Capítulo 33 El poder de las Palabras ꪜ

Hoy era un gran día e incluso el clima estaba de lo mejor, tal parece que habían escogido una buena fecha para llevar a cabo la ceremonia. Era la primera vez que sus ojos verdes apreciaban tanto blanco con dorado, pero las flores que decoraban el camino le recordaban a un inmenso campo de flores en plena primavera 

Los invitados iban de un lado a otro, quizás intentando curiosear la habitación en donde residía la señorita más esperada e incluso él mismo deseaba ya verle. Pasaron los minutos y por fin pudo escuchar una suave melodía instalarse en el ambiente, así que todos fueron a sus respectivos lugares para que pudieran iniciar

Kazuyoshi observó como en cámara lenta una jovencita entraba en el salón acompañada de un hombre alto, de cabellos rubios con mechones rojos, le sonaba de alguna parte, sin embargo toda la alegría quedó a un lado cuando reconoció en la mujer a su pequeña hermanita. Sus ojos verdes como los suyos brillaban de alegría

— ¡¿Ririka?! —exclamó captando la atención de todos

— Kazu-nii —le saludó— ¿qué sucede? ¿Por qué gritas?

— ¿Cómo que por qué grito? ¿Acaso no ves como estás vestida? —le cuestionó cruzándose de brazos

— Estoy vestida como una novia que irá al altar ¿no?

— ¡¿Una novia?! —solo escuchar esa frase le había escandalizado— ¡claro que no vas a casarte!

— ¡¿Qué?! ¡Pero Tōjuro...!

"¡¿Tōjuro?! ¡¿Ese búho?!"

El hombre no podía dar crédito a lo que sus ojos veían, por fin le había reconocido al tipo que iba bien alegre llevándose a su hermanita ¿cómo podía ser tan cara dura? ¡Él no había dado su aprobación! Debía reconocer que si tenía el porte de un buen partidario, sin embargo una sonrisita brillante no iba a ser suficiente para convencerle ¡no, señor!

— ¡Tú...! —soltó señalándole— ¡¿cómo te atreves a decir que vas a casarte con mi pequeño guisante?!

— Me gane el derecho de ser reconocido por usted, le prometí que daría lo mejor de mi para alcanzar el corazón de Ririka —respondió con una voz más madura y fuerte— a partir de hoy será mi esposa

— ¿Tu esposa? —inquirió Kazuyoshi sarcástico— ¡en tus sueños búho brillante! ¡Primero te apago las luces!

— ¡Kazu-nii! —le detuvo Ririka molesta— ¡¡no importa lo que digas voy a casarme con Tōjuro porque es el amor de mi vida!!

— ¿A...Amor de tu vida? —repitió muy pálido— no, no jajaja...

¡No, esto tiene que ser una jodida pesadilla!

El hecho de volver a abrir sus ojos y encontrarse en la comodidad de su habitación le hizo soltar un gran suspiro de alivio y agradecerle en silencio a todos los dioses que había escuchado mencionar por allí de que todo eso solo hubiera sido una tonta pesadilla, quizás producto de todas las chorradas de palabras que el mocoso con complejo de búho había soltado el día anterior

— A partir de hoy prometo cuidar más el mundo, amén —susurró Kazuyoshi serio

Un ligero golpeteo en su puerta captó su atención y enseguida dio la aprobación para que pudiera pasar. Lo primero que vieron sus ojos fue la mirada apenada de Ririka y la verdad es que verle ahora y recordar su sueño le producía una sensación de escalofrío que llegó a pensar que podría estar resfriado

— Buenos días, Kazu-nii..-

— Por favor, dime que no vienes a decir que vas a casarte... —soltó el hombre con miedo

— ¿Qué? ¿Acaso bebiste anoche? —inquirió la menor visiblemente confundida— oh, cierto que aún no tomas

— ¿Entonces no es nada de eso?

— Por supuesto que no —negó Ririka enseguida y Kazuyoshi pudo respirar tranquilo, mientras su alma volvía a su cuerpo

— Bien, gracias Buda... —susurró juntando sus manos

"¿Qué le pasa hoy...?"

La peliverde no podía dar crédito a las cosas que andaba diciendo su hermano mayor ¿acaso el golpe que se dio el día anterior al desmayarse le afectó tanto? ¿Ahora sería un tonto y llevaría la empresa a la quiebra? ¿O diría que tiene amigos imaginarios y puede ver el futuro? Ya era el turno de Ririka para preocuparse, mientras que Kazuyoshi ya había encontrado su paz mental

— Kazu-nii —le llamó Ririka de nuevo

— ¿Si, guisante?

— ¿No quieres ir al doctor? —le cuestionó

— ¿Hah? Claro que no, si estoy perfectamente bien

"Perfectamente loco"

No podía detenerse a darle vueltas a sus sospechas, por lo que dijo que ya debía bajar a desayunar para luego retirarse. Tamaki ya estaba en el comedor sirviendo el desayuno con una sonrisa y eso a la peliverde le tranquilizó bastante, ya que el bienestar de ella era el de toda la casa, así que divertida se acercó para abrazarle por la espalda

La mujer correspondió al abrazo y acomodó algunos mechones rebeldes de su pequeña con cariño, mientras Ririka le sonreía en respuesta. Finalmente cinco minutos más tarde Kazuyoshi se hizo presente en el lugar y tomó asiento en la mesa junto a las dos mujeres e incluso les regaló una sonrisa despampanante

— Kazuyoshi-san ¿se siente bien? —inquirió Tamaki preocupada

— Creo que el golpe de verdad le afectó —acotó Ririka algo pálida

— ¿Pero qué dicen? Por supuesto que estoy bien —aseguró Kazuyoshi probando el café— ¡hum, delicioso!

— Me alegra que sea de su agrado, Kazuyoshi-san

— ¿Saben? Mirándoles ahora a ambas, me hace pensar que la realidad es mucho mejor a los sueños

"Por no decir pesadillas"

— Ehm... —definitivamente ese día su hermano estaba actuando más raro de lo normal

— Cierto Ririka —le llamó antes de sacar algo de su bolsillo y depositarlo en la mesa— tu celular se dañó, por eso te estoy dando uno nuevo —añadió

— Entiendo... —la verdad le apenaba haber perdido todo

— Descuida, Kizuka se aseguró de que recuperaran la información y ya reside todo en el celular—le tranquilizó el mayor con una sonrisa comprensiva

— ¡¿De verdad?! —inquirió muy feliz— ¡muchas gracias, Kazu-nii!

— Es obvio que soy el mejor hermano mayor ¿cierto?

— Hum... —Ririka hizo ademán de pensar— eres un buen hermano mayor, a pesar de ser sobreprotector —reconoció divertida— pero así te quiero

Kazuyoshi dibujó una suave sonrisa en su rostro antes de dejarse abrazar por la menor e incluso tomó el celular de ella y se tomó una fotografía serio, según él para que cualquiera que viera esa foto supiera que no estaba sola. Ririka solo rió por ello antes de dar las gracias para ya marcharse a la academia

— Ririka

— ¿Si, Kazu-nii? —inquirió la peliverde recogiéndose el cabello en una coleta alta

— No importa lo que te diga un chico, no confíes tan rápido en sus palabras —soltó serio— recuerda que siempre tienen que probar que te merecen

— Eh, ok... —susurró confundida, sin embargo sino se apresuraba llegaría tarde— por cierto Kazu-nii

— ¿Qué sucede?

— Lo siento, por como te respondí ese día —respondió Ririka con una sonrisa triste— prometo también cuidar mis palabras

Con eso la menor se marchó a paso rápido y Kazuyoshi pudo sentirse más tranquilo, ya que sin importar lo que sucedería ellos siempre serían hermanos. Ririka era una chica que siempre se había caracterizado por cuidar a sus personas más queridas, así que para ella el solo discutir era grave y preocupante

"Tonto guisante"

Ririka no podía creer que todo el camino estuviera cubierto de pétalos de cerezos, sin embargo parecía un interesante camino de flores, mismas que eran movidas por la suave brisa de la primavera. Al llegar a un cruce se topó con Toko y los demás, entre ellos incluido Tōjuro, quien le saludó con una gran sonrisa

Era extraño aquello, pues lo normal sería que él se le acercara casi que invadiendo su espacio personal, sin embargo ahora le sentía más calmado y como si estuviera constantemente en algo que ella aún desconocía. Bueno ella no era nadie para pedir más atención por su parte, pero le extrañaba un poco

— Por cierto, Ririka-chan —le habló Toko en voz baja— ¿ya sabes que vas a darle? —le cuestionó

— ¿Qué cosa? —le devolvió la peliverde visiblemente confundida

— ¿Eh? ¿Acaso no lo sabes? —la cara de la pelinegra era de completa sorpresa

— No, no entiendo de que hablas

— Oh, cielos... —suspiró Toko caminando más lento y Ririka imitó su acción hasta que se alejaron un poco del grupo ya que Tōjuro y Sumihiko encabezaban la marcha. Parecían estar distraídos hablando sobre algún deporte— pronto será diez de mayo

— Claro, no estoy perdida de fecha Toko —negó Ririka con una suave sonrisa

— ¡Que no! —se quejó la mayor— ese día es el cumpleaños de Tōjuro —le confesó finalmente en su oído

— ¡¿Qué?! —exclamó la peliverde en voz alta ganándose la atención de todo el grupo— ehm, no... ¡nada! —negó escondiéndose detrás de Toko

— ¡¿Qué ven ustedes, eh?! —les retó Toko cruzándose de brazos y poniendo su mejor cara de enojada— no hay nada aquí que les incumba en una charla de chicas

Al parecer Toko se había ganado el respeto de todos ellos, pues no tardaron en asentir y mirar hacia adelante como si nada hubiera pasado. Para Ririka eso era increíble aunque no pasó mucho para que su amiga se acercara a Kanata y le dijera "¡Obvio que tú si puedes estar, Kanata!" Bueno probablemente eso significaba estar enamorada de una persona y querer compartir todo con ella

"Amor... ¿Eh?"

Inconscientemente su mirada se dirigió a Tōjuro hasta detenerse en su mano, claramente podía recordar todas las veces en que él le había sostenido con aquella cálidez y alegría tan genuina de si. Al caer en cuenta en sus pensamientos rápidamente movió la cabeza de un lado a otro para alejar aquellas ideas antes de que comenzara a sonrojarse

Cada vez que se detenía a pensar en él todo a su alrededor parecía detenerse, sin embargo solo era así para ella, ya que el tiempo no espera a nadie y mientras Ririka estaba en su burbuja de sentimientos todo fluía más rápido y con fuerza. Incluso ahora estaba perdida viendo hacia el cielo y corriendo peligro de que una de sus salchichas de su obento se cayera al suelo

— ¿Hola? ¡Tōjuro llamando a Ririka! —soltó una voz femenina a su lado

— ¡¿Si?! —exclamó la peliverde solo para ver que estaba en la terraza de su academia en compañía de Shinobu y Kanae

— Ara, ara —rió Kanae divertida— Riri-chan ha estado muy distraída hoy, me preguntó ¿a quién se deberá?

— Vamos Nee-san —negó Shinobu seria— es claro que es por ese chico, Tōjuro

— Hum...

— Es obvio, no tienes que esconderlo —le recordó la pelimorada— acabas de responder a mi llamado con solo decir su nombre, Ririka

— Realmente esta primavera ha sido interesante ¿no, Shinobu?

— ¿Tu crees? —la mencionada no parecía estar para nada de acuerdo

— Si, es tal y como aquella adivina nos dijo

— ¿Adivina? —inquirió Ririka confundida

— Nee-san no vas a decirme que si crees en eso —suspiró Shinobu

— Es que cuando fui a una panadería hace unas semanas, vi que habían abierto una tienda muy curiosa —le explicó Kanae— entré a ver y conocí a una mujer muy hermosa y de cabellos rojos, por pura curiosidad quise saber si habría algo bueno en la primavera de este año

— Oh...

— No le crees, Ririka

— Bueno ella dijo que a mis personas más queridas les esperaba conocer la magia del primer amor —soltó la mayor sonrojada— y bueno si pienso en Riri-chan y Tōjuro-kun, creo que tiene razón.

— ¿Eh? ¡Pero, no somos nada de eso! —se apresuró en negar mientras Kanae y Shinobu le daban una cara de "no mientas, pierdes el tiempo"

— Ara, ara

— Hum, por cierto Shinobu... —le llamó Ririka intentando calmar el calor de sus mejillas— ¿cuándo compraste esa sombrilla? —inquirió

— ¿Eh? Ah, eso...

— ¡Un chico se la dio! —soltó Kanae

— ¡No es un chico, es un niño!

— ¿Si...?

— No es lo que piensas, es solo que el día en que fui a dejarte las tareas comenzó a llover y por suerte un niño me prestó su sombrilla ¡es todo!

— Ya veo, que bueno —Ririka no tenía corazón para molestar a Shinobu que ya estaba más que apenada— debió tratarse de un niño muy amable —añadió mientras apreciaba el patrón azulado

— ¿Será que él es la primavera de Shinobu? —rió Kanae

— ¡No digas cosas que dan miedo, Nee-san!

La peliverde no pudo evitar reírse ante las palabras de Kanae y es que en compañía de ambas también podía sonreír y pasarla bien, pero ahora su mayor preocupación era que podía regalarle a Tōjuro... incluso estaba apenada por no haber estado enterada de una fecha tan importante ¿podía llamarse siquiera su amiga?

Como si alguien le hubiera escuchado su preocupación, su teléfono comenzó a vibrar y como aún seguían en receso se permitió tomar la llamada. Ejerciendo una reverencia se levantó para alejarse un poco y responder, además no tenía ni idea de quien podría tratarse ya que el contacto estaba agendado como "Babosa Ninja"

"¿Quién rayos sería?"

— ¿Hola? —habló insegura

— ¡Oya, oya, Ririka! —respondió una voz masculina desde el otro lado de la línea

— ¿Ehm, Uzui-san...?

— ¡El mismo hombre deslumbrante y extravagante

— Ya veo... —susurró Ririka evidentemente confundía, ya que ¿por qué le aparecía como "Babosa ninja"? La respuesta vino rápido a ella— Kazu-ni...

— ¿Qué dijiste? —inquirió Tenma

— No, nada —negó enseguida— me alegra ver que estés bien Uzui-san ¿necesitas algo?

— Nada en especial, solo quería ser tu primera llamada —confesó el hombre riéndose— he escuchado que recibir una llamada de un hombre apuesto atrae buena suerte

"Si, pero tu eres una babosa ninja ahora"

— Entiendo, gracias —la verdad no estaba con ánimos de ponerse a hablar de ello

— ¿Qué sucede Ririka? ¿Ha pasado algo?

— ¿Por qué lo dices?

— Tu tono de voz y forma de actuar

— ¿Tanto me conoces?

— ¿Yo? ¡Puff, por favor! —soltó Uzui— no se trata solo de conocerte, sino que reconozco a la perfección los comportamientos de la mayoría de mujeres

"Ahora entiendo porque es una babosa"

— Bueno, dime que sucede

— Hum, es que me acabo de enterar hoy que en cuatro días es el cumpleaños de Tōjuro —confesó— no tengo idea de que debería darle y con tan poco tiempo

— Oh, entiendo —la voz de Tenma sonaba más seria— por lo que sé te gusta hacer cosas a mano y con cuatro días tal vez no sea suficiente, pero en tal caso... ¡ya sé! La salida que les tenía pendiente de ir a la piscina, pues ¿sabes qué? Les llevaré al nuevo resort

— ¡¿En serio?! —Ririka no pudo estar más segura de que ese lugar sería perfecto

— ¡En serio! —le confirmó— ya me agradecerás luego con un beso —bromeó— ah y no olvides invitar a tus lindas amigas ¡nos vemos!

La peliverde no pudo decir nada más porque Tenma ya había colgado, pero al menos ahora estaba solucionado y ella podría pensar en algo para la ocasión. Soltando un gran suspiro de alivio regresó hacia donde estaban sentadas sus amigas y se dejó caer en la manta con diseño de flores, sin embargo el solo recordar el apodo con el que estaba agendado el hombre le despertó una gran curiosidad

Ririka sabía que su hermano mayor no era tan simple en apodos y menos en alguien tan extravagante como Uzui Tenma, así que googleo solo para toparse con una especie animal llamada "babosa ninja de Borneo" y la información decía lo siguiente:

"Alardeando de una cola tres veces más larga que su cabeza, esta nueva especie de babosa de cola larga fue descubierta en las montañas de Malasia, en la zona de Borneo. Esta babosa lanza a su pareja «dardos de amor» compuestos por carbonato de calcio y hormonas, de ahí su nombre, la babosa «ninja». Los científicos creen que este comportamiento parecido al de Cupido puede hacer que incremente su éxito reproductivo"

— Kazu-nii eres cruel —pensó la peliverde antes de leer lo siguiente y en lo cual tuvo que esforzarse para no reírse— y encima es una de las especies más "extravagantes" del mundo...

— ¿Qué sucede Riri-chan? —inquirió Kanae al verla cabizbaja

— No, nada... —negó pues no podría decirles el como su hermano mayor identificaba a sus amistades como animales— por cierto ¿están libres el diez de mayo?

Tal parece que había sido su día de suerte o quizás era porque se había olvidado de la semana de vacaciones de primavera, pero al menos contaba con que sus dos amigas irían, ya luego les enviaría los detalles. A la salida de clases Shinobu y Kanae le hicieron el favor de llevarle hasta el parque cercano para que pudiera evadir a los molestos curiosos de la prensa

— Gracias chicas

— No es nada, Riri-chan

— Nos vemos mañana, Ririka

— ¡Si, nos vemos!

Estaba tan contenta, hace unos meses pensaba que no iba a poder lidiar con toda esa situación, pero ahora se sentía más fuerte y decidida a enfrentar todo los problemas que se le pusieran en frente. En parte todo eso era gracias a Tōjuro y su cálida presencia, pero ahora esa sola sonrisa le causaba tantas cosas a su corazón que temía

— ¡Ririka! —exclamó una voz masculina a su lado

— ¡¿Ah?! —gritó la peliverde alejándose— ¡¿Tōjuro?!

— ¡Umu!

— ¿Qué haces aquí...?

— Iba de regreso a casa, pero me topé con Giichi y estuvimos hablando —le explicó

— Ya veo ¿cómo está?

— Muy bien, aunque dice que extraña a su papá

— ¿Trabajo?

— Algo así, al parecer tiene que viajar

— Ya veo, debe ser difícil —podía comprenderle un poco ya que ella pasaba por una situación similar con su hermano mayor

— Si, ¿vas camino a casa?

— Por supuesto

— ¿Puedo acompañarte?

— Claro, no hay problema —así podría pasar un poco más de tiempo con él

Tōjuro siempre tenía un tema de conversación y esta vez se enfocó en su entrenamiento en conjunto con Senjuro. Algunos compañeros de su club habían ido al Dojo de su familia a ver una demostración de su padre y habían quedado encantados, así como ella con su sonrisa, ya que notaba como su amigo guardaba mucha admiración a su progenitor

— Hum, Ririka

— ¿Si?

— Yo últimamente he estado pensando en muchas cosas —confesó Tōjuro ganándose la atención de la joven— normalmente me gusta mantenerme enfocado en mi presente, pero ahora quiero ver hacia el futuro y crecer rápido

— ¿Por qué quieres crecer? —Ririka había caído en cuenta de que ella nunca se había detenido a pensar en su futuro, ya que se había resignado a permanecer atada a su familia

— Porque hay un sentimiento que quiero proteger —declaró volcando su dorada mirada en los verdes de ella— ahora es pequeño y frágil, pero quiero que un día sea una flama capaz de también brindarle cálidez y seguridad. Deseo poder ser un hombre digno de confianza

— Tōjuro...

Ella no sabía a que se refería con aquellas palabras, sin embargo la decisión que brillaban en aquellos fuertes ojos le hacía temblar por completo, mientras su corazón zumbaba desbocado en sus oídos. Ririka deseaba más que tomar su mano y sentir su cálidez, más que pasar más tiempo con él, lo que verdaderamente quería ella es ser esa persona especial para Tōjuro

— No me rendiré —prometió el joven sonriéndole— un día seguramente va a mirarme y estoy seguro que confiara en la persona que quiero llegar a ser —añadió tomando la mano de Ririka con cariño entre las suyas, entrelazándolas— ¡umu, vamos!

Definitivamente había algo malo con ella al estar demasiado feliz de por fin sentir su pequeña mano entrelazada con la de él que era más grande y fuerte. Era fácil percibir su aroma a sol y apreciar su sonrisa, Tōjuro le había enseñado y ayudado tanto que ahora se preguntaba de nuevo si sería capaz de algún día retribuirle algo, pero por ahora eso era suficiente

"Su compañía lo es todo"

El tener una persona importante para ti es un hecho muy valioso, pero para Shinobu eso era diferente, pues sus amigas eran sus personas más preciadas y ambas ya estaban en ese camino en que sus miradas brillaban por otra persona, ya sus sonrisas y corazones probablemente tenían dueño y en cambio ella ¿qué tenía? Tal vez solo esa pequeña sombrilla

— Estoy segura que aquí debe ser... —susurró en el mismo lugar de hace dos días— tranquila, solo has venido a devolverle su sombrilla y agradecerle

La pelimorada soltó un largo suspiro al no ver a alguien pasar por el lugar, quizás él no iría por el mismo camino todos los días, sin embargo a los pocos minutos pudo escuchar los pasos de alguien acercándose y cuando Shinobu alzó su mirada del suelo se topó con unos ojos azules profundo que también le miraban

"¡Es él!"

— Tú eres —susurró el menor acercándose— la señorita del otro día

— Si, así es —le confirmó un poco tímida— soy Shinobu y estudio en la academia Sekirei —se presentó con una corta reverencia— vine aquí porque quería devolverte tu sombrilla y agradecerte

— ¡Cierto! Muchas gracias por traérmela —respondió brindándole una sonrisa— soy Tomioka Giichi y estudio en la primaria cercana

— Entonces Giichi-kun...

— ¡Giichi está bien, Shinobu-san!

— Hum no puedo ser tan confiada en el primer encuentro...

— ¿En serio? Pero si ya te he prestado mi sombrilla y has venido aquí a devolvérmela —respondió Giichi— así que ya somos amigos o ¿sería algo así como el amigo que te salva de la lluvia?

"¡Es muy directo!"

Shinobu tenía un gran dilema, pues el menor ante ella si bien era amable también demasiado directo y acertado en las cosas que decía y normalmente no le gustaba que un niño le ganara en un argumento, pero en ese entonces ella no sabía que la presencia de esos ojos azules se volvería cotidiana en su vida

Odiaba la rutina que seguía todos los días e incluso ya sus problemas cotidianos no le parecían para nada molestos ¿acaso su mayordomo no podía hacer sus deberes más emocionantes? Pero si veía el lado bueno de las cosas, finalmente aquella mujer arrugada de la familia Yamamotoyama le vería, pues Rikuto ya había sido reconocido como heredero de su padre al entregarle la reliquia familiar

En un primer momento todo eso le pareció anticuado, sin embargo si quería que esa mujer cumpliera su parte del trato, debía hacer que sus padres le consideraran listo para el puesto y le entregaran el regalo que hace más de cien años la familia Yamamotoyama les había obsequiado y aunque esperaba algo como Oro, debía reconocer que se había decepcionado al descubrir que se trataba de solo un par de tijeras horribles

"Mal gusto han tenido ¿no?"

— Bueno, la reliquia me importa muy poco —pensó para si mismo en la sala de espera— mientras esa mujer me conceda la mano de Ririka, le daré todo lo que desee

Una sonrisa de superioridad se dibujó en sus labios al ver que había ganado, pues ya nada ni nadie sería capaz de separarle de la hermosa señorita de la familia Yamamotoyama, ni siquiera su estúpido hermano mayor. Lastima que su sonrisa se borrara cuando vio aparecer a la cabeza de aquella familia, acompañada de su peor enemigo, Yamamotoyama Toshiro




¡Hola a todas y todos! Me disculpo por la demora en subir capítulo, pero tuve un pequeño bloqueo así que hasta eso seguía corrigiendo la primera parte, muchas gracias a todas las personitas que la están leyendo y espero disfruten de este capítulo que tiene de todo un poco, siendo el personaje más icónico Kazuyoshi ¡todo un maestro de apodos! Y por otro lado tenemos al más lindo de todos, ¡Rengoku Tōjuro! Ay, Ririka ya date cuenta...

Att: Andysakurai15 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top