Capítulo 10 Confío en ti ꪜ

Ririka recordaba haber visto una película con una escena bastante similar a la que ella estaba teniendo en su cena. Su hermano mayor y "amigo" sentados a su lado competían por quien tenia el mejor argumento mientras se tiraban prácticamente la comida en los platos. La joven de ojos verdes observo de reojo a Tamaki y aunque no pudiera observar su expresión, con solo ver sus labios apretados sabía que estaba molesta

— Ririka, he escuchado que te ha ido bien en la academia

— Es mi hermana, por supuesto que le iría bien, más bien me enteré que tuviste varias fallas en tu entrenamiento...

— Es común en los jóvenes cometer errores, pero Kazuyoshi-san tu siempre cometes errores cuando se trata de Ririka ¿verdad?

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Siendo ambos herederos desde jóvenes nos enseñan que debemos concentrarnos en en el negocio y la familia... no debería ser una debilidad para nosotros —añadió Rikuto mientras cortaba un pedazo de carne— no es por nada, pero Ririka también sabe que esto es muy cierto

— ¿Esos son los valores que te inculcó tu familia? —masculló Kazuyoshi molesto

Ambos jóvenes se observaban fijamente que incluso Tamaki negó con la cabeza al ver semejante escena y todo por la señorita. Ririka normalmente no intervendría pues era faltar a la etiqueta, pero tampoco dejaría que avergonzaran a su hermano y menos si ella era la causa.

— Rikuto, me temo que debo refutar lo que dices —soltó Ririka ganando la atención de ambos jóvenes

— Vaya, no esperaba que fueras a decir algo Ririka, pero quiero oírlo

— Es cierto que en la mayoría de familias suelen enseñar a los herederos que su prioridad es el negocio y no la familia, siempre estamos expuestos ante nuestros enemigos, por lo que nunca debemos ser una piedra para la cabeza de la familia

— Es correcto, tu profesora realmente te ha enseñado bien

— Que lastima, no tuve una profesora... —negó Ririka con una sonrisa falsa— quien me enseñó etiqueta fue mi madre y posteriormente Tamaki, en tal caso son ellas quienes merecen el mérito ¿no crees?

— ¡Vaya, eso es una sorpresa! —exclamó Rikuto observando a Tamaki— es raro ver que una mucama cuente con la etiqueta necesaria a no ser que seas...

— Es de mala educación ahondar en la vida de otra persona, Tamaki cuenta con los requisitos necesarios para cuidarnos, nuestros difuntos padres decidieron eso o acaso ¿piensas decir que su decisión no fue la correcta? Si es así estarías insultando a la familia Yamamotoyama...

— Hermano, conozco a Rikuto y dudo que sea tan tonto como para buscar ofender a la familia ¿verdad Rikuto? Pero volviendo al punto de antes, solo puedo decir que nuestros padres nos criaron a mi hermano y a mi como iguales

— Lo sé, pero eso era cuando ibas a ser heredera...

— Mis padres murieron sin decir nada al respecto, supongo que porque yo era joven para entender, pero incluso ahora no me afecta no heredar la posición

— ¡Ririka!

— Hermano, por favor... —le pidió la joven al ver a su hermano molesto— si somos realmente una familia ambos nos cuidaremos de no dar problemas al otro, es así como hemos funcionado siempre... pero lamentablemente en otras familias desde joven les enseñan a ser enemigos de todos

Rikuto sostuvo la mirada en alto sin dejar de observar a Ririka, la sonrisa de lado que decoraba su rostro poco a poco se iba borrando mientras los ojos verdes de la joven oscureciendo hasta el punto de ser fríos y distantes. Ella estaba defendiendo a su hermano mayor, mientras mandaba toda la etiqueta a la basura de una manera elegante y fría... simplemente le fascinaba verla

— Te criaron bien Ririka

— Ya mencioné quienes merecen el mérito

— Me gustaría felicitarlas...

— Me temo que eso ya no es posible, todos terminamos de cenar y más bien ya es un poco tarde

— Si me permite la palabra Kazuyoshi-sama, mañana debe madrugar para una reunión

— ¡Tienes razón, Tamaki! —soltó Kazuyoshi fingiendo sorpresa— me temo que no podremos seguir con la divertida charla Rikuto

Ririka intentaba reprimir la risa que amenazaba con escapársele, su hermano mayor debió estudiar también actuación pues poco le faltaba para "llorar" por la inminente partida de Rikuto mientras le pasaba sus pertenencias y lo guiaba a la puerta, la joven les siguió de cerca y con una reverencia corta se despidió del chico quien sin comprender bien la situación se marchó a su auto donde le esperaba su chofer

— Por fin la abeja regresó a su panal —masculló Kazuyoshi cansado— cada vez que aparece es un dolor en el trasero

— Hermano, no hables así —le cortó Ririka bastante divertida por la situación

— No sabía que a las abejas les gustaba los guisantes

— ¿Sigues con eso? ¡eres cruel! —se quejó Ririka mientras comenzaba a perseguirlo por la sala

— ¡Tamaki, el guisante se volvió salvaje!

— ¡No me digas guisante!

— ¡El guisante negando ser uno!

— Kazuyoshi, Ririka —les llamó Tamaki a lo que ambos guardaron silencio rápidamente— mañana ambos deben madrugar así que retírense a la cama

— ¿No era una mentira la reunión?

— ¿Yo alguna vez he mentido? —por el tono de su voz sabían que estaba molesta

— No...

— Buenas noches a ambos

Ririka y Kazuyoshi se despidieron para marchar escaleras arriba pues ni locos se atreverían a desobedecer a Tamaki. Ambos hermanos se dieron una mirada de que pequeña la "pelea de apodos" no había terminado.

— Buenas noches, pequeño guisante

— Buenas noches siscon —le soltó Ririka mientras le propinaba un pequeño golpe en las costillas

— ¡Auch! Andas usando el apodo que me dio ese idiota...

— No esperaba que Rikuto volviera...

— Sabes que no debes seguirte culpando por eso, ya son cinco años desde aquel incidente... no fue tu culpa Ririka

— Si no hubiera salido aquel día...

No, Ririka guardó silencio pues aquel encuentro de hace cinco años había sido su salvación. Aun si eso la volvía egoísta jamás desearía olvidar la alegría que ese chico le había dado a pesar de que las circunstancias les habían cambiado. Kazuyoshi no agregó más por su parte, por lo que le dio un corto abrazo a su hermana para luego cada quien ir a su habitación a descansar

Al cerrar la puerta y estar sola en su habitación la joven de ojos verdes se dejó caer al suelo mientras su largo cabello se deslizaba por sus hombros. Realmente en esos cincos años muchas cosas habían cambiado, entre ellas que su cabello que fue cortado volviera a crecer, más el recuerdo de aquel día no se borraría tan fácilmente

La mañana y el nuevo día se hicieron presentes. Tamaki parecía estar de mejor humor, por lo que ambos hermanos pudieron desayunar tranquilos y retirarse a sus debidas actividades. Al salir les esperaba Kizuka en su auto, aquel día Kazuyoshi deseaba ir a dejar a Ririka a su academia pues él debía viajar a otra provincia, siendo un corto viaje de tres días

— Te deseo suerte, Kazu-nii

— ¿Vas a extrañarme guisante?

— Por supuesto, pero es inevitable que tengas cosas que hacer

— Te traeré algo y procuraré terminar rapido

— Toma tu tiempo, no quiero que vayas a enfermarte

— Lo dices porque ya tienes a ese chico a tu lado ¿no?

— ¿Quién?

— No me hagas esa cara de tonta, sé que sueles verte con un búho casi todos los días

— ¿Hablas de Tōjuro? —Ririka guardó silencio enseguida pues la cara de su hermano había cambiado al ver que ella le llamaba por su nombre

— Veo que son cercanos

— Es un buen amigo...

— Está bien, no voy a intervenir en tus amistades, pero Ririka...

— ¿Si?

— Ten cuidado, no quisiera que lo que pasó hace cinco años vuelva a repetirse

Con esas ultimas palabras Kazuyoshi dejó a Ririka en la academia. Pensamientos lejanos y sombríos cayeron sobre ella, después de todo su hermano tenía la razón y ella misma había sido cuidadosa desde ese momento al comprender que sus acciones por muy pequeñas que fueran podían crear grandes problemas

La enseñanza dicha antes por Rikuto era cierta, pero al mismo tiempo Ririka ni Kazuyoshi deseaban seguirla pues esa no fue la manera en que sus padres les criaron, quizás por eso su hermano sigue esforzándose en darle un lugar a ella dentro de la familia

Las clases comenzaron como siempre, más no vio por ningún lado a Shinobu o Kanae, para colmo Ririka no había llevado su celular consigo pues lo había olvidado en la mesa. Solo esperaba que ambas hermanas estuvieran bien, además de que apenas llegara a casa les llamaría

A la hora de salida se dio cuenta que aunque volviera a casa estaría sola pues Tamaki debía volver a la residencia principal y regresaría ya entrada la noche. Ririka no detestaba estar sola, pero en esos momentos de duda no deseaba estarlo, por eso intentaría dar un paseo por la zona para así familiarizarse

— Ese día estaba siguiendo a Tōjuro así que no recuerdo como llegar al centro comercial... —negó Ririka al darse cuenta de lo despistada que había sido

No se dio por vencida así que dio algunas vueltas, más pronto se dio cuenta que estaba algo perdida pues no recordaba muy bien el camino y es que las calles de Tokyo son tan coloridas y llenas de personas que resultaba fácil perderse. Tendría que ver la manera de arreglárselas pues no podía llamar a nadie para que le ayudara

— ¡Ririka! ¡¿qué haces por aquí?! —la joven no sabía si agradecer a los ángeles de que Tōjuro hubiera aparecido en ese momento

— Tōjuro, hola... ¿sucede algo?

— ¡No! ¿por qué?

Ririka lo sentía extraño, Tōjuro es alguien alegre y muy directo que a veces olvida el espacio personal, pero justo ahora él guardaba distancia y evitaba mirarla a los ojos, más bien luce nervioso, hoy a diferencia de otros días lleva su cabello recogido en una coleta

"Aún así es muy lindo..."

— ... —Ririka se reprendió mentalmente al tener esos pensamientos, pero por alguna razón pensaba que a Tōjuro le quedaba muy bien ese estilo

— ¿Cómo te encuentras?

— Estás siendo muy formal —le cortó Ririka seria mientras acortaba la distancia entre ambos— ¿me ocultas algo?

— Ririka, yo... —Tōjuro se sentía apenado por la situación, pero para él las mentiras no eran algo bueno— ¡hice algo malo!

— ¿Eh?

— ¡Muy malo! ¡si quieres castigarme lo aceptaré!

— Espera ¿de qué hablas?

— ¡Un Rengoku nunca falta a su palabra!

— ¡Tōjuro! —al no saber como calmarle Ririka sostuvo sus mejillas para que la observara, siendo al final que el chico comenzara a sonrojarse hasta las orejas— ¿ya me estás escuchando?

— ¡Si, lo siento!

— Hum...

— Ririka, ven conmigo

— ¿Si?

— Mis amigos me hablaron de una heladería muy buena que está cerca, podríamos hablar allí

— Oh, ya veo ¿te gusta el helado?

— Algo, pero ¡a Senjuro le encanta!

— Tu hermano menor, debe ser muy lindo

— ¡Lo es! ¡es muy atento!

— Jajaja suena como un principe

— Es popular en su clase, madre siempre lo dice

— Me gustaría conocerlo

— Quizás en algún momento puedes hacerlo

Su conversación era bastante trivial y giraba en torno al aún no conocido hermano de Tōjuro, el pequeño Senjuro. La heladería no estaba tan lejos por lo que el camino se les hizo corto. Ririka consideró que era muy buena y en especial del interés de las chicas.

— ¿De qué sabor quieres tu helado, Ririka?

— Hum, chocolate está bien

— ¡Bien, tomaré el mismo!

— Espera, déjame darte el dinero...

— ¡No, soy yo quien te llamo así que corre por mi cuenta!

Luego de una conversación en la cual Tōjuro salió vencedor, se retiró a comprar los helados mientras Ririka le esperaba en una de las mesas que había afuera del local. Por primera vez hacia tales cosas y le resultaba divertido, aún si debía esperar unos momentos podía aprovechar eso para ver su entorno y familiarizarse

Tōjuro volvió después de unos minutos con sus helados que comenzaron a degustar. Para Ririka estaba muy bueno que no pudo evitar sonrojarse por ello, mientras el joven divertido de ver una pequeña mancha de chocolate en la comisura de sus labios aprovechó para limpiarla

— ¡Me alegra que esté muy bueno, Ririka! —soltó luego de haber quitado la mancha mientras la mencionada solo asentía y volvía a sonrojarse

— Gracias... pero Tōjuro ¿qué es lo que debes decirme? —cuestionó Ririka una vez que ambos habían terminado sus helados

— ¡Eso...! —el joven guardó silencio al momento mientras moderaba su tono de voz, después de todo era probable que ella llegara a odiarlo— Ririka, lo siento

— ¿Por qué...? Si no me explicas no voy a entenderlo

— Yo siempre he intentando ser una persona correcta y fuerte como mi madre me ha enseñado —procedió a explicar Tōjuro con la mirada fija en Ririka— pero debo reconocer que a veces el deseo de conocer sobre una persona puede llegar a cegarte

— Yo creo que eres bueno, Tōjuro pues...

— No, Ririka ese día que me hablaste sobre tu madre... yo busqué sobre ella y mi madre me habló de ella, era su modelo favorita...

— ... —Ririka no decía nada, solo observaba fijamente al joven frente a ella sin saber que decir o hacer— te hablé de mi mamá porque confío en ti... de alguna manera no creo que fuera algo malo

— No, eso no es todo

— ¿Eh? —la duda era grande y el temor también

— Creo que me mentiste sobre tu apellido... en realidad eres "Yamamoto-"

— Detente —le cortó la joven fría— no lo digas, por favor...

— ¿Por qué? ¿es tan malo decirlo? Se supone que es tu familia

— No lo entenderías, yo... debo irme —añadió Ririka para luego retirarse rápidamente

Tōjuro la vio marchar del lugar haciendo que una presión se instalara en su pecho, no deseaba que las cosas terminaran así, quería ser sincero con Ririka, pero ahora si la dejaba ir quizás nunca más volvería a saber de ella. No era algo que él estuviera dispuesto a aceptar

— ¡Ririka, espera! —le llamó Tōjuro intentando alcanzarla

La joven comenzó a correr sin mirar atrás, mientras Tōjuro también aceleraba hasta que ambos se internaron en un parque cercano y el lograra sostener su mano. Ririka seguía sin mirarle y el joven temió que ella le odiara, sin embargo debía enfrentar sus errores y disculparte por eso sin soltar su mano se colocó frente a ella y levantó su mirada con su mano restante

Ririka estaba llorando y Tōjuro se sintió aún mas culpable de ello. Era por eso que ella no se detenía a verle, porque no deseaba que él le viera así y eso solo confirmaba que la joven frente a él era demasiado buena y le había lastimado

— ¡Lo siento, Ririka! ¡si deseas puedes golpearme! ¡debería cometer seppuku!

— ¿Qué estás diciendo? ¡no estamos en la era sengoku! —le cortó Ririka molesta— no es tu culpa Tōjuro, es algo que ibas a saber tarde o temprano, pero no esperaba que tan pronto

— No preguntaré nada más, pero si esperaré por si Ririka desea decirme algo

— Tōjuro...

— ¡No quiero ver a Ririka con una mirada triste! —declaró mientras tomaba sus manos y acortaba la distancia— ¡quiero que sonrías y te diviertas!

— Lo... estoy haciendo

— ¿Umu?

— Pasando contigo, desde que nos conocimos he tenido momentos divertidos y he aprendido cosas nuevas

— ¡¿De verdad?!

— Si, y todo gracias a ti, Tōjuro —confesó algo apenada— es cierto que me sorprendí porque decidieras investigar, pero era a mi madre y así mismo inevitable que lo descubrieras

— ¡A mi no me importa tu familia, sino Ririka! ¡por eso quería ser sincero contigo!

— Creo en ti, contra todo solo puedo creer en ti

— ¡Yo también confío en ti! ¡puedes contar conmigo siempre!

— Tōjuro... —susurró Ririka mientras tomaba sus manos— gracias por todo —añadió para luego regalarle una cálida sonrisa que provocó un sonrojo en el chico

Ambos se correspondieron y mantuvieron sus manos unidas sin saber porque no querían alejarse. Hubieran continuado de esa manera de no ser porque dos figuras se hicieron presentes mientras Tōjuro sentía que una de ellas destilaba sed de sangre

— ¡¿Qué estás haciendo Ririka?!

— ¡¿Shinobu?! ¡¿Kanae-senpai?!

— Ara, ara no esperaba ver a Riri-chan con un chico a solas —soltó Kanae entre pequeñas risas

— ¡Nee-san no es algo para reírse! —negó Shinobu evidentemente molesta además de alejar a Ririka de Tōjuro— ¿quién eres? ¿por qué estabas tan cerca de Ririka?

— Eso es algo que debería decir Kazuyoshi-san... —susurró Kanae por lo bajo

— ¡Nee-san! —se quejó nuevamente Shinobu— responde por favor, ¿quién eres?

— Shinobu, está bien él es...

— ¡Rengoku Tōjuro y soy un amigo de Ririka! —se presentó el joven con una gran sonrisa

— Ara, ara un gusto Tōjuro-kun, yo soy Otsuka Kanae —respondió la joven mientras estrechaba la mano masculina— ella es mi hermana menor, Shinobu

— ¿Otsuka? ¿hablas de las farmacéuticas Otsuka? —inquirió Tōjuro sorprendido

— Ara, me alegra ver que mis padres y su negocio tienen reconocimiento

— Espera, si estás con Ririka... ¿sabe sobre tu...? —Shinobu no podía creerlo

— Si, sé que Ririka es parte de la familia...

— Ririka ¿estás loca? ¡¿sabes en que problema te acabas de meter?! ¿qué harás si se enteran?

— Shinobu —le cortó Ririka— entiendo que te preocupes, pero... confío en Tōjuro, además mi hermano dijo que podía tener mis amigos, que él se encargaría del resto y también creo en él

— ¡Pero aún así...!

— Está bien, si Riri-chan dice que está bien nosotras como sus amigas también le apoyaremos

— ¡¿Nee-san sabes lo que dices?! ¡es una locura!

— ¿No lo has notado, Shinobu? Desde hace como dos meses que Riri-chan sonríe más seguido y es feliz, me preguntaba porque se debería y por fin sé la razón... —añadió Kanae mientras se acercaba a Tōjuro— por favor, Tōjuro-kun te encargo a Ririka

— ¡Si, definitivamente la cuidaré! —declaró el joven con una gran sonrisa, mientras Shinobu y Ririka estaban algo sonrojadas

— Ni que fuera una boda... — masculló Shinobu dándose por vencida

— Tal vez a futuro si... —canturreó Kanae divertida al ver la sonrisa reflejada en los rostros de ambos 



¡Hola todas! Mil disculpas por la demora ;-; gracias por leer esta loca historia y sus comentarios uwu nos vemos en el próximo capítulo e intentaré no demorar mucho

Att: Andysakurai15 

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