❑ n i n e t e e n ⚡︎
❝ Si algún día llegas a extrañarme, recuerda que yo nunca me quise ir. ❞
❝ Tenía 500 cosas que decirte, y no te dije ninguna. ❞
❝ Deseo que en todas tus próximas vidas y en todos los universos, puedas encontrarme. ❞
❝ Hasta la próxima vida, mi amor. ❞
Welcome to the penultimate chapter of Easy.
: ♣ : ;; we will always be with you, because we are Stigma.
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❐ ; 29/1O/21 - ↷ South Korea 🇰🇷
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〔 :⛓️: ┊은하〕
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Habían pasado cuatro días desde la mini fiesta del cumpleaños de Minho y Minyeong, y tres días tranquilos donde no habían señales de Chaerin y Kyosun, y eso los tenía preocupados a todos.
Por otro lado, Minho y Beomgyu habían conversado junto a Hera, ya que ahora tenían que estar unidos y llevarse bien entre los tres al ser las personas más importante de Minyeong, y bueno, también porque ella les pidió a su novio y su hija que intentaran llevarse bien con Beomgyu.
Al final los tres se llevaban medianamente bien, ya que bueno, tampoco es que hablaran mucho o estuvieran juntos todo el día. Simplemente se pasaban las palabras justas y necesarias del momento, y tanto Beomgyu como Hera pasaban tiempo juntos cuando no tenían nada que hacer para conocerse mejor.
Por otro lado, los tres ex miembros de Manifesto comenzaron a hablar sobre los puntos débiles y los traumas de Chaerin, ya que querían usar el poder de Hestia para poner fuera de juego a la rubia usando sus miedos en contra.
Al no querer meter a ninguno de los menores a la pelea, Yoona extrajo de la sangre de Hestia un poco de su poder, que sería el que Minyeong usaría en sus píldoras en contra Chaerin.
- Estuve jugando con el para ver que más podía hacer, y ahora puedo llenar estas canicas de cristal con mi poder dentro. Al tirarlas, explotan y afectan a la persona que inhale el humo que saldrá. Es la única manera de hacer que Chaerin entre en el efecto sin afectar al resto que se encuentre ahí - Explicó Hestia mirando fijamente a la pelirroja, la cuál asintió y vio a la menor entregarle alrededor de seis canicas ya llenas del humo morado. - Si las canicas no funcionan por cualquier motivo, tendrá que acercarse lo suficiente a Chaerin y extender el humo, y eso puede provocar que usted también entre en la ilusión de sus peores miedos y pesadillas. Es por ello que tiene que recordar que solamente son eso, ilusiones. Nada es real a menos de que lo pienses constantemente, y la manera más fácil de salir es volviendo a tu propia realidad sabiendo que todo es falso.
- Gracias por tu explicación, Hestia - Murmuró con una pequeña sonrisa.
- De todas formas yo también estaré allá con Six, Bangkok y Hera para verificar que todo lo que conlleve usar mi poder funcione. Y si todo sale mal, tendré que entrar yo aunque no lo quieran - Finalizó la menor con seguridad.
- Está bien, Hestia - Le habló Hera abrazando a su amiga, compañera y hermana de crianza.
- ¿Y cómo sabemos cuando aparecerá Chaerin? - Preguntó Eunbin comiéndose las uvas de Minho, que el mayor le reprochó y se las quitó. - Grosero.
- Eran para mi mujer, no para ti - Habló con molestia. Eunbin le sacó la lengua y le pegó en el brazo, y ya luego comenzaron a pelear como siempre.
- Y pensar que antes eran novios - Comentó Eunwoo con diversión. Minyeong sonrió con suavidad y los miró pelearse como si fueran niños pequeños.
- Respondiendo tu pregunta - Dijo Minyeong alzando la voz para detener la pelea de ambos chicos, que la miraron al instante. - El plan inicial es atraerla, pero realmente no podemos confiar en que ella aparecerá cuando nosotros digamos. Puede aparecer en cualquier momento.
Y precisamente después de decir aquello, escucharon una explosión algo cerca de la casa, y escucharon los gritos de las personas afuera y de los chicos adentro.
- Quiero creer fielmente que son Seattle y Jaewon practicando con sus explosiones - Dijo Riki con preocupación y miedo.
Pero los gritos preocupados de las personas les dijeron que no era así, además de que Jaewon bajó rápidamente las escaleras junto a Beomgyu y Hanmin ante el disturbio afuera de la casa.
- Son ellos - Dijo el pelirrojo con preocupación.
- ¿Cómo lo sabes? - Preguntó Wooyoung confundido.
- Estábamos en la azotea y vimos una onda celeste rodear el Olympic Park.
Los siete proyectos se miraron entre sí al recordar los acontecimientos del año pasado, y todos oscurecieron sus miradas al instante, sintiendo la adrenalina y el miedo apoderarse de sus cuerpos.
- Nos vamos - Avisó Minyeong con autoridad tomando sus dagas y armas para colocarlas en los arneses de su pierna y brazos. - Eunbin, tu grupo en la retaguardia del parque. Beomgyu, el tuyo irá en la defensa. Nosotros iremos al frente.
El grupo de Eunbin, conformado por Sunoo, Riki, Seattle y Hanmin estaría en la parte de atrás para evitar que Chaerin o Kyosun intentaran tomar a alguien de rehén o que alguno de los dos escape.
El grupo de Beomgyu, conformado por Jaewon, Jungwon, Paris y Venice estarían en la defensa para proteger a los civiles, ayudar a los heridos en la batalla y apoyar de lejos al grupo principal.
Ya que sería Stigma los que se enfrentarían a Chaerin y su ejército.
Bangkok estaría a cargo de cuidar a Hera, Hestia y Six al ser las menores y las que tenían que estar ahí. Hestia para controlar el tema de su poder, Hera para ayudar a la mencionada a no entrar en pánico si las cosas se salían de control, y Six para llevarse a los heridos lejos de ahí o sacarlo a todos si las cosas salían terriblemente mal.
No quisieron involucrar al resto de los menores ya que suficiente era con tener a siete ahí como para llevarlos a todos.
London al ser la mayor, se quedó cuidando a los otros siete menores. Su grupo entero estaba en batalla, pero ella no fue para cuidar al resto de los chicos, y especialmente a Zeus, que estaba nervioso por tener a Hera y Hestia allá.
Y Twelve también, ya que Six estaba también allá y todo dependía de ella si las cosas salían mal.
- ¿Y nosotros qué? - Preguntó Jeongin mirando a su novio.
- Ustedes se quedan aquí - Sentenció Minyeong con seriedad. Minho la miró preocupado y estaba por quejarse pero su novia lo detuvo. - Podrá sonar horrible lo que voy a decir, pero tienen que entender que es la verdad. No van a ir con nosotros porque son un estorbo.
- Exacto. Tendríamos que preocuparnos por el bienestar de ustedes en lugar pensar en Chaerin y Kyosun - Refutó Eunwoo colocándose el arnés correctamente sin verlos a ninguno.
- No se sientan mal por eso, pero no queremos involucrarlos a ustedes y que salgan heridos - Dijo ahora Sora, tomando las manos de Felix al notar sus ganas de llorar debido a la preocupación.
- O los tomen de rehenes.
- O los lastimen de gravedad.
- O los secuestren.
- O los maten.
Todos miraron a Wooyoung con molestia, haciendo que el chico se callara y recibiera un golpe en la cabeza por parte de Seungmin.
- Despídanse de sus chicos - Ordenó Minyeong con la garganta seca.
- Van a volver, ¿no? - Preguntó Chan alterado ante sus palabras.
- Sí, pero es mejor prevenir que lamentar. Despídanse todos y espérennos cuando regresemos - Dijo Sunhee mirando a su hermana de reojo.
Todos abrazaron a sus parejas y se dieron un beso antes de irse, menos Minho y Minyeong.
- ¿Por qué tienes que ir tú? - Escucharon la fría voz de Minho salir.
- Ya hablamos de esto, Minho - Murmuró exasperada.
- Son muchas personas para solo dos mocosos con poderes.
- No los subestimes, Minho - Advirtió Haneul con seriedad. - Esos dos mocosos son capaces de matar a media población si así lo desean.
- No tienes que ir, Minyeong - Volvió a decir el castaño con seriedad. Minyeong rió con gracia.
- No me estás pidiendo que deje a mis chicos solos allá afuera, ¿no?
- Estás embarazada.
- Se cuidarme, Minho. Te recuerdo que el bebé está vivo después de que me atravesaran con una hoz, me envenenaran y me mataran. Tengo el poder de curación de Beomgyu y el mío. Nada le va a pasar - Explicó harta de la situación. Ya habían tenido esa conversación el día anterior y ahora volvían a tenerla.
- No irás, Minyeong. Prefiero que se queme el mundo antes que perder a mi mujer y mi hijo - Sentenció con molestia.
- No eres quién para decirme que hacer, Lee - Soltó con frialdad, comenzando una guerra de miradas con el mayor.
- Tenemos que irnos, Minyeong - Avisó Jaehyun con seriedad.
- Si te vas, olvídate de mí.
La pelirroja paró en seco al escuchar las palabras del castaño tras ella, y escuchando los reproches por parte del resto.
- Voy a volver, Minho.
- No a mí.
La pelirroja se tragó sus ganas de llorar y lo ignoró, comenzando a caminar hacia la salida, donde el resto la siguió en total silencio.
- Min...
- Sigan el plan y acabemos con esto - Habló con frialdad, comenzando a caminar hacia el auto. Los demás se miraron entre sí y la siguieron.
Y sí, todo había salido mal.
Gritos, sangre, muertos, heridos, desesperación, caos y destrucción.
Chaerin y Kyosun habían literalmente controlado a media maldita población coreana y los obligaban a pelear contra Stigma, y debido a todo el revuelo, terminaban matando a las personas sin querer, ya que sus poderes eran tan fuertes que solo habían dos opciones:
Desmayarlos o matarlos.
Y casi en todas eran matarlos. Todo era un desastre, y cada uno estaba entrando en pánico al ver soldados, personas inocentes y a los propios soldados de Stigma morir en cuestión de segundos.
Balaceras, golpes, quemaduras, golpes y todo lo horrible que podía existir. Ese lugar ya no era un parque donde los niños jugaban y las personas paseaban, ahora era un campo de guerra donde no había más que cadáveres y sangre.
Y lo peor, era que todo estaba siendo transmitido. Chaerin creyó que haciendo eso, lograría que la gente se pusiera en contra de Stigma al verlos asesinar gente inocente, pero eso ni siquiera ocurrió, porque las personas sabían perfectamente la situación y entendían la desesperación de los siete proyectos al no saber que más hacer para, en lugar de matarlos, salvarlos.
- ¡Minyeong! - Gritó Sunhee al verla estrellarse contra una pared. La pelirroja menor hizo el amago de correr hacia la ojiverde, pero la vio levantarse con el rostro rojo lleno de rabia. - Y se enojó.
Murmuró la menor al ver los ojos inyectados en sangre de la pelirroja volverse negros y sin brillo, dispuestos a matar directamente a Chaerin apenas la tocara.
- ¿Crees que eres intocable? - Gritó con rabia acercándose al centro con su campo de protección para evitar los golpes y disparos que podía recibir desde afuera. - ¡Solo porque tu vida fue una mierda desde que naciste no significa que quieras destruir todo!
- ¿Tú qué sabes de mi vida? - Le gritó la rubia enojada. Minyeong sonrió de lado.
- Se más de lo que te imaginas, cariño - Chaerin palideció y la miró con miedo. - Tus padres nunca te quisieron porque fuiste un error según ellos, y por ello tu padre te golpeaba y violaba cada que tenía oportunidad. Y cuando Sunoo te secuestró y los asesinó, creíste que finalmente habías escapado de tu tormento, pero la realidad es que te fuiste a meter a otro.
- ¡Cállate!
Minyeong sabía que estaba mal, pero era la única manera de bajar la guardia de Chaerin, lastimándola psicológicamente.
- Sunoo alteró tu cuerpo y le metió hormonas para que crecieras y te desarrollaras como una adolescente de dieciocho cuando en realidad eras una niña de ocho años, y luego de eso te usó como un juguete sexual.
- ¡Dije que te calles! - Gritó molesta, obligando a los soldados a disparar en contra de la pelirroja, pero cada bala era detenida por su campo de protección.
- Te golpeaba, te usaba y te violaba cuando se le daba la maldita gana. Te manipuló a su antojo, y como una estúpida caíste en su juego y sus mentiras - A ese punto, Minyeong notó como la rubia bajaba la guardia y la miraba con dolor en sus ojos.
Quiero salvarte, Chaerin, pero parece que ya es muy tarde para eso.
Se lamentó la pelirroja, rompiendo su campo cuando tuvo la oportunidad de tragarse la píldora morada que tenía en su lengua y sentir un cosquilleo llegar a su interior, seguido de disparar una de las canicas de cristal llena con el humo morado, que se reventó apenas tocó a Chaerin, consumiéndola en su propio miedo.
Sus padres y Kang Sunoo.
Ese momento fue la señal de Beomgyu de cristalizar el cuerpo de la rubia con su hielo que dirigió con rapidez, evitando de largo la elasticidad de Kyosun, que ahora se estaba volviendo un problema.
Haneul y Sunhee, quienes anteriormente retenían a Kyosun, estaban en el suelo con heridas bastante grandes mientras eran atendidas por Hera y Bangkok. Minyeong quiso acercarse a ambas, pero Kyosun estaba dándole problemas a Beomgyu ya que trataba de liberar a Chaerin de su prisión de hielo.
- ¡Tíralo lejos de aquí, Beomgyu! - Le gritó la pelirroja activando nuevamente su campo al sentir una bala rozar su brazo, haciendo que soltara un quejido inaudible y llevara una de sus manos hacia su brazo herido, apretando la sangre que salía. No podía darse el lujo de curarse ella misma sabiendo que tenía que curar al resto.
Se acercó rápidamente hacia los heridos que estaban reunidos y los curó poco a poco, viendo como Beomgyu con ayuda del viento de Riki, logró tirar a Kyosun a varios kilómetros del lugar.
No tardaría menos de cinco minutos en volver, pero al menos podría aprovechar ese tiempo para matar a Chaerin, porque esa era la única manera de detenerla.
Matándola.
Lamentablemente, los soldados y civiles no les dejaron las cosas fáciles, pues comenzaron a disparar con metralletas, siéndoles incapaz de moverse a cualquiera de ellos, y más a Minyeong ya que pese a no recibir las balas, no podía acercarse por la fuerza de estas al impactar contra el campo, agrietándolo cada vez más.
Y para mala suerte, Chaerin salió de su pesadilla al momento de reaccionar y notar que era una simple ilusión de sus miedos.
La rubia hizo el intento de abrir la boca, y al soltar un sonido agudo en forma de canto, Minyeong rápidamente lanzó una de sus dagas al cuello de la rubia, que nuevamente sintió como este era cortado igual que la vez anterior, solo que ahora el corte era tan profundo que estuvo a punto de rebanarle la cabeza, aunque realmente ese era el punto.
- De todas formas están acabados - Habló a pesar de haber cortado sus cuerdas vocales. Minyeong se sorprendió ante ello ya que era literalmente imposible que pudiera hablar si no tenía cuerdas vocales, pero ahí estaba, diciéndole que definitivamente:
Estaban acabados.
- Hay 5 bombas alrededor de Seúl que explorarán en 10 minutos. Fue mi último recurso al saber que no podría con ustedes - Habló con la poca fuerza que le quedaba, dejándolos a todos helados.
- Evacuen a la gente - Soltó Eunwoo por el comunicador con ganas de llorar. Era imposible lograrlo cuando eran 10 millones de habitantes en la ciudad.
- ¡Son 10 millones de personas repartidas en 25 distritos con 10,000 calles, Eunwoo! - Gritó Haneul con desesperación, porque ya había comenzado a llorar al igual que el resto.
- Inténtenlo - Soltó Minyeong al borde del colapso.
Llegados a este punto, ya sabían que la gente había entrado en pánico y estaban gritando y corriendo por todos lados sin saber que hacer.
- ¿Dónde están las bombas? - Preguntó Sora con frialdad, haciendo que la rubia sonriera con sorna.
- Ni aunque les diga donde están podrán evacuar a las personas.
- ¿Dónde están las malditas bombas? - Gritó Jaehyun exasperado.
- Seodaemun-gu, Seongbuk-gu, Gangnam-gu, Gangdong-gu, y aquí.
Minyeong tragó en seco y comenzó a pensar en lo que podía hacer. Aunque para ese momento, Six y Twelve ya estaban actuando junto a los demás soldados y los proyectos con evacuar a las personas principalmente de los distritos que la rubia había dicho, y el resto evacuaba a los demás.
Para Six podía resultar fácil llevarse a las personas ya que solo tenía que pedirles que se tomaran de las manos, pero el tema era... ¿A dónde llevarían a 10 millones de personas?
- Evacuen solamente a las personas de los cinco distritos mencionados - Dijo Minyeong en voz alta. Los demás la miraron asustados y sin comprender su plan.
- ¿Estamos locos o qué? - Preguntó Wooyoung, pero cuando lo iban a mirar, vieron el terror pasar por sus ojos al ver una espada cortar la cabeza del castaño sin previo aviso.
Seungmin tras la pantalla, sintió las piernas fallarle y cayó al suelo, siendo sostenido por Hyunjin y Minho, que lo vieron asustados al ver la respiración irregular del chico combinarse con sus lágrimas y el shock.
Los proyectos miraron con pánico la cabeza de Wooyoung rodar por el suelo, y escucharon la risa macabra de Kyosun, haciendo que la sangre de todos hirviera con rapidez.
Sunhee atrajo a Kyosun con su telequinesis y lo alzó en el aire, siendo atravesado por las dagas que Sora, Jaehyun y Euwoo lanzaron con ira, incrustándolas en el ojo derecho, el estómago y el pecho de Kyosun.
Haneul se transformó en una abeja y voló sobre el ensangrentado chico, y como no podía desaprovechar su transformación de abeja, lo picó en el ojo izquierdo, y luego volvió a su forma humana y lo pateó con fuerza, haciéndolo caer al suelo con violencia.
Y Minyeong se encargó de clavarle picos de hielo por todo su cuerpo al levantarlo en el aire, y luego lo incineró con sus llamas, escuchando sus gritos de súplica y dolor.
El cuerpo quemado y destrozado de Kyosun cayó al suelo, donde Minyeong entre lágrimas, levantó una gran piedra de los escombros y con su telequinesis la hizo flotar sobre la cabeza del menor, que miró con sus últimas fuerzas como Chaerin estaba detrás sin hacer ni un amago de salvarlo.
- ¿No que no asesinaban personas? - Preguntó con un hilo de voz.
- Las cosas cambian cuando uno de nosotros es quien muere - Respondió con dureza, dejando caer la piedra en su cabeza, matándolo al instante y salpicando sus rostros de sangre.
- Six reunió a las familias de todos los chicos y los llevó a todos a Busan, ya que es la ciudad más alejada de Seúl - Habló Eunbin por el comunicador, viendo a Beomgyu llegar junto a Hanmin al lado de Stigma.
- Lleven al resto a cualquiera de las ciudades lejos de Seúl. El resto que se refugien en los distritos lejos de las bombas - Dijo con la voz quebrada, viendo las intenciones de Beomgyu al llamarla y pedirle que lo ayudara con Wooyoung.
La pelirroja se acercó al cuerpo sin cabeza del castaño, viendo con horror dicha extremidad al lado de sus pies.
- Podemos revivirlo, pero necesitamos a Ni-ki también - Comentó Beomgyu con cuidado, ya que sabía que su madre estaba mal. El pelirrojo le hizo una señal al chico de que se acercara, a lo que el rubio llegó con ellos y los miró con preocupación.
Los tres se miraron, y al ver al resto defenderse de los soldados que disparaban e iban contra ellos, decidieron actuar con rapidez para evitar más bajas en su grupo.
Minyeong sentía su cabeza explotar por escuchar tantas voces por sus oídos, pero no podía apagar el comunicador ya que necesitaba saber que las personas ya habían sido evacuadas de los distritos afectados.
Los tres se agacharon para colocar sus manos en el corazón de Wooyoung, sintiendo esa energía recorrerlos de pies a cabeza. Y con todos sus esfuerzos y deseos, vieron como la cabeza de Wooyoung rodaba hacia ellos y por arte de magia se unía nuevamente al cuerpo, pero aún no sentía el corazón latir nuevamente, así que hicieron un último esfuerzo por devolverle la vida al castaño, hasta que Beomgyu lo vio respirar y los detuvo con rapidez.
- ¡Ya está! - Gritó el pelirrojo alejándose, viendo como Riki y Wooyoung se golpeaban la cabeza al levantarse el castaño, quién parpadeó varias veces y los miró con confusión.
- ¿Me morí? - Preguntó señalándose con inocencia, siendo estrechado por los brazos de una preocupada y aliviada pelirroja, sintiendo como su corazón volvía a latir con la poca normalidad que cabía al tener al menor de vuelta.
- Creí que te perdería igual que con Jaehyun aquella vez - Murmuró con la voz quebrada. Wooyoung sonrió con pesar y acarició el cabello rojo de su líder con suavidad.
- No sé si lo sabías, noona, pero yo... ¡Soy como una cucaracha. No me muero, me multiplico!
Y se soltó del agarre de la pelirroja para ir a apoyar al resto, dejando a la chica con incredulidad en su mirada.
- Es un imbécil - Dijeron los tres al mismo tiempo. Se miraron y sonrieron con suavidad, hasta que escucharon las voces de Shierin y Yoona.
- Entre todos logramos evacuar a las personas de los distritos afectados. El resto se está aislando lejos de los distritos, pero los demás fueron llevaron a Busan y Daegu. El presidente lo ordenó hace dos minutos, así que Six y Twelve se encargaron de llevarlos a todos - Explicó Yoona con la respiración agitada.
- Y quedan cinco minutos, Minyeong - Recordó Shierin con cansancio. La pelirroja sintió la presión volver a sus cuerpos, y luego miró a sus chicos.
- Beomgyu y Eunbin - Habló por el comunicador. Los demás la miraron de reojo. - Lleven a sus equipos con Hera y los demás y quédense dentro del campo de protección - Ordenó con autoridad.
- ¿Qué harás, Minyeong? - Preguntó Eunbin confundida.
- No puedo explicarlo ahora. Obedezcan ya, no tenemos tiempo que perder - Dijo estresada. - Eunbin, tú vendrás conmigo. Necesito decirte algo.
Todos obedecieron al ver la mirada decidida de la pelirroja, que comenzó a caminar hacia el centro, y con un solo movimiento, levantó a Stigma y los soldados en el aire, para luego congelar a los hombres de Chaerin y romper el hielo, acabando con sus vidas.
Todos la miraron con sorpresa, y luego Minyeong ordenó a los soldados que se fueran con el resto hacia el campo.
- Six, ven - Pidió la ojiverde acercándose a su grupo. Todos la miraron al entender lo que quería hacer, pero esperaron a que ella terminara de dar las indicaciones. - Quédate en el campo y no dejes salir a nadie.
- ¿Qué vas a hacer, noona? - Preguntó Riki confundido.
- Lo que siempre tuvimos que hacer - Respondió por lo bajo, para luego mirar hacia el frente. - ¿Confían en mí? - Preguntó hacia su grupo.
- Siempre lo hemos hecho - Respondió Eunwoo con la mirada en alto. Minyeong sonrió con suavidad y asintió.
- ¿Están dispuestos a seguirme hasta el final? - Volvió a preguntar, sintiendo la presencia de Eunbin tras ellos.
- Te seguiremos hasta el fin del mundo - Respondió Sora con una sonrisa.
- ¿Cómo la pasaron a mi lado durante todos estos años? - Esta vez respondió Jaehyun.
- Pese a todo, fueron los mejores años gracias a ti - Y él también sonrió.
Nadie entendía que estaba pasando ni que estaban diciendo, pero sólo sabían que faltaba tres minutos para que las bombas explotaran.
- ¿Fueron felices?
- Sí. Puedo decirte con certeza que todos lo fuimos - Respondió Haneul igualmente sonriendo.
- ¿Conocieron buenas personas?
- Las mejores del mundo. Estamos agradecidos con todos - Wooyoung sonrió.
Minyeong levantó sus manos y cerró sus ojos, concentrándose en crear campos de protección alrededor de todos los distritos llenos de bombas, evitando que todo se destruyera y las personas no evacuadas murieran a manos de la explosión.
Un campo de protección se creó alrededor del distrito donde ellos estaban, y luego la pelirroja abrió los ojos, pero para sorpresa de muchos, sus ojos no eran negros como siempre al usar sus poderes, sino que seguían siendo verdes.
- ¿Están listos para irnos? - Preguntó con la voz quebrada, pero sin dejar de sonreír.
- Siempre lo hemos estado, hermana - Dijo Sunhee a su lado. Ambas hermanas se miraron y sonrieron con lágrimas en sus ojos.
- Six, llévatelos a todos - Dijo a través de comunicador.
- ¿Qué? - Preguntaron todos en coro.
- Minyeong - Llamó Eunbin preocupada. La pelirroja se giró y miró a la pelinegra frente a ella.
- Quiero que me prometas algo, Eunbin - Comenzó con una sonrisa triste, llevando sus manos a su vientre, viendo una luz morada aparecer junto a este, y como la pelirroja hacia esfuerzo por sacar la esfera morada que le entregó a Eunbin.
- ¿Qué es esto? - Preguntó la chica asustada. La pelirroja le sonrió con suavidad.
- No soy tan egoísta como para irme con mi bebé - Eunbin abrió los ojos con sorpresa y miró la esfera entre sus manos. - Cuando esté por nacer, la esfera se volverá negra. Dásela Minho y que él vaya con Yoona y Shierin, ellas sabrán como cuidarlo y ayudarlo.
- Minyeong - Dijo al borde del llanto.
- Prométeme que cuidarás a Minho y a mis hijos. No hace falta que estés con ellos, solamente no dejes que la tristeza los consuma - Pidió entre lágrimas.
- ¿Qué demonios estás diciendo? - Escuchó la voz alterada de Minho. No quiso saber cómo él le estaba hablando, pero supuso que le había quitado el comunicador a Beomgyu apenas él llegó con Six y el resto.
- Prométemelo, Eunbin - Dijo ignorando al mayor.
- Te lo prometo - Sollozó la pelinegra.
- Six, llévala - La menor apareció frente a ambas chicas y le sonrió entre lágrimas a la mayor, para tomar a Eunbin del brazo y desaparecer con ella, dejándola en Busan, al lado del resto.
- Minyeong, ¿qué demonios haces? - Preguntó Minho con miedo.
- Hay tantas cosas que no te pude decir antes, Minho - Dijo con una sonrisa, acercándose a sus chicos nuevamente.
Un minuto.
Encerraron a Chaerin en el campo con ellos dentro, y la rubia sintió su mundo paralizarse al entender lo que pasaría.
- Gracias por todo lo que hicieron por nosotros - Comenzó Eunwoo. - Gracias, Changbin y Jisung.
- Gracias por cuidarme, Felix.
- Gracias por hacerme tan feliz, Jeongin.
- Gracias por enseñarme lo que es el amor, Hyunjin.
- Gracias por ser mi vida entera, Seungmin. Y perdón por irme ahora dos veces.
- Gracias por aceptarme por como soy, Christopher.
30 segundos.
- Gracias por darle sentido a mi vida, por cuidar a mi hijos, por amarme, por hacerme una mejor persona, y por ser la luz que necesitaba para salir de aquella oscuridad en mi corazón y mi cabeza, Minho. Gracias por todo.
20 segundos.
- No nos olviden, por favor.
- Recuérdennos con amor, no con dolor.
10 segundos.
- ¡Mi vida sin ti es una miseria! - Sollozó Minho al borde del colapso.
- ¡Los amamos! - Gritaron los siete entre lágrimas y sonrisas, tomándose de las manos y dando sus últimas radiantes sonrisas.
- ¡Aún no te he pedido matrimonio!
- En otra vida lo harás, mi amor...
- ¡Mamá!
- Siempre estaremos con ustedes, porque nosotros somos...
Stigma
Y todo explotó.
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