Capítulo 17
Narra Diane
Era sábado y a pesar que generalmente usaba los sábados para hacer mi tarea de fin de semana, lo preferí hacer anoche para tener el resto del fin de semana libre
Mi tía estaba lavando ropa mientras que yo ayudaba a mi abuela a hacer el almuerzo, no era nada muy emocionante pero estaba aburrida
—Diane, ¡¿que significa esto?!— mi tía Liv apareció frente a mi y me lanzó la bolsa con la cocaína que estaba guardando
Me pase las manos por la cara con frustración, se me olvido que por error había puesto esa droga en mi cesto de ropa, ahora deben pensar que eso es mio
—Eso no es mio— hable rápidamente
—¡¿Entonces que hacía en tu cesto de ropa?!— me grito mi tía mientras cruzaba sus brazos, se veía muy enojada
—Es de un amigo que me lo dio a guardar— hable aun relajada
—¡Dime la verdad, Diane! — me volvió a gritar mi tía— ¿ahora te drogas?
—Por supuesto que no— hable un poco más alto— te estoy diciendo la verdad
—¿Entonces porque no te creo?— mi tía se veía cada vez más enojada— saliste igual a tu madre, las dos un par de drogadictas
En el momento que menciono a mi madre sentí mi sangre hervir
—Olivia, no hables mal de mamá— hable con la voz un poco más seria y a la vez enojada
Mi tía me miró y luego soltó una risita sarcástica
—Pará qué lo niegas, Diane— mi tía se me acercó— para que niegas que tu madre era una zorra que jamás se debió casar con mi hermano, Eric era demasiado para Mónica
Solo la mención de mis padres me ponía muy sencible y me daban ganas de llorar y mas cuando se referían a mi madre como una zorra
Talvez mi madre no fue la mejor persona del mundo, pero aun así fue mi madre, me defendió más de lo que pareciera y a pesar de todo la amaba y me dolía demasiado su muerte y no tenerla a mi lado
—Respeta su memoria, ella no está aquí para defenderse— baje un poco la cabeza, pues no quería llorar
—Y menos para defenderte a ti, ¿verdad? Cuando lo debió hacer no lo hizo, por tu madre eres así, por ella eres lo que tengo en frente, ella te convirtió en lo que eres, Diane— mi tía me miró más enojada
—¡Olivia!— intervino mi abuela
—¡Ya estoy harta, mamá!— mi tía miro a mi abuela
—Aunque estés harta no te da el derecho de hablarle así a Diane, ella es mi nieta, que no se te olvidé— hablo mi abuela, ya estaba enojada
—¡Estoy harta de tu nieta!— mi tía me señalo— ¡estoy harta de ti!— señaló a mi abuela— ¡y estoy harta de vivir en esta maldita casa!
—¡La puerta siempre ha estado abierta, Olivia!— grito mi abuela
—Como si me hubieras escuchado antes. ¿Crees que yo elegí esto? ¿Crees que mi sueño fue criar a una niña que no es mía y seguir viviendo con mi madre a los 45? Pero no— mi tía soltó una risita sarcástica— tuve que ser una fracasada criando a una niña que no es mi hija solo porque sus padres se murieron, ¿acaso yo tengo algún tipo de obligación?, ¡Diane no es mi hija. Y además es un estorbo!
Mi abuela le dio una cachetada tan fuerte a mi tía que le volteo la cara
—¿Así que no soy tu hija?— pregunte tratando de contener las ganas de llorar
—No, yo no soy tu madre— mi tía se veía tan enojada y tan decidida que me hacía sentir peor— la zorra de tu madre esta muerta
Ya no pude soportarlo mas y rompí a llorar aunque trataba de controlar mis lágrimas
—Si, tu no eres mi madre— me limpie un poco los ojos para no seguir llorando— y como no eres mi madre no te tengo por que hacer caso ni tenerte ningún tipo de respeto.
Tome mis llaves, mi celular y salí rápido de mi casa
No quería llorar, no quería, pero las palabras de mi tía fueron más dolorosas de lo que parecían
De alguna manera era algo que ya sabía, mi tía nunca había sido cariñosa conmigo, eso era más de mi abuela. No podía culparla en que no me tratara como una madre, mi tía nunca se le dieron los niños y por eso tampoco quiso tener hijos, respetaba su decisión, pero algo dentro de mí quería creer que aunque sea me quería un poco, pero veía que me equivoque y solo soy un estorbo
Quería estar sola, quería llorar sola, así que me fui a mí parte favorita de la ciudad, la playa
Mi casa quedaba algo alejada de mi casa, pero no quería tomar autobus, quería caminar, caminar me ayuda a pensar y me ayudaba a pasar tiempo conmigo misma
Mientras caminaba varios recuerdos pasaban por mi mente, recuerdos dolorosos, pero algo dentro de mi quería hacerse daño o talvez solo quería recordar a mi madre
Mamá estaba enferma, por eso se había inyectado su medicina en el brazo, pero después de eso le daba mucho sueño, así que se quedaba dormida en el sillón
No quería dejar sola a mi mami, así que estaba sentada en el suelo para cuidarla, pero me asuste cuando vi que la puerta de nuestra casa se abría
El monstruo había llegado
—¡Quítate, mocosa!— él me dio una patada en mi estómago, me dolió mucho
—¡Au!— grite mientras que me arrastraba hacia la cocina
—¡Mónica, porque te acabaste todo! — grito el monstruo
El lastimaba a mamá, no le gustaba que se acabará la medicina y si se la acababa le pegaba, le pegaba muy fuerte
—No le pegues, no le pegues...— hable bajito mientras me tapaba los oídos y los ojos
No me gustaba que le pegará, pero no podía defender a mi mami, ella decía que yo era pequeña y que no provocará que el monstruo me pegará, que no importaba si le pegaba a ella, que lo importante era que no me pegara a mi
Limpiaba mis lágrimas con la parte de atrás de mi mano, no quería llorar pero cuando recordaba cualquier cosa sobre todo lo que viví en mi niñez me era imposible no llorar
A veces incluso me preguntaba que hubiera pasado si mi padre no hubiera muerto, talvez mi madre no hubiera conocido a su segundo esposo, talvez seguiríamos siendo la familia feliz de cuando era niña, y talvez yo sería una adolescente normal que no tendría que estar destinada a tomar medicamentos por el resto de su vida
Di un suspiro de alivio cuando vi que llegué a la playa
Recuerdo que hace unas semanas traje a Jaeden aquí, les mostré talvez una de mis partes más vulnerables, me gustaba ver el atardecer en la playa y por eso compartí eso con él
Aunque talvez el no se había dado cuenta, me había mostrado de una manera con él, de la manera que nunca me había mostrado con nadie
Por eso me sorprendió más verlo sentado en la barda, en el mismo lugar que estuvimos viendo el atardecer ese día
Pareciera que no notaba mi presencia, así que solo me puse junto a él mientras dirigía mi vista hacia el mar
—Hola— lo salude y le dí una ligera sonrisa
—Hola— me devolvió el saludo
Espere unos segundos y me subí a la misma barda a ver el atardecer, como lo había dicho ese día, esto me daba paz y mas si era con él
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Bb's estamos cerca de algo que están esperando UwU
Bueno, les dejo el meme
Ahora sí
Ariosss
*C va en su Yoshi*
—Un dinosaurio
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