Capitulo 9

── ¿Y qué vamos hacer?.──  Preguntó uno de los médicos al veterinario.

── Creo... Que no hay que decirle, puede entrar en pánico... Sufrió un shock, se desmayó pese a que pudiera respirar bajo el agua, creo que es mejor que esté tranquilo y yo lo revisaré, si la gente se entera será mediático y ésto escapa de nuestras manos... Tenemos que tener un secreto médico.──

Los médicos asintieron con la cabeza sabiendo que hacían una falta a su código cómo médicos si llegaban hablar, solo debían ver la evolución paulatina de aquel paciente al cuál dejaron dormir y siguieron con sus guardias pero aquella escena les estuvo martillando la cabeza por toda la jornada laboral.

[...]

En aquella oscura habitación en dónde dejaron aislado a Richard Starkey siendo monitoreado por las enfermeras las cuales de una buena vez se rindieron con quitarle aquel gato de encima que parecía muy apegado a su dueño.

Tras la última revisión salieron dejando al ojizarco solo con el felino en dónde en cuestión de segundos abrió sus ojos que brillaron en la oscuridad, estiró su cuerpo seguido de bajar del estómago del paciente para enseguida tomar una forma humana desnuda que enseguida se colocó la ropa que unas enfermeras había dejado.

Estuvo un buen rato tratando de ver cómo ponerse bien una camiseta oscura y entre tanta vuelta logró colocarsela bien junto aquella ropa interior algo cómoda y pantalones.

── ¿Cómo pueden usar ésto? Raspa mucho y no te deja mover...──  Se quejó un poco separando sus piernas y haciendo una clase de sentadilla.

Negó con su cabeza varias veces y se acercó a Richard el cual estaba durmiendo tranquilamente.

Le miró atento con una pequeña sonrisa y estiró su mano para acariciar el cabello castaño casi rubio del otro y sus manos bajaron hasta su cuello.

── No pensaba... Que llamarían tanto la atención por una cosa así, que frustrante pero bueno... Dijiste que querías ver cómo era que yo podía llegar a sanarte de la peste que es la humanidad.── Suspiró pesadamente viendo que todo rastro de aquellas branquias había desaparecido.

No sabía que hacer sinceramente, jamás había estado en un lugar así, jamás había sido rodeado de tantos humanos y por ello los trataba tan agresivo en su forma de felino que bien había imitado del Señor Cheshire, posiblemente los otros dos humanos llamados John y Paul lo llevarían con ellos, no lo sabía en lo absoluto.

Se quedó bastante tiempo viendo al otro dormitar hasta que se movió un poco y se medio encimó para ver qué ocurría o si es que estaba medio dormido aún.

── Qué frío...── Se quejó Richard cubriéndose mejor con aquellas sábanas.

── ¿Richard?.──  Lo llamó George viendo algo paranoico el lugar creyendo que pronto lo podrían atrapar en el acto ya que sabían que podrían matarlo.

Ante aquella voz Richard se giró asustado viendo cerca suyo aquella cosa que lo había intentado matar hace unas cuantas horas o mucho más que ese período de tiempo y el miedo no se hizo esperar en dónde buscó el interruptor para llamar a la enfermera.

── ¡No! No Richard no, no seas un chico malo, no hagas eso no quiero hacerte daño.──  Dijo firmemente George alejando la mano del ojizarco de aquél botón y miró al otro fijamente. ── Escúchame bien... Estoy para cuidarte, querías que te salvara y eso mismo hice yo, te curé de lo que es esa peste llamada humanidad así que no tienes que temerme ¿Si?.──  Dijo en un tono bajo y seductor llevando sus manos a las mejillas del otro.

Las lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas del ojizarco el cual estaba totalmente paralizado del miedo, quería huir pero su cuerpo no reaccionaba en lo más mínimo y es que al escuchar esa voz se sintió encantado, sentía miedo pero su cuerpo no reaccionaba en lo más mínimo.

── C-casi me m-matas.──  Logró susurrar agarrando las muñecas del otro casi sin fuerza alguna.

── Yo jamás quise matarte, quise sanarte, querías saber y yo te lo mostré... Pero ahora estás en problemas... Esos doctores o lo que sea saben que tienes una respiración acuática, es decir respiras bajo el agua y eso es malo... Te harán daño como quisieron hacerme a mi, no quieren sanarte, quieren experimentar, dañar, matar y vender de ti... Debes irte de aquí.──

Aquellas palabras verdaderamente habían perturbado al joven de Liverpool el cual no negaría que se había casi entrado en pánico al pensar que cosa le había hecho para terminar en el hospital y que el otro le dijera que le querían hacer un montón de atrocidades... ¿Hacerle daño cómo se lo hicieron a él?.

── ¿Qué me hiciste?.──  Dijo atónito estando hipnotizado por las palabras y mirada del otro.

── Te mostré lo que querías ver... Pero debemos irnos o te harán daño... Estarás expuesto... Ponte tu ropa Richard, nos vamos.──  Ordenó firmemente el de ojos pardos yendo por la ropa del otro y se la arrojó.

De forma automática y obediente Richard comenzó a vestirse tosiendo un poco de vez en cuando hasta que estuvo vestido con ropa que era mucho más grande que la suya y ahí alzó la mirada para ver aquella cosa porque sabía que no era un humano en lo absoluto.

── ¿P-por qué te pareces a Paul?.── Preguntó temeroso al ver qué George había optado por aquella apariencia.

── Creo que no terminas de entender que yo soy un Nix, es decir, puedo optar en elegir la forma que yo quiera, puedo ser cualquier animal que yo desee, puedo tener la apariencia humana que yo desee... Somos unos músicos excelentes... Hombres y mujeres caen por igual a nuestros pies... Y tú... Has caído ante mi... Vámonos.──  Le informó todo aquello tomando con firmeza el mentón del menor para ahí tomarlo de la mano y sacarlo de aquella habitación.

Vió pasar a muchos doctores y enfermeros de un lado al otro. En el momento en el que vió que los pasillos estaban vacíos comenzó a caminar por aquel mirando en todas direcciones en busca de la salida del lugar hasta que chocó con alguien que venía de un pasillo lateral del lado derecho.

── ¡Ten más cuidado maldito...! ¿Paulie? Pensé que habías vuelto a casa... ¡Narizón! Ya estás mejor.──  John sufrió un cambio de emociones en ese momento viendo que aquellos hombres estaban ahí.

── Oh si, es que me llamaron los médicos y bueno... Dijeron que Ritchie ya podía irse, era solo un resfriado, le mandaron pastillas y esas cosas... En fin, llevaré a Ritchie a casa y tú busca al señor Cheshire, salió corriendo al verme y no lo he encontrado.──  Mintió terriblemente "Paul" teniendo una pequeña sonrisa sin dejar de soltar la mano de Richard que parecía mudo.

John se quedó mirando fijamente a sus dos amigos en dónde el de ojos hazel estaba algo raro ante su mirada pero seguramente era por la hora, era demasiado tarde así que capaz que se debía a eso y Richard se veía bastante agotado a su juicio pero no le quiso dar mucha importancia diciendo que iría a buscar al "Señor Cheshire Jr" para irse a la casa.

Cuando el de nariz aguileña desapareció por el pasillo llamando al felino con una voz aguda y con ello George se llevó a rastras a Richard fuera del hospital haciendo que todo miembro del equipo de salud y guardias de seguridad no se percataran de que algo malo había pasado.

── Hola Johnny Boy... ¿Que haces?.──  Preguntó Paul soltando un pequeño bostezo mientras sostenía una manta.

── ¿Paulie? ¿Ya llevaste a Richard a casa?.──  Preguntó John tras darse un golpe con la camilla al estar debajo de la misma en busca del gato.

── ¿Llevarme a Ritchie? Pero si yo estaba durmiendo en la sala de espera ¿De qué hablas? ¿Dónde está Richard?.── Dijo viendo que la camilla en dónde estaba el ojizarco estaba totalmente vacía y el miedo lo atrapó. ── ¿¡Dónde está Richard!? ¡John!?.──

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