❑ f o u r ⚡︎

❝ Hay partes de mí que solo existen cuando estoy contigo ❞































































































:♦: ;; Was so much pain necessary?

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            ❐ ; O7/1O/21  -  ↷South Korea 🇰🇷

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〔 :⛓️: ┊은하〕

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Aquella mañana de jueves se sentía tan fría que la pelirroja sentía el frío calar sus huesos de forma rápida. Pero agradeció el hecho de haber sido rodeada por el cálido cuerpo de su novio, ya que dejó de darle importancia al frío y se concentró el el hermoso rostro de Minho recién levantado.

— ¿Cómo estás, linda? — Preguntó somnoliento mientras frotaba uno de sus ojos y recargaba su cabeza en la almohada para quedar frente al rostro pálido de su chica de bonitos ojos verdes.

— Bien, algo así. Me puse a pensar en algo sobre mi nacionalidad, de hecho — Comentó acercándose a Minho para besar sus labios con suavidad al momento en que ambos murmuraron un "buenos días".

— ¿Qué pensaste?

— Bueno... Creo que alguna vez te conté que mis padres eran franceses — El castaño asintió. — Mis abuelos paternos eran coreanos y tuvieron a mi padre en Francia, pero mis abuelos maternos eran franceses y tuvieron a mi madre en Francia igualmente. Creo que se nota que los rasgos coreanos superaron a los franceses — Comentó con diversión. — Lo único que obtuve de mi madre francesa fue su cabello y de mi padre francés-coreano fueron sus ojos. Aún así, eso no tiene nada que ver con lo que pensé. Simplemente me pregunto si puedo considerarme como coreana-francesa o solo coreana. No sé, es una duda que me asaltó en la hora que llevo despierta.

— Tu familia materna es francesa, mientras que tu familia paterna es coreana, ya que pese a todo, tu padre nació como coreano, solo que en otro país. Pero supongo que sí, eres mitad coreana y mitad francesa.

— También tengo la nacionalidad.

— ¿En serio? — Preguntó con una sonrisa. Minyeong asintió.

— Seis meses después de nacer, mis padre y yo nos fuimos a vivir a Francia hasta los cuatro años, que regresé a Corea. Por ende, en los cuatro años allá, mis padres me sacaron la nacionalidad francesa para que, en algún momento de mi vida, yo eligiera si vivir en Corea del Sur o en Francia — Explicó mientras sentía la mano de Minho acariciar sus cabellos rojos.

— ¿Sabes hablar francés, amor? — Preguntó intrigado.

— A la perfección, sí. Sé francés, inglés y un poco de español ya que mi madre también lo hablaba y me lo enseñó de niña.

— Eres toda una bonita caja de sorpresas, nena — Comentó con diversión, haciéndola reír y asintió. — ¿Eso significa que tengo una novia francesa?

— Algo así — Dijo riendo. — ¿Por qué? ¿Quieres probar los besos franceses? — Preguntó pícara acercando su rostro al del chico.

— ¿No son los de cada día? — Preguntó sobre sus labios con diversión, basándola antes de que Minyeong respondiera con una risa.

Estuvieron un rato besándose y dándose amor, porque Minho sabía que en esos momentos, era lo que su novia más necesitaba. Tener afecto y cariño de su parte.

Luego de varios minutos, Minho por fin se decidió a preguntar algo que ya llevaba días pensando.

— Amor, ¿estás bien con lo que pasó anteayer? — Preguntó con delicadeza para no molestarla. La pelirroja lo miró y soltó un suave suspiro, preocupando a Minho.

— Sinceramente no lo sé, Min. Pasaron muchas cosas ese día que realmente no quiero recordar...

Cuando los recuerdos se detuvieron en aquella lápida con el grabado dorado, los siete despertaron de aquel raro momento y se levantaron alterados.

Eunwoo miró con pánico a la líder, la cuál estaba más pálida que de costumbre, tenía los ojos inyectados en sangre, y las lágrimas bajaban sin control de sus bonitos, pero ahora opacos orbes verdes. Quiso acercarse. Abrazarla y decirle que todo estaría bien, pero el shock no lo dejaba actuar.

Sunhee sollozó con fuerza y se dejó caer al suelo, donde fue rápidamente atendida por su novio y por Jungwon, el cuál se encontraba ahí junto a los demás chicos de su grupo, que no salían del asombro de lo ocurrido anteriormente.

— ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy? — Preguntó con la voz rota, mientras era abrazada con fuerza por Jungwon y Chan limpiaba sus lágrimas con pesar, sin saber que hacer con su novia.

— Minyeong... — Dijo Sora acercándose a la pelirroja, la cuál aún no reaccionaba. Minho y Hera se levantaron también y se colocaron frente a la pelirroja, pero ésta estaba ida.

— Minyeong no-

— No lo digas, Jimin — Soltó con frialdad. La pelimorada la miró con miedo y se alejó, viendo a Eunwoo rápidamente.

— Creí que no sabías nu-

— Park Minyeong, Lee Dongmin, Kim Jimin, Jeong Yun-Oh, Lee Jaehee, Jung Wooyoung y Kim Sunhee.

— Espera...

— ¿Esos son nuestros nombres reales? — Preguntó Haneul.

— Son los nombres con los que nacimos. Nuestros nombres reales con Cha Eunwoo, Kim Sora, Jeong Jaehyun, Lee Haneul y Park Sunhee. Minyeong nos puso esos nombres porque ella nos crió. Son nuestros nombres reales — Sentenció Eunwoo con frialdad. Haneul se calló y se alejó con lágrimas en sus ojos.

Claramente nadie estaba en condiciones para hablar luego de haber revivido algo tan... grotesco y horrible que según ellos no recordaban.

— ¿Es posible recordar algo que se supone que nos habíamos quitado? — Preguntó Wooyoung mientras era abrazado por Seungmin.

— Ya perdimos nuestras memorias antes y las recuperamos. Así que sí, se puede — Dijo Minyeong con la voz vacía.

— Min, en serio deberí-

— ¿Qué, Eunwoo? ¿Debería hacer qué? — Preguntó finalmente volviendo a la realidad. — ¿Quitarme la memoria otra vez? ¿Fingir que nada pasó? ¿Fingir que no vi eso?

— ¿Crees que eres la única que sufre? — Gritó alterado por las preguntas de la mayor. — ¿Crees que solo a ti te duele ver eso?

— ¡Era mi hijo! — Gritó en llanto, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo mientras lloraba. Minho y Hera se quedaron helados sin saber que hacer o decir, al igual que el resto. — ¡No puedes comparar tu dolor con el mío, Eunwoo! ¡Tú no perdiste un hijo!

— ¡Lo era para mí, Minyeong! ¡Lo crié contigo! ¡Yo también crié a Beomgyu!

Ambos eran un mar de lágrimas y dolor. Creyeron haber olvidado ese recuerdo cuando Minyeong usó sus poderes para borrar toda existencia de ese pequeño pelirrojo de ojitos verdes de sus cabezas, pero tal parece que nunca se fue, simplemente estaba sepultado bajo miles de metros de tierra y dolor.

— Le prometí que iba a volver... Mi bebé murió sin volver a verme, Eunwoo. Le fallé...

El rubio gateó hasta la pelirroja y la abrazó con fuerza, dejando salir aquellos sollozos y gritos que tanto reprimieron aquella tarde oscura en Rusia, cuando se encontraron de lleno con el cuerpo mutilado del hijo de Minyeong.

Un pobre e inocente niño de siete años, hijo de una madre de apenas 17 años, producto de una violación.

Minyeong suspiró y bajó la cabeza. — Yo quería que fuera un día lindo donde el proyecto fuera la atracción principal y fuera bien recibido por la gente, pero a cambio recibí un ataque gratuito a mi corazón como persona y como madre... Ni siquiera he querido salir de aquí y hablar con Hera o los chicos — Se lamentó sentándose en la cama. Minho se incorporó y la abrazó por detrás, dándole caricias en sus brazos y dejando besitos en su cuello y mejillas.

— No te pido una explicación más clara porque no quiero agobiarte, y también-

— Te la daré igualmente — Lo cortó con suavidad. Minho asintió.

— Lo sé, pero me refiero a que te esperaré el tiempo que sea necesario para que puedas decirme con tranquilidad todo — Murmuró dejando un beso en su mejilla y girándola suavemente para dejar un pequeño beso en su frente. — Por lo otro... No quiero presionarte, pero deberías de hablar al menos con Hera. Está muy preocupada desde que pasó todo.

— Lo sé. Cuando vuelva de la escuela hablaré con ella y luego con los chicos. También necesito hablarlo con STAY y aclarar todo públicamente. No quiero más escándalos, y menos cuando ahora soy una figura pública y tengo una reputación que mantener. Ya pasamos por el hiatus de Hyunjin, y créeme que yo no pienso pasar también por hiatus, y menos ahora que acabamos prácticamente de lanzar uno de los mejores álbumes del año — Minho le dio la razón, aunque no estuviera muy de acuerdo en que su novia tuviera esa obligación de hablar de sus problemas personales frente a todo el mundo, pero también necesitaba hacerlo por el bien de Stray Kids, la empresa, y justamente el proyecto que acababan de lanzar.

— Si harás el lives me avisas. Quiero estar contigo y apoyarte.

— De todas formas te iba a pedir eso — Dijo con diversión. Minho sonrió y besó cortamente sus labios.

— Vamos a ducharnos y bajemos a desayunar. Luego hablas con los chicos y esperamos a Hera para hablar con ella — Minyeong asintió y ambos se levantaron de la cama con sus batas de baño.

— Oh, y también tengo que hablar con los niños. Hace días que no voy a darles clases, y sé que Sunoo estará llorando por eso — Comentó con diversión. Minho asintió con una sonrisa y ambos fueron a ducharse.

— ¿Este te gusta? — Preguntó mostrándole un vestido negro pegado al cuerpo. La menor negó, pero la pelirroja notó un brillito en sus ojos cuando le mostró el vestido. — ¿Estás segura? Porque lo veo demasiado hermoso.

La castaña tragó en seco y volvió a negar. — Es demasiado extravagante para mí. Apenas soy una niña.

— Hera, por Dios. Tienes 15 años, no 10 — Se quejó la ojiazul. — ¿Crees que mi hermana o Minho te dirán algo por usar un vestido pegado? — Preguntó frustrada. Llevaban horas ahí y la menor no se decidía por nada.

— No es por eso. Sé que a mamá y papá no les importa como me vista, es solo que... ¿No llamará mucho la atención una niña de 15 años con un vestido negro y pegado al cuerpo? — Preguntó entre confusa y nerviosa. Sunhee sonrió enternecida y se acercó a la castaña y tomó sus manos.

— Para comenzar, no eres una niña, eres una pre-adolescente. Y para terminar, te verás absolutamente hermosa con ese vestido. No hay una edad específica para usar la ropa, Her. Si te sientes cómoda con ella, úsala y deja que que los demás te critiquen por su falta de ego y autoestima — Hera sonrió feliz y abrazó a la chica con cariño.

— Eres la mejor tía de mundo, Sun — Dijo con felicidad. Sin dejar que la pelirroja terminara de hablar, le arrebató el vestido y fue a los vestidores corriendo. Sunhee la miró con una sonrisa y fue tras ella a esperar que se probara el vestido.

— ¿No han terminado? — Preguntó el chico con una sonrisa. Sunhee suspiró y negó.

— Hera no se decidía por ningún vestido hasta ahora que se fue a probar uno. Lamento atrasarte tanto, Hee.

— No te preocupes, Sun. De todas formas, Jungwon y Ni-ki tampoco han terminado de elegir — Comentó Heeseung viendo al par que estaba en la tienda de enfrente mirando los trajes que eran exactamente iguales, solo que con la diferencia del color de las corbatas y las camisas, pero de ahí, todo era igual.

— Y creí que las complicadas éramos las mujeres — Comentó con diversión al ver al pelinegro y al rubio elegir entre tantos trajes con desesperación. — ¿Crees que necesiten ayuda? — Preguntó al ver a Riki con tres trajes sobre su cabeza y a Jungwon tirándoselos para elegir otros.

— ¿No tienes que ver a Hera?

— Volveré cuando salga — Dijo para salir de la tienda e irse a ayudar a los menores en su travesía, los cuales le sonrieron con agradecimiento.

Heeseung se sentó afuera de los vestidores y esperó a que Hera saliera para llamar a Sunhee, la cuál ya había perdido de vista porque supuso que se había ido a los vestidores con los niños.

— ¿Estás ahí, tía Sun? — Preguntó la castaña con duda, asomando su cabeza viendo a Heeseung. — Oppa, ¿dónde está Sun?

— Fue a ayudar a Jungwon y Riki. ¿Quieres que la llame? — Hizo el intento de levantarse, pero Hera lo detuvo.

— Heeseung oppa, tengo una duda — El mayor asintió en su dirección para hacerle entender que hablara. — ¿Cree que esto es muy extravagante para una niña de 15 años como yo? — Preguntó al salir del vestidor y enseñar el vestido ya puesto en su cuerpo. Heeseung sonrió y aplaudió.

— Cada quién tiene su propio estilo, Her. Y créeme que te ves hermosa con ese vestido. Ni siquiera se nota que tienes 15 años, y referente a eso... No hay una edad para la ropa. Si te gusta, úsalo.

— Exactamente eso mismo me dijo la tía Sun.

— Pues porque es la verdad, cariño. Te aseguro que serás la envidia de todas las chicas de la escuela — Dijo guiñando un ojo, haciendo reír a la mejor. — ¿Irás con los chicos o con tus padres?

— Ambos, de hecho. Papá y mamá me llevarán pero estaré con Riki, Jungwon y Sunoo en toda la fiesta — Heeseung asintió.

Los cuatro menores estaban en la Escuela de Artes Escénicas de Seúl, y justamente ese día tendrían una fiesta organizada por el Gobierno estudiantil de la escuela, así que todos los estudiantes asistirían ya fuera con sus padres, con sus amigos o parejas.

Minho y Minyeong llevarían a Hera y estarían en la fiesta ya que también cuidarían a los tres menores de Enhypen, para evitar que Heeseung y los demás tuvieran que ir también. Pero los chicos habían pedido llevarse a Hera para que no estuviera aburrida ya que apenas y tenía dos amigas.

Hera no tenía más amigos en las escuela que Riki, Jungwon, Sunoo, Danielle y Haerin. Danielle Marsh y Kang Haerin eran dos chicas que conoció y fueron las únicas que se hicieron sus amigas, ya que el resto de chicas se alejaban de la castaña porque le tenían miedo por ser la hija adoptiva de "Black". Incluso llegaron a hacerle bullying antes de conocer al trío inseparable de la escuela y sus dos mejores amigas.

— ¿Qué se siente vivir con una asesina, Lee? — Preguntó aquella chica que la acosaba cada día.

— No la hagas enojar, Sully, esa loca tiene poderes — Comentó el amigo de la pelinegra, la cuál rió con sarcasmo.

— Lo único que el fenómeno este puede hacer es controlar las emociones humanas. Es un poder de mierda.

— Pero al menos yo sirvo de algo, no como tú, que solo sirves para dar vergüenza.

— ¿Qué dijiste, idiota? — Preguntó acercándose con intenciones de golpearla, pero Hera la empujó antes de que llegara a tocarla.

Lástima que el chico se metió a defender a su amiga de nombre Sully, y logró golpear la nariz de Hera, la cual cayó al suelo llorando. Se sentía inútil con su poder, ya que solo podía calmar a las personas y controlas las emociones, aunque eso último ni siquiera podía manipularlo como para usarlo en contra de la gente mala. O los bullies que le jodían la vida cada día.

Cuando el chico iba a golpear nuevamente, alguien lo tomó del brazo y lo tiró al otro lado del pasillo. Hera sintió dos brazos levantarla y luego otros dos tocar su rostro en busca de alguna fractura, pero se encontró con sangre y un visible moretón en la nariz, pero no se la habían quebrado, gracias a Dios.

— ¿Qué les pasa, par de idiotas? — Preguntó molesto el responsable de alejar al chico de Hera.

— No te metas en donde no te llaman, Nishimura.

— Largo antes de que llame al Director — Amenazó el chico que había levantado a Hera, que aún no la soltaba por miedo a que la menor cayera de rodillas, ya que la sentía temblar.

— Creí que éramos amigos, Yang — Dijo la chica molesta.

— Ni loco sería amigo de dos bullies — Escupió molesto.

— Dijo que se fueran — Se metió el otro chico. Hera vio que de sus tres salvadores, el chico que había tomado su rostro tenía una voz suave y delicada, pero que podía dar miedo si se lo proponía.

— No creas que nos intimidas con tus vocecita, Kim.

— Pues yo conozco otra forma de intimidarlos — Soltó el chico rubio. La pareja de amigos solo los miraron con odio y se fueron.

— ¿Estás bien? ¿Te duele mucho? ¿Quieres ir a la enfermería? — Preguntó el chico pelinegro que nuevamente tocó su rostro. Hera negó suavemente.

— Solo necesito limpiar la sangre, estoy bien — Murmuró con pena. — Muchas gracias a los tres — Dijo haciendo una pequeña reverencia.

— No te disculpes, era lo que teníamos que hacer. Solo por ser hijos de dos grandes empresarios, Sully y Jaewon creen que pueden hacer lo que quieran con los demás.

— Soy Lee Hera, ¿cómo se llaman? — Preguntó con una pequeña sonrisa.

— Yo soy Yang Jungwon, y ellos dos son Nishimura Riki y Kim Sunoo — Respondió el pelinegro más bajito con una adorable sonrisa. Hera notó los bonitos hoyuelos del chico y sonrió enternecida.

— El mayor es Sunoo hyung, es dos grados mayor que nosotros dos. Y a ti creo que te he visto con los chicos de primer año — Comentó el rubio de nombre Riki.

— Lo soy. ¿Entonces Riki oppa es de segundo año, Jungwon oppa de tercero o Sunoo oppa de cuarto? — Preguntó con duda. Los tres asintieron.

— No es necesario que nos digas oppa, Hera — Dijo con diversión el mayor de los cuatro. La castaña asintió.

— ¿Y sabes por qué en específico te molestan esos dos tontos? — Preguntó Jungwon. La menor asintió.

— ¿Conocen a Lee Know y Minyeong de Stray Kids? — Los tres asintieron.

— Sí. Lee Know hyung y Minyeong noona son pareja desde hace un año y algo. ¿Por qué?

— ¿Y no les da miedo Minyeong? — Preguntó con nerviosismo.

— Claro que no. Amamos a Minyeong noona, es nuestra idol favorita. Si te refieres a su pasado como ex asesina, creénos que no nos importa. Ella cambió y ahora es una gran idol y una gran persona — Respondió Sunoo con felicidad. Él más que nadie era fan de Minyeong.

— Bueno... Soy la hija adoptiva de ambos — Dijo con la cabeza abajo. Los tres chicos soltaron sonidos de sorpresa y emoción, haciendo que la castaña levantara la cabeza con confusión.

— ¡Eso es increíble! — Dijo Riki con emoción.

— Nosotros somos miembros de Enhypen — Comentó Jungwon con una sonrisa. Hera los miró sorprendida, y luego sonrió.

— ¿Quieres ser nuestra amiga, Hera? Te prometemos que a nuestro lado nadie te molestará ni te hará daño. Es una promesa — Dijo Sunoo con emoción.

Hera sonrió con felicidad. Por fin haría amigos, y justamente eran tres chicos increíblemente hermosos y tiernos que la habían defendido aún sin saber ni su nombre.

— ¡Claro!

Desde entonces, Minyeong y Minho entablaron una amistad con los miembros de Enhypen gracias a la amistad del cuarteto. Finalmente Stray Kids y Enhypen se volvieron amigos inseparables, y Minyeong la tutora de los tres chicos.

Tiempo después se les unieron dos chicas, ya que Danielle era compañera de Jungwon y Haerin era compañera de Riki, pero nadie lo sabía hasta que vieron a las tres chicas hablar animadamente luego de que Hera y Danielle defendieran a Haerin en los pasillos. Las tres entablaron una conversación y decidieron pasar tiempo juntas, uniéndoseles los chicos y formando un grupo de seis mejores amigos.

Hera sonrió al recordar como había hecho amistad con cinco maravillosas personas, y que gracias a esa amistad, es que sus padres y sus tíos tenían amigos como los chicos de Enhypen.

Hera asintió a las palabras de Heeseung luego de que este se fuera a buscar a Jungwon, Riki y Sunhee, y la castaña finalmente decidió llevarse el vestido.

Cuando salió de la tienda junto a Sunhee, se encontró a sus dos mejores amigos y los tres se fueron a comprar un helado mientras Heeseung y Sunhee charlaban entre sí.

Se suponía que iría Chan con ella y los chicos, pero le surgió un problema con la producción de una canción y él junto a Jisung y Changbin tuvieron que quedarse trabajando, así que Heeseung se ofreció a ir con ellos, y de paso cuidar personalmente a sus dos niños.

Sunoo no había ido porque él ya tenía un traje guardado que no había usado, y los únicos que necesitaban algo para ponerse eran los dos menores del grupo.

Dieron las cinco de la tarde y los cinco estaban dispuestos a irse, pero las pantallas del centro comercial conectaron el live que Minyeong de Stray Kids estaba haciendo en esos momentos, dando una explicación de lo sucedido hace dos días.

Hera miró como el rostro de su madre se veía cansado y triste, pero pese a eso, la acompañaba una pequeña sonrisa que si la apreciabas bien, notabas que era triste y rota, no como las bonitas sonrisas de Minyeong cuando estaba con Minho, con ella, con los chicos y con STAY.

— Sé que merecen una explicación de mi parte, y se las daré, pero no solo a STAY y a la población entera, sino también a mi familia — La pelirroja suspiró y comenzó a jugar con sus manos, hasta que notaron dos manos más meterse en medio y tomar las de la ojiverde. Al momento se apreció el rostro de Lee Know junto a su novia, la cuál sonrió suavemente y le dejó un espacio para que ambos se vieran en la pantalla, aunque Minho no hablara.

Se preparó mentalmente, y finalmente decidió hablar, aún con los nervios matándola por dentro.

— No quiero dar una gran explicación que me tome 5 horas, solamente diré lo que exactamente pasó para que todo lo que vieron en las pantallas sucediera. Perdón si soy muy directa o insensible al momento de contarlo, pero es la mejor manera de acabar con esto de forma rápida — Tomó aire y decidió comenzar su relato, teniendo las manos de Minho acariciando las suyas. — No es novedad para nadie que conozca la historia de Stigma el saber que fui violada durante muchos años por Kang Sunoo o por varios de sus agentes... El detalle es que nadie sabía que había comenzado desde muy pequeña. Yo siempre mentí diciendo que había comenzado hace seis o siete años, cuando en realidad comenzó hace 12.

Pese al odio que mucha gente le tenía a la ex asesina, era horrible saber que una pobre niña pasó por tanto durante 12 años de su vida.

— Ese pequeño niño pelirrojo de ojos verdes que vieron en las pantallas fue producto de una de las tantas violaciones de Kang hacia mí cuando tenía apenas 10 años de edad. Sí, ese niño era mi hijo, Park Beomgyu — Minho apretó la mano de su novia e hizo una mueca de tristeza, sintiéndose horrible por dentro al saber ese detalle tan feo del pasado de su chica. — Durante el embarazo presenté anemia, intentos de aborto, desorden alimenticio, depresión y ansiedad. Todo eso era malo para el bebé, pero realmente yo no sabía cómo sentirme. Era una niña, y pese a eso, ese infeliz no permitió que abortara. Obligó a Mijin a cuidarme en el embarazo y que ese niño naciera... Lo odiaba con todo mi ser, y deseaba apuñalarme el estómago con un cuchillo para matar a esa cosa que crecía dentro de mí, pero me pasó lo mismo que le pasa a las madres cuando escuchan por primera vez el latido de sus bebés, me enamoré... Me enamoré del producto de una violación, y fue cuando me arrepentí de haber pensando tantas cosas horribles sobre ese niño que no tenía la culpa de nada.

Para ese momento, quería soltarse a llorar, pero debía ser fuerte. Siempre lo fue, ¿qué diferenciaba las cosas ahora?

Tal vez el hecho de que se había vuelto más humana y no era más una máquina controlada como en el pasado.

— El nació, raramente de forma sana, aún con todos los problemas que di en el embarazo y el riesgo de que el niño muriera al nacer porque mi cuerpo no estaba preparado para crear vida en mi vientre. Incluso yo estuve a punto de morir en el parto, pero mi ADN alterado evitó mi posible muerte. Según las investigaciones de Yoona y Shierin, todo el tema del embarazo fue posible ya que mi menstruación comenzó a los nueve años, y por ende mis óvulos comenzaron a fecundarse y desde entonces podía quedar embarazada, pero nadie lo veía posible en realidad. También resulta que yo podía crear vida... Según me explicó Yoona, el poder de los Cuatro Elementos, precisamente la Tierra, es un poder que te permite crear vida. Así como puedo darle vida a las plantas y hacer florecer un campo, también puedo crear vida dentro de mí. Eso provocó que las probabilidades de quedar embarazada luego de las violaciones de Kang fueran del 60%... Cuando el bebé nació, Kang no dejó que le pusieran su apellido y simplemente se deshizo de él entregándomelo a mí, pese a los reclamos de Mijin pidiendo que ella podía cuidar al bebé. Me obligó a cuidar de ese niño a pesar de tener 11 años recién cumplidos — Tomó un momento para tomar agua y ver a Minho, el cuál la miraba con tristeza. Minyeong besó la mejilla de su novio y trató de sonreírle, aunque sólo le salió una mueca.

— No intentes hacer algo que no te sale, cariño — Pidió de forma débil. Odiaba ver a su chica tan mal, y eso lo ponía mal a él, algo que Minyeong notó y besó suavemente sus labios para calmarlo.

— Estoy bien, mi amor — Susurró con tranquilidad, aunque sus nervios la atacaron al saber que tenía que explicar lo demás, y no quería hacerlo. — Siguiendo... Eunwoo me ayudó a cuidar al bebé, y los niños fueron lo que decidieron el nombre de Beomgyu, llamándose así Park Beomgyu, mi hijo.
En una misión en Rusia a la que el monstruo de Kang nos envió, decidió llevar a mi pequeño. En ese momento apenas tenía 17 años, y me peleé con él porque veía innecesario llevar a mi hijo a Rusia cuando él perfectamente podía quedarse en la base encerrado en mi celda con Mijin cuidándolo, pero él no lo permitió. Me amenazó diciendo que si no lo llevaba a Rusia, lo mataría él mismo. Entré en pánico y tuve que llevarlo muy a mi pesar y el de los demás. Incluso Yoona, Shierin y Mijin le rogaron a Kang que dejara al niño en Busan, o incluso en la base de Seúl, pero éste se negó y me obligó a llevar a Beomgyu... Fue la peor decisión que pude haber tomado... Le pedí que cuidara al niño con su vida, y también le pedí a Beomgyu que no se alejara de él y que me esperara. Comenzamos la misión, de la cuál no tengo como defenderme de ello, simplemente eran órdenes de matar a los soldados rusos que alguna vez tuvieron altercados con Kang y su gente, y llevarnos en el camino a la gente que se metiera o fuera testigo de tal masacre. No tengo argumentos y tampoco puedo defender el haber matado a tanta gente inocente que no lo merecía... Pero parece que el karma quería regresarme el dolor de toda esa gente que lloró la muerte de sus familiares que asesiné, arrebatándome lo que más amaba en el mundo... — A ese punto, las lágrimas ya se habían asomado en los ojos verdes de Minyeong, que apretó la mano de Minho con fuerza y comenzó a hablar entrecortadamente. — Le pregunté a Kang por los comunicadores si Beomgyu estaba con él, pero él no me contestó y cortó la señal. Eso me hizo dudar y junto a Eunwoo comenzamos a correr en dirección a la base dónde se suponía estaban Kang y mi hijo. Y a unos metros de llegar, escuchamos gritos y el llanto de un niño... Su último grito desgarrador fue "¡ayúdame, mami!", y en la entrada de dicho lugar... Estaba... Él estaba- — Sus palabras se cortaron en su garganta cuando un fuerte sollozo escapó de sus labios.

Minho la atrajo a su cuerpo y la abrazó con fuerza, permitiéndole llorar contra su pecho mientras la pelirroja sollozaba y temblaba entre los brazos del amor de su vida.

El universo la odiaba con tanto que le causó en tan poco tiempo. ¿Era necesario tanto dolor?

— Mi bebé estaba descuartizado en pedazos frente a mí... Mi pequeño angelito me pidió ayuda y no logré llegar antes de que- antes de que lo mataran — Su voz se quebró por completo y volvió a enterrar su rostro en el pecho de Minho, quien también había comenzado a llorar con ella. Era como si los sentimientos de su novia se hubieran conectado con los suyos, y sintió todo el dolor que ella sentía en ese momento, y en definitiva era lo peor que había sentido en su vida. Era como si alguien arrancara tu corazón y lo apuñalara setenta veces seguidas, y luego lo aplastara.

— Lo siento tanto, mi amor — Sollozó el castaño sobre el hombro de su novia, la cuál ya había comenzado a llorar fuertemente sin poder evitarlo. El solo recordar aquella grotesca escena la había destruído en segundos.

— ¡Él me pidió ayuda! ¡No lo salvé, Minho! No pude...

— Lo siento tanto, mi niña. Lo siento.

¿Qué más podía decir? Si ni siquiera él estaba en condiciones de ayudarla. Solamente podía abrazarla y consolarla en lo que pudiera, porque sabía que jamás podría quitar ese dolor de su corazón.

Solo Minyeong y todas las mujeres que habían perdido un hijo sabían que ese dolor se quedaría contigo para toda la vida, y era algo con lo que tendrían que aprender a vivir para poder sanar y ver hacia el futuro.

Minho decidió no seguir con el live, así que rápidamente lo cortó y abrazó con fuerza a su novia mientras se consolaban entre sí.

Hera era un mar de lágrimas en pleno centro comercial, y solo deseaba poder llegar a casa y abrazar fuertemente a la increíble guerrera que era su madre.

Y eso hizo.

Y el corazón de Minyeong no pudo estar más contento en ese momento.

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