririka tuvo que controlarse para no mirarle con asco y sonreírle de manera sarcástica mientras le decía "Si, descubrí que envenenaste a mi madre hasta su muerte" o sino "Estoy segura que mi padre también se sintió asqueado al descubrir lo que hizo, no solo con mi madre, sino con todo el honor de los Yamamotoyama"

"Respira, Ririka"

El dejarse llevar por sus emociones no implicaría nada bueno e incluso podría ser la carta triunfal para que aquella mujer se deshiciera de ella, odiaba la idea, pero debía fingir que solo era una adolescente que había huido de casa por su compromiso y luego había recapacitado. Rikuto que seguía de pie a su lado, tomó su mano y entrelazó con la suya, aquel gesto a la peliverde le pareció de lo más incómodo y desagradable, por lo que se soltó de manera brusca y retrocedió dos pasos

— Veo que no has vuelto muy mansa que digamos —habló la anciana mientras Rikuto la observaba dolido

— Prometí que volvería y por eso, estoy aquí —respondió Ririka con una expresión seria y sin amedrentarse— eso no quiere decir que de la noche a la mañana haya desarrollado sentimientos amorosos por alguien que claramente... no lo merece.

— Una respuesta sincera y certera —siseó la mujer enfocando su oscura mirada en la menor, algo le decía que había un cambio

La hija de esa mujer siempre fue débil y miedoso desde niña, por lo que solo empujarla o gritarle era suficiente para que temblara de miedo y pidiera perdón, así había sido hasta hace un año atrás, pero era claro que el permitirle a su nieto llevársela hizo que aquella miserable creyera que ya tenía libertad en su vida. Una sonrisa divertida y de superioridad decoró su rostro y ni siquiera así, la menor titubeó en mantenerle la mirada

"¿Qué ha sucedido contigo, hierbajo?"

— Ririka ¿qué hiciste en estos dos días? —inquirió Rikuto de repente y la anciana aplaudió para sus adentros al no ser ella quien sacara la pregunta, ya que lo que menos deseaba es que los demás creyeran que estaba interesada en saber de su "nieta"

— Te pedí dos días para mi misma y he regresado como lo prometí ¿no te basta?

— Eso...

— Puff —rió la mujer captando la atención de ambos— si, entiendo que debieron ser dos días muy ocupados si... tuviste compañía —añadió orgullosa al ver como el ceño de la joven se fruncía ante sus palabras

— ¿Compañía? ¿Quién? —cuestionó Rikuto en un tono que evidentemente no le gustaba a la peliverde

— ¿Rengoku Tōjuro, te suena? —soltó finalmente mientras el rostro del contrario se ensombrecía

— ¿A dónde fueron? ¡¿qué hicieron?! —exclamó mientras cerraba sus manos en forma de puño

— Eso es algo que solo Ririka-san podrá responder, ya que mi sirviente no encontró al joven en su casa

La expresión de la joven se relajó y pudo respirar más tranquila, pues su abuela si bien había descubierto que Tōjuro no estaba en su casa, no sabía a donde habían ido, ni tampoco lo que sucedió al día siguiente. Ella había tratado de ser lo más cuidadosa posible y moverse en horarios en donde hubieran muchas personas para mezclarse, al final si había dado resultado, pero un temor comenzó a instalarse en su pecho

Aquella mujer había enviado directamente a sus sirvientes por Tōjuro ¿y si su intención había sido herirle? De repente el nombre de Tamaki vino a su mente y los ojos verdes recorrieron la entrada y pasillo en busca de la presencia de su cuidadora, sin embargo no vio ningún rastro de ella ¿habría vuelto Tamaki a casa? Ririka estaba segura de que Kazuyoshi se percataría enseguida si ella no volviera

— ¿Algo por decir, Ririka-san? —le cuestionó la anciana cruzándose de brazos y adoptando una postura arrogante

Su mirada seguía recorriendo a la menor, ya que su intuición y años de experiencia le decían que efectivamente había algo diferente en Ririka, lucia más segura de si misma, su mirada no titubeaba y el tono de su voz era claro. Por un segundo era como ver la figura elegante y hermosa que fue aquella mujer que se enredó con su hijo ¡su amado hijo! Ver la misma mirada que tenía su pequeño en los ojos de aquella niñata le había revuelto el estómago, pero podía estar segura de algo...

— En mi tiempos a esta situación se le decía, subir el escalón hacia la adultez. ¿Ririka-san, acaso recurriste a una maniobra tan estúpida como lo es "entregarse" a su ser amado por última vez? —el tono empleado era evidentemente de burla y para la peliverde fue de cierta manera vergonzoso ser expuesta de esa manera— ni que fueras a irte a una guerra, simplemente decidiste manchar tu honor por ser tan infantil, prácticamente has perdido tu valor como mujer y ahora eres tan... desechable

— ¡Ririka, dime que no es cierto! —exclamó Rikuto lleno de furia y tomándole por los hombros con fuerza— ¡¡no pudiste hacer eso!!

"Ya he mentido antes... y tu no mereces una mentira piadosa"

— Tu aún no eres mi esposo, ni tampoco mi prometido de manera oficial —habló Ririka fría y distante— con quien yo decida estar es algo que solo me corresponde a mi decidir, tu no tienes nada que exigirme, por eso-...

— ¡Me das asco! —bramó el contrario empujándole contra el suelo— ¿por eso me pediste dos días? ¡¿Para ir a revolcarte con ese tipo que no puede darte nada?! ¡¡Me has traicionado!!

"No, Rikuto... tu traicionaste primero nuestra amistad"

— ¿Qué se puede esperar de una niña que proviene de una mujer fácil? No tienes decencia, ni valor

— No sabía que la decencia y el valor de una mujer se medía por mantener su virginidad —rió Ririka— ya lo he dicho antes, puede decidirme lo que desee, pero mi madre no hizo nada malo como para ser tratada de esa forma. Los celos o complejos deben guardarse en el fondo-...

— ¡¡Basta!! —soltó la anciana lanzándole su abanico y caminando hacia ella furiosa, sin embargo Rikuto se interpuso y recibió la cachetada el mismo— ¡no se entremeta, Rikuto-san!

— Ella va a ser mi esposa, así que yo decidiré que hacer con ella —declaró el rubio de manera directa y tajante, por lo que la anciana solo se soltó con fuerza y abandonó el lugar enseguida— Ririka

— ¿Qué sucede?

— ¿Te arrepientes?

— ¿Arrepentirme? Eso es algo que jamás sucederá

— Bien... —susurró mientras se acuclillaba a su lado y tomaba uno de los mechones de su rostro para tirar con fuerza hasta estar a escasos centímetros del suyo— no me importa si fuiste a acostarte con ese incompetente, ya que a partir de ahora tu serás solo mía, podré tomarte las veces que yo quiera y no podrás quejarte porque estaremos casados para el resto de nuestras vidas. Serás la señora Hoshi y darás a luz a mis hijos, mientras que lo que sucedió con ese inepto, solo fue un momento muerto

Ante cada palabra Ririka cerró sus ojos con fuerza y tuvo miedo de que Rikuto decidiera hacerle tal cosa en ese momento, sabía que el resentimiento solo lo llevaría a vengarse de esa forma tan baja y ruin. Eso no era amor, sino una maldita obsesión que solo les llevaría a vivir un matrimonio destinado al fracaso y sus hijos pagarían por ello, no deseaba ese futuro y rogaba a cada segundo que ya terminara

Rikuto estaba furioso y sus celos habían alcanzado su límite al escuchar lo sucedido, su persona amada le había traicionado, pero aún así la seguía amando. Eso fue algo de una noche, mientras que él la tendría no solo una, sino todas las que deseara, entonces ¿por qué amargarse? Más bien desearía ver la cara de ese chico cuando viera como había perdido a la mujer que amaba y ahora yacía entre sus brazos.

Definitivamente sería algo digno de presenciar, por lo que no podía esperar para consumarlo, sin embargo pronto sus ojos azules se fijaron en la joven que mantenía sus ojos cerrados con fuerza, su cuerpo más pequeño en comparación al suyo temblando y las pequeñas lágrimas que tanto se esforzaba por retener. Aquello fue suficiente para disipar su enojo y sed de venganza mientras una sensación de confusión se instalaba en su mente ¿realmente había decidido hacer todas esas cosas ahora mismo?

"No, definitivamente fui yo"

— Lleven a mi prometida a su habitación, debe estar cansada —ordenó Rikuto a dos sirvientas— asegúrense que se duche y coma algo, pueden quemar esa ropa

— ¡Si, señor!

Un gran alivio le invadió a la peliverde al verle alejarse en dirección a la salida, sin embargo, ella ya no podría abandonar la mansión Yamamotoyama, tenía mucha incertidumbre respecto a que sucedería a partir de ahora, pero no podía mentirse en que sentía miedo por la impulsividad de Rikuto, ya que el pequeño niño curioso, de mirada amable y pura como el cielo ya no existía, ahora solo quería satisfacer su propia obsesión

— Tamaki... —habló Ririka captando la atención del contrario— ¿puedes llamarla?

— ¿Tamaki? Esa mujer está en el cuarto que tu más odiabas de niña —respondió Rikuto sin rodeos— es imposible traerla

— ¡¿Por qué Tamaki...-?!

— Tu sabes muy bien porque y también... no pienso seguir retrasando esto, nos casaremos en dos días, así que espero tu aprobación —declaró con una expresión seca dando un portazo y marchándose

"Dos días"

— ¡¿Cómo que dos días?! —soltó Kazuyoshi molesto— ¡¡no podemos perder tanto tiempo, Kizuka!!

— Lo lamento, Kazuyoshi-sama —se disculpó el hombre apenado— estamos haciendo todo lo posible por investigar a la familia Hoshi, sin embargo su abuela les ha brindado bastantes privilegios y protección, pero ya tenemos a alguien dentro

— No, lo siento por gritarte —la preocupación e incertidumbre de no poder ayudar a Ririka le estaba carcomiendo vivo— Kizuka, no puedo permitir que le arruinen la vida ¡no puedo! Yo lo prometí... ¡tanto a mi madre como a mi padre antes de morir, prometí protegerla sin importar que!

— Y le aseguro que encontraremos una forma de salvar a la señorita, pero no debe perder la compostura —el pobre hombre también estaba preocupado por ambos— ¡le prometo por mi nombre, Tomioka Kizuka que no dejaré a la señorita hundirse!

— Disculpe, Kazuyoshi-sama —habló Mitsuka, quien había entrado en la oficina— la señorita Otsuka Kanae le dejó un mensaje

— ¿Kanae? ¿qué dijo? —Kazuyoshi había estado tan ocupando con cosas de la compañía y la búsqueda de información para ayudar a Ririka que desde aquella llamada en que habló con ambas hermanas para comentarles la situación, no había vuelto a decirles algo

— Dijo que espera se encuentre bien, pese a la situación —le comunicó la joven enseguida— sabe que debe ser un momento difícil, pero cree firmemente en que podrán hallar una solución para ayudar a "Riri-chan". También planean ir a visitar a Rengoku Tōjuro, por lo que le avisaran cualquier cosa

— ¡¿Ah?! ¿Por qué van a ver a ese mocoso? —Kazuyoshi se había enterado por Uzui que Ririka había decidido terminar con el búho. Recordar a esa babosa le hizo enojarse aún más, ya que le había ocultado semejante cosa

"¡Cuando lo vea, voy a golpearlo hasta dejarlo como baba de caracol!"

Por alguna razón el aura oscura que rodeaba en esos momentos a Kazuyoshi preocupó a Mitsuka, ya que si bien le veía emplear un tono de voz y palabras groseras, sabía que no había estado durmiendo bien por sus ojeras, se estaba saltando sus comidas y solo pasaba pegado al computador en búsqueda de algo bueno para ayudar a su hermana. La joven no le conocía, pero se notaba que era lo más preciado para aquel chico de ojos verdes y mirada fría

— ¡¡¿Qué?!! —gritó Kizuka de repente a su lado que Mitsuka no pudo evitar tirar todos los papeles que llevaba en sus manos— ¡¿realmente estás seguro?!

— ¿Qué rayos te pasa para gritar así? —Kazuyoshi ya no podía más con su dolor de cabeza

— La señorita ha regresado a la mansión...

— ¡¿Ah?!

— Si y ha causado un gran escándalo

— ¿Qué dijo?

— Eso... —Kizuka parecía debutativo en decirlo, por lo que se acercó hasta su señor y le habló al oído

Mitsuka pudo ver como el rostro de su jefe normalmente con el ceño fruncido reflejaba ahora una expresión de asombro y luego dolor ¿acaso algo malo le había sucedido a su hermana menor? Incluso el hombre a su lado parecía dolido por alguna razón, pero la joven no se sentía capaz de preguntar y el suspiro que escapó de los labios de Kazuyoshi solo tensó más el ambiente, por lo que se apresuró a recoger los papeles que había tirado antes

— ¿Realmente sucedió eso?

— Su abuela y el joven Hoshi hicieron un escándalo por esto, pero Ririka-sama no negó nada —respondió el hombre— todos en la mansión están hablando de ello y hay algo más...

— ¿Qué es?

— Hoshi Rikuto ya anunció que se casará con la señorita en dos días

Aquella noticia hizo que Mitsuka dejara de hacer su tarea y alzó su mirada en busca de Kazuyoshi, quien había entrelazado sus manos sobre el escritorio y dejado su frente reposar en ellas. La joven no tardó mucho en comprender que la hermana de su jefe se casaría en dos días y ese era el plazo en que la información también llegaría, estaban en aprietos y era una carrera de tiempo ¿qué podrían hacer ahora?

— Ambos, salgan —pidió Kazuyoshi

— Pero...

— ¡¡Salgan ahora mismo!! 

Kizuka no dudó en acatar la orden y le dio una mirada a Mitsuka pidiendo lo mismo, por lo que ambos terminaron dejando el lugar sin decir palabra alguna. Al cerrarse la puerta Kazuyoshi se levantó de su asiento y caminó por la oficina mientras se sostenía la cabeza con sus manos, todo estaba sucediendo demasiado rápido y si había algo que él odiara es que las cosas se le escaparan de las manos

Jamás esperó llegar a enterarse de la intimidad de su hermana menor, sin embargo su abuela y la odiosa abeja se habían hecho cargo de armar un escándalo y que todos los sirvientes estuvieran por los pasillos hablando al respecto, pero lo más difícil era saber que Ririka nunca negó lo dicho ¿realmente su guisante había crecido? ¿Habría sido difícil? Conocía a Ririka y sabía que jamás tomaba una decisión por impulso

"Lo escogiste a él"

La promesa que habían hecho a su madre volvió a ocupar su mente, mientras sacaba de su bolsillo el pañuelo con el bordado de la luna ¿su madre estaría feliz? Él no sentía vergüenza de la decisión de Ririka, pero si dolor y frustración por haber fallado como hermano mayor, su papel era protegerla, pero no tuvo el poder suficiente para hacerlo, sino que más bien ella intentaba proteger a todos a quienes amaba

Un suspiro terminó por escapar de sus labios, mientras sus ojos verdes se mantenían fijos en aquel bordado, hasta que finalmente unas pequeñas gotas de agua se hicieron presentes, pero no era eso, pues Kazuyoshi pudo saborear lo salado de las lágrimas en la comisura de su labios. Estaba molesto y tan frustrado que solo deseaba cerrar sus ojos y pedir que todo fuera una simple pesadilla, incluso aquel sueño de una boda con el búho le pareció más agradable

Nunca lo había dicho en voz alta, pero cuanta falta le hacía la suave voz y caricias de su madre, el como nunca necesitó de palabras duras para manejarle, pues su padre era el encargado de hablarles sobre sus experiencias tanto buenas como malas y darles consejos que desde que comenzó a trabajar para la compañía había empleado, ya que quería ser un hombre de bien como su progenitor

"Pero, ni siquiera puedo protegerla"

Kazuyoshi negó para si mismo y respiró profundo mientras se limpiaba los rastros de lágrimas, sin embargo aún sentía un fuerte nudo en su garganta, por lo que dejó caer su cabeza en el sillón y cerró sus ojos a la espera de calmarse. Desde el otro lado de la puerta Mitsuka observaba constantemente la hora, a la espera de ser llamada, ya que algo le decía que no debía dejar solo a aquel joven, pues podría ser inteligente, pero no estaba bien en esos instantes

– Esto no está bien —habló Tōjuro para si mismo mientras observaba la espada de madera en el suelo— ¡debo esforzarme!

Había transcurrido menos de un día desde que Ririka le dejó en la estación de tren y desde que se derrumbó frente a su madre, se había esforzado por mantener sus emociones a raya y tratar de superarlo con entrenamiento, sin embargo no sentía la misma emoción de antes y todo se centraba únicamente en la joven que había atrapado y luego dejado su corazón

Al ver que no llegaría a ninguna parte, se dejó caer al suelo y se soltó la pequeña coleta que se había hecho, solo esa acción bastó para que Tōjuro recordara como Ririka solía acariciar su cabello y decir que le gustaba su color, aún mantenía el pañuelo consigo, pero ya no percibía el aroma de la joven en él, casi como si su presencia se hubiera desvanecido

Su padre le había dicho que era una relación que claramente no duraría, pero él desde el primer momento que supo de sus sentimientos creyó que aquellos ojos verdes siempre le mirarían y aún quería seguir creyendo en ello. A su regreso se hizo demasiadas preguntas del porque Ririka había tomado tal decisión en solo una noche y como le había resultado extraño que ella llegara de repente a su lado y le pidiera irse juntos

¿Acaso ella ya sabía lo que haría? Pero ¿realmente había sido un juego? Si fuera así ¿por qué tomarse las molestias de pasar con él? Ririka le había llevado al mar, habían paseado y jugado juntos, le había compartido su mayor inseguridad y esas no son acciones que haces con alguien que únicamente era un entretenimiento, ni muchos menos decidir estar de esa forma como lo que habían compartido ellos

Esa noche de lluvia, Tōjuro se había esforzado por atesorar a Ririka y dejarle en claro que la amaba, incluso si tuviera muchas cicatrices, todo eso a sus ojos sole le hacía más perfecta. Su corazón latió con fuerza desde el primer momento en que tocó su suave piel y sus labios recorrieron su cuerpo, fue algo torpe y estaba muy nervioso, pero puso todo de si para entregárselo a ella

"Aún así..."

Durante el tiempo que estuvieron juntos, Ririka nunca dejó de mirarle, como si quisiera decirle algo, mientras de sus verdes ojos no dejaban de caer lágrimas silenciosas. Al notar esto se había detenido enseguida creyendo que la estaba lastimando, pero ella solo le sonrió y pidió que siguiera mientras cruzaba sus brazos por detrás de su cuello y le atraía para besarle, sus labios estaban algo salados y sus ojos brillaban

Muchas veces le preguntó si estaba bien, pues le dolía verla derramar lágrimas, pero ella solo las limpiaba y asentía. Trató de ir despacio hasta el final mientras procuraba besar sus ojos, sus mejillas, sus labios, acariciar su cuerpo, pese a la pena que sentía por momentos, quería que Ririka le sonriera y fue así cuando al finalizar ella le miró con una hermosa sonrisa, a través de las lágrimas mientras le decía que le amaba

Por primera vez ella se lo había dicho y Tōjuro sintió su corazón regocijarse de alegría, por lo que la abrazó con fuerza y beso sus cabellos y frente, pese a estar juntos y sin ropa, podía sentir la ligera calidez que emanaba de su cuerpo, su aroma, sus sonrojos y su voz al decirle que debían dormir, todo eso se repetía en su mente y solo dejaba muchas incógnitas que empezaban igual "¿por qué?" 

Había sido testarudo, pese a las palabras de la peliverde y le había llamado, pero el celular estaba apagado, no se rindió y fue a su casa, sin embargo no obtuvo respuesta, más bien parecía que no había nadie allí. Fue a clases e intentó verla, Ririka jamás llegó y eso solo hizo que el temor de no volver a verla se fuera apoderando de su corazón, deseaba oír su voz y saber que estaba bien, pues sabía que aquella chica de buen corazón siempre buscaría proteger a quienes quería

— Tōjuro

—¡¿Si?! —exclamó dando un leve salto, pues no había sentido a su madre llegar al Dojo

— Tienes visita

— ¡¿Qué?! —por un momento los ojos dorados se iluminaron y su corazón comenzó a latir más rápido

— Lo siento, no es Ririka-san —soltó Ruka con una expresión de pena y más al ver como los ánimos de su hijo se esfumaban— es la primera vez que les veo, dicen ser Otsuka Kanae-san y Shinobu-san

— ¡¡Ellas!! —Tōjuro volvió a tener algo de esperanza, ya que se trataban de las amigas más cercanas a Ririka— ¡iré por ellas!

Al final Ruka detuvo a su impulsivo hijo mayor e insistió que fuera a cambiarse, ya que había estado entrenando y esa no era la manera de recibir a dos señoritas. Tōjuro siguió el consejo de su madre y en menos de diez minutos ya estaba de pie frente a las hermanas Otsuka que le esperaban en la sala, la mayor que respondía al nombre de Kanae, le observaba amable y cálida

A diferencia de la menor, Shinobu que desde que se habían conocido parecía haberle puesto un ojo encima, aunque era comprensible, ya que sabía que ambas se preocupaban mucho por Ririka. Ahora estaba muy curioso y expectante por saber los motivos por los cuales ambas habían decidido ir a visitarle, siendo su mayor deseo poder saber algo de la peliverde

— Ha pasado un tiempo, Tōjuro-kun —habló Kanae a modo de saludo— lo siento si nuestra visita ha sido tan repentina, pero también gracias por igual recibirnos

— ¡Umu, no se preocupen! —se apresuró en responder con bastante efusividad a lo que Shinobu frunció el ceño

— Pareces estar bastante bien... —soltó la pelimorada cruzándose de brazos

— Shinobu, no vinimos a discutir con Tōjuro-kun —le reprendió su hermana enseguida— bueno, ambas estamos al corriente de que Riri-chan decidió terminar la relación ¿cierto?

Los ojos dorados se abrieron ligeramente al escuchar esto, ya que dolía escuchar aquellas palabras cuando él aún estaba intentando aceptar que todo había terminado, sin embargo se negaba a hacerlo y alimentaba sus esperanzas de poder reunirse con Ririka y hablar al respecto, aunque al final podría solo representar una molestia para ella

— Si, así es...

— Riri-chan ¿te dijo algo?

Las palabras de Ririka aún le pesaban y era como si hubiera visto un lado totalmente diferente de ella, ya que Tōjuro quería creer que no lo había dicho realmente, pues debía haber algún tipo de explicación. Aún así eso no disminuía que todo lo que había salido de esos labios que tanto amaba besar, también le habían lastimado y creado muchos conflictos

— Por tu expresión, creo que imagino que tipo de argumento empleó —habló está vez Shinobu soltando un suspiro— ¡es una tonta...!

— Vamos, Shinobu —intentó calmarle Kanae— sabes que no tuvo otra opción y eso incluso Kazuyoshi-san lo dijo

— Hum... ¿de qué están hablando? —inquirió Tōjuro enseguida— ¡¿le sucedió algo a Ririka?!

— No, bueno si... pero no de esa forma

— Va a casarse en dos días —soltó la pelimorada sin rodeos

— ¡¿Qué?! —Tōjuro casi se cae del sillón al escuchar aquello— perdón, no entiendo

— Shinobu, eso fue demasiado

— Tampoco es que tengamos mucho tiempo, Nee-san

— Por favor, si saben algo de Ririka... ¡¡díganmelo, se los ruego!! —pidió el menor con la cabeza baja

— Hum, a decir verdad...

Kanae se encargó de explicarle a Tōjuro lo sucedido con el tío de Ririka y las fotos, junto a la culpa que su abuela le había tirado y las amenazas tanto a Kazuyoshi como a ella, por lo que la única opción de la peliverde fue dejar fuera de esto a su hermano mayor y amigos, accediendo al compromiso con Hoshi Rikuto. La ayuda de Tamaki había sido lo que le permitió salir a Ririka e ir a reunirse con él

"Por eso estaba llorando..."

Tōjuro había ido frunciendo el ceño y apretando sus manos en forma de puños, según iba escuchando lo dicho por Kanae, se sentía tan impotente y tonto por no haber sido capaz de insistir en saber lo sucedido y solo centrarse en que Ririka fuera feliz a su lado. Realmente si ella hubiera decidido dejarle por otros motivos, no le sorprendería, ya que había sido un tanto inmaduro y dado por sentado que siempre estarían juntos

Por otro lado, ella pudo haberle dicho desde un inicio el porque de sus acciones o ¿acaso no confiaba tanto en él? ¿Creía que no podría serle de ayuda? Algo le decía que Ririka había sentido lo mismo que él, pero ¿qué si algo de todo lo que le dijo era cierto? Estaba tan confundido y no sabía de manera exacta que podría hacer o decir a continuación, siendo al final que solo el silencio comenzó a envolverles

— Nosotras queríamos que Tōjuro-kun supiera la verdad, ya que Riri-chan no te lo contó en su momento

— Les agradezco que me lo dijeran, pero no sé que podría hacer ahora... —confesó el joven cabizbajo, estaba dolido y confundido

— ¡¿Cómo que no sabes?! ¡hay que ayudar a Ririka, es obvio!! —exclamó Shinobu levantándose

— Shinobu, detente

— ¡¡Pero, Nee-san!!

— ¿Ayudarla? —repitió Tōjuro— ¿realmente puedo hacerlo? Ririka no me dijo nada y al final solo dijo cosas crueles, me pidió no volver a verla y aunque cada día he intentado verla, no lo he logrado —confesó en un tono de voz neutral, sin embargo Kanae sentía que las acciones de su amiga habían tenido un gran peso en su pareja

— Tu... ¿no amas a Ririka? —le cuestionó Shinobu

— Shinobu, no hay que poner en duda los sentimientos de Tōjuro-kun, sin embargo también desconocíamos lo que Riri-chan le dijo en su momento

— Entonces, ya no tenemos nada que hacer aquí —negó la pelimorada soltando un suspiro y encaminandose hacia la salida— oye, si hay algo que puedo decir con seguridad... es que para Ririka eres lo más preciado, incluso más que nosotras mismas, eres su amado y a quien le entregó el pañuelo que tanto cuidó de sus difuntos padres

— Opino igual, fuiste quien le ayudó a cambiar y ser más valiente en lo que deseaba, por eso creo que Riri-chan escogió pasar contigo para despedirse y si fue cruel... es porque debió tener una buena razón para serlo, quería protegerte —añadió Kanae con una sonrisa triste mientras palmeaba ligeramente el hombro del menor

Con una corta reverencia, ambas hermanas abandonaron la casa Rengoku y Tōjuro se quedó ensimismado en sus propios pensamientos, todo estaba tan lleno de Ririka, su voz, su sonrisa, sus hermosos ojos verdes, su silueta al caminar juntos bajo el sol, todas la veces que habían entrelazado sus manos, los besos que habían compartido, las bromas y coqueteos, el calor de sus cuerpos juntos, todo eso había sido real y especial, entonces ¿por qué?

¿Por qué había decidido tomar el camino más difícil? ¿Por qué herirse así misma? Tōjuro llegó a darse cuenta que ese lado de ella verdaderamente le molestaba, ya que él estaba dispuesto a todo con tal de nunca soltar su mano, pero cayó en sus palabras y se quedó en blanco mientras ella se marchaba, debió decir algo, acortar la distancia y tomar su mano, sin embargo solo la vio alejarse y finalmente perderla en el tren de regreso

¿Realmente él se merecía a Ririka? No fue capaz de ver más allá en ese momento, sino que su corazón se acobardó al escucharla, cuando realmente debió ser más fuerte y seguro para poder derrumbar el muro que ella estaba levantando. Ahora era tarde, había fallado y ella ya estaba dispuesta a casarse con otro en dos días, ni siquiera permitió a su hermano mayor intervenir, entonces ¿qué podría hacer él? ¿Siquiera podía prometerle un futuro feliz?

No quería dejarla, ni olvidarla, ya que sabía en su joven y ardiente corazón que la amaba y deseaba ser un hombre de bien para poder compartir su vida juntos, pero Ririka ya había decidido dejarle y despedirse. Ante el solo hecho de pensar en ello y las lágrimas que ella derramó esa noche, todo comenzaba a cobrar sentido y Tōjuro no pudo evitar sentir un peso instalarse en su corazón, por lo que inevitablemente lágrimas traicioneras se deslizaron por sus mejillas hasta su mentón para finalmente caer en sus manos

"Perdóname, Ririka"

— Tōjuro —susurró la peliverde mientras miraba el cielo nublado, por alguna razón le sentía tan cerca en esos momentos

La brisa era suave y fría, por lo que Ririka pensó que probablemente llovería pronto y pudo confirmarlo cuando una pequeña gota de agua cayó en su rostro. Con el pasar de los minutos las pequeñas gotas se hicieron presentes y pronto se transformó en una suave lluvia que iba mojando poco a poco su sencillo vestido, de alguna forma aquello le estaba ayudando a despejarse y ocultar las lágrimas que por momentos se sentía incapaz de retener

— Aún sigo preguntándome ¿qué es el destino? —habló Ririka para si misma mientras alzaba su mano hacia el cielo y sentía las gotas empapar su mano— ahora mismo, creo que el destino es una broma de mal gusto

— El destino es inevitable, es ineludible, es quien guía nuestra vida a un fin no escogido, ya sea de forma necesaria o... fatal —habló una voz masculina a su lado

La frase que escapó de aquellos labios bajo la suave lluvia llegó a molestarle, ya que ella solo deseaba que todo terminara de una vez. El dolor constante en su pecho le dificultaba pensar con claridad, deseando solo huir lejos, pues su apellido no le importaba y aquel futuro al que llamaba destino ya escrito mucho menos, solo algo tenía valor para ella y era su nombre y la historia detrás de aquellas palabras heredadas que encerraban una promesa más profunda

Una promesa que ella no recordaba, pero que existió en algún punto del tiempo y ahora nuevamente luchaba por ser escuchada, sin embargo había algo más manipulando los hilos y dificultando que estas almas pudieran estar juntas. El destino es tan complejo y al mismo tiempo simple, siendo algo que muchas personas no entenderían a primera vista

— Por que el destino puede ser complejo y al mismo tiempo sencillo, no es algo que tenga una respuesta exacta, pero si es inevitable —susurró una mujer de largos cabellos rojos mientras giraba suavemente la sombrilla entre sus manos— ahora, tu destino...

"Es rendirte"





¡Hola a todas! Ando feliz porque tengo unos cuantos días libres, mismos que pienso usar para escribir, pues se vienen algunas cosas fuertes òuó. La abuela de Ririka necesita actualizarse, aunque es claro que todo eso lo dice para avergonzar a su nieta, no tiene corazón ni perdón por sus acciones, Rikuto es preocupante, ya que sus celos y obsesión por la joven pueden llegar a ser bastante destructivos, tanto que incluso él se sorprende de sus propios pensamientos. Me dolió ver a Kazuyoshi mal y es que realmente esta muy preocupado por su guisante y es alto que Mitsuka entiende perfectamente, ser el hermano mayor no es fácil, pero estoy segura que pronto tendrán buenas noticias, por otro lado gracias Kanae y Shinobu por decirle a Tōjuro lo que está diciendo, sin embargo también hay que ponerse en el lugar del solecito, quien realmente se sintió herido y confundido por las palabras y acciones de Ririka, así que es normal que no tenga ya una respuesta y sobre todo se le generen muchas más dudas al saber toda la verdad ¿Cuál será el papel de todos en estos dos días? Pues lo descubrieran en el próximo capítulo :3

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Att: Andysakurai15






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