Le cena había sido deliciosa, Jimin había disfrutado de un platillo y no solo eso, también de la compañía de Jungkook.

Justo ahora iban en el auto, el ramo de tulipanes descansaba en su regazo, mientras disfrutaba de los chocolates que Jungkook le había regalado. Era imposible apartar su mirada del lindo ramo.

Claro que Jimin siempre quizo que le regalaran uno así de grande. Amaba los detalles, y si este venía de su enamorado, enamorado lo amaría más.

Una vez más Jungkook le estaba demostrando la persona que era, caballeroso, detallista, en todo momento le puso atención, incluso cuando se puso a hablar de flores y más flores. Jungkook era atento, muy atento, ponía atención hasta a los más mínimos detalles, y eso le gustaba.

Jungkook miro a Jimin, quien no apartaba sus ojos del ramo, una sonrisa se formó en su rostro.

- ¿Que tal los chocolates? -Preguntó Jungkook.

Jimin quito su mirada de su majestuoso ramo.

- Estan deliciosos. ¿Quieres uno? -pregunto, saco un chocolate y le quito la envoltura.

- Son tuyos, bonito. - Le dijo Jungkook mirando al frente.

Jimin se sonrojo ante ese apodo, sentía que podía derretirse si Jungkook le seguía llamando de esa manera.

- Entonces, como son míos, quiero compartirte a ti. Abre la boca. -Le dijo Jimin, se acercó a él y llevo el chocolate a la boca de Jungkook.

Jungkook no pudo negarse, así que abrió su boca y Jimin dejó el chocolate.

Jimin volvió a su lugar mirando por la ventana del auto, no tenía ni idea adonde lo llevaba Jungkook, pero confiaba en él.

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Llegaron a un lugar verde, Jungkook lo había llevado lejos de la ciudad. Jimin bajo del auto y miró el lugar.

Se podía escuchar el cantar de los grillos, habían árboles, muchos árboles.

- ¿Donde estamos Jungkook? -pregunto Jimin.

El peli negro llego hasta donde él. Lo tomo de la cintura y lo hizo caminar. - Venimos con mis padres aquí a acampar, o aveces hacemos picnis. -Jimin sonrió ante eso. Se imaginó a Jungkook con sus padres haciendo picnis.
- La próxima vez te traeré de día, es un lugar hermoso y hay muchas flores. - Jimin asintió emocionado.
- Pero ahora, hay algo que deseo mostrarte. - Siguió caminando con él hasta que llegaron a una maleza fresca, incluso habían dientes de león, les llegaba abajo de las rodillas .

Estaba en medio de todo eso. - Este lugar también es hermoso de noche. - Dijo Jungkook. Soltó a Jimin y empezó a rodear el cuerpo de Jimin, este le siguió con su mirada.

Iba a preguntar algo, cuando pequeñas luces empezaron a salir de la maleza. Jimin abrío su boca sorprendido ante la imagen. Luciérnagas empezaron volar alrededor de ellos.

Jungkook le tendió su mano con una dulce sonrisa. Jimin no dudo en tomarla, ambos empezaron a caminar, y mediante lo hacían, más luciérnagas salían.

Simplemente era hermoso, estaban rodeados de todos esos animalitos brillantes.

- Es hermoso... -

- Lo es. -Dijo Jungkook.

Ambos envueltos por las diminutas luces se giraron para estar frente a frente, en ese momento ambos deseaban algo, algo que sus corazones siempre pedían.

Cuando estuvieron cerca, Jungkook atrajo el cuerpo de Jimin, lo abrazo por su cintura y Jimin descanso sus brazos en la parte trasera del cuello de Jungkook.

Ambos se dedicaron una sonrisa más que enamorada, y después, unieron sus labios en un dulce beso. Sus labios probandose por primera vez. Un beso delicado como los petalos de las rosas.

Dieron paso a sus lenguas, las cuales se encontraron por primera vez, y de allí, fue imposible cortar ese beso,se volvió deseoso. Besarse se sentía mejor que en sus sueños, es más, no se comparaba con la realidad.

Los labios de Jimin eran gorditos y suaves, Jungkook distrito mordisquearlos, los beso a su antojo, dejándolos rojos y más abultados. Los labios de Jimin eran la gloria, sentía que podía vivir y morir allí, con esos labios besándolo.

Sería una muerte placentera, los labios de Jimin eran afrodisíacos.

El oxígeno empezo a molestar, pero Jungkook no deseaba cortar ese beso, desgraciadamente, tuvo que hacerlo, no sin antes apricionar el labio inferior de Jimin entre sus labios, se separaron con un chasquido, Jimin tenía sus mejillas rojas, su rostro ardía.

Jungkook lo abrazo más, pegándolo a su cuerpo. La suave y fresca brisa los abrazaba.

- Siempre me gustaste Jimin.- Hablo Jungkook de repente.
- La primera vez que te vi, fue en la cafetería, desde ese momento llamaste la atención de muchos, incluyendo la mía. Pero, creo que en ese año tu estabas en una relación.

Y así era, cuando entro a la Universidad aun tenía como pareja a un chico alto y de tez morena, Kim Namjoon.

Namjoon fue a otra Universidad, y aunque las primeras semanas todo marchó bien, después todo cambió, dejaron de verse a menudo, los exámenes y trabajos de la Universidad consumieron su tiempo.

Y era obvio que Nam conocería más gente. Jimin había dejado de sentir el cariño que una vez le tuvo . Sabía bien que Nam estaba enamorado de otra persona, pero por la relación que ambos tenían, se negaba aceptar tales sentimientos.

Jimin fue quien rompió, ya nada era como antes, y le agradeció por el respeto que le tuvo a no faltar a lo que en ese entonces tenían.

Él le animo a que intentará algo con Kim Seokjin, el chico del cual estaba enamorado, entre ellos no había una amistad como pensaban.

Con un abrazo de despidieron quedando en buenos términos. Namjoon seguía estando con Seokjin.

Pero hubieron días conde Nam lo iba a recoger a la Universidad, y quizás fueron esas veces que Jungkook vio a la pareja.

- Así que, preferí no acercarme. Tiempo después, jamás lo vi. Y tu te ibas solo al salir. Me di cuenta que terminaste, pero aún así, nunca me atreví a hablarte. No hasta que formaste parte del equipo de animadores y luego fuiste el capitán. Aun así, seguía creyendo que las posibilidades de que yo te gustara, eran nulas.

- Pero estabas completamente equivocado - Le dijo Jimin.
- Debo admitir que la primera vez que te vi fue en mi primer día en el equipo. Eres atractivo Jungkook, y mis ojos no se podían apartar de ti. Menos si usabas el uniforme del equipo -Confesó Jimin.
- Pero yo, al igual que tu, creía que las posibilidades de gustarte eran nulas. Cuando empezaste a hablar con JiSoo, estaba por matar todos mis sentimientos hacia ti. Pero tu me invitaste al baile, fuiste a mi casa cuando estaba enfermo, y....hacías cosas que nadie haría por mi, amenos que ese chico estuviera enamorado de mi.

- Creo que, decidí ser valiente en el momento adecuado. -Dijo Jungkook.

- Así es. - Respondió Jimin con una sonrisa.

Volvieron a unir sus labios, bajo el inmenso cielo estrellado.

Esa noche, una linda historia de amor se había empezado a escribir.
Pero para tener su final feliz, debían pasar por ciertas pruebas, ¿era Jimin el animador de Jungkook? ¿Las otras chicas parecían tentadoras para querer ser infiel?

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