Capítulo 48 Sonríe y Miente
¿Había escuchado bien? ¿Realmente Ririka había dicho eso? Tōjuro aún no procesaba aquella respuesta, por lo que su silencio y mirada lo decían todo. Los ojos verdes le observaban curiosos ante su decisión, sin embargo conforme pasaban los segundos el rostro del joven solo se iba tornando más y más rojo, tanto que incluso sus orejas lo estaban. Un sentimiento de pesar caló en el corazón de la peliverde y se sintió avergonzada ante sus propias palabras
— Lo siento, ahora mismo he sido muy egoísta ¿verdad? —soltó Ririka cabizbaja y alejándose lo suficiente para poder sentarse
— ¿Umu? ¡No, no es así! —se apresuró en explicarse Tōjuro— realmente me has sorprendido y me hace feliz, pero... antes le dije a tu hermano mayor que le mostraría que podía ser un hombre adecuado para ti, por eso... no sé que debería hacer, no quiero manchar tu honor
"Habla como un abuelito..."
Ririka comprendía perfectamente a lo que su novio se refería y aunque en la actualidad las personas son más abiertas en cuanto a su vida sexual, es cierto que aún hay familias que conservaban la idea de que una mujer debe llegar virgen al matrimonio y un hombre no debe mancillar el honor de ninguna dama, siendo claramente el caso de su familia y la de Tōjuro. Solo que a ella nunca le habían hablado de ello, únicamente vagos rumores
— ¿Qué quieres hacer tu? —le cuestionó esta vez gateando hasta quedar a escasos centímetros de él— quiero saber
— Hum... —Tōjuro no soportaría mucho aquella tortura de su novia en una bata semi-abierta y su lindo cabello verde aún húmedo que caía por sus hombros y espalda— ¡no es justo que preguntes eso, me haces dudar! —intentó excusarse en vano
— Yo... —titubeó unos segundos para luego sonrojarse— quiero estar con Tōjuro de esa forma, eres el único chico el cual deseo que me toque y bese —añadió para finalmente bajar la mirada hasta sus manos apenada
"No quiero que ningún otro hombre me toque"
Los ojos dorados con detalles en rojo brillaron levemente ante sus palabras, sin embargo ¿realmente estaría bien? No quería lastimar a Ririka y aunque se sentía de la misma forma, jamás creyó que esa situación se le presentaría tan pronto. Su padre días atrás había tenido una seria conversación con respecto a ese tema y como era muy importante valorar a su pareja, ya que si bien puede verse como un tema fácil, en realidad es diferente cuando hay sentimientos
Por supuesto que quería tocarla y abrazarla, sentir el aroma tan agradable de su cuerpo y besar todas y cada una de aquellas inseguridades que ella podría tener, deseaba sostener a Ririka en su cálido corazón, pero ¿era ya un hombre digno de ello? Un suspiro involuntario escapó de sus labios y pudo notar como el cuerpo de su novia tembló levemente al escucharle, ella no era nada justa en esos momentos y ya los rápidos latidos de su corazón le estaban pasando factura
¿Acaso ella no era consciente de todo lo que le provocaba con solo un roce de su mano? Verla así ante él tan pequeña y delicada, con su piel blanca que se veía suave, su cabello aún húmedo cayendo por su espalda y hombros desnudos al igual que la línea discreta de sus pechos. Ella era tan hermosa y dulce, pero ahora se veía diferente, sus ojos verdes parecían expresar algo más y pronto Tōjuro cayó en cuenta de que estaba siendo seducido con éxito
"¡Esto es peor que entrenar todo un día!"
No lo decía en el mal sentido, sino que a diferencia de poder llevar a cabo un entrenamiento intensivo sin problemas de caer en la pereza, con su novia enfrente y así era claro que su cordura y entendimiento parecía querer irse lejos. Tōjuro cerró brevemente sus ojos para despejar su mente y escoger con cuidado sus palabras, sin embargo el sonido de su teléfono le alertó y le obligó a buscar levantarse, pero Ririka inconscientemente le tomó la manga de su bata como queriendo decir que no se marchara
— Debo contestar —soltó con una leve sonrisa mientras revisaba el teléfono y veía que se trataba de su madre
Otro suspiro y la llamada fue tomada, pero el joven no decía nada aunque escuchaba la voz de su progenitora desde el otro lado de la línea. En su mente solo se reproducía la clara imagen de Ririka al tomar su manga, su mirada expresaba un fuerte sentimiento de aferrarse a él y de nuevo el recuerdo de que había algo extraño volvió a invadirle. Sabía que ella estaba pasando un mal momento y de todas formas le escogió a él de todas las personas
"Dije que siempre me quedaría a tu lado"
— Madre, aún está lloviendo —comentó en la llamada sin esperar una respuesta— ¡lo siento, yo he decidido que hoy quiero estar con Ririka!
Luego cuando volviera podría disculparse y aceptar cualquier castigo, sin embargo ahora su prioridad era Ririka, quería estar con ella y ser tan sincero como su corazón demandaba. La llamada fue cortada, por lo que Tōjuro se acercó hacia ella, pero no obtuvo ninguna respuesta de la peliverde, quien seguía cabizbaja jugando con sus manos y aunque sus planes eran explicarle lo sucedido, cuando vio lágrimas caer en las manos de Ririka se preocupó
— ¡¿Ririka?! —le llamó acercándose enseguida y tomando entre sus manos su rostro— ¿por qué lloras? ¿Es mi culpa? ¿Hice algo mal?
— ...No
— ¿Entonces?
— Solo me siento un poco avergonzada, sé como es Tōjuro y aún así dije esas cosas —siguió hablando Ririka mientras se limpiaba las lágrimas de manera brusca— está bien, por favor olvida lo que dije antes, yo...-
— No voy a olvidarlo
— ¿Qué?
— Mi madre llamó para preguntar por nuestro regreso, pero yo... ¡quiero estar con Ririka! —declaró finalmente envolviéndola entre sus brazos— no sé si soy alguien digno, pero si sé que mis sentimientos son fuertes y definitivamente te atesoraré, por eso ¿me aceptarías?
— Puff... —rió la peliverde al escucharlo— lo dices como si fuera una boda
— Bueno, puede sonar infantil de mi parte, pero dar este paso es como si tu fueras ya mi esposa —confesó Tōjuro volviendo a sonrojarse— ¡no digo que debas verte forzada a serlo, no! Pero, yo ya...
— Lo entiendo, no tienes que preocuparte —le tranquilizó Ririka con una sonrisa— entonces, estoy a tu cuidado
— Lo mismo digo —respondió el joven mientras se acercaba con cuidado y trataba de besar los rastros de lágrimas en las mejillas de su novia— es salado, pero me gusta porque eres tu
— Son lágrimas
— ¡Pero son tuyas y es imperdonable que yo lo haya causado!
— No es tan importante
— Mi mundo es importante y eso eres tu, mi flama
Incluso sus labios estaban algo salados, pero Tōjuro no se detuvo en besarlos con amor y cariño mientras sus manos recorrían la espalda y cabellos de la joven, su suave aroma y cálidez le estaban embriagando, por lo que con cuidado le tumbó sobre las sábanas para poder observarla más detenidamente. Ririka enrojeció por su acción y se sintió pequeña entre sus brazos y aquella ardiente mirada dorada que más de una vez le había cortado la respiración
— ¿Puedo tocarte? —le cuestionó posando una mano en su mejilla
— "Si te quedas a mi lado, yo también lo haré" nosotros prometimos eso ¿verdad?
— ¡Umu!
— Entonces, ya sabes mi respuesta
— Siempre es bueno tener una reconfirmación —rió divertido sobre sus labios para volver a besarle hasta trazar un camino desde su cuello y pliegues de su bata
Podía sentir su respiración chocar contra su cabello desordenado, el movimiento de sus piernas al apresar su cintura, sus manos recorrer su cuerpo y su mirada verde esmeralda. Era consciente que sus movimientos eran torpes, sin embargo no se sentía mal por ello, ya que podría aprender a su lado y algo le decía que ya había descubierto la debilidad de su amada o al menos pudo verla temblar al dirigir sus manos hacia sus piernas y escalar hasta sus muslos con leves roces
— Te amo, Ruri —le susurró en su oído al sentir su suave piel contra la suya
— Tōjuro —correspondió Ririka mientras le daba libertad de estar más cerca
"La primera vez no es perfecta" fue algo que leyó en una revista y la verdad es que ella no esperaba que fuera de esa manera o que llorara al sentir que no era suficiente, ambos desconocían en su mayoría sobre lo que equivalía a unirse de esa manera, pero aún así Ririka se sentía feliz de que no fuera perfecta, ya que ella no se sentía así debido a las cicatrices en su espalda, mismas que fueron besadas varias veces por Tōjuro
Antes temblaba levemente ante su toque, pero a veces sentía un ligero cosquilleo recorrerle hasta llegar a su vientre, Tōjuro estaba siendo tan delicado como si estuviera sosteniendo una pequeña hoja y sus mejillas se mantenían rojas conforme iban abriéndose paso entre la tela y dejando su piel al descubierto, sin embargo sus ojos reflejaban aquel brillo determinado y sincero al igual que su sonrisa amable
Ririka no pudo evitar recordar desde el momento que le conoció en donde solo eran unos niños para luego estar separados por cinco años y cuando ella pensó que nunca más volvería a verle, él apareció frente a ella. Desde ese momento siempre aparecía cuando más lo necesitaba, siendo capaz incluso de ver a través de la máscara que había construido a lo largo de los años, tal vez por ser una existencia tan brillante es que podía ver todo de ella
Aquel niño de sonrisa despreocupada y brillante que solo buscaba recoger insectos en verano y consideró su primer verdadero amigo, volvió cinco años después para salvarla de rendirse, el tiempo había pasado y su mirada era más seria y varonil, pero aún con aquel toque amable e inocente. Nunca esperó que ese mismo chico se convirtiera en su primer amor, su primer novio y ahora... algo mucho más íntimo y especial
No se arrepentía de su decisión, sin embargo si sentía culpa de aquel pensamiento en que Tōjuro hubiera cedido debido a su egoísmo, ya que ella solo podía pensar en estar una última vez junto a la persona que realmente quería. Ririka no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas al no saber que hacer, ya que era muy probablemente que a la mañana siguiente fuera incapaz de separarse de él
— ¿Tienes miedo? —le escuchó decir
— No tengo miedo —respondió la peliverde tomando una de sus manos para llevarla a su pecho— hoy estoy realmente feliz, por eso no te detengas
— ¡Daré lo mejor!
Una última sonrisa y el inicio de muchas lágrimas que caían lentamente por las mejillas de la joven, jamás esperó aprender lo que era el sentimiento de amar a alguien. Su corazón se sentía tan lleno de esos sentimientos que las lágrimas solo caían, deseaba poder atesorar ese momento al igual que ese pequeño dolor al unirse tanto que inconscientemente enterró sus uñas en la espalda del contrario
No importaba, ya que ese dolor, esa mirada dorada quedarían grabados para siempre en ella con la esperanza de saber que un día encontró a su sol, aunque tuvo que dejarle para que pudiera ser feliz. Amar se trata de pensar en la alegría de otra persona ¿verdad? Entonces solo por esa noche se aferraría a su cálido cuerpo y le miraría con amor, ya que estaba segura que dentro de su destino, Rengoku Tōjuro era el único a quien amaría
— Te amo, Tōjuro —susurró con una sonrisa entre lágrimas para finalmente abrazarle con fuerza
"Nunca olvidaré este sentimiento, esta sensación"
El sonido del mar a lo lejos llegó a despertarle, sin embargo parecía ser bastante temprano, ya que el cielo se veía bastante nublado. Ririka maldijo para sus adentros, ya que en parte la luz le daba en los ojos y no le permitía volverse a dormir, a diferencia de Tōjuro, quien estaba felizmente dormido con su cabeza descansando en su pecho y dandole la espalda a la ventana
Pronto Ririka cayó en cuenta de la situación y los recuerdos de lo sucedido la noche anterior ocuparon su mente hasta el punto que sintió sus mejillas quemarle, le parecía irónico que la vergüenza recién le visitara. Por su parte su novio seguía durmiendo plácidamente, su respiración era suave y su cabello lucia más desordenado de la normal, tanto que le hacía cosquillas en su cuello
Ojalá pudiera seguir así a su lado y dormir, pero solo tenía un día más para resolver sus dudas con respecto a las palabras de Tamaki. No quería despertarle, así que hizo su mejor esfuerzo para deslizarse por las sábanas hasta llegar al borde en donde se sentó con cuidado de no hacer ningún ruido, sin embargo un grito ahogado escapó de sus labios al verse desnuda y nuevamente la vergüenza le estaba dominando
Ririka miró de reojo sobre su hombro y Tōjuro aún seguía dormido, mientras que su bata descansaba sobre el suelo, por lo que estiró su pie para poder arrastrarla hacia si. Una vez la tuvo en sus manos se la colocó por encima y levantó lentamente, pero con solo dar un paso sintió sus piernas débiles y cayó sobre sus rodillas al suelo ¿por qué había sucedido eso? Al final la peliverde no tuvo de otra que gatear hasta la puerta y salir
Una vez fuera sintió que pudo respirar tranquila, esperó unos minutos y al sentir que ya sus piernas no eran como gelatina bajó a la planta inferior para tomar su ropa que había dejado secando y procedió a vestirse. Aunque no lo demostraba, la mente de la peliverde era un caos en esos momentos al no saber con certeza que debía hacer ¿preparar el desayuno? ¿Despertar a Tōjuro y decirle toda la verdad?
"Pero ¿qué hará él al enterarse?"
No sentía apetito, por lo que solo tomó un vaso de agua y abrió uno de los cajones en donde encontró unas pastillas, ya las había visto antes en clase, por lo que no dudó y se tomó una para luego calentar un poco de agua, sin embargo todos sus pensamientos estaban centrados en Tōjuro y el temor de decirle toda la verdad
Ririka no quería involucrarlo y menos con Rikuto y su familia, las palabras frías, pero ciertas de Shinjuro aún rondaban en su mente junto a la expresión de preocupación de Ruka. Suspiro tras suspiro y sin llegar a una respuesta, siendo su única acción tomar un taza caliente de té y encaminarse hacia la playa. El agua probablemente estaría fría y las olas se veían pequeñas al llegar a la orilla
Solo una leve espuma blanca quedaba atrás sobre la fina arena, Ririka se sentó a una distancia prudente y dejó la taza reposar a su lado mientras sus ojos verdes se enfocaban en una pequeña concha rosada que había quedado varada al igual que ella ¿por qué era tan difícil decidir entre su mente y su corazón? Su mente le decía que debía ser racional y alejar a Tōjuro, mientras que su corazón le alentaba a tener esperanza
— Necesito una respuesta —susurró para si misma mientras escribía el Kanji de verdad y mentira ¿cuál debía escoger?
"La primera que toque el agua, será..."
— ¡No siempre es bueno dejar al mar una decisión tan importante! —habló una voz femenina sorprendiéndola
Ririka entornó su mirada hacia la desconocida, sin embargo aquel largo cabello rojo y ojos grises ya los había visto en más de una ocasión, pero de nuevo la esencia era distinta. La mujer de ahora desprendía un aura vivaz, junto a aquel vestido playero de brillantes colores, casi como ver un festival andante. Por alguna razón su presencia no le molestó, pues se sentía en confianza, como si tuviera una compañera
— Tal vez sea infantil, pero no sé que debería hacer —confesó la peliverde con una sonrisa triste
— Si le dejas tu decisión al mar, es probable que también tengas el mismo destino que aquella sirena —comentó la mujer con una sonrisa enigmática— ¡bueno, no hay que bajar la guardia! —ahora su personalidad reflejaba despreocupación
— ¿Quién eres? —inquirió Ririka— no eres Nadora, puedo decir que hay algo diferente
— ¡Estás en lo correcto, porque yo soy Flanna con el pasatiempo de tejer fla!
— Flanna
— Ririka ¿quieres que te dé una respuesta?
No fue la luz, ni el sonido del mar lo que le despertó, sino el hecho de moverse en busca del aroma de su novia para luego caer en cuenta de que estaba solo en la cama. Tōjuro se sentó de golpe y miró a su alrededor en busca de Ririka, ni siquiera cayó en cuenta de que no llevaba nada más y comenzó a llamarle sin obtener ninguna respuesta. Al ver que todo estaba en silencio, el joven tomó su bata y mientras le hacia un nudo pudo ver por la ventana a la joven que estaba caminando descalza por la playa
"¡Que bueno!"
Ahora pudo respirar más tranquilo y bajó las escaleras de dos en dos para también tomar su ropa y colocársela con prisa, realmente quería ir a su lado y estrecharla entre sus brazos, su corazón latía con fuerza y los nervios aumentaban conforme la distancia se acortaba. El día parecer estar nublado y solo el sonido de las olas al golpear la orilla llegaban a sus oídos junto a una que otra gaviota sobrevolando sobre las aguas
— ¡Ririka, buenos días! —exclamó Tōjuro mientras la abrazaba por la espalda, permitiéndose sentir su cálidez y su suave aroma llegar a sus fosas nasales— ¿dormiste bien? ¿No te duele nada?
El joven aún no pasaba por alto que su novia le había comentado al terminar que había sentido cierto dolor en su momento, por lo que él se había esforzado en abrazarla por la espalda y besar su hombro con la intención de disculparse por haberle lastimado. Ririka solo le había mirado sonrojada para luego sonreírle y decirle que estaba bien, que en realidad le hacía feliz poder estar a su lado
"Anoche fuiste demasiado dulce..."
No hubo respuesta por parte de Ririka y Tōjuro pronto comenzó a extrañarse por eso, ya que lo normal sería que ella le respondiera y mirara con aquellos hermosos ojos verdes llenos de cariño, sin embargo ahora ni siquiera había tomado su mano ¿estaría molesta porque se había despertado un poco tarde? Muchas dudas le estaban embargando y el silencio de la joven no le ayudaba mucho
Finalmente pudo escuchar un suspiro provenir de ella, mientras se giraba entre sus brazos para luego apoyar sus manos en su pecho y empujarle levemente. Los ojos dorados se abrieron llenos de sorpresa ante esto, ya que Ririka mantenía su mirada baja y él no comprendía lo que estaba sucediendo, sin embargo se terminó por congelar en su lugar cuando aquellos ojos verdes le miraron fríos y desprovistos de emoción
— ¿Ririka? —le llamó tratando de acercarse, pero la joven solo dio dos pasos hacia atrás
— Tōjuro —habló la peliverde en un tono lejano, como si fueran desconocidos— hay algo que debo decirte
— ¿Hum? ¡Claro, adelante!
— Quiero romper contigo
Aquellas palabras calaron con fuerza en sus oídos, sin embargo Tōjuro pensó que podría haber escuchado mal debido al ruido de las olas o el viento, pero la mirada de Ririka no parecía decir lo mismo, al contrario era como si no quisiera seguir perdiendo su tiempo. Una clara línea había sido dibujado y él se sentía temeroso de cruzarla
— ¿Por qué? —le cuestionó frunciendo el ceño— ¿hice algo malo?
— No, solo quiero terminar este juego —respondió la joven cruzándose de brazos
— ¿Juego? Ririka ¿por qué estás diciendo esas cosas? —volvió a preguntarle mientras intentaba acercar su mano a ella
— Ya me aburrí, esto ya no es divertido —siguió hablando Ririka empleando un tono de voz neutral— por eso quiero romper, esto no tiene ningún sentido
— Ririka, tu no eres así...
— ¿Realmente creas conocerme? Puff, eres demasiado bueno e inocente ¿no crees?
— ¿Qué está sucediendo? ¿Es por tu familia? —soltó al verla darle la espalda
— Esto es mi decisión, no puedo arriesgarme a seguir contigo
— ¿Qué quieres decir? —volvió a cuestionarle mientras acortaba la distancia posando una de sus manos en su hombro
— Tōjuro ¿qué puedes darme tu? —inquirió Ririka mirándole sobre su hombro con disgusto— ¿crees que el "amor" puede solucionarlo todo? No eres bueno para mi y no podrás complacerme en todo lo que quiero. Un futuro a tu lado, sería hundir toda mi vida y no quiero eso
"¡No, ella no es así!"
— ¡Ririka, detente! —le pidió— esta no eres tu... ¡jamás dirías tales cosas!
— ¿Ves? Solo te aferras a una fachada y estúpidos sentimientos, ni siquiera pudiste darte cuenta que solo estaba pasando el tiempo ¿no?
— Entonces ¡¿qué fue lo de anoche?! —soltó lleno de miedo y frustración, quería que solo sonriera y le dijera que era una broma— ¡¿realmente decidirías estar así con alguien que dices no puede darte lo que quieres?!
— No fue nada, solo tenía curiosidad —respondió soltando un suspiro— es muy normal experimentar hoy en día, no es mi culpa que te lo tomarás en serio
— ...
— No vuelvas a hablarme, esto ya ha terminado —declaró girandose para empezar a caminar y alejarse rápido
— ¡Ririka! —gritó Tōjuro a pesar de que la distancia era corta, pero su voz le obligó a detenerse— ¡Me estás ocultando algo ¿verdad?! ¡Yo creo en Ririka, creo en tus palabras, en tu mirada y el como fuiste tan sincera la noche anterior!
Todas y cada una de esas palabras agitaron el corazón de la joven, quien se mordió el labio para intentar retener las lágrimas. No era justo y menos ahora que la sinceridad de Tōjuro le alcanzara, sin embargo ya había tomado una decisión y no cedería, pero al menos debería sonreír una última vez ¿no? Al menos debería saber decir adiós sin ceder al llanto y dolor que se acumulaba en su pecho ¿verdad?
— Rengoku Tōjuro —le llamó alzando su voz para que pudiera escucharle antes de girarse y mirarle— gracias, cuidate —añadió mientras le regala una sonrisa llena de seguridad y sin mostrar ningún indicio de duda en su voz
"Perdóname, pero debes odiarme"
— ¡Te amo! ¡Sin importar que, te amo! —le escuchó decir, a pesar de que el tono de su voz parecía temblar
https://youtu.be/qC6DAs2dtaM
Las mentiras son malas, en ese caso ¿también lo son aquellas que se dicen por el bien de esa persona? Debía alejarle, debía soltarle. No deseaba ver, ni sentir en esos momentos, ni muchos menos causar dolor, pero ese era el precio por la seguridad y futuro de a quienes apreciaba y ella deseaba que en especial su persona amada pudiera tener una posibilidad en el futuro de ser feliz, incluso con otra persona...
— Yo te odio —fue lo último que dijo Ririka antes de comenzar a caminar a paso rápido con la intención de alejarse
Aún estando de espaldas se esforzaba por caminar correctamente y no dejarse caer sobre la arena a llorar, pero era muy tarde pues su sonrisa de seguro ahora era una mueca mientras las lágrimas ya caían por sus mejillas, sin embargo solo así no le expondría a tanto odio y dolor. Un futuro a su lado no iba a darle alegría, sino que más bien podría apagar su existencia tan brillante como el sol
Cada lágrima que derramara sería un recuerdo de aquel día en la playa en donde tuvo que ser cruel para que le soltara, sin embargo el vacío que quedaría en su corazón jamás podría ser llenado ¿Cómo podría borrar todos sus recuerdos cuando él se había convertido en su todo? Su pecho dolía y los sollozos que escapaban de sus labios cada eran más fuertes, ni siquiera podía ver con claridad debido a las lágrimas
— Incluso si no puedo verte o escuchar tu voz, estaré bien —se decía en un intento de mantenerse fuerte— Mamá dijo que las despedidas no siempre eran tristes...
"Pero esta despedida ha cortado mi corazón"
¿Por qué era tan difícil dejarlo? ¿Alguna vez su dolor tendría fin? Quería gritar, pero su voz no parecía salir y sus lágrimas solo seguían cayendo. Ririka comenzó a correr, a pesar de todo, debía llegar rápido y tomar el tren, solo así podría renunciar por completo, ya que él no la seguiría, no después de todo lo que le había dicho ¿alguna vez podría perdonarse? Probablemente nunca dejaría de revivir ese momento tan cruel
"Por favor, por favor... debes sonreír siempre"
Si él sonreía, ella también podría hacerlo, ya que no habría día en que pensaría en él y en parte ella llegaba a preguntarse si pensaría en ella por lo menos una vez, eso es todo lo que necesitaba. Eran tan egoísta y se odiaba por ello, por tener la tonta idea de que podría existir un futuro en donde podrían estar juntos, en donde nunca tendría que soltar aquella cálida mano que había secado más de una vez sus lágrimas
Finalmente llegó a la estación de tren y su respiración estaba agitada como su cabello hecho un desastre, probablemente sus ojos estarían rojos por las lágrimas, sin embargo aún no podía detenerse, aún debía aguantar. Uno de los guardias le miraba con cierto pesar, probablemente creyendo que había tenido un mal momento, pero había sido ella quien había decidido tirar su felicidad
Al cabo de unos minutos el ruido del tren al arribar en la estación se hizo presente y Ririka titubeó en entrar, sin embargo ya las cosas estaban hechas y Tōjuro no sería tan amable como para ir por ella. Con sus manos apretadas en puños, la peliverde dio un paso hasta finalmente entrar al vagón y cuando se volteó para mirar las puertas cerrarse pudo verlo, sus ojos verdes conectaron con aquellos dorados con detalles en rojo
"No, no llores..."
Esos hermosos ojos estaban llenos de lágrimas y su respiración lucia agitada mientras pagaba con rapidez el boleto, sin embargo fue muy tarde y las puertas se cerraron. El tren comenzó a partir dejando atrás al joven de cabellos rubios, Ririka se acercó a las puertas, pero ya no podría alcanzarle, por lo que se dejó caer sobre sus rodillas liberando así el llanto que tanto se había esforzado por retener
No le importaba si alguien más estaba escuchando sus sollozos o si dejaba el suelo lleno de sus lágrimas, mismas que empapaban su rostro y dejaban un sabor salado en sus labios que tan solo unas horas antes habían sido besados con tanto amor y cálidez, Tōjuro había aceptado su todo y ella le había retribuido con palabras frías y falsas. Nunca podría olvidar aquella mirada llena de dolor que le dedicó su amado
— Perdóname y olvídame, no te merezco —repetía una y otra vez en su mente
Ririka jamás se había detenido a pensar que si bien habían leyendas que decían que el sol y la luna se amaban, también existía una distancia que no les permitía estar juntos excepto en cada eclipse, sin embargo eso no existía para ella. Debía soltar su primer amor, su primera ilusión, su todo para que pudiera ser feliz con otra persona que pudiera amarle con libertad
"Adiós, mi amor... mi sol"
Sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas y conforme pasaron los minutos, la joven se forzó así misma a levantarse y sentarse dandole la espalda al mar, ya que verlo le resultaría más doloroso. A su lado residía una persona bastante mayor, su cara era redonda y amable, por lo que Ririka se sintió de alguna forma acompañada y más aún cuando el desconocido le ofreció su pañuelo para limpiarse los rastros de lágrimas
— No debería llorar, señorita —habló el anciano soltando un suspiro— tiene mucho por vivir para estarse gastando en lágrimas que solo ocultan su sonrisa ¿no cree?
— Odio el mar —susurró Ririka cabizbaja
— ¿El mar?
— En ese lugar he dejado a mi persona más preciada, pero si no lo soltaba solo le lastimaría
— Aún es joven
— ¡Seré joven, pero no dudo de lo que siento por él! —exclamó la peliverde de repente molesta, sin embargo no tenía derecho a estarlo— lo siento, no era mi intención...
— No pongo en duda sus sentimientos, señorita —negó el hombre soltando una corta risa— solo digo que aún tiene tiempo para volver a verlo y si el destino lo quiere, pueden encontrarse un día en que ambos ya estén listos
— Una parte de mi desea que él sea feliz con otra persona, pero otra parte de mi misma me dice que solo estoy mintiendo, que realmente quiero que sea feliz a mi lado —confesó Ririka con una sonrisa triste— soy egoísta y horrible ¿verdad?
— ¿No le has dejado antes? —le cuestionó el anciano inquisitivo
— Si, lo hice...
— Entonces no eres egoísta, pues aunque tu mente te diga que quieres ser su felicidad, tu corazón fue tan bueno que pudo soltarle sabiendo todo el dolor que eso causaría —su voz era suave y sus palabras amables, Ririka no pudo evitar desear haber tenido un abuelo así— eres fuerte, pese a ser joven
— No lo sé
— Lo eres y por eso si esa persona es realmente tu destinado, un día podrán volver a encontrarse y estar juntos —le prometió el anciano mientras le daba una leve palmada en su hombro— si has decidido algo, no puedes volver atrás porque sería echar a perder todo un camino que has pavimentado, sino que más bien mira a tu alrededor y trata de ver la manera de poder seguir, pues el camino es infinito
Una última mirada y sonrisa obtuvo por parte de aquel amable hombre, quien se bajó en la siguiente estación deseándole lo mejor, pues él en el pasado por un malentendido perdió a su persona amada y aunque le había herido, aún deseaba su bienestar. Ririka se mostró de acuerdo y deseó de todo corazón que un día pudiera obtener su perdón, ya que sin importar cuantos años habían pasado podía sentir cariño en sus palabras
"Definitivamente siempre te llevaré presente"
Finalmente arribó en la estación que conectaba en el centro donde residía la gran torre de Tokio, Ririka se apresuró a bajarse y sacar el pequeño papel en donde residía la dirección que Tamaki le había escrito, sin embargo tuvo que pedir una que otra indicación para poder llegar a su destino. En la pared de piedra se podía leer "Tokito" mientras en el jardín varios juguetes permanecían regados
— ¡B...Buenas tardes! —saludó mientras se adentraba con cuidado de no pisar ningún juguete
— ¡Si, enseguida! —escuchó decir a una voz femenina que de alguna forma le resultaba familiar
Pronto los ojos verdes pudieron ver a una amable mujer de cabellos negros que llevaba recogido en una coleta junto a un delantal de cocina, en sus brazos llevaba a un bebé que la miraba bastante curioso hasta el punto que comenzó a alzar sus pequeñas manos en su dirección. Ririka se sorprendió ante la acción y sobre todo por aquel repentino sentimiento que no pudo describir, sin embargo más le sorprendía aquella mujer
"Yo... ya le he visto antes"
— Finalmente has venido, Yamamotoyama Ririka-san
¡Woah! ¿qué puedo decir...? Bueno, estoy segura que todas (os) entendieron que pasó aquí, solo que al ser algo jóvenes no quise entrar en muchos detalles para evitar incomodar a alguien, sin embargo no se preocupen que se los recompensaré más adelante, sin embargo... no me tiren piedras ¿si? Yo también me sentí re mal al escribí lo siguiente, ya que no quería lastimar al solecito, pero era necesario para que Ririka pudiera tomar el camino que va a desarrollarse a partir de ahora, muchas cosas saldrán a la luz, entre esas la conversación que tuvo con aquella misterioso mujer llamada Flanna, quienes vengan de BLSR no ha de ser nada nuevo para ustedes verla, pueden decirme la parte que más les dolió leer e incluso les dejé la canción que me inspiró para escribir este capítulo, ya que es así como Ririka se siente al haber dejado a quien le ayudó a cambiar y ser más fuerte, en lo personal me re dolió cuando ella piensa que Tōjuro no iba a seguirla y efectivamente lo hace, pero el tren parte ;_; Eso sería todo, ya que siempre me alargo demasiado y en el próximo veremos... ¡Los mini Tokito! ¿qué nos aportaran ellos? Muchas cosas, muy importantes :3
Instagram: andy_sakurai15
Att: Andysakurai15
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