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— ¡Lee Youngmin!

— No de nuevo — Susurró hastiada.

Era la tercera vez en el día que su padre la mandaba a llamar, pero parece que esta vez quería verla personalmente donde ella estaba.

Los chicos la miraron confundidos, hasta que vieron al CEO entrar a la sala, pero Youngmin ni siquiera se volteó a verlo y siguió ensayando la coreografía de Charmer.

— ¿Ahora qué quieres? — Preguntó al ver que el hombre se acercó a apagar la música.

— ¿Otro trabajo? ¿Es en serio? — Preguntó harto del comportamiento de la menor. Youngmin bufó.

— En mis 21 años de vida solo he entregado tres trabajos tarde. ¿Me das un respiro? No soy una maldita máquina — Cortó con frialdad antes de que el hombre renegara.

— ¿Tres trabajos te parecen poco? ¿Crees que tus malditos maestros privados se pagan solos? — Preguntó molesto. Youngmin se giró harta de escucharlo y lo miró con molestia.

— ¿Por qué siempre tienes que venir a hacer un escándalo en frente de los chicos? ¿Tanta atención necesitas para armar un problema solo por un maldito trabajo? — Y cuando iba a seguir hablando, sintió una gran bofetada voltearle la cara.

— Señor, creo que fue su-

— No te metas, Bang Chan. Yo sé como educar a mi hija y hacer que aprenda a respetarme — Youngmin sonrió de lado y lo miró con odio.

— Cuando te conviene soy tu hija.

— ¡Cállate ya! — Youngmin se soltó con brusquedad del agarre que su padre había ejercido luego de abofetearla y se giró para ir a tomar su bolso e irse, pero se detuvo a medio camino y miró hacia la nada, sintiendo el ardor en su mejilla.

— Estoy grabando el maldito comeback, aprendiendo las canciones, los bailes, las posiciones, estudiando, haciendo trabajos cada día, recibiendo las malditas clases extras y yendo de un lado a otro las 24 horas del día durante los siete días de la semana. No como, no duermo, no descanso y no puedo detenerme a respirar porque ya estás detrás de mi exigiéndome cada día más cosas para ser perfecta. ¿Y adivina qué? — Habló girándose. — No soy perfecta.

— Una palabra más y-

— ¿Quieres perfección? Ve con Yeongmin — Soltó con frialdad.

— Para colmo tu gemela sería más perfecta que tú.

— No me compares con tu intento fallido de perfección — Gruñó molesta. Wook rió y la miró divertido.

— Son idénticas, la diferencia de sus nombres es por una letra, y al menos ella es educada y una buena hija.

— ¡Entonces ve con ella y déjame en paz!

— ¿Quieres que la saque del psiquiátrico? ¿Eso quieres?

— Tú la metiste ahí porque la dejaste loca y ella no pudo soportarte. Asume las consecuencias y déjame en paz por una vez en tu vida — Y cuando estaba por tomar su bolso, él la detuvo.

— ¿Así planeaban enorgullecer a tu madre?

La peliblanca se detuvo abruptamente y se paralizó.

— Eres una decepción, Youngmin. Encima tienes el descaro de seguir usando su apellido y ni siquiera puedes complacerla aún estando muerta.

— Cállate...

— Tu madre estaría decepcionada de ti si estuviera viva para ver tu fracaso.

Un hilo de sangre comenzó a bajar desde su boca hasta su cuello, alterando a los chicos frente a ella.

Cuando levantó la cabeza, tenía los ojos mojados, y los labios rotos y llenos de sangre, sin contar la marca de mano en su pálida mejilla.

De la nada comenzó a reírse hasta acabar en carcajadas, descolocándolos a todos. Con rapidez tomó su bolso y se giró aún riéndose.

— Tal vez aún estoy a tiempo de hacer un pacto con Satanás y pedirle que te mate a ti, para que me devuelva la estabilidad mental de mi hermana y me devuelva a mamá.

Y salió rápidamente de la sala, siendo seguida por Felix y Jeongin que gritaban su nombre con preocupación.

Chan miró con molestia al CEO, el cuál solo estaba más molesto que antes, y le habló antes de que se fuera.

— Le pido por favor que deje de molestar a Youngmin. Suficiente tiene con toda su agenda ocupada para que venga a hacerla sentir mal y encima la golpee. Es su hija, no un objeto.

— No me digas lo que tengo que hacer con mi hija, Christopher.

— Youngmin parece de todo menos su hija — Se metió Changbin con molestia.

— Youngmin es parte de Stray Kids ahora, y siempre voy a velar por la seguridad y la estabilidad emocional de mis chicos, y eso lo incluye a ella — Habló con la cabeza en alto, viendo como el hombre lo miraba de reojo y se iba de la sala sin decir absolutamente nada.

— ¡Ese señor está demente! — Gritó Jisung al final. Changbin le dio la razón.

— ¿No se puede denunciar eso? ¡Lo que hace es violencia intrafamiliar! — Se quejó Changbin molesto.

Chan suspiró y negó. — La única que puede hacer eso es Youngmin, o la gemela de Youngmin.

— ¿Tiene una gemela encerrada en el psiquiátrico? ¿Qué clase de familia es esa? — Preguntó Seungmin aturdido.

— ¿Ya entienden por qué no me gusta que sean groseros con ella? Suficiente tiene con su padre como para que ustedes también le hagan todo tipo de desprecios — Se quejó Chan hacia los tres chicos, pero ninguno le contestó.

— Ella es grosera con nosotros. Tú lo has dicho, cosechas lo que siembras. Si ella no fuera tan mala con nosotros la trataríamos bien — Habló Minho finalmente con indiferencia, pero Chan rodó los ojos con molestia y lo ignoró, pidiéndole a Changbin y Jisung que no dijeran nada al verlos dispuestos a contestarle a Minho.

— Apoyo a Minho hyung.

— Perro faldero.

— ¡Jisung!

— ¡Es la verdad, hyung! Hyunjin y Seungmin son los perros falderos de Minho.

— Deja de irrespetarme, Han Jisung.

— Cuidado con lo que dices.

— Perro faldero serás tú, que desde que Winter te compró con un estúpido disco de anime la defiendes de todo cuando tú eras el primero inconforme con su presencia.

— Te irrespeto porque te lo mereces — Apuntó a Minho. — Tú cállate y no me amenaces — Apuntó a Hyunjin. — Y tú también cállate. No sabes como son las cosas porque ni siquiera te das la oportunidad de conocerla.

— Jisung, ya basta — Habló Changbin tomando al menor del brazo para sacarlo de la sala antes de que todos comenzaran a pelear.

— ¿Ves lo que provoca la maldita presencia de Winter? — Preguntó Minho harto hacia el mayor.

— No, esto lo provocan ustedes mismos — Soltó con molestia.

— El día que puedan ponerse en los zapatos de Youngmin, entenderán como es su vida y dejarán de ser tan idiotas con ella — Soltó Changbin para jalar a Jisung fuera de la sala.

— Nos estamos separando por una tontería, ¿se dan cuenta? — Preguntó Chan tratando de calmarse.

— Sácala del grupo y todo estará bien — Dijo Minho de forma retadora.

— No la voy a sacar.

— Pues ya sabes, quedará en tu conciencia si nosotros nos llegamos a separar por culpa de Winter.

— Minho...

El pelimorado tomó sus cosas y salió de la sala con rapidez. Al mismo tiempo salieron detrás de él Hyunjin y Seungmin, y en el camino escucharon un grito de Jisung.

— ¡No se les vaya a perder su líder, perritos!

— ¡Cállate antes de que te rompa la cara, Han! — Gritó Hyunjin harto del menor.

— ¿Tú y cuántos más?

— ¡Jisung! — Dijeron Chan y Changbin regañando al menor.

A los minutos llegaron Felix y Jeongin y les comentaron a los tres que Youngmin se había ido a casa y no contestaba el teléfono.

Chan suspiró. En esos momentos tenía al grupo dividido, y no sabía que hacer.

Youngmin se encontraba en su cama en la plena oscuridad, ya que tenía las cortinas puestas y ni siquiera sabía que hora era, hasta que escuchó la puerta principal abrirse junto a varias voces, y luego escuchó varios gritos.

O bueno, tres gritos.

— ¡Winter!

La peliblanca suspiró, pero no fue necesario que bajara ya que los tres responsables de tales gritos azotaron la puerta de la habitación, y poco les importó verla desaliñada y con los ojos inyectados en sangre y la cara hinchada.

Pero Chan lo notó.

Llevaba horas llorando.

— No es buen momento. Déjen-

— ¿No es buen momento? — Se giró Minho de una forma tan macabra que hizo que los menores se alejaran de él con miedo. — ¡Sus malditos gatos tienen la puta casa hecha mierda! ¿Y me dices que no es buen momento?

Youngmin abrió los ojos asustada y los miró confundida, pero no fue necesario preguntar nada ya que Minho tiró al suelo un libro rasgado y mordido de las puntas, Hyunjin tiró sus lienzos de pintura rotos y sus pinceles mojados de baba, y Seungmin tiró su cargador destrozado al suelo. Youngmin tragó en seco y levantó la cabeza.

— Oh, ¿y crees que esta vez solo fue a nosotros? — Preguntó Minho con burla en su voz, dándole paso a Felix, Jeongin, Changbin, Jisung y Chan con sus cosas en la mano, aunque todos trataron de taparlas para que la menor no se sintiera mal, pero fue imposible porque ya las había visto.

El cable de la consola de Jeongin, la bolsa de ingredientes para hornear de Felix, las vendas de ejercicio de Changbin, el manga favorito de Jisung, y unas hojas de partituras de Chan.

— Yo... Iré a limpiar y les pagaré sus co-

— No — Soltó Hyunjin molesto. — Lo que queremos es que saques de aquí a tus malditas bolas de pelo hoy mismo.

Youngmin abrió los ojos con sorpresa y miró rápidamente a Chan, pero el chico la miró con pesar.

— No puedo hacer nada, Youngmin. Lo lamento mucho, pero tienen que irse — Murmuró con tristeza. Youngmin suspiró y asintió lentamente.

Los demás se fueron y ella llamó a los gatos para que llegaran a la habitación, y al llegar, ambos gatitos se subieron a su cama como si nada. Como si no hubieran hecho absolutamente nada.

— Les dije que no causaran más problemas — Murmuró con dolor en su voz. Los gatitos maullaron y se acurrucaron en sus piernas, haciéndola suspirar.

Durante una hora estuvo llamando a Yeonjun, a las empleadas que la cuidaban en la casa, y finalmente a su padre.

Yeonjun no podía porque dijo que Taehyun era alérgico al pelo de gato, sus empleadas vivían en la casa y no podían, y su padre le dijo que le importaba muy poco lo que hiciera con sus mascotas, pero que no las quería ver en la casa.

A ese punto, Youngmin no sabía que hacer o a quién llamar, ya que literalmente no tenía a nadie más que pudiera ayudarla, y se dio por vencida al bajar las escaleras para ir a perder su dignidad al rogarles que los gatitos se quedaran, aún si tuviera que encerrarlos todo el día en las jaulas.

Habló con ellos, pero por más que los demás trataron de darle luz verde, los otros tres se negaron rotundamente, y Chan no sabía que hacer o decir.

Pero lo que dijo Seungmin la hizo enojar y se fue dando un portazo cuando entró a la habitación.

"Entonces dálos en adopción o déjalos por ahí."

Pero sabía que no tenía más opciones, así que se preparó mentalmente para despedirse de sus gatitos.

Eran las siete de la noche cuando la menor estaba sentada en su cama. Llorando mientras sostenía en sus brazos a sus dos amados gatitos y los miraba con tristeza.

Minho estaba por entrar a la habitación, pero se detuvo al escuchar sollozos provenientes de esta, y se recargó en el marco de la puerta al ver a Youngmin abrazando a sus gatitos entre lágrimas.

Sus ojos, que hasta ese momento había notado que eran de un color claro, incluso llegando a gris, estaban llenos de lágrimas.

Haru se acercó a su dueña y esta lo levantó para verlo mejor, haciendo que el gatito estuviera a su altura y lamiera su cara.

Youngmin soltó una suave risa y cerró los ojos con ternura al sentir la lengua del gatito lamer su mejilla, donde cayeron dos lágrimas de estas.

Minho no sabía que había pasado o que parte de su cuerpo había hecho cortocircuito al verla y escucharla reír, pero sintió un lindo revoloteo en su estómago que no pudo evitar.

Se adentró a la habitación luego de ese raro suceso y se sentó en su cama mientras miraba su teléfono.

Youngmin al verlo entrar cambió su semblante a uno serio y limpió sus lágrimas con rapidez, aún sosteniendo al gatito entre su mano libre. Estaba concentrada en quitar cada rastro de lágrimas que no notó a Shiro bajarse de su regazo y saltar de su cama para subirse a la de Minho

— ¡Shiro no! — Dijo la chica afligida, dispuesta a dejar a Haru en la cama para levantarse y tomar a la traviesa gatita, pero miró con asombro como Shiro se removió en las piernas de Minho pidiendo caricias.

El chico la miró y dejó su teléfono a un lado para comenzar a acariciar su cabecita, haciendo que la gatita maullara y comenzara a ronronear mientras miraba al pelimorado y daba vueltas en la cama.

Youngmin parpadeó varias veces en shock, y vio como Minho no decía nada y le seguía haciendo caricias a la gata. Finalmente la vio subirse al regazo de mayor para pedir más caricias. Minho la tomó en brazo y la colocó a la altura de su cara, y sonrió cuando la gatita comenzó a lamer su nariz.

Youngmin sonrió suavemente ante la escena de Minho y Shiro, y ella también logró sentir un revoloteo en su estómago al escuchar la pequeña risita que Minho había soltado.

Y aun, ninguno se había dado cuenta de que Seungmin los estaba viendo en la puerta.

— Nunca la había visto así. Shiro y Haru son muy reacios a las personas porque solo han estado conmigo desde que los tengo... — Comentó con voz baja, pero suficiente como para que Minho la mirara. — Le caes bien.

— A todos los gatos les caigo bien — Su comentario logró sacarle una pequeña risa que trató de disimular al tapar su rostro con el cuerpo de Haru.

Minho también sonrió y siguió acariciando a la gatita en sus manos, que ya había dejado de lamer su nariz.

Escuchó el suspiro de Youngmin y vio como se levantó para sacar las jaulas de ambos gatitos, que comenzaron a maullar creyendo que saldrían a pasear. Shiro se soltó del agarre de Minho y bajó de la cama para acercarse a su dueña.

— No irán a pasear — Murmuró la chica con la voz rota, sintiendo nuevamente las ganas de llorar.

Youngmin los acarició por última vez y besó sus cabecitas con tristeza antes de murmurar.

— Gracias por estar conmigo desde que Yeonnie se fue y mamá murió — Dijo con la voz quebrada. Minho la miró con sorpresa y pesar. Y Seungmin se fue rápidamente de ahí antes de que lo vieran.

Los gatitos entraron en las jaulas y la menor tomó todas sus cosas para salir de la habitación y bajar con los gatitos en las jaulas.

Chan la miró con pesar al igual que el resto, e incluso pudo ver la indecisión en los rostro se Seungmin y Hyunjin, mas ninguno dijo nada y dejaron que se fuera.

Y Minho tenía un gran debate en su cabeza, pero dejó de pensarla mucho y salió corriendo escaleras abajo.

— ¡Youngmin! — Su voz resonó con preocupación, pero la chica ya había salido de la casa para subirse al ascensor y bajar al primer piso.

Minho tanteó a buscar sus llaves pero no las encontró, y entonces sacó su teléfono con rapidez y marcó el número de la chica.

No te los lleves — Dijo agitado al haber casi bajado las escaleras de tres saltos.

— ¿Qué? — Dijeron los chicos.

¿Qué? — Dijo la chica al teléfono.

Sé dónde puedes dejarlos para que no tengas que darlos en adopción.

¿En dónde?

Mi casa — Los chicos lo miraron sorprendidos, pero Minho no les dio tiempo a reaccionar y colgó para tomar las llaves de Chan y bajar al primer piso, donde Youngmin lo esperaba con las dos jaulas en sus manos.

Minho al verla la ayudó con la jaula de Shiro y las metió a la parte trasera del auto, para luego pedirle al chofer que le diera el auto y que él lo llevaría.

Cuando ambos estuvieron adentro del auto, Youngmin lo miró con duda, pero no pudo decir nada, y Minho lo notó.

— Quieres saber por qué te ayudo, ¿no? — Preguntó al verla de reojo ya que iba conduciendo. La chica asintió, haciéndolo suspirar. — No quiero que te separes de tus gatos cuando se nota que los amas con tu vida...

— Gracias...

— Y... realmente lo siento por todo lo que pasó. Esta vez me puse en tus zapatos, y sentí un dolor horrible en el pecho de solo imaginar que fuera mi situación y me obligaran a deshacerme de Soonie, Doongie y Dori.

— Está bien. De todas formas estaban en su derecho de sacarlos de la casa — Comentó con una voz apagada. Minho la miró con pena. — Prometo que les pagaré lo que Shiro y Haru destruyeron, y-

— No es necesario, Winter — Cortó el pelimorado con suavidad. Youngmin lo miró detenidamente y asintió lentamente.

Raramente las palabras ofensivas de Minho hacia la peliblanca de la mañana se borraron de sus sistema al verla de reojo y notar que lo estaba viendo.

— ¿Tengo algo en la cara? — Preguntó confundido.

— Eres lindo.

Él no sabía donde meterse al sentir el calor subir a sus mejillas con rapidez.

Y ella no sabía que había dicho hasta que su cabeza la hizo procesar y se golpeó mentalmente.

Mentira no es.

— Tú también eres linda.

No tendría que haber dicho eso, pero lo dije porque sentí la necesidad de hacerlo.

Algunas veces pasan cosas que ni tú mismo te imaginas, y eso lo estaba experimentando Minho. Horas atrás la odiaba, y en esos momentos le había dicho que era linda e Incluso la estaba ayudando llevando a sus gatos a su propia casa.

Sin duda perdiste la maldita cabeza, Lee Minho.

¿No podías decir otra cosa, Lee Youngmin?

Quiero admitir que me reí al escribir la parte de Hyunjin peleando con Jisung porque solo me acordé que los dos se odiaban en el pre-debut JAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Pido perdón.

También sé que de Seúl a Gimpo son alrededor de dos horas de viaje, pero supongamos que solo es media hora kdkdkdk.

Y sé que el trailer de ODDINARY salió el 13 de febrero, lo sé, pero aquí vamos a hacer cambios por el tema del cumpleaños de Youngmin, que es el 14 de febrero, así que el trailer salió el 3 de febrero, es decir, 10 días antes de como fue realmente.
Para que entiendan el tema de las fechas <3

Los tkm <3
Besitos 💋

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