Capitulo nueve
Advertencias: Ninguna.
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Casi tres meses de esa rutina extraña, no era que le desagradara tomar la cintura de Dazai, ponerlo contra la mesa y acariciarlo suavemente mientras ambos se derretían. Aunque ese día no estaba particularmente de humor.
—¡Maldita mierda! —gritó el pelinaranja. Sus dedos ya estaba cubiertos por pegamento y aún no conseguía que uno de sus tantos y costosos proyectos se quedará quieto—. Odio la jodida torre, ¿Quién mierda pide una torre para evaluar segmentos? —sus palabras se cortaron cuando escuchó los golpes en la puerta— ¿Quién mierda se mete con su vecino? —se reclamó a sí mismo en tono bajo. Se acercó a la puerta y al abrirla encontró a un Dazai sonriente—. ¿Qué haces aquí?
—Hola Chuuya, es bueno saber que me esperabas —pasó cómo si fuera su propio departamento—. Solo vine a verte, ya sabes —hizo un círculo con su dedo índice y pulgar para después acercarlo a su lengua. Al ver que no causó la reacción deseada se detuvo—. No importa, de todas formas no era cierto.
—Hoy no tengo tiempo de nada, cualquier cosa que quieras hazla tú mismo. Lo siento —su tono fue menos ameno que antes, parecía derrotado.
El castaño negó—. Ya te dije que no importa —se acercó lo suficiente a la mesa donde estaba el desastre—. ¿Qué se supone que es?
—Una torre, o algo así —respondió avergonzado—. Si quieres puedes comer algo, pero debes calentarlo.
—Prefiero calentar algo más grueso y largo —su chiste de doble sentido le sacó una sonrisa al mayor—. Recuerdo que Odasaku hizo algo similar, te ayudaré solo porque me da pena que estés aquí fracasando una y otra vez sin darte un respiro de aire fresco —dijo burlón.
"Odasaku" la sola palabra causaba un pinchazo de celos en el corazón de Chuuya. Gruñó algo indescifrable antes de tomar asiento nuevamente. Cuando se dió cuenta, Dazai lo miraba sorprendido—. ¿Qué? —y sus propios ojos se abrieron gradualmente, "¿Él te gusta?" Se le escapó de los labios esa pequeña frase, y tristemente fue escuchada por el otro.
—No me digas que estás celoso —dijo indiferente—. Odasaku no es particularmente agradable en esa forma, al menos no para mí, es mi amigo. Además, nuestro acuerdo es meramente físico, tú mismo lo dijiste, no saldrías con un camboy —alzó los hombros indiferente—. ¿Ya probaste con otro adhesivo?
—¡No estoy celoso!..solo que no quiero tener una infección o algo así por tu culpa —Chuuya sintió sus propios labios temblar de la mezcla entre vergüenza y dolor, rápidamente cambio el tema al igual que Dazai—. Lo intenté con pegamento, y silicón.
Dazai sonrió a medias—. ¿Y con pegamento de tuberías? Odasaku dice que pega todo, una vez me ayudó con el baño porque tiré un azulejo.
"Toda mi vida está llena de problemas, es lo que me busco" pensó Nakahara—. Comparé uno entonces —no era la primera vez que Dazai lo hacía sentirse así de extraño. No era la primera vez que él mismo se hacía sentir de ese modo—. Bueno, ya te dije que hoy no puedo hacerlo, estoy demasiado ocupado —se puso de pie y avanzó a la alacena buscando algún dulce para el castaño y encontró el paquete de chocolatines.
Ni siquiera él recordaba dejarlos tan arriba. Se estiró lo más que pudo pero apenas podía rozarlos. Entonces sintió una de las delgadas manos que conocía bien y que hace dos días mordió para callar sus gemidos ásperos que no podía contener por la emoción de estar abajo de Dazai, siendo usado para su placer. Un escalofrío recorrió su espalda baja al notar la presión en sus caderas y todo su cuerpo en general en contra de la alacena y la figura de Osamu. Antes de poder quejarse, el más alto dejó los chocolatines en sus manos—. Chuuya de verdad es pequeño —soltó una risa que fue directo a el rostro de Chuuya llenando sus mejillas de sangre.
Pensó en reaccionar violentamente, pero esa cara tan tierna esculpida por los dioses lo hacía flaquear más de lo que pensaba—. Solo toma uno, y deja de molestar con mi estatura.
Osamu tomó uno entre sus dedos solo para llevarlo a su boca con una expresión de falsa inocencia—. Entonces ojalá Chuuya termine pronto con su proyecto, me da vergüenza admitirlo pero quisiera ser follado adecuadamente y aunque podría buscar a alguien más, me das más confianza, especialmente porque sabes a lo que me dedico.
Otra punzada de dolor fue directamente al pecho de Nakahara—. ¡No tienes que decir tanta mierda! —regresó a su asiento irradiando un aura siniestra—. Solo vete, o si te quedas no hagas jodido ruido.
El menor abrió los ojos sorprendido—. ¿Y por qué me quedaría? —esperaba con todas sus ganas que Chuuya le dijera "Quédate por mí" o algo aún más dulce "Porque quiero que te quedes".
Esa fue la gota que llenó el vaso, Chuuya se puso de pie y avanzó al castaño que esperaba un beso lleno de intensidad como las otras veces que ofendió al muchacho y este terminaba apoyándolo contra la pared, pero no fue así. Nakahara lo empujó hasta la puerta y se la cerró en la cara. Dazai tardó mucho en procesar lo sucedido.
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Cuatro días sin hablar con Dazai podía llegar a parecer una eternidad, incluso más que eso.
Chuuya soltó un suspiro cansado cuando el profesor apagó el proyector y seguidamente salió del salón, no era posible que las últimas clases no prestara atención. Definitivamente arreglaría las cosas con el castaño.
Al salir de clases se encontró con el rey de Roma recargado en el pasillo cargando dos cafés mientras silbaba alegremente. La idea de que estaba ahí por él rápidamente se esfumó cuando Oda Sakunosuke caminó con prisa para saludar a Dazai.
—Dijiste que hoy no vendrías —su tono indiferente fue más dulce para los oídos de Chuuya—. ¿Quieres ir a la biblioteca? Encontré un libro que seguro te gustará.
El de ojos avellana desvió la mirada hacia el más bajo a unos pasos de distancia. Con una sonrisa se despidió de él y así avanzó junto a su amigo—. ¿Cómo sabes que me gustará? —y siguieron hablando de cosas triviales.
El pelinaranja apretó los dientes y caminó en dirección contraria. "No debería importarme si estuvo con diez o veinte, incluso haber cogido con toda la universidad sería mejor, porque significaría que para él no fue nada, pero si es con uno solo...si es con Sakunosuke es diferente porque le tiene cariño" Las ideas iban rápido "Solo le gusta tener sexo conmigo, y eso debería ser recíproco".
Sin darse cuenta, el más bajo mordía su labio compulsivamente.
"¿Entonces por qué me molesta tanto que esté con alguien más?".
Volvió la serie más hot que he hecho junto a Incubus, pero también de las que me harán llorar.
-Honey
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