𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝙸. 𝟷𝟼

16. La banda.

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Bien. Estaban a dos horas de que fueran las tres de la tarde y el obviamente no tenía nada preparado.

Bajo el cómic que estaba leyendo para luego ver a su escritorio donde estaba el dibujo que dos noches antes había hecho. Durante un año se autoconvenció de que tal vez su alma gemela había estado de mal humor y que obviamente se equivoco de regalo.

Decidió evitar por completo el hecho de que literalmente le aventaron una servilleta a la cara. Pero ¡Hey! El podía perdonar, podía hacerlo.

Entonces decidió no hacer algo tan elaborado, recordó el gato que la servilleta tenía dibujado por lo que en un cuarto de hoja para acuarela pintó un gato negro. Solo eso, de hecho era el dibujo más... Simple que había hecho en todo este mes, le gustaba claro pero era tan simple que esperaba que a su alma gemela no le importará después de haber recibido un llavero con tanto detalle.

Equis, igual la otra parte lógica le decía que tal vez recibiría otra servilleta con la palabra "fuck you" escrita en negro y mayúscula. Dió un suspiro, simplemente no quería ilusionarse.

Aún recordaba el descontento de sus amigos, diciendole que no le tomara importancia que seguramente la persona detrás era detestable. La verdad no lo hicieron sentir mejor pero acepto sus palabras de aliento.

Alzó la mirada, leyendo o al menos tratando de leer y concentrarse en su lectura alejando por completo la vista al reloj que estaba en su habitación.

Paso las siguientes horas en total sufrimiento debatiéndose si mandarlo o no. Vio la pintura en su escritorio mil veces, hasta que de nuevo como hace un año la nube espesa y negra apareció frente a él.

Bueno... ¿Debía esperar? Nego, si esperaba se arrepentiría.

—¡Vamos Hyunjin! ¡Tu puedes!— se alentó tomando la pintura y sin siquiera dejar que otro mal pensamiento pasará por su cabeza extendió las manos viendo cómo su pintura desaparecía.

La música sonaba, ¿tenía música puesta? Ni siquiera se había dado cuenta que dejó que las canciones siguieran, su cerebro bloqueo todo sonido para concentrarse en la nube negra. Bueno al menos su dibujo ya estaba con su alma gemela.

Si no le gustaba que se jodiera, al siguiente año lanzaría un zapato o un pedazo de hoja arrugada.

Suspiro frustrado seguramente Felix llegaría con algo genial al igual que Chae y Jeongin que era nuevo en el grupo. Bueno no importaba se inventaría algo o directamente no iría mañana a la escuela.

3:45

Estúpida alma gemela, no le daría nada. Quedó como un estúpido, seguramente su dibujo ya estaba más que roto o tirado en algún bote de basura, en definitiva mañana no iría a la escuela.

Ya se había resignado a no recibir nada que cuando la nube hizo un sonido extraño y comenzó a moverse sus ojos se expandieron con genuina sorpresa levantándose de la silla esperando que está vez la servilleta o lo que sea que le estaban entregando no fuera lanzado.

De pronto al escritorio cayó algo pequeño sujetado a un lazo negro...

La nube desapareció, dejándolo ahí solo con la voz de Adele de fondo y su respiración intranquila. Tomo el lazo en sus manos y lo alzó dejando ver una púa para guitarra de color negro con un símbolo pintado con lo que parecía barniz rojo.

La púa estaba sujeta de forma que pareciera un collar...

Okey...

Okey...

Okey...

¡Su alma gemela no lo odiaba!

Su corazón latio con fuerza, sonrió como si del mayor premio se tratara y dejo que una risa nerviosa inundara la habitación. Miro la púa se veía desgastada definitivamente su alma gemela la había ocupado muchas veces, el barniz parecía ser puesto hace poco tiempo.

Un círculo y dentro de el lo que parecía ser una flor... Era genial.

Su madre abrió la puerta con una mirada preocupada, Hyunjin volteo con una sonrisa emocionada y sincera mostrándole el collar.

—Me gusta— dijo Hyunjin con una sonrisa colocándose frente a su madre.

Al día siguiente fue luciendo su collar, aún si no sabía que significaba el símbolo. Él lo llevaba con orgullo, ¿que habrá pasado la primera vez? ¿Había tenido un mal día? Ojalá no, en serio esperaba que estuviera bien.

—¡Tu alma gemela toca la guitarra!— dijo Jeongin con una sonrisa coqueta dándole un golpe a su hombro.

—Cuando la encuentres debe tocarte algo— dijo Felix con una sonrisa alegre, los tres amigos se le quedaron viendo con risas a casi salir burlandose por completo del pecoso—. ¡Una canción! Mal pensados.

—Claro le pediré que me toque cualquier canción que quiera— dijo el rubio con una sonrisa divertida después de haberse burlado de Felix.

—Que genial debe ser tocar un instrumento— dijo Chaeryeong recostando su cabeza en su banca dando un suspiro triste.

—Tengo un amigo que toca el violín, la guitarra y el piano— dijo Jeongin con una sonrisa cariñosa—. Tiene una banda y todo.

—Suena genial— contesto Felix sorprendido—. ¿Cómo aprendió a tocar tantos instrumentos?

—Ni idea, solo sé que los toca de maravilla— Jeongin se alzó de hombros pasando sus dedos por la pulsera que su alma gemela le dió.

—Deberíamos ir— dijo Hyunjin dibujando garabatos en su libreta—. Los exámenes están por terminar, tal vez un poco de música nos haga bien.

—¿Podemos Innie?— la chica pregunto observando a su amigo sin alzar la cabeza.

—¡Claro! Les preguntaré cuándo y dónde van a tocar.

Una semana después, los cuatro amigos se encontraban en un bar/restaurante donde varias bandas se solían presentar, está noche tocaba el turno de CrimsonLotus dónde se supone que los amigos de Jeongin tocaban.

Les había dicho el nombre de cada uno así como también les enseño algunas fotos para que pudieran ubicarlos y obviamente un poco de su  música y covers. A Hyunjin le había gustado su arte, tenían canciones ruidosas y otras más tranquilas además los covers que hacían eran increíbles.

Vio el escenario, en el micrófono esta  Christopher cargando lo que parecía un bajo, a su lado había una chica Sana: la vocalista principal, detrás de ellos Jisung el baterista y a su derecha Minho el guitarrista.

Sus ojos pasaron de inmediato al guitarrista había visto una foto y el chico era bien parecido pero tenerlo de cerca era... Otra cosa. Era muy guapo y lindo tenía ojos pequeños que guardaban picardía se podía ver a leguas que el chico era un torbellino de travesuras y aún así lo vio tierno.

Aún cuando tenía toda esa ropa oscura, un piercing en su ceja y otro en su labio junto al pelo alborotado era tierno.

Christopher grito algunas cosas a las que no puso atención y comenzaron a tocar. Sabían cómo llevar un escenario, incluso la chica que se veía más dulce llevaba consigo poder en su voz y en su interpretación. Pero, sus ojos no podían evitar desviarse un poco al guitarrista, la forma en la que su pelo se movía cuando el hacía movimientos bruscos era increíble las risas emocionadas y su voz aguda eran... Geniales.

El chico era genial.

Jeongin se levantó cuando la banda termino y corrió a la parte trasera del escenario unos minutos después llegó con todos.

—¡Hombre, tocan genial!— gritó Chaeryeong en el momento en que se acercaron.

—Gracias— respondió Sana con una sonrisa tímida y colocándose un mechón de pelo detrás de su oreja.

—De verdad que hacen maravillas, son geniales— está vez fue Felix que parecía más nervioso de lo habitual Hyunjin pudo ver su rostro arder cuando veía al bajista, sus ojos pasaban de su rostro a su muñeca.

Después le preguntaría a Lix.

—Son geniales, definitivamente seguiremos viniendo— Hyunjin apoyo porque aunque si tal vez estuvo un poco distraído con el guitarrista le había gustado el ambiente y la música.

—Eso nos ayudaría mucho— está vez fue ¿Minho? Si no mal recuerda su nombre, el guitarrista—. Gracias por venir, Innie dijo que los traería así que estábamos emocionados— el castaño tomo por sus hombros al más joven dando un apretón amistoso.

Incluso ahora, Minho parecía más bajo. Se quedaron unos minutos más  hablando, conociéndose hasta que la banda tuvo que partir; fue ahí que todos en el grupo después de unos segundos de ya no ver a la banda se enfocaron en Felix.

—Suelta la sopa— dijo Chaeryeong de inmediato dándole un golpe en su hombro.

—¿Todo bien?— preguntó preocupado, Felix era su mejor amigo y siempre se guardaba las cosas hasta explotar, esperaba que está vez no fuera así.

—B-bueno— sus manos estaban temblorosas y si su voz era... Ronca ahora estaba peor—. Yo le di un brazalete a mi alma gemela con un dije que mi madre me regaló hace años de una estrella y una luna.

—¿Okey?— Jeongin le miro interrogante, el mismo no sabía porque había sacado eso a tema.

—Creo... Creo que Christopher la tenía— los ojos de todos ahí se abrieron de inmediato mientras que la cara de Felix se convertía en rojo vivo.

—¿En serio?— Chae preguntó tropezando con sus palabras—. ¿Habría la po-posibilidad de que hubieras visto mal?

—No, estoy seguro— nego con la cabeza poniendo sus manos la mesa—. Cuando llegó saludo y vi el patrón de colores pero bueno hay muchas así fue cuando— el chico se rascó su nuca—. Dejo caer su brazo en la mesa y ahí estaba el dije.

—¡Oh por Dios!— grito Jeongin con una sonrisa nerviosa—. ¿Estás diciendo que literalmente acabo de juntar a dos almas gemelas?

—Eres cupido amigo— Chae le siguió el juego aún sin creerse esta casualidad.

—Debes hacer que nos veamos de nuevo— Felix hablo de inmediato viendo al pelinegro—. Ocuparé algo que me regaló mi alma gemela si él la... Reconoce.

—Entonces estarás en lo correcto— completó emocionado, esto era increíble jamás pensó ver tan de cerca y un año después de que comenzaron los regalos a las almas gemelas que uno de sus amigos la encontrará.

Era... Fascinante.

Y tal y como lo planearon pasaron dos semanas cuando Jeongin dijo que se presentarían de nuevo, así que los cuatro con un plan ya memorizado llegaron al recinto intentando verse tranquilos. El regalo de este año para Felix fueron unos aretes desiguales uno era largo con forma de una equis roja y el otro era pequeño y plateado.

Tenía que ver lo aretes si o si, durante los minutos en que la banda se presentó todos en la mesa se daban miradas cómplices. Para cuándo ellos ya estaban en la mesa se pusieron manos a la obra.

—¿Qué les regaló su alma gemela?— preguntó de repente Jisung, los cuatro se miraron aterrados esto era de todo menos pasar desapercibidos—. La mía literalmente me dió una hoja de una revista.

—¿De verdad?— preguntó viéndolo interesado, no era diferente a recibir una servilleta.

—¡Si! Hombre, el primer regalo fue un portalápices realmente bonito— se lamento el rubio—. Y luego una simple hoja de revista.

—Ya te dije que seguramente significa algo profundo Ji— dijo Chris suspirando como si está plática ya la hubieran tenido antes—. Si tú primer regalo fue bueno no veo porque el segundo no lo sea.

—Lo dices porque tus regalos siempre son geniales— acuso el chico como si fuera un niño pequeño.

—No le tomes tanta importancia Hanji— fue la voz melosa de Minho, apoyando su cabeza en el hombro del adolescente—. Ya te lo dije, muchas veces no saben que regalar o entran en pánico.

—Bueno— Hyunjin hablo si el plan no funcionaba ahora se mataría, la curiosidad le carcomía—. A ver voltea— le dijo al pecoso que fingió estar confundido y volteando su cabeza para que en arete rojo se viera en toda la mesa—. Están geniales, ¿dónde los conseguiste?

Vio de reojo la reacción del bajista, su rostro paso por tantas emociones que quiso reír. Él era la alma gemela de Felix, no había duda.

—Fue un regalo— dijo el rubio intentando con todas sus fuerzas no mirar aún a Chris—. De mi alma gemela.

—¡Oh, oh— Chae chasqueo los dedos con una sonrisa emocionada, como su los secretos del universo hubieran sido revelados ante sus ojos—. ¡Por eso te hiciste las perforaciones!

Felix se puso rojo por completo se suponía que eso no debía decirlo, ahora sí que miro a Chris que parecía verlo como si bajará las estrellas.

A su lado Minho se levantó del hombro de Jisung, mirando a ambos con sorpresa.

—¿Son?— le susurró, poniéndolo nervioso un poco.

—Lo son— respondió viendo que el más bajo se levantaba de inmediato tomando su muñeca y haciendo que también se moviera de su silla. La reacción había parecido más mecánica que algo que hubiera pensado, aún así lo dejo hacer.

—¡Ay!— miro la pantalla de su celular—. ¡Ya es súper tarde!— miro a todos en la mesa—. Deberíamos ya irnos a casa.

Jisung dió un suspiro largo:—¿Por qué? ¡Nos la estamos pasando bien!

—Si pero ya debemos irnos Ji— Minho dijo con una sonrisa cariñosa aunque sus ojos decían "cállate y haz caso".

—Si deberíamos irnos— está vez hablo él para ayudar a Minho—. ¿Creo que todos vamos al mismo rumbo?

—Si, si— Minho asintio varias veces con la cabeza soltando su brazo—. Vamos, vamos— tomó su chamarra de cuero alejándose de la mesa, los demás lo siguieron Hyunjin le hizo una seña a Felix para que lo llamara más tarde.

Salieron todos del recinto con risas y platicas, Hyunjin realmente iba con una sonrisa al escuchar las ocurrencias de Jisung sin embargo creía que estaba demasiado conciente con todo lo que conformaba Minho, ya sea con sus comentarios o su risa sus ojos pasaban de inmediato al más bajo.

¿Y cómo no? Era guapo y tenía una personalidad explosiva, su estilo era genial y no lo sabía solo... Le caía bien.

Pronto las chicas se despidieron en una calle, Sana siendo tan tímida pero aún así con una sonrisa les dijo que los veía después.

Se dió cuenta que en la calle quedaban él y Jeongin, Minho se había ido junto a Jisung después de despedirse con un beso a In y con un golpe de puños para él.

—Es genial— dijo de repente, viendo a Jeongin metiendo sus manos en los bolsillos de su sudadera.

—¿Quién?— respondió el chico confundido.

—Minho— dijo sin mirarlo, en este mundo la homofobia era casi nula. Durante milenios las personas habían estado en la duda de ¿quién podría ser su alma gemela? Que no les interesaba si era hombre o mujer, simplemente lo aceptaban; así que la homofobia era casi inexistente incluso era un suicidio social si quiera mencionarla.

—Ah...— el pelinegro sonrió pateando una piedra—. Lo es, pero es problemático.

—¿Por qué?— preguntó interesado—. Se llevan bien, y se ven lindos juntos.

Jeongin sonrió irónicamente, pateando está vez más fuerte la piedra Hyunjin vio el cambio en su amigo, tal vez la había cagado:—Él es increíble— dijo en un susurro—. Tiene tantas ideas y es tan talentoso...— nego la cabeza, mirándolo—. Pero amarlo, es un gran problema y... No soy el mejor lidiando con problemas.

No quiso preguntar más, cambio el tema de conversación tratando de hacer el camino menos incómodo. Jeongin y él eran amigos no tan cercanos pero ya lo consideraba su amigo, quería ayudarlo. Durante toda la noche había visto las miradas que le lanzaba al guitarrista, Minho también se veía bastante cómodo a su alrededor.

Suponía que eran cosas de ellos, cosas en las que no se debía meter.

Después de ese día, Felix y Chris se dieron cuenta que en efecto eran almas gemelas. Querían ir lento, saber si eran compatibles por completo no solo por ser lo que eran, si no por sus personalidades y prácticamente ellos como persona.

Por lo que empezaron a salir en grupo, fue ahí que comenzó a notar a Minho en todos lados. No sabe cuándo empezó; la primera vez lo vio en las canchas junto a otra chica que reía de lo que sea que había dicho, luego fue en la cafetería, en los pasillos de la escuela. Ni siquiera sabe cómo fue que no lo vio antes, Minho es todo un personaje esperaba que mínimo lo viera una vez en la escuela.

Pero no fue hasta ahora. Lo cual era extraño. Después se enteró gracias a Jeongin que el chico se había cambiado de escuela y no tenía mucho en esta nueva.

Regreso a la última vez que lo vio; fue afuera de la escuela junto a Jeongin, Minho siendo tan ruidoso y In tan serio. No quiso acercarse de hecho iba a dar media vuelta para buscar a Felix e irse. No se sentía cómodo hablar con ellos, parecía una pelea.

Pero el grito de Minho lo hizo temblar cerrando los ojos y maldiciendo.

—¡Hyun!— cuando volteo, vio a ambos chicos Minho con una sonrisa y Jeongin detrás de él fingiendo la suya—. ¿Buscas a Felix?

—Si— asintio sonriendo y metiendo sus manos a las bolsas de su sudadera—. De hecho ya me iba— miro a ambos—. ¿No interrumpo nada verdad?

Está vez Jeongin sonrió divertido.

—Deja de pensar tonterías— camino a su lado empujando su hombro divertido—. Minho solo es un idiota terco, nadamás.

El mencionado hizo un puchero, se acercó a él y rodeo un brazo con el propio suyo. Se sintió nervioso con la cercanía:—Vámonos Hyun— rodó los ojos el más bajo jalando de el para que se moviera sin poner resistencia le siguió el juego.

Segundos después Jeongin los siguió con regaños a Minho, en realidad no sabía de qué se trataba está pelea por lo que se limitó a escuchar y a soltar risas leves cuando uno de los dos decía algo particularmente tonto.

Cuando llegó a casa, se aferró a la idea de olvidar por completo el calor del guitarrista en su lado izquierdo así como la risa melosa que sonaba aún en su mente.

Rodó los ojos cuando notó que no servía de nada, su libreta de dibujos comenzaba a llenarse del castaño. Dejo el lápiz y dió un suspiro frustrado.

Estaba jodido. Miro la servilleta que estaba en su escritorio y sus dedos tocaron la púa en su cuello. No podía caer por alguien cuando sabía que su alma gemela estaba ahí afuera, cerro la libreta y se puso los audífonos tratando de alejar –sin éxito– los ojos gatunos de Lee Minho.

¡Termina el segundo capítulo! Espero que les haya gustado.

Este capítulo ya estaba listo jiji, pero aviso de todos modos por aquí también. Estoy de vacaciones y los datos aquí me agarran cada que quieren, aún así espero que la siguiente semana pueda volver a publicar. Recemos porque así sea.

Tomen agua y cuidense. Bye bye. ❤️

-Annie ☾-

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