Capítulo 23 Wagasa ꪜ
Los días fueron pasando y Shinobu no fue a la salida del templo para recibir la noche buena como habían planeado pues Kanao terminó pescando un resfriado y tenía mucha fiebre y aunque ella les dijera a Shinobu y Kanae que podían ir, ambas como hermanas mayores que eran se negaron quedándose así a cuidarla
Mitsuri y Ruri lo comprendieron e incluso les dijeron para ir a ayudarles y pasar juntas, pero las hermanas Kocho no querían arruinar sus planes con sus parejas así que les dijeron que no se preocuparan y vayan a pasar una buena noche. Para Shinobu esa noche fue muy normal hasta que recibió una llamada
En la llamada Mitsuri hablaba con la voz rota y transmitía mucha preocupación. La joven no tardó en preguntarle que sucedía, pero a su amiga le tomó algo de tiempo mientras respiraba lentamente para calmar sus sollozos, incluso pudo escuchar del otro lado de la linea la voz de su maestro de química, Iguro Obanai
— Mitsuri ¿qué sucedió? —inquirió Shinobu al sentirla más calmada— ¿acaso Iguro-sensei se te confesó o algo?
— No... no es nada de eso —negó Kanroji enseguida— quedamos en reunirnos todos juntos en el templo... Rengoku-sensei venía con su hermano menor pues Ruri le había pedido que se adelantara, ya que aún tenía algo que terminar...
— ¿Rengoku-sensei se puso triste acaso?
— No... Ruri nunca llegó... —soltó finalmente causando una gran impresión en Shinobu
— ¿No llegó? ¿Cómo es eso? ¿La llamaron?
— Aunque intentamos llamarla no pudimos contactarla, luego de treinta minutos recibimos una llamada de un celular desconocido y ella nos dijo que Ruri... había tenido un accidente y estaba en el hospital
— ¿Qué...? Eso no puede ser verdad... ¿cierto?
— Rengoku-sensei lucia destrozado y confundido así que nos trepamos enseguida al automóvil y venimos hacia el hospital
— ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente? —inquirió Shinobu tomando asiento en el sillón pues sentía que sus piernas temblaban y Kanae la miraba preocupada
— Al parecer Ruri estaba esperando el cambio de semáforo, pero había un grupo de niños jugando cerca y uno de ellos salió corriendo hacia la calle —comenzó a explicarle Mitsuri— ella salió tras él y justo venía un auto, lo bueno es que logró frenar aunque terminó chocando contra una baranda
— Bueno es un gran alivio que no los arrollara —confesó Shinobu suspirando más tranquila
— Si, pero al intentar esquivar el auto Ruri cargó con el niño sin embargo parte del peso del pequeño cayó en una de sus piernas así que se fracturó
— Por eso terminó en el hospital, entonces si no fue grave ¿por qué no contestó las llamadas?
— Eso fue porque la persona que fue testigo de todo y reportó lo sucedido tenía el bolso de Ruri
— ¿Hubo alguien que vio todo?
— Si, una hermosa mujer pelirroja —habló Kanroji— si no estoy mal su nombre es "Flanna"
— Es del festival escolar, la adivina
— ¿Eh? así no se llamaba la adivina que conocí esa vez —negó Mitsuri confundiendo a su amiga
— ¿Segura? ¿Cuál era su nombre?
— Creo que era... ¡Nadora! y vestía colores blancos en cambio esta joven viste de manera muy colorida y se llama Flanna, son diferentes —le explicó Kanroji
"Son diferentes, entonces ¿serán familia?"
Shinobu se reprendía mentalmente por darle demasiadas vueltas a dos personas que casi ni conocía, pero debía reconocer que muchas cosas últimamente se le hacían extrañas siendo una de esas aquella adivina "Flanna" aunque si lo pensaba más detenidamente las adivinas se caracterizan por ser misteriosas así que no era nada fuera de lo común
— Shinobu, ya estamos listas —habló Kanae a sus espaldas tomando su pequeño bolso seguida de Kanao
— ¡Oh, si! —soltó la pelimorada al recordar que debían salir
— ¿Llevas todo?
— Por supuesto Nee-san
— Bien, vamos
Una vez dejaron cerrada la puerta Kanae se acercó al auto en donde les esperaba su profesor de matemáticas, Shinazugawa Sanemi quien había ido a recogerlas. El motivo de esta salida era para ir a orar por un buen inicio de año en el templo cercano aunque los puestos del festival aún seguían activos vendiendo recuerdos y comida
Habían quedado en reunirse con Kanroji e Iguro-sensei, siendo una pena que no pudieran contar con la presencia de Ruri y Rengoku pues a su amiga se le dificultaba caminar con una pierna enyesada. Por el mismo motivo hace unos días fueron a visitarle además de dejarle mensajes positivos a la joven
Shinobu al rememorar esa reunión no podía evitar sonreír pues le pareció muy cómico ver a Rengoku-sensei y Tsuyoshi-san "pelear" por quien debía cuidar de Ruri, aunque la última no se salvo de recibir un buen regaño por parte de su hermano mayor y una mirada seria y que decía estar de acuerdo de su prometido siendo solo el pequeño Senjuro quien parecía ser más comprensivo y abogaba por ella
— Me emociona venir hoy —habló Kanae sacándola de sus pensamientos
— ¿Eh? ¿Por qué?
— Hoy en el templo estarán alquilando las "Wagasa" siempre me ha hecho ilusión usar una con una persona especial... —confesó la mayor de las Kocho tomando discretamente la mano de Sanemi aunque ambas lo vieron
— ¿Y...Yo podría alquilar una...? —inquirió Kanao sonrojada
— ¿Vendrá Tanjiro-kun? —le cuestionó Shinobu a lo que la menor asintió apenada
— Supongo que estará bien, así que adelante Kanao —le animó Kanae con una sonrisa
— ¡Si!
El resto del recorrido se dio en silencio hasta llegar al templo. Shinobu en compañía de Kanao y Kanae se bajaron para que Sanemi pudiera ir a aparcar el auto, sin embargo no pasó mucho para que Tanjiro se hiciera presente junto a Nezuko y Zenitsu y terminarán por llevársela. Shinazugawa regresó y Kanae se sostuvo de su brazo para ver los puestos del festival mientras Shinobu se sentía bien fuera de lugar
Logró ver a Kanroji pero tenía un aura tan acaramelada a su alrededor con Iguro que la joven se dijo así misma que ni loca iría a estropearles el ambiente más grata fue su sorpresa al ver a un hombre de cabellos negros y ojos azules mirar fijamente un puesto en donde los niños podían ganarse un pez dorado
— Tomioka-sensei ¿qué hace aquí? —le cuestionó Shinobu captando su atención
— Vine al templo con Tsutako-nee y su prometido —habló Giyuu sin rodeos
— Entonces ¿por qué está usted solo?
— Antes de darme cuenta ya los había perdido de vista...
"¿Acaso eres un niño?"
— ¿Qué sucedió contigo, Kocho?
— Ah, vine con Nee-san y Kanao además de quedar para venir con Mitsuri, pero todas están tan acarameladas que decidí pasear por mi cuenta
— Oh, te dejaron sola
— Tomioka-sensei no es quien para hablar —le devolvió Shinobu levemente molesta
— Hum si es así ¿deberíamos ir juntos?
— No quiero ser una molestia si no estaba en sus planes al venir al templo
— No lo eres y es mejor a que estés sola con tanta gente —negó Giyuu mirándola fijamente
Shinobu observó de reojo y efectivamente conforme iba pasando el tiempo el número de personas iba creciendo y eso que era de noche y al día siguiente tendrían clases. Soltó un suspiro dándose por rendida antes de mirar a Giyuu y confirmarle que iría con él por el momento ya que volver con sus amistades no era una opción
— Kocho, por favor camina a mi lado para que no nos terminemos separando por la gente —le pidió Giyuu a lo que la chica accedió
— No soy como Tomioka-sensei así que estaré bien —le molestó Shinobu al ver su expresión de dolido— era una broma
Siguieron observando los puestos que ofrecía el templo como probar la fortuna siendo Shinobu quien obtuvo muy buena suerte a diferencia de Giyuu que tuvo poca, además de advertirle que mantuviera los ojos muy abiertos ante cualquier situación que pueda venir o de lo contrario se arrepentiría el resto de su vida
— Incluso la suerte te odia, Tomioka-sensei
— Nadie, ni la suerte me odian
Una vez Giyuu pudo colgar aquel papel de alguna rama de los arboles del lugar partieron hacia los puestos de comida para comer Takoyaki y comprar algunos dulces. Shinobu para sus adentros pensó que al final no había sido tan malo venir pues su profesor había decidido quedarse con ella y cuidarla
— Eso es... —soltó Giyuu al ver un puesto en uno de los recodos del templo
Los ojos morados siguieron el camino de su mirada hasta notar que Giyuu había encontrado el puesto de las Wagasa, pero algo le decía que parecía estar particularmente interesado y es a diferencia de Shinobu el azabache comenzó a sentir un gran sentimiento de nostalgia invadirle al contemplar el profundo rojo de la sombrilla
Dentro de él algo comenzó a hacerse presente mientras el paisaje frente a él por escasos segundos cambiaba enseñándole una ligera neblina haciendo que el ruido de la lluvia al caer sobre las hojas y el suelo llegara sus oídos mientras una suave fragancia a wisteria impregnaba el ambiente dejándole confundido
— Tomioka-sensei ¿sucede algo? —inquirió Shinobu preocupada al verlo tan pensativo
— No, es solo... —divagó inseguro al ver la mirada de preocupación en la joven— Kocho ¿te molestaría que alquilara una de esas?
— ¿Ara? ¿Habla de una Wagasa? —los ojos púrpura reflejaban sorpresa, sin embargo luego le brindo una sonrisa comprensiva antes de encaminarse hacia el gentil hombre
Los ojos azules siguieron el paso tranquilo de la joven logrando que nuevamente fragmentos fugaces regresaran a su memoria. Bajo la mirada y se encaminó hacia ella tomando la wagasa que el hombre le ofrecía además de indicarles un camino que había preparado el templo para que pudieran pasear lejos del ruido y ofrecer sus oraciones
Shinobu y Giyuu se miraron antes de mostrarte de acuerdo y tomar el sendero levemente alumbrado por las sencillas farolas que colgaban de los arboles iluminando el camino. La joven le hablaba de cosas cotidianas mientras él la escuchaba de manera atenta pues sentía que esta noche sus ojos brillaban mucho más
Al pasar una gran estatua de Buda visualizaron un gran estanque siendo por arriba de el que te permitía pasar un puente de piedra sin barandas, sin embargo no era peligro pues no estaba muy elevado del agua que tampoco parecía ser profunda. Shinobu se adelantó hacia el bastante curiosa
El azabache la seguía de cerca hasta que ella se detuvo a la mitad del puente viendo con cuidado hacia abajo pasar unos cuantos peces dorados. Giyuu se situó a su cubriéndola con la sombrilla roja mientras Shinobu le devolvía una sonrisa en agradecimiento logrando aturdirlo y encerrarlo en un recuerdo lejano
Ahora lo recordaba perfectamente como si hubiera sucedido ayer... él había citado a Shinobu en ese tranquilo lugar para hablarle de las últimas reglas, sin embargo por una misión terminó atrasándose, por lo que cuando llegó la joven lucia algo molesta pues había comenzando a lloviznar y ella aún así le seguía esperando
Giyuu se mantuvo en silencio y se acercó a ella con aquella sombrilla roja para cubrirla mientras con una de sus manos se atrevía a tocar suavemente la mejilla de la contraria que ablandó su expresión al sentir su contacto haciéndole bajar su mirada y colocar sus manos un poco más abajo de la faja de su kimono de suaves tonos lilas
Su primer pensamiento fue "eres hermosa" pero le era difícil ponerlo en palabras. Solo podía observarla en silencio con una mirada que reflejaba su alivio de verla con bien pues no podía tomar su mano ni mucho menos abrazarla, pero ese momento no duró mucho pues ella le dijo que podía escribir lo que deseara en las últimas reglas
Kocho Shinobu se marchó de aquel lugar en silencio dejándole solo en la mitad de aquel puente de piedra con aquella sombrilla roja. Luego de eso solo recuerda que empezó el entrenamiento en donde la sintió mas distante que nunca como si no deseara verle y al final su último momento en donde conectó su mirada a la de ella fue cuando todos se reunieron porque Ubuyashiki Kagaya junto a su familia habían muerto
"¿Qué sucedió luego de eso?"
— Quiero recordar, pero también tengo miedo de hacerlo... —susurró apretando ligeramente el mango de la sombrilla
¡Tomioka-sensei! Moshi, Moshi... ¡Tomioka-san!
Como si despertara de un repentino sueño los ojos azules se sorprendieron al escuchar ser llamado por su apellido como en el pasado. Se giró rápidamente hacia el lugar de donde provenía la voz logrando que trastabillara y perdiera el equilibrio bajo la sorprendida mirada de Shinobu que lo vio caer al estanque con sombrilla y todo
— ¿Tomioka-sensei...? ¿Se encuentra bien? —le cuestionó Shinobu acuclillada desde arriba
Los profundos ojos morados solo vieron la escena de su maestro de puntos menos completamente mojado con ambos brazos arriba sosteniendo la sombrilla para que no se dañara mientras varios veces dorados nadaban a su alrededor y uno brincaba en su cabeza ¿exactamente como llegó allí?
— ¡Puff...! ¡Tomioka-sensei jajajaja! —exclamó Shinobu rompiendo en risas— ¿qué le dijo su suerte? jajaja...
— Que tuviera los ojos bien abiertos... —respondió Giyuu levantándose
— ¡Pues parece que no hizo caso a la advertencia jajajajaja!
— No sabía que pudieras reír de esa manera Kocho —confesó Giyuu
— Eso... coff —Shinobu fingió toser para aclarar su garganta y calmarse, pero debía confesar que le estaba costando y mucho— lo siento, realmente me sorprendió
El azabache la miró en silencio preguntándose si en el pasado la había visto reír de esa manera. Giyuu al igual que en el pasado en ese momento al verla desde abajo con aquel kimono de tonos morados con mariposas acuclillada reflejando una gran sonrisa y alegría que llegaba a sus ojos bastaba para que frío e impasible corazón comenzara a latir tan fuerte en sus oídos poniéndole nervioso
— ¿Qué hacemos? Creo que fue en parte por mi culpa al hablarle de repente que se resbaló —negó Shinobu brindándole un pañuelo para que se secara aunque era obvio que no sería suficiente
— Supongo que tendré que volver a casa
— Pero usted vive mucho más lejos y está corriendo viento así que podría resfriarse
— No puedo molestar a Tsutako-nee y su prometido —negó Giyuu exprimiendo las mangas de su yukata
— Hum, entonces... —Shinobu se quedó en silencio pensando seriamente que hacer pero la culpa y el temor de que su profesor de puntos menos pudiera resfriarse terminó ganando— ¿qué le parece venir a mi casa y secar su ropa allí?
— ¿Qué...?
La joven parecía muy apenada por lo que había dicho, Giyuu podía notar el rubor en sus mejillas así como su ceño fruncido en un vago intento de que no se diera cuenta. Sabía muy bien que sus intenciones eran ayudarle, pero era su maestro y ella su alumna e ir de repente a su casa era un poco... repentino, entonces ¿qué debería hacer?
— ¿Qué debería hacer? —suspiró Flanna al ver el desastre que se había armado— se supone que no debería afectar a otros...
— Eso también escapó de mi vista —se lamentó otra voz dejando caer su sombrero negro sobre la mesa— al menos pudo detenerse o todo habría cambiado
— ¡Esa decisión fue peligrosa, tu...!
— Lo encontré, aunque hubo un peligro de por medio —confesó con la mirada baja— hay que pararlo antes de muchas más personas se vean involucradas
— Jugar de esa forma es algo grave —negó Flanna— supongo que ahora es mi turno...
— Yo me quedaré aquí y veré el final de este destino que no pudo darse hace una vida —declaró la mujer levantándose y abandonando la sala— como adivina es mi deber
— Supongo que ese es el destino de Annistyn, aquella que simboliza el proceso de volver a vivir para cumplir los propósitos pendientes... —susurró Flanna colocándose una capa roja y abandonando también el lugar
"Los hilos del destino se siguen moviendo y algunos se están rompiendo"
¡Hola a todas! Me disculpo por la demora de este capítulo, pero ¿no les pasa que cuando van a ya finalizar un fanfic comienzan a ir lento? Pues estoy en eso jajaja le doy vueltas a todos y quiero hacer algo especial para este shipp, por eso disculpen si soy lenta más daré lo mejor para que Giyuu y Shinobu puedan si es posible volver a encontrarse ¡con posible ayuda de estas raras y locas adivinas! ^^ aunque me pregunto como estarán aquellas lectoras de ambos fanfic al conectar más cabos sueltos jajajaja
Los wagasa (和 伞): son las sombrillas tradicionales japonesas, están hechas de bambú (竹), madera y washi . (和 纸: papel tradicional japonés).
Att: Andysakurai15
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