Advertencias: CONTENIDO NSFW DESTINADO PARA UN PÚBLICO MAYOR (+16)

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La vida de Dazai Osamu siempre fue complicada de tratar, a muy temprana edad encontró la belleza de la soledad, claro, tenía a sus padres, adorables personas pero odiaba cosas de ambos, por ejemplo el alcoholismo de su madre, o las infidelidades de su padre. Cuando cumplió veinte años les dijo que se mudaría, le dijeron que “Era inmaduro y poco realista” además de negarle dinero para pagar su colegiatura en la facultad de arte tachandolo de afeminado.

Dazai sonrió y tranquilamente mencionó “Se acabó el jugo, no hay otro motivo para quedarme”. Tomó sus maletas y salió camino al centro de Yokohama, una ciudad llena de belleza y soledad.

Su departamento resultaba gratamente espacioso, y del mismo modo costoso. Tomó un trabajo de medio tiempo en la cafetería cercana a su facultad, pero no bastaba para el depósito. Agradecía que su casera fuera tan paciente con los pagos, pero en algún momento los debía pagar.

Cuando leyó esa publicidad de un sitio para adultos con la muchacha rubia en la portada, pensó que él tenía mejor cintura, y luego su brillante mente tuvo una gran idea. Él podía tener su propio only fans, o algo similar. Al principio eran fotografías sin mostrar su rostro, eventualmente subió videos cortos, y hasta les mandaba besos a sus suscriptores, pero notó que las transmisiones eran su verdadera mina de oro gracias a las donaciones.

Ahora a sus veintiún años disfrutaba de una rutina sofisticada, estudiaba en la mañana, y transmitía en las noches y dormía el resto de ella. No era como imaginó ganarse la vida, pero era cómodo y sencillo.

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El sonido de algo arrastrarse lo obligó a taparse los oídos bajo las sábanas, al hacerse más alto, tuvo que abrir los ojos gruñendo. “Seguro alguien se muda” pensó, pero no le dió importancia, hasta donde sabía las paredes eran a prueba de sonido. Sería vergonzoso que una madre soltera lo escuchará gemir descaradamente.

Se bañó y vistió con ropa casual, pues debía comprar algunas cosas para sus transmisiones. Tomó su abrigo café y las llaves de la encimera, dió un último vistazo antes de cerrar su puerta, caminó hasta las puertas del elevador ignorando el pequeño ruido proveniente del departamento contiguo al suyo. Al bajar encontró a la casera sonriente, era como una abuelita adorable—. Buenos días —él era la clase de hombre que coqueteaba con mujeres mayores para sacarles una sonrisa—. Hoy luce realmente hermosa, sin usted cómo musa no tendría el valor de levantarme cada mañana.

La anciana sabía que bromeaba, así que le dió una palmada en la espalda—. Me alegra que mi inquilino diga eso, llevas mucho viviendo aquí, así que mantente al límite conmigo.

Salió en un salto del edificio para buscar la sexshop más lejana posible. No le avergonzaba su sexualidad, pero si levantaba sospechas, sería terriblemente bochornoso. Tomó el tren de ida al centro, y después el metro. Le gustaban todos los halagos que recibía de extraños durante sus transmisiones, amaba sentirse tan deseado y le encantaba el dinero en su cuenta bancaria.

Escogió un conjunto de rosa de encaje, además de recibir su encargo que hizo por internet, un vibrador en forma de bala. Trató de no llamar la atención al pagar, pero la mujer de la tienda fue todo, menos discreta.

—Que bueno que viniste, nos trajeron un lubricante sabor a cereza que estoy segura te interesa —La mujer de nombre Yosano le mostró el tubo delgado con tapa roja—. Lo probé y sabe delicioso. Cómo siempre llevas cosas así, supuse que debía apartarte alguno.

Las orejas de Dazai se pintaron de rojo al sentir los pasos de otra persona tras él—. Dámelo, por favor —alcanzó a murmurar.

—Entonces el conjunto más el vibrador y el lubricante…¿No necesitas medias? —al recibir una mala mirada, la joven suspiró—. De acuerdo, entonces eso es un no. ¿Tienes tarjeta de puntos?

Sorprendentemente, Dazai sí la tenía. Casi sale corriendo de ahí, pero debía mantener un poco de dignidad. Dió unas vueltas más por la ciudad, incluso compró un poco de alcohol para disfrutar su noche.

Se puso el conjunto con cuidado después de asearse a profundidad. Aplicó un poco de maquillaje en sus ojeras y trató de peinar su cabello, aunque los rizos se lo dificultaron. Subió a su cama con las sábanas blancas sobre puestas, pues las mancharía y tendría que lavarlas.

Presionó un par de veces el cursor de su laptop en aquella interfaz. Les avisó a todos sus suscriptores que tendría una transmisión, casi una semana sin hacerlo y por fin volvería. Aplicó el lubricante que ya tenía a la mitad y empezó a prepararse. Rápidamente más personas se unieron a la transmisión, y todas ellas tenían los ojos puestos en él, había chicas, pero en su mayoría eran hombres. Dazai siempre bromeaba con dejarse dominar por la persona que le diera más dinero, y aunque lo intentaban, nunca llegaba a la meta fijada por el sitio.

Su sesión de masturbación terminó cuando sintió que duraría poco, y prefirió jugar con aquel vibrador—. Lo pondré dentro, saben que ustedes son los que deciden cuánta diversión tendré, así que sean buenos conmigo —sus dedos formaron un corazón para poco después introducir el objeto. Las donaciones no tardaron en llegar—. Que malos son, acabo de empezar y ya quieren que termine.

Entre las donaciones, una fue particular: @Araha_baki donó tres mil yenes >>Verte acabar es como un sueño húmedo<< se escuchó por la bocina haciendo que la sonrisa del castaño creciera—. ¿De verdad? ¿Les parezco tan bonito?— Soltó una risita nerviosa porque la donación era el equivalente a presionar el control del vibrador.

Siguió concentrado en sentirse bien y darles una imagen digna por su dinero, hasta que el mismo usuario donó, no era como otras, pues el sitio mostró una leyenda en su pantalla "@Araha_baki donó la cantidad máxima permitida, felicidades por tus seguidores tan leales". Dazai trató de darle las gracias pero rápidamente su mente se convirtió solo en lujuria. La intensidad del vibrador aumentó, y sus propias manos intentaban alcanzarlo por la sobre estimulación a la que fue arrojado. Estaba llorando, y pidiendo más en sus empujes contra el colchón, pero al mismo tiempo deseaba que fuera más lento. Pasaron unos minutos hasta que pudo limpiar la saliva que escurría por la comisura de sus labios, su pecho era un desastre, tenía grandes gotas de líquido blanquecino y el sudor se mezclaba con él.

—Vaya, eso fue muy bueno —susurró esperando ser escuchado—. @Araha-baki, eso fue genial, y muchas gracias por donarme tanto, espero que no tengas problemas con eso —lo meditó unos segundos, hasta que volvió a hablar—. Me pondré en contacto contigo, darte las gracias no es suficiente.

Se despidió y cerró la transmisión tan pronto como pudo. Estaba exhausto, pero igualmente alegre por su donación, era casi lo mismo que costaba su renta. Se puso de pie quitando las sábanas húmedas y decidió darse un baño, se tomó su tiempo para recuperarse de aquella paliza. Al ser casi las diez le escribió un mensaje al usuario dueño de su trasero al menos esa noche.

No tenía ni idea de que darle, nunca habían sido tan generosos con él. Tomó su teléfono y escribió en la sección de chats privados >>Gracias por el dinero, fue un gesto muy dulce<< ni dos minutos pasaron cuando ya tenía respuesta >>No es una molestia gastar en tí<<.

Sonrió antes de escribirle nuevamente >>¿Puedes hablar? Quisiera tener una videollamada contigo<<. No lo dejo responder, pues ya estaba abriendo la sesión privada en su computadora portátil. Sus ojos se abrieron por la sorpresa de encontrar una linda cara, ojos azules y cabello cobrizo—. Wow, eres más lindo de lo que pensaba, pero sabes que necesitas ser mayor de edad para estar en estos sitios, ¿Verdad cachorrito?

El apodo hizo que Chuuya frunciera el ceño levemente—. Cumplí veintidós hace dos meses —aclaró un tanto indignado—. Mierda, de verdad te ves así siempre.

Dazai sonrió de lado—. ¿A qué te refieres?

—Así de guapo —declaró el pelinaranja.

Una risita astuta se filtró por sus labios terminando en el pene de Nakahara—. Bueno, por primera vez reconozco que hay alguien más atractivo entre nosotros —descaradamente alzó su camisa dejando ver su pecho plano, pero igualmente hermoso—. Dime, ¿No tendrás problemas por darme tanto dinero?

Chuuya negó—. La verdad es que era gastar en tí, o en alcohol. Preferí lo más placentero.

Osamu sintió sus orejas y mejillas arder, era la primera vez que alguien le hablaba con tanta familiaridad. Apartó la mirada tiernamente para concentrarse—. ¿Entonces soy tu rehabilitación? Me gusta ser mejor que el alcohol —buscó otro tema de conversación que no fuera solo él—. ¿Qué son las cosas de atrás?

—Me estoy mudando, o bueno, me mudé —Chuuya sabía que esa era la ventaja de internet, no debía dar muchos detalles.

Dazai arrastró la laptop hasta su cama, aunque está vez no tenía previsto usarla—. Necesito saber tu nombre, para gemir cada una de sus letras.

—Chuuya —ni siquiera lo pensó dos veces—. No es necesario…—el castaño ya estaba deslizando su ropa, dios, ¿el tipo ya estaba duro solo por conversar con él? ¿Lo hizo antes de llamarlo? Había tantas dudas pero su única respuesta fue biologica, él también estaba excitado.

—¿No te gusto? ¿Ya ni te parezco bonito? —Dazai jugueteó un poco con su miembro tratando de hacerlo sentir cómodo—. ¿No querías esto?

Chuuya deslizó su manos dentro de su propia ropa interior, de haber sabido que terminaría así su día, no sé habría tomado la molestia de limpiarse y cambiarse de ropa cuando terminó su transmisión. Asintió tocando la cabeza de su miembro—. Si, no solo eres una cara bonita.

—Déjame ver —su tono demandante pero un poco dulce hizo que Chuuya se pusiera de pie. Dazai esperaba un pene pequeño, o incluso desagradable, ya estaba pensando halagos falsos cuando se encontró con una gran longitud y grosor. Quería tomarlo en su boca, tenerlo dentro de él y perderse en el placer de ser usado por Chuuya. Era una fantasía, solo lo diría esa noche—. Quisiera que estuvieras aquí para montarte —dibi descaradamente. Sus propias manos siguieron un ritmo irregular, su cabeza quedó pegada a la almohada mientras gemidos ásperos salían sin parar.

Chuuya sintió la necesidad de acariciarse. Antes de darse cuenta ya estaba al borde del clímax—. Mierda —fue lo único que pudo decir al manchar parte de su barbilla debido al ángulo. Eso se ganó un mirada de Dazai, que estaba fascinado por su nuevo "amigo". Unas caricias más y manchó todo su pecho.

No sé molestó en cambiar de ángulo antes de hablarle—. Bueno, admito que me moja pensar en que alguien con un buen pene mira mis transmisiones —parecía que Chuuya intentaba recuperarse de su orgasmo—. ¿Tienes novia, o novio?

Chuuya negó suavemente—. No tengo novio.

Eso hizo que Osamu sintiera más curiosidad y se acomodará boca abajo pegando el pecho en una almohada para mantenerse erguido—. ¿Vives solo?

—Sí, me acabo de independizar —sus palabras no fueron suficientes para saciar la curiosidad de Dazai—. Mi familia vive un poco lejos de donde estudió y les propuse mudarme hasta terminar la carrera. Ellos me dan dinero para el colegio y prácticamente pagan todo, así que no es independizarse completamente.

El castaño asintió—. Entiendo lo que es vivir solo. Yo trabajo en esto para juntar más dinero, no cuento con el apoyo de mi familia —antes de darse cuenta Chuuya intentaba consolarlo—. ¡No hablemos de cosas tristes! Mi más importante cliente no querrá verme nunca más —puso una mano en su frente fingiendo pena.

Chuuya soltó una carcajada—. Entonces apoyo una buena causa.

—Pequeño lujurioso, aunque no sé si usar pequeño sea correcto contigo —sus manos imitaron la longitud de su miembro—. Gran lujurioso Chuuya.

Nakahara se atragantó con su saliva antes de poder protestar—. Eso no es una ofensa.

Pasaron horas y horas hablando sobre ellos. Cada que parecía que se quedaban sin tema de conversación, Dazai ingeniaba un apodo astuto y Chuuya contaba una anécdota relacionada. Era como si se hubieran conocido toda la vida. No era simplemente sexual, Dazai lo supo cuando Chuuya se despidió y él le deseo una buena noche.

Se acostó emocionado, ahora disfrutaba más cosas de su "trabajo" por ejemplo, gustarle a Chuuya.

Me encanta esta historia, más allá del contenido NSFW, me encanta la química que creo que tienen estos dos, es bellísima. Por cierto, en el one shot que hice y sirvió como idea principal de este fanfic, Yosano no era trabajadora en la Sexshop, pero me pareció divertido incluirla en un rol tan liberal.
En fin, Wattpad está fallando, no me llegan notificaciones así que espero que lo disfruten y pronto lo corregiré si tiene faltas de ortografía.
-Honey