Capítulo dos

Advertencias: Ninguna (?).

"Un mal día, amerita una noche peor".

~•~

Dazai se despertó particularmente miserable esa mañana, claro, pasó casi toda la noche platicando con Chuuya, y cerca de la una de la madrugada se despidieron. Se vistió tan rápido como pudo y salió casi corriendo sin desayunar, apenas avanzó dos metros tropezó con una bolsa de basura.

—¿Quién deja la basura a mitad del pasillo? —se preguntó con notable inconformidad, aún así se puso de pie y arrojó la bolsa al ducto que estaba destinado a ese propósito—. Que agradable vecino cabeza hueca tengo.

No le dió más importancia, pero antes de irse buscó un post-it  en su mochila y dejó una pequeña nota "La basura va al ducto, solo separala".

Fue a la universidad, pese a no ser un alumno regular debía presentar exámenes y entregar proyectos. Amaba que su carrera tuviera la modalidad a distancia, claro que nadie la tomaba por la dificultad de enseñarse a sí mismo, pero no era problema para un genio prodigio cómo Dazai.

Caminó un rato por la universidad para encontrarse con sus amigos en la cafetería cercana, un joven de diseño gráfico que recursaba algunas materias del segundo año, Oda Sakunosuke.

—Vaya, te ves mejor de lo que esperaba —dijo el pelirrojo al ver a su compañero, arrojó su cigarrillo al suelo y se enderezó para abrazarlo—. ¿Cómo creciste tan rápido? Te recuerdo en secundaria siendo solo un poco más alto que el promedio, pero ya eres todo una torre de luz.

La carcajada de Dazai llamó la atención de algunos alumnos cercanos—. Solo eres mayor que yo por tres años y hablas como lo haría mi abuelo —tomó asiento junto a él—. ¿Y qué hay con ellos?

—Tus padres están bien, les sorprendió cuando les dije que vivías mejor y que quizás mudarte fue una buena decisión —paró sus comentarios cuando la mesera se acercó a tomarles la orden—. Yo quiero un café negro y él probablemente una malteada.

—De fresa —agregó el castaño. La joven les sonrió pero su atención estaba especialmente dirigida al de ojos zafiros hasta que se fue a preparar sus pedidos—. Pídele su número, sería de mala educación no invitar a salir a una chica tan linda.

Oda asintió en silencio—. Lo haré en cuanto te vayas, si me rechaza porque estaba siendo amable y no coqueteaba conmigo será vergonzoso que lo veas —soltó un suspiro más largo de lo esperado—. Por cierto, tu padre depositó en la cuenta familiar, dijo que lo usarás para material y esas cosas —vió el ceño fruncido de su amigo y volvió a interceder—. Bueno, tu trabajo de ventas en internet te da para lo básico, pero nunca se sabe, ¿Qué harás si tienes una emergencia y necesitas mucho dinero? Además, es su deber apoyarte en la universidad, son tus padres.

La idea de contarle sobre su verdadero trabajo como "artista porno" no fue algo que el castaño quería hacer, así que alteró un poco la realidad y le dijo que vendía artículos de terceros por internet cobrando comisión por cada venta. Respecto a su pregunta, Dazai negó—. Te pediré dinero a tí, y nunca lo pagaré, por algo eres mi amigo, Odasaku.

El pelirrojo asintió—. Me parece perfecto, si me dejas en la quiebra, me mudaré contigo, así me pagarás.

Era igual a cuando eran menores, Oda siempre fue tan paciente con Dazai, y trataba de protegerlo de sí mismo. Era como un hermano mayor.

—¿Y tú no tendrás alguna cita? Recuerdo que de niños eras muy pretendido, incluso ahora —dijo Oda indiferente a la risa nerviosa de Dazai.

El menor pasó saliva duramente—. Una relación ahora sería un poco difícil de llevar, creo que solo quisiera algo casual y con buen sexo.

Sakunosuke cerró los ojos rendido—. No has cambiado nada desde la secundaria.

—Gracias a Dios, no mucho.

Bebieron su café y malteada intercambiando quejas de la universidad, Sakunosuke por su lado tuvo que compartir clase con algunos chicos de arquitectura para cursar diseño de estructuras ese mismo año y salir junto a su generación. Dazai por su parte odiaba tener que moverse de su departamento, y odiaba a sus profesores dándole órdenes sobre sus trabajos, claro, él no necesitaba ayuda extra, solo iba un par de veces a la semana para asegurarse de hacer las cosas bien.

Toda su familia, e incluso él sabían que mudarse no era tan necesario, solo una excusa.

Cuando terminaron, Osamu se tomó su tiempo para volver a casa, incluso se detuvo en algunas tiendas para curiosear y comprar algunos víveres.

Chuuya soltó un quejido singular al terminar su día, estuvo lleno de trabajos, ensayos y un examen. Pero su hermana decía algo "Un mal día merece una noche peor".

Compró comida y utensilios para cocinar, de paso le agradeció a la señora Kimura por darle comida en su primer día y lo hizo con una bolsa de fruta.

Amaba el silencio de estar solo, pero odiaba cuando tenía un chiste divertidísimo por contar, pero al voltear no había nadie. La soledad tenía sus ventajas, aunque no siempre deseaba estar solo. Suspiró profundamente a la par que sus piernas subían las escaleras, definitivamente usaría el elevador la próxima vez.

Al enterrar su llave en la cerradura, se encontró con la pequeña nota en su puerta "La basura va al ducto, solo separala" la leyó con cierta vergüenza. Debió preguntarle a la casera, ahora ya había hecho pasar un mal rato a sus vecinos.

Buscó la bolsa y se percató que la persona debió encargarse de ella, pues no había rastro de ella. Se dió un golpe en la frente—. Bueno, te debo un favor —sacó de su mochila la fruta que originalmente era para su alimentación de esa semana y la dejó frente a la puerta de al lado—. Espero que con esto estemos a mano —alcanzó la pequeña nota pegada en su puerta y con ayuda de un plumón dejó su respuesta.

"Gracias por avisarme, disculpa las molestias".

El de cabellos cobrizos entró a su hogar y antes de darse cuenta ya había pasado dos horas haciendo planos para su clase de la mañana. Le costó levantarse de la silla para ir a la cocina y preparar algo de cenar

—Debería llamar a Kōyō —buscó su teléfono y marcó el número etiquetado como "Hermana"—. Hola, ¿No me digas qué estabas durmiendo?

"Tuve que cubrir a una amiga en el trabajo" dijo en un suspiro la mayor "Apuesto que no has comido nada".

—De hecho, sí, preparé un modesto arroz y sopa de miso del supermercado —sonrió aunque esa expresión se borró rápidamente—. Extraño comer comida real, no está mal pero…

"Les diré que te envíen un poco más para que puedas pagarle a alguien, seguramente te has estado alimentando de comida enlatada" dijo la mayor "Mamá dice que tú fideicomiso no será usado hasta que acabes la carrera, buena forma de atarte".

—Sabes que el dinero no es un problema, no sé por qué mamá lo hace parecer así.

"Porque para ella es su lenguaje del amor" soltó una risita burlona "De todas formas te haré llegar más dinero, es importante que tengas amigos y diversión, es la mayor ventaja de vivir solo".

—Parece ser la única —agregó el menor de los hermanos.

La de rasgos similares fue la primera en colgar, y en realidad la llamada no hizo que Chuuya subiera sus ánimos. Estaba a punto de irse a dormir cuando la notificación en su pantalla lo obligó a tallarse los ojos.

El chat con @Pretty_Dazai mostraba un pequeño corazón junto a un "Que tengas una linda noche, cachorrito".

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Al otro lado, en el pasillo, Dazai regresaba muy alegre por haber coincidido con Oda. Nunca tuvo muchos amigos y en general, personas que lo cuidarán y quisieran tanto como él. Debía decirle sobre su trabajo como camboy, pero no soportaba la idea de producirle asco.

Se suponía que los amigos no tienen secretos, pero ¿Cómo debía decirle que la persona que conoció desde niños ahora se masturbaba frente a extraños por dinero? ¿No era lo mismo ser una prostituta? Se preguntaba el castaño, llegando siempre a la conclusión de que era mejor no contar algunos aspectos de tu vida a las personas que amas.

Casi pisó la bolsa transparente cuando se acercó a la puerta de su departamento. Creyó que era basura hasta que la alzó y se percató de las manzanas rojas. Ya estaba camino a la puerta de junto para regresarlas pero su propia nota lo hizo parar.

"Gracias por avisarme, disculpa las molestias".

—¿Es un soborno para no decirle a la casera? —arqueó las cejas divertido—. Bueno, sé que eres una chica gracias a tu bonita letra —guardó el papel en su abrigo y sin darle muchas vueltas al asunto, entró a casa para terminar su gran día con una grandiosa noche.

Ver una película, preparar sus cosas para la transmisión del día siguiente y de paso enviarle un emoji a su "cliente favorito". Un pequeño corazón en el chat de @Araha_baki, justo después mandó un mensaje de texto "Que tengas una linda noche, cachorrito".

Yo apuesto mi casa a qué es canon que Chuuya tiene una letra bonita.
Dazai solo quiere un dick para pasar un buen rato y el de Chuuya le gustó, de ahí que sea tan "amable" por su chat.
-Honey

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