Capítulo 26 El Susurro de una Mariposa ꪜ

Existen días en que maldecimos por despertar de nuevo y encontrar el mismo panorama en nuestra habitación. Una vida monótona y tranquila no es mala, pero al vivir cada día repitiendo una y otra vez memorias, promesas, palabras, deseos y sentimientos sin una clara respuesta podía volverse pesado y obsesivo

¿Porque los recuerdos deben transcender con el tiempo? Incluso si no es la misma persona alguien más va a recordarlo y contarlo, quizás no de la manera exacta en que sucedió, pero al menos no va a perderse porque es parte del humano atesorar ciertos momentos que no desea desaparezcan con el tiempo

Tomioka Giyuu había despertado con una sensación similar, tal vez parece que finalmente había llegado a lo último de aquellos dolorosos recuerdos. Debía estar feliz de quitarse ese peso, sin embargo la sensación de dolor y pena que embargaba su ser era demasiada hasta el punto de sentir su voz temblar y sus ojos picar

"¿Está tristeza es mía?"

¿Quién había llorado la noche anterior había sido él o esa persona del pasado? Desde niño siempre estuvo esperando encontrarse con la persona de sus memorias, sin embargo nunca esperó que sucediera realmente porque cosas así solo pasan en leyendas antiguas y cuentos de fantasía y aún así...

Ahí estaba él, sintiendo tantas cosas con solo contemplar los ojos de tonalidad morada de la joven, su corto cabello, su espalda pequeña, sus manos suaves, su femenina esencia. Eran profesor y alumna y aún así aquello no parecía importarle porque deseaba conocer más de ella y comprender el trasfondo de aquellos deseos y promesas

Alistarse y salir de su hogar siendo despedido con una cálida sonrisa de su hermana mayor, Tsutako que si bien siempre había sentido algo de culpa ahora lo veía inevitable, pero por ese sacrificio él pudo conocer a dos buenos amigos. Reunirse con Sabito y Makomo para viajar a la academia juntos, quien fue su gran amigo y apoyo hace una vida

Verlos era doloroso pues había sido débil para protegerlos, sin embargo sabía que ellos nunca le culparían por las decisiones que tomaron, debido a que él sobrevivió pudo tener resolución para volverse un cazador y pilar que tiempo después conocería a Kocho Shinobu. Ella también fue importante, pero la perdió

"¿Era mi destino perder a todos los que me importaban?"

En ese mundo cruel habían tantas cosas que lo hacían hermosos. Su hermana mayor que creció junto a él, Sabito y Makomo que le apoyaron luego en su etapa de adolescencia y finalmente recorriendo los pasos de un adulto Shinobu fue la última persona que pudo causar una impresión en él, sin embargo ¿era amor?

— Ten un buen día, Giyuu —le deseó Sabito dandole un ligero apretón en el hombro. Giyuu estaba seguro de que su amigo había notado su estado de ánimo

Dentro de las instalaciones de la academia Kimetsu habían tantas personas que había conocido hace un vida. Todos ellos llevaban una vida tranquila y libre de demonios tal y como lo habían deseo ¿quién imaginaría que hace una vida tuviste que pelear por sobrevivir? ¿Perder a tus seres amados? Definitivamente esos eran recuerdos que nadie desearía desenterrar, entonces ¿por qué solo él?

"No hay una respuesta"

Aunque lo sabía aún seguía buscando que alguien le comprendiera dentro de aquella multitud. Solo la lluvia podía calmarle, sin embargo ese día cuando ella le cubrió con su paraguas había sentido una gran calidez instalarse en su cuerpo a pesar de estar algo empapado. Su suave voz y gestos eran encantadores

Esto es como un esfera cristal. Él seguía buscando constantemente un apoyo a pesar de que era obvio que al igual que los demás tampoco le brindaría una respuesta, sin embargo sus cuerpo, sus pies le llevaban como un completo idiota y masoquista hacia ella, anhelando ver a Kocho Shinobu

— Tal vez es eso... —susurró Giyuu dejando caer su mano en el pomo de la puerta

No consideró necesario tocar pues era probable que a esas horas de la mañana nadie residiera en ese lugar, pero valía la pena crecer y abrir aquella puerta. Sus profundos ojos azules se abrieron denotando sorpresa mientras cualquier tipo de sonido exterior comenzaba a anularse sintiendo únicamente una fría brisa

Ya la primavera estaba llegando y podía confirmarlo al ver caer algunos pétalos rosados en el marco de la ventana abierta donde una silueta pequeña y femenina parecía intentar tomar algunos con sus manos. Ella no haber notado su presencia, sin embargo no pudo evitar escuchar los sonidos de sus pasos al acercarse

Shinobu volteó su rostro hacia atrás encontrándose con la presencia de Tomioka mientras dos pequeños pétalos por fin habían caído en sus manos, era una escena tranquila y silenciosa más las lágrimas que recorrían sus mejillas causaron una sensación de dolor en Giyuu, verla ahora era doloroso

— Tomioka-sensei —balbuceó la joven despabilándose rápidamente para limpiar las lágrimas— ¿qué hace por aquí tan temprano?

— ¿Por qué lloras? —le cuestionó a cierta distancia

— Ara, ¿por qué será? —soltó Shinobu con una expresión sincera y llena de dolor— es raro... no me siento capaz de decir algo diferente, pero... ahora mirar a Tomioka-sensei se siente un poco de alivio...

— Ya veo —respondió antes de comenzar a caminar hacia ella hasta situarse a su lado en la ventana donde muy cerca residían unos cuantos arboles de cerezos que habían plantado en el lugar

Al mirar hacia abajo Giyuu pudo notar a los hermanos Rengoku junto a Ruri, tanto Senjuro como la chica parecían estar reunidos pétalos para luego colocarlos divertidos en el cabello del mayor quien reía divertido por sus juegos mientras quitaba algunos pétalos que habían quedado en la cabeza de su prometida con una expresión de cariño

"Ellos también estaban en mis memorias"

En el pasado muy pocos lograron tener un final feliz al terminar la batalla, pero la mayoría perdió la vida o a alguien importante. Tomioka no podía evitar alegrarse que en esta vida ellos tuvieran su final feliz como los demás, a su lado Shinobu también percatado de la escena dibujando una sonrisa de ternura en sus labios

Una fuerte brisa terminó por sorprenderles y hacer que ambos cerraran sus ojos. Una vez la joven los abrió miró por inercia a su profesor de puntos menos quien tenía uno que otro pétalo atrapado en sus cabellos. Divertida y soltando una risita le pidió acercarse un poco para poder quitarlos uno a uno

— Bien, ya está —le avisó a lo que Giyuu asintió en respuesta— que bueno Tomioka-sensei, los pétalos no le odian —bromeó a lo que el mencionado comenzó a acercarse

Shinobu nuevamente cerró sus ojos por inercia más no pasó nada y cuando los abrió lentamente y con cautela solo encontró a Giyuu quitándole también uno que otro pequeño pétalo. De repente no le parecía justo que en ese momento su corazón palpitara tan fuerte mientras un leve sonrojo amenazaba con apoderarse de sus mejillas

— Kocho —le llamó mirando entre la punta de sus dedos un pequeño pétalo

— ¿Si?

— Si los pétalos ahora no me odian ¿tú tampoco me odias ahora? —le cuestionó volcando su profunda mirada en ella

— ...Eso —para Shinobu no era nada justo que le hiciera aquella pregunta con esa mirada

— Perdón, el sentimiento de odio no puede cambiar tan fácilmente —negó Giyuu dejando caer su mirada hacia el suelo

— Eso es algo cierto Tomioka-sensei —respondió la joven causando que un cuchillo imaginario se incrustara en el cuerpo del contrario— pero yo... no es como si le odiara verdaderamente —confesó cabizbaja

Al escuchar aquellas palabras Giyuu alzó su mirada enseguida para contemplar la de ella, pero Shinobu no le miraba sino que mantenía sus manos juntas como intentando hacer de cuenta que no había sucedido nada. No podía comprenderlo ¿como una respuesta así podía hacerle feliz? Quería ver su rostro y por eso extendió su mano hasta tocar su mentón y levantarlo

La joven pareció sorprender por la acción más no renegó ni dijo nada al respecto. Giyuu se permitió por primera vez mirar los detalles de su rostro como sus largas pestañas, sus ojos de una suave color morado, los mechones de cabello que adornaban sus mejillas y finalmente la comisura de sus labios

— Tomioka-san... —susurró Shinobu confundida por su repentina cercanía

— Solo por ahora... —soltó antes de pasar su mano izquierda por detrás de su cabeza para acercarla a él mientras el otro brazo reposaba en la espalda femenina

Los ojos morados se abrieron levemente reflejando sorpresa por la acción, sin embargo ella tampoco deseaba romper ese momento, por lo que inconscientemente sus manos se aferraron con cuidado a los lados de su sudadera apretándolos. Giyuu dejó reposar su rostro en la coronilla de la joven aspirando su suave esencia

El ruido latente de su corazón era molesto, sin embargo ¿exactamente de quien era ese latido? Era fuerte y constante en sus oídos como si deseara ser notado. Shinobu se preguntaba porque habían terminado así, pero el ligero calor que percibía por el cuerpo del contrario, su firmeza y aroma... resultaban demasiado tentadores como para soltarlo

— Buenos días Shinobu-senpai —soltó Senjuro abriendo la puerta del lugar

— B...Buenos días, Senjuro-kun —balbuceó Shinobu roja como una cereza mientras Giyuu permanecía sentado en el suelo

— Buenos días ¿Tomioka-sensei también está aquí? —inquirió Aoi que había llegado seguido del menor de los Rengoku

— Si, vine a hablar de unos asuntos —se limitó en responder Giyuu antes de abandonar el lugar sin decir ni una palabra más. Shinobu al verlo le siguió algunos pasos hasta la salida para finalmente detenerse

"Ya se ha ido..."

— ¿Qué sucedió? —le cuestionó Aoi en voz baja a Senjuro quien miraba con cierta pena a la joven

— Tal vez mi vista vio mal... —titubeó el joven— pero por un segundo me pareció que Tomioka-sensei mantenía abrazada a Shinobu-senpai

— ¡¿Qué?! —exclamó la joven captando la atención de ambos

— ¿Sucede algo, Aoi? —Shinobu se acercó a ella preocupada a lo que la menor negó rápidamente

— ¡No es nada! ¡De verdad! —respondió asustada y sonrojada

— Ya veo... que bien —sin decir nada más Kocho se dirigió hacia su escritorio en donde se sentó con una mirada perdida ignorando la presencia de ambos por completo

— Senjuro-kun —le llamó Aoi de nuevo tocando su hombro en voz baja— ¿seguro que no viste mal? Shinobu-senpai nunca se dejaría abrazar por ese espartano

— No puedo estar seguro, pero...

— ¿Pero?

— No, no es nada —negó antes de sacar algunos papeles de su bolsa— tenemos que tener listo esto para hoy, Aoi-san

— Eh, dame un respiro... —se quejó la joven sin ánimos

— Si lo revisamos entre ambos terminaremos pronto —le consoló antes de volcar de nuevo su mirada en su superior con una suave sonrisa

"Shinobu-senpai tenía una mirada llena de anhelo en su rostro"

— Hacer ejercicio ayuda a la gente a perder peso y mantener un cuerpo sano —mascullaba Giyuu para si mismo algo pálido en su puesto— evitando así varios tipos de enfermedades

— ¿Ah? ¿qué tonterías está susurrando ese tipo? —inquirió Shinazugawa al verlo— me pone la piel de gallina

— Ara, tal vez está reflexionando sobre algo —la fuerte intuición de Kanae hizo temblar levemente a Giyuu

— ¡Hum...! ¡Yo creo que está muy concentrado en su deber como maestro! —declaró Kyojuro muy seguro— ¡es impresionante!

"Yo... abracé a una alumna..."

— Mis intenciones no eran para nada puras... —susurró al sentir que su dignidad había desaparecido

En ese momento no pensó las cosas de manera clara y dejó que sus impulsos le guiaran a hacer eso. No había sido una mala sensación, pero había olvidado por completo donde se encontraban y quienes eran, incluso por su error Shinobu pudo haber terminado en problemas si alguien más les veía y malentendida la situación

"Lo hecho, hecho está"

El resto del día transcurrió con normalidad aunque Tomioka pudo sentir varias veces la mirada o sonrisa de Kocho Kanae en su espalda y aquello le aterraba de cierta manera. Al final durante el último receso decidió retirarse a unas gradas que quedaban cerca de uno de los almacenes del gimnasio en donde podría comer su sánduche tranquilo

Al ir probando bocado por bocado su mente voló hacia aquellos recuerdos que ahora eran más claros como si él los hubiera vivido en cuestión de horas. Aquellas reuniones en la enfermería para tratar sus heridas, las misiones en conjunto, su sonrisa que parecía ocultar muchas tristezas, su risa que pocas veces había logrado oír, todo giraba entorno a ella

"Tomioka-san quiero ver el mar"

— ¿Por qué en ese momento tuviste ese deseo? —se cuestionó aunque sabía que Shinobu nunca le había dado una respuesta

Una vez terminó de comer y enrollar la funda para tirarle luego en un basurero Giyuu al ver que tenía tiempo se permitió recostarse unos minutos en los bajos escalones pasando sus brazos por detrás de su cabeza para luego cerrar sus ojos, sin embargo hacerlo era como comenzar a ver una película

La sensación de la suave primavera, los pétalos al caer dejando una fragancia dulce, las voces lejanas de los estudiantes. Todo eso inevitablemente le llevaba a revivir aquellas memorias como si solo cambiara de escenario percibiendo todo su entorno logrando ver la silueta de la joven en su uniforme de cazador con una extraña espada la cual estaba limpiando con mucha concentración

Algo al parecer captó su atención dejando a un lado la labor que estaba haciendo antes para luego mirarle. Parecía estar pensando algo antes de que con una sonrisa comenzara a dar pequeños toques en su hombro como si fueran reales. Pronto una nueva brisa llegó a ella alborotando con delicadeza sus cortos cabellos antes de escucharle decir

— Es una promesa, Tomioka-san —le escuchó decir con seguridad— si vivimos un mañana sin demonios, vamos a romper todas y cada una de esas reglas para cumplir nuestro verdadero deseo

"Definitivamente no lo olvides ¿si?"

— ¡Kocho! —exclamó Giyuu al sentir que perdía el equilibrio, luego con más calma pudo notar que al parecer se había quedado dormido y por lo tanto resbalado unos escalones

Su percepción sobre las cosas ahora era diferente con tan solo ese vago recuerdo. Como si de repente muchas situaciones a su alrededor comenzaran a cobrar sentido al encontrar una de las piezas claves del rompecabezas

— Las palabras que recordaba en ciertos momentos no eran promesas —susurró sosteniendo su sien— eran reglas que nos pusimos en ese momento para poder manejar nuestra situación actual

"Sin importar cuanto anhelo existiera, la realidad siempre iba a ser cruel"

— Esas normas nos mantenían sujetos a la realidad y nuestros deberes, por eso te pregunté... ¿qué haríamos al final con ellas? —recordó al sentir un fuerte dolor de cabeza manifestarse— si sobrevivíamos definitivamente cumpliríamos todas esas cosas para llegar a nuestro verdadero deseo

Giyuu no lo comprendía ¿por qué esas reglas desde que conoció a Shinobu habían comenzando a manifestarse una detrás de otra? Son parte del pasado ¿acaso el pasado quiere cumplir esos deseos? ¿Realmente existe algo así?, pero si realmente fuera de esa forma ¿por qué solo debería ser él quien recuerde? Cada vez que una se cumple obtiene una pieza, sin embargo sentía que algo faltaba

— Siguen faltando piezas —susurró— yo solo recuerdo cinco promesas de las cuales tres escribió Shinobu y yo dos, en resumen... 

"Aún faltan cinco promesas más..."

La campaña que marcaba el final del receso se hizo presente y Giyuu tuvo que verse forzado en interrumpir sus cavilaciones pues tenía obligaciones que cumplir. Faltando ya solo dos horas más de clase se esforzó por cumplir todo para luego buscar a Shinobu. A la salida el atardecer se hizo presente junto a la sombra de Tomioka que recorría apresurado los pasillos

"Lo siento, Shinobu-senpai tuvo que retirarse una hora antes por ciertos asuntos"

Eso fue lo que le había dicho la estudiante encargada de los asuntos generales, Kanzaki Aoi. Los ojos azules se cerraron llenos de frustración soltando un suspiro pues por hoy tendría que dejar el tema, sin embargo no esperaba que una solitaria mariposa hubiera decidido tomar un tren sin rumbo alguno al estar sumergida en sus pensamientos

Las emociones y sensaciones que aquel abrazo habían dejado en ella eran demasiadas junto al extraño vacío instalado en su pecho. Una vez había tomado el tren todo a su alrededor comenzó a tornarse confuso pues aquellos ojos morados en vez de ver personas y escuchar voces todo se había reducido a extrañas sombras

Finalmente se bajó en una parada y comenzó a caminar por el centro viendo de la misma forma un gran tumulto de sombras que recorrían las calles, admiraban los puestos, entraban a los lugares de comida como si fueran personas normales. El miedo a no poder percibir ni un solo sonido comenzaba a asustarla

— ¿Dónde estoy? —susurró cabizbaja antes de ver como varias luces comenzaban a encender haciendo que levantara su mirada que reflejaba alivio y sorpresa— esto...

"...Es la torre de Tokio"



¡Hola a todas! Me disculpo por la demora, pero tuve que mudarme y fue algo de un momento a otro así que tuve que correr y andar mucho en movimiento. Fue realmente cansado, pero finalmente luego de un descanso pude retomar la escritura y aquí estoy, actualizando un poquito tarde (de hora) sin embargo quería realmente publicar el capítulo que disfruté escribiendo, gracias por su apoyo a pesar de la ausencia :3

Att: Andysakurai15 

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