Capítulo 1 Máscara del Engaño ꪜ

"El destino no es realmente una cuestión de suerte"

Ese era el principal pensamiento de una señorita y adolescente de solo quince años, quien algo impaciente trataba de contener sus ganas de abandonar la sala rápidamente. No se sentía a gusto en ese lugar y quizás nunca llegaría a estarlo, después de todo su hogar le era bastante similar a un nido de serpientes.— Ririka-sama —habló una joven a su lado con una suave sonrisa en su rostro.

— ... —la joven no dijo nada en respuesta, pero si frunció su ceño levemente al escuchar el llamado.

Los honoríficos no eran lo suyo, en especial si la persona es mayor que ella, después de todo la joven de tan solo veinticinco años que residía a su lado era una de las pocas personas importantes que podía considerar su "familia" aún cuando no les unieran precisamente lazos de sangre.

— La señora me pidió informarle que la visita de hoy se cancela, por lo tanto puede volver a su habitación —añadió generando un mejor ánimo en la peliverde.

Perfecto. Sin darle muchas vueltas al asunto ni pedir una explicación del "por qué" la cancelación de aquella tan "esperada" visita, la joven que respondía al nombre de "Ririka" salió de la casa principal seguida de su cuidadora en completo silencio. La rutina casi siempre era la misma, al igual que el camino de regreso a casa siendo su "villa" la más alejada de todas, pero eso no era importante para ella, en tal caso era mejor estar lejos de las víboras.

— Ririka-sama, ¿desea un poco de té...? —le cuestionó su cuidadora, sin embargo su protegida mantenía otros planes diferentes.

— ¡Por fin puedo respirar! —exclamó Ririka quitando el delicado haori que dejó en el suelo junto a la horquilla que mantenía recogido su cabello.

— ¡Ririka-sama, sus modales!

— ¡Vamos, Tamaki-nee! ¡finalmente dejé el nido de víboras, merezco un pequeño respiro! —le pidió la adolescente de brillantes ojos verdes junto a una traviesa sonrisa que surcaba su rostro.

— ¡Sé que visitar la mansión principal no es su principal motivo de alegría, pero...!

— ¡Tamaki-nee, te quiero! —ahí estaba Ririka manifestando su ataque de dulzura hacia su protectora.

Para su joven cuidadora el ver a su señorita con aquel kimono de tonos claros junto a su cabello de un suave verde agua ligeramente alborotado, pero siendo su encanto principal sus hermosos ojos verdes y mejillas sonrojadas. Tamaki debió admitir que era su derrota, no podía ser estricta con su señorita.

— No tiene remedio, Ririka-sama... —suspiró Tamaki para luego darse por vencida.

— Tamaki-nee —le llamó captando su atención junto a una mirada seria y penetrante mientras sus ojos verdes adquirían un brillo diferente— lo prometiste, en especial cuando estuviéramos solas —le recordó

— Entendido, "Ruri" —coincidió la mujer ganándose otro abrazo de la joven, su señorita era una persona bastante afectuosa.

Dejando a su querida cuidadora, Ririka se permitió dejarse embargar por sus viejos recuerdos donde su amada madre y padre le apodaron de esa forma "Ruri" en referencia a la hermosa piedra esmeralda. Ahora viendo como el tiempo había pasado siendo ya aquellos días algo lejanos, Ririka sintió dolor al ver como su cuidadora desde que tenía memoria jamás se había quitado su máscara.

En este punto es normal preguntarse ¿una máscara? Si, todos dentro de la mansión principal, y que corresponden al área laboral utilizan una máscara que cubre la mitad de su rostro dejando ver únicamente sus labios, siendo así que ella no conoce prácticamente los rostros de aquellas grandes personas que le sirven incluyendo a Tamaki, su querida amiga y casi segunda madre.

— ¿Debería traer galletas? —cuestionó Tamaki al notar la mirada cabizbaja de Ririka.

— No, no es necesario —negó Ririka, más unos suaves golpes en la puerta corrediza captaron su atención, irónico porque no iba a escucharse del todo.

— ¡¿Dónde está mi pequeña esmeralda?! —inquirió una voz masculina entrando en la habitación.

— ¡Kazuyoshi-nii! —exclamó Ririka feliz de ver a su querido hermano mayor.

— ¡Vaya, es increíble! ¡No te he visto por dos meses y ya estás más grande y hermosa! —le elogió Kazuyoshi envolviéndola en una cálido y esperado abrazo.

Dentro de toda su familia únicamente su hermano mayor, Kazuyoshi y Tamaki eran sus personas más preciadas, su verdadera y única familia. Ririka tuvo que hacer un gran esfuerzo por no dejar salir sus lágrimas contenidas en esos dos meses, no deseaba preocupar a su hermano, pues el joven con solo diecisiete años ya cargaba con muchas responsabilidades.

— Kazu-nii —le llamó esta vez de una manera más íntima— realmente te extrañé, ¿has estado bien?

— También te extrañé, pequeña Ruri —soltó en respuesta su hermano mayor, quien compartía el mismo color de ojos verdes heredados por su madre— por supuesto que he estado bien, solo algo cansado

— Espero puedas descansar ahora que volviste

— Descuida, soy el hermano mayor, por eso soy fuerte

— Papá nunca estuvo tan ocupado como tú... —negó la menor disgustada

— Los tiempos cambian, al igual que la manera de manejar el trabajo, y eso que aún no tomo el puesto principal...

— Eso quiere decir que cuando lo hagas, será más complicado verte ¿verdad?

— No —le cortó serio— una vez que pueda tomar ese lugar podré darte lo mejor ¿entiendes? Solo te pido que esperes un poco más... ¿si? —le pidió con una sonrisa triste acariciando la mejilla de la menor

— No te sobreesfuerces, no me importa ser tratada así, solo quiero que estés bien Kazu-nii

Su relación de hermanos era muy fuerte y cariñosa en privado. Frente al público debían guardar las apariencias pues sus actos podrían ser considerados "vulgares" además de empañar la reputación e imagen pública de su hermano, ya que ella... no era precisamente importante, al menos no en los asuntos familiares.

— Kazuyoshi-sama —les interrumpió una voz masculina captando la atención de ambos.

— Kizuka, ¿qué sucede? —inquirió con un tono de voz diferente al usual.

— Lamento interrumpir, pero la señora desea ya verlo, más bien ya va quince minutos tarde —le informó quien vendría a ser la mano derecha de su hermano.

— Ah... el deber llama —suspiró Kazuyoshi echando una mirada apenada a su hermana.

— Estaré bien, Kazu-nii —le tranquilizó Ririka con una sonrisa— sabes como se pone si la hacen esperar.

— Efectivamente —coincidió Kizuka divertido— Ririka-sama cada vez está más hermosa —le elogió causando un gran sonrojo en la joven.

— Cortesía de nuestra madre, claro —le molestó Kazuyoshi

— ¿Qué estás insinuando, Kazu-nii?

— ¡Nada, mi querida Ruri!

— Mi señor —le volvió a llamar Kizuka ya impaciente.

— ¡Tranquilo, ya voy! Eres demasiado serio Kizuka, únicamente con mi pequeña eres amable —le molestó Kazuyoshi levemente molesto

— La belleza es una gran debilidad —se permitió confesar divertido. Kizuka era de esos pocos que no debían usar la mascara, en resumen pertenecía o tenía conexiones con la familia.

— Sí, si, lo que digas —le cortó rápidamente.

Entre su pequeña discusión ambos abandonaron el lugar dejándola nuevamente en el silencio, no se podía evitar con todas las responsabilidades que su hermano mayor se cargaba y eso Ririka lo comprendía muy bien. El resto del día pasaba arreglando su jardín lleno de una flor muy peculiar llamada "Myosotis" o "No me olvides" también tenía un pequeño estanque donde sus dos peces "Midori" y "Kiiro" residían.

— Ruri, no olvides la practica de hoy —le recordó Tamaki con una sonrisa.

— Si, lo sé... —la verdad no le hacia mucha gracia ir y quizás nunca lo haría.

El reloj marcaba las cuatro de la tarde, Ririka ya estaba lista con su kimono formal a la espera de su instructora en la sala contigua donde minutos más tarde una mujer mayor y de expresión fría tomó asiento frente a su alumna con cierta elegancia, aunque para Ririka era similar a una bolsa de papas, pensamiento que no admitiría nunca.

— Muy bien, Ririka-san —habló la mujer con un tono igual de frio que su mirada— veamos como has avanzando desde la última sesión

— Si, Shoko-sama —respondió realizando una delicada reverencia

— Entonces, ¿cuáles son los principios del "Chanoyu"? (ceremonia del té)

— Si, respondiendo a su pregunta el "Chanoyu" se basa en cuatro principios: Wa (armonía), Kei (respeto), Sei (pureza) y Jaku (tranquilidad)

— Hum, correcto —por su gesto Ririka sabía que no estaba contenta— entonces, iremos a la preparación directa

— ¿Eh? —titubeó

— ¿Sucede algo, Ririka-san?

— Shoko-sama, conozco el procedimiento, pero...

— ¿Pero...?

— Aún no me ha enseñado la fase final "Usucha" (última fase donde se sirve té claro)

— Me has observado varias veces hacer todo el procedimiento, si realmente has puesto atención en mi clases deberías ser lo suficientemente capaz para hacerlo, ¿acaso piensas contradecir a tu maestra?

— Eso...

Era totalmente descabellado, la ceremonia del té no es tan simple como parece y más para ella que era una principiante. Debía respirar profundamente o terminaría lanzando los utensilios de la pequeña mesa para luego marcharse, pero esa acción significaría una carga para su hermano, no podía.

— Soy una principiante, pero haré mi mejor esfuerzo —prometió antes de enfrascarse en la preparación con la escasa guía de sus memorias donde su madre le enseñaba el procedimiento.

La mujer que respondía al nombre de Shoko, observaba con sumo interés cada movimiento de su alumna. Conforme los minutos pasaban la rabia aumentaba en ella al ver como esa mocosa realizaba todo el procedimiento de manera pulcra y elegante ¿dónde lo había aprendido? no, hubo un mínimo error que no pasó desapercibido dibujando una sonrisa de superioridad en su rostro y era así, dentro de la familia ella era superior a esa niña, únicamente le enseñaba porque su señora se lo había pedido, de lo contrario jamás se hubiera rebajado a enseñarle

— El tiempo terminó, Ririka-san —soltó causando cierta sorpresa en la joven que casi deja caer uno de los cuencos.

— Pero...

— ¿Qué? —inquirió

— No es nada, Shoko-sama —en realidad si lo era, aún faltaba un minuto para que el tiempo terminara, sin embargo esa mujer se lo negó a propósito.

— Bien, sirve el té

— Entendido

Nuevamente dio paso a la etiqueta y orden de la ceremonia preparando en este caso para su "invitada" un té con dos cucharadas de "matcha" una vez listo, hizo entrega del cuenco para que lo bebiera, sin embargo la mujer al acercarlo a sus labios de un tono demasiado rojo para su gusto se levantó hecha una furia hacia la joven sobresaltándola por la reacción.

— ¡¿Qué clase de té es este?! ¡es una basura total! —declaró mientras vertía el contenido sobre la cabeza de su estudiante— ¡¡todo está mal!!

Ririka se mantuvo en silencio con la mirada baja, por suerte el té debía contener una temperatura adecuada para beberlo de un sorbo, de lo contrario le habría quemado. La mujer frente a ella parecía estar furiosa por su error, sin embargo ella misma le había dicho que era una novata varios minutos atrás.

— ¿Cuál fue mi error exactamente, Shoko-sama? —cuestionó levantando su mirada, algunas pequeñas gotas de té se derramaron por su rostro y ropa

— ¡Todo! ¡¡eres un desastre en esto!! ¡¿quién te enseñó esas bases tan pobres?!

— Con todo el respeto, fue mi madre quien lo hizo —respondió, mientras endurecía la expresión de su rostro

— ¿Tu madre? ¡¡esa mujer ni siquiera conocía bien nuestra cultura!! ¡debería darte vergüenza el mencionarla! —esa fue la gota que rebaso el vaso, era algo que nunca podría dejar pasar

— Fue mi error, no el de mi madre, Shoko-sama —le cortó para luego levantarse y encarar a la mujer furiosa frente a ella— mi madre a pesar de no ser originalmente japonesa me enseñó con todo el cariño y paciencia sobre la ceremonia del té, pero yo era muy joven en ese entonces, además su papel también es enseñarme más no lo hizo y encima me acortó el tiempo de preparación

— ¿Me estás echando la culpa ahora? ¡eres un descarada! —soltó dispuesta a propinarle una cachetada cosa que Ririka evitó sosteniendo su mano con fuerza

— Se equivoca, solo estoy señalando sus falencias como maestra, usted misma debería saber que si el tiempo se acorta el té no quedará lo suficiente espeso y ¡aún así ignoró aquel procedimiento!

— ¡Suéltame! ¡esto no se quedara así! —le prometió para finalmente zafarse de su agarre con fuerza— ¡le informaré esto a la señora!

— Es usted libre de hacerlo, estoy segura que la señora no deseará enterarse que uno de sus maestros de más confianza no puede enseñar correctamente

— ¡Tú! ¡Recuerde Ririka-san...que usted no es nadie en esta familia! ¡¡eres solo una herramienta de la señora!!

— Puede decir lo que desee, son apodos e insultos tan repetitivos que ya aburren sinceramente

— ¿En serio? Entonces, ¿debería culpar al joven Kazuyoshi? ¡Tanto que se esfuerza por darte un lugar aquí! ¡sería una lastima que pierda por todo lo que ha trabajado, ya que su hermanita no puede ser una mujer decente!

— ¡Kazuyoshi-nii no tiene nada que ver en esto! —solo nombrar a su hermano mayor era suficiente para que ella perdiera la compostura— ¡debería darle vergüenza de usar a otra persona para sus viles planes!

— Querida, realmente no sabes nada de como funciona este mundo y en este caso el poder familiar, eres inferior a mi en cuanto a estatus, pues no compartes el mismo que tu hermano mayor, siendo así ¿tomarás tu sola la responsabilidad de esto?

— ¡Lo haré! —respondió decidida, no iba a permitir que su hermano sufriera las consecuencias

— ¡Oh! ¿Con que es así? —inquirió Shoko divertida— en tal caso tu castigo lo decidiré después, por ahora lárgate, no quiero seguir viéndote toda mojada y cubierta de té

Ririka no perdió la oportunidad y se marchó tal y como su "maestra" se lo había dicho, sentía el olor de té verde impregnado en ella y su kimono causándole cierto malestar. Tamaki se había sorprendido al verla en tal estado, pero de sus labios no salió ni una palabra. Ririka sabía perfectamente que si le contaba lo sucedido, Tamaki iría dispuesta a buscar pelea, cosa que no deseaba provocar tampoco.

— Lo siento, Ruri... —le susurraba la mujer, mientras le acunaba en su regazo una vez se había aseado— mi señorita... —añadió con la voz rota causando dolor en Ririka, no deseaba ver a su amiga triste.

— ¡Estoy bien, sabes que soy fuerte! —soltó con una gran sonrisa— esto no me va a desanimar, nadie va a borrar mi sonrisa

— Si su madre la viera, estaría orgullosa —añadió acomodando algunos mechones verdes que ocultaban su rostro.

— Espero que si... —susurró más como una plegaria que una respuesta

A la mañana siguiente Ririka se levantó con dos horas de anticipación para asistir a la academia Sekirei, lugar donde estudiaba, ¿por qué tan temprano? Pues a diferencia de las demás personas dentro de su familia que podían usar un medio de transporte, esto estaba prohibido para ella teniendo así que caminar hasta su instituto. Usando parte de la mesada que le daba su hermano mayor para tomar un tren y acortar el largo camino que le esperaba.

— ¡Tamaki, ya me voy! —declaró con energía al ver el gran portón de toda la villa abierto

— Tenga mucho cuidado, señorita —le deseó Tamaki con una reverencia

— Si, lo tendré —no podía quejarse del honorífico, pues habían personas que podían oír su conversación

Era bastante temprano y la mañana aún estaba ligeramente fría, la primavera pronto llegaría a su fin dando paso al verano. No tomó mucho tiempo hasta llegar a la estación y embarcarse en el primer tren que llegó, por suerte estaba bastante despejado. Para distraerse un poco sacó un pequeño libro de poemas dejandose absorber por la lectura y dejar que el tiempo pasara hasta llegar a su parada.

— ¡Finalmente estamos aquí! —exclamó, mientras se desperezaba un poco, ahora solo debía cruzar el puente y caminar unas dos cuadras para llegar al instituto

Al ver su reloj de mano notó que aún faltaban como treinta minutos para que empezaran las clases, era bueno que su instituto comenzara un poco después del horario normal y así mismo ella podía ver a los otros estudiantes corriendo con toda su alma para llegar a tiempo a las otras instituciones.

"¿Qué es el destino?"

No pudo evitar pensar al ver a dos personas juntas y felices pasar a su lado, parecían tener su edad ¿ella en algún momento también encontraría a alguien así? Una persona que lograra comprenderla y hacerla feliz... no, tal vez pedía demasiado. Aun era algo demasiado incompresible, pues...

El destino muchas veces puede sorprenderte y golpearte cuando menos lo esperas, y el suceso de aquel día definitivamente no era algo que Ririka hubiera esperado, pues al cruzar el puente grata fue su sorpresa al ver como un chico subía por una de las esquinas donde residía la escalera de un gran salto invadiendo por completo su campo de visión.

"Un joven de cabellos rubios con mechones rojos"

Un hecho menos esperado y es que al ser un objetivo que apareció de repente aquel chico no pudiera calcular su movimiento logrando que ambos terminaran en el suelo. Cuando abrió sus ojos no le vio por ningún lado hasta que sintió unos brazos alrededor de su cuerpo. Él le había abrazado y girado para recibir todo el impacto del golpe, en tal caso ella le estaba aplastando.

— Hum... —soltó nerviosa, pues ningún chico había sido tan cercano a diferencia de su padre y hermano mayor

— ¡Si, disculpa! ¿te encuentras bien? —inquirió el joven con un tono enérgico

— Creo que si me soltaras ambos estaríamos mejor... —susurró apenada al ver que el joven seguía aferrándola hacia él.

— ¡Lo siento! ¡Lo olvidé por completo! —soltó en respuesta para luego soltarla y levantarse a sacudirse el polvo de encima

Ririka mantenía su mirada baja, siendo más exactos pegada al suelo. El joven algo confundido se acercó e inclinó ofreciéndole su mano para levantarse, la cual finalmente aceptó, pero aún cuando ambos ya estaban de pie no soltó el agarre hasta finalmente levantar su mirada hacia él quien le esperaba con una gran sonrisa sincera.

— ¿Te encuentras bien? ¡lamento haberte tirad-!

Por alguna razón él también se quedó en silencio observando fijamente los ojos verdes que le observaban provocando un gran sonrojo en la contraria quien a su vez se sentía feliz de volver a cruzarse con aquellas orbes doradas con detalles en rojo. Miradas conectadas y manos juntas, este fue su segundo encuentro y el comienzo de su nueva historia donde deberían decidir si se alegrarían o arrepentirían luego de aquel encuentro destinado...

"El destino muchas veces puede traernos felicidad, como también desgracia"


¡Primer capítulo! ¡Estoy re emocionada por esto jsjsjs! ¡Yo les di algunas pistas si que sí! "Fuego en tus ojos en la era Taisho termina" al igual que el "Crossover" volviendo ahora con "Fragancia de Pera" siendo así que estás dos junto a "Bajo la sombrilla Roja" están conectadas uwu ¿qué opinan del primer capítulo? ¿le gustó? Se vienen muchas cosas buenas y malas dentro de esta nueva historia, así que estén preparadas y ¡sin nada más que decirles nos vemos en el siguiente capítulo!

Att: Andysakurai15

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