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El sonido de la televisión combinado con los de los cubiertos al chocar entre si, era el único ruido que había en el comedor y hacía que el desayuno no se volviera tan incómodo en el silencio.
Los hermanos Jung estaban tan concentrados en sus propios problemas que no prestaban atención a las noticias, no hasta que una en específica llamó la atención del menor de los hermanos.
── "Los casos siguen aumentando, la policía tiene sospechas de que a pesar de la complejidad y lo limpio de estos asesinatos. El asesino podría ser un joven de entre 17 o 18 años"
Era lo que la señora de las noticias decía, Hoseok tuvo que morderse el labio interno de sus mejillas para evitar que una sonrisa apareciera.
Sabía de quién hablaban, y en cierta parte se sentía alagado de que las noticias lo tomarán en cuenta debido a que todos esos asesinatos eran producto de el y sus noches de diversión. Aunque le sorprendía que esos idiotas lograron establecer su edad, pues nunca había dejado ni una sola pista en sus víctimas.
Pero estaba bien que supieran su edad, ya que jamás lograrían describirlo.
¿El por qué había comenzado a asesinar personas?, era una respuesta que aún no lo tenía claro, poseía vagos recuerdos de su primera muerte por supuesto, había sido accidental y al menos es lo que creía.
Una discusión con el amante de su ex pareja, una discusión que salió mal. El recuerdo del último suspiro de aquel hombre le generaba una especie de placer.
Mismo placer que fue creciendo cada vez que le quitaba la vida a las personas, siendo su método de asesinar un poco peculiar. Matar durante o después del sexo con algún desconocido que encontraba en un bar de mala muerte.
Ese día asistió como era de costumbre a sus clases, algo innecesario a su parecer, era un estudiante destacado con las mejores notas. Así que por lo general se aburría en clases, se aburría de su monótona vida.
Hijo menor de dos grandes médicos y con una hermana igual de importante en la universidad que por casualidad también estudiaba medicina. Siendo obligado a seguir el mismo destino que su hermana, siendo perfecto a la vista de cualquiera.
En parte, eso fue lo que lo motivó a escaparse de casa durante la noche, era un descanso de toda su estúpidamente perfecta vida.
Acabó sus clases con normalidad siguiendo su horario habitual, volvió a casa con la sonrisa pintada en su rostro. Esa sonrisa que lo caracterizaba, una sonrisa tan falsa que nadie notaba y jamás notarian.
Al caer la noche, esperó a que todos se fueran a dormir, estaba listo para salir. Camisa negra, jeans del mismo color y una chaqueta rojiza que combinaba bien a su outfit, el cabello un poco desarreglado y como toque final.
Una navaja que solía esconder en los bolsillos internos de su chaqueta, por si se prestaba la ocasión. Salió lo más silenciosamente de casa y fue directo a su bar predilecto, siendo conocido por los empleados una vez que puso un pie dentro del lugar.
— ¿Lo de siempre? - Mencionó aquel chico de tez morena mientras sacaba algunos vasos.
— por supuesto....
Sonrió al momento de responder mientras observaba a las personas ir y venir, esperando al chico que despertara esa chispa en él, el chico que llevaría a la cama de un motel y se convertiría en su nueva víctima.
── .✦ separador hecho por axlecggk
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