Hay momentos que son mágicos y perfectos, y es irónico que el inicio de esos recuerdos fuera bajo la suave y fría lluvia que caía sobre mi piel, yo... aunque no le conocía desee pararme a su lado, quise cubrirle con mi paraguas al ver como finas gotas de agua perfilaban su masculino rostro, aquellos profundos ojos azules y distantes, simplemente no tengo palabras para describir el sentimiento que sacudió mi cuerpo, pero era como si mi alma le reconociera y anhelara verle

"Como gotas de magia

Que escaparon del tintero de un literario divino,

La lluvia satura mi piel, con líricas que están llenas de quietud.

Y con poesías que; aunque no escritas en días anteriores,

El alma las reconoce,

Completamente."

— ¿Eh? —balbuceó Shinobu al escuchar la suave voz de Kanae recitar tales palabras— Nee-san ¿qué leías?

— Ara, bueno... es solo un poema de mi colección —respondió la mencionada con cierta admiración al pequeño libro que descansaba en sus manos

— ¿Quién es la autora? Fue muy... profundo

— ¡Clairel Estevez, es mi favorita! —exclamó Kanae satisfecha— me sorprende que le prestaras atención, normalmente no te gustan mucho

— No es que no me gusten, solo... pienso que no van del todo conmigo

— Ara, pero este poema fue capaz de llegar a ti ¿verdad? Aunque no nos guste algo, si tiene una sola palabra o frase que logre identificarlos estoy segura que disfrutaras del poema

— ¿Es así? Bueno, por alguna razón me recordó a un encuentro

— ¿Con quién?

— Hum, Nee-san ¿crees que puedes tener lazos con alguien?

— ¿Lazos con alguien? No lo entiendo muy bien, Shinobu

— Digamos que por casualidad ves a una persona, pero no la conoces y aún así deseas ir a su encuentro, deseas tomar su mano... —susurró Shinobu con la mirada baja

— ¿Piensas en algo cuando ves a esa persona?

— Solo "¿Lo cumpliste?" Eso es todo, no sé porque una pregunta tan corta e inexacta viene a mi mente al verle

— Shinobu, quizás...

— ¡Lo siento, Nee-san! —negó Shinobu apenada mientras se levantaba rápidamente— solo estoy pensando tonterías, por eso saldré a caminar un rato

— Ya veo, espero puedas pasar un buen rato —le deseó Kanae con una suave sonrisa

— Si, volveré en un rato Nee-san

Era domingo, y Kocho Shinobu se encontraba abatida por sus emociones y pensamientos, siendo que al final su día de "descanso" fuera cuando más decidiera usar sus neuronas para aclarar o quitarse el problema de encima, sin embargo habían pasado los días y no había logrado avanzar ni desechar nada

"Esto solo me va a volver loca"

Ni un solo pensamiento bueno llegaba a su mente consiguiendo que su frustración solo aumentara aún más. ¿por qué era tan difícil y confuso llegar a algo? Shinobu sentía que quizás su corazonada de ir a tomar aire había sido mala, por lo que estaba dispuesta a marcharse más chocó con una agraciada mujer de largo cabello rojo trenzado.

Su vestimenta era un poco extraña, bastante colorida y alegre para su gusto. Ver a la mujer frente a ella era como observar un carnaval o gran fiesta, pero al mismo tiempo mantenía un aire de encanto y belleza. Shinobu notó que le había hecho caer su bolso por lo que se apresuró en ayudarla a recogerlo

— Oh, muchas gracias Shinobu-san —soltó la mujer revelando una voz bastante vivaz y cantarina

— No, fue yo quien tropezó con usted... —negó apenada más cayó en cuenta de algo muy importante— hum, disculpe ¿cómo conoce usted mi nombre?

— Eso... ¿eh? —resaltó la mujer divertida mientras se colgaba nuevamente su bolso— podría decirse que soy una adivina, algo de ese estilo

— ¿No lo sabe?

— No, no eso... pero mi estilo es un poco inusual

— ¿Inusual?

— Parece que tienes muchas dudas encima, por eso saliste a tomar aire ¿no?

— ¿Eh? Dices eso al ver mi aspecto, he escuchado que así estafan a muchas personas por medio de una buena observación

— ¡Vaya! —soltó la mujer antes de romper en risas, tanto que incluso sostenía levemente su estomago al hacerlo— nunca he conocido a una jovencita que refute o dude de lo que hago

— Siempre hay una primera vez para todo...

— Ciertamente, realmente este lugar es muy interesante

— Imaginaba que es extranjera, su vestimenta es muy diferente de la que usualmente se usa aquí y también su manera de comportarse

— Usted cuenta con el talento de la visión, por eso debería saber con antelación si miento o no, pero como me caiste muy bien, ayudarte trataré 

— ¿Una lectura de cartas? —cuestionó Shinobu como si fuera lo más obvio del mundo

— ¿Podemos sentarnos en aquellas butacas del parque? Es incomodo estar de pie

— Hum, está bien...

Shinobu siguió en silencio a la extraña mujer pues las butacas estaban cerca de la entrada y el parque era un lugar abierto así que no lo consideraba un problema. La mujer por su parte tomó asiento y se sacó su bolso para luego abrirlo y sacar de su interior dos palitos de tejer e hilo rojo, sin embargo a los ojos de Shinobu su color era muy hermoso.

— Bien, ¿debería tejer algo?

— ¿No iba a hacer una lectura?

— Ya lo dije ¿verdad? Mi estilo es un tanto... peculiar

— ¿Adivinas mientras tejes?

— Es divertido y ayuda con el estrés

— ¿Es así? —Shinobu ya no sentía tanta confianza en esos momentos

— ¿Ves este hilo rojo? —le cuestionó la mujer con calma mientras comenzaba a hilar

— Si, tiene un color muy bonito

— Así como la historia del hilo rojo del Destino, no importa cuanto se enrede o estire nunca se romperá... o eso es lo que dicen respecto a lo último

— ¿Qué quiere decir con eso?

— Siempre puede surgir una nueva variable que ponga una venda en tus ojos y no te permita ver quien es tu destinado, tendrías un destino muy malo si eso sucediera... —añadió la mujer sin detener sus manos— no debes temer, depende de uno mismo podría decirse...

— Uno mismo...

— Shinobu-san, actualmente te encuentras en una gran encrucijada de emociones, una sola persona, una sola existencia fue capaz de mover muchas cosas en ti, y... solo debes dejarte llevar por la marea mientras está en calma

— Tengo la idea de que la lluvia es mi guía, ese día estaba buscando algo, no pude conseguirlo y terminé siguiendo un pequeño barco de papel que era llevado por la pequeña corriente del agua de lluvia, sin embargo esa corriente me llevó a él, aunque dolió y me sentí tan culpable al verlo, al mismo tiempo sentí alivio

— Entonces solo debes hacer lo que hiciste antes, seguir la corriente... —susurró la mujer con una suave sonrisa en su rostro— ¡listo!

— ¿Eh? ¿qué?

— Aquí, es para ti —respondió mientras le entregaba una pequeña flor bordada de aquel hilo rojo— cuando lo veas, de seguro tendrás todas tus respuestas

— Yo... ¿realmente puedo quedármelo?

— Si, me contaste algo interesante, es mi manera de devolverlo

— Gracias, hum...

— ¡Flanna, la adivina con pasatiempo de tejer Fla!

— Oh, un gusto Flanna-san...

— Si, hasta el festival Shinobu-san —respondió Flanna para hacer una reverencia y retirarse

— ¡¿Hasta el festival?!

¿Eso significaba que aquella mujer estaría en un festival? Shinobu no podía decir si lo que Flanna le había dicho era cierto o no, pero... no percibió ninguna duda en su rostro o sus gestos, era más bien como si fuera una persona con gran experiencia, años de vida reunidos, en resumen quizás si era una verdadera adivina con un estilo... bastante inusual

— Al menos eso me despejó un poco... —soltó Shinobu mientras se estiraba un poco

El festival sería pronto y ya habían comenzado a trabajar en la obra, tenían la ayuda de muchos y gracias en parte a la influencia de Uzui pues sabía como atraer personas, sin embargo hasta ahora él no ha querido hablar sobre que idea mantiene para la obra, nada. Eso solo podía darle mala espina a Shinobu y a los demás que eran algo cuerdos

— Uzui-sensei solo espero y sea una obra normal...

"No digas tonterías"

Más que decirlas, Shinobu sentía que siempre estaba haciendo alguna tontería, y todo esto desde que su profesor molesto apareció, sin embargo desde ese día hace dos años ya le había dejado con un gran sentimiento de culpa. Simplemente no podía poner en palabras todas las emociones que le embargaron al verlo, tan distante y tan cercano, un desconocido bajo la lluvia y ella una estudiante que decidió hablarle y cubrirle con su paraguas

¿Realmente ese pequeño gesto había sido suficientes para aliviar la opresión en su pecho? no, más bien había aumentado al intentar cubrirlos a ambos ¿por qué? Realmente deseaba hablar con esa persona, escuchar su voz y dejar que de sus labios saliera aquella corta y tonta pregunta. Si ese día no hubiera llovido ¿se habrían encontrado?

— Algo me dice que no es así, la lluvia se sentía tan nostálgica aquel día, como... si ya hubiera visualizado aquel escenario antes —susurró Shinobu mientras tocaba levemente uno de los mechones sueltos de su corto cabello

El inicio de su clases con Tomioka no fue precisamente el mejor, pero cada pequeño instante lo había disfrutado. sintió que él buscó ser cercano a ella, aunque no lo hiciera siempre le había dicho por su nombre, habían tomado sus manos y finalmente Giyuu le había abrazado para brindarle su apoyo

En ese momento no lo pensó demasiado, su prioridad entre todos sus pensamientos era su hermana, pero cuando todo había pasado no tenía cara para poder mirarle, sabía que su rostro se tornaría totalmente rojo y su comportamiento algo brusco y tonto. Shinobu no deseaba que Giyuu la viera de esa manera

Totalmente gracioso, nunca le había importado mucho que una persona conociera como era y se llevara una decepción, pero con Tomioka deseaba que fuera diferente, simplemente no quería ver aquellos profundos ojos azules llenos de decepción, solo quería que le dedicara una suave sonrisa y decirle que lo había hecho bien ¿infantil verdad?

— No sé quien eres Tomioka-san, pero yo... no estoy bien —negó para si misma mientras soltaba una bocanada de aire— lo intentaré

"Dejaré que la marea en calma me lleve"

Para Shinobu aquello había sido suficiente, aunque aún habían dudas una gran parte de ella le decía que solo debía seguir y que así descubriría lo que ella quisiera. El festival escolar estaba cerca y debían dar lo mejor de si para llevarlo a cabo, siendo su última pensamiento centrado más en la pequeña flor de hilo rojo que le había regalado la adivina

"Flanna"

— Tal parece que alguien pensó en mi... —soltó la mencionada mientras observaba ensimismada sus palillos de bordar.

El lugar en el que residía mantenía un decorado antiguo, pero así mismo de tonos alegres similar a entrar en una casa llena de maravillas, Flanna dejó escapar un leve suspiro mientras observaba la ventana por donde ya se filtraba leves colores rojizos y dorados que daban señal de que el atardecer ya se hacía presente.

"Un hermoso atardecer que acarrea desgracias"

— Al menos no es un amanecer —negó con una sonrisa amarga mientras otra mujer se hacia presente en la habitación

— Si fuera así significaría que alguien falleció, pero en este basto lugar donde residen muchos lazos son pocos  los que lloran una perdida —susurró la extraña mujer ataviada de una larga capa negra que la cubría por completo

— Bueno, el festival escolar está cerca —le cortó Flanna al percibir su lado pesimista— definitivamente nos volveremos a ver, es algo inevitable Shinobu-san

"¿Cuál será tu respuesta?"

— Por cierto Shinobu-san, deberías preguntar el nombre del poema que escuchaste hoy... —negó

¿Aquel pensamiento llegaría a ella? ¿qué haría Shinobu al llegar a casa? La pelimorada entró con calma y gracia a su hogar hasta situarse cerca de la sala donde Kanae y Kanao observaban ensimismadas uno de sus libros, Shinobu no dudó y se acercó a ambas

— Nee-san ¿cuál es el nombre de ese poema? —cuestionó con una expresión bastante juvenil similar a cuando era una niña muy pequeña, Kanae al verla no pudo evitar sonreír

— Ara, ara pues...

"Metáforas Tangibles"

¡Hola a todas! Disculpen la demora xd no estoy en mi casa y es más complicado escribir, pero ahí a lo lento avanzo! El capítulo de hoy se centró más en Shinobu y en este una mirada más profunda de un personaje creado para dos fanfics "Flanna" realmente me encanta esta última, espero disfruten del capítulo uwu