Capítulo 45

Narra Diane

Apretaba con desespero el mouse de mi computadora

Se supone que hoy me llegaría el correo diciendo si quedé en la academia naval, y estaba muy nerviosa por el resultado, aunque en el fondo lo sabía

Sabía que no había quedado

Trate, trate lo más que pude, pero simplemente mi cabeza no lograba concertarse en algo que no fuera respirar

Hacia un mes que había hecho el examen de admisión, y la mayoría de cosas las respondí al azar, sería demasiada suerte quedar en la universidad solo con un examen hecho al azar y menos en la carrera que quería: aeronáutica

Trataba de evadir ese tema mientras desayunaba, mi tía estaba sentada frente a mi desayunando y mi abuela ni siquiera se sentaba en la mesa. El silencio reinaba en el comedor

Mi abuela casi no me había dirigido la palabra desde hace dos meses, ese día después de mi graduación que no aguante más y le dije la verdad, esa verdad que en el fondo me carcomía

—Abuela— ni siquiera me moleste en tocar la puerta de la habitación de mi abuela

—¿Qué paso? — ignore la pregunta de mi abuela y solo me lance a abrazarla—¿Qué paso cielo?

—Soy mala, soy mala, soy mala— murmure sin soltar a mi abuela— me quiero morir, te juro que me quiero morir

—¿Qué paso? — mi abuela tomo mi cara entre sus manos— ¿eres Diane o Eileen?

—Soy Diane— mire a mi alrededor y luego a mis manos—. Hay mucha sangre, alguien está muerto

—¡¿Qué?! — mi abuela se llevo las manos a la boca— ¿Qué hiciste?

—Yo las mate— mire seriamente a mi abuela— no era mi intención

—Diane, dime que hiciste, o a quien te refieres— mi abuela me tomo de las manos

Me acerque al oído de mi abuela para suspirar; —Ella mato a dos chicas

Con mis palabras solo logre que mi abuela me diera un calmante para dormir y día siguiente me pregunto si era verdad lo que dije, y se lo confirme, por lo que cada vez me hablaba menos, no me decía nada, y eso me hacia sentir mucho peor, creo que hubiera preferido que me golpeara o que me gritara, pero solo ignoraba mi existencia

—Ya llegó— le dije a mi tía, mientras que con mi mano tomaba mi cara

—¿Y qué pasó? — me pregunto mi tía. Abrí el correo y omití leer mis datos y esas cosas de rutina, me interesa el resultado, eso era lo importante

—En lista de espera— murmure en un tono apenas audible— tengo que esperar de dos a cuatro semanas para recibir una respuesta concreta

—¿Eso significa que no quedaste? — me pregunto mi tía con algo de pena

—¡¿Que?!

Mi abuela se acercó al comedor, por su cara no estaba contenta y menos por lo que acaba de oír

—¿No quedaste? — mi abuela se acercó a mí recargando sus manos en la mesa

—Estoy en lista de espera, tengo que esperar— murmure sintiendo la intimidante mirada de mi abuela

—¿Quién es el director de la academia? — me preguntó mi abuela

—No sé— negué ligeramente

—Si no me equivoco es el teniente Fletcher— contestó mi tía— y si no me equivoco, fue jefe de Eric, tu padre, en algún momento— mi tía me miró por un segundo

—Entonces yo me encargo— mi abuela se enderezó— tengo el contacto de Fletcher en mi agenda, está en el estudio. Solo necesito hacer un par de llamadas y no se negarán a aceptarte— mi abuela camino rumbo al despacho

—Abuela porque no esperamos— mi abuela me miró ante lo que dije— tal vez pueda entrar sin necesidad de que llames a tus contactos

—No, tengo que estar segura de que vas a irte allá— mi abuela giro y siguió al estudio. Mi tía me miró con algo de pena

—Ahora ella me odia— murmure bajando la cabeza— quiere que me vaya por eso está haciendo lo imposible para que quede en la academia

—Hija, te diría que la abuela no te odia, pero no lo sé— mi tía me dio una sonrisa triste— no es fácil de procesar

—No, no es fácil procesar que tu nieta es una asesina— murmure al borde de las lágrimas— ¿por qué tu no me odias también?

—Yo nunca te odiaría— mi tía me dio la mano por encima de la mesa— aunque a veces tenga ganas de estrangular a alguien y tú seas la primera que vea no quiere decir que te odie. Nunca odiaría a mi hija

Alce una ceja ligeramente sorprendida, mi tía casi nunca se refería a mi como su hija

—¿Por qué de repente te refieres así? ¿Quieres hacerme sentir mejor? — pregunte con confusión

—¿Acaso no eres mi hija? — mi tía hizo una ligera sonrisa. Iba a hablar, pero ella me interrumpió— se lo que te he dicho. Que Mónica Adler fue tu madre, pero yo fui la que te crio— hice una ligera sonrisa ante las palabras de mi tía— y no quiero que dudes nunca que te amo como si fueras mi hija, aunque no lo demuestre mucho, tengo una manera muy rara de demostrar amor

Me levante de la silla y rodee la mesa para abrazar a mi tía, no sabía si era lo que me dijo o el hecho que estaba como un manojo de nervios, pero varias lágrimas se me escaparon; —Te quiero mucho, tía Liv— murmure sin soltar el abrazo. Mi tía dejo un beso en mi frente

—Bueno, debo irme a trabajar y no le hagas caso a nada de lo que diga Amelly— mi tía tomo su bolso y camino rumbo a la puerta pasando por la sala

Cerré mi computadora dando un suspiro, caminé hacia el estudio donde sabía que estaba mi abuela. No quería interrumpir y desde afuera se oía que aún hablaba por teléfono

Espere afuera y cuando mi abuela salió me miró de arriba a abajo; —Todo está listo, en unos días te llegará toda la información para ingresar a la academia, y tienes asegurado un lugar en aeronáutica

—Gracias

—Ve preparado tus cosas. En septiembre estarás allá— mi abuela se dio la vuelta caminando de vuelta a la sala

—¿Te vas a deshacer de mí? — mi abuela giro a verme

—¿No es eso lo que querías? ¿Entrar a la academia naval? Bueno ya lo tienes— mi abuela se volvió a girar

—¿Abuela por qué? — mi abuela detuvo sus pasos— necesito tu apoyo, no tu indiferencia

—¿Quieres que haga que nada paso? ¿Qué Eileen no mató a dos chicas solo por un conflicto estúpido? Ya ni siquiera se quién eres, Diane. Pero no me pidas que siga teniendo esa imagen inocente tuya, porque de inocente no tienes nada, y lo mejor es que nos alejemos por un tiempo, por eso te vas a la universidad

Las lágrimas amenazaban con salir, traté de reprimirlas lo más que pude, pero era casi imposible. Mi abuela siguió caminado rumbo a la sala

—Tal vez debiste internarme en un hospital psiquiátrico desde que la doctora Adams te dijo que tenía otra personalidad— le dije mientras que las lágrimas bajaban libremente por mis ojos

—Si, tal vez debí hacerlo— y esas palabras de mi abuela solo me hicieron sentir peor—. Voy al banco, vuelvo en unas horas

Apenas oí la puerta cerrarse comencé a llorar recargada en la puerta del estudio.

Abrí la puerta dirigiendo mi mirada al escritorio, una ola de melancolía me recordó, este estudio que alguna vez fue de mi padre siempre me ponía así

A pesar de que tengo pocos recuerdos de mi papá ya que era muy pequeña cuando él murió este lugar me hace sentir su esencia, casi nadie entraba aquí por esa razón, mas que para limpiar

El aire era frio, había medallas y reconocimientos en las paredes, algunos de mi padre, otros de mi abuelo

Me fui hasta el escritorio tomando asiento, mis lagrimas aumentaron al ver la foto que estaba en el escritorio

Una foto de mis papás, y mi padre cargándome cuando era una bebé, cuando todo era alegría, cuando no tenía una maldita sombra que me acompañaría hasta el día que deje de respirar

—¿Y ahora qué hago? — cerré los ojos un momento dejando salir mis lagrimas — di algo...por favor

《Bien Diane, parece que ya no tienes nada. Recuerdas que varias veces te dije que la única que se quedaría cuando ya no fueras nada, sería yo, cumplí mi promesa y aquí sigo. La única que nunca te abandonara soy yo

—Aunque me cueste admitirlo tiene razón— admití, aun sin hacer ningún movimiento — quisiera una salida fácil

《Sabes muy bien lo que está en el escritorio a tu derecha》

Esas palabras en mi cabeza fueron como una iluminación, abrí el cajón del escritorio a mi derecha y comprobé lo que estaba ahí

El arma de mi padre...

Tome esa fría arma entre mis manos, era algo pesada, y como si necesitara otra señal, al lado estaba el cartucho de esta, y si, estaba cargada

El arma la conservaba la abuela en caso de que llegara a pasar alguna emergencia en mi casa, como un asalto o algo así. Y a causa de mi tía, sabia como disparar, aunque aún no tenía una buena puntería

No sabía lo que hacía, pero cargue esa arma y jale de la corredera, estaba lista para usarse

—¿De verdad voy a hacer esto? — miré el arma que seguía sobre el escritorio con algo de pena— di algo, no te quedes callada, Eileen. Siempre te ha encantado joderme, ¡di algo para que tome el valor de meterme un tiro!

《Nada de lo que diga te va a detener. Quédate con la idea que al menos lo intentaste. Te detuve varias veces de hacer esto antes, ya no más, por esta vez toma tu decisión》

—Mi tía— tome de mi frente y jale el poco cabello que tenía en la frente— no me van a entender

Pero eso no era una razón suficiente, solo se merecía una explicación. Abrí otro cajón a mi izquierda donde había  papel y un bolígrafo

Tía Liv;

Perdón, perdóname, pero de verdad lo intente, de verdad. Pero ya no puedo más con esto, me siento tan sola, tan asfixiada, tantas cosas pasan por mi cabeza y ninguna tiene remedio y no hay nada que me dé ánimo para seguir.

Nadie tiene la culpa, absolutamente nadie más que yo misma, hice muchas cosas malas de las que me arrepiento, así no haya sido yo, no soy inocente, ella es un monstruo, pero yo soy peor por no tratar de parar todo y solo quedarme viendo o llorando, no tengo el coraje y soy débil.

Te quiero mucha tía, gracias por haberme cuidado todos estos años y por nunca abandonarme, sé que lo debiste pensar varias veces, pero no lo hiciste y quiero creer que es porque me querías. Eres mucho mejor madre que la que me trajo al mundo, nadie me pudo haber protegido como tú

Dile a mi abuela que no tengo remordimiento por lo que ha pasado entre nosotras las últimas semanas, la entiendo y dile que lo siento mucho. Lamento haberla decepcionado

No piensen mucho en mí, no quiero que se pongan tristes, al fin descansare de toda esta mierda, como debió haber sido hace 10 años. Ojalá no hubiera sufrido tanto, pensé que había una razón por la que mi padrastro no me mato como a mi mamá, pero nunca descubrí si de verdad había una razón, y ahora solo creo que le falto terminar el trabajo.

Gracias por todo

-Diane

Deje el bolígrafo a un lado, tome las dos hojas y las doble, di un suspiro pesado cerrando mis ojos, cuando los abrí los dirigí al arma sobre el escritorio. La tome con la mano temblorosa viéndola de arriba abajo, algo dentro de mi quería encontrar una razón para guardarla y quemar las cartas que acababa de escribir, pero no había nada. O al menos hasta que escuche esa voz

《Bien Diane. Ha sido interesante》

Solté una risita amarga al oír esa voz, porque esa era la maldita razón que necesitaba

Tome el arma ya con más fuerza y la coloque en mis cien. Empecé a llorar abiertamente, iba a doler, pero al menos todo mejorara, ya no iba a sufrir más después de esto

《Fue bueno mientras duró, juntas hicimos llevadero nuestro aburrimiento》

Jale del gatillo con fuerza acabando con mi vida. 

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—E.

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