¦ Prolongue ¦

–Espera, ¿Un bebé? ¿Es eso verdad amor? –

Y desde ahí empezó la gran aventura de nueve meses y posteriormente el final de esta para empezar una nueva etapa.

–Bienvenido a la vida Choi Beomgyu–.

Su pequeño terrocito, o bueno, así le llamaba su padre Omega Yeonjun, era un niño de complexión delgada, algo alto, cabello castaño y un poco bromista. Con bromista, prácticamente le gustaba hacerles la vida un poco imposible a sus padres, pero eso no era problema, pues la familia se amaba demasiado.

Empezamos con los primeros años de vida. Yeonjun era un muchacho muy inexperto apenas de 20 años, no acabó la universidad pero estudiaba medicina mucho antes de tener a Beomgyu. Su ahora esposo, Choi Soobin, era un alfa un poco inmaduro, y algo tímido, parte de la área de ingeniería. Su vida fue un poco pesada con los meses y el embarazo, pero tan pronto el alfa obtuvo su título universitario empezó a trabajar para las mejores empresas y obras del país y con ayuda de sus padres había logrado obtener su propio puesto de jefe.

Beomgyu nació y bueno, fue como una bendición para ambos. El niño era extremadamente lindo, nada que envidiar de otros cachorros. El suyo tenía todo lo que Yeonjun quería y deseaba desde que era apenas y un adolescente. Aunque, tampoco fue fácil y menos cuando los primeros meses se dieron.

–Otra vez llora el bebé –Yeonjun dijo, con las ojeras muy presentes en sus ojos y su voz un poco temblorosa. Bostezo saliendo poco a poco de su cama. Fue detenido ya que su esposo le había tomado del brazo.

–Yo iré. Duerme más, estas muy cansado –Yeon sólo sonrió y agradeció a su esposo de que se compadeciera de él. Suspiro y de nuevo tomó su lugar en la cama, a los instantes cayó profundamente dormido.

Soobin salió de la cama y tomó sus pantuflas con estampados de conejitos. Camino hacia la puerta y la abrió saliendo de esta y lleno a la habitación del bebé la cual se encontraba a un lado dee la suya.

Entró a esta y se dirigió hacia la cuna. Ahí encontró a su pequeño bebé con sus ojitos llorosos y sus manitos en la boca, pidiendo claramente comida.

Como apenas eran sus primeras semanas, era imposible que le diera algún biberon o algo por el estilo. Tendría que molestar a Yeonjun por un momento. Sonrió con cansancio y llevo sus brazos hacia la cuna tomando el pequeño cuerpo del bebé entre ellas. Era tan pequeño que cabía en solo sus dos manos. Como si fuera por arte de magia este dejó de llorar un momento buscando con su naricita algún olor, y es que, encontró el olor de YeonJun sobre Soobin, que en las primeras semanas era de leche tibia.

Le acercó hacia su cuarto y lo llevó hacia la cama que compartía con su esposo, ahí lo deposito lentamente y aprovecho para mover un poco el hombro de Yeon.

–Junnie, bebé –Habló tratando de despertarlo.

Choi abrió poco a poco sus ojos, se encontraban más bien entre abiertos, ya que aún tenía mucho sueño y cansancio –¿Pasa algo amor?

Preguntó y Soobin apuntó hacia el bebé –Tiene hambre Junnie~

Yeonjun hizo un puchero, que le pareció de lo más tierno al alfa, se levantó un poco de la cama y llevó sus manos hacia su pequeño bebé. Nunca le molestaría tomarlo y cuidarlo, Yeonjun amaba a su bebé y todos aquellos lloriqueos.

Lo ajusto entre sus brazos y abrió un poco su polera. Ajusto la pequeña boca de su bebé a su pezon y este prontamente le tomó. Yeon solo se dedico a observarlo maravillado ante la luz de la luna mientras tomaba sus pequeños rizos y jugaba con ellos.

Y Soobin, para Soobin ellos dos eran su todo.

Aclaraciones.

✔️ Es una historia omegaverse.
✔️ Yeonjun es Omega como ya habrán leído.
✔️ Sí, los omegas dan leche a sus cachorros, así que no me vengan con que "AY no, que extraño". En mis historias es así.

✔️ Disfruten la lectura.
✔️ SOFT ALERT.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top