Capítulo 45 Esperanza rota
El silencio que se había adueñado de la habitación parecía ser lo de menos para Ririka, ya que podía escuchar en sus oídos claramente los desbocados latidos de su corazón ¿realmente había escuchado bien? ¿Rengoku Tōjuro quería casarse con ella? Algo le decía que necesitaba sentarse, ya que sus piernas no parecían querer responderle o quizás se habían quedado congeladas por la noticia
Los ojos verdes no dejaban de mirar la determinación que brillaba en el rostro del joven a su lado que en ningún momento se atrevió a soltar su mano, sin embargo ella no sabía que decir al respecto y estaba segura que los padres de su novio también debían estar en una posición similar, ya que Tōjuro solo tiene dieciséis años y ella quince siendo que en pocos meses compartirían la misma edad, pero ¿casarse?
— ¿Ah? —masculló Shinjuro con una expresión severa— ¿qué fue lo que dijiste Tōjuro?
— ¡¡Yo quiero casarme con Ririka!! —repitió el mencionado sin dudarlo ni un segundo
— ¡¿Acaso estás loco?! —exclamó su progenitor golpeando fuertemente la mesa— ¡¡eres solo un mocoso de dieciséis años!! —le recordó a lo que Ruka intentó intervenir en la discusión
— Querido... —le llamó la mujer tomando su mano— primero deberíamos escuchar las razones de Tōjuro para tomar tal decisión, ya que puedo deducir por la expresión de Ririka-san que incluso ella no lo sabía
— ¡Umu, Ririka no sabía que les pediría esto! —se apresuró en aclarar Tōjuro— ¡esto que les he pedido puede ser solo un deseo egoísta mío, pero voy en serio!
— ¡¿Cómo te atreves?! —el rostro de Shinjuro ya estaba rojo de la ira— ¡¡esto es una locura y más aún con esa niña de familia rica!! ¡Usted! —soltó esta vez dirigiéndose a Ririka— ¿acaso ya ha olvidado el daño que provocó en mi hijo mayor? ¡¿Ya no ha tenido suficiente de él?!
— ¡Yo...!
— ¡No es la culpa de Ririka! —declaró el joven con una expresión seria y posicionándose delante de su novia— ¡esto es mi propia decisión, la amo y por eso quiero estar a su lado! ¡Padre, usted siempre me dijo que cuando encontrara a la mujer que alimentara a la flama de mi corazón a seguir ardiendo debía protegerla!
— ¡¿Cómo puedes estar tan seguro que es ella?! ¡¡Nunca antes te habías interesado en alguien!!
— ¡Porque estaba esperando a Ririka! ¡¡Ella es la única que pudo encenderme más, el quererme esforzar para dedicarle todas mis victorias!! ¡Hago esto porque hoy necesito protegerla!
— Tōjuro... —la madre de los Rengoku tenía una expresión de completo asombro antes las palabras dichas por su hijo, ya que nunca había sostenido una discusión con su progenitor— querido, primero escuchemos lo que tienen que decir
— ¡Será mejor que seas breve y conciso en esto, no pienso perder mi tiempo en pequeñeces!
Tōjuro asintió con energía antes de arrastrar a Ririka con él hacia la mesa en donde Senjuro se hizo a un lado para que ambos pudieran sentarse frente a sus padres. La peliverde permanecía en silencio, pero sentía que su cuerpo estaba temblando, ya que las palabras dichas por Shinjuro eran ciertas, por su culpa la persona que quería había sido lastimada no una, sino dos veces
"No deberías hacer esto por mi, no lo merezco"
Un ligero apretón en su mano captó su atención, había sido Tōjuro quien le miraba con una sonrisa cálida, al igual que su mano. Algo le decía a la joven que era su manera de decirle que todo estaría bien, sin embargo ella ni siquiera sabía que respondería, por lo que esta vez no pudo sostenerle la mirada, sin embargo su novio no dudó y les explicó de forma rápida y concisa su situación
— Quieren forzar a Ririka a comprometerse con alguien que no ama
— Eso quiere decir que es un matrimonio político, debe haber un interés o ganancia para ambas partes —comentó Ruka mirando con pesar a la joven
— ¡Ririka no es un objeto! —negó Tōjuro frunciendo el ceño— sé que he sido impulsivo con mi pedido, pero esto es porque quiero protegerla. ¡Si Ririka se une a la familia Rengoku, ya no podrán forzarla a casarse!
— Pero para que un matrimonio así se lleve a cabo necesitas la autorización de tus padres... —Shinjuro había ablandado un poco su expresión
— ¡Por favor... madre, padre! —pidió el joven bajando la cabeza en señal de ruego
— Tōjuro —le llamó su madre mientras soltaba un suspiro— antes has dicho que Ririka-san no sabía sobre esto ¿has pensando en que podría opinar ella? Comprendo que esto es solo una medida para ayudarla a salir de ese compromiso, pero ¿qué pasará después? Justo ahora estás decidiendo un momento muy importante de su vida —le recordó a lo que el joven de ojos dorados cerró la boca y apretó la mandíbula— creo en los sentimientos que pueden albergar el uno por el otro, sin embargo...
— Un matrimonio no puede ser tomado a la ligera e incluso si acceden a divorciarse luego ¿crees que tu novia quedará en una buena posición? —le cuestionó Shinjuro— A los ojos de todos ya habrá sido tomada por un hombre y si él la ha dejado es porque fracasó en su papel, sé que es una tontería, pero lamentablemente es así como se maneja la opinión en esta sociedad. La mujer tiende a ser más criticada y juzgada ¿realmente quieres eso para la chica que dices amar?
— ... —la expresión en el rostro de Tōjuro era de completa vergüenza y pesar, Ririka pudo notarlo y su corazón dolió— he sido impulsivo, me disculpo por mi error...
— Bien... —una expresión de alivio se instaló en el rostro del mayor
— Pero no es un error que yo desee casarme con Ririka, por eso...
— Si quieren hablar, pueden ir a tu habitación
— ¡Ruka! —Shinjuro no parecía muy de acuerdo con eso
— Querido, son jóvenes y los tiempos han cambiado por lo que es tonto ser cuidadosos en algo como su intimidad, pueden hacerlo en cualquier parte
— ¡Madre!
— ¡No ha sucedido eso! —por primera vez Ririka sintió alivio al ver que podía hablar, sin embargo su rostro quemaba al igual que el de Tōjuro— Yo... quisiera hablar con Tōjuro sobre esto, por favor
— Si, por supuesto
El joven de ojos rubios y detalles en rojo se levantó enseguida para volver a tomar la mano de su novia y guiarla escaleras arriba, Ririka no lo dijo, pero pudo notar que su mano estaba temblando ¿acaso estaba molesto? El silencio se mantuvo entre ambos hasta que la puerta se cerró y Ririka se dejó caer en la mullida alfombra, sin embargo Tōjuro se sentó frente a ella y de rodillas algo que le confundió
— Ririka —le llamó con cuidado— ¡¡yo, lo siento mucho!! —añadió mientras se arrodillaba por completo
— ¡¿Eh, Tōjuro?! ¡¡No tienes que hacer eso!!
— ¡Debo hacerlo! ¡Estaba tan molesto y asustado de que alguien más te llevara de mi lado que solo pude pensar en ello! —confesó totalmente apenado y la joven estaba segura que todos en la casa le estaban escuchando— He sido egoísta en mi acción, sin embargo no mentía al decir que quería protegerte, por lo que el matrimonio... creo que era más como una excusa, para que pudieras estar a mi lado. ¡Lo siento Ririka, puedes odiarme si deseas!
— Eso es imposible —negó la peliverde mientras gateaba en la alfombra hasta quedar frente a él para luego tomar con sus manos su rostro— estoy segura de que decidiste hacer esto por mi, además lo dije antes ¿verdad? Es a ti a quien quiero, por eso deseo siempre poder estar contigo
— Aún así, mis padres tienen razón...
— Bueno, es cierto que cuando me trajiste a tu casa jamás esperé que fueras a hacer tal pedimento —confesó Ririka soltando una corta risa— pero me hizo feliz, incluso mi corazón latió como loco al escucharte —añadió para esta vez tomar una de sus manos y conducirla un poco más arriba de su pecho en donde efectivamente aún se podían sentir los rápidos latidos de su corazón
Tōjuro enrojeció ante esa acción, sin embargo admiraba la fortaleza que brillaba en aquellos verdes ojos. Ririka no dudaba ni veía mal su acción, por lo que él tampoco lo haría, ya que esos latidos forman parte de ella y le confirman que sus sentimientos eran igual de intensos que los suyos. Era claro el alivio en su rostro y más cuando se dejó caer en el pecho de su novia mientras se concentraba en sentir su calidez
— Es verdad que tus padres dijeron cosas muy ciertas, pero también fue mi culpa por no haber podido decir algo. Estaba tan sorprendida que simplemente no podía creerlo, pues no todos los días tu novio anuncia que quiere casarse contigo... —siguió hablando algo apenada mientras Tōjuro alzaba su mirada para conectarla con la suya
— Fui impulsivo, mi hermosa flama estaba peligrando por lo que solo quería protegerte —comentó el joven acercando su rostro hasta estar a escasos centímetros de sus labios— no perdonaré a nadie que te haga llorar y borre la hermosa sonrisa de tu rostro —añadió para luego besarla con cariño y de manera suave mientras la peliverde enterraba con cuidado sus dedos en los mechones rubios
— Siempre es suave...
— Hum... no hagas eso, me hace cosquillas —le pidió Tōjuro divertido a lo que ella siguió haciéndolo, por lo que el pobre solo pudo soltar un suspiro antes de tumbarla con cuidado sobre la alfombra para poder pellizcar sus cachetes— ¿vas a detenerte Ruri? —le cuestionó cerca de su oído causándole un escalofrío
— ¿Qué sucede si no quiero, Tōjuro?
— Entonces no podré besarte
— ¿Crees que no puedo vivir sin tus besos?
— ¡Tal vez, soy yo quien no podría hacerlo!
— Pues somos dos, eres mi mayor debilidad —confesó Ririka antes de atraer su rostro su rostro y volver a besarle
Ambos amaban compartir esos pequeños momentos, sin embargo conforme pasaban los minutos y en esa posición sentían que estaban demasiado cerca y hacia calor, Ririka cerró sus piernas al recordar que aún estaba en uniforme, pero Tōjuro no lo había notado, más bien parecía demasiado concentrado en besarla y separar algunos mechones rebeldes que caían en su rostro. Hubieran seguido de esta forma si no hubieran escuchado un ligero golpeteo en la puerta que les alertó enseguida
— ¿Quién es? —inquirió Tōjuro levantándose y acercándose a la puerta mientras Ririka se sentaba y acomodaba su cabello
— Soy yo, Ani-ue —respondió Senjuro del otro lado apenado— lo siento, pero padre me envió
— ¿Por qué? —le cuestionó a lo que abría la puerta para que pudiera pasar
— Es que... dijo que ya no escuchaba tu voz
"Rayos..."
Un poco más y podrían haber sido cachados en una situación muy penosa, sin embargo no era algo que ninguno de ellos deseara admitir excepto por sus rostros que estaban rojos como una cereza. Tōjuro le dio una mirada a su novia, quien asintió en respuesta para regresar a la sala en donde estaban esperando los mayores, por lo que volvieron a bajar en compañía de Senjuro para dar por cerrado el tema
— ¿Ya hablaron? —inquirió Shinjuro con desconfianza a lo que la peliverde tembló levemente
— ¡Umu, ya lo hicimos!
— Entonces ¿qué decidieron? —cuestionó esta vez Ruka, quien mantenía una mirada comprensiva
— Pues... —Tōjuro miró por un momento a Ririka, quien nuevamente solo asintió antes de volver a mirar hacia a sus padres
— Desde el principio no tenía una objeción sobre el pedido de Tōjuro, pero si me sorprendí —habló la peliverde ganando la atención de todos— no me sentía capaz de decir algo, pues nunca olvidaré que una persona cercana a mi lastimó a quien más yo quería, no solo una sino dos veces. Tuve mis razones antes para mantenerme lejos, sin embargo no hubo día en que no pensara en Tōjuro, deseaba verlo, pero él no me recordaría y solo le pondría en peligro ¿realmente me merezco esta a su lado? Nunca he sido ambiciosa, pero hoy quiero serlo... quiero estar con Rengoku Tōjuro, él es mi sol
— ¡Y ella mi flama, la amo!
Ambos adultos se mantuvieron en silencio unos segundos, antes de que Ruka dibujara una corta sonrisa en su rostro como si estuviera feliz de alguna forma, la mujer se levantó y movió hasta Ririka para darle un abrazo. Shinjuro soltó un suspiro por lo bajo y ablandó su expresión, probablemente al ver la comprensiva acción de su esposa y la fuerte decisión que brillaba en los ojos de su hijo mayor
— Si ambos están de acuerdo, supongo que solo podemos respetar su decisión...
— ¡Muchas gracias, padre!
— Con esto tienes la aprobación de ambos Tōjuro, pero necesitamos que un familiar de Ririka-san de su aprobación
— Eso es...
— Es seguro que tu abuela dirá que no, pero según tengo entendido actualmente estás bajo el cuidado de tu hermano mayor. Kazuyoshi-san podría... —la expresión de Ruka se ensombreció por un momento— Ririka-san ¿qué edad tiene tu hermano?
— Tiene diecisiete, en dos meses cumplirá la mayoría de edad —la peliverde no tardó mucho en comprender la preocupación de la mujer, por lo que no pudo evitar dibujar una sonrisa amarga en su rostro
Ririka estaba segura que en su situación, Kazuyoshi accedería a regañadientes, sin embargo aún era menor en edad, ya que mentalmente era más listo que muchos otros adultos, pero siendo que este factor fallaba de nada servía tener la aprobación de los padres de Tōjuro, ya que ella no la tendría jamás de su abuela. La peliverde estaba atrapada y aquella fugaz felicidad se había apagado como un fuego artificial
— ¿Segura que no deseas que te acompañe? —inquirió Tōjuro a mitad del camino a su casa— no quiero dejarte sola...
— Estaré bien, además realmente necesito un tiempo para mi misma —respondió Ririka fingiendo una sonrisa en su rostro, sin embargo se estaba esforzando por contener sus lágrimas
— ¡Umu! No volveré a pasar por alto tu opinión, pero mándame un mensaje para saber que has llegado con bien ¿si?
— Lo prometo y también sería bueno si me llamas luego, quiero escuchar tu voz antes de dormir... —el joven no pudo aguantar más y atrapó a su querida novia entre sus brazos antes de besar con cariño su frente
— Eres injusta, siempre dices esas cosas... —realmente no deseaba dejarla, temía que luego no volviera a verla
— Tu eres más injusto, siempre haces que desee quedarme a tu lado —le devolvió Ririka tocando su rostro con amor en sus ojos— nos vemos luego
— ¡Umu! ¡estaré esperando tu mensaje!
Si ella lo hubiera sabido, tal vez hubiera dejado que Tōjuro la acompañara a casa, ese día y en esa tarde fue el momento decisivo en que la línea se tensó y parecía estar a punto de romperse. Las palabras estaban atoradas en su garganta mientras uno que otro sollozo lograba escaparse, sin embargo las lágrimas ya descendían traicioneras por sus mejillas, había sido tan ingenua
Si su novio dijo ser egoísta, ella lo era aún más por ir en su ayuda y dejarle su carga, claro que nunca esperó que él hiciera algo tan extremo como querer casarse con ella, sin embargo había sido feliz esos veinte minutos creyendo que podría ser algo real. La realidad era diferente y más cruel, ahora solo temía que al volver a casa su abuela le dijera que pronto se casaría con el chico que más odiaba
— ¿Por qué estás llorando tan dolorosamente? —inquirió una voz a su lado sorprendiéndola. Se trataba de una hermosa mujer de largos cabellos rojos y vestimenta blanca— eres tan joven, pero tu alma ha sufrido mucho
— No es nada —negó Ririka cortante, pues solo deseaba irse a casa— lo siento, si llegué a preocuparle
— La preocupación es lo de menos, pues de nada sirve gastarse pensando en hechos y lamentos que de todas formas ocurrirán tarde o temprano —respondió la mujer con la mirada perdida
— Entonces ¿cómo afrontas la situación si no la prevés?
— ¿Tu lo has hecho? Las lágrimas y el temor pueden llegar a nublar demasiado tu juicio, por lo que siempre debes cuidar tu espalda. Es mas importante protegerse de los ataque sorpresa que de aquellos que ya conocemos —su voz era suave, pero transmitía tanta paz y sabiduría— ahora te he dado un regalo, es algo que Nadora ama hacer...
Con sumo cuidado y cariño la mujer secó las lágrimas de Ririka, sin embargo no se sentía como si la estuviera reconfortando, sino más bien instando a ser fuerte, a no rendirse. Su mirada era gentil, pero también había algo más... era como si supiera que algo iba a suceder, sin embargo sus labios estaban sellados y las lágrimas ya habían cesado, por lo que sin decir una palabra más se marchó por el camino contrario
"Ser fuerte y seguir, sin dejar que las lágrimas nublen tu vista"
Ririka realmente creyó que podría hacerlo, sin embargo no había dejado de tallar sus ojos desde entonces y ya le ardían, pero no se comparaba al pesar que sentía en su corazón. Ya al ver que estaba cerca de su casa soltó un suspiro, pero de repente el consejo de aquella extraña mujer vino a su mente. Le pareció irónico, ya que desde muy pequeña se había encargado de cuidar sus pasos
Ante aquel último pensamiento un extraño escalofrío recorrió su espalda y la peliverde sintió como si alguien la estuviera mirando, comenzó a caminar más rápido, sin embargo alguien la retuvo y abrazó por la espalda hasta el punto que quedó aprisionada en aquellos brazos. Su corazón latía como loco y aunque deseaba gritar no sentía que tuviera las fuerzas para hacerlo y menos cuando notó que en aquella mano desconocida un trozo de tela descansaba en ella
— Es hora de que duermas, pequeña —susurró esa voz en su oído para que finalmente todo se volviera negro
Clic... clic... clic
A los lejos pudo escuchar el sonido de una cámara fotográfica, pero ¿quién estaría tomando tantas fotos? Al abrir sus ojos y acostumbrarse a la luz, notó que estaba tumbada sobre el tatami y una ligera brisa entraba por la ventana. Ririka finalmente espabiló y se sentó de golpe solo para ver ante si a la persona que más temía. Su tío Toshiro estaba sentado a pocos pasos de ella y con una cámara en mano
— ¿Q...Qué está haciendo? —inquirió con temor y más al ver aquella sonrisa ladina en ese rostro
— Solo te tomaba unas cuantas fotos, ya que tu álbum de niña no ha sido actualizado desde entonces —respondió el hombre como si fuera lo más normal del mundo, sin embargo la joven se sentía incomoda al ver su yukata entreabierta
— ¿Por qué estoy aquí?
"Descuida Madre, solo déjamelo a mi"
— Porque quería capturar este momento de ti, te has convertido en una señorita tan hermosa, tu cuerpo ha ido cambiado y tomando una forma más femenina y seductora —comentó Toshiro entre risas mientras le tomaba otra fotografía— definitivamente el blanco te favorece
Ririka no comprendió sus palabras, sin embargo pronto notó que no estaba usando su uniforme, sino un pequeño vestido blanco y de encajes, sus piernas y brazos estaban expuestos, por lo que inconscientemente pegó su espalda a la pared cercana. El temor comenzó a crecer en ella y las nauseas le invadieron al imaginar lo que ese hombre le podría haber hecho mientras no estaba consciente
— Oh, no te preocupes —negó el hombre como si hubiera adivinado sus pensamientos— no te he puesto ni una mano encima, mi criada personal se encargó de cambiarte
— ...
— ¿Ahora no dices nada? ¿Acaso... querías que yo te tocara?
— Jamás, de solo pensarlo me revuelve el estómago
— ¡Que fría! —suspiró Toshiro intentando acercarse— ya me cansé de tomarte fotografías estando acostada y dormida, pero ahora podrías posar para mi ¿no quieres intentarlo?
— No quiero tener nada que ver con usted
— Vamos, no seas mala con tu tío... —le pidió mientras alargaba su mano en busca de su rostro— tus facciones también ha cambiado, tienes toda la esencia de una mujer en pleno florecimiento... ¡déjame ver más, mi pequeña Tsubasa...!
— ¡No se atreva a tocarme! —exclamó Ririka golpeando su mano— ¡yo no soy Tsubasa, soy Ririka!
— ¿Yo pregunté tu opinión? —inquirió Toshiro frío para luego volver a tomarle fotografías, tantas que incluso el flash resultaba molesto— incluso una expresión de dolor puede llegar a verse como toda una obra, eres increíble pequeña
— ¡No, deténganse! —rogó la peliverde recogiendo sus piernas y ocultando su rostro
— ¡Déjame ver más! ¡Por favor, posa para mi!
El flash seguía alumbrando su cuerpo, sin embargo ella no sentía fuerzas para luchar, temía que ese hombre la tocara y aunque no le dejaba ver su rostro, sus sollozos de seguro si los escuchaba. Estaba aterrada y más al sentirle tan cerca al igual que sus enfermizos ojos al recorrer su cuerpo, todo le daba vueltas y solo podía preguntarse una y otra vez ¿por qué había terminado en ese lugar? ¿Por qué su propia familia le hacia esto?
— ¡¡Eres un maldito!! —exclamó una tercera voz para que finalmente el ruido de la cámara cesara— ¡¡alejate de ella, escoria!!
Ririka levantó su mirada de golpe al escuchar gritos y maldiciones, ella esperaba ver a Tōjuro o Kazuyoshi, sin embargo frente a ella y moliéndose a golpes con su tío estaba Rikuto. No pasó mucho tiempo para que varios sirvientes entraran en la habitación y les detuvieran, la peliverde no pudo sentir más sabor amargo en sus labios que ese al ver como una pelea era motivo de atención, pero sus fuertes sollozos y pedidos de ayuda nadie los había escuchado
"Esto no es un hogar, es una maldición"
Podía sentir todas las miradas sobre ella, en especial la de su abuela que golpeteaba una y otra vez con sus dedos el escritorio. Rikuto permanecía cerca de ella y Toshiro en una esquina soltando maldiciones, se sentía tan expuesta en esa ropa, por lo que intentaba cubrir sus hombros con su cabello y juntar sus piernas. Al cabo de unos minutos la puerta se abrió y Kazuyoshi se hizo presente, estaba bastante pálido
— ¡Ririka! —exclamó al encontrar a su hermana en la habitación, por lo que se apresuró hacia ella para envolverla en sus brazos como si fuera lo más valioso del mundo. La joven pudo sentir que su cuerpo estaba temblando— ¿qué sucedió? ¿qué fue lo que te hicieron? —le cuestionó
— Kazuyoshi, tu comportamiento no es el adecuado para esta situación
— ¿Situación? ¡Un familiar se atrevió a llevarse a mi hermana! ¡¿Cómo se supone que debería comportarme?!
— Ella esta bien, no es como si le hubieran hecho un gran daño ¿acaso vez que le falte algo? —inquirió la anciana sarcástica
— ¿Bien? ¡Sus manos están heladas y su mirada refleja temor! ¡¿Cómo pudo permitir que esto sucediera?! —cuestionó furioso mientras fulminaba con la mirada a Toshiro— ¡usted sabía de esto, de su enfermiza obsesión!
— ¡Ya basta! —gritó la mujer lanzando un costoso florero al suelo que no tardó en hacerse pedazos— ¡no es mi culpa que tu hermana sea una fácil!
— ¡Cuide sus palabras! —le devolvió Kazuyoshi sin dudarlo— ¡conozco a mi hermana y conozco a la basura de tipo que tiene como hijo, por eso-!
— ¡Por eso llevaremos este asunto de la mejor manera posible, sino deseas que yo misma expulse a Ririka de esta familia! —declaró la cabeza de los Yamamotoyama mientras lanzaba a sus pies varias de las fotografías que había tomado Toshiro, todas ellas le daban asco al ver como su hermana había sido tratada incluso estando inconsciente— ¿quieres que estas fotos salgan a la luz?
— ¡No podría-!
— Oh, claro que puedo —rió la mujer sin una pizca de duda— es muy fácil sacar a esa niña de mi familia por haber seducido a su tío, no tiene poder ni posición ¿a quién crees que le creerá la gente? será mejor que pienses bien lo que dices porque no siempre voy a tener la paciencia para perdonar todas tus faltas
— Kazu-nii... —le llamó Ririka al notar la furia que brillaba en los verdes ojos de su hermano, incluso su cuerpo temblaba
— Ya no puedes detener esto, a partir de ahora Ririka permanecerá dentro de la villa y se apresurará su unión con la familia Hoshi. Al menos agradece que hago esto para conservar algo de su "dignidad"
"Mi pequeño pájaro, ya has regresado a tu jaula"
¡¿Por qué Ririka y Tōjuro no pueden ser felices?! T-T ahora si que la vieja se pasó y con pasarse, lo hizo tres mundos... sin embargo esto es solo una pequeña parte de muchas, odio un montón al tío enfermo de Ririka y ¡es que realmente es de temer! Toda esta familia parece estar loca y cegada por muchas cosas, tanto que incluso la única luz de esperanza que ella conservaba se ha perdido. Se vienen cosas fuertes y una decisión desesperada por parte de Ririka ¿qué creen que sucederá? Lo descubriremos en el siguiente capítulo ;;
Algo extra y es que en Japón incluso hoy en día los padres suelen acordar un matrimonio para sus hijos, hay diferentes casos y por ejemplo puedes casarte incluso siendo joven, siempre y cuando tengan la aprobación de ambas familias. Por eso Tōjuro deseaba hacer esto, pero les jugó la mala y es que Kazuyoshi aún es menor ¿no parece verdad? ;_;
Instagram: andy_sakurai15
Att: Andysakurai15
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