❑ s e v e n ⚡︎
❝ Solo un pequeño tacto te puede hacer delirar. Eso es el amor. ❞
:♦: ;; they are my happiness
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❐ ; 11/1O/21 - ↷South Korea 🇰🇷
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〔 :⛓️: ┊은하〕
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— No se separen por nada del maldito mundo, ¿entendido? — Pidió la pelirroja en un susurro. Los demás asintieron y comenzaron a caminar con cautela.
— ¿Y ella quién es? — Preguntaron los dos menores señalando a la pelinegra tras ellos. Minho y Minyeong rodaron los ojos, mientras el resto de Stigma reía por lo bajo.
— Es mi ex.
— Es su ex.
— Soy su ex.
Mencionaron los tres al unísono. Hera y Riki abieron la boca con sorpresa, mientras Heeseung y Jay los miraron con asombro, y Stigma reía.
— ¿Y qué hace ella aquí, papá? — Preguntó Hera con recelo, haciendo reír a la pelinegra.
— Sí, Eunbin. ¿Qué haces aquí? — Preguntó Minyeong entre dientes, fulminando a la chica, la cuál sonrió con nerviosismo.
— ¡He vuelto! — Todos se dieron la vuelta rápidamente cuando una chica pelinegra se lanzó a los brazos de Minho y Minyeong.
— ¿Eunbin? — Preguntaron con asombro los demás, a excepción de los menores, que no entendían nada.
— ¿Me extrañaron? Sé que sí — Dijo con diversión mientras se separaba de la pareja y los miraba con una sonrisa, pero el castaño y la pelirroja no salían de su asombro.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntaron los dos al unísono, pero la chica simplemente sonrió.
— Quería verlos.
Luego de eso, ni siquiera supieron como es que Eunbin los había seguido y estaba con ellos yendo a rescatar a Jungwon y Sunoo.
— Solo cállate y sigue el plan que te dijimos antes de bajarnos del auto, Eun — Sentenció Minyeong deteniéndose para no ser vista por nadie. Los demás hicieron lo mismo tras ella.
— Bien, pero luego me llevas de compras — Minyeong la miró con diversión y le guiñó el ojo. Minho tembló, llamando la atención del resto.
— ¿Qué pasa, hyung? — Preguntó Jay confundido por la actitud del mayor.
— Nada, solo que es raro ver a mi ex y a mi novia ser amigas cuando hace año y medio se querían matar — Comentó con una mueca, haciendo reír a los demás.
— Créeme, cielo, esto no es lo más loco que vas a ver hoy.
— Ya lo sé, cariño — Dijo con diversión. Su novia le sonrió y luego volvió la vista hacia el frente, volviendo su mirada a una seria.
— Estamos en frente. Vayan detrás de Sora, y por favor no hablen ni hagan ningún sonido — Pidió hacia el resto, los cuales asintieron. Minyeong con un asentimiento le dio permiso a la pelimorada de actuar, la cuál cerró los ojos por unos segundos, y al abrirlos, estos eran totalmente blancos. Con sus manos comenzó a tocar los brazos de todos, volviéndolos invisibles de pies a cabeza.
Todos comenzaron a caminar detrás de Sora, ya que entre ellos podían verse, pero la gente externa a ellos no. Iban con total cautela, pues sabían que los llegaban a escuchar, sería un desastre.
Al llegar a la entrada de aquella casa abandonada, notaron que por dentro, habían alrededor de 30 guardias custodiando la entrada. Los siete proyectos se vieron y asintieron.
— Nos encargaremos de los guardias. Quédense aquí y no se muevan por nada del mundo. Preparen todo y luego volveremos por ustedes — Habló Eunwoo, recibiendo un asentimiento de todos.
— Minho y Eunbin están a cargo, así que obedezcan — Advirtió la pelirroja hacia los menores, los cuales asintieron. — Obedece a tu padre, Hera.
La menor asintió y abrazó al castaño, que le devolvió el abrazo con una sonrisa y un beso en su frente.
— Sora se quedará con ustedes porque irá a ver si hay más guardias, cuídenla — Pidió Haneul. La mencionada se colocó en el suelo sentada y le pidió a Jay que la sostuviera al caer.
Stigma comenzó a caminar con cautela y creó un campo de protección desde la entrada de la casa hasta el final de la fila de guardias. Minyeong se giró para ver a Sora, la cuál asintió y la pelirroja le dio la orden a Eunwoo de abrir la puerta de la casa.
De una patada, el rubio rompió la puerta, alertando a los guardias que miraron la puerta con miedo y apuntaron sus armas hacia adelante.
Sora asintió y entró en su cuerpo astral, dejando su cuerpo real a cargo de Jay y los menores, logrando pasar entre medio de aquella pelea que se estaba dando entre sus compañeros y los guardias, yendo a revisar si habían más guardias y lograr ubicar el camino hacia Jungwon y Sunoo.
Apenas Sora entró en su cuerpo astral, los seis cuerpos de los proyectos se dejaron ver, al igual que los cuerpos de los chicos afuera de la casa, que sintieron un ligero pánico al estar expuestos, pero se tranquilizaron al ver un campo negro transparente rodearlos.
Los seis comenzaron a desmayar a los guardias con sus diferentes poderes, sintiéndose en libertad de hacer cualquier cosa sin llamar la atención, pues el campo era a prueba de cualquier sonido, por lo que, lo que pasaba adentro no se escuchaba afuera, y eso era una gran ventaja.
Al cabo de 10 minutos, lograron desmayar a los guardias y suspiraron al mismo tiempo, teniendo el mismo pensamiento.
— Nos hacía falta ejercicio — Comentaron los seis al unísono, y sonrieron con diversión al escucharse.
Desde la caída de AIO, no habían tenido peleas así, ya que normalmente todo lo que hacían era relacionado con robos y personas con poca fuerza o agilidad, algo que no requería mucho esfuerzo.
Esperaron unos minutos a que Sora saliera, y al hacerlo, ella dirigió a los demás hacia Stigma y entraron al campo de Minyeong, que aún tenía los ojos negros debido al uso de su poder.
— La planta baja está despejada. Hay tres pisos más, todos están despejados porque al parecer los guardias estaban aquí en la entrada. Tenemos que subir hasta el cuarto piso, pero el problema es que hay dos guardias custodiando la puerta donde se encuentran los chicos, y ese pasillo está lleno de rayos láser. Aún con mi cuerpo astral podría activarlos y sabrían que estamos aquí, así que decidí no cruzar — Explicó la bicolor con lentitud para que todos lograran entenderla. — Salí de la casa para ver si había alguna ventana o algo donde se pueda ver por dentro, pero no hay nada. Entré a la sala y están los cinco hablando con Jungwon y Sunoo, los tienen encadenados a la pared pero están sanos y sin un rasguño. Lo único que noto es el cansancio y la falta de comida y agua.
— Los están matando lentamente — Murmuró Minyeong con temor, siendo cautelosa, pues tenía a Heeseung, Jay y Riki tras ella, y no quería que los tres se alteraran y causaran un escándalo.
— Han pasado 12 horas desde que están secuestrados. Puede no ser mucho, pero considerando que lo último que comieron dentro de 24 horas fue un helado, es mucho para ellos, especialmente cuando siguen siendo niños en desarollo — Comentó Wooyoung con preocupación.
— ¿No habían cámaras aquí? — Preguntó Hera confundida. Minyeong asintió a su hija y la miró.
— Sora las desactivó apenas entró a la casa, así que no pudieron haberse enterado que estábamos aquí.
— ¿En serio creíste que se les iba a pasar ese detalle, tonta? — Se burló Riki de su mejor amiga, la cual lo empujó y le sacó la lengua.
— ¿Y qué haremos con los guardias y los lásers? — Preguntó Sunhee a su hermana, la cuál desvió su cálida mirada de los dos menores y miró a la pelirroja menor.
— La manera más fácil sería que todos nos volviéramos invisibles y pasáramos los lásers, pero considerando que no todos aquí tenemos la flexibilidad y agilidad requerida para pasar sin tocarlos, no podemos tomar eso como opción — Explicó hacia el resto, refiriéndose a los demás.
— ¿Y si solo van dos a desmayar a los guardias? — Preguntó Haneul, pero Sora negó en su dirección.
— No vi ningún botón o algún artefacto que logre desactivar los lásers. Seguramente están dentro de la sala donde están ellos, así que no serviría de nada porque seguiríamos sin poder pasar todos.
— De hecho, te equivocas en algo, Sora — Comentó Eunwoo. — Sí sirve el que dos personas vayan y desmayen a los guardias, ya que así no tendríamos que preocuparnos porque nos vean cruzar los lásers.
— Pero igual sigue siendo un problema el hecho de no poder apagar los lásers — Siguió Minyeong. No sabía que hacer en ese caso, ya que tenían que entrar todos para que los demás sacaran a Jungwon y Sunoo mientras Stigma distraía a los secuestradores.
— ¿No hay otra manera de entrar sin cruzar los lásers? — Preguntó Jaehyun metiéndose a la conversación después de pasar todo el camino callado.
— ¿Por qué no habías hablado? — Le susurró Wooyoung confundido, ya que el pelirosa por lo general jamás se callaba. Jae sonrió divertido y alzó los hombros.
— Los milagros existen, Woo — Dijo Sunhee con diversión.
Los tres recibieron un golpe en la cabeza por parte de Haneul, Eunwoo y Sora, mientras Minyeong sonreía y rodaba los ojos.
— Respondiendo a tu pregunta, loro — Jaehyun le sacó la lengua a Sora, haciéndola sonreír. — No, a menos de que nos podamos teletransportar a la sala.
Eunwoo miró a la pelirroja con duda. — ¿No tenías una pastilla con cada poder?
— Precisamente gasté las dos pastillas que tenía con el poder de Twelve, así que no. Tengo que pedirle más a Yoona, pero ese no es el punto — Dijo desviando el tema.
— ¿Y si activamos los lásers intencionalmente? — Preguntó Eunbin alzando la mano. Los siete proyectos la miraron sin entender.
— ¿Eso siquiera tiene lógica? — Preguntó Minho hacia la pelinegra, la cuál golpeó la cabeza del castaño con obviedad. — ¡Hey!
— Piensa, tonto. Si activamos los lásers, sabrán que estamos aquí, sí, pero tampoco es que tengan mucho que hacer en lo que cruzamos el pasillo. En todo caso, como dijo Minyeong, dos de nosotros tienen que cruzar y desmayar a los guardias. Ya estando el resto de Stigma ahí, entran a la sala y los distraen, mientras nosotros de forma invisible soltamos a los niños y nos vamos — Explicó con facilidad.
— Es más fácil decirlo que hacerlo, noona — Suspiró Jay.
— Jay tiene razón. Ese plan puede salir muy bien o muy mal — Dijo Heeseung.
— Pero por ahora es lo que tenemos. Gracias por tu ayuda, Eun — Comentó Minyeong con una sonrisa que la pelinegra le respondió.
Al final decidieron que Sora y Haneul serían las que irían a desmayar a los guardias, mientras el resto de Stigma cruzaba los lásers con demasiado cuidado de no tocarlos, mientras el resto esperaría a que dieran la señal para activar los lásers.
Minyeong tenía un mal presentimiento, y sabía que algo malo iba a pasar, pero trató de tranquilizarse y comenzaron a caminar tras ella mientras subían las escaleras para llegar al cuarto piso de la casa.
— ¿Cuándo darán la señal? — Preguntó Kayser con un semblante totalmente serio.
— La bengala silenciosa es la señal de que el plan comenzó — Dijo Chan mientras miraba la casa con nerviosismo.
— La verde es que todo salió bien y tienen a los niños — Le siguió Hyunjin.
— Esa es nuestra señal para ir por ellos — Comentó Felix.
— La roja es que todo salió mal — Dijo Changbin, sin necesidad de decir algo más, ya que podría alterar al resto. Aunque ya lo habían visto fulminante.
— La amarilla es que hubo heridos — Dijo Jake mientras jugaba con sus dedos.
— Y la negra es que alguien murió — Soltó Sunghoon con un ligero temblor en su voz. Kayser lo miró asustado y luego miró al resto, que simplemente desviaron la mirada.
— Seungmin, Jeongin y yo no tenemos algún trabajo en especial, solamente esperar aquí — Dijo Jisung tratando de calmar el ambiente, aunque era imposible, ya que todos estaban tensos y nerviosos.
— Solo esperamos a todo salga bien — Susurró Chan mirando aquella casa donde tendrían que entrar en breves.
Los siete chicos iban a salir de los autos policiales para dirigirse a la entrada, pero la voz de Minyeong los interrumpió.
— Lo había olvidado, pero necesito que Jisung venga para sacar a Eunbin de aquí — Todos se miraron sorprendidos y alterados.
— ¿¡Eunbin está ahí!? — Casi gritaron asustados.
— ¿No se había quedado en la empresa? — Preguntó Chan irritado.
— No te sorprendas cuando ya la conoces, cariño — Escuchó la voz de su novia, y soltó un suspiro al aire.
— No tengo problema, con que no salgamos lastimados todo está bien — Dijo Jisung saliendo del auto y colocándose al lado de sus mayores.
— Les prometo que nadie saldrá herido — Les dijo Minyeong por el comunicador, sabiendo que esa promesa iba para todos, pero no para ella.
— Tengo miedo, Jungwon — Sollozó el pobre pelinegro mientras dejaba caer sus lágrimas de pánico y dolor por estar tantas horas colgando de una pared.
— Todo estará bien, Sunoo hyung — Susurró con la voz quebrada, sintiendo su corazón bombear con fuerza debido al dolor que sentía y la necesidad de que los bajaran de esa pared.
— ¿Por qué nos hacen esto? — Preguntó el chico con lágrimas cayendo por sus ojos.
Cierra pelinegra desvió la mirada con dolor y trató de pensar en otra cosa que no fueran las miradas mojadas y llenas de dolor y miedo de Jungwon y Sunoo.
— No tienen porque saber eso, simplemente tengan en cuenta que vendrán a salvarlos tarde o temprano — Comentó el pelirrojo con una sonrisa macabra. Los dos chicos tragaron en seco y comenzaron a temblar.
— ¿Qué le harán a Minyeong noona? — Preguntó Sunoo con miedo en su voz, viendo como el pelirrojo sonreía con más sadismo.
— ¿Minyeong noona? Pues ya lo verás, Kim Sunoo — Habló aquel chico con la mirada sombría. — A ella especialmente es a quién quiero lastimar más.
Esas palabras solo asustaron más a los dos chicos, que no pararon de temblar y sollozar.
— ¡Por favor no le haga nada a noona! ¡Ella finalmente es feliz con su novio y su hija! No lastimen su felicidad, por favor — Sollozó Jungwon con lágrimas en sus ojos. Tanto él, como Sunoo y Riki amaban mucho a Minyeong, y no querían que nada ni nadie le hiciera daño a esa hermosa mujer que los quería tanto y los hacia felices.
El chico rió con amargura y luego los miró con frialdad, erizando la piel de los dos encadenados.
— Así que tiene una hi-
Sus palabras fueron interrumpidas cuando la alarma de los lásers se activó. Los cinco se giraron al mismo tiempo que la puerta se rompió de una patada, pero no lograron reaccionar a tiempo cuando ya estaban siendo paralizados por un aura negra que les evitaba moverse.
Dos bombas de humo evitaron que vieran lo que estaba sucediendo, y los cinco se alarmaron cuando escucharon las cadenas romperse.
Los habían subestimado, demasiado.
Luego de varios segundos donde no eran capaces de hacer ni ver nada debido al humo y la parálisis, escucharon llantos, voces y varias pisadas cerca de ellos. El humo finalmente se disipó y fue cuando todos se vieron fijamente.
Detrás de Stigma se encontraban los chicos junto a Jungwon y Sunoo, quienes se aferraban a Heeseung, Jay y Riki mientras lloraban.
Minyeong sintió su cuerpo temblar con fuerza al hacer contacto visual con una perfecta copia suya, pero en versión más pequeña y masculina.
— Help — Susurró Eunwoo, siendo escuchado por todos, menos por los cinco niños.
Las pantallas del país se encendieron, mostrando un momento tan tenso como ese, donde estaban en el rescate de Yang Jungwon y Kim Sunoo, y en el reencuentro de Park Minyeong y Park Beomgyu.
— Hola, madre — Soltó con una sonrisa falsa.
— Tú...
— ¿Te sorprende verme aquí? — Preguntó con sorna. — Digo, tú creías que estaba muerto y me abandonaste en Rusia.
— ¡Eso no- — La pelirroja se alteró y suspiró, tratando de no ponerse a llorar en ese preciso momento. — Eso no fue así, Beomgyu.
— ¿Y cómo fue, Minyeong? — Habló con enojo, pero no logró moverse, pues sintió una descarga eléctrica en su cuerpo, y miró los negros ojos de su madre con odio.
— Kang me obligó a llevarte a Rusia contra mi voluntad. ¡Cuando te busqué estabas muerto!
— ¡Novedades, madre! ¡No estaba muerto! — El corazón de la pelirroja se contrajo y sintió sus ojos picar. — No vengas a llorar ahora, que no te crees ni tú misma.
— No sabes como fueron las cosas, Beomgyu — Habló Eunwoo con dolor. Para él también era horrible ver a ese niño que alguna vez crió junto al resto, lleno de vida y amor, ser ahora un monstruo que solo quería hacer sufrir a la gente.
— ¿Y cómo fueron las cosas, Eunwoo?
— Tu madre te dejó con Kang mientras nosotros nos ibamos a cumplir la misión, pero cuando ella le preguntó si tú estabas con él, nadie contestó.
— Minyeong y todos nosotros corrimos a buscarte. Gritamos tu nombre miles de veces, pero jamás te encontramos — Relató Sora colocándose al frente junto a la pelirroja y Eunwoo.
— Hasta que llegamos al lugar donde se supone que deberías de estar, vivo, Beomgyu — Dijo Jaehyun.
— Pero lo único que vimos fue tu cadáver mutilado y perforado — Dijo Haneul con un ligero temblor en su voz.
— Te lloramos, Beomgyu. Gritamos, golpeamos lo que encontramos en nuestro camino, e incluso nos desquitamos el dolor matando a personas inocentes, solo por el hecho de haberte perdido... — Comentó Wooyoung con un ardor su garganta que le evitó seguir hablando.
— Minyeong pasó años en depresión por tu muerte, y Kang lo único que supo decirle fue que todo había sido su culpa. ¡Por embarazarse de ti con diez años! — Sunhee sí estaba llorando. Ella era la más sensible de los demás, y por cualquier cosa lloraba, y ese tema en sí era su peor fibra.
— Que irónico entonces, porque fue Sunoo quien me revivió — Los siete proyectos abrieron los ojos con sorpresa.
— ¿Qué? — Soltaron los siete en shock.
— ¿No que estabas vivo? — Se metió Eunbin, pero se calló cuando Minho y Hera le pisaron el pie con molestia, dándole a entender que se callara porque no era un buen momento.
Por suerte, Beomgyu la ignoró y se concentró en las reacciones de los siete que tenía frente a él.
— ¿Por eso te ves como un adolescente? — Preguntó Eunwoo, saliendo de su shock mientras lo miraba con dolor.
— Comparto el sentimiento de odio que tienen hacia Kang Sunoo, pero lo único que puedo agradecerle es que estoy vivo por él, al igual que ellos — Dijo mientras miraba de reojo a sus cuatro compañeros.
Minyeong debido al shock dejó la parálisis del cuerpo de los cinco, pero el resto dejó el shock y se pusieron alerta por cualquier posible movimiento de los cinco que tenían de frente.
— Déjennos presentarnos antes — Murmuró el pelirrojo con una sonrisa. — Yo soy Park Beomgyu, y tengo los mismo poderes que mi querida progenitora — Sus ojos se tornaron de un negro tan fuerte como el de Minyeong, haciendo que los chicos trás Stigma retrocedieran con miedo.
— Yo soy Kim Jaewon — Dijo el chico castaño y de ojos cafés, que luego se volvieron de un naranja eléctrico.
— Yo soy Jin Kyosun — Dijo el otro chico de cabello negro y ojos cafés, que igual que Jaewon, cambió sus ojos a un amarillo fuerte.
— Yo soy Shin Chaerin — Dijo una excéntrica rubia de ojos cafés, que luego se tornaron de un celeste bastante bonito, al parecer del resto. Incluso les dio envidia.
— Los ojos de mi mujer/mami son más lindos — Murmuraron padre e hija, haciendo que el resto sonriera con suavidad, y Minyeong suavizara su dolida expresión, sintiendo los dedos de su novio entrelanzándose con los suyos. Lo miró de reojo como se colocó a su lado y apretó su mano, transmitiéndole una paz inigualable que solo él podía darle en situaciones así.
Así era Minho, era un amor cuando se trataba de su hermosa felicidad.
Y su hermosa felicidad se llamaba Park Minyeong.
Ellos son mi felicidad.
Pensó en su mente al apretar la mano de Minho.
— Y yo soy Jung Hanmin — Dijo una pelinegra de ojos cafés, que finalmente se volvieron un tanto diferente a los del resto, ya que sus ojos eran de un morado oscuro, pero de estos sobresalían venas rojas y la iris del mismo color.
Ghoul.
Pensaron los siete al ver a la chica, aunque alguien los sacó de sus pensamientos.
— ¿H-Hanmin? — Preguntó la pelinegra trás Minyeong. La chica al lado de Beomgyu la miró con sorpresa y sintió como su mundo se comenzaba a caer.
— ¿La conoces? — Preguntó Jay.
— ¿Te conoce? — Preguntó Beomgyu a la chica a su lado, la cuál solo entrelazó sus dedos con los del pelirrojo y apretó su mano, algo que no pasó desapercibido por nadie.
— Jung Hanmin es mi hermana desaparecida de hace cinco años — Soltó Eunbin con un hilo de voz. Los demás jadearon de la sorpresa, incluidos los cuatro chicos del grupo contrario.
— Bonita reunión familiar — Murmuró Beomgyu con hostilidad. — Es un placer conocerlos, Stigma...
Nosotros somos Manifesto.
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