Capítulo 13 Lienzos y Pinceles ꪜ

Aquella mañana llovía tenuemente. Ririka se encontraba tan concentrada viendo como las pequeñas gotas de agua caían sobre las flores de su jardín hasta perderse entre sus hojas para más tarde formar pequeños rocíos similares a un diminuto diamante. Algunos días habían pasado desde su breve encuentro con Tōjuro siendo ahora que se encontraba esperando tranquilamente a su hermano mayor

— ¿Aún no llega? —se cuestionó a si misma en voz baja al observar su propio reflejo por la ventana

Su largo cabello verde se encontraba recogido con un mono alto dejando caer algunos mechones que enmarcaban su rostro, así mismo el kimono elegante que debía usar al ser una ocasión especial para su hermano, y es que a pesar de las tristes noticias, Kazuyoshi había regresado con una muy buena

En su último día de viaje su hermano recibió la confirmación para una colaboración con un artista famoso llamado "Yamamoto Yushiro", lo cual le resultaba irónico a Ririka pues ellos usaban el mismo apellido para pasar desapercibidos, aunque para ella resultaba más fácil no resaltar a diferencia de Kazuyoshi que ya era reconocido por los medios y la prensa

— ¡Ririsante! ¡He llegado! —exclamó Kazuyoshi vistiendo ropa formal y de un joven empresario

— Bienvenido, espera...

"¿Ririsante...?"

— Kazu-nii... ¿qué significa ese apodo? —inquirió la joven con el ceño fruncido

— Hum, déjame explicar el origen de este gran "apodo" querida hermana —habló Kazuyoshi fingiendo orgullo— si unes las dos sílabas "Riri" y "sante" que vienen de el nombre Ririka y la palabra guisante tenemos... ¡Ririsante!

— Oh, que gran descubrimiento... —en realidad Ririka deseaba tomar su corbata y ahorcarlo

— No pareces muy convencida con mi invento... —negó el joven ofendido— entonces ¿prefieres "Rurisante"?

— Creo que cada vez suena más retorcido a mis oídos, Bakayoshi...

— ¿Bakayoshi?

— Si proviene de la palabra "Baka/tonto" y el "Yoshi" de Kazuyoshi ¿cool verdad?

— Había olvidado que mi hermana es buena para devolver bromas —masculló el joven jalando levemente sus cachetes— cada día me sorprendes más

— ¿Es algo bueno o malo?

— Creo que es bueno, pero al mismo tiempo es difícil...

— ¿Difícil?

— Ririsante, no eres capaz de comprender el corazón de un hermano mayor

— Deja ese apodo, por favor

— Bien, bien —Kazuyoshi sabía que llevaba quizás las de perder— no quiero encontrar mi cama llena de guisantes de nuevo

— Te quejas de ello, si al final Tamaki me obligó a quitarlos y limpiar

— ¿Castigo divino? Tamaki es una diosa justa ¿no crees?

— Es cierto, me alegra que Tamaki sea así

— ¿Por qué?

— Porque nos enseña a ser correctos y no a escudarnos con lo que nacimos, al fin y al cabo somos humanos

— ¿Has estado leyendo libros de filosofía?

— ¡Kazu-nii!

— Perdone Ririsante, pero debemos irnos

Kazuyoshi entre pequeñas bromas condujo a Ririka hacia un auto que les esperaba afuera, esta vez Kizuka no estaba con ellos, al parecer tenia día libre, por lo que su hermano tuvo que recurrir a otra persona, sin embargo la joven no comprendía de que iba esta "colaboración" entre una casa de té y un artista

— Kazu-nii ¿por qué colaboras con un artista?

— ¿Te parece muy poco?

— No, pero quiero saber que es lo que piensa y desea hacer mi hermano, siempre tienes buenas ideas que no puedo evitar querer saberlas

— Pues... como bien sabes nuestra familia tiene como legado una casa de té que ha ido creciendo a través de los años, para muchas personas es algo muy sencillo, pero para aquellos que conservan ciertas costumbres y tradiciones saben apreciar un buen té

— Hoy en día la tecnología está en todo su auge, por eso las costumbres se van perdiendo

— Siendo así quería traer un sentimiento a la mente de nuestros consumidores

— ¿Un sentimiento?

— Nostalgia

— No comprendo del todo...

— Imagina esto, un suave té de flores de cerezo junto a un antiguo estudio de pintura, viejos bocetos, pinceles y el ligero aroma a pintura que inunda tus fosas nasales, mientras te dejas llevar por tu imaginación y el sabor de pétalo de cerezo que se derrite en tu boca

— Hablamos de un escenario ya antiguo

— ¡Correcto! Por eso deseaba colaborar con Yushiro-san, él ganó reconocimiento al pintar a una mujer bajo el nombre de "Tamayo" únicamente la pinta a ella, pero la belleza y delicadeza que transmite la mujer y sus obras creo que van perfectos para nuestra casa de té

— Ya veo, ciertamente es una estrategia muy buena, siendo un artista del momento que utiliza un estilo antiguo y es popular entre jóvenes y adolescentes... si unes eso a nuestros productos, personas mayores y de tercera edad estarán interesados

— Definitivamente eres mi hermana, muy lista

— Dices usar la nostalgia como un sentimiento, pero también usas el encanto del artista y su obra actualmente conocida entre los jóvenes, en realidad estas matando dos pájaros de un tiro

— No creo que sea malo, a los adultos les damos ese sentimiento y a los jóvenes más conocimiento, no solo tenemos público adulto, depende de los gustos y preferencias de cada persona

— A pesar de que solo tienes diecisiete años, Kazu-nii ya hablas como todo un adulto

— Podré hablar como uno, pero ¿lo soy? Considero que aún tengo un largo camino si deseo ser tan bueno como nuestros padres

— Cuando te escucho hablar así, siento en mi corazón que lograrás serlo

Hermanos, aunque tuvieran pequeñas peleas y bromas al final ambos habían logrado desde niños confiar en el otro para lograr una armonía que se transformaría en un gran apoyo. Kazuyoshi y Ririka solo deseaban el bienestar y la felicidad del otro siguiendo las enseñanzas y pasos de su difuntos padres

Yamamoto Yushiro vive en uno de los mejores edificios de Tokio gracias a su gran fama en los últimos años con sus obras, sin embargo no es una persona muy abierta al público, por lo que siempre carga un rifle de caza con él por si alguien deseaba entrevistarlo sin previo aviso, solo es él en su estudio rodeado de sus pinturas y un gato

— Siento que esta persona guarda una gran tristeza —susurró Ririka al contemplar una foto del artista mientras daba una entrevista— como si esperara algo

— ¿Es así? Hay rumores de que la mujer que él pinta fue un viejo amor, los fans se han vuelto locos buscando a alguien similar, sin embargo no han encontrado nada

— ¿La buscan? Se supone que él creó a la mujer que pinta ¿no?

— Exacto, pero ¿cómo saber si es la verdad o tan solo la mitad de una?

— Creo que entiendo ahora el porque lleva un rifle con él...

— Kazuyoshi-sama, lamento interrumpirle pero hemos llegado

— Gracias, pero mi hermana también esta aquí

"Otra vez"

Ririka observó la expresión seca y fría en los ojos verdes de su hermano, para ella no era una sorpresa que incluso las personas que trabajan para su familia le ignoraran, sin embargo su hermano nunca había dejado de defenderla cada vez que uno de estos momentos ocurrían, pero para ella ya era algo que ni valía la pena gastarse

— Kazu-nii, está bien...

— No, no lo está —le cortó Kazuyoshi serio— eres mi hermana menor, la hija del anterior líder de los Yamamotoyama, no eres cualquier persona y mereces respeto

— Perdone, por favor Kazuyoshi-sama —habló el hombre visiblemente nervioso— es solo que la señorita no cuenta con un estatus y no se me ha dado instrucciones sobre ella...

— Incluso si no fuera mi hermana, sino un desconocido o un socio... actuarías con respeto, ¿sabes por qué? Porque eso te lo enseñaron desde tu entrenamiento y primer día de trabajo, además es tener "educación"

— E...Eso...

— Detente hermano, no puedes perder el tiempo así

— Tienes razón, no puedo perder el tiempo con personas que no tienen ni un ápice de modales, así que vuelve y recoge tus cosas

— ¡No, por favor! ¡Se lo ruego! —chilló el hombre de rodillas

— Ya lo debes saber, cuando tomo una decisión es muy difícil que llegue a cambiar de opinión

Kazuyoshi no esperó nada más y comenzó a caminar hacia el edificio llevándose consigo a Ririka quien miraba con pesar a aquel hombre, no es como si deseara que otros tuvieran problemas por su culpa, ya que al final todo era por su abuela.

— Kazu-nii, no puedes despedir así a esa persona

— Ririka...

— No es su culpa, sabes muy bien quien esta detrás de todo esto ¿por qué otros deben pagar por sus errores? Te agradezco que me defiendas, pero... yo no quiero ser la piedra de nadie —declaró Ririka seria y sin un ápice de duda en su mirada

— Eres demasiado inocente... —negó Kazuyoshi en voz baja— esta bien, esa persona si bien fue despedida de la mansión principal, será llevado con una carta de recomendación a otra empresa bajo la tutela de Kizuka, y con el regaño de hoy estoy seguro que le servirá de lección

— Eso es bueno... —suspiró Ririka visiblemente aliviada

— Descuida Ririsante, nunca tomaré una decisión que te lastime a ti u otros

— Asegúrate de cumplirlo sino quieres más guisantes en tu cama

— ¡Lo juro por mi honor!

— No es un guión de película...

Definitivamente las bromas y ocurrencias formaban parte de la convivencia de estos hermanos. Ambos tomaron el ascensor que les llevaría al decimosexto piso donde residía el famoso pintor, siendo el único en vivir en ese piso. Tocaron el timbre y minutos después un hombre con vestimenta semi-formal y ojos algo violáceos se hizo presente

El interior había sido cubierto por cortinas negras y alumbrado por luz artificial, sin embargo tal ambiente no les desagradaba a ambos, sin embargo cuando estaban dispuestos a saludar el hombre sacó un rifle de caza y no dudó en apuntarles ni un segundo

— ¿Qué es lo que quieren mocosos insolentes? ¡No recibo a nadie! —soltó el hombre evidentemente molesto

Aquella mirada de furia estaba sobre su hermano mayor, quien por instinto había colocado a Ririka detrás de él para alejarla del peligro, sin embargo ella pudo notar un atisbo de duda en el hombre al ver como su mirada cambió por unos instantes

— Tú... ¿quién eres?

— Buenas tardes, soy Yamamotoyama Kazuyoshi, hace unos días hablé con usted para acordar una colaboración con nuestra compañía

— Yamamotoyama... así que eres tu —Ririka finalmente pudo respirar al ver como el hombre bajaba el rifle

— Si, hoy quedamos en reunirnos para discutir al respecto y... vine en compañía de mi hermana menor, Yamamotoyama Ririka

Al ver que su hermano le había introducido, Ririka tomó una bocanada de aire para luego salir detrás de su hermano y realizar una reverencia respetando el protocolo y la etiqueta al usar un kimono. Los ojos violáceos la observaron fijamente sin expresar ninguna emoción

— Con que Ririka ¿eh?

— ¿Disculpe? —inquirió la joven al sentir cierta cercanía con el hombre

— Yamamoto Yushiro, un gusto

Luego de las presentaciones ambos pudieron entrar y sentarse, sin embargo casi todo el lugar estaba rodeado de lienzos y el permanente olor a pintura. Yushiro desapareció unos minutos para luego volver con unos aperitivos y finalmente dejar a Ririka en el lugar mientras Kazuyoshi y él se retiraban a discutir el acuerdo

— Ten cuidado de no tocar nada —fue lo que Yushiro le dijo antes de irse

"Tan solo"

Ririka sintió eso desde que vio su foto hasta finalmente estar en su estudio, era un gran artista y que decir de sus obras, todas bajo el nombre de "Tamayo" era tan buena su técnica que casi parecía una fotografía. ¿Cómo ese hombre podía capturar o crear una mujer tan bella?

Desde los detalles del cabello, los ojos, su sonrisa, postura y fondo. Todo era tan equilibrado y perfecto, sin embargo al final solo era una pintura pues la mujer que residía en los lienzos, según el mismo artista no existía

— Si hubieran fotografías, sin embargo solo hay pinturas —pensó Ririka al observar a su alrededor— una mujer que no puede ser capturada por una cámara, pero si por un pincel

"Solo una fantasía"

— Cuesta creer eso... —susurró Ririka al tocar levemente uno de los lienzos donde la mujer sonreía— no creo que solo pintes lo mismo una y otra vez por mero gusto, más bien es como si quisieras conservar un recuerdo...

Era extraño, a pesar de que la joven plasmada en el lienzo no existía, Ririka sentía su presencia tan real así como la tristeza de Yushiro, aunque no los conoce... un sentimiento de pena y culpa oprimía fuertemente su pecho, más un leve rose en sus sandalias le hizo salir de esos pensamientos

— ¿Qué? ¿Un gato? —efectivamente un gatito tricolor se paseaba a su alrededor— hola pequeño ¿cómo te llamas?

"Pregunta estupida"

El gatito soltó un maullido tan tierno que Ririka sin dudarlo ni un momento lo tomó entre sus brazos para observarle más de cerca y propinarle unas cuantas caricias que el animalito aceptó con gusto y comenzó a ronronear levemente logrando que la joven de ojos verdes se encariñara rápidamente

— ¡Que lindo...!

— ¿Qué haces? —cuestionó una voz fría a sus espaldas

— Oh, Yushiro-san ¿y mi hermano?

— Salió un momento a tomar una llamada, dejando eso... ¿qué tienes en tus brazos? —inquirió Yushiro al verla de espaldas

— Oh, es este gatito —respondió Ririka girandose rápidamente para enseñarle

— Chachamaru... —susurró Yushiro sorprendido

— ¿Sucede algo?

— No es de tu incumbencia

"Que seco"

— Así que este pequeño se llama "Chachamaru"

— Pequeña, y ¿cuál es el problema?

— ¡Es hembra! ¡Lo siento!

— No, pero...

— Tiene un nombre tierno... pero también divertido ¿verdad?

— ¿Por qué me hablas? Eres ruidosa

— Es porque usted está aquí, pero no parece ser muy bueno tratando con las personas —añadió Ririka al recordar el rifle de caza— aunque, no soy quien para hablar...

— No es tu problema

— Yushiro-san, la mujer que usted pinta es muy hermosa

— Si vas a preguntar quien es, no existe

— Lo sé, pero es un poco misterioso

— ¿Qué?

— A pesar de ser una imagen a base de pintura... es tan real, como si deseara plasmar un recuerdo en sus lienzos, temiendo olvidarlo...

Ririka se quedó fría al terminar de hablar, se había centrado tanto en la pintura que se dejó llevar y expresó su opinión al respecto. Se giró lista para disculparse y recibir un regaño, sin embargo Yushiro solo observaba el lienzo con una sonrisa llena de tristeza

— Lo siento, Yushiro-san... yo-

— Chachamaru no es muy abierto a los extraños, siempre se queda cerca de mi o se esconde, sin embargo hoy se acercó a una desconocida y se dejó cargar y acariciar por ella, debo confesar que me sorprendió un poco

— ¿Es así?

— Al parecer Chachamaru se deja llevar por las mocosas

— ¿Mocosa?

— Si, una mocosa ruidosa

— ...

— Me recuerdas a alguien que era igual que tu, pero hace mucho tiempo que ella se fue junto a los otros mientras yo me quedé...

Las palabras de Yushiro tenían un gran peso y trasfondo que Ririka no comprendía, para ella el artista hablaba sobre un grupo de amigos muy queridos para él que se habían marchado y seguido sus caminos, nada más allá de eso, cuando en realidad la situación era muy diferente y ya lejana

— Lamento que haya sido así, pero si son amigos en algún momento ¡van a volver a reunirse! —no dudaba de sus palabras, sin embargo para sonar más alegre y convincente había empleado la misma energía que Tōjuro

— El destino y el tiempo son todo un misterio —soltó Yushiro fastidiado mientras tomaba a Chachamaru de los brazos de Ririka— pero, un reencuentro no es tan malo...

— Lo siento, Yushiro-san ocurrió un problema y debo volver —habló Kazuyoshi visiblemente apenado

— Si tienes una agenda tan apretada no deberías venir —negó Yushiro sin darle importancia— no te preocupes, el acuerdo ya está cerrado

— ¡Gracias Yushiro-san! Debo admitir que quería conocerlo en persona y así mismo traer a mi hermana conmigo, fue toda una experiencia ser apuntado por un rifle

— No sé si lo dices como un cumplido o de manera sarcástica

— ¡Es un cumplido! No todos los artistas tienen tal estilo

Una vez el acuerdo ya estaba hecho, Kazuyoshi podía retirarse más tranquilo a continuar con los demás pendientes de su agenda, sin embargo no podía llevar a Ririka a casa sino dejarle cerca  de allí, más para la joven no era ningún problema el tener que caminar y tomar un tren para quedarse en la estación del centro que le llevaría a casa

— Un gusto conocerle hoy, Yushiro-san —se despidió Ririka mientras su hermano se adelantaba a llamar el ascensor

— Ririka

— ¿Si?

— Si en algún tienes una duda que no puedes resolver, puedes venir aquí... —le ofreció Yushiro con una expresión seria— como bien dijiste, quizás mis pinturas sirven para almacenar memorias que ya han sido olvidadas por otros

— ...

"Memorias que han sido olvidadas por otros" una frase que podía parece simple, sin embargo no se sentía de esa forma. Ririka si bien no era amante de las pinturas se prometió así misma visitarle en otra ocasión tal  vez con Tōjuro...

"¡¿Por qué pensé en él?!"

— Lo siento Ririka...

— ¿Eh? ¿qué?

— No puedo llevarte a casa...

— No te preocupes, ¡me hará bien caminar un rato!

"Aunque pasear con un kimono elegante..."

— Entonces, ve con cuidado Ririsante —le pidió Kazuyoshi con una expresión seria

— Que dejes eso, por favor...

— Jajaja, nos vemos en la cena

— Si, mucha suerte

El auto partió y Ririka emprendió camino hacia la estación para tomar el tren, por un parte era bueno ya que no estaba tan lleno y no se le dificultaría caminar con sus sandalias. Al llegar a la estación donde debía bajar un gran tumulto de personas se hicieron presentes, por lo que la joven tuvo que batallar un poco para poder bajar, más alguien cerca de ella terminó por caerse

"Por favor les pedimos ubicarse detrás de la franja amarilla"

Todas las personas comenzaron a desplazarse y tomar sus caminos, sin embargo nadie ayudaba al jovencito que se había caído y tirado algunas de sus cosas. Ririka soltó un suspiro y se acercó a ayudarle. Llevaba ropa casual y una gorra que ocultaba su cabello

— ¿Te encuentras bien? —inquirió Ririka mientras le pasaba una pequeña libreta con algunos lápices

"El siguiente tren arribará en 20 minutos"

El jovencito al sentir que le hablaban alzó su mirada apenado y la conectó con la mirada verde y preocupada de Ririka. La joven al poder contemplar su rostro se quedó fría al tener ante sí una persona tan parecida, siendo una diferencia que su miraba era más suave y gentil

"Ojos dorados con destellos rojos"

— ¿Tōjuro...? —soltó Ririka automaticamente causando sorpresa en el chico

— Señorita, ¿usted conoce a mi hermano mayor?

— Hermano mayor, entonces tu eres... ¿Senjuro-kun?

Y como el destino lo quiso otra persona se ha reunido, aunque quizás era un encuentro que sucedería tarde a temprano, solo que Ririka nunca esperaría conocerlo a solas y en una situación tan penosa como lo era en ese momento. El joven se quitó su gorra rebelando su corto cabello rubio con mechones rojos para luego observar con mucha curiosidad a la joven frente a el

— ¿Ririka-san?



Hello! Otro capítulo mis queridas lectoras (es) si leen esto deben saber que ya son... ¡dos encuentros más! ¡Tenemos a Yushiro y al pequeño Senjuro! Poco a poco todos se van reuniendo ;-; lo siento, pero hoy no tuvimos la querida presencia de Tōjuro, siendo más que nos concentramos en Yamamoto Yushiro y su gran obra "Tamayo" así como un poco más de la relación de estos hermanos y finalmente el momento de que Ririka y su cuñad- que diga Senjuro se conozcan ¿qué irá a suceder? ¡Descuiden que en el siguiente capítulo lo sabrán!

Att: Andysakurai15

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