Capítulo 20 Palabras que ardieron en la Fogata ꪜ
Los rayos del sol ya habían desaparecido por completo dejando un manto de un profundo azul oscuro que comenzó a alumbrarse por las suaves flamas que empezaron a crecer en la gran fogata que daba por finalizado el festival cultural, por el cual todos habían trabajado tan duro. Solo quedaba disfrutar del baile y los fuegos artificiales
Shinobu se sentía algo ajena a aquel ambiente tan alegre en donde los chicos buscaban a las chicas para invitarles a bailar alrededor de la fogata o confesarse. Ese día era seguro que nuevas parejas aparecerían así como también corazones rotos, pero al final ese evento tan esperado para la pelimorada no significaba nada
"Tal vez ya debería irme"
La joven agradecía enormemente que nadie la hubiera notado al estar oculta entre los arboles y la escasa luz que llegaba a filtrarse no era suficiente para que pudieran visualizarle. Desde ese lugar podía ver a las parejas formar un circulo alrededor del fuego mientras hacían una corta reverencia para así comenzar a bailar
Para su sorpresa la primera pareja que reconoció fue a Kanao y Tanjiro, ambos tan rojos que parecían querer hacerle competencia al fuego. Les seguían de cerca Inosuke y Aoi, aunque la pobre parecía estar sufriendo de pena pues el chico solo hacia pasos rídiculos y no imitaba a los demás.
Zenitsu y Nezuko resultaban muy lindos, sin embargo el rubio lucia demasiado animado que no bailaba sino que "flotaba" al son de la música. En una esquina su profesor de arte se encontraba rodeado de tres chicas, parecía que estaban decidiendo quien sería la primera en bailar con él, en fin problemas de mujeriegos
Al fijar su mirada en otra parte de la fogata para su sorpresa su hermana mayor, Kanae estaba bailando felizmente con Shinazugawa. Shinobu realmente estaba sorprendida de que un gánster como él se viera tan bien junto a su "nee-san". Kanroji lucia radiante mientras guiaba al torpe Iguro que cada cierto tiempo lanzaba miradas asesinadas
Todos tenían lo suyo, pero la pareja que más le cautivó fue Rengoku junto a Ruri, bailaban algo lento, pero seguros de lo que hacían mientras mantenían una sonrisa tan cálida en sus rostros. Kocho nunca podría atreverse a dudar de su amor que era tan ardiente que las flamas de la fogata quedaban pendejas a su lado
"Todos están disfrutando"
— Kocho ¿qué haces escondida aquí? —habló una voz familiar a su lado sobresaltándola
— Tomioka-sensei ¿por qué está aquí?
— Rondas
— Por favor deje disfrutar a las parejas —pidió Shinobu soltando un suspiro
— ¿Por qué no bailas?
— No lo sé —respondió Shinobu cabizbaja sin embargo al alzar la mirada mantenía su misma sonrisa de siempre— no me siento muy a gusto en este escenario...
— Muchas personas, es molesto
— Si, pero aquí se está tranquilo ¿verdad?
Giyuu no respondió sino que se mantuvo en silencio a su lado mientras Shinobu con sus ojos algo brillantes por las flamas se movía levemente al son de la alegre música. Todos estaban disfrutando de ese momento, pero ¿por qué ella sentía que no podía hacerlo? Estaba segura que si se acercaba sus amistades le invitarían a bailar con gusto
A fin de cuentas no era la única, pues su querido profesor de puntos menos se había alejado del ambiente alegre cuando la joven sabía de sobra que muchas otras chicas debían estarle buscando para invitarlo a bailar y él solo estaba allí de pie a su lado sin decir nada más que ver el suelo como si fuera de lo más interesante
"¿Debería invitarle a bailar?"
Ese inocente pensamiento fue desechado enseguida pues Shinobu sentía que él ni siquiera entendería lo que ella deseaba decirle, además ¿eran tan cercanos como para bailar juntos? En el fondo deseaba pensar que si, que de alguna manera ellos podían ser más que maestro y alumna, pero no es algo que ella fuera a admitir tan fácilmente
— Kocho ¿quieres bailar? —habló Giyuu a su lado observándola
— ¿Ara? ¿qué sucede Tomioka-sensei? —inquirió Shinobu dibujando una sonrisa en su rostro
— Tienes una cara que dice que quieres bailar
— ¿Es solo por eso? —le devolvió Shinobu sintiendo algo de molestia— no se preocupe Tomioka-sensei, pudo ir a bailar con Nee-san
— Entiendo —susurró Giyuu antes de dejar caer la mano que le había ofrecido
El silencio nuevamente se hizo presente entre ambos pues la incomodidad que les invadía era capaz de opacar el sonido de la alegre música, sin embargo Tomioka se mantuvo de pie junto a ella en ese lugar cuando Shinobu solo esperaba que luego de sus secas palabras él se marchara dejándola sola
— Kocho —volvió a llamarla esta vez posando sus profundos y fríos ojos azules en ella
— ¿Si, Tomioka-sensei?
— Quiero bailar
— ¿Ara? Si vas hacia la fogata estoy segura que muchas chicas se acercarán a invitarle —respondió Shinobu con sarcasmo al ver como él le restregaba que no podía bailar por ella
— No es eso
— ¿Entonces qué es?
— Kocho, quiero bailar contigo —confesó finalmente mientras le ofrecía su mano, misma que Shinobu se quedó observando en silencio— ¿no puedes?
La pelimorada no sabía como reaccionar ante esas palabras ¿acaso desde antes esa había sido su intención al permanecer a su lado? Se sentía estúpida por juzgarle mal cuando ella ya sabía de sobra que aquel hombre era pésimo con las palabras, pero ahora que lo había dicho una sonrisa coqueta se instaló en su rostro mientras tomaba su mano
— S...Supongo que no puedo negarme si lo dices así... —susurró intentando ocultar su sonrojo al sentir las fuertes manos masculinas en su cintura que la guiaban dentro de esa oscuridad
— ¿Debemos bailar como en la obra? —su cara decía que no sabía que hacer en esos momentos
Shinobu soltó un profundo suspiro antes de romper en risas e indicarle a su tonto profesor como era la danza que bailaban los demás, misma que Giyuu al observar de reojo a los otros notó que su alumna le estaba enseñando los pasos de las chicas con una gran sonrisa, ahora entendía su entusiasmo
— Kocho no sirve que me enseñes tus pasos cuando no vas a poder alcanzarme con esa estatura —no fue su intención molestarla solo fue sincero
— Si tuviera una serpiente cerca me aseguraría de que mordiera fuertemente esa lengua que tiene, Tomioka-sensei —le amenazó Shinobu con un aura oscura rodeándola
— Lo siento
— Está bien, reconozco que quería hacerle una broma pero tiene razón
Giyuu observó atentamente a Shinobu, quien le dijo que solo le enseñaría una vez. En esos momentos es cuando el pelinegro se decía a si mismo que su querida estudiante no debería subestimar su lado físico, sin embargo hacer ejercicios y bailar no eran precisamente lo mismo y es algo que él aún no notaba
— Si, así se hace —le elogió Shinobu al ver que la guiaba correctamente
No era una danza del otro mundo. El hombre solo debía colocarse del lado derecho de la mujer y tomar una de sus manos a la altura del vientre mientras la otra esperaba a la altura del pecho, una vez hecho esto debían dar una vuelta a la Fogata para luego soltarse y dar una vuelta por separado y tomar sus manos al final para seguir bailando
— Tomioka-sensei, ha ganado puntos —bromeó Shinobu al ver el esfuerzo que Giyuu estaba haciendo por no fallar
— ¿Cuántos llevo?
— Un punto, así que eso le deja con diecinueve puntos menos
— ¿Me has estado calificando?
— Ara, ara ¿qué será? —soltó Shinobu dando una vuelta
— ...Debería tener más puntos
— ¿Por qué? Tiene que ganarlos
— Para empezar ¿por qué tengo tantos puntos negativos?
— Eso... porque todos los odian, Tomioka-sensei —respondió divertida Shinobu al ver su expresión seca
— A mi...- —Giyuu se mantuvo en silencio mientras la atraía hacia él sorprendiéndola— Kocho, si todos me odian ¿tú... también me odias?
La presidenta del Consejo Estudiantil que siempre estaba dispuesta a resolver problemas y escuchar las quejas de los demás estudiantes, en ese momento no supo que responder a esa pregunta. La sola cercanía entre ambos, aquellos profundos y distantes ojos azules como el mar le miraban anhelando una respuesta que solo ella podía darle
— Eso... —susurró Shinobu bajando la mirada hacia el suelo
— Kocho ¿me odias como todos? —le volvió a preguntar esta vez tomando su mentón para hacer que ella le mirara
Shinobu intentaba mantener su pena a raya frunciendo el ceño, sin embargo era imposible permanecer impasible, mucho menos cuando unos ojos así solo la miraban a ella. De repente sintió como si desde hace mucho hubiera deseado esa mirada mientras una voz le susurraba las palabras que ella no podía decir
"Si todos te odian, yo...-"
— Ara, ara ¿qué cosas pregunta Tomioka-sensei? —cuestionó liberándose de aquel agarre— ya falta poco para que la fogata se apague, debemos irnos
Sin mirar de nuevo atrás Shinobu se marchó del lugar dejando solo a Giyuu. La pelimorada conforme iba avanzando sentía que sus piernas le fallaban junto a su desbocado corazón mientras una profunda tristeza que no podía comprender de donde había salido le invadía. Ella no lo sabía, pero era la segunda vez que no daba una respuesta
"El pasado y el presente no han cambiado"
— ¿Por qué pienso eso? —susurró para si misma al ver el fuego arder— ¿pasado? ¿Presente? ¿qué significan estos sentimientos?
Muchas preguntas y sentimientos que aún no podía comprender se estaban desbordando mientras las lágrimas desean recorrer sus mejillas, sin embargo incluso los fuegos artificiales no fueron capaces de calmarla sino solo ahogar las voces y susurros que escuchaba en su mente, siendo más confuso que fuera su propia voz quien dijera esas cosas.
Kanae y Ruri que estaban cerca vieron cuando Shinobu dejó la seguridad de los arboles para quedarse de pie frente al gran fuego que fue bañado por los diferentes colores y fuertes sonidos de los fuegos artificiales, pensaban que todo estaba bien hasta que vieron las lágrimas descender por su rostro hasta perderse en su pequeño mentón
— Shinobu ¿estás bien? —preguntó Kanae evidentemente preocupada
— ¿Te sientes mal? —Ruri le acercó una botella de agua
— Nee-san, yo... —susurró sin saber que decir cuando ni ella misma lo comprendía— no lo entiendo, esas palabras no las entiendo...
Giyuu no se movió de su lugar y vio como Shinobu se reunió con su hermana mayor y amiga. ¿Por qué ella no le había respondido? Sentía que algo se le estaba escapando, ese mismo sentimiento de duda y molestia lo percibía tan fresco como si lo hubiera vivido ayer y aún siguiera soñando
— "Hoy la luna está hermosa" —habló una voz femenina a sus espaldas
El pelinegro volteó lentamente al reconocer aquella frase que la Kocho del pasado le había dicho una noche en que habían ido a una misión juntos. Evidentemente no había sido Shinobu quien lo había dicho en ese momento, sino más una mujer que ya había visto antes durante la tarde
De largos cabellos rojos y tez blanca, llevaba un vestido tan colorido que incluso si no había tanta luz Giyuu era capaz de observarlo. El festival escolar y al fogata no eran nada comparados con la energía que desborda aquella persona muy diferente a cuando la vio por primera vez
— ¿Por qué un visitante aún permanece en la academia?
— ¡Eso es porque estoy esperando a alguien! —exclamó la mujer con una alegre sonrisa mientras agitaba levemente una lampara roja propia de un festival
— ¿Alguien de la academia?
— Hum ¿sabes lo que es esperar por alguien? Ya sea esperar un regalo, una salida, un abrazo, un beso, una promesa... ¡por eso estoy esperando! Esta vez a que esa persona me mire y me encuentre, hasta entonces... me quedaré aquí —habló la mujer como si recitara un poema
— Con esa descripción dudo que encuentre a quien está esperando —negó Giyuu totalmente confundido por el aura de esa extraña mujer
— ¿Ara? ¡Yo solo vine a dejar ese mensaje! —suspiró la mujer mientras alzaba la lampara a la altura de su rostro— un mensaje que contiene una promesa que trajo el viento desde un tiempo ya lejano...
— Usted parece una persona totalmente diferente a la de esta tarde —masculló Giyuu con cierto recelo— ni siquiera se presentó
— ¿Oh? ¿Es así? Yo siempre me aseguro de presentarme —aseguró la mujer con una expresión seria— ¡las presentaciones son importantes!
— No parece ser cierto, además sus ropas son diferentes ¿le gusta cambiar de ropa a cada rato?
Al oír las palabras de Giyuu, la mujer se quedó en silencio antes de dibujar una sonrisa llena de nostalgia en su rostro mientras negaba entre cortas risas como si hubiera descubierto algo a lo que el pelinegro era totalmente ajeno, sin embargo no dijo nada de su descubrimiento
— ¡Que cosas del destino! Solo puedo decir que existe una yo —negó la mujer con una sonrisa— "Flanna" ese es mi nombre, así como es la primera vez que le conozco
"¿La primera vez?"
— Hoy es un buen día para soñar con el pasado, adiós Tomioka Giyuu-san —se despidió la mujer antes de perderse entre la multitud de estudiantes que comenzaban a marcharse
Cuando aquella mujer puso un pie fuera de la sombra de los arboles, las pocas flamas que ardían en la fogata se extinguieron por completo debido a una fría brisa que meció las hojas de los arboles, y aunque Giyuu la vio alejarse muy pronto le perdió de vista entre todos los estudiantes que iban de un lado a otro despidiéndose
— Soñar con el pasado... —susurró Giyuu al ver algunas pequeñas estrellas que brillaban en ese lejano cielo
¡Hola a todas y todos! Lamento la demora con este capítulo, pero con lo último de KNY así como el tema de los shipp terminaron por disgustarme y bajarme los ánimos para escribir sobre mi shipp favorito debido a los muchos comentarios negativos que vi, pero así como respeto lo que otras personas deseen seguir así mismo pido respeto con mis gustos, así que ahora vuelvo a retomarlo con mucha energía y alegría pues no pienso dejarlo ^^ sin embargo según mis cuentas, no falta mucho para que mi primer fanfic de Giyushino llegue a su fin al menos en esta historia pues sigue en mis otras obras :3 estaré actualizando en estos días para compensar la demora, ¡gracias por seguir leyendo!
Att: Andysakurai15
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