¡Una Sonrisa Para El Almuerzo!
— Ey, guardia. ¿Tienes un momento? — Mike alzó la cabeza, encontrándose con la mirada a Vanessa, quien se dirigía a su lugar. Ella tomó asiento en la mesa de la plaza, justo al lado del chico.
— Sabía que vendrías aquí — Aseveró Mike.
— Claro, de lo contrario te olvidarías de comer algo decente. Y antes de que lo digas, el helado no cuenta como almuerzo — Mencionó Vanessa, en tono sarcástico.
— Bueno, ¿pero una lata de gaseosa sí? — Inquirió en tono de broma. La oficial rodó los ojos.
— Anda, calla y come, Sr. Schmidt — Sin más preámbulo, ella colocó sobre la mesa un par de tóperes de plástico y un termo caliente que sacó de su mochila —. Un guardia necesita estar atento durante su turno. Y qué mejor manera de estimular al cerebro que con un buen almuerzo.
Mike abrió el primer recipiente, que contenía una abundante ensalada junto con unos nuggets de dinosaurio.
— Esa fue idea de Abby. Dice que así no olvidarás llevarla al museo de historia este fin de semana — Explicó Vanessa, con una leve risa. Mike suspiró y negó, vaya que su hermanita podía ser ingeniosa.
Procedió a destapar el otro recipiente, y se encontró con una pequeña pila de hot cakes decorados con fruta. El primero de los panqueques tenía dibujado, justo en el centro, una cara que se asemejaba (de alguna manera) a la suya, además de su característico flequillo hecho con crema batida. Sólo había algo que no concordaba: también se hallaba retratada, con jarabe de chocolate, una gran sonrisa en el centro de ese rostro. Mike alzó una ceja mientras Vanessa lo miraba entusiasmada.
— Me imagino que este también lo hizo Abby.
— No, yo lo hice —Él arrugó el entrecejo ante su respuesta —. Ese eres tú, ¿te gusta? — Preguntó.
— Espera, ¿se supone que soy yo? — Vanessa lo miró con desaprobación, mientras Mike reía por lo bajo.
— Claro que sí. Es muy obvio — Se cruzó de brazos sin dejar de mirarlo.
— Por favor, yo no me veo así. Y mucho menos sonrío así — Dijo, al tiempo que señalaba la pila de hot cakes.
— Bueno, es que tú nunca sonríes, pero deberías hacerlo más seguido. Tómalo como un pequeño recordatorio, Mike Schmidt — Se levantó del asiento, se acercó a él y le puso una mano en el hombro — Que tengas un buen día, te veré en casa.
— Que tengas un buen día también, Vane — Se despidió y acarició su mano por un breve instante. La rubia depositó un beso fugaz sobre su mejilla para después marcharse, dejando a Mike solo con sus pensamientos.
Schmidt observó a la chica hasta que la perdió de vista y luego su atención recayó sobre el almuerzo preparado. Una sonrisa se coló en su rostro mientras concluía en su mente que quizás Vanessa no estaba tan equivocada en lo que decía. Sí, le faltaba sonreír más, pero estaba seguro de que Vanessa y Abby se ocuparían muy bien de eso.
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Ya me hacía falta publicar algo de FNAF y mis niños consentidos Mike y Vanessa. Todos chiquitos, todos traumados <3 ojalá se hagan canon algún día :3
¿Qué les pareció? Si les gustó los invito a votar y comentar. Igual si ven alguna falta de ortografía me serviría mucho que me lo hicieran saber.
Sin más que decir, me despido. Los quiero, ¡Hasta la próxima!
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