Capítulo 22 Un Mundo de Sombras ꪜ
El cambio de uniforme le daba una sensación diferente, como si estuviera comenzando un nuevo ciclo en un nuevo lugar pues actualmente toda la ciudad había sido cubierta por la blanca nieve dejando solo algunos cuantos colores escapar de ese color. Cada día Shinobu junto a sus hermanas se encargaban de quitar la nieve de la entrada para salir
Normalmente no les tomaba mucho tiempo hacerlo, pero era una historia totalmente diferente cuando su hermana mayor, Kanae comenzaba a hacer pequeñas bolas de nieve a las cuales les añadía restos de hojas o pequeñas ramas antes de comenzar a tirarlas hacia Kanao, quien se quedaba congelada sin hacer nada
Shinobu siempre se molestaba un poco pues su prioridad era limpiar si no querían volver a caerse como antes que las tres terminaron sepultadas en la nieve siendo ella la más baja de estatura la que terminó peor pues su otras dos hermanas no podían "encontrarla" más algo le decía que solo le estaban viendo la cara
— Aún si el tiempo pasa ellas no cambian —suspiró la joven viendo por la ventana de la sala del consejo estudiantil— la temporada navideña ya está aquí
Los ojos de tonos morados recorrieron la silenciosa sala en busca de algo con que entretenerse sin lograr encontrar nada. Los minutos pasaban y su paciencia parecía acabarse, por lo que sacó su cuaderno de apuntes y un lápiz para empezar a escribir alguna lista de pendientes que tuviera por hacer en los próximos días
— Hum... nada —negó algo sorprendida— ¿cómo puede ser posible?
En la academia ya todo estaba hecho, por lo que los demás se encargaban de realizar patrullajes como revisar las actividades de los Club hasta la ceremonia de clausura. Ni siquiera el profesor que se había ganado el apodo de espartano estaba creando problemas ¿acaso todos fueron suplantados el día de la fogata?
Por más vueltas que Shinobu le diera no lograba comprenderlo, siempre estaba a la espera de cualquier problema para resolverlo lo más pronto posible, sin embargo actualmente lo único que ocurría es que las motas de polvo comenzaran a amontonarse en las superficies al igual que la nieve en los bordes de la ventana
"El festival escolar"
Al quedarse en ese último momento sus mejillas comenzaron a teñirse de un ligero tono carmín al recordar su extraña, pero intima reunión con su profesor de puntos menos. Él había sido la personas menos esperada para hacerle compañía entre las sombras de los arboles que le daban un vista interesante de la gran fogata
Todos se divertían con sus amistades así como aquellos que se habían confesado y formado una nueva pareja, pero un escenario tan alegre y colorido le hacia sentir fuera de todo como si esos paisajes que se reflejaban en sus sueños también comenzaran a formar parte de su realidad. Las sombras que vagan sin rumbo
Desde cierta edad comenzó a tener sueños de paisajes que no le sonaban para nada, pero le daban la sensación de ser antiguos al ver algunas ilustraciones en los libros de historia, a veces escuchaba voces que llegaban a confundirle así como la presencia de esas sombras a las cuales no podía reconocer por más que las mirara fijamente tratando de hallar algún rasgo o parecido que le fuera familiar
Conforme iba creciendo esos sueños iban desapareciendo de sus memoria hasta formar parte de aquella lista de cosas que no mantendría en su memoria de largo plazo, pero ese día de lluvia hace casi tres años cuando vio los profundos ojos azules de esa persona los sueños se volvieron frecuentes y más claros conforme pasaban los días
Hubo un periodo en que solo visualizaba paisajes y objetos que usaría una niña pequeña junto a otras tres sombras, siendo dos de ellas más grandes como si fueran adultos y una de su tamaño con solo una diferencia de escasos centímetros. Antes las veía sin forma y deambulando, ahora podía ver que sus figuras se asemejaban a las de un humano
También tenían manos y podía diferenciar de las formas masculinas y femeninas. De jóvenes y adultos mayores. Ciertos paisajes eran tan claros que muchas veces dudaba de si podría ser un sueño, la comida, ropa, juegos, arboles, voces, todo eso eran tan claro en su memoria que un sentimiento aún incompresible para ella llamado nostalgia le llenaba
Mientras el tiempo pasaba los sueños también iban cambiando, las dos sombras adultas desaparecieron mientras la sombra que era de su estatura también iba creciendo, pero Shinobu dentro de sus sueños nunca había encontrado un espejo para poder verse y cuando memorizaba algún objeto para buscarlo al día siguiente, al despertar ya lo habría olvidado por completo
Hasta aquel día en la ceremonia de entrada que volvió a ver a esa persona. El mundo de sus sueños se tornó totalmente de cabeza logrando que las sombras tomaran formas semejantes a personas con las que convivía el día a día, pudiera escuchar los sonidos más claros como ciertas voces y palabras, pero seguía sin comprender porque sucedía
Dentro de sus sueños había una única sombra que no cambiaba, siempre se mantenía oscura y sin forma así que era difícil para ella saber si era hombre o mujer, un adulto mayor o adolescente. Nunca le había escuchar decir una sola palabra y siempre era ella quien le seguía sin saber hacia donde irían, pero no podía dejarle
La sombra se ganó un apodo "la sombra solitaria" algo bastante simple y quizás genérico, pero no sabía que otra cosa darle, pues a diferencia de las otras sombras esta siempre estaba sola y no escuchaba las palabras de los demás, pero cuando ella le hablaba o susurraba cosas la sombra se detenía y volteaba hacia ella
— Una sombra amable —susurró al intentar dibujarla en una de las paginas— aunque parece algo torpe como Tomioka-sensei
La sombra solitaria no la veía siempre, pero durante cierto tiempo sintió que se volvió más cercana a ella. No fue sencillo pues no podía verla ni mucho menos entenderla, sin embargo la sombra parecía feliz cuando no la dejaba sola, incluso disminuía su ritmo rápido de caminar para esperarla algo que definitivamente le parecía muy tierno
Aunque podía verse como una locura, pero en sus sueños sentía que Kanae, su hermana mayor, Kanao, y muchas otras personas más formaban parte de aquel escenario antiguo. Lastima que en los últimos días sus sueños solo le traían sensaciones de tristeza, arrepentimiento, enojo, soledad, y odio siendo aún más frustrante no saber el porque
"¿Los sueños realmente significan algo?"
— Debo confesar que al comienzo estaba asustada —pensó Shinobu dejando de dibujar las sombras— pero con el tiempo siento que hay algo que debo alcanzar para poder ver el sueño completo
Shinobu en alguna ocasión había hablado con su hermana mayor sobre sus preocupaciones, aunque no había sido del todo sincera. Kanae la escuchó desde el principio hasta el final sin interrumpirla manteniendo una expresión seria en su rostro siempre sereno. La joven pensó que recibiría un buen consejo más la repuesta fue...
"Cuando encuentres el amor, lo sabrás"
No podía mentir, la joven había quedado totalmente perpleja ante aquella respuesta, pero no había rastros de duda o broma en el rostro de su hermana. En esa ocasión se había quedado en silencio mientras se preguntaba ¿cómo rayos el amor iba a darle una respuesta a sus sueños raros? Por más vueltas que le diera no le encontraba lógica
"Había olvidado que Nee-san no siempre usa la lógica"
Eso era una verdad innegable que Shinobu se veía en la necesidad de reconocer lamentablemente. Ahora todo con el pasar del tiempo iba tomando sentido, había una persona con la cual sus sueños parecían hacerse más nítidos y tomar sentido, sin embargo también traían a su subconsciente sueños tristes y melancólicos
Sentía que la sombra había cambiado, como si a veces quisiera tomar una forma pero aún no era suficiente, aún no tenía su confianza por completo y era una pena que google no tuviera la respuesta de como hacerse más intima con una sombra para así poder ver su verdadera identidad y no es que esperara que fuera un príncipe o algo así
"Un principe de Daikon con Salmón"
— ¡No, definitivamente no! —exclamó dejando caer su rostro sobre el cuaderno— estaría completamente loca si fuera así, hasta yo misma iría a un psicólogo
Algo no andaba bien con ella desde aquella fogata. Ese día aunque volvió a casa en auto su corazón latía tan rápido como si hubiera corrido por horas y la sola mención de esa persona le ponía nerviosa haciéndole fruncir su ceño más de la cuenta siendo aquellos ojos azules algo inexpresivos la mayor parte del tiempo lo que llegaba a confundirla
"A mi no..."
— No debiste titubear al responder en esa ocasión —susurró apretando ligeramente el lápiz al sentir aumentar su ritmo cardiaco
"Kocho, si todos me odian ¿tú... también me odias?"
— ¿Por qué debías preguntarme eso... con esa mirada? —negó al recordar la tristeza y anhelo en sus ojos azules junto a la sensación de cercanía y calidez
"Kocho ¿me odias como todos?"
¿Odiarle? Su voz profunda, su poca habilidad al hablar, aquellos gestos amables que los demás no son capaces de percibir a simple vista. Su espalda solitaria y fuerte hacia contraste con su largo cabello azabache que suele llevar atado en una coleta simple. Sus profundos ojos azules que muchas veces parecían desear una respuesta de ella
"No te odio, pero tampoco puedo decirlo"
Una verdad que no puede revelar, no se sentía capaz de hacerlo cuando ni ella misma comprendía que es lo que sentía en esos momentos. Ese extraño sentimiento de querer estar cerca y molestarle con pequeñas bromas que Tomioka no parecía comprender a primeras, aún si no es bueno con las palabras a su lado se siente feliz
— Tomioka-sensei, es un idiota —declaró Shinobu totalmente segura antes de soltar un gran suspiro de alivio como si eso hubiera resuelto todos sus problemas
— ¿Eso puede tomarse como una ofensa? —inquirió una voz masculina a sus espaldas sorprendiéndola— justo soy del comité disciplinario
¡¿Tomioka-sensei?!
— Ara, ara Tomioka-sensei —le saludó brindándole una sonrisa mientras intentaba hacerse la inocente— ¿qué le trae por aquí? ¿Anda buscando posada como la canción?
— Solo hacia mis rondas
— ¿Zenitsu-kun es la virgen María por si acaso?
— Eso quiere decir que Kocho, eres un rey mago
— ¿Eh? ¿Por qué un rey mago?
— Porque la vestimenta se parece a la de una brujita —confesó Giyuu con algunos brillos a su alrededor— creo que te iría bien y no se vería mal que fueras pequeñ-
— Será mejor que se guarde sus palabras sino quiere que le de una poción —le amenazó Shinobu con un tono de voz dulce
— Ya casi es hora de ir a casa, deberías ya irte preparando pues es peligro al caer la noche —le aconsejó Giyuu dandole unas palmaditas en la cabeza— como profesor me preocupa la seguridad de mis estudiantes
— Ara, ara ¿aún cuando usted se ve más amenazante que un acosador o ladrón? —le devolvió Shinobu divertida
— Eso es intimidación a un profesor
— ¡Era una broma!
— Tomioka-sensei ¿si pudiera regresar en el tiempo esta vez lo dejarías caer? —le cuestionó Shinobu al caminar junto a el por el pasillo
— Lo haría —declaró sin dudarlo
— ¿Ara, en serio? Me sorprende un poco —negó Shinobu— yo tal vez... me sentiría insegura
— Yo... solo puedo decir que la soledad y la añoranza, son difíciles de soportar —confesó Giyuu mirándola fijamente— Kocho, yo estoy aquí así que no deberías tener miedo
— ¿Q...Qué está diciendo Tomioka-sensei? —inquirió Shinobu divertida soltando algunas risitas— no esperaba que tuviera un lado así
Aún si no lo confesaba Shinobu sabía que sus mejillas peligraban con ponerse rojas al igual que el suave color que usaba en sus labios, en parte agradecía que los rayos anaranjados del atardecer les cubrieran para así poder ocultar su pena siendo solo los latidos de su corazón los que zumbaban en sus oídos
— Vamos Kocho —habló Giyuu retomando la caminata haciendo que Shinobu viera de nuevo su espalda también cubierta por los rayos del atardecer deseando así caminar a su lado como con aquella sombra solitaria
— Tomioka-sensei —le llamó con una sonrisa captando su atención— yo también, si regresara en el tiempo, sin duda lo dejaría caer...
— ¿Por qué?
— Ara, ara ¡eso es un secreto!
Giyuu la observó algo confundido mientras ella se colocaba nuevamente a su lado, sabía que no sacaría nada preguntándole por lo que comenzó a caminar junto a ella cuidando el ritmo de sus pasos para no dejarla atrás, no de nuevo. En todo el camino hasta la entrada el pelinegro notó como Shinobu nunca borró la cálida sonrisa que mantenía en su rostro
La joven de ojos morados se detuvo un momento mientras abría su casillero al momento de sentir vibrar su teléfono, algo dudosa lo tomó y revisó el mensaje en donde Mitsuri le invitaba a visitar el templo el día de noche buena. Shinobu sonrió algo feliz pues antes no tenía nada en su lista de pendientes, lo más seguro es que las demás irían
Decidió responder una vez llegara a casa pues quería seguir disfrutando de aquella sensación de compañía junto a Giyuu. Se cambió sus zapatos y acomodó su bolso para tomar el camino que le llevaría a ambos a casa siendo solo hasta cierta calle en que tendrían que separarse por el cambio de semáforo
Por alguna razón Shinobu percibió que aquellos ojos azules la observaban curiosos, quizás por la duda que le dejó antes, pero eso era lo divertido de su relación con el profesor de puntos menos. Siempre podría jugarle una broma o decirle una verdad a medias pues era probable que con el tiempo la entendería, por eso solo en su corazón la joven susurraba dulcemente aquella verdad
"Porque tu estarás ahí... Tomioka-sensei"
¡Hola a todas y todos! Me tomó algo de tiempo sacar el capítulo, pero finalmente lo tenemos aquí y siento que cada vez se torna más profundo mientras más cosas van saliendo a flote, supongo que por eso me tomo más tiempo en parte, porque quiero llegar a transmitir todas las cosas que van a irse dando de ahora en adelante hasta el final, espero lo disfruten y se queden aquí hasta ese día ^^
Att: Andysakurai15
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